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EL ALCANCE DEL PODER EN LAS MISIONES
Hechos 1:8
Ps. Antenor Tejada
INTRODUCCION
Hechos 1:8
Nueva Traducción Viviente (NTV)
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre
ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca
de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en
Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.”
“
Hechos 1:8
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pero cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán
poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
“
Este versículo es el fundamento principal de toda la visión misionera
que el Señor nos ha llamado a desarrollar. Es un versículo clave de la
Palabra de Dios, salido de la boca del mismo Señor, que describe que
debería suceder con sus seguidores a partir de su ascensión a los
cielos.
Hechos 1:10-11
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Mientras se esforzaban por verlo ascender al cielo, dos
hombres vestidos con túnicas blancas de repente se pusieron
en medio de ellos. 11 «Hombres de Galilea —les dijeron—, ¿por
qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado de
entre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo
de la misma manera en que lo vieron irse!».
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Cuando Cristo se va, aparecen dos varones con una exhortación muy
practica ¡No se queden en la congregación fijándose para arriba!
Muchos creyentes son como los apóstoles en estos versos.
Son salvos y han recibido la Gran Comisión de Evangelizar pero se
quedan en la congregación “mirando hacia arriba”.
Cantan alabanzas a Dios. Oran. Escuchan mensajes. Leen la Biblia.
Asisten los estudios bíblicos entre semana. Llevan los cursos de
discipulado. ¡Están mirando al cielo!
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Pero nunca salen para ir, buscar los pecadores y testificarles.
El mensaje de estos dos testigos es una buena exhortación para
nosotros hoy. ¡No se quede en la congregación fijándose hacia arriba!
Vaya y haga la obra de testificar ya porque como Cristo se fue, así
vendrá.
El tiempo es corto. El mensaje es urgente. La necesidad es mundial.
Y no hacemos nada quedándonos en la congregación “mirando al
cielo”
Hay que trabajar. Hay que salir a sembrar semilla y recoger una
cosecha.
Pero para realizar el trabajo Hechos 1:8 nos da tres palabras que nos
ayuda a entender cómo realizar la misión de Dios en el mundo.
I. PODER. “pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo
descienda sobre ustedes…”
Las misiones comienzan con el poder del Espíritu Santo, que puede
ser considerado como el jefe de las misiones pues es quien dirige,
motiva, impulsa y lleva a la iglesia a cumplir su tarea misionera.
Algunas gentes e iglesias dicen que tienen el poder del Espíritu Santo,
pero carecen de visión misionera; esto es imposible. Si se tuviera el
poder del E. S. Automáticamente se tendría visión misionera. Otros
quieren hacer la obra misionera sin el poder del E. S.; el resultado es
un fracaso total. Es imposible realizar la obra misionera sin el poder
del E. S. Y es imposible que haya poder del E. S. Sin visión mundial.
II. TESTIGOS. “y serán mis testigos, y le hablarán a la gente
acerca de mí…”
El fruto de una vida llena del E. S. Es el testimonio. El creyente que
se apropia del poder del E. S. Mediante la fe, se siente motivado a
hablar de Jesucristo a los demás, y lo hace de forma natural. Además
del poder para testificar, el creyente producirá el fruto del E. S.
Reflejado en actitudes y obras. Su vida será un estímulo para que
otros sigan a Jesús.
Es interesante resaltar que la palabra griega de la cual hemos sacado
en nuestro idioma la palabra “testigos” significa “el que muere por
su fe” porque eso era casi siempre el precio que se pagaba por dar
testimonio de Jesús.
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¿Estas dispuesto ser un testigo de Cristo hoy? ¿Estás dispuesto morir
por tu fe?
De esto se trata la vida cristiana. Es por eso que decimos que la
llenura del Espíritu santo resulta en un creyente que habla con
denuedo acerca de Cristo. Hasta el punto de estar dispuesto a morir
por su fe.
Algo más Lo que pasa en hechos 2 es lo que Cristo prometió en
Hechos 1
Dijo que el Espíritu vendría y les daría poder para ser testigos de
Dios.
En hechos 2:4 “Hechos 2:4
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron
a hablar en otros idiomas,[a] conforme el Espíritu Santo les daba
esa capacidad.
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Los discípulos comenzaron a testificar. La llenura del Espíritu resulta
en un creyente que testifica, o sea, resulta en un seguidor de Cristo
que evangeliza intencionalmente.
Esto se llama denuedo y es la manifestación del poder del Espíritu
Santo en uno.
Hechos 4:31
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos
tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban
con valentía la palabra de Dios.
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III. ALCANCE. “…en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea,
en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.”
En Hechos 1:8 Jesús nos habla de cuatro lugares donde debemos ser
testigos: en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta los lugares más
lejanos del mundo. En Jerusalén Es la ciudad donde estaban los
discípulos cuando recibieron la orden. Fue el escenario de los
principales acontecimientos del cristianismo. Allí Jesús realizó gran
parte de su ministerio, murió y resucitó y dio la Gran Comisión a sus
discípulos. Nuestra Jerusalén es la ciudad donde vivimos, donde nos
reunimos como iglesia y recibimos las bendiciones de Dios. Por lo
tanto debemos ser testigos en nuestra ciudad: en el trabajo, en la
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escuela, en o con nuestros vecinos, en la calle; hablando de Cristo,
dando algún folleto, invitando a las personas a ir a la iglesia, etc.
En Judea Era la provincia que tenía a Jerusalén por capital. Cuando
Cristo dice que debemos ser testigos en toda Judea, nos indica que
debemos evangelizar en nuestra REGION.
En Samaria, Samaria era una región algo más distante y con una
población heterogénea. Nuestra Samaria es nuestro país. Por lo
tanto, debemos ser testigos de lo que Cristo hizo y está haciendo por
todo nuestro país.
Hasta lo último de la tierra Jesús quiere que seamos testigos en todas
las naciones de la tierra. La voluntad de Dios es establecer su reino
en todas las tribus, pueblos, lenguas y naciones (Ap. 5:9). Por lo
tanto, debemos recordar esta visión, pues somos instrumentos de
Dios para esta tarea.
CONCLUSIÓN:
Algunos piensan que la iglesia debe alcanzar solamente a su ciudad
con el mensaje del evangelio. Pero ¡Cuánto necesitamos ampliar la
visión! ¡Cuánto necesitamos que la mano de Dios abra nuestros ojos,
para ver la tarea que está delante de nosotros! La voluntad de Dios
es que la iglesia sea testigo de Cristo al mismo tiempo en Jerusalén,
en Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. Algunos piensan
quedarse en su ciudad para después evangelizar en el resto del
mundo. Eso es desobedecer una orden que Cristo nos dio. ¡Debemos
evangelizar en cuatro lugares a la vez! Debemos ser testigos
en nuestra colonia, nuestra ciudad, nuestro país y en todo el mundo
al mismo tiempo. Este es el llamado de Dios para cada uno de
nosotros. Nuestra misión debe ser el mundo. Debemos hacer todo lo
posible para que el mundo oiga el mensaje de las buenas noticias de
parte de Dios. ¿Cuál es tu parte?
La lección que podemos sacar de todo esto es: ¡De la congregación a
las calle!
Los apóstoles no se quedaron en el “aposento alto” detrás de puertas
cerradas orando y alabando a Dios.
Cuando nacieron de nuevo por el Espíritu Santo (cuando recibieron el
bautismo del Espíritu) salieron a las calles donde estaban los
inconversos y les testificaban. Aun predicaban al aire libre,
predicando a Cristo crucificado, llamando a los pecadores al
arrepentimiento.
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La otra lección la podemos resumir en una palabra “sumisión”. Ellos
recibieron una misión de parte de su Jesús y se sometieron a ella.
Ellos “fueron” (salieron de la congregación) para “hacer discípulos”
Mateo 28:19-20
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las
naciones,[a] bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo. 20 Enseñen a los nuevos discípulos a
obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por
seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los
tiempos».
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¿Cómo aplicamos todo esto como América Sur? Del mismo
modo haciendo misiones intencionalmente, predicando el
mismo mensaje (Cristo, su muerte, sepultura y resurrección) y
obedeciendo su mandato. “Yendo” (orando, ofrendando,
contribuyendo)
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