Artículos de revisión Medicinas complementarias y alternativas en el tratamiento del cáncer Complementary and Alternative Medicine in Cancer Treatment Ricardo Sánchez1, Marco Venegas1 1 Grupo Investigación Clínica, Instituto Nacional de Cancerología. Resumen Las medicinas complementarias y alternativas desempeñan un papel cada vez más importante en la terapéutica del cáncer, hasta el punto de que algunos de los principales centros médicos han decidido incluir estas terapias en la lista de servicios que ofrecen a sus pacientes. Este artículo efectúa una revisión que busca apreciar el panorama mundial de este novedoso tema. Se concluye que es fundamental evaluar el posible efecto benéfico de estas intervenciones de medicina alternativa en cáncer, como eventual tratamiento y como manejo coadyuvante o paliativo. Aunque la creencia popular indica que estas terapias no tienen efectos secundarios, algunas evidencias sugieren que podrían causar daño. Para poder confirmarlo, es necesario adelantar estudios que no sólo cuantifiquen el uso de dichas terapias, sino que también midan su potencial efecto peligroso. Palabras clave: medicina complementaria, medicina alternativa, cáncer, terapia, creencias, actitudes. Abstract Complementary and alternative treatments play an ever increasing role in cancer therapy, to the extent that the most important medical centres have decided to include them in the list of services offered to their patients. This article reviews the global panorama on the subject, and it concludes that it is necessary to evaluate the possible beneficial effects of these alternatives cancer medicines as eventual treatment and coadjuvant or palliative care. Although popular beliefs hold that these therapies produce no side effects, some evidences suggest that they might be harmful. It is therefore imperative to carry out trials which not only quantify the use of such therapies, but also gauge their possible harmful side effects. Key words: Complementary medicine, complementary therapies, neoplasm, therapy, beliefs, attitudes. Correspondencia: Ricardo Sánchez. Grupo de Investigación Clínica, Instituto Nacional de Cancerología. Avenida 1ª No. 9-85, Bogotá, Colombia. Teléfono: 334 0093. Correo electrónico: [email protected]. Fecha de recepción: 4 de enero de 2008. Fecha de aprobación: 19 de agosto de 2008. Rev Colomb Cancerol 2008;12(3):157-160 157 Medicinas complementarias y alternativas en el tratamiento del cáncer Introducción Los avances en el tratamiento del cáncer la han convertido en una enfermedad crónica, no necesariamente letal. Sin embargo, especialmente en los estadios más avanzados, continúa presentando cifras elevadas de mortalidad y morbilidad. En estos casos no es infrecuente, tampoco, que el tratamiento tenga numerosos efectos secundarios, muchos de ellos incapacitantes. En términos generales, las terapias complementarias y alternativas son evaluadas por los pacientes como efectivas o, por lo menos, inocuas (carentes de efectos secundarios), por lo que representan opciones muy frecuentemente elegidas para el tratamiento de la mayor parte de las patologías. Estudios de prevalencia en centros de remisión de diferentes continentes han mostrado que los pacientes recurren con mucha frecuencia a terapias complementarias o alternativas, autoformuladas o formuladas paralelamente por médicos o terapeutas especializados en este tipo de medicina. Los médicos especializados en diagnóstico y tratamiento del cáncer desconocen, por lo general, las terapias complementarias y alternativas, sus efectos terapéuticos, efectos secundarios, indicaciones, contraindicaciones e interacciones con los medicamentos base del tratamiento. En algunos estudios realizados en centros especializados de Estados Unidos se ha observado que algunas de estas medicaciones alternativas no solamente no tienen efectividad en el tratamiento, sino que pueden interferir con la terapia de base o incrementar sus efectos secundarios. Las terapias alternativas y complementarias Durante muchos años y hasta la actualidad, el cáncer ha representado una de las patologías más temidas en el colectivo social, para la mayoría de las personas es sinónimo de muerte, sufrimiento y dolor, que incluso pueden ser generados por el mismo tratamiento que se está administrando (1). Debido a todos estos factores, las personas con diagnóstico de cáncer y sus familiares se aferran a una muy amplia gama de terapias complementarias y alternativas, en un esfuerzo desesperado por prolongar su existencia o disminuir sus sufrimientos. 158 Rev Colomb Cancerol 2008;12(3):157-160 Algunas de estas terapias tienen un sólido trasfondo cultural, o incluso religioso, lo cual hace que estas prácticas se afiancen (1,2). Los defensores de dichas técnicas terapéuticas sostienen que son relativamente poco tóxicas, debido a que están libres de químicos (3). Estas terapias, según ellos, apuntan a limpiar el cuerpo, estimular sus defensas naturales y su capacidad para destruir tumores, y así curar la enfermedad y no los síntomas (3,4). Además, sostienen que sus niveles de seguridad son relativamente altos en comparación con los tratamientos ortodoxos. Muchas o la mayoría de las terapias alternativas combinan dietas especiales, complementos vitamínicos, minerales y enzimas, desintoxicación, oxigenación, estimulación inmunológica y regímenes psicológicos o espirituales para promover una curación gradual (5, 6). En cuanto a los estudios de frecuencia, cabe resaltar el hecho por Richardson y colaboradores (7), en el que se reporta en una encuesta a 453 pacientes con cáncer que el 83,3% de ellos había usado por lo menos una vez terapias complementarias y alternativas. En un estudio a gran escala (8) se determinó que el uso de la medicina complementaria y alternativa por parte del público en general aumentó de un 33,8% en 1990 a un 42,1%, en 1997. Sin embargo, un análisis de los datos de 1999 publicados en la Encuesta Nacional de Entrevista sobre Salud indicó que solo el 28,9% de los adultos estadounidenses había usado al menos un tratamiento de medicina complementaria y alternativa el año anterior (9). En un estudio efectuado en 46 pacientes con cáncer de próstata (10) se informó que el 37% usó uno o más tratamientos de medicina complementaria y alternativa, como parte de su tratamiento contra el cáncer. Estudios de frecuencia del uso de este tipo de terapias en niños con cáncer demuestran similares resultados (11). Debido al creciente aumento de tales terapias en cáncer, cada vez más dinero se invierte en la investiga- Ricardo Sánchez, Marco Venegas ción de este tipo de tratamientos. Es así como centros especializados, tales como el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center (12) y el MD Anderson Cancer Center incrementan (13) sus rubros de investigación en esta área, así como la información para pacientes y centros de consulta y tratamiento. Adicionalmente, el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés) y el Centro Nacional sobre Medicina Complementaria y Alternativa (MCA) están patrocinando una serie de ensayos clínicos en centros médicos, con el fin de evaluar las terapias de la MCA en el cáncer. Un pequeño grupo de terapias de la MCA, que originalmente se consideraron sencillamente como enfoques alternativos, están tomando el lugar que les corresponde en el tratamiento del cáncer no como curas, sino como terapias complementarias que podrían ayudar al paciente a sentirse mejor y recuperarse más rápido. Un ejemplo de esto es la acupuntura. Según un panel de expertos del Instituto Nacional de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) en la Conferencia sobre Consenso de noviembre de 1997 (14), la acupuntura mostró ser eficaz en el manejo de la náusea y el vómito como consecuencia de la quimioterapia, y en el control de dolor relacionado con un proceso quirúrgico. Por el contrario, algunos enfoques, como el uso del laetrile, han mostrado ser ineficaces y potencialmente dañinos (15). La MCA se ha dividido en varios grupos, de los cuales los principales involucrados en el tratamiento del cáncer son (16): 1. Los sistemas médicos alternativos como la medicina china tradicional y la homeopatía. 2. Las terapias herbales basadas en plantas como el jengibre o el ajo, y en tónicos de combinaciones herbales como Hoxsey y Essiac. 3. Las terapias biológicas orgánicas no basadas en plantas, tales como el cartílago de tiburón o elementos como el selenio. 4. La nutrición y dietas especiales, que incluyen las dietas de Gerson y las macrobióticas, o dosis elevadas de vitaminas, entre las que se destaca la vitamina C. 5. Los métodos de manipulación basados en el cuerpo, que incluyen métodos como el masaje, la reflexología, yoga o artes marciales como el tai chi chuan. 6. Las terapias relacionadas con la energía que se concentra fuera o dentro del cuerpo. Los ejemplos incluyen yoga, toque terapéutico, reiki, qigong e imanes. 7. Los abordajes mente-cuerpo a través de grupos de apoyo, visualización y música. Los abordajes “espirituales”, como el de la oración (17); incluso ha sido propuesta la risa como tratamiento (18). Adicionalmente, en los medios de comunicación de nuestro país se han reportado terapias de reciente aparición con frutas especiales como el Noni, o incluso sangre de gallinazo, alrededor de las cuales ha surgido un mercado especial. Hay que reconocer que estas publicaciones tienen un carácter periodístico y no se ciñen estrictamente a un criterio científico. Se han identificado factores relacionados con el uso de este tipo de terapias, tales como el género: en el sexo femenino el mayor es la edad, con pico de uso entre los 35 y 59 años, además del nivel educativo, el ir o no al hospital en auto privado, estado avanzado de la enfermedad, tener un familiar o amigo con cáncer o asistir a grupos de apoyo o a consejería (19,20). Discusión Las terapias complementarias y alternativas representan una extensa gama de recursos cuyo uso ha sido ampliamente documentado en estudios con pacientes con cáncer. Aunque parece existir una creencia popular de que estas terapias no tienen efectos secundarios, algunas evidencias sugieren que podrían causar daño. Para poder confirmar estas observaciones preliminares es necesario adelantar estudios que no solo cuantifiquen el uso de dichas terapias, sino que midan su potencial efecto peligroso. Adicionalmente, es importante evaluar el posible efecto benéfico de estas intervenciones, no solamente como eventual tratamiento curativo en el cáncer, sino como manejo coadyuvante, paliativo o en la reducción de los efectos secundarios de otros medicamentos utilizados en este tipo de patología. Rev Colomb Cancerol 2008;12(3):157-160 159 Medicinas complementarias y alternativas en el tratamiento del cáncer La importancia de las medicinas complementarias y alternativas se ve reflejada en el hecho de que centros oncológicos importantes en todo el mundo han incluido servicios de consejería de este tipo de intervención para sus pacientes. Otra implicación puede ser la identificación de nuevas sustancias que puedan ser aprovechadas para la generación de medicamentos nuevos. Sin embargo, en nuestro medio se desconoce qué tan amplio es su uso y cuáles terapias son las más frecuentemente usadas. Esto supone adelantar estudios que permitan cuantificar y caracterizar los patrones de utilización de este tipo de terapias en nuestro país. Referencias 8. Eisenberg DM, Davis RB, Ettner SL, Appel S, Wilkey S, Van Rompay M, et al. Trends in alternative medicine use in the United States, 1990-1997: results of a follow-up national survey. JAMA. 1998;280(18):1569-75. [PubMed abstract]. 9. Ni H, Simile C, Hardy AM. Utilization of complementary and alternative medicine by United States adults: results from the 1999 national health interview survey. Med Care. 2002;40(4):353-8. [PubMed abstract]. 10. Kao GD, Devine P. Use of complementary health practices by prostate carcinoma patients undergoing radiation therapy. Cancer. 2000;88(3):615-9, 2000. [PubMed abstract]. 11. Myers C, Stuber ML, Bonamer-Rheingans JI, Zeltzer LK. Complementary therapies and childhood cancer. Cancer Control 2005;12(3):172-80. 12. Memorial Sloan-Kettering Cancer. Complementary therapy. 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