COMMON LAW DERECHO INGLÉS CONTENIDO I ANTECEDENTES HISTÓRICOS Periodo anglosajón De Guillermo El Conquistador a la dinastía de los Tudor Del siglo XV con el nacimiento de la equity a la época actual II III DERECHO COMÚN (COMMON LAW) Y EQUIDAD (EQUITY) GOBIERNO Poder Legislativo Poder Ejecutivo Poder Judicial Cortes del Condado Cortes de los Magistrados Cortes de la Corona Alta Corte Corte de Apelación Cámara de los Lores IV V LA PROFESIÓN LEGAL FUENTES DEL DERECHO Precedente Legislación Costumbre Razón Doctrina El common law nació en Inglaterra en la Edad Media con la creación de los Tribunales Reales; se formó por las decisiones judiciales emanadas de los tribunales, las decisiones se basaron en las costumbres de las tribus germanas que habitaban la isla. Este sistema jurídico prevalece en Inglaterra y rige además en Estados Unidos de América, Canadá, Australia y Nueva Zelandia, entre otros. I ANTECEDENTES HISTÓRICOS Para un mejor desarrollo y comprensión la materia, se ha dividido el tema de los antecedentes históricos de Inglaterra en tres periodos. El primero es el llamado anglosajón, que abarca del siglo I DC al XI AC. El segundo va de Guillermo El Conquistador hasta el advenimiento de la dinastía de los Tudor. El tercero abarca del siglo XV, con el nacimiento de la equity, a la época actual. Periodo anglosajón En épocas antiguas habitaban en el país hombres de la raza celta, los cuales desarrollaron pequeños estados tribales que fueron conquistados por los romanos a mediados del siglo I DC, en la época en que el emperador Claudio gobernaba Roma, los romanos dominaron el territorio durante cuatro siglos, pero a principios del siglo v, las legiones romanas abandonaron la isla. A pesar del largo periodo de dominación, nada que fuera romano sobrevivió en Inglaterra, incluyendo su derecho, ya que éste no dejó huella en las instituciones jurídicas de la isla. Desaparecida la dominación romana, Inglaterra fue invadida por los anglos, sajones y jutos. Más que invasiones de tipo militar, fueron estas verdaderas migraciones de pueblos enteros, que trajeron sus instituciones y convivieron de acuerdo a sus costumbres y tradiciones germánicas. A fines del siglo VIII, expediciones de vikingos que en Inglaterra recibieron el nombre de daneses saquearon las ciudades y monasterios de la costa inglesa; en 860 un ejército danés bien organizado inició la ocupación del país siendo derrotados por Alfredo El Grande, rey de Wessex o de los sajones del oeste, quien logró conservar su reino. El monarca, al vencer a los invasores y establecer la paz, dividió su reino en condados o shires, en cada uno de ellos estableció la Corte del Shire que tenía toda clase de funciones gubernativas y se crearon los tribunales del condado (country court) integrados por hombres libres de éste. En la administración de justicia el derecho que se impartía era consuetudinario y los juzgadores utilizaban para obtener certeza de los hechos dudosos, los juicios de Dios u ordalías, como por ejemplo: el juramento, la prueba del hierro candente, del agua fría, y el duelo entre los litigantes. El rey ejercía el poder asistido de su consejo llamado Witam compuesto de hombres sabios; tanto éstos como el monarca ejercían funciones legislativas, ejecutivas y judiciales. En 1013 los daneses nuevamente atacaron la isla logrando dominarla y en 1016, Canuto II El Grande, jefe de los daneses, fue nombrado rey de Inglaterra. Sucedió al rey Canuto su hijo Haroldo I que gobernó poco tiempo, a su muerte fue nombrado rey Hardicanuto hermano del anterior. Como los hijos del rey Canuto no dejaron descendencia, se restauró la dinastía de Wessex en la persona de Eduardo III El Confesor (1042-1066); a su muerte al no haber dejado descendencia, los nobles sajones eligieron rey a uno de ellos llamado Haroldo II, sin embargo, le disputó la corona Guillermo El Conquistador, duque de Normandía que alegaba en favor de sus pretensiones su parentesco con el difunto rey. Para derrocar al nuevo monarca, Guillermo desembarcó en el sur de Inglaterra, con un ejército bien equipado, y en Hastings derrotó (1066) a las tropas del rey Haroldo, que quedó muerto en el campo de batalla. Apoyados por el papado los normandos se apoderaron del país. De Guillermo El Conquistador a la dinastía de los Tudor Guillermo El Conquistador fue nombrado rey de Inglaterra, iniciándose así una nueva era en la historia del país. El monarca comenzó a gobernar asistido por un cuerpo colegiado llamado Curia Regís o Corte del Rey, compuesta por sus consejeros más cercanos. Los normandos trajeron consigo el sistema feudal y lo implantaron como la nueva estructura política, social y económica del país. El rey hizo cambios en materia de propiedad agraria ya que confiscó todas las tierras del reino, reservándoselas en propiedad original en su calidad de soberano y después las distribuyó, divididas en sesenta mil feudos entre sus seguidores de acuerdo a los servicios prestados. Los feudos que distribuyó entre los caballeros, no les conferían ninguna autoridad financiera. Grandes vasallos que tenían a su vez gran número de subvasallos, formaron el ejército de la corona, pero a ninguno de ellos cedió la menor de las prerrogativas. Los señores recibieron las tierras en calidad de tenencia, por el tiempo que ellos cumplieran con las condiciones de la concesión y una de ellas era el juramento de fidelidad al rey. Los primeros normandos no hicieron grandes innovaciones jurídicas; sin embargo, el rey en su carácter de juzgador supremo y auxiliado por la Curia Regís, conocía de los conflictos que se suscitaban entre los principales terratenientes nobles y de quejas en contra de la mala administración de justicia. Las Cortes de los Condados subsistieron; nacieron las Cortes Señoriales pues cada señor tenía la suya propia para juzgar a sus subditos y el derecho canónico también dejó sentir su influencia, a través de los tribunales eclesiásticos que aplicaban el derecho canónico. Los hijos de Guillermo El Conquistador, Guillermo II y Enrique I, gobernaron sucesivamente, sin dejar descendencia. En el siglo XII, comienza a gobernar la dinastía de los Plantagenet, que ampliaron sus dominios sobre Irlanda y Gales. En el año de 1154, subió al poder el primer rey de esta dinastía Enrique II Plantagenet. Durante el reinado de Enrique II, se establecieron los jueces ambulantes que recorrían los condados del reino y juzgaban toda clase de controversias. Esta justicia real eliminó poco a poco las viejas costumbres del juicio de Dios u ordalías y, además, generalizó la práctica de dar intervención en los juicios a doce vecinos de cada localidad, cuyas declaraciones ilustraban al juez sobre cada caso. Este fue el germen del sistema del jurado popular. De la época de Enrique II, proviene también la creación de los Tribunales Reales dando lugar al sistema judicial del common law; la primera corte real de justicia fue la Exchequer que conocía de las finanzas públicas, pero con el tiempo llegó a abarcar cualquier litigio entre particulares en razón de una deuda pública. Posteriormente fue creada la Common Pleas, llamada así porque su jurisdicción comprendía lo pleitos comunes o litigios, en principio un tribunal móvil, pues seguía al rey a través de todo país; más tarde en Westminster, se creó el tribunal llamado King's Bench que conocía de derecho penal. Estos Tribunales Reales, también llamados de Westminster, a causa del lugar donde se encontraban establecidos, adquiriendo mucha popularidad; con el paso del tiempo se ampliaron y multiplicaron hasta formar la organización del poder judicial británico y fueron los que dieron nacimiento al sistema judicial del common law, al convertir los usos y costumbres de las tribus germanas en normas jurídicas de todo el reino a través de sus resoluciones. El acudir a los Tribunales Reales para la solución de un conflicto, no era un derecho de los particulares, sino que era un privilegio que concedía el rey. Quien quería pedir justicia al rey se dirigía al Canciller a solicitar que se le expidiera un writ, sin el cual no era posible acudir a los Tribunales Reales; el writ era una orden real dirigida a un funcionario ordenándole que trajera al demandado a los tribunales. No se podía accionar sino existía un writ de entre una lista de cincuenta. El rey sólo expedía un writ para cada clase de ofensa que se alegaba, no había un permiso general para demandar en toda situación que se presentara. En ocasiones los writs eran mandatos del rey a instancias de un litigante, donde se obligaba a un señor feudal para que hiciera justicia en su corte, apercibiéndolo de que en caso de desobediencia en la causa, sería trasladado al Tribunal Real. Con el tiempo el writ dejó de ser una orden del rey para convertirse en un mandato del juez. Los Tribunales Reales expandieron su influencia sobre las cortes locales debido a la preferencia de los litigantes por formas más justas y confiables que las costumbres germanas de ordalías y juramentos. Otro factor que contribuyó al prestigio de estos tribunales fue su aplicabilidad en todo el reino y a toda la población. La ampliación de la competencia de los Tribunales Reales, con la creación de nuevos writs, molestó a los señores feudales ya que les restaba poder en la impartición de justicia, y por otro lado los abusos y arbitrariedades del rey Juan Sin Tierra, hijo de Enrique II, habían provocado el descontento en todas las clases del reino, por lo que se levantaron contra él y lo obligaron a firmar un documento conocido como la Carta Magna (1215), en la cual se establecieron diversos deberes del rey en su calidad de propietario originario de la tierra, con los barones feudales en su carácter de arrendatarios de dicha posesión rural. Juan Sin Tierra comprendió todo lo que le imponía la Carta Magna y apenas la había jurado, rompió su juramento y se hizo eximir de él por el papa Inocencio III. Los barones tomaron las armas y la lucha duró hasta la muerte del rey en 1216. Su hijo Enrique III, al subir al trono ratificó la Carta, la cual no desaparecería ya del derecho de Inglaterra. En la Carta se establecía que el rey debía respetar los derechos feudales de los nobles y las libertades de la iglesia; se obligaba al rey ya sus funcionarios a respetar en la aplicación de la justicia la ley de la comarca; los hombres debían ser juzgados por sus iguales y la prohibición de los tribunales ambulantes al establecer que los litigios ordinarios ante los tribunales se celebrarían en un lugar determinado. La Carta, se complementó con el Segundo Estatuto de Westminster (1285), por el cual se prohibió la expansión de la jurisdicción de las Cortes Reales y la creación de nuevos writs. Sin la creación de nuevos writs por parte de los Tribunales Reales, el common law estaba en peligro de no evolucionar; para poner remedio a esto, se admitió que se podía expedir un writ in cosimili casu, es decir, en los casos parecidos a otros ya resueltos, atendidos por la Cancillería Real. También se amplió la competencia de los Tribunales Reales en los casos en que el demandante, mediante un acto introductorio de instancia, exponía en detalle las circunstancias del caso y pedía a los jueces reales que, en consideración a las mismas conocieran del litigio; tal procedimiento fue llamado acciones sobre el caso. En el gobierno de Enrique II, se ubica el inicio del Parlamento al convocarse en Oxford una gran asamblea de todo el reino en la cual intervinieron no solamente los barones y el clero, sino también cuatro caballeros delegados por cada condado y dos burgueses por cada ciudad, para discutir las necesidades del reino. A la muerte del rey le sucedió su hijo Eduardo I (1272-1307). Durante este reinado, aparece la famosa serie llamada year books (anuarios), con resúmenes de los procesos más importantes de cada año. Cuando los Tribunales Reales dictaban una sentencia, ésta se registraba en el anuario, al principio los tribunales no seguirían los precedentes establecidos en otras sentencias y plasmados en los anuarios, sin embargo, con el correr de los años los precedentes llegaron a ser considerados como autoridad definitiva. Desde el punto de vista territorial, el monarca anexó el país de Gales a sus dominios (1282) y dio a su hijo el título de príncipe de Gales, que desde entonces llevan los herederos de la Corona de Inglaterra. En 1295 el Parlamento se convirtió en el órgano de relación entre los reyes y el pueblo, pues en él se hallaban representadas, todas las clases sociales. Del siglo XV con el nacimiento de la equity a la época actual En el siglo XV los Tribunales Reales resultaban inadecuados por su rígida formalidad para satisfacer las necesidades de la sociedad, por tal razón, las personas se dirigían al rey para pedirle por vía de gracia que interviniera. En estos casos el asunto pasaba primero por el Canciller; éste, que era el confesor del rey, se lo trasmitía, cuando lo juzgaba oportuno a éste, quien resolvía en consejo. El rey y el Canciller comenzaron a conocer asuntos que requerían de unas soluciones más equitativas; este procedimiento, escrito, inquisitorial y carente de jurado, inspirado en los derechos canónico y romano, se llamó, equity; para el conocimiento y solución de estos asuntos se crearon entonces, los Tribunales de la Cancillería. A los Tribunales de la Cancillería se acudía para obtener soluciones especiales que no se podían conseguir en los Tribunales Reales. La equity llegó a ser un cuerpo de normas jurídicas paralelas al common law, que procuraban hacer justicia donde éstas últimas no podían alcanzar ese fin. Durante el gobierno de los Tudor (1485-1603), debido al renacimiento continental surgieron juristas formados con la enseñanza de la tradición romanista que ayudaron a fortalecer el derecho de equidad. Como medida de equilibrio los juristas que apoyaban el common law lucharon por el establecimiento del Parlamento como órgano supremo de creación de las leyes. Los reyes de la dinastía Tudor, practicaron el absolutismo, pues si bien mantuvieron la estructura política existente, colocaron al Parlamento bajo su dependencia, dominaron la iglesia e intervinieron en la vida económica de tal manera, que su poder resultó ilimitado. Con La Reina Virgen Isabel (1558-1603) acabaron los Tudor y empieza la dinastía de los Estuardo que gobernaron durante el siglo XVII. Jacobo I (1603-1625), primer gobernante de la dinastía Estuardo pretendió seguir la política de sus antecesores y trató de reforzar la autoridad real creando un régimen absoluto, pero pronto chocó con el Parlamento del cual prescindía siempre, dando ocasión a que la Cámara de los Comunes protestara enérgicamente, ante lo cual el rey intentó controlar el Parlamento y restar autonomía a las cortes del common law. Se imprimió a la equity un fuerte impulso, que la llevó no sólo a suplir sino incluso a entrar en concurrencia con el common law, lo cual condujo a sentencias contradictorias en casos análogos. El problema fue resuelto en 1616 por Francis Bacon, al que Jacobo I había hecho someter un caso de conflicto, en el que resolvió que en estos asuntos la equity debería prevalecer sobre el common law. Al adquirir fuerza la equity, el Parlamento apoyó al common law, por considerarlo un freno contra el poder real. El conflicto entre los dos sistemas hizo crisis cuando el jurista Edward Coke, jefe de justicia del Tribunal del King's Bench, afirmó la supremacía del derecho sobre el poder real en una controversia que mantuvo con el Canciller. El monarca ante esto, manifestó a los jueces ingleses que ellos no eran sino sus sombras y ministros y si él quería podía prescindir de ellos y juzgar en cualquier tribunal poniendo en tela de juicio las sentencias que ellos dictaran, ya que el derecho se fundaba en la razón y que él y otros también tenían uso de razón como los jueces. A esto Coke respondió que los conflictos no deben decidirse por la razón natural, sino por la razón y juicios artificiales del derecho, el cual es un acto que requiere largo estudio y experiencia, antes de que un hombre pueda llegar a dominarlo. El rey despojó a Coke de su cargo y asumió el control de los Tribunales Judiciales. Aunque el common law perdió la partida, no desapareció ni fue absorbido por las normas de la equity, ya que este último sistema estaba destinado a funcionar sólo en aquellos casos en que las soluciones del common law eran defectuosas o no existieran. Cuando el common law proveía normas aceptables de justicia los principios de la equity no interferían. A la muerte del rey subió al trono Carlos I (1625-1649), el cual siguió la política de su padre y no mantuvo buenas relaciones con el Parlamento. En el año de 1628, el Parlamento accedió a las solicitudes financieras del rey a cambio de que él reconociera la Petición de Derechos (Petition of Rights) que era una reafírmación de la Carta Magna. En este documento se estableció entre otras cosas: a) Que nadie podía ser obligado a prestar dinero al rey contra su voluntad porque tal obligación era contraria a la razón y a las libertades del Reino; b) Nadie podía ser arrestado sino de acuerdo con la ley, y c) Nadie debía pagar impuesto alguno, salvo común consentimiento otorgado por la Ley del Parlamento. El monarca molesto por haber tenido que ceder ante el Parlamento, prescindió de él, sin convocarlo durante once años; sin embargo, por conflictos religiosos originados en 1637 en Escocia, que derivaron en guerra, el monarca se vio obligado a reunir un nuevo Parlamento llamado el "Parlamento breve"; ante nuevas quejas y reclamaciones de éste lo disolvió nuevamente. En 1642, estalló una guerra civil donde fue vencido el rey y juzgado por un tribunal designado por la Cámara de los Comunes; se le impuso al rey la pena capital y fue decapitado en Londres en 1649. A la muerte del rey, la Cámara de los Comunes suprimió la Cámara de los Lores y declaró que el oficio del rey era inútil, oneroso y peligroso para la libertad, la seguridad y el bienestar del pueblo, por tanto quedaba abolido, y concentró todos los poderes del gobierno en un Consejo de Estado formado por parlamentarios y por oficiales del ejército; en 1653 se confirió el poder supremo de la República a Oliverio Cromwell con el título de Protector de Inglaterra. A la muerte de Cromwell en 1658 le sucedió su hijo que poco tiempo después renunció a su cargo; el poder quedó en manos del ejército y se eligió un nuevo Parlamento el cual invitó a Carlos II, hijo del difunto Carlos I, a que ocupara el trono y con esto se restauró la monarquía de los Estuardos. Después de la restauración de la dinastía Estuardo, el Parlamento cobró fuerza y en 1679 votó una ley de gran importancia, la de Habeas Corpus; en esta ley se estableció que los jueces podían exigir comparecencia ante sus tribunales a cualquier persona que estuviese detenida, para examinar si la declaración era justa, pues nadie que no estuviera acusado o convicto de un delito podía se privado de su libertad. La Habeas Corpus significó una garantía fundamental para la libertad individual, pues impidió las detenciones arbitrarias por capricho del rey o de cualquier funcionario. En esta época se aceptó la subsistencia del Canciller, pero se estableció que no podría realizar intromisiones en el terreno del common law, asimismo el rey no utilizaría su prerrogativa de justicia para crear nuevos Tribunales de la Cancillería y el Canciller no sería más el confesor ni el clérigo, sino un jurista. En 1689, se promulga la Carta de Derechos (Bill of Rights) que junto con la Carta Magna y la Petición de Derechos figuran entre los más importantes documentos legislativos de la historia de Inglaterra. La Carta de Derechos estableció nuevas limitaciones al poder real y dio nuevos poderes al Parlamento al establecer: a) Que no se pueden suspender las leyes y la aplicación de las mismas, en virtud de la autoridad real y sin el consentimiento del Parlamento; b) Toda cobranza de impuestos en beneficio de la Corona o para su uso, bajo el pretexto de la prerrogativa legal sin consentimiento del Parlamento es ilegal; c) El reclutamiento o mantenimiento de un ejército dentro de las fronteras del reino en tiempos de paz, sin la autorización del Parlamento es contrario a la ley; d) El Parlamento debe reunirse con frecuencia; e) Las elecciones de los miembros del Parlamento deben ser libres, y f) Las libertades de expresión, discusión y actuación en el Parlamento no pueden ser juzgadas ni investigadas por otro tribunal que el Parlamento. El Parlamento consolidó su poder al establecer que los impuestos debían ser votados cada año, lo que aseguraba su reunión por lo menos una vez al año, con lo que el gobierno del rey no podía existir sin el Parlamento. A partir de 1873 tomó forma el sistema judicial británico de nuestros días. Se modificó la organización judicial mediante las Leyes de la Judicatura (Judicature Acts), que suprimieron la distinción entre tribunales del common law y los tribunales de la equity, todas las jurisdicciones inglesas fueron competentes para aplicar el common law y la equity. En virtud de las reformas legislativas expedidas por el Parlamento llamadas Leyes de la Judicatura, y promulgadas en 1873 y 1875, se operó una transformación radical en el poder judicial de Inglaterra. Los tribunales de primera y segunda instancia, se fusionaron en un sólo organismo judicial de carácter unitario en donde está reunido todo el poder Judicial: la Suprema Corte de Justicia, que se divide en dos grandes ramas que son la Alta Corte de Justicia y la Corte de Apelación. Durante el presente siglo se han dictado una serie de leyes de carácter administrativo y ha habido un acercamiento al derecho neorromanista debido a la necesidad por el Comercio Internacional. Por lo que se refiere al derecho sustantivo, se ha llevado a cabo una obra considerable de limpieza (abrogación de leyes caídas en desuso) y de ordenación tratando de lograr una sistematización de las normas. La importancia de la obra legislativa realizada a partir del siglo XIX hasta la época actual no ha hecho perder al derecho inglés su aspecto tradicional. II DERECHO COMÚN (COMMON LAW) Y EQUIDAD (EQUITY) La equity es el conjunto de normas elaboradas y aplicadas (a lo largo de los siglos XV y XVI) por la jurisdicción del Canciller, a fin de completar y, en su caso, revisar el sistema del common law que había resultado insuficiente y defectuoso. El common law ha sido romántico e incorrectamente descrito como la ley de la gente común de Inglaterra; de hecho el common law surgió como resultado de una disputa particular por el poder político. Antes de la conquista de Inglaterra por los normandos en 1066 no había un sistema legal nacional unitario; con el surgimiento del common law se da la imposición de tal sistema unitario bajo los auspicios y el control de un poder centralizado en la forma de un rey soberano. Tradicionalmente se ha comentado sobre del circuito de los jueces ambulantes viajando en el país estableciendo la "paz del rey" y seleccionando las mejores costumbres convirtiéndolas en la base de la ley inglesa, en un procedimiento lento, altruista y armando pieza por pieza. Sin embargo, la realidad de este proceso fue que los jueces estaban confirmando la autoridad del Estado central y las instituciones legales, a diferencia del periodo feudal anterior en el que el Estado y las instituciones legales estaban dispersas y fragmentadas. Por tanto, el common law era común para todos en aplicación pero por supuesto no común de todos. Al final del siglo XIII la autoridad central había establecido su procedencia por lo menos particularmente a través del establecimiento del common law. Originalmente los tribunales no eran más que una apéndice del Consejo del Rey (Curia Regís), pero gradualmente las cortes del common law comenzaron a tomar una existencia institucional, individual e independiente, en la forma de el Exchequer, Common Pleas y King's Bench, con esta autonomía sin embargo, se desarrolló una esclerosis institucional tipificada por la renuencia a tratar los hechos que no podían ser llevados a juicio por no existir una acción apropiada. La negativa de los tribunales del common law, para conocer determinados asuntos, condujeron a la injusticia y ante esto, a la necesidad de remediar las debilidades percibidas en el sistema del common law. La respuesta fue el desarrollo del equity. Los demandantes incapaces de tener acceso a cortes reales del common law, podían apelar directamente ante el soberano y tales casos eran pasados para su consideración y decisión al Lord Canciller, que era al mismo tiempo el secretario y el capellán del rey; su tendencia fue la de decidir los casos con base en normas más morales que jurídicas, por eso su jurisdicción recibió el nombre de equity. Conforme los tribunales del common law se volvían más apegados a las formalidades y por tanto más inaccesibles, las demandas al Canciller aumentaron y eventualmente esto dio como resultado el surgimiento de un tribunal específico, llamado Tribunal de la Cancillería, establecido para resolver con equidad o justicia decisiones en los casos en que las cortes del common law se rehusaran a tratar. Los dos sistemas de tribunales y de derecho (equity y common law), tuvieron una vida paralela por algunos siglos; pero con la limitación desde principios del siglo XVII, que cuando existiera incompatibilidad entre las reglas del common law y las de la equity, deberían prevalecer estas últimas. Esta división del common law y equity continuó hasta que eventualmente fueron combinadas por las leyes de la judicatura de 1873-1875. En las cuales se estableció que el common law y la equity serían administradas concurrentemente por las mismas jurisdicciones. El procedimiento para resolver un asunto en el common law o en la equity, ha sido diferente y de hecho continúa siendo así, ya que la Alta Corte creada por la Ley de la Judicatura establece que ciertos jueces agrupados en la división del Banco de la Reina juzguen según el procedimiento oral y contradictorio del common law; en cambio los jueces de la división de la Cancillería juzgarán de acuerdo a un procedimiento escrito e inquisitorio, inspirado en el derecho canónico. Las materias que conoce el common law son el derecho penal, contratos, responsabilidad civil (Tort). La equity conoce de propiedad real (trust), sociedades comerciales, quiebras, interpretación de los testamentos y liquidación de sucesiones. Sin embargo, en la práctica la equity abarca ciertas materias nuevas como las sociedades por acciones que han sido desarrolladas por vía legislativa y no tienen su origen en la jurisdicción del Canciller; también la equity se ha apoderado de materias que históricamente dependían del common law, como por ejemplo las quiebras. Por otro lado el common law está conociendo de remedios de equity que se presentan en materia de contratos. La distinción entre el common law y la equity no es lo que fue antiguamente; la equity tiende a convertirse en el conjunto de materias que se estima conveniente hacer juzgar según un procedimiento escrito, en tanto que el common law es el conjunto de materias que serán juzgadas de acuerdo con un procedimiento oral. III GOBIERNO El gobierno británico constituye una monarquía parlamentaria, donde el rey es la cabeza del Estado y el acceso al trono se hace por vía hereditaria según las reglas del derecho sucesorio común: la Corona se trasmite como una propiedad privada, las mujeres no están excluidas de la sucesión, pero en caso de un mismo grado de parentesco van después de los varones en el orden sucesorio; una vez conferida la Corona, el reinado es vitalicio o hasta la abdicación. La reina no sólo es la cabeza del Estado sino también un importante símbolo de la unidad nacional. Legalmente, ella es la cabeza del poder ejecutivo, parte integrante del poder legislativo, cabeza del poder judicial, comandante en jefe de todas las fuerzas armadas de la Corona y gobernadora suprema de la iglesia de Inglaterra. A pesar de lo anterior, de hecho el monarca reina pero no gobierna, sus funciones son más bien de tipo protocolario. Como resultado de un largo proceso de desarrollo durante el cual el poder absoluto de la monarquía se han ido reduciendo paulatinamente, las funciones de la reina están sujetas a las recomendaciones de los ministros. Las funciones se engloban bajo el nombre de prerrogativa real, la cual puede ser reducida por el Parlamento. Entre las funciones del monarca se encuentran: la apertura del Parlamento y la disolución del mismo, firmar los documentos más importantes, otorgar títulos nobiliarios, nombrar formalmente funcionarios importantes, como oficiales de las fuerzas armadas, gobernadores, diplomáticos y al Primer Ministro, que siempre es el líder del partido mayoritario y al cual invita la reina a integrar un gobierno. La reina cuenta con un cuerpo colegiado que la asesora llamado Consejo Privado. Todos los ministros del gabinete son nombrados miembros vitalicios de ese consejo al ser nombrados ministros por primera vez. Poder Legislativo El Parlamento es la pieza clave del sistema político inglés; los principios que fundamentan lo anterior son los siguientes: a) b) c) d) No hay ninguna autoridad legislativa sobre el Parlamento; Ninguna corte de justicia puede declarar inválidos los acuerdos del Parlamento; No hay limitación alguna en las materias acerca de las cuales el Parlamento pueda legislar, y Ningún parlamento puede comprometer a su sucesor ni ser comprometido por su antecesor. Si bien es cierto que el Parlamento tiene como función principal la legislativa, su poder también reside en su capacidad para cuestionar al ejecutivo, al primer ministro y su gabinete. El Parlamento es un órgano bicameral compuesto por la Cámara de los Lores (House of Lords) y la Cámara de los Comunes (House of commons). Es en esta última cámara en donde la legislación británica es discutida y aprobada, en tanto la Cámara de los Lores puede ofrecer sus comentarios sobre los proyectos legislativos pero no modificarlos ni rechazarlos en forma definitiva. La Cámara de los Comunes comprende 630 diputados elegidos en votación directa por un periodo de cinco años. Esta Cámara elige su presidente, el Speaker (vocero) llamado así porque en otro tiempo era el orador de los comunes ante el rey. Los asientos de la Cámara de los Comunes están distribuidos físicamente en dos galerías que se enfrentan una a otra, correspondiendo al gobierno y a la oposición. Los ministros del gobierno y los que componen el gabinete del Parlamento en dos categorías: los de primera fila (front benchers) tanto del gobierno como de la oposición y sus respectivos apoyos (back benchers). Esta división es indicativa de las carreras políticas individuales de los miembros del Parlamento, refleja la importancia de cada uno dentro del partido (la Cámara de los Lores tiene la misma disposición de asientos). La Cámara de los Lores es un cuerpo aristocrático tradicionalmente conservador que encuentra su antecedente histórico en la curia regís, la composición de esta Cámara es variada; el acceso a ella se produce por varias vías, ninguna de las cuales es la elección popular, los lores están divididos en dos categorías, los espirituales y los temporales. Los lores espirituales son: los arzobispos de Canterbury y de York (dos) los obispos de Londres, Durham, Winchester y los obispos principales de la iglesia de Inglaterra (24); en total los lores espirituales son 26. Los lores temporales se dividen a su vez en lores hereditarios (763), lores que les fue conferido el título, (31) los vitalicios cuyo título no es hereditario (349) y los lores de apelación (20) que son jueces del tribunal superior, nombrados lores vitalicios y asesoran a la Cámara en el desempeño de sus funciones judiciales. En total la Cámara de los Lores comprende 1189 miembros, pero es raro que asistan más de 300 en cada sesión. Cuando se reúne en calidad de tribunal sólo participan los veinte jueces de carrera nombrados con carácter vitalicios para ejercer esa función. Para el proceso legislativo primero se presenta un proyecto de ley (bill), que requiere la aprobación de las dos cámaras y el consentimiento real para que entre en vigencia como ley (act). La iniciativa de ley generalmente se presenta en la Cámara de los Comunes y se da lectura al proyecto, luego hay una segunda lectura donde el proyecto es discutido en general, luego se discute en comisiones y finalmente se lleva a cabo una tercera lectura; si la iniciativa de ley se aprueba, pasa a la otra cámara para el trámite correspondiente que es similar, si la Cámara revisora es la de los Lores, ésta no puede rechazar el proyecto en forma definitiva, únicamente podrá hacer sugerencias, ya que si la Cámara de los Comunes está de acuerdo en la iniciativa, puede enviarla, sin el acuerdo de los lores para la sanción real pero hasta después de un año. Pero si el proyecto de ley está relacionado con finanzas puede ser enviado para la sanción real después de un mes si los lores no lo han aprobado. La Cámara de los Lores no puede hacer lo mismo. El Parlamento abre sus sesiones en los meses de octubre o noviembre, esto lo realiza la reina ya que es una de sus funciones. La ceremonia de apertura es muy solemne, en ella, ante las dos cámaras reunidas, la reina lee un discurso, el cual es en realidad una presentación general de las políticas del gobierno en turno y las principales propuestas de ley que se incluyen en el programa de la sesión que se inaugura para ser discutidas por las cámaras. Este discurso de la reina siempre es elaborado por el Primer Ministro y su gabinete. Poder Ejecutivo La jefatura del gobierno británico recae en el cargo de Primer Ministro. El Primer Ministro no es electo directamente por el pueblo sino por el consenso de los líderes del partido mayoritario en la Cámara de los Comunes y el candidato propuesto que normalmente es miembro de esta Cámara es posteriormente confirmado por la reina. El líder del partido mayoritario es invitado por la Corona a conformar un gobierno, es decir el gabinete, con miembros del Parlamento de su partido. El Primer Ministro debe ser miembro de la Cámara de los Comunes, tiene la facultad de nombrar y sustituir libremente a los miembros del gabinete, solicitar al rey la disolución del Parlamento antes de que expire el periodo de cinco años para el que son electos, asimismo puede convocar a elecciones adelantadas en caso de que su gobierno cuente con altos niveles de popularidad. El Primer Ministro es generalmente Primer Lord de la tesorería, cargo que le permite controlar el nombramiento de todos los funcionarios. La autoridad del Primer Ministro sobre el gabinete es muy grande, pero se debe más a su posición de jefe de partido mayoritario que a su estatuto jurídico, pues, jurídicamente, no es más que el primero entre los pares, como su nombre lo indica. En Gran Bretaña existe una diferencia entre el ministerio y el gabinete en virtud de que sólo algunos ministros forman parte del gabinete propiamente dicho. El ministerio en sí es muy numeroso: comprende de 60 a 80 personas. Desde el punto de vista de su título los ministros se dividen en dos categorías: los ministros en sentido estricto, que dirigen un ministerio y los secretarios de estado, que dirigen una office. La distinción no corresponde a un grado de mayor a menor importancia, sino a la fecha de creación del departamento: los offícer son los departamentos ministeriales antiguos; los ministerios son los departamentos nuevos. De los ministros y secretarios de estado que existen en la estructura del gobierno, sólo algunos forman parte del gabinete. Este último está constituido por alrededor de veinte ministros o secretarios de Estado, forma parte del gabinete los ministros que designa el Primer Ministro. Junto a éste encontramos siempre en el gabinete al Lord Canciller, al Canciller de Exchequer, al secretario de Estado, de Asuntos Exteriores y a los principales ministros. El gabinete es el centro del gobierno, se reúne en la residencia del Primer Ministro con frecuencia y supervisan el funcionamiento del conjunto del gobierno. Las reuniones del gabinete son privadas y su trabajo tiene carácter confidencial. El juramento de los ministros como miembros del consejo privado los obliga a mantener en secreto el funcionamiento del gabinete. Por otra parte, los documentos del gabinete están protegidos por la Ley de Secreto Oficial, en virtud de lo cual, está penado el revelar en cualquier forma el contenido de esos documentos. Algunos documentos de este tipo son puestos a disposición del público para consulta en la Oficina del Archivo Público después de treinta años. Aun después de haber renunciado a su cargo, un exministro, debe solicitar autorización para hacer cualquier declaración en la que se contenga información acerca de decisiones del gabinete. Poder Judicial El sistema judicial inglés ha sido reestructurado por las Leyes de la Corte Suprema de Judicatura de 1873, y por la Ley de las Cortes de 1971. Sin embargo, las cortes retienen características asociadas con su estructura tal y como fueron formadas en los tres siglos que siguieron a la conquista de los normandos. Esencialmente permanece un sistema unitario; todas las cortes civiles y penales, conducen a la Corte de Apelación y a la Cámara de los Lores. La estructura del sistema judicial inglés puede parecer sorprendente a los ojos de un observador extranjero, debido a características tales como: el uso frecuente de jueces que no son abogados, para llevar casos criminales menores en la Corte de los Magistrados, la participación activa de jueces en los procedimientos, el uso comparativamente menor de jurados en casos civiles y finalmente la forma peculiar y ceremoniosa de la vestimenta de la Corte. Las cortes ordinaras en Inglaterra por lo general se clasifican en inferior y superior. Las cortes inferiores tienen competencia limitada geográficamente y de acuerdo a la naturaleza de la materia incluyen las cortes civiles y criminales que deciden la gran mayoría de las disputas y son: Cortes del Condado y Cortes de los Magistrados, respectivamente. Las cortes superiores pertenecen a la Suprema Corte de Justicia que está integrada por dos instancias: la primera por las Cortes de la Corona y la Alta Corte, y la segunda por las Cortes de Apelación. CORTES DEL CONDADO Las Cortes del Condado son cortes inferiores y ordinarias instituidas por la Ley de las Cortes del Condado en el año de 1846, dicha ley se derogó y actualmente están reguladas por la Ley de las Cortes del Condado de 1984. Solamente tienen en común con los antiguos tribunales del condado de la Edad Media, el nombre. Resuelven casos menores en materia civil; son cortes de primera instancia con apelación directamente a la Corte de Apelación para la mayoría de los casos. Las Cortes del Condado están presididas por un juez de Distrito, el cual por lo general resuelve solo, aunque existe la posibilidad en algunos casos, de un juicio con un jurado compuesto de ocho personas, como por ejemplo cuando la controversia se refiera a difamación e injurias verbales. El juez es auxiliado por un juez de Distrito que funciona como secretario de la Corte y puede juzgar ciertos casos, como por ejemplo, cuando el acusado no se presenta en la audiencia o admite la reclamación y cuando la cantidad reclamada o en disputa no excede de 5000 libras esterlinas. El Lord Canciller puede designar a jueces de Distrito sustitutos como medida temporal para aligerar el trabajo en la Corte del Condado. El procedimiento en estas cortes es simple en comparación con la Alta Corte y sus costos son menores; los jueces de la Corte del Condado son profesionales con experiencia, asignados de la misma forma que en la Suprema Corte, es decir, por el soberano con recomendación del Lord Canciller. CORTES DE LOS MAGISTRADOS Las Cortes de los Magistrados funcionan como tribunales colegiados sin jurado, para resolver sobre todo de asuntos penales menores. Por lo general emplean ciudadanos ordinarios pero cuidadosamente seleccionados para impartir justicia. La utilización de jueces legos en vez de profesionales para asuntos penales menores, tiene raíces históricas muy profundas, data de la Edad Media: el regreso de soldados ingleses alimentados por el botín de las guerras continentales y las cruzadas, además de la pérdida de la mitad de la población por la peste, animó al gobierno a controlar los salarios y el libre movimiento de las personas. Unas cuantas personas, las más influyentes en cada comunidad fueron designadas para mantener el orden, bajo la Ley de Justicia de Paz del año 1261. Actualmente más de 20000 magistrados laboran a través de Inglaterra y Gales, y son designados por el Lord Canciller por nominaciones de comisiones locales; los magistrados aceptan el cargo como un deber público, por el prestigio de pertenecer al poder Judicial y por permitírseles poner las iniciales JP (Jueces de Paz, en inglés Justice of the Peaces) antes de su nombre. Ejercen sus funciones asistidos por un secretario (clerk) letrado, no reciben remuneración excepto en las grandes ciudades. La competencia penal es el papel predominante de las Cortes de los Magistrados. Los delitos leves de carácter menor non juzgados sin un jurado, con la ventaja de la rapidez y bajo costo de las audiencias, en contraste con un procedimiento más tardado y caro, ante las Cortes de la Corona. La desventaja es una alta posibilidad de condena. Un gran porcentaje de los casos son violaciones a las leyes de tránsito, y la mayoría de las personas así acusadas se declaran culpables y se someten por correo a multas específicas sin tener que presentarse personalmente en la Corte. En algunos delitos, donde estén involucrados menores, el procedimiento es cerrado al público, limitado a la prensa y dentro de los tres jueces legos uno debe ser mujer. Las Cortes de los Magistrados pueden conocer ocasionalmente de asuntos civiles, en virtud de la Ley de Procedimientos Domésticos y Cortes Magisteriales de 1978 y la Ley de los Niños de 1989. De acuerdo a estas leyes las Cortes en Materia Civil, conocerán de procedimientos de adopción, de pensión alimentaria, solicitudes para residencia y tienen el poder de dictar órdenes de protección personal y órdenes de exclusión en caso de violencia matrimonial. Las decisiones de los magistrados son recurribles según el caso ante las Cortes de la Corona o ante la Alta Corte. CORTES DE LA CORONA Las Cortes de la Corona fueron creadas por la Ley de las Cortes en 1971. Son cortes penales pertenecientes a la Suprema Corte de Justicia. Familia del common law. Derecho inglés El sistema de las Cortes de la Corona sustituyó a las Cortes de Assize de raíz feudal que originalmente actuaban con carácter similar a un jurado y que posteriormente constituyeron una forma de tribunales descentralizados e itinerantes con actuación en las provincias, y a Quarter Sessions que eran cortes establecidas en la antigüedad en algunos de los estados para sesionar cuatro veces al año, tenían competencia penal. Estas últimas se abolieron en 1971 y su jurisdicción se transfirió a las Cortes de la Corona. Las Cortes de la Corona conocen de asuntos en el ramo penal que por su gravedad ameriten procedimientos complejos. Su actividad también incluye la revisión de apelación de asuntos ventilados en la Corte de los Magistrados. Las Cortes de la Corona no tienen sus propios jueces, sino que la integran los jueces de la Alta Corte y los jueces de Circuito. Existen casos que se consideran que no son apropiados para ser re-sueltos por un juez de Circuito y por tanto son reservados para un juez de la Alta Corte, como por ejemplo los delitos de homicidio y traición a la patria. Por otro lado, los delitos de lesiones graves son resueltos por un juez de Circuito. Los jueces de Circuito son designados por la reina con la recomendación del Lord Canciller y son escogidos entre personas que tienen 10 años en la Corte del Condado o en la de la Corona. Las decisiones de las Cortes de la Corona son apelables ante la Corte de Apelación. ALTA CORTE Cuando hablamos de las Cortes Reales de Justicia por lo general, nos referimos a la Alta Corte y a la Corte de Apelación, las cuales están ubicadas en un edificio imponente en Londres La Ley de la Judicatura de la Suprema Corte de 1873 creó la Alta Corte, al juntar las cortes de jurisdicción civil que habían sido formadas poco después de la conquista normanda. La Alta Corte estaba constituida por cinco divisiones o salas: Divisiones de la Cancillería (Chancery División); la División de la Banca del Rey (King's Bench División); la División de los Juicios Ordinarios (Common Pleas); la División del Fisco (Exchequer División); y la División de Sucesiones, Divorcio y Almirantazgo (Probate, Divorce and Admiralty División). En 1880 la División del Fisco (Exchequer División) y la División de los Juicios Ordinarios (Common Pleas) se fusionaron a la División de la Banca del Rey (King's Bench División). La Ley de la Corte de 1971 abolió la División de Sucesiones, Divorcio y Almirantazgo, distribuyendo sus responsabilidades entre la División de la Banca de la Reina (Queen's Bench División), la División de la Cancillería (Chancery División), y la División de la Familia (Family División). La estructura divisional es parcialmente ilusoria, cada una de las tres divisiones tiene competencia para conocer de cualquier causa sometida a la Alta Corte de Justicia, aunque las reglas de la Alta Corte expresan una distribución de los asuntos para separar divisiones. Los casos matrimoniales en la Alta Corte son oídos en la División de Familia y a la Cancillería; se le asignan numerosos casos que tienen tradicionalmente una naturaleza de equidad (equity). La División de la Cancillería está precedida por el Lord Canciller. La Cancillería conoce de asuntos de equidad que anteriormente habían sido asignados a su predecesor, o sea la Corte de la Cancillería, como por ejemplo: administración de bienes, fideicomisos, hipotecas, disolución de sociedades y bancarrota. Esta división también conoce de apelación en forma limitada. La División de la Familia está compuesta por un presidente que es el juez en jefe, tiene jurisdicción original sobre matrimonio, legitimación, adopción, tutorías, y disputas entre esposos. Conoce de apelación contra las resoluciones dictadas en las Cortes de los Magistrados y las Cortes del Condado en materia familiar. La División de Banca de la Reina tomó su nombre original de la Corte Real General que acostumbraba sentarse en una banca en el palacio de Westminster. Es la división con la carga de trabajo más grande y tiene cierta jurisdicción penal, jurisdicción civil y jurisdicción de apelaciones; el principal trabajo civil de esta corte se refiere a casos de contratos y de responsabilidad civil (torts). La Banca de la Reina también incluye una Corte de Almirantazgo para tratar asuntos frecuentemente relacionados con el transporte marítimo. Dos o más jueces de la División de la Banca de la Reina (Queen's Bench División) conocen de apelaciones contra las resoluciones de las Cortes de los Magistrados y las Cortes de la Corona. CORTE DE APELACIÓN La Corte de Apelación es parte de la Suprema Corte de Justicia y conoce en apelación de segunda instancia de las resoluciones dictadas en materia civil por la Alta Corte de Justicia y en materia penal por las Cortes de la Corona. La jurisdicción civil incluye apelación de la Alta Corte, Cortes del Condado y algunas cortes y algunos tribunales administrativos. La sección criminal escucha apelación de la Corte de la Corona principalmente. Los Lores de Justicia de apelación son los principales jueces en la Corte de Apelación. Las decisiones de apelación son rendidas por un cuerpo colegiado compuesto por tres jueces, aunque en algunas circunstancias uno o dos jueces pueden resolver para determinar la aplicación de licencia para apelar; si un caso particularmente importante es puesto ante la Corte, cinco o más jueces pueden conocer del asunto, aunque la decisión resultante no posee autoridad mayor que la que emana de una Corte con tres jueces. CÁMARA DE LOS LORES La Cámara de los Lores no se incluyó dentro de la Suprema Corte de Justicia a través de las leyes de judicatura, debido a la oposición del Par-lamento en virtud del carácter hereditario de esa Cámara; su jurisdicción como corte final de apelación se estableció en la Ley de Jurisdicción de Apelaciones de 1876, que también le otorgó, a la Cámara jueces experimentados, es decir, pares vitalicios con experiencia legal. Las Leyes de Judicatura de 1873-1875 se consolidaron en la Ley de la Suprema Corte de Justicia de 1925; esta ley fue derogada por la Ley de la Suprema Corte de Justicia de 1981 en la cual se reafirma la posición anterior al establecer que la Suprema Corte de Inglaterra y Gales estará formada por la Corte de Apelaciones, la Alta Corte de Justicia y la Corte de la Corona y que el Lord Canciller será el presidente de la Suprema Corte. El papel judicial de la Cámara de los Lores es anterior al papel legislativo. Pero pocas de sus funciones judiciales iniciales como parte de la Curia Regís sobreviven. Actualmente su función principal es la de ser la Corte de Apelación más alta. Las decisiones de la Cámara de los Lores antes del siglo XIX, generalmente eran dictadas por miembros de la misma, pero que no eran abogados. Actualmente permanece la posibilidad en teoría de que la totalidad de la Cámara de los Lores pueda escuchar de apelación, incluyendo los miembros legislativos y judiciales. Pero en la práctica las decisiones son ahora dictadas por el Comité de Apelación de la Cámara de los Lores, que incluye solamente miembros profesionales. El Comité de Apelación está integrado por el Lord Canciller y por los lores de apelación, llamados Lores de la Ley (Law Lords). Los Lores de la Ley son escogidos generalmente por designación directa de entre los más eminentes abogados. Los nombramientos son hechos por la Corte de Apelación y son electos en forma vitalicia. El Lord Canciller es designado por el Primer Ministro, para servir durante su gobierno, tiene múltiples funciones: preside en la Cámara de los Lores en su capacidad judicial, dirige la División de Cancillería de la Alta Corte, es un miembro de la Corte de Apelación, y es responsable del sistema de la Corte del Condado, además de otras actividades judiciales. Finalmente el Canciller es el legislador y actúa como vocero de la Cámara de los Lores. A diferencia de otras cortes de Inglaterra, la Cámara de los Lores se reúne informalmente, los Lores de la Ley escuchan de apelaciones en un salón del comité en vez del salón de la Cámara, sin embargo, en lo que sí actúa con toda la formalidad es en su atuendo, es decir, se visten con sus togas y pelucas. La Cámara de los Lores conoce de apelación contra las resoluciones dictadas por la Corte de Apelación. La Cámara no conoce más de 30 o 40 asuntos al año, los cuales son examinados por cinco o siete lores, los que emiten su fallo del asunto por separado; si no hay mayoría se rechaza la apelación. Desde la Ley de Administración de Justicia de 1969, algunas apelaciones limitadas llamadas leapfrog (salto de la rana) son permitidas directamente de la Alta Corte a la Cámara de los Lores, sin pasar por la Corte de Apelación. Generalmente hay menos de seis procedimientos leapfrog al año. IV LA PROFESIÓN LEGAL Actualmente la profesión legal en Inglaterra está sufriendo una serie de transformaciones como resultado de la Ley de Cortes y Servicios Legales de 1990; la provisión de auxilio legal, asesoría y asistencia han sido drásticamente alterados como resultado de los cambios introducidos por el Lord Canciller, quien se ha propuesto mejorar la calidad de los servicios legales, haciendo el ambiente más competitivo. También se ha preocupado por los costos y se está dando asesoría legal gratuita para que todas las personas tengan acceso a los servicios legales. El sistema inglés es uno de los pocos en el mundo, donde la profesión legal está dividida y el jurista puede ser un abogado postulante (barrister) o asesor (solicitor) y no puede realizar ambas funciones. Cada rama tiene sus propias y separadas tradiciones y sus costumbres de práctica. Entre los requisitos para ser barrister o solicitor, no está el de haber estudiado la licenciatura en derecho, puede haber cursado otra carrera, pero si pasa un examen profesional llamado Common Profesional Examination puede hacer su solicitud para poder llegar a ser barrister o solicitor. Los orígenes del solicitar se remontan a los attonatus, más tarde conocidos como attorney, o sea oficiales medievales de la Corte cuya función principal era la de ayudar al cliente en las primeras etapas del juicio en las Cortes del King's Bench y del Common Pleas (generalmente estos no poseían el nivel de educación de los barrister). A un grupo de gente que practicaban en el Tribunal de la Cancillería se les llegó a conocer como solicitor. Originalmente ellos realizaban una gran variedad de trabajos de oficina para patrones tales como terratenientes y abogados. Su nombre se derivó de su actividad para solicitar o dar seguimiento a los asuntos, ya que los casos sometidos al Tribunal de la Cancillería solían durar mucho y para hacerlos avanzar se empleaba a estas personas las cuales no eran abogados. Un papel similar al desempeñado por los solicitors tenían los procuradores (proctors) en las Cortes Eclesiásticas, a la larga ninguno de estos grupos fue admitido en las Inns de las Cortes (donde trabajaban los barrister), por tanto, dichas personas se organizaron y las tres ramas (attorney, solicitor yproctor) se unieron en 1831 para formar la Sociedad de Ley; a partir de 1875 fusionaron sus actividades y recibieron el nombre de solicitors. Actualmente el solicitor es una persona que trata con clientela directamente, aconsejándolos en asuntos legales y financieros. En Inglaterra para convertirse en solicitor la persona debe ser licenciado en derecho, pero si tiene otra carrera puede ser solicitor siempre y cuando pase el examen común profesional (Common Professional Examination), luego necesita un año de práctica profesional y posteriormente debe estar de aprendiz de un solicitor reconocido por otro año; después de completar el curso de práctica legal, el año de aprendizaje y presentar un examen, ya puede solicitar ser admitido en la Sociedad de Ley. Una vez que es admitido por el Master of the Roll (juez asistente de la División de la Cancillería que tiene un rango importante junto al Lord Canciller) éste agregará su nombre a la lista de oficiales de la Suprema Corte. Para que un solicitar pueda ejercer requiere un certificado de práctica que cuesta 480 libras esterlinas y que es expedido por la Sociedad de Ley y adicionalmente tendrá que contribuir al fondo de compensación para pagar a clientes que han sufrido alguna pérdida por negligencia del solicitor. Adicionalmente también se tiene que pagar una prima anual por un seguro de indemnización. La Sociedad de Ley es el cuerpo regulador de la profesión de solicitor; está controlado por un consejo de miembros y por un presidente elegidos anualmente. Los poderes y obligaciones de los miembros de la Sociedad se derivan de la Ley de Solicitors de 1974. Las quejas en contra de los solicitors se tratan en el Despacho de Quejas, y si el asunto es grave pasa al Tribunal de Disciplina de los Solicitors, el Tribunal tiene el poder de tachar de la lista el nombre de un solicitor que cometa una falta grave. El solicitor sólo podía practicar como abogado en las cortes bajas, pero a partir de 1990 con la Ley de las Cortes y Servicios Legales, puede pedir permiso para ser abogado en todos los niveles. Hay más de 70,000 solicitors de los cuales 54,000 tienen certificados para practicar. Los barrister conducen los casos en las Cortes y, generalmente, escriben los acuerdos que delinean la manera como se va a conducir un caso y dan su opinión en problemas legales difíciles. Generalmente los barrister establecidos se especializan en un área de trabajo particular; más de 60% trabaja en Londres. Los antecedentes de los barrister los encontramos en el siglo XIV, cuando las personas que acudían a los Tribunales Reales se hacían acompañar por conocedores del derecho, los cuales formaron su gremio llamado la Barra y se congregaban en los inns que eran posadas donde vivían, estas posadas se convirtieron en asociaciones donde los agremiados se organizaron estableciendo sus propios estatutos. Se crearon cuatro organizaciones corporativas de los juristas, llamadas inns of court, las cuales existen a la fecha y son: Inner Temple, Middle Temple, Gray's Inn y Lincoln 's Inn. Desde sus orígenes hasta nuestros días tuvieron la función de crear un estamento forense homogéneo. Para ser barrister es necesario pertenecer a la barra de abogados, para esto se necesita ser licenciado en derecho, registrarse en uno de los inns de Londres y llevar a cabo un entrenamiento profesional por un año, durante ese tiempo es necesario que el estudiante atienda en inns para familiarizarse con las costumbres de la barra, esto lo realiza asistiendo a un cierto número de cenas a lo largo del curso, al finalizar el año debe trabajar como aprendiz bajo las órdenes de un barrister durante otro año, esto lo conducirá al examen de la barra. Alternativamente un graduado en otra carrera puede presentar el examen profesional común y si tiene éxito realiza la pasantía y finalmente procederá a los finales de barra. Cubiertos satisfactoriamente los requisitos anteriores, los candidatos son llamados a la barra por el Inn de la Corte. Los inns son administrados por sus miembros más antiguos (los consejeros de la reina y los jueces) los cuales organizan las cenas y llaman a los estudiantes a la barra. El Consejo General de la Barra de Inglaterra y Gales es el cuerpo regulador de la profesión de barrister; es dirigido por oficiales selectos, que cuidan el buen nombre de la profesión, defienden los intereses de la barra y expanden el mercado para los servicios de la misma. Un barrister no trata directamente con el cliente; el cliente trata con el solicitor y éste contrata los servicios del barrister; este último no puede demandar al cliente por sus honorarios pues el responsable del pago es el solicitor aunque éste no haya recibido estos honorarios de su cliente; en caso de incumplimiento del solicitor, el asunto se resuelve a través de un arreglo entre la Sociedad de Ley y la Barra. Sin embargo, de acuerdo con la Ley de Cortes de 1990 ahora se permite que el barrister entre en arreglos con un cliente para la prestación de un servicio y el pago de honorarios, sin tener que pasar por el solicitor. En el futuro la diferencia entre el solicitor y el barrister, ya no será tan marcada como en el pasado, como hemos visto de acuerdo a la Ley de 1990 los solicitors que así lo deseen podrán adquirir derechos más amplios para abogar en las Cortes. Aun así muchos continuarán con su papel tradicional. V FUENTES DEL DERECHO Las fuentes del Derecho Inglés de mayor a menor importancia son: el precedente, la legislación, la costumbre, la razón y la doctrina. Precedente El derecho inglés es un derecho jurisprudencial, que se ha formado desde tiempos remotos por medio de la resolución de casos concretos; y los fallos también se han conservado desde tiempos lejanos: desde el año de 1260 constan primero en los anuarios (year books) y después en los reportes. Los precedentes se fueron utilizando para resolver casos similares, y cuando no había precedente se acudía a la costumbre. La función de los jueces antiguos era averiguar cuál era la costumbre y declararla. Una vez hecha la declaración de una costumbre, quedaba establecido un precedente que sentaba jurisprudencia obligatoria y al surgir de nuevo un caso similar, ya no era necesario buscar cuál era la costumbre; ya que se tenía a la mano una declaración de ella para fundar el fallo. Poco a poco de esta manera, se estableció y evolucionó el precedente jurisprudencial. Los precedentes son las decisiones de casos análogos al examinado, contienen el derecho vigente de manera no codificada. La regla jurídica que atribuye fuerza jurídica a los precedentes judiciales y obliga a su observancia en todos los casos futuros similares se denomina doctrina del store decisis. Frente a un caso concreto, el juez debe preguntarse cómo se han decidido casos análogos. La situación más frecuente es que ya exista un ordenado núcleo de sentencias que determinen con claridad la decisión a tomar, ateniéndose a ellas, el juez dictará entonces una sentencia que entrará a formar parte del common law como una declaración de precedente (declaratory precedent) que continua una determinada jurisprudencia. Sin embargo, puede suceder que el juez no encuentre precedentes para una nueva situación, en este caso decidirá según los principios generales de derecho y su sentencia se convertirá en un precedente original al que deberán referirse los jueces en casos posteriores. De este modo un derecho conservador consigue adaptarse a cada nueva situación social y económica. A efecto de dar seguridad, certeza y continuidad al derecho, el tribunal que dictó la sentencia muy probablemente utilizará el mismo criterio en sentencias futuras semejantes; es entonces cuando, por virtud de su naturaleza vinculante, la sentencia original se convierte en precedente de las posteriores, y dicho criterio deberá ser igualmente observado por los tribunales jerárquicamente inferiores. Esta práctica ha desarrollado la doctrina conocida como stare decisis et non quieta moveré, es decir estar a lo resuelto y no perturbar lo que está firme, lo que en términos generales se considera el principal sustrato doctrinal sobre el que se construye la estructura del common law. Los tribunales ingleses están organizados según una jerarquía que se refleja también en la doctrina del precedente. Todo tribunal vincula al inferior y a sí mismo. En el nivel más alto está la Cámara de los Lores, cuyas decisiones judiciales vinculan a todas las cortes inferiores en jerarquía; sus resoluciones poseen mandato de autoridad (mandatory authority) para la totalidad de la judicatura inglesa, con excepción de los propios lores, pues su comité de apelación puede, en caso de excepción, cambiar de opinión y dictar una nueva regla de derecho distinta a la contenida en un precedente previo emitido por la propia Cámara. Es decir anula (overruling) un precedente y lo sustituye por otro. En lo que se refiere a sus propias decisiones, hasta 1966 la Cámara de los Lores se consideraba vinculada por sus previas decisiones, en ese año se estableció que en el futuro podía liberarse para separarse de sus decisiones previas donde ésta considerara conveniente, a partir de esa fecha se han dado varios casos en los cuales la Cámara de los Lores ha enmendado o anulado sus decisiones anteriores. Las decisiones de la Corte de Apelación constituyen precedentes vinculantes para sí misma y para los tribunales inferiores. La Corte de Apelación está generalmente atada por las decisiones previas a la Cámara de los Lores. Aunque la Corte de Apelación ha intentado en varias ocasiones escapar de los límites del stare decisis, la Cámara de los Lores repetidamente ha reafirmado la naturaleza vinculante de sus decisiones sobre la Corte de Apelación. La Alta Corte también está vinculada por las decisiones de cortes superiores, sin embargo, sus resoluciones vinculan a las cortes inferiores en jerarquía aunque tales decisiones no vinculan a jueces de otras altas cortes, son una autoridad persuasiva y tienden a ser acatadas en la práctica. Las Cortes de la Corona no pueden crear precedentes y sus decisiones únicamente son de autoridad persuasiva. Las Cortes del Condado y las Cortes de los Magisterios no crean precedentes. El precedente consta de dos pares que son: la ratio decidendi y la obiter dictum. La ratio decidendi se entiende como la declaración de la ley aplicada en la resolución de un problema legal. Es la parte total de la decisión y de donde surge el derecho. La obiter dictum son las opiniones e informes que el juez incluye en la sentencia y que, sin dejar de contribuir, no son determinantes. La vinculatoriedad del precedente se encuentra en la ratio decidendi, parte toral de la decisión y de donde surge el derecho y es remitiéndose a esa ratio como los jueces sucesivos decidirán si ese precedente se adapta o no al caso concreto controvertido. A menos que se ofrezca una distinción convincente, el precedente del tribunal jerárquicamente superior es obligatorio para el inferior y el primero se obliga por el sentido de sus propios precedentes, en tanto que no opere un overrulling (anulación). Precedentes de tribunales con el mismo rango jerárquico no tienen autoridad mandatoria sino persuasiva, es decir, pueden ser invocados como fundamento en argumentaciones y el juzgador decide el grado de influencia que debe otorgarles. La excepción a la regla del stare decisis se da cuando un tribunal superior decide no atenerse a un precedente formulado, el precedente será overruled (anulado) y sustituido por uno nuevo más adecuado al momento histórico que se vive. Un tribunal inferior puede desvincularse de un precedente del tribunal superior solamente cuando establece las diferencias (distinction) entre el caso en examen y el caso objeto del precedente. Actualmente es frecuente en la práctica que el magistrado se pronuncia respetando el precedente pero invitado al poder legislativo a intervenir para regular de manera nueva la materia. En el sistema del cormnon law los medios para el conocimiento de los precedentes han tenido siempre una gran importancia, ha existido un amplio servicio de información para proporcionar acceso a las decisiones judiciales; desde 1280 aparecieron los anuarios (year books) que eran la colección de fallos judiciales correspondientes a un año. Luego aparecieron los reportes (law reporting), estos son reportes oficiales que han sido completados con recopilaciones privadas. Actualmente de acuerdo con la tecnología moderna se ha establecido el programa (software). Lexis que es el almacenamiento de casos en computadora. Legislación El poder soberano para establecer las leyes reposa en el Parlamento, el cual tiene el poder de promulgar, revocar o alterar tales leyes como crea conveniente. Unido a este amplio poder está el acuerdo de que ningún parlamento puede atar a sus sucesores en tal forma que limite sus poderes legislativos. La ley en la concepción tradicional inglesa no es considerada como un modo de expresión normal del derecho. Se presenta siempre como un cuerpo extraño al common law. Los jueces la aplican pero la norma que contiene la ley sólo se verá plenamente incorporada al derecho una vez que haya sido aplicada e interpretada por los tribunales y en la forma y medida en que se haya llevado a cabo esa interpretación y aplicación. En otras palabras se tenderá a citar tan pronto como se pueda, no el texto legal, sino las sentencias en que se haya aplicado dicho texto legal, por tanto, hasta que una nueva ley haya pasado por el tamiz de la jurisprudencia de los tribunales, no constituye parte verdadera del derecho. A partir de este siglo y sobre todo al final de la segunda guerra mundial se han multiplicado las leyes que regulan las de relaciones de los particulares con la administración. Las leyes que aportan modificaciones de detalle o que tratan de ordenar las ramas tradicionales del derecho inglés siguen siendo aplicadas e interpretadas según los moldes tradicionales; en cambio las leyes que tratan de construir, en el plano económico o social, una nueva sociedad, constituyen elementos tan extraños al sistema tradicional que, en lo que se refiere a estas leyes, no cabe pensar aplicar los principios de interpretación tradicionales en Inglaterra. Entre éstas se encuentran, por ejemplo, las que establecen instituciones de seguridad social, reformas al sistema de educación o de salud. No existe en Inglaterra una constitución escrita dotada de un valor superior a la ley ordinaria que esté codificada y contenida en un solo documento. Lo que los ingleses llaman constitución es el conjunto de normas de origen legislativo y más frecuentemente jurisprudencia, que garantizan las libertades fundamentales de los ciudadanos y que ponen límites al arbitrio de las autoridades. El conjunto de normas definidas en una serie de leyes, de reglamentos y de costumbres no están codificadas, ninguna de estas disposiciones superpuestas a través de los siglos desde la Carta Magna de Juan Sin Tierra tiene valor constitucional, es decir, ninguna se impone al legislador, el Parlamento las puede modificar libremente. Costumbre La costumbre es una fuente secundaria del derecho inglés en virtud de que este derecho es jurisprudencial y no consuetudinario. En Inglaterra el derecho era consuetudinario antes de la llegada de Guillermo El Conquistador, posteriormente cuando se empieza a elaborar el common law éste tomó muchas de sus normas de las diversas costumbres locales que estaban anteriormente en vigor. Las costumbres locales en Inglaterra asumieron una importante función ayudando a los jueces a resolver disputas específicas, y fueron la base del common law, sin embargo también existieron algunas costumbres locales separadas del common law las cuales generalmente incluían reglas que únicamente eran aplicables a un grupo muy reducido de personas dentro de una comunidad local. Las costumbres locales separadas del common law con el paso del tiempo se modificaron para convertirse en costumbres generales las cuales se integraron como parte del common law. Actualmente la costumbre desempeña un papel de escasa importancia en el derecho inglés. Ha perdido toda su importancia en virtud de una norma que exige el carácter inmemorial de la costumbre para que ésta sea obligatoria; una Ley del año 1265, vigente todavía, ha precisado este requisito al decretar que la costumbre inmemorial era la existente en el año de 1189. Hoy no se exige la prueba de tal antigüedad, pero en Inglaterra una costumbre no se considera jurídicamente obligatoria a menos que reúna los siguientes requisitos: a) b) c) d) e) f) Debe existir ininterrumpidamente durante un largo tiempo; Debe existir por consentimiento común y no por el uso de la fuerza; Tiene que ser consistente con otras costumbres; Debe ser aceptada como obligatoria; Debe tener importancia significativa, y Debe ser razonable. Muchas costumbres han sido sancionadas por los tribunales o recopiladas por las leyes, perdiendo así, las normas por ellas formuladas su carácter consuetudinario y convirtiéndose en normas jurisprudenciales o legislativas. Razón En un sistema jurisprudencial como el inglés, se reconoce a la razón la misión de actuar como una fuente subsidiaria del derecho, destinada a colmar las lagunas del sistema jurídico inglés. La técnica de interpretación se ve sustituida por una técnica de distinción dirigida a establecer normas nuevas, cada vez más precisas, en vez de aplicar una norma preexistente. La razón, es buscar la solución lógica a un litigio, cuando no existe en la materia ningún precedente ni ninguna costumbre obligatoria, significa, ante todo, buscar la solución más armónica con las normas jurídicas existentes y, por tanto, la que parece más satisfactoria, habida cuenta de la preocupación básica de seguridad, temperada por la de justicia, fundamental a todo derecho. Buscar la solución dictada por la razón no es, en ningún caso, resultado del arbitrio. La tarea exige que se busquen, para su aplicación correspondiente, los principios generales que se desprenden de las normas existentes. Doctrina Cuando un tribunal no puede localizar un precedente adecuado o análogo a un caso, puede referirse a los libros legales para guiarse, tales libros están divididos dependiendo de la fecha en que fueron escritos; en términos estrictos solamente ciertos trabajos son actualmente considerados como fuente de derecho autorizada. Entre los más importantes de esos trabajos están los de Granvill del siglo XII, Bracton del siglo XIII, Coke del siglo XVII y Blackstone del XVIII. Los trabajos legales posteriores a la obra de Blackstone en 1765 son considerados de origen reciente y no son tratados como fuentes autorizadas. De todos modos los juzgadores acuden a los trabajos de los más eminentes expertos en determinados campos con el objeto de ayudarse a dilucidar algunos principios legales.