ESTRES Y BOMBEROS - Espam

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e s c u e l a d e s e g u r i d a d p ú b l i c a del ayuntamiento de málaga
Cuando se acerque la fase final del entrenamiento de sus
alumnos, le enseñará, dentro de los límites posibles,
actuaciones reales que se podrán encontrar en un futuro
muy próximo procurando guiarles para que estas
actuaciones futuras le sean conocidas aunque sea de una
forma frugal.
El instructor debe ser consciente de los terminos en que la
ley actúa durante las intervenciones policiales y
explicárselo a sus alumnos para que, en ese futuro
cercano que les espera en la calle, puedan ser lo más
clara posible durante sus actuaciones.
La ropa de entrenamiento debe ser cómoda para el
ejercicio de las técnicas.
En definitiva, un instructor de Defensa Personal Policial
debe tener una cualidad simple.......... ser consciente de lo
que está enseñando y para qué.
Por José Antonio López Torreblanca
estrés y actuaciones
de bomberos
el estrés se origina a partir de determinados estímulos físicos y socio ambientales
que someten a las personas a demandas
que éstas no pueden satisfacer de forma
competente y adecuada, al tiempo que perciben la necesidad de hacerlo.
Las causas productoras de Estrés o estresores
que pueden actuar sobre los trabajadores de los
Servicios de Extinción de Incendios y Salvamentos
son numerosas.
Podemos considerar desde causas
organizacionales (estructura de mandos),
individuales (inestabilidad emocional, impaciencia,
agresividad), o ambientales (ruidos, calor,
toxicidad), hasta las relacionadas con el siniestro en
si, desde que se tiene conocimiento del hecho
acaecido al recibir la llamada de un ciudadano o
cuerpo de seguridad, hasta la llegada al lugar
donde se ha producido el siniestro y la intervención
en el mismo. Las relacionadas con el siniestro son
causas estresoras muy importantes, porque
producen «miedo a lo desconocido» y porque «se
piensa en lo peor» teniendo en cuenta las
experiencias vividas. Este miedo a lo desconocido
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artículo: estrés y actuaciones de bomberos
disminuye cuando se conoce ya las características del
siniestro producido y el bombero se prepara técnica y
psíquicamente para actuar.
En nuestro artículo vamos a tratar de las causas
productoras de Estrés relacionadas directamente con la
actuación de los Bomberos en cualquier tipo de
suceso: incendios, accidentes de tráfico, hundimientos,
explosiones..., donde se pueden producir riesgos para la
vida del bombero o del ciudadano.
El Estrés durante el siniestro está provocado por la
angustia ante una situación de peligro real, que se traduce
en una respuesta del organismo para hacer frente a dicha
situación.
Generalmente aparecen respuestas, tanto somáticas
(aumento de la frecuencia cardiaca, palpitaciones,
sequedad de boca, dolor de cabeza, palidez, temblor
fino...), como psicológicas (reacciones de ansiedad y
angustia), las cuales desaparecen al dejar de actuar la o
las causas que originan dichas respuestas.
Es decir, el organismo se adapta a las circunstancias
ambientales que le rodean. El desequilibrio psicofísico
ocurre cuando esta situación se prolonga o el
acontecimiento estresante es un trauma de excepcional
importancia, como los que relacionaremos a
continuación en el apartado donde tratamos las causas
generadoras de estrés en los miembros de los S.E.I.S.
Mientras no se sobrepasen los mecanismos de adaptación,
existen métodos para intentar disminuir los efectos del
estrés, como pueden ser:
Mantenerse en forma físicamente. Para conseguir
buena forma física debe realizarse ejercicio tres o
cuatro veces, al menos, por semana, con una duración
de 30-40 minutos por sesión, para un ejercicio aeróbico
(con un aporte suficiente de oxígeno a los tejidos), de
una intensidad moderada.
Prácticas de técnicas y utilización de medios propios
del trabajo que se realiza.
El Estrés durante el siniestro está
provocado por la angustia ante una
situación de peligro real, que se
traduce en una respuesta del
organismo para hacer frente a dicha
situación.
consecuencias sicológicas tanto inmediatas como a
largo plazo, de las experiencias traumáticas de carácter
extremo o catastróficas vividas, y que suele ser inusual
para la experiencia humana normal. Es una categoría
dentro de los trastornos de angustia, que recoge las
respuestas humanas ante los sucesos vitales que
desborda el ambiente de las experiencias cotidianas.
Se requiere para su producción el impacto de un trauma
de excepcional importancia, como los vividos a diario por
los miembros de los Servicios de Extinción de
Incendios y Salvamentos, capaz de generar síntomas
sicológicos importantes en la población sometida a dichos
impactos.
Se trata de experiencias amenazantes para la vida o de
situaciones en las que el bombero se siente a menudo
desamparado e impotente para evitar graves lesiones o la
muerte.
Las situaciones estresantes que se pueden vivir en
nuestros Servicios y pueden ser generadoras de dichas
alteraciones las podemos agrupar en los siguientes
apartados:
Desastres naturales: inundaciones, terremotos,
huracanes, incendios.
Desastres humanos accidentales: accidentes
industriales, derrumbe de edificios, accidentes
ferroviarios, de aviación, de tráfico con lesiones físicas
graves.
Desastres humanos voluntarios: atentados terroristas.
Entrenamiento continuo en situaciones simuladas a
las que posteriormente se vivirán en los siniestros:
pista de simulación o de entrenamiento con calor,
ruidos, humos, oscuridad...
El trauma puede afectar a un individuo, a un grupo o a
importantes masas. La incidencia, intensidad y persistencia del síndrome postraumático está en función de la
gravedad del acontecimiento estresante. En general la
gravedad del cuadro es mayor si se asocia a lesión física.
Utilización de técnicas de relajación muscular con el fin
También existe una estrecha relación entre el grado de
de disminuir la ansiedad y la tensión de los
ajuste de la personalidad previa y las consecuencias del
músculos. Si los músculos que han acumulado tensión
trauma. Los estudios han demostrado que las personas
se relajan, la mente se relaja también gracias a la
con una historia anterior de trastornos psiquiátricos
reducción de la actividad del sistema nervioso.
tienen una mayor probabilidad de desarrollar un
síndrome postraumático.
Pero hay ocasiones donde son desbordados los
mecanismos de adaptación del organismo, dando lugar a
la aparición de patologías más o menos graves que tienen Parece ser también más grave y duradero cuando el
agente estresante conlleva la voluntad humana, como el
su base etiológica en el estrés. Vamos a describir a
caso de los incendios provocados en los que se
continuación un cuadro clínico que engloba lo
producen víctimas mortales.
anteriormente mencionado y recibe el nombre de
Trastornos por Estrés Traumático.
El síndrome de estrés postraumático, incluido y
definido por primera vez en el D.S.M. III (Manual de DiagLos trastornos por estrés traumático, antiguamente
nóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), es un
llamados neurosis traumática, abarcan las
cuadro clínico articulado en torno a tres signos básicos:
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Evocación reiterada e involuntaria del acontecimiento
traumático.
Reducción del nivel general de respuesta a los
estímulos cotidianos (distanciamiento frente al mundo
exterior).
Aumento del estado de vigilia y signos vegetativos.
Vamos a desarrollar detenidamente estos tres signos
la
evocación
reiterada
e
involuntaria del acontecimiento traumático
se puede manifestar por:
Pesadillas desagradables que interrumpen el sueño,
hasta el punto de que a veces obligan al sujeto a
permanecer levantado por miedo a su reaparición.
Recuerdos que persisten a pesar de los repetidos
intentos por olvidar el suceso y fijar la atención en otros
aspectos de la vida.
frecuencia y de la fuerza de contracción cardiaca; aumento
del ritmo respiratorio; sudoración excesiva; tensión
muscular; temblor; ansiedad; palpitaciones; escalofríos;
hormigueos; representación mental del suceso
desagradable e insomnio: hay bomberos que dicen « no
dormir absolutamente nada» en las 24 horas de
guardia, además de padecer dicho trastorno en sus días
fuera de turno.
otros síntomas asociados
Reducción del impulso, del ánimo, de la libido (deseo
sexual), y del apetito.
Evitación de las actividades o situaciones que
simbolizan o recuerdan el siniestro.
En algunos casos irritabilidad, que puede acompañarse
de ráfagas esporádicas de conducta impulsiva, por
ejemplo, cambios de residencia, ausencia inexplicable,
viajes repentinos o estallidos de conducta agresiva sin
mediar provocación alguna o ante provocaciones
mínimas.
Disminución de la motivación, disminución del
rendimiento e incremento de la accidentabilidad y del
absentismo laboral.
Recuerdos desagradables, como si el hecho traumático
volviera a ocurrir, sobre todo cuando el sujeto realiza
actividades que se asemejan al suceso estresante o en En muchos casos existe sentimiento de culpabilidad por
los aniversarios del suceso traumático
haber sobrevivido al desastre mientras otros no lo
consiguieron. El superviviente cree que no se ha
reducción del nivel general de comportado dignamente en su esfuerzo para mantener la
respuesta a los estímulos co- vida.
tidianos
Mayor morbilidad por alcoholismo y otras drogas.
que puede ir acompañado de:
Anestesia de sentimientos, como si la capacidad para
sentir emociones se hubiera agotado, con una
limitación de la afectividad que puede interferir en las
relaciones interpersonales dentro y fuera del Servicio, en
el matrimonio o en la vida familiar.
Reducción de la memoria de fijación, con dificultad de
concentración y sentimientos de incapacidad para
completar cualquier tarea.
Puede existir amnesia (olvido) completa del siniestro.
Cuadros depresivos con falta de ánimo para hacer cosas
(¿para qué? ), por enfrentarse a la muerte o lesiones
graves de personas de todas las edades a diario, siendo
más traumatizante mientras más jóvenes son los
afectados.
hipervigilancia
Inmediatamente después del suceso traumático tiene lugar
una descarga del Sistema Nervioso Simpático
(perteneciente al Sistema Nervioso Autónomo, no
controlado por la voluntad, que es activado en
situaciones de alerta, vigilancia o emergencia), con el
cortejo sintomático siguiente:
Respuesta exagerada de sobresalto, por ejemplo un
despertar sobresaltado cuando un compañero avisa para
el cambio de turno en el teléfono o la nave; aumento de la
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Procesos psicosomáticos: úlcera gastroduodenal,
jaquecas, colon irritable, dolores precordiales, etc.
artículo: estrés y actuaciones de bomberos
En cuanto a la evolución del cuadro clínico recordar que la
mayoría de los casos son agudos, con el criterio de que no
persistan más de seis meses. En muchos de estos
pacientes los síntomas se resuelven espontáneamente
sin tratamiento psiquiátrico.
por lo que sería conveniente que el bombero sometido a
un tratamiento de este tipo pasara a segunda actividad,
mientras dure el tratamiento, o si se está tratando con
dosis altas, pasara a situación de Incapacidad Laboral
Transitoria (baja laboral ) hasta la recuperación total.
El trastorno es considerado crónico cuando surge tras una
fase de latencia de seis meses o cuando su duración
supera este periodo.
También advertir que pueden potenciar los efectos del
alcohol, así como producir cansancio, alteraciones del
sueño, dolor de cabeza, vértigos, convulsiones, etc., por
lo que aconsejamos lo expuesto en el párrafo anterior
respecto a la segunda actividad o el pase a la situación
de Incapacidad Temporal.
Se está prestando especial atención a la forma diferida del
trastorno por estrés postraumático, como el caso de los
intervinientes o supervivientes en desastres civiles
que aparentemente no presentan síntomas durante
muchos años, pudiendo desarrollar ulteriormente un
florido síndrome de estrés postraumático tras la
incidencia de sucesos estresantes dentro del rango de la
experiencia humana normal, como enfermedad física,
jubilación, etc.
Sólo cuando la angustia se hace lo suficientemente
intensa como para desbordar la capacidad del sujeto a
reaccionar de forma adaptativa e impide el desarrollo de
las tareas normales de la vida, debe considerarse el
tratamiento.
Dentro de las medidas terapéuticas que se pueden
emplear se encuentra la Psicoterapia y la
Farmacoterapia, habiéndose comprobado la compatibilidad
entre ambas modalidades, confirmándose que en la
mayoría de los casos los mejores resultados se
obtienen con el tratamiento mixto.
El término Psicoterapia comprende todos los
tratamientos en los que se utilizan medios psíquicos.
Ofrece muchas posibilidades. Las técnicas empleadas
abarcan Psicoterapia de Orientación, Psicoterapia de
Apoyo, Terapias Dinámicas más prolongadas, etc.
El tratamiento más adecuado en los trastornos por
Estrés Traumático se basa en « la verbalización de la
situación traumática «, lo que facilita la expresión
emocional. Es una técnica donde el sujeto que ha sufrido
el hecho traumatizante, expone con detalles, de forma
oral, la experiencia pasada. Esta técnica de psicoterapia
es de las que mejores resultados ofrece en este tipo de
trastornos de angustia.
En cuanto a los ansiolíticos, decir que actúan
disminuyendo los estados de ansiedad y tensión
psíquica; asociados a antidepresivos o alcohol potencian
su acción sedante, por lo que los pacientes sometidos a
tratamientos con estos fármacos deben abstenerse de
beber bebidas alcohólicas. Igual que con los
antidepresivos, está contraindicada la conducción de
vehículos o el manejo de máquinas. También pueden
producir somnolencia y disminución de reflejos, por lo
que habrá que separar del servicio activo al bombero
búsqueda por
que siga tratamiento con estos fármacos.
circular
La mayoría de los autores coinciden en que se debe
empezar el tratamiento con la psicoterapia. Si con las
técnicas que incluyen la verbalización (contar en terapia
de grupo) de la situación traumática no se consigue la
mejoría del paciente, hay que añadir tratamiento
farmacológico, con algún antidepresivo asociado a un
ansiolítico; éste último al menos dos semanas, hasta que
empiece a actuar el mencionado antidepresivo.
Recordar, por último, que hay enfermos que no necesitan
tratamiento, recuperándose espontáneamente de este
tipo de experiencias tan desagradables en la profesión de
bombero.
Por Miguel Ángel Benítez Bellido, Jefe de la Unidad Médica del
R.C.Bomberos de Málaga y Mª Luisa Mérida Merenciano, Psicóloga
y Responsable del Gabinete Psicopedagógico de la ESPAM
Ayuso, José Luís. Trastornos de Angustia.
Editorial Martínez Roca S.A. Barcelona 1988.
Pasnau, Robert. Diagnóstico y Tratamiento
de los Trastornos de Ansiedad. Editorial
Edifarma. Madrid 1987.
En cuanto al tratamiento farmacológico, decir que,
básicamente asienta en dos grupos de fármacos, los
Antidepresivos y los Ansiolíticos.
Peiró, José María et al. Control del Estrés
Laboral. Editorial Eudema (Ediciones de la
Universidad Complutense S.A.). Madrid
1993.
Los antidepresivos, en general, son fármacos que elevan
el estado de ánimo y alivian la ansiedad, la agitación y la
inhibición psicomotora. En casos de depresión
enmascarada actúa favorablemente sobre los síntomas
somáticos predominantes del cuadro clínico
(palpitaciones, mareos, insomnio, etc.).
Peiró, José María et al. Desencadenantes
circulos
del Estrés Laboral. Editorial Eudema
filiar
sobre deuna
(Ediciones
la Universidad
Complutense S.A.). Madrid 1993.
Estos fármacos pueden producir una disminución de la
capacidad de reacción del paciente, por lo que debe
extremarse la prudencia al conducir vehículos y máquinas,
búsquedas
en
Tobeña Pallarés, Adolf. Trastornos de
Ansiedad: Orígenes y Tratamiento. Editorial
Alamex S.A. Madrid 1986.
bibliografía
En muchos casos sigue existiendo ansiedad
postraumática muchos años después del evento.
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