Portugal: Leyenda de la Sopa de Piedra

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Portugal: Leyenda de la Sopa de Piedra
Un fraile andaba en el petitorio. Llegó a la puerta de la casa de un labrador, que no
quiso darle limosna. El fraile, como estaba muriéndose de hambre, dijo:
-
Voy a ver si hago un caldito de piedra.
Al decir estas palabras, agarró una piedra del suelo, sacó la tierra y se puso a
mirarla para ver si estaba buena para hacer un caldo. La gente de la casa se puso a
reír del fraile y de su idea.
Entonces, el fraile preguntó:
-
¿Nunca han comido un caldo de piedra? ¡Pues les cuento que es algo muy
bueno!
A lo que le contestaron entre risas:
-
Nos parece difícil…
Fue lo que el fraile quiso escuchar. Después de haber lavado la piedra, pidió:
-
Si me prestaran una olla…
Le dieron una olla de barro. El la llenó con agua y colocó adentro la piedra.
-
Ahora si me dejaran poner la olla en las brasas…
Lo dejaron. En el momento que el agua empezó a hervir, dijo:
-
Con un poquitín de unto el caldo quedaría un primor…
Le fueron a buscar el pedazo de unto. El caldo hirvió, hirvió, y la gente empezó a
quedar pasmada con lo que observaba. Dijo el fraile, cuando probó el caldo:
-
Está un poco soso. Creo que precisaría de unas piedritas de sal.
También le dieron la sal. Condimentó el caldo, lo probó y afirmó:
-
Con unas pocas hojas de repollo, el caldo quedaría ¡qué hasta los ángeles lo
comerían!
La dueña de la casa fue a la huerta y le trajo dos repollos bien tiernitos. El fraile los
lavó y los cortó con los dedos, poniendo las hojas en el caldo.
Cuándo los ojos de la gente de la casa ya estaban ardorosos, dijo el fraile:
-
Ay, con un pedacito de chorizo, el caldo tendría otra gracia.
Le trajeron el chorizo. El lo colocó en la olla y, mientras que el caldo se terminaba
de cocinar, sacó un pan de la alforja y se preparó para comer vagarosamente. El
caldo olía de maravillas. El fraile lo comió y se relamió de gusto. Después de
vaciada la olla, la piedra quedó en el fondo. La gente de la casa, que estaba con los
ojos fijos en el religioso, preguntó:
-
Pero, señor fraile, ¿y la piedra?
A lo cual el fraile contestó:
-
La piedra la voy a lavar y la llevo conmigo para una próxima vez.
Traducción y adaptación: Raquel Carinhas
En Portugal, la Sopa de Piedra sigue siendo un plato típico y es comido como un
plato principal debido a la diversificada y rica cantidad de ingredientes.
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