De Alfonso XII a Alfonso XIII. Recopilación de textos

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RECOPILACIÓN DE TEXTOS. De Alfonso XII a Alfonso XIII
10.- MANIFIESTO DE SANDHURST. 1 DE DICIEMBRE DE 1874.
11.- ALGUNOS ARTÍCULOS DE LA CONSTITUCIÓN DE 1876.
12.- OLIGARQUÍA Y CACIQUISMO: “EL PUCHERAZO”. V. ALMIRALL: ESPAÑA TAL COMO ES, 1889.
13.- EL NACIONALISMO CATALÁN Y LAS BASES DE MANRESA. 1892.
14.- MANIFIESTO FUNDACIONAL DEL PSOE. 1879.
15. EL PROBLEMA NACIONAL, SEGÚN ORTEGA Y GASSET. 1921. XXX
16.-FRACASO DEL RÉGIMEN LIBERAL. ESCUELA Y DESPENSA. 1912.
17. CARTA DEL ENSAYISTA JOSÉ PIJOÁN A JUAN MARAGALL SOBRE LA SEMANA TRÁGICA. 31 DE
JULIO DE 1909.
18.- MANIFIESTO DE PRIMO DE RIVERA. 1923.
19.- MANIFIESTO DE LA AGRUPACIÓN DE INTELECTUALES AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA. 1931.
20.- MANIFIESTO DE ALFONSO XIII A LA NACIÓN. 1931.
10.- MANIFIESTO DE SANDHURST. 1 DE DICIEMBRE DE 1874.
He recibido de España un gran número de felicitaciones con motivo de mi cumpleaños.
Cuantos me han escrito muestran igual convicción de que sólo el restablecimiento de la
Monarquía Constitucional puede poner término a la incertidumbre que experimenta España.
Dícenme que antes de mucho estarán conmigo todos los de buena fe sean cuales fueren sus
antecedentes políticos, comprendiendo que no pueden tener exclusiones ni de un monarca
nuevo y desapasionado, ni de un régimen que represente la unión y la paz...
Por virtud de la espontánea y solemne abdicación de mi augusta madre, tan generosa como
infortunada, soy único representante yo del derecho monárquico en España...
Por todo esto, sin duda, lo único que inspira ya confianza en España es una Monarquía
hereditaria y representativa. En el entretanto, no sólo está hoy por tierra todo lo que en 1868
existía... Si de hecho se halla abolida la Constitución de 1845, hallase de hecho abolida la que
en 1869 se formó sobre la base inexistente de la Monarquía...
No hay que esperar que decida yo nada de plano y arbitrariamente... Llegado el caso, fácil
será que se entiendan un príncipe leal y un pueblo libre...
Sea la que quiera mi propia suerte, ni dejaré de ser buen español, ni, como todos mis
antepasados, buen católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal.
Alfonso de Borbón, Sandhurst, 1 de diciembre de 1874.
CLASIFICACIÓN
El texto es un fragmento del Manifiesto de Sandhurst firmado por Alfonso XII, hijo de Isabel II,
quien defiende la vuelta a la monarquía borbónica como medio de garantizar las leyes y el
progreso de España. Se trata de una fuente histórica primaria y directa, de naturaleza políticocircunstancial y documento público: importante para conocer el ideario político del futuro rey y
de Cánovas del Castillo.
El autor es Alfonso XII, aunque son muchos los historiadores que piensan que fue redactado o
al menos inspirado por Cánovas del Castillo, que lideraba un amplio sector de la burguesía
española partidaria de la restauración de la dinastía Borbónica, después de la inestabilidad
política del Sexenio Democrático (1868-1874). Tiene ese nombre por proceder del lugar de
Inglaterra en cuya escuela militar se encontraba formándose el joven príncipe.
Está fechado el 1 de diciembre de 1874, y está dirigido a toda la nación española. Dando a
conocer su postura política, si se llega a convertir en rey de España.
2. ANÁLISIS.
El cambio político que refleja el texto es el que se inicia con la Restauración que supone la
vuelta al trono de la dinastía borbónica tras el sexenio revolucionario y la Primera República, el
artífice e ideólogo de este sistema político fue Antonio Cánovas del Castillo quien realizó una
campaña de adhesión en torno al príncipe Alfonso, hijo de Isabel II. El texto, el Manifiesto de
Sandhurst, está dirigido a la nación española y, aunque firmado por Alfonso XII, está inspirado
por el propio Cánovas que lideró un amplio sector de la burguesía española partidaria de la
restauración de la dinastía borbónica. En el Manifiesto se afirma que la monarquía es la única
salida para cerrar la crisis del período revolucionario (lo único que inspira ya confianza en
España es una monarquía hereditaria y representativa) y se defiende la legitimidad dinástica de
Alfonso aludiendo a la abdicación de su madre, en realidad la Restauración se prepara en el
sexenio revolucionario cuando Cánovas, al frente del partido alfonsino, recibió plenos poderes
de Isabel II para preparar la vuelta al trono de su hijo.
ANALISIS Y COMENTARIO
La Restauración es un intento de reformulación del estado liberal, encauzando la actividad
política hacia la disciplina de los partidos políticos, estableciendo las libertades formales, más
nominales que efectivas, cuya puesta en práctica se realizó mediante el sistema político
canovista.
En general este período se fundamenta en el ejercicio alterno del poder (“turno político”) de
los partidos conservador y liberal, rodeados de la oposición carlista y republicana. La finalidad
de Cánovas con la implantación de este sistema de libre juego de partidos era normalizar la
vida política bajo la tutela de un Estado eficiente, convirtiendo en imposible cualquier intento
revolucionario y contentar al mismo tiempo a los políticos y los militares haciéndoles formar
parte del régimen restaurado.
La práctica política del sistema se basaba en el “caciquismo” a través del cual una minoría
dirigente estaba en estrecha relación con los grupos sociales y económicos dominantes para
someter política y económicamente a amplios sectores sociales; este sistema que utilizaba los
procedimientos del encasillado y el pucherazo, falsificaba las elecciones ignorando la voluntad
popular, hasta el punto de que los resultados se conocían antes de las elecciones. Los partidos
que participaban en este libre juego eran el liberal conservador (conservador desde 1884) y el
liberal fusionista. El partido conservador se nutría de la alta burguesía, la aristocracia y
funcionarios de alta jerarquía; el apoyo a nivel regional lo recibía de las clases dirigentes del sur
y de las clases medias de la fachada atlántica y levante. El partido liberal estaba formado por
los antiguos constitucionalistas, los unionistas de izquierda y los progresistas; estaba apoyado
por los demócratas, los medios urbanos y antiguos revolucionarios de septiembre. Los
republicanos estaban divididos entre los partidarios del pronunciamiento y los que defendían la
lucha electoral. Entre los partidos obreros destacaba el Partido socialista Obrero, marginado
del sistema político. Además de la marginación, el centralismo fomentaba las demandas de
carlistas y federalistas (catalanistas de Prat de la Riba, Cambó, y vascos de Sabino Arana), que
eran el origen de los partidos nacionalistas.
El sistema se basaba en la Constitución de 1876, fruto del constitucionalismo doctrinario, que
establecía la soberanía compartida entre el poder legislativo –las Cortes- y el rey, atribuyendo a
éste la iniciativa y la sanción con derecho a veto. El legislativo, bicameral, estaba formado por
el Congreso de los Diputados y el Senado. Al rey corresponde la intervención en la vida de las
Cortes, convocándolas, suspendiéndolas, cerrando sus sesiones, y disolviendo separadamente
o de forma simultánea la parte electiva del Congreso o del Senado. A las Cortes se atribuye la
intervención en la sucesión a la Corona, en la minoría de edad del rey y durante la Regencia.
VALORACIÓN
El texto está muy influido por el interés del príncipe para obtener el reinado, por lo que
presenta un carácter subjetivo y manipulador de la realidad, modificando o recordando a su
favor algunos de los hechos destacados de la historia más reciente del país.
Por último, cabe destacar que este manifiesto tuvo una gran aportación al desarrollo de los
acontecimientos que se sucedieron en esa época, pues marcó el inicio de la defensa de la
monarquía borbónica, que luego se vio precipitada con el pronunciamiento en Sagunto del
general Martínez Campos.
11.- ALGUNOS ARTÍCULOS DE LA CONSTITUCIÓN DE 1876.
Art. 11. La religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado. La Nación se obliga a
mantener el culto y sus ministros... No se permitirán, sin embargo, otras ceremonias ni
manifestaciones públicas que las de la religión del Estado.
Art. 13. Todo español tiene derecho:
De emitir libremente sus ideas y opiniones... sin sujeción a la censura previa.
De reunirse pacíficamente.
De asociarse para los fines de la vida humana...
Art. 20. El Senado se compone:
De senadores por derecho propio.
De senadores vitalicios nombrados por la Corona.
De senadores elegidos por las corporaciones del Estado y mayores contribuyentes...
Art. 28. Los Diputados se elegirán por el método que determine la ley.
Art. 75. Unos mismos Códigos regirán en toda la Monarquía…
CLASIFICACIÓN
Se trata de una selección del articulado de la Constitución de 1876, una fuente histórica directa
y primaria, de naturaleza jurídico-política, y documento público, esencial para el conocimiento
del período de la Restauración y de su ideólogo, Antonio Cánovas del Castillo. Como todas las
constituciones, el autor es colectivo, son juristas y políticos que constituidos en comisión
redactan el texto constitucional, que debe ser aprobado por el parlamento. Expresa la ideología
política de las fuerzas políticas mayoritarias de las Cortes. Fue aprobada el 24 de mayo de 1876
y va dirigida a toda la nación.
Esta constitución fue redactada poco después de la restauración en el trono español de los
Borbones. El nuevo monarca, Alfonso XII, hijo de Isabel II, fue proclamado rey de España tras el
golpe de Estado del general Martínez Campos, el 29 de diciembre de 1874. Los intentos
sucesivos de estabilizar el país durante el Sexenio Revolucionario (Monarquía, República y
República autoritaria), tras la Revolución de 1868, no habían tenido éxito, por lo que es
necesario iniciar una nueva etapa política, bautizada como Restauración.
ANALISIS Y COMENTARIO
En los artículos escogidos de la Constitución, como no podía ser de otra manera, aparece
reflejado el ideario del principal impulsor de la Restauración, Antonio Cánovas del Castillo.
Temática de los distintos artículos:
En el artículo 11 se especifica que la religión católica es la oficial del Estado, aunque se tolera la
práctica de otras manifestaciones religiosas en privado.
En el artículo 13 se cita los derechos de los españoles: expresión, reunión, asociación.
En el artículo 20 se habla de la organización del Senado.
En el 28 se trata de la regulación elección de Diputados.
Otros artículos 18, 19, 50, 51 y 76, versan sobre los poderes del Estado, el legislativo
fundamentado en las Cortes (Senado y Congreso) y el Rey, por lo que se establece un sistema
en el que la Soberanía es compartida; el ejecutivo encabezado por el Rey y por último el judicial
basado en la autoridad de los jueces y tribunales. En esta Constitución no se especifica el tipo
de sistema electoral que se va a utilizar, ya que se deja para leyes posteriores, aunque en la
práctica se mantuvo el sufragio censitario, hasta 1890, cuando se aprueba el sufragio universal
masculino.
El artículo 75 determina un solo fuero para toda España, concepción centralista y unitaria del
Estado, al establecer unos mismos códigos, elimina los fueros, causa de nuevos conflictos con
los carlistas.
La Constitución de 1876 comparada con su antecesora, la de 1869
La Constitución de 1876 se mantuvo vigente hasta 1931. La anterior tuvo una vigencia mucho
menor desde 1869 hasta 1874.
Las características básicas de la Constitución de la Restauración ( 1876 )se pueden resumir en:
-- Soberanía compartida.
-- Amplias atribuciones del monarca.
-- Sistema bicameral.
-- Sufragio no definido (primero censitario y luego universal masculino (1890).
-- Amplia declaración de derechos, aunque permitía que éstos fueran regulados por la
legislación ordinaria (así los conservadores restringían y los liberales ampliaban).
-- Tolerancia religiosa en el ámbito privado.
-- Centralismo (eliminación de los fueros).
Las características de la Constitución del Sexenio (1869) fueron:
-- Soberanía Nacional.
-- Separación de poderes (“El Rey reina pero no gobierna”).
-- Sistema bicameral.
-- Sufragio Universal Masculino.
-- Declaración amplia de derechos (sin sujeción a otras leyes posteriores).
-- Libertad de culto con la excepción de los ministros.
-- Centralismo pero sin eliminación de fueros.
Llegada de Alfonso XII al poder
La época anterior al reinado de Alfonso XII se conoce como el Sexenio Democrático o
Revolucionario, marcado por sublevaciones populares, los enfrentamientos con los carlistas, las
conspiraciones alfonsinas, el cantonalismo y la guerra contra los independentistas cubanos,
que comenzó en 1868.
Este clima de inestabilidad política hace que el general Pavía disuelva las Cortes, pretendiendo
buscar un sustituto a Emilio Castelar (último presidente de la PRIMERA REPÚBLICA), el 4 de
enero de 1874. El general Serrano instaura una República autoritaria que se mantuvo
nominalmente pero que en realidad significaba el punto final de la experiencia republicana,
Martínez Campos da un golpe de estado el 29 de diciembre de 1874 en Sagunto y proclama a
Alfonso XII como nuevo rey de España.
El 31 de diciembre se constituyó el Ministerio-Regencia, presidido por Cánovas del Castillo.
Comienza la Restauración, que no sólo significa una vuelta de los Borbones, sino también un
dominio del liberalismo dogmático y la preponderancia de la oligarquía y el caciquismo. Dos
semanas después de los acontecimientos narrados, hacía su entrada el joven rey Alfonso XII, el
pacificador.
VALORACIÓN La Constitución de 1876 es una síntesis entre la Constitución moderada de 1845 y
la democrática de 1869, que restablecía la doble soberanía de las Cortes y el rey, omitía el
derecho al sufragio universal (sin embargo en 1890, Sagasta, aprueba el sufragio universal
masculino), incorporaba el de asociación y reconocía la compatibilidad de la religión católica
con la libertad de cultos. El rey se convertía en la fuerza fundamental: nombraba y revocaba a
los ministros y decidía cuándo debía ser sustituido un gabinete. El sistema bipartidista seguía el
modelo británico, los antiguos partidos moderado y progresista cambian sus nombres por el de
conservador y liberal, pero estos grupos no representaban la sociedad real y marginaban al
proletariado (el primer diputado socialista a Cortes, Pablo Iglesias, es elegido en 1910), eran
partidos parlamentarios, de notables, que utilizando los escaños practicaban la promoción
personal.
Las características básicas del sistema de la Restauración son: -Sistema ideado por Cánovas del
Castillo, primer jefe de gobierno de la Restauración y durante años se turnó en el poder con
Sagasta, gracias al Pacto del Pardo de 1885. -Constitución de 1876.
-Oligarquía y caciquismo. Los turnos a la hora de ejercer el gobierno por parte de
conservadores y liberales, determinan que sean las oligarquías y los caciques los que controlen
el proceso electoral, para asegurar la alternancia política.
•Con la muerte de Cánovas en 1897 y de Sagasta en 1903, comienza la descomposición
del sistema de la Restauración, ya que sus respectivos sucesores no pudieron controlar los
diferentes movimientos, como el regeneracionismo, el republicanismo o el nacionalismo; que
surgieron en contra de este sistema.
Acontecimientos como la crisis del 98, la Semana Trágica, la Crisis de 1917 o la
dictadura de Primo de Rivera, favorecen aun más la descomposición del sistema canovista.
El fin de la Restauración está marcado por la proclamación de la Segunda República y la
expulsión del Alfonso XIII.
12.- OLIGARQUÍA Y CACIQUISMO: “EL PUCHERAZO”. V. ALMIRALL:
ESPAÑA TAL COMO ES, 1889.
En España las elecciones no son más que una farsa. Lo mismo si el sufragio es universal que
restringido, nunca hay más que un solo y único elector: el ministro de la Gobernación. Éste
con sus gobernadores de provincia y el innumerable ejército de empleados de todas clases
[…] prepara, ejecuta y consuma las elecciones, de cualquier especie que sean, desde el fondo
de su despacho, situado en el centro de Madrid.
Para hacer las listas de electores se ponen en ellas algunos nombres verdaderos perdidos
entre una multitud de imaginarios, y sobre todo de difuntos. La representación de estos
últimos se da siempre a agentes disfrazados de paisano para ir a votar. El autor de estas
líneas ha visto repetidas veces que su padre, fallecido ya algunos años, iba a depositar su
voto en la urna bajo la figura de un barrendero, o de un policía.
Los individuos que componen las mesas de los colegios electorales presencian muy a menudo
semejantes transmigraciones de las almas de sus propios padres. Este sistema de elecciones
por medio de la resurrección de los muertos y los agentes de policía vestidos de paisano no
es, sin embargo, lo peor de los medios empleados para falsear el sufragio por nuestros
pretendidos defensores del parlamentarismo y del sistema representativo. Apresurémonos a
decir que ordinariamente no se detienen en esas apariencias de humano respeto, y que lo
que hacen es pura y sencillamente aumentar el número de votos hasta tener asegurada la
elección del candidato adicto.
1.
CLASIFICACIÓN
El texto recoge varios párrafos de una obra de V. Almirall. A modo de ensayo, el autor
describe algunos trazos de la situación española a finales del siglo XIX en cuanto a las
elecciones fraudulentas en el sistema canovista de la Restauración. Es una fuente
directa y primaria para conocer el juicio de los autores regeneracionistas acerca de la
situación de España. Es un texto coetáneo a los hechos, de carácter literario y de
naturaleza político- circunstancial y de estilo narrativo. Es un documento público. El
autor es V. Almirall que se encuadra en el pensamiento regeneracionista y catalanista.
Fue abogado, periodista y político. Es la principal figura del catalanismo político de
izquierdas y republicano y uno de los principales pensadores catalanes de la segunda
mitad del siglo XIX. Promovió acontecimientos concretos muy trascendentales, como la
creación del primer periódico en catalán; la participación en la redacción del Memorial
de Agravio presentado a Alfonso XII; la fundación del Centre Catalá, fue uno de los
componentes de Unió Catalanista, la primera organización política formal; publicó
muchos artículos en los mejores periódicos de la época y, sobre todo, sus grandes
obras, "El catalanismo" y "España tal como es", al que pertenece el fragmento que
estamos analizando. Almirall impulsó el debate y la ideología que aspiraba a implantar
en España la república, el federalismo y el catalanismo progresista. El texto fue
publicado en Barcelona en 1889. Y va dirigido al público en general.
El texto recoge varios párrafos de una obra de V. Almirall. A modo de ensayo, el autor
describe algunos trazos de la situación española a finales del siglo XIX en cuanto a las
elecciones fraudulentas en el sistema canovista de la Restauración.
AUTOR: V. Almirall que se encuadra en el pensamiento regeneracionista y catalanista. Es
la principal figura del catalanismo político de izquierdas y republicano y uno de los
principales pensadores catalanes de la segunda mitad del siglo XIX. Promovió
acontecimientos concretos muy trascendentales, como la creación del primer periódico
en catalán; la participación en la redacción del Memorial de Greuges; la fundación del
Centre Catalá, fue uno de los componentes de Unió Catalanista, la primera organización
política formal; obtuvo la presidencia del Primer Congreso Catalanista; publicó muchos
artículos en los mejores periódicos de la época y, sobre todo, sus grandes obras, "Lo
catalanisme" y "España tal como es". Fue elegido presidente del Ateneu, con una junta
de la que era secretario Enric Prat de la Riba y en la que se incluían personajes como
Joan Maragall. Almirall impulsó el debate y la ideología que aspiraba a implantar en
España la república, el federalismo y el catalanismo progresista.
2 .ANÁLISIS:
La idea fundamental del texto es el fraude en la elecciones, tras aprobarse el 1890 el
sufragio universal para varones mayores de 25 años, ley aprobada durante el mandato
de los liberales de Sagasta.
En tono irónico nos habla de como los difuntos pueden llegar a votar en la elecciones,
en las personas de funcionarios locales mandados por caciques que a su vez están en
conexión con los políticos que desde Madrid tienen el poder de decidir los resultado
electoral. Es lo que popularmente llamamos "pucherazo" y está en la base del sistema
canovista de la Restauración en el que dos partidos dinásticos se turnan en el poder de
una manera pacífica a la manera inglesa.
Los términos más destacados serían:
Sufragio universal:
Tipo de sufragio que establece el derecho de voto para todos los ciudadanos a partir de
una determinada edad. En España ya encontramos un sufragio universal indirecto en la
Constitución de 1812, pero solo se establecería de manera clara en la Constitución de
1869. Fue instaurado nuevamente en la Ley Electoral de 1890. El sufragio universal
incorporó a las mujeres por primera vez en la Constitución republicana de 1931.
La oligarquía:
Grupo reducido que ostenta el poder en una sociedad. En el texto, los oligarcas son los
dirigentes del país en la España de la Restauración, cabezas prominentes de los dos
partidos dinásticos, con influencia y poder absoluto en cada provincia o región. Desde
Madrid dirigen, a través de sus hombres de confianza en cada distrito (los caciques), la
vida política en cada territorio y ostentan los altos cargos en los ministerios y en las
jefaturas administrativa, militares, bancarias, etc.
Cacique:
Según se describe en el tema, los caciques son individuos que disponen de un poder
político y de una influencia social prominente en cada distrito El cacique es el personaje
poderoso que gobierna una comarca o distrito electoral e impone su voluntad en la vida
política y social. Está ligado a uno de los dos partidos (conservador o liberal) y mediante
el falseamiento electoral y la coacción consigue ser reelegido continuamente diputado,
él mismo o alguien de su confianza. Los intelectuales del regeneracionismo,
denunciaron esta fuente de corrupción política.
Gobernador civil:
Jefe político de cada provincia, nombrado por el Gobierno central. Sus competencias
son las de dirigir el mantenimiento del orden público, transmitir y hacer ejecutar todas
las órdenes del gobierno de Madrid y coordinar las delegaciones de los ministerios en
las diferentes provincias. En cada legislatura y en cada cambio de gobierno se producía
un cambio masivo de gobernadores civiles, de acuerdo con el signo del partido (liberal o
conservador) que hubiera obtenido la mayoría.
3. COMENTARIO HISTÓRICO
a) ANTECEDENTES
Están en la mecánica de propio sistema canovista con una constitución, la de 1876,
donde se hace un reconocimiento vago de ciertas libertades políticas (expresión,
asociación, etc.) que fueron reducidas, en la práctica, con leyes restrictivas; así, la Ley
de imprenta de 1879 consideraba delito todo ataque al sistema político y social de la
Restauración, más lejanamente sus antecedentes están en todos los años de reinado de
Isabel II, donde la corriente doctrinaria más conservadora del liberalismo gobernó en
forma del partido moderado.
En la primera fase del reinado de Alfonso XII se restringió la participación ciudadana en
las elecciones de los cargos, dejándolas en manos de propietarios; se estableció que en
las poblaciones de más de 30000 habitantes (casi todas las capitales de provincias y
algunas otras ciudades) los alcaldes serían nombrados por el rey, y que los presupuestos
provinciales y municipales deberían ser aprobados por él.
En resumen, la Constitución canovista estableció un modelo moderado, censitario, lleno
de limitaciones a los derechos políticos de los ciudadanos, conforme a los intereses de
la oligarquía conservadora y basado en el turnismo entre dos grandes partidos de
notables. Pero su propio carácter flexible y abierto permitiría que, en años sucesivos
fuesen introduciendo reformas que le dieron un talante más aproximado a las
constituciones democráticas.
Esta Constitución supone un retroceso en cuanto al reconocimiento de derechos y
libertades ciudadanas y a la representatividad y división de poderes del Estado, con
respecto a la Constitución democrática de 1869, acercándose más al moderantismo de
la de 1845.
B) HECHOS
Con la Constitución comenzó lo que se llamó el sistema canovista. Cánovas, para dotarlo
de estabilidad, lo sustentó en dos apoyos: la "soberanía compartida" (rey-Cortes) y una
práctica política que debía efectuarse con la existencia de unos partidos oficiales que
aceptaran la legalidad constitucional. Pensaba Cánovas, siguiendo el modelo inglés que
un solo partido no podía mantener la Restauración, sino que eran precisos dos partidos
respetuosos de la Constitución para acoger la disparidad de criterios y poder turnarse
en el gobierno. Serían unos partidos grandes pero nada tendrían que ver con los
partidos de masas, puesto que la ley electoral de 1878 restableció el sufragio censitario,
que dejaba la participación ciudadana reducida a no más de un 5% de la población.
Apoyados por un electorado formado por gentes burguesas relevante formaban la
"clase política" del país, iban a ser unos partidos de notables y eminentemente
parlamentarios, cuyos diputados dominarían abrumadoramente los escaños del
hemiciclo. Cánovas, como creador de la nueva práctica política y jefe del partido
llamado liberal- conservador, compuesto por diputados de la alta burguesía
terrateniente, alto funcionariado militar o civil y nobleza, fundamentalmente del sur de
la Península, tenía como contrincante un partido que aparecía como la "izquierda
dinástica", el partido liberal-fusionista, formado por progresistas y demócratas que
habían votado la Constitución de 1869 y a Amadeo de Saboya, cuyo jefe era Práxedes
Mateo Sagasta.
El turno era una fórmula política de ventajas inmediatas que, gracias a la manipulación
electoral, daba la posibilidad a ambos partidos de alternarse en el gobierno de forma
pacífica. Según estaba ya pactado, se eligió la falsificación permanente. Este turno
quedaba asegurado, de una parte, por un liderazgo de los partidos centrado en Madrid y
constituido en comités o círculos que se encontraban en manos de "notables" y que
organizaban la maquinaria electoral pertinente, y de otra, por la articulación provincial
de estos últimos con un "control" del poder local mediante la práctica caciquil, de
enorme trascendencia económica y social en una España rural depauperada.
Así, pues, esta realidad política practicaba lo que se llamó el "encasillado" para
encontrar un Parlamento adecuado, falseando la voluntad nacional. La fórmula consistía
en la elaboración de una lista en la que figuraban aquellos candidatos que contaban con
la aquiescencia del Gobierno al lado de la relación de los distritos en los que aparecía
dividido el país a efectos electorales. Dichos candidatos "oficiales" tenían prácticamente
ganada la elección antes de que esta se realizara, y si el pacto se convertía en algo
imposible o inseguro, entonces se ejercía presión para que los resultados no se
apartaran de los objetivos previstos; era lo que se denominaba "pucherazo", que
consistía en la aplicación de coacción, violencia, fraude, compra de votos, etc. Tras la ley
electoral de 1907, esta práctica quedó conformada como la trampa realizada en el
interior de un colegio electoral cuando se estaba haciendo recuento de los votos, para
alterar los verdaderos resultados y sustituirlos por otros más satisfactorios en favor de
un determinado candidato.
C) CONSECUENCIAS
Este fenómeno, denominado "caciquismo", fue un hecho sociopolítico que se manifestó
en España desde mediados del siglo XIX hasta cumplirse el primer tercio del XX que
consistía en el control del poder en determinadas zonas del país, sobre todo rurales, por
individuos de gran influencia y prestigio social. Era un residuo de las antiguas relaciones
señoriales, y suponía la dependencia personal y el dominio del cacique sobre los
campesinos como un auténtico señor de "vidas y haciendas". Los caciques eran, en
principio, miembros de una élite local o comarcal caracterizada por tres notas
distintivas: su arraigo en un medio geográfica, económica y socialmente concreto; su
predominio personal (frecuentemente único y no compartido) en esa sociedad cerrada,
y su función de intermediarios de esta última ante el Estado. Eran, por tanto, los más
influyentes de la localidad (no necesariamente los más ricos), y en la práctica, los
agentes políticos encargados de recopilar los votos y amañar las elecciones para el
correspondiente diputado "encasillado" u "oficial". Relacionados con el gobernador civil
respectivo con personajes de Madrid, se convertían en dispensadores de favores
prebendas a cambio de votos, en amos y señores de los pleitos rurales y en generadores
de un "clientelismo" de adictos.
4. CONCLUSIÓN-VALORACIÓN
Se trata de un documento subjetivo, fruto de la burguesía catalana temerosa de perder
sus privilegios económicos y que critica duramente al gobierno madrileño ya que el
régimen que surge a partir de la restauración borbónica es rígidamente centralista, en
un estado autoritario, fuertemente represor, donde observamos en un primer momento
la persecución de las reivindicaciones obreras o nacionalistas, ironiza Almirall que toda
la mecánica política esté basada en la corrupción y el falseamiento electoral, cuando el
pueblo pudo votar mediante el sufragio universal masculino, la actuación de los
caciques manipuló y presionó al votante. Las consecuencias de este estado injusto no se
hicieron esperar, así Cánovas autor del sistema, será finalmente asesinado por el
anarquismo en 1897, actividad terrorista que tienen parte del movimiento obrero como
forma de protesta a las condiciones de vida miserable en la que viven la gran mayoría
de la población, y la formación de partidos nacionalistas serán en parte la causa del
colapso de la Restauración durante el reinado de Alfonso XIII.
13.- EL NACIONALISMO CATALAN Y LAS BASES DE MANRESA. 1892.
Base 3ª.- La lengua catalana será la única que, con carácter oficial, podrá usarse en Cataluña
Base 4ª.- Sólo los catalanes, ya lo sean por nacimiento o en virtud de naturalización, podrán
desempeñar en Cataluña cargos públicos.
Base 7ª.- El poder legislativo Regional radicará en las Cortes Catalanas.
Base 12ª.- Cataluña contribuirá a la formación del ejército permanente de mar y tierra por
medio de voluntarios o bien mediante una compensación en metálico.
Base 13ª.- El mantenimiento del orden público y seguridad interior de Cataluña estarán
confiadas al Somatén y a los mossos de l´esquadra.
Base 15ª.- La enseñanza pública... deberá organizarse de una forma adecuada a las
necesidades y carácter de la civilización de Cataluña.
Base 16ª.- La Constitución Catalana y los derechos de los catalanes estarán bajo la
salvaguarda del Poder ejecutivo catalán.
Enric Prat de la Riba. Manresa, 27 de marzo de 1892.
CLASIFICACIÓN
Las Bases de Manresa.
Es un fragmento de una obra de carácter histórico-circunstancial de carácter político. Es
histórica directa y primaria y un documento público, que pretende ser la base de una
constitución para Cataluña, es decir pasar a ser un texto jurídico o normativo, es
eminentemente político y es fundamental para conocer las reivindicaciones del catalanismo. El
autor es Prat de la Riba figura clave del catalanismo conservador de la Restauración como
teórico y político en ejercicio ya que fue varias veces diputado a Cortes y el primer presidente
de la mancomunidad catalana (Gobierno económico de Cataluña) ya durante la monarquía de
Alfonso XIII.
Los destinatarios son fundamentalmente los asistentes a la reunión de Unión Catalanista en
Manresa y, en general, el pueblo catalán.
La fecha es 1892 y el lugar Manresa tras la fusión del Centre Catalá y la Lliga de Catalunya,
propugnada por Prat de la Riba, fundándose la Unió catalanista.
Redactó su programa "Las bases de Manresa". En marzo de 1892, la Unió Catalanista lleva a
cabo en Manresa una reunión de delegados con el objetivo de elaborar el programa político de
la entidad. El resultado son las Bases per a la Constitució Regional Catalana. Las Bases de
Manresa, inspiradas en la fórmula federalista y en las constituciones tradicionales, proclaman
la oficialidad de la lengua catalana y establecen la creación de un cuerpo de voluntarios para la
formación del ejército. El catalanismo dispone por primera vez de un proyecto político definido,
transformación de fenómeno cultural en político.
Más tarde se incorporó a la Lliga Regionalista y pasó a ser el ideólogo de mayor valía. Su obra
"La Nacionalidad Catalana".
La obra se edita por primera vez en la época de la Restauración (1906) en plena campaña
contra la ley de jurisdicciones y en ella fijó la teoría nacionalista del catalanismo conservador.
ANALISIS Y COMENTARIO
El texto es una presentación de un Estado en forma federativa y defensa y argumentación de
los nacionalismos.
En primer lugar alude al concepto de nacionalismo. A continuación hace referencia al concepto
Pan-nacionalista: aspiración a que todos los territorios de la misma nacionalidad se agrupen
bajo la dirección de un estado único. En base a esta ideología surge en el siglo XIX el Panamericanismo y el Pan-germanismo.
Más adelante alude al estado federal como solución posible en los estados donde confluyan
distintas nacionalidades. Desde la 1ª República el catalanismo giró hacia el federalismo, lo que
implicaba su idea fundamental del texto es: "Del hecho de la nacionalidad catalana nace el
derecho de un Estado Catalán". Durante más de 600 años, Cataluña fue una entidad
independiente y soberana con lengua, En 1715, tras la guerra de sucesión, los catalanes
perdieron todos sus fueros, privilegios y derechos históricos, leyes y gobierno propio.. En el
siglo XIX se reavivan los sentimientos de diferenciación política y cultural con respecto a otras
regiones de España. Más adelante habla del federalismo como sistema idóneo en España, pues
respetando la unidad política española, respeta al mismo tiempo las distintas nacionalidades
que la integran. Concluye diciendo que el nacionalismo catalán nunca ha sido separatista como,
por ejemplo, el nacionalismo vasco que representa en España el nacionalismo desintegrador.
Así, desde el Centro Catalán de Almirall, la Unió Catalanista de Prat de la Riva y posteriormente
la Lliga Regionalista, el nacionalismo catalán se presenta como movimiento burgués católico y
moderado.
Solo durante la 2ª República, la Ezquerra Republicana representará un nacionalismo de
izquierdas, más exaltado y que terminará por dominar la vida política de 1932, Cataluña
conseguirá su estatuto de autonomía.
VALORACIÓN
Más tarde, en 1891 se fundó la organización autonomista llamada Unió Catalanista de
tendencia conservadora que integraba a intelectuales contrarios al progresismo de Almirall. Un
año después ésta organización elaboró el primer programa político del catalanismo que quedó
fijado en las Bases de Manresa. Dicho escrito redactado por el propio, Prat de la Riba
reclamaba un amplio régimen de autogobierno para Cataluña dentro de la monarquía
española. De este modo en 1901, Prat de la Riba, formaría un nuevo partido la Lliga
Regionalista
que
fundía
a
varios
grupos
catalanistas
moderados.
AMPLIACIÓN
1. EL NACIONALISMO CATALAN
El nacionalismo catalán encontró en el pasado histórico muchos argumentos para respaldar sus
reclamaciones políticas, ya que a lo largo de la época medieval y hasta finales del siglo XV —por
lo tanto durante más de 600 años— Cataluña había sido una entidad independiente y
soberana, con lengua, leyes y gobierno propios. Sin embargo, hasta mediados del siglo XIX —
coincidiendo con el impulso industrializador y con el rápido avance del proceso de urbanización
en Cataluña— no se reavivaron los sentimientos de diferenciación política y cultural con
respecto a otras regiones de España. Entre 1875 y 1900, Cataluña fue la región más
desarrollada e industrial de España. El 25% de los fabricantes y el 20% de los comerciantes
españoles eran catalanes, y en las cuatro provincias se consumía el 20% de toda la carne
vendida en España. En Barcelona trabajaban más de 125.000 obreros en las fábricas de tejidos
de algodón y lana. De las 1.500 factorías textiles de España en 1900, nada menos que 1.250 se
encontraban en la provincia de Barcelona. Además de la capital, había otros cuatro grandes
núcleos industriales y urbanos próximos a la ciudad de Barcelona: Manresa, Tarrasa, Sabadell y
Mataró. Hacia 1900, Manresa poseía 20.000 habitantes y más de 100 fábricas; en Tarrasa vivían
16.000 personas y había más de 60 empresas textiles y de maquinaria; Sabadell superaba los
25.000 habitantes y poseía 140 factorías textiles; y Mataró también era un notable centro
industrial que tenía 19000 habitantes. Por su parte, en 1902, la ciudad de Barcelona se
aproximaba a los 500.000 habitantes (de los cuales cerca de 100.000 eran inmigrantes llegados
de toda la Península) y tenía ya 3.000 aparatos telefónicos, así como la sexta parte de las
librerías existentes en toda España.
Los momentos más sobresalientes que configuraron el desarrollo del regionalismo y del
nacionalismo catalán fueron los siguientes:
1.1.-La aparición de la Renaixença.
Este movimiento intelectual, literario y apolítico surgió a partir de los años treinta del siglo XIX
y tuvo su epicentro en la Facultad de Letras de la Universidad de Barcelona. Los propósitos que
animaron a sus impulsores —casi todos ellos pertenecientes a la burguesía— fueron el deseo
de contribuir a la difusión del pasado de Cataluña entre la población y el intento de recuperar
sus señas culturales tradicionales de identidad nacional, especialmente la lengua. Por este
motivo, se estimuló la publicación de numerosos libros y revistas (como Lo Verdader Catalá y
Diari Catalá) de contenido historiográfico, geográfico y literario en catalán. Dentro de este
movimiento catalanista participaron de forma destacada juristas (como Manuel Durán y Bas),
historiadores (como Víctor Balaguer y Antonio de Bofarull que escribió Los trobadors nous en
1858), poetas (como CarIes Aribau y Jacint Verdaguer), clérigos (como el obispo Josep Torras y
Bages autor del libro La tradició catalana en 1892) y profesores de literatura (como Joaquín
Rubió y Manuel Milá, quienes expresaban su convencimiento de que los pueblos poseían
características orgánicas semejantes a las de los individuos). La mayoría de ellos eran
ultracatólicos, providencialistas y antidemócratas que se mostraban hostiles al materialismo
característico del mundo moderno y — como nostálgicos tradicionalistas amantes del
romanticismo más medievalizante que eran—sentían una honda preocupación por la pérdida
de las viejas costumbres populares catalanas (la sardana, la barretina, los coloristas trajes
folklóricos, etc). Sin embargo, todos ellos todavía conciliaban el amor ilimitado a Cataluña con
el patriotismo español más entusiasta.
1.2. La creación del Centre Catalá en 1882.
El artífice de esta organización política catalanista que reclamó la autonomía para Cataluña
dentro del Estado español fue Valentí Almirall. Este republicano de izquierdas, que también
denunció la ineficacia y la corrupción de las oligarquías caciquiles, terminó paradójicamente
por abandonar el movimiento nacionalista para integrarse en el Partido Radical del hiperespañolista Alejandro Lerroux.
1.3. La actividad de Enric Prat de la Riba y la fundación de la Unió Catalanista (1891).
Su programa -conocido como Bases de Manresa y redactado por el conservador y católico
barcelonés Prat de la Riba— reclamaba un amplio régimen de autogobierno para Cataluña
dentro de la monarquía española y proponía un reparto de funciones entre el poder estatal
central y el poder regional autónomo. Sin embargo, esta iniciativa excluía el sufragio universal,
ya que Prat de la Riba era partidario de la representación corporativa por gremios y profesiones
para conceder el derecho de voto solo a los padres de familia.
1.4. La formación de la Lliga Regionalista en 1901.
Este partido surgió tras el acuerdo de varios grupos catalanistas moderados entre los cuales se
encontraba la Unió Catalanista y en su creación—que contó además con el importante respaldo
del clero— intervinieron de manera destacada los presidentes de las más poderosas
organizaciones patronales catalanas (Fomento del Trabajo Nacional, Liga de Defensa Industrial
y Cámara de Comercio). El equipo dirigente de la Lliga quedó compuesto por el gerundense
Francesc Cambó —como principal líder— y por el mismo Prat de la Riba como ideólogo de
mayor valía. Este nuevo partido nacionalista era burgués, católico, posibilista, ultraconservador
y estaba distanciado de posiciones independentistas. Los dos objetivos primordiales del
programa de la Lliga consistían en demandar la autonomía política para Cataluña y defender los
intereses económicos de las cuatro provincias, reclamando una mayor protección para las
actividades del empresariado industrial catalán.
Sin embargo, los proletarios jamás simpatizaron con el catalanismo —calificado por ellos como
burgués, derechista y clerical— lo que explica que el periódico obrerista Solidaridad Obrera
publicara en su primer número un dibujo muy significativo donde aparecía un trabajador
adormecido por el opio de la sardana y las cuatro barras. Por su parte, Cambó siempre sintió
una mezcla de temor y desprecio hacia los obreros («turbas analfabetas que tratan de
empobrecer a Cataluña con las huelgas»).
En cualquier caso, el gobierno desatendió reiteradamente las peticiones catalanistas y los
primeros diputados de la Lliga fueron recibidos con recelo en las Cortes de 1901, cuando los
portavoces de los diferentes partidos interpelaron a los catalanistas con preguntas
malintencionadas acerca de su «amor a España» o si «se consideraban representantes de una
nación extranjera».
En 1905 se llegó a producir un grave incidente protagonizado por unos oficiales del ejército,
ofendidos por una caricatura aparecida en la revista satírica Cu-Cut, que asaltaron los locales
de la publicación y los de otras publicaciones catalanistas. Este tipo de ataques provocaron la
aprobación, con apoyo del Rey, de la Ley de Jurisdicciones en 1906, por la que los delitos contra
la patria y el ejército serian juzgados por tribunales militares. Las fuerzas políticas catalanas
reaccionaron constituyendo Solidaritat Catalana, una coalición de todos los partidos
antidinásticos o antimonárquicos que aglutinaba desde los republicanos federales hasta
carlistas, y que obtuvo resultados espectaculares en las elecciones de 1907, pese al fraude
electoral habitual. Esto suponía que por primera vez el sistema de la Restauración perdía el
control político sobre amplios sectores de la sociedad catalana. Sin embargo este grupo se
desintegró un año más tarde debido a la multiplicidad de fuerzas e intereses encontrados que
existían en su seno. Los enfrentamientos en Cataluña demostraron que las relaciones entre el
ejército, que no comprendía el fenómeno del nacionalismo, y el pueblo catalán eran muy
difíciles.
1.5. El nacionalismo catalán hasta la dictadura de Primo de Rivera.
La Lliga mantuvo el predominio en la vida política de Cataluña y obtuvo repetidas victorias
electorales hasta el inicio de la dictadura militar en 1923. Por su parte, el multimillonario
Francesc Cambó —que poseía negocios e inversiones en diferentes empresas y era presidente
de CHADE, la compañía eléctrica más importante de toda Latinoamérica— conservó el
liderazgo del movimiento nacionalista catalán. Además, los mejores intelectuales catalanes —
como los escritores Eugenio D'Ors, Josep Pla y Josep María de Sagarra— también apoyaron a la
Lliga durante los primeros años del siglo XX.
Sin embargo, los propósitos y reivindicaciones autonomistas defendidos por la Lliga
continuaron chocando con el cerrado centralismo de los gobernantes de la Restauración cuya
única, tardía e insuficiente respuesta consistió en la creación —durante el gobierno presidido
por el conservador Eduardo Dato en 1914— de la Mancomunitat de Cataluña, un organismo
que agrupaba a las diputaciones provinciales catalanas con fines exclusivamente
administrativos. En 1918 y ante la desesperación de Cambó, se frustró un anteproyecto de ley
—preparado por el gobierno del liberal Romanones— para conceder el Estatuto de autonomía
a Cataluña.
Tras la huelga general de 1917 y como consecuencia del incremento de la conflictividad social,
de la violencia terrorista anarquista y de la ofensiva revolucionaria del movimiento proletario,
los catalanistas de la Lliga tomaron la decisión de posponer sus exigencias autonomistas para
conceder prioridad a la defensa de los intereses económicos y de los valores esenciales del
conservadurismo burgués: orden, propiedad privada y catolicismo. Así, la Lliga abandonó el
antimonarquismo y la táctica de confrontación con el sistema de la Restauración para colaborar
con el gobierno conservador de Maura, que incluyó en 1918 como ministros a dos nacionalistas
catalanes (Francesc Cambó y Joan Ventosa). Asimismo, se pudo ver al mismo Cambó desfilando
por las calles de Barcelona con una escopeta al hombro junto con los somatenistas en 1919.
Poco después, la Lliga respaldó el nombramiento como gobernador civil de Barcelona del
inflexible general Severiano Martínez Anido, que se encargó de dirigir la represión contra el
movimiento anarcosindicalista catalán.
Hacia 1920, los catalanistas conservadores de la Lliga perdieron la hegemonía y fueron
desplazados por otros grupos nacionalistas más izquierdistas, extremistas y separatistas. Entre
los nuevos líderes destacó Francesc Maciá que en 1922 fundó un partido llamado Estat Catalá.
Siguiendo el ejemplo de los nacionalistas irlandeses en su enfrentamiento contra los ingleses,
los partidarios de Maciá defendían el uso de la lucha armada para alcanzar la independencia de
Cataluña y organizaron una milicia juvenil paramilitar —los escamots— que realizó
adiestramiento guerrillero y prácticas de tiro de manera clandestina en territorio francés.
14.-MANIFIESTO FUNDACIONAL DEL PSOE
Considerando que esta sociedad es injusta, porque divide a sus miembros en dos clases
desiguales y antagónicas: una, la burguesía, que, poseyendo los instrumentos de trabajo, es
la clase dominante; otra, el proletariado, que, no poseyendo más que su fuerza vital, es la
clase dominada. Que la sujeción económica del proletariado es la causa primera de la
esclavitud en todas sus formas: la miseria social, el envilecimiento intelectual y la
dependencia política. Que los privilegios de la burguesía están garantizados por el Poder
Político, del cual se vale para dominar al proletariado. Considerando que la necesidad, la
razón y la justicia, exigen que la desigualdad y el antagonismo entre una y otra clase
desaparezcan, reformando o destruyendo el estado social que tiene sumidos en la más
espantosa miseria a los que emplean toda su vida en producir la riqueza que poseen los que
muy poco o nada son útiles a la sociedad; (...) El Partido Socialista tiene por aspiración:
Primero.-La posesión del poder político por la clase trabajadora Segundo.-La transformación
de la propiedad individual o corporativa de los instrumentos de trabajo( la tierra, las minas,
los transportes, las fábricas, etc.) en propiedad común de la sociedad entera. (...) En suma el
ideal del Partido Socialista es la completa emancipación de la clase trabajadora. Es decir, la
abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores libres e
iguales, honrados e inteligentes (...)
Manifiesto fundacional del Partido Socialista Obrero Español (20 de julio de 1879)
CLASIFICACION
1.-Clasificación del texto: naturaleza, fecha y autor
Se trata de varios párrafos de un documento fundamental para el conocimiento del
movimiento obrero y la España de la Restauración. Es por tanto fuente histórica primaria y
directa, de naturaleza histórico-circunstancial de naturaleza sociopolítica, un documento
público destinado a las grandes masas de trabajadores.
Data de 1879, suponiendo la fundación formal del PSOE y cuando el régimen de la
Restauración Canovista tiene cuatro años de vida. Está redactado en Madrid, ciudad de
implantación de la versión marxista del socialismo dentro del movimiento obrero, frente a la
anarquista, más desarrollada en Barcelona y en su área industrial. Siendo autores un conjunto
de personas donde hay médicos, obreros y tipógrafos, entre ellos
Pablo Iglesias, secretario general de este partido y de U.G.T, sección sindical marxista, fundada
en Barcelona en 1888, consiguiendo la primera acta de diputado para los socialistas en 1910.
2. CONTEXTO
El texto es de naturaleza política, puesto que se trata del manifiesto fundacional del PSOE, uno
de los partidos básicos para entender la historia contemporánea de España. Su fecha se
encuadra en el periodo de la Restauración, 1879, poco tiempo después de la llegada al trono de
Alfonso XII.
Este manifiesto fue redactado el 2 de mayo de 1879, durante una comida celebrada en Madrid,
a la que asistieron veinticinco personas, entre las que se encontraban Pablo Iglesias, García
Quejido, Victoriano Calderón, Jaime Vera, Francisco Mora y Tomás Robledo. Todos ellos
decidieron fundar un partido político que representara los intereses del proletariado y por ello
el 20 de julio de ese mismo año procedieron a la firmar el texto.
ANALISIS Y COMENTARIO
La idea principal del texto gira en torno a la ideología y propósitos de los fundadores del PSOE.
Para ellos la sociedad es injusta, puesto que la burguesía obtiene todas las ventajas, mientras la
clase trabajadora no tiene apenas derechos, sobre todo porque no existe ningún poder político
que se ocupe de sus necesidades. Reformar o destrozar el estado social es por tanto uno de sus
principales objetivos.
Además de hacerse cargo de representar a los obreros, el nuevo partido pretende transformar
la propiedad individual y conseguir la completa emancipación de la clase trabajadora. Por
tanto, es evidente la necesidad de sensibilizar a la clase obrera para que luche para acabar con
las desigualdades que existían en España a finales del XIX. La necesidad de que los obreros
tomen conciencia de sus posibilidades, está relacionado con la obra desarrollada durante la I
Internacional, que ya había sido disuelta; y sobre todo con las ideas de Carlos Marx, que
falleció en 1883.
Problemas de la época que explican la organización del movimiento obrero
El movimiento obrero español tiene sus orígenes en la segunda parte del reinado de Isabel II,
aunque no comienza a tener cierta importancia hasta el denominado Sexenio Democrático. Tas
el fracaso de la Primera República, la mayor parte de los obreros, que tradicionalmente habían
apoyado al partido progresista y al republicano, comienzan a interesarse por las soluciones que
aporta el Anarquismo y el Socialismo. Las causas que motivaron este cambio en la clase obrera
española fueron, al igual que en toda Europa, consecuencia directa de la crisis económica de
finales del XIX, que provocó un aumento de la marginación, de la pobreza y un endurecimiento
de las condiciones de trabajo, ya que los salarios descendieron de forma drástica.
Con la llegada de la Restauración, las organizaciones obreras conocen una dura represión y
ante la negativa del derecho de asociación, tienen que refugiarse en la clandestinidad. Con el
ascenso de Sagasta al poder, esta represión se relaja y con la promulgación de la Ley de
Asociaciones en 1887 pueden salir a la luz numerosas organizaciones.
Con el paso de los años y ante la falta de mejoras sustanciales, el movimiento obrero español
se fue radicalizando, sobre todo los seguidores del anarquismo.
-Diferencias entre Socialismo y Anarquismo
Ambas ideologías tienen en común la crítica al capitalismo y la necesidad de destruir el sistema
e implantar una sociedad sin clases. La gran diferencia es el método para la consecución de
estos objetivos, los socialistas piensan que hay que hacer una revolución, pero antes de
implantar la sociedad sin clases habría que implantar una dictadura del proletariado, un Estado,
una democracia obrera porque la burguesía no se iba a quedar parada; después se extinguiría y
surgiría el comunismo.
Los anarquistas no creen necesario el Estado, se pueden administrar ellos solos, la dictadura
del proletariado es otra forma de Estado que no aceptan. Los anarquistas rechazan los partidos
políticos, de hecho nunca se organizaran como tal, sino como sindicatos, como la CNT. Por su
parte, los socialistas sí que organizan partidos políticos, el PSOE es un ejemplo de ello.
El anarquismo en su lado radical ha defendido el terrorismo, atentando a personas
representativas como a Cánovas del Castillo o Alfonso XIII. El socialismo no defiende los
atentados, ya que son ineficaces, porque siempre existen sucesores y posteriormente los
obreros sufren una dura represión; para ellos lo ideal es que el pueblo se revolucione en
conjunto, ya que en esas condiciones sería imparable.
En el Socialismo surgen 2 organizaciones básicas, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y
el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT). Ambos basaron su programa en la necesidad
de que los trabajadores tuvieran la posesión del poder político, en que se produjera la extinción
de la propiedad privada, ya que de este modo se abolirían las clases sociales y todos los
hombres serían “libres, iguales, honrados e inteligentes”. Para los socialistas todas las medidas
políticas y económicas que debían adoptarse debían tender a que acabara la esclavitud de los
obreros, que debían tener libertad de asociación, derecho a voto, jornada de 8 horas, etc.
La primera gran organización anarquista legal fue la Federación de Trabajadores de la Región
Española (FTRE), fundada en 1881. Las diferentes asociaciones fueron ilegalizadas
frecuentemente y cambiaban de nombre. De 1890 a 1897 practicó atentados, sobre todo en
Barcelona como la bomba en el Liceo de la Opera. La respuesta del gobierno fue la represión.
La respuesta anarquista fue un atentado más importante, ya que en 1897 asesinan a Canovas
del Castillo, provocando represión aún más dura.
Mientras que los anarquistas perdían fuerza en Europa, en España ganaba influencia por la
situación de miseria. Siguiendo el lema de la tierra para el que la trabaja, creyendo en una
revolución inmediata, a pesar de todo a finales de siglo entró en declive y hubo una reforma
doctrinal y práctica, el anarcosindicalismo, por la que se dejaba de lado la acción revolucionaria
para aceptar una acción colectiva sin violencia, a pesar de todo no dejarán los actos terroristas
definitivamente, ejemplos claros son los dos intentos de atentado sobre Alfonso XIII y el
asesinato en 1912 de Canalejas. De especial importancia es el sindicato CNT, fundado en 1910.
CONCLUSIÓN
En su programa fundacional, el PSOE; establece dos tipos de objetivos: Como meta final:
obtención del poder político, abolición de las clases sociales y transformar la propiedad
individual en colectiva.
Como objetivos inmediatos para acercarse al ideal final y mejorar la vida de los trabajadores:
libertades políticas, derecho de huelga, prohibición del trabajo infantil ( menores de 9 años),
protección de las mujeres en el trabajo, leyes de salud laboral, protección de la Cajas de
socorros mutuos, pensiones para los inválidos, escuelas gratuitas, justicia gratuita y por jurado,
servicio de armas obligatorio, reforma de las leyes de inquilinato a favor de los trabajadores,
nacionalización de minas, bosques, medios de transporte, etc.
En España, como reflejo de lo que ocurría en Europa, el movimiento obrero se había dividido,
durante el sexenio, en dos corrientes ideológicas enfrentadas: marxismo y anarquismo. En
España la corriente anarquista fue mayoritaria, de forma que los líderes marxistas madrileños
fueron expulsados tras el Congreso de Zaragoza de la Asociación Internacional de Trabajadores
( AIT) en 1872. Éstos un mes más tarde fundaron la Nueva Federación Madrileña, que se
convirtió en la sección española del ala marxista de la AIT y en el embrión del que nacerá el
PSOE.
Después de la represión de la AIT de 1874, estos socialistas madrileños se reorganizaron en
torno al núcleo de los tipógrafos, que junto a algunos intelectuales y otros artesanos fundarán
el PSOE en 1879 sobre bases marxistas, constituyéndose pronto en su principal líder Pablo
Iglesias.
AMPLIACIÓN
Situación del Socialismo durante la Restauración
•
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue fundado el 2 de mayo de 1879,
por tipógrafos en la madrileña calle de Tetuán, definiéndose como un partido marxista y
revolucionario. Sus principales dirigentes fueron: Jaime Vera y Pablo Iglesias, inspirados por
José Mesa, un exiliado en Francia que les transmitió las ideas socialistas.
El sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) fue fundado el 12 de agosto de 1888,
en el salón del Círculo Socialista ubicado en la calle Tallers de Barcelona.
Ambas organizaciones estuvieron muy vinculadas desde sus comienzos, ya que
compartieron directiva y todo afiliado del PSOE debía estar afiliado a UGT.
UGT y PSOE tuvieron durante la Restauración influencia en tres zonas: Madrid, Asturias
y Vizcaya.
Pablo Iglesias fue el primer diputado socialista que ocupó un escaño en el Congreso, en
el año 1910. Entre sus principios programáticos estaban: la abolición de la propiedad privada, la
lucha contra el capitalismo y la desaparición de las clases sociales, tras la denominada
dictadura del proletariado. Por tanto, era partidario de que se aprobaran medidas políticas y
económicas encaminadas a acabar con la esclavitud de los obreros; tenían especial prioridad el
derecho a asociarse libremente, la libertad de presa, el sufragio universal, la jornada de 8
horas.
En un principio el PSOE no tuvo muchos seguidores. No obstante, desde la fundación en
1886 del periódico El Socialista y del sindicato UGT en 1888, sus ideas comenzaron a llegar con
mucha facilidad a los trabajadores.
Desde 1890 comienza a celebrarse el 1º de mayo con manifestaciones y huelgas. La
posición de los socialistas ante la Guerra de Cuba, afianza más su posición, ya que se oponen al
sistema de reclutamiento y a la guerra en general.
En 1921 un grupo de militantes escindidos del PSOE fundaron el Partido Comunista
Español (PCE), partidario del modelo revolucionario ruso. La escisión fue motivada por la
controversia en torno a la inclusión o no en la III Internacional Comunista. El PCE no tuvo
mucha importancia hasta la Guerra Civil, aunque su aparición consolidó la división de los
obreros en 3 grupos: anarquistas, socialistas y comunistas.
Durante la IPRIMERA REPÚBLICA, los socialistas desarrollaron un papel muy importante
en la política española, ya que algunos de sus dirigentes, como Largo Caballero o Indalecio
Prieto, formaron parte del gobierno. Además, destaca su papel en la revolución de 1934.
15. EL PROBLEMA NACIONAL, SEGÚN ORTEGA Y GASSET. 1921.
No he comprendido nunca por qué preocupa el nacionalismo afirmativo de Cataluña y
Vasconia y, en cambio, no causa pavor el nihilismo nacional de Galicia o Sevilla. […] El
propósito de este ensayo es corregir la puntería del pensamiento político al uso, que busca el
mal radical del catalanismo y bizcaitarrismo en Cataluña y Vizcaya, cuando no es allí donde
se encuentra. ¿Dónde, pues? Para mí esto no ofrece duda; cuando una sociedad se consume
víctima del particularismo, puede afirmar que el primero en mostrarse particularista fue
precisamente el Poder central. Y esto es lo que ha pasado en España. Castilla ha hecho a
España, y Castilla la ha deshecho.
CLASIFICACIÓN
Fuente secundaria una reflexión personal sobre un tema. Un fragmento de la obra de Ortega y
Gasset titulada “La España invertebrada” publicada en 1921.Recopila artículos periodísticos
publicados anteriormente. Es un texto público. .Prensa diaria con gran repercusión de carácter
político.
[Tema]
El autor nos propone una reflexión sobre el problema de la articulación territorial de España en
relación con el desarrollo de los particularismos (reivindicaciones de los intereses particulares
de las regiones). Ortega invierte el argumento y considera que la responsabilidad recae en el
particularismo ejercido por el poder central de Castilla.
CONTEXTO HISTÓRICO:
1917-1921: Periodo de gran inestabilidad política y conflictividad social. Movimientos
nacionalistas activos que piensan que el país iría mejor con mayor autonomía pero el gobierno
central reprime estos nacionalismos. Hubo intentos de gobiernos de concentración nacional
con Maura en 1918, pero la situación general nos llevó en 1923 a la Dictadura de Primo de
Rivera y el fin de las reformas para la autonomía. Será con la Segunda República cuando de
nuevo se aviven los nacionalismos. Se prohíben con el franquismo y restablecidos en España
democrática
En 1921 cuando se escribe el texto la consolidación de los movimientos nacionalistas (Cataluña,
Galicia y País Vasco) demandaba una nueva ordenación territorial. Mayor autonomía de esas
regiones frente al poder central .Como otros intelectuales del momento Ortega intenta
analizar los males del país para motivar que los ciudadanos piensen que hay que hacer cambios
y no vivir pensando siempre que el pasado fue siempre mejor..
ANALISIS Y COMENTARIO
(Para mí… la ha deshecho) El autor formula su tesis sobre la responsabilidad histórica del
centralismo castellano en el origen de los problemas de España.
El fragmento presenta, por tanto una disposición inductiva, con la tesis al final del mismo. El
análisis de la estructura confirma la coherencia del texto: la progresión de las ideas, su relación
con la realidad y la no contradicción de las mismas.
Registro
El autor exhibe un registro elevado (formal, planificado, atenido a normas) con una tendencia
al uso de términos de carácter abstracto propios de la filosofía política (particularismo,
nacionalismo, poder, bizcaitarrismo, catalanismo…).
Estructura
1º apartado (En este esencial sentido… tanto más la íntima adhesión): El autor analiza la
diferencia entre el particularismo catalán y vasco, frente al gallego por otro. El origen de esta
diferencia estaría en las condiciones de cada región.
2ª apartado (No he comprendido: El autor explica la perplejidad que causa las reacciones del
patriotismo hueco (cabezas de cartón) frente a los nacionalismos vasco y catalán.
3ª Apartado (El propósito… ¿Dónde pues?) El autor hace explícito el objetivo de su texto (su
intencionalidad perlocutiva) (Acto perlocutivo: es el (o los) efecto(s) que el enunciado produce
en el receptor en una determinada circunstancia).:corregir los errores en el pensamiento
político vigente.
Pensamiento de Ortega:
En un primer momento, al joven Ortega, el Ortega anterior a 1914, le importaba ya España
como nación: España como proyecto nacional, la articulación del país, su estructuración como
sociedad moderna, su sitio en Europa, su vitalidad y energía, las formas y manifestaciones de su
cultura. La crítica de España, que vertería especialmente en Viejo v nueva política, su
conferencia de 28 de marzo de 1914, se le representaba como la única forma de patriotismo
posible, como un patriotismo esencial. La España de la Restauración era para él un régimen
fenecido, un panorama de fantasmas, una España muerta; la regeneración que el joven Ortega
ambicionaba se asoció así a tres ideas sustantivas: europeización, liberalismo y nacionalización.
España era el problema y Europa la solución.
En un segundo momento, hacia 1917-20, con una España que lejos de haberse ido vertebrando
como nación estaba ya bajo el arco en ruina, España le interesó a Ortega no sólo como un
problema inmediato sino ante todo como un problema histórico. Ese fue el tema de España
invertebrada, su libro de 1921, en el que examinaba lo que él llama la anormalidad española, la
razón última de que España no fuera una nación. La tesis de Ortega era que España no había
tenido feudalismo, consecuencia de haber sido conformada históricamente por los visigodos, el
más romanizado de los pueblos germanos; y que carente en la historia de minorías selectas
suficientes, España estaba condenada a fracasar:
España era puro pueblo, ruralismo, y por ello, y como consecuencia de muchos siglos de
imperio imperturbado de las masas, abocada a su propia disgregación como nación.
Finalmente, en un tercer momento, Ortega plantearía su respuesta a los argumentos que había
esgrimido en España invertebrada. Lo hizo en La redención de las provincias (escrito en 1927,
publicado como libro en 1931), donde planteaba nada menos que la reorganización de España,
una gran reforma del país: la organización de España en grandes comarcas —en un Estado
regional--.
Ortega quería hacer una nueva España y proyectar una gran política nacional, que entendía que
debían hacerse y proyectarse desde las provincias y para las provincias. Por una razón: porque
la provincia y no la nación era la verdadera realidad social de España; porque era preciso hacer
a partir del localismo del país, el nacionalismo (español) que no había.
PARTICULARISMO
El particularismo que padece España se modula de modo diferente según las regiones: en
Bilbao y Barcelona, presenta un carácter más virulento, mientras que en Galicia adquiere
una forma de resentimiento. El autor manifiesta no comprender las reacciones adversas
que provocan los nacionalismos vasco y catalán, mientras que el nihilismo de Andalucía o
Galicia no suscita mayor escándalo; en relación con ello, algunos piensan que la solución
del problema nacional pasa por la derrota electoral de los nacionalistas. Para corregir este
error de percepción política ha concebido su ensayo: la responsabilidad última de la
extensión de los particularismos reside en el propio del poder central, encarnado en
Castilla.
CONCLUSIÓN
Desde el punto de vista de la variedad del discurso, es un texto argumentativo. El autor,
mediante el procedimiento de la argumentación discursiva, se propone persuadir al
receptor de su tesis (el particularismo del poder central como causa de la extensión del
particularismo de las regiones) haciendo uso de la capacidad perlocutiva del lenguaje)
(Acto perlocutivo: es el (o los) efecto(s) que el enunciado produce en el receptor en una
determinada circunstancia). La postura defendida por el autor ha de entenderse en el
contexto argumental de la reflexión sobre el problema de España, que arranca con los
autores del 98 y continúa con los intelectuales de la generación de 1914, Ortega entre
ellos, quien contempla la situación española desde presupuestos y perspectivas
diferentes a los de la generación precedente. En este sentido, Castilla ya no aparece
idealizada como depositaria del alma y el espíritu de España, sino como el origen de
algunos de sus principales problemas. El autor parece recrear la premisa de que la
máxima responsabilidad recae en quien detenta el máximo poder.
España se le presentó a Ortega desde un primer momento como un problema, como una
preocupación. Ortega se planteó España como una meditación dramática, necesaria.
España y su vertebración como nación fueron, en consecuencia, el hecho capital de la
preocupación política de Ortega.
Ortega quería hacer una nueva España y proyectar una gran política nacional, que entendía que
debían hacerse y proyectarse desde las provincias y para las provincias. Por una razón: porque
la provincia y no la nación era la verdadera realidad social de España; porque era preciso hacer
a partir del localismo del país, el nacionalismo (español) que no había.(Donde pone provincia
pongamos Comunidades Autónomas)
Hoy el pensamiento de Ortega está vigente y permitiría entender el nacionalismo que
algunos asocian a independencia cosa que no lo es.
BIBLIOGRAFÍA:
Resumen de la conferencia “El Estado, la nación y las provincias: la visión de Ortega y
Gasset” a cargo de Juan Pablo Fussi, catedrático de Historia Contemporánea de la
Universidad Complutense de Madrid. Cátedra Cantabria 2009. 3 de Noviembre de 2009.
TEXTO 15. EL PROBLEMA NACIONAL SEGÚN ORTEGA Y GASSET.1921.
1. CLASIFICACIÓN.
El texto que vamos a analizar es un fragmento de la obra “España invertebrada” escrita por
José Ortega y Gasset, en las que recoge algunas reflexiones sobre la naturaleza de España. Se
trata de una fuente secundaria (ya que no es el testimonio directo de un hecho histórico, del
cual es protagonista), de naturaleza literaria, para el conocimiento de algunas de las líneas de
pensamiento aparecidas en España en el primer tercio del siglo XX.
Habla sobre los
movimientos nacionalistas periféricos nacionalistas y la interpretación de la nación españolas
que se plantea. Es una interpretación personal sobre un problema social. El autor, José Ortega
y Gasset, fue uno de los filósofos españoles de la primera mitad del siglo XX que más influencia
han ejercido en España. Miembro de la alta burguesía, recibió una gran formación tanto en
España como en el extranjero, principalmente en Alemania. Doctor en filosofía y
catedrático de la Universidad de Madrid. Estuvo estrechamente vinculado al mundo del
periodismo y la política. Se opuso a la sublevación militar de 1936, por lo que una vez
derrotada la República marchó al exilio. Sus obras más destacadas fueron la España
invertebrada (a la que pertenece este fragmento) y La rebelión de las masas. Fundó la Revista
de Occidente. Murió en el exilio.
Esta obra fue publicada en Madrid en 1921.
El destinatario es el público en general. Este libro fue publicado por capítulos en el periódico
”El Sol”, por lo que tuvo gran difusión y llegó a una gran masa de población. Pero hay que
especificar, que este tipo de literatura, de carácter filosófico que da reducida a un número
limitado de intelectuales y políticos.
2.- CONTEXTO HISTÓRICO.
Este texto fue escrito y publicado durante el reinado de Alfonso XIII, dentro del periodo
conocido como Restauración, que había puesto en marcha Cánovas del Castillo en 1875 y que
duraría hasta 1931, en que se proclame la II República. Si bien, desde la fecha de su
publicación, faltaban dos años para que se viera interrumpido por la dictadura del general
Primo de Rivera (1923-1929)
El primer tercio del siglo XX fue muy convulso en España, tal como sucedía en el resto de
Europa. Fue un periodo de revoluciones y auge del movimiento obrero con la convocatoria de
huelgas generales. El proletariado exigía reformas. Crítico fue el año
1917 (triunfo de la revolución bolchevique en Rusia) con una serie de crisis que afectan, tanto
al ámbito político, económico como social, militar, cuestión religiosa, los nacionalismos y las
reivindicaciones de la clase trabajadora. La crisis se agudizó así como la inestabilidad a causa
de la consolidación de los movimientos nacionalistas, especialmente en Cataluña, País Vasco y
Galicia, solicitando una mayor autonomía con respecto al poder central.
La intelectualidad española no se mantenía al margen de la realidad social. Los escritores
pretendían describir los males del pueblo español con el ánimo de incitar al cambio. Muestra
de ello había sido la Generación del 98 o el regeneracionismo de Joaquín Costa. Los
intelectuales estaban comprometidos con la sociedad española y sus problemas.
3. ANÁLISIS Y COMENTARIO.
El texto se centra en la concepción de la nación y en los problemas que se derivan para hacer
compatibles los nacionalismos periféricos con el centralismo. Este es uno de los principales
problemas que aquejaban a España, y que el autor considera que se malinterpreta. Según el
autor la resolución del problema se encuentra en el correcto planteamiento del problema. El
autor parte de la equivocada visión del problema indicando que la opinión general era culpar al
catalanismo y al bizcaitarrismo del deterioro de la ordenación nacional, sin darse cuenta que
mientras que estos nacionalismos son constructivos, dinámicos y emprendedores, existe una
concepción apática y negadora de todo avance en otras regiones del país, como Galicia o
Andalucía.
En la última parte del escrito, Ortega plantea como debería enfocarse el problema. Para él, se
ha de abordar la propia concepción del poder central. El mal de la nación no está en que
existan nacionalismos, sino en la propia concepción de España. Esta se identifica con Castilla,
que si bien había sido el germen de España, en la actualidad se necesitaba una revisión de la
idea de lo que debía ser la vertebración nacional.
Para el autor el Estado no podía concebirse como la expansión de un núcleo central que
acabará con la particularidad de las periferias; muy al contrario, la formación de unidades
estatales se hacía por la convergencia de esfuerzos tendentes a la consecución de un fin
común. El dinamismo de Castilla en el siglo XVI había empujado al resto de territorios
peninsulares a aunar esfuerzos en una misma dirección. Los estados son sistemas dinámicos
que mantienen activa la riqueza y fuerza del país. Sin dicha motivación los sistemas se atrofian
(nihilismo de Galicia y Andalucía). El problema es que Castilla pretendía imponer su proyecto
de España en un momento en el que el dinamismo no era ya convincente y pretendía excluir la
pluralidad de otras regiones españolas.
Ortega no defiende el nacionalismo disgregador. Ya que toda exclusión de otra región,
suponía el empobrecimiento, ya que cada una dejaba se sentirse a sí mismo como parte de
algo. Las regiones periféricas defendían que España era un país plural cultural y políticamente
hablando. En estas regiones se había desarrollado un fuerte sentimiento nacionalista avalado
con la aparición de partidos políticos (PNV o LLiga Regionalista) que pedían una mayor
participación tanto en la región como en el parlamento nacional. En 1917, la crisis
parlamentaria vino provocada en parte, por los partidos que quedaban excluidos del sistema
de alternancia en el gobierno. Estos nacionalismos coincidieron con la poca fuerza del
nacionalismo español, que se encontraba vinculado a un régimen corrupto y caciquil. Pero
desde Madrid se actuó con firmeza en la represión de los movimientos nacionalistas, ya que
buena parte del ejército se oponía a la concesión de autonomía a estas regiones. Alfonso XIII y
el ejército decidieron estabilizar la situación facilitando la dictadura de Primo de Rivera en 1923
y el fin de las reformas para la autonomía de las regiones nacionalistas.
4. CONCLUSIÓN.
Podemos terminar diciendo que el debate sobre la vertebración de España tiene todavía mucha
actualidad. La idea de nación, la organización territorial y administrativa plantea debates
difíciles de resolver. La obra de Ortega y Gasset sigue teniendo total vigencia, puesto que sus
planteamientos podrían ser aplicados y asumidos en la actualidad, y podrían servir para buscar
una vía de convivencia en la que todos se vieran representados y comprometidos. Todavía hoy
muchos ciudadanos y líderes políticos ven el nacionalismo como algo disgregador y no como
una fuente de riqueza cultural, plural y democrática.
16.-FRACASO DEL RÉGIMEN LIBERAL. ESCUELA Y DESPENSA. 1912.
Después de medio siglo de asonadas, pronunciamientos, manifiestos, revoluciones,
fusilamientos, cambios de régimen y de dinastía, proclamación de Constituciones...el
régimen liberal ha hecho bancarrota.
¿Y sabéis por qué? Porque esa libertad no se cuidaron más que de escribirla en la “Gaceta”,
creyendo que a eso se reducía todo; porque no se cuidaron de afianzarla dándole cuerpo y
raíz en el cerebro y en el estómago: en el cerebro, mejorando y universalizando la
instrucción, en el estómago, promoviendo una transformación honda de la agricultura y
mediante la difusión de la propiedad territorial, elevando a los braceros a la condición de
terratenientes.
No vieron que por encima de todas las Constituciones y de todos los derechos individuales y
de todas las urnas electorales, el que tiene la llave del estómago tiene la llave de la
conciencia, y, por tanto, el que tiene el estómago dependiente de ajenas despensas no puede
el día de las elecciones votar a quien quiere. El que no sabe es como el que no ve, y el que no
ve tiene que ir conducido por lazarillo a donde el lazarillo quiera llevarle…
COSTA, J.: La tierra y la cuestión social. 1912.
CLASIFICACION
El texto es un extracto del libro de Joaquín Costa : La tierra y la cuestión social. 1912, de
claro carácter político aunque con contenidos sociales, económicos e ideológicos.
Es una fuente primaria, texto coetáneo y testimonial. Naturaleza histórico-circunstancial .De
carácter económico y social. Es un documento público.
El autor: Joaquín Costa, (1846-1911), político y jurista español, figura relevante del
regeneracionismo, nació en Monzón (Huesca) de familia muy humilde. Doctor en filosofía y
letras y en derecho, de formación krausista, consiguió la titulación como notario, función que
desempeñó primero en Jaén (1888), luego en Madrid (1894) y finalmente en la localidad
oscense de Graus (1904), a donde se retiró amargado y enfermo, luego de haber colaborado en
la creación de la Unión Nacional, de la que formó parte el liberal Santiago Alba. Publicó tres
obras clave: Colectivismo agrario en España (1898), El problema de la ignorancia del derecho
(1901) y la fundamental Oligarquía y caciquismo como la forma actual de gobierno en España
(1902). Fue la principal cabeza del regeneracionismo, movimiento de lucha contra el
caciquismo del sistema político de finales del XIX. Su programa de 'despensa y escuela' y total
austeridad, era poco atractivo para los partidos. Por ello, en 1903, renunció al escaño para el
que había sido elegido en la candidatura republicana, y se retiró de la política. .: La tierra y la
cuestión social. (1912) Sus escritos pedagógicos se agruparían en 1916 en la antología Maestro,
escuela y patria.
ANALISIS Y COMENTARIO
En este texto podemos observar una de las principales ideas de Joaquín Costa en lo que se
refiere al diagnóstico de esa “enferma” España que cada vez se estaba alejando más de su
entorno natural, el europeo (“africanización absoluta y relativa “) debido al atraso
socioeconómico que llevaba consigo ese mal endémico y crónico de la subalimentación y de la
falta de educación. Frente a eso Costa propone su famoso lema “despensa y escuela”, algo que
por otro lado ya estaba implícito en los ilustrados del XVIII o incluso en los “novatores”
o arbitristas del XVII.
En el clima de la derrota surgieron una serie de críticas tanto hacia el funcionamiento del
sistema político como a la propia mentalidad derrotista y conformista del país. Sorprendió
especialmente a los dirigentes políticos y a los intelectuales la pasividad con que la opinión
pública reaccionó a la pérdida del Imperio colonial, pasividad sólo alterada por el dolor y las
protestas por las pérdidas humanas. Ni la guerra cubana ni el desastre provocaron en el país un
movimiento de exaltación nacionalista. De hecho, los políticos justificaban el sacrificio de la
flota en batallas que llevaban a una derrota segura en la idea de salvar la dignidad patria y en
evitar al país una humillación nacional, y el resultado sorprendente era que la población
española no reaccionaba como se esperaba: se aceptó la derrota 'con resignación y con
fatalidad. La convulsión se produjo entre los políticos y los intelectuales, no entre las clases
populares.
VALORACIÓN
Se puede decir que hubo varios intentos regeneracionistas: El primero se da como
consecuencia de la crisis del 98 (Francisco Silvela (en uno de sus artículos de prensa decía que
“España está sin pulso”), nuevo líder conservador, formó un gobierno que presentó un
programa regeneracionista, con el propósito de moralizar la vida política y emprender un
ambicioso plan de reforma económica y de inversiones. En 1902 Alfonso XIII era proclamado
Rey, y comienza un segundo regeneracionismo que caló en múltiples ámbitos políticos y
culturales del país con un “leit motiv”: “El problema España”(atraso socioeconómico, divorcio
España oficial-real, aumento de los nacionalismos periféricos, de la influencia republicana,
socialista o anarquista, el anticlericalismo y el militarismo( cada vez más a la derecha)que
paulatinamente iba a sustituir al pretorianismo decimonónico…etc.). Es así como nos podemos
encontrar indicios de regeneracionismo en el propio Rey, en los políticos del turno: tanto en los
conservadores: Maura. “La Revolución desde arriba” como en los liberales (Canalejas), en
socialistas como Pablo Iglesias o incluso anarquistas como Angel Pestaña, y por supuesto de
entre la cultura y la intelectualidad de la llamada “Edad de la Plata”: Ortega, Unamuno, Pío
Baroja,etc .
….y, finalmente hay quien piensa en Primo de Rivera como el “cirujano de hierro de Picavea”,
en un **tercer regeneracionismo que desde la dictadura impulsó esas “reformas quirúrgicas
que necesitaba esa querida y sufrida enferma crónica: España”
17. CARTA DEL ENSAYISTA JOSÉ PIJOÁN A JUAN MARAGALL SOBRE LA
SEMANA TRÁGICA. 31 DE JULIO DE 1909.
31 de julio de 1909.
Estimado don Juan.
[…] Se lo explicaré un poco. El lunes comenzó una huelga general a consecuencia del
descontento por lo de Melilla y fue aceptada por todo el mundo. Todo el mundo cerró y dejó
de trabajar a gusto… Al no saber qué hacer el martes para alborotar, al menos en nuestro
barrio, comenzó la diversión de quemar iglesias, y aquella tarde toda Barcelona estaba en las
azoteas mirando los fuegos. Una cosa verdaderamente nueva y curiosa. Se veía el gran fuego
de los escolapios que tapaba medio horizonte; era un día de fiesta; arriba, en los terrados, la
gente bailaba y se pasó el tiempo sin disparar un tiro… Todos se fueron a casa y allí se han
estado muy tranquilos.
El miércoles se empezaron barricadas, al no saber qué hacer y se abrió también el fuego de
los civiles. En el Portal no hubo una verdadera batalla… Fueron llegando tropas y,
conseguidos los barrios del centro, se dirigieron a las afueras. En el Paralelo y el Poblé no
cañonearon a las multitudes que recibían la metralla sin un grito. Si el martes los lerrouxistas
en el Ayuntamiento proclaman la república y se ponen al frente, las tropas, seducidas por el
pueblo, hubieron seguido y ahora todavía tendríamos el alboroto. Yo lo habría preferido a
esta revuelta sangrienta sin una palabra ni una idea […]
COMENTARIO
CLASIFICACIÓN:
Texto histórico literario .CARTA DEL ENSAYISTA JOSÉ PIJOÁN A JUAN MARAGALL SOBRE LA
SEMANA TRÁGICA. 31 DE JULIO DE 1909.
Documento privado. Descripción de los hechos ocurridos en Barcelona en julio de 1909 Fuente
primaria, naturaleza literaria (se trata de una carta), temática político-social. Encuadramiento
histórico: la carta está fechada el 31 de julio de 1909, momento en el que está teniendo lugar la
Semana Trágica de Barcelona, en el reinado de Alfonso XIII . El autor es individual, el
historiador José Pijoán, educado en la Institución Libre de Enseñanza y autor de una célebre
Historia del Arte ; el destinatario es también individual, Joan Maragall, destacado poeta catalán
cercano al nacionalismo conservador de la Lliga Regionalista de Catalunya respecto a la cual
adoptó una posición critica por la responsabilidad que entendía que tenia la burguesía catalana
en los hechos de la Semana Trágica. Así pues estamos ante un documento privado.
En 1909 reinaba en España el joven Alfonso XIII. El país era una monarquía parlamentaria,
regulada por la Constitución de 1876, en donde el parlamento se elegía por sufragio universal
(desde 1885). Pero bajo esta apariencia democrática se agazapaba un sistema oligárquico
controlado por dos partidos dinásticos, el liberal y el conservador, que desde 1881 se turnaban
en el poder, mediante un sistema de elecciones amañadas gracias a los caciques locales. Este
sistema había dado muestras de debilidad tras la crisis internacional de 1898. La convulsión
social e intelectual que produjo la pérdida de las colonias fue el origen de un movimiento
intelectual conocido como regeneracionismo y del que Joaquín Costa será su máximo
exponente. Este movimiento se transmitió a la política en donde se trató de reformar el
corrupto sistema electoral.
ANALISIS Y COMENTARIO
Las medidas regeneracionistas no atacaron la raíz del problema. El sistema estaba montado
para que la oligarquía (alta burguesía, aristocracia, ejército e Iglesia) se mantuviera en el poder
con independencia de la voluntad popular y contra esto no se fue. El régimen va a comenzar su
decadencia originada por:
= Falta de líderes carismáticos al frente de los partidos dinásticos. Antonio Maura en el
partido conservador y José Canalejas en el liberal no van a tener la altura de Cánovas
(asesinado en 1897) y Sagasta (muerto en 1903).
= Intervencionismo de Alfonso XIII. Su pretensión de influir en las decisiones políticas va a ser
la responsable de graves crisis.
= Descontento del ejército. El miedo del gobierno a un golpe de Estado había provocado la
promulgación de la Ley de Jurisdicciones (sometimiento a la justicia militar de los implicados en
delitos contra la patria y el ejército), produciéndose una intromisión militar en la vida política y
civil.
En este contexto se va a producir un grave conflicto colonial en Marruecos. Desde 1906 España
tiene la tutela del Norte de este país (Conferencia de Algeciras), lo que va a provocar
reacciones xenófobas contra la presencia española en la zona. Tribus rifeñas atacan las obras
del ferrocarril minero en torno a Melilla. El gobierno conservador de Antonio Maura decide
ordenar al ejército la protección de estas obras. La resistencia rifeña y los desastres militares
(derrota del Barranco del Lobo en el macizo del Gurugú) obliga al envío de reservistas a la
zona.
El envío de estos jóvenes, muchos de los cuales ya había formado familia y tenían trabajo, va a
soliviantar a gran parte de la población, especialmente de clase baja (la mayor parte de los
soldados pertenecían a este grupo social, pues era posible librarse del servicio militar pagando
una redención en metálico), animados por grupos republicanos y del movimiento obrero. La
salida de estos reservistas debía hacerse desde el puerto de Barcelona, y aquí las
organizaciones obreras y lerrouxistas van a convocar una huelga general el 26 de julio de 1909.
Junto con la huelga se convocan manifestaciones que van a degenerar en una insurrección
popular con un carácter antimilitarista y anticlerical. Maura proclama el "estado de guerra" y
ordena la represión militar de la protesta popular. Es lo que se conoce como SEMANA TRÁGICA,
que ocasionó 100 muertos y 500 heridos. Cuando el gobierno consigue controlar la situación se
pone en marcha un duro y cruel proceso represivo que culmina con múltiples ejecuciones,
entre otras la de Francesc Ferrer i Guardia. Esto va a provocar el desprestigio del gobierno y de
la monarquía, causando la dimisión de Antonio Maura, que será sustituido por el liberal José
Canalejas en 1910.
VALORACIÓN
El autor plantea que las revoluciones fuera de Barcelona se deben organizar de forma
clandestina, y por ello la autoridad puede descubrirlas o no; mientras que en Barcelona, la
revolución está preparada siempre, a la luz del día, utilizando hábilmente las libertades de
expresión, reunión y asociación.
Si encuentra ambiente para su desarrollo estalla, como en 1909 con la protesta contra la
campaña del Rif. Por eso distingue, el autor, en julio de 1909 dos cosas: la huelga general, cosa
“preparada y conocida” y el “movimiento anárquico- revolucionario” que surgió sin
preparación, pues en los centenares de procesos no ha aparecido ningún tipo de plan, aunque
sí se ha mostrado a Ferrer Guardia como “inductor histórico”. Por ello concluye, que no se
puede culpar a un gobierno (Maura) de esos hechos o de no haberlos parado cuando se
organizaban.
A partir del mes de julio de 1909, Maura, que hasta entonces no había tenido importantes
problemas en su gestión de gobierno, tuvo que afrontar una situación muy difícil a causa de los
acontecimientos producidos en la Semana Trágica de Barcelona. Desde hacía tiempo, la
situación en esta ciudad era difícil debido a la confluencia del movimiento catalanista, con un
periodo de fuerte agitación social, animado entre otras causas por los discursos demagógicos,
anticlericales y revolucionarios de Alejandro Lerroux, fundador del Partido Republicano Radical
en 1908, y con amplios apoyos en las clases populares barcelonesas. En Barcelona, el
anarquismo también gozaba de una importante base social, allí las sociedades obreras y
sindicatos autónomos de inspiración anarquista habían creado en 1907 Solidaridad Obrera, una
federación de asociaciones obreras de carácter apolítico, reivindicativo y favorable a la lucha
revolucionaria.
El embarque de las tropas reservistas, movilizadas en Barcelona con destino Marruecos,
desembocó en un movimiento de protestas iniciado con una huelga general convocada por las
organizaciones obreras y los lerrouxistas. El gobierno declaró el estado de guerra y utilizó el
ejército para reprimir la manifestación. Esto desencadenó en una insurrección popular, que
tomó un carácter antimilitar y anticlerical. Los hechos de la Semana Trágica fueron seguidos
con una dura represión que alcanzó a algunas importantes figuras de la época, como Ferrer i
Guardia, fundador de la Escuela Moderna, acusado sin pruebas y en un proceso sin garantías
jurídicas.
La Semana Trágica será la primera gran crisis del reinado de Alfonso XIII, y va a marcar el inicio
definitivo de la decadencia del sistema de la Restauración que culminará en 1923.
18.- MANIFIESTO DE PRIMO DE RIVERA. 1923.
Españoles: ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque
hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad) de recoger las ansias, de atender el
clamoroso requerimiento de cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que
libertarla de los profesionales de la política...
Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad, que espere en un rincón.
No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano lo manda e impone.
Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y
obreros; audaces e impunes atracos, depreciación de la moneda, francachela de millones de
gastos reservados, rastreras intrigas políticas tomando por pretexto la tragedia de
Marruecos. Indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y nulo; precaria y ruinosa la
producción agraria e industrial; impune propaganda comunista, impiedad e incultura,
descarada propaganda separatista, pasiones tendenciosas alrededor del problema de las
responsabilidades...
En virtud de la confianza y mandato que en mí han depositado, se constituirá un directorio
inspector militar con carácter provisional... Ni somos imperialistas, ni creemos pendiente de
un terco empeño en Marruecos el honor del ejército... buscaremos al problema de
Marruecos solución pronta, digna y sensata.
El país no quiere oír hablar más de responsabilidades... La responsabilidad colectiva de los
partidos políticos la sancionamos con este apartamiento total a que los condenamos...
Miguel Primo de Rivera, Capitán General de la IV Región.
ABC, 14 de septiembre de 1923.
CLASIFICACIÓN
Nos encontramos ante un texto primario, de tipo político. Se trata del manifiesto que realiza
Primo de Rivera, dirigido a la población española, anunciando los motivos de su golpe de
estado y las primeras medidas tomadas. El autor es Miguel Primo de Rivera (1870-1930),
importante militar que consiguió sus ascensos por la participación en las guerras coloniales
(Marruecos, Filipinas...). Desde 1922 era el Capitán General de Cataluña, donde se distinguió
por apoyar a la burguesía catalana frente a las protestas sociales. Tras el golpe de estado que
protagoniza, gobernará España de forma dictatorial hasta 1930, cuando el rey le retira su
confianza. Poco después morirá en el exilio.
En los momentos en que se fecha el texto, el país atraviesa una complicada situación. El
sistema político de la Restauración está agonizando, los partidos políticos dinásticos están
divididos en facciones que no favorecen la gobernabilidad (fracaso de los gobiernos de
concentración). La tensión social es muy alta, debido a los efectos de la crisis de la posguerra y
a la presión del movimiento obrero, lo que lleva a la patronal a usar métodos terroristas para
contener sus éxitos (pistolerismo en Barcelona). El nacionalismo autonomista, y hasta
separatista, está en auge, especialmente en el País Vasco y Cataluña; en esta última región,
algunos oficiales han dado muestras de nerviosismo ante lo que ellos consideran ataques a la
unidad de España. La monarquía es cada vez más contestada, y su titular, Alfonso XIII, comienza
a ser impopular. La situación se agrava con la crisis de Annual (1921). La posterior investigación
parlamentaria sobre las responsabilidades parece afectar directamente al monarca. Esta
situación de caos social es lo que determina la acción de Primo de Rivera.
ANALISIS Y COMENTARIO
¿Cuáles fueron los motivos esgrimidos por el general Primo de Rivera para justificar el
pronunciamiento militar de septiembre de 1923?
El general asume el poder, según él, no de una forma gustosa, sino como un deber, como una
obligación que le imponen las circunstancias. De no hacerlo así, el autor augura para España un
final trágico. Él, como representante de un estamento encargado de defender la nación, afirma
no poder eludir esa responsabilidad.
En el texto se hace referencia al inicio de esos problemas que amenazan el país: se trata de la
crisis del 98. Desde entonces el régimen de la Restauración ha ido arrastrando una serie de
conflictos, a los que los partidos políticos no han puesto solución. Se habla de inmoralidades,
de las cuales la más grave sin duda, y sin considerar otro tipo de corruptelas económicas, es la
del caciquismo. El objetivo de Primo de Rivera va a ser reestablecer el orden. Un orden alterado
por los conflictos sociales protagonizados por anarquistas (CNT) y socialistas (UGT-PSOE), que
usan como forma de lucha las huelgas y las manifestaciones (“indisciplina social” “propaganda
comunista”), y en algunas ocasiones los métodos terroristas, estos últimos protagonizados por
grupúsculos anarcocomunistas y también por mafias a sueldo de la patronal (pistolerismo). A
estos casos se refiere cuando habla de los asesinatos. También las reclamaciones nacionalistas
(Lliga Regionalista, que ha conseguido la formación de la Mancomunitat, PNV...) son objeto de
preocupación para los militares (“propaganda separatista”) y causa del golpe de estado. Hay
también una cita clara entre las causas al problema de las responsabilidades de Annual,
problema que envenenaba la realidad política española. La posibilidad de que la comisión
parlamentaria encargada de su investigación señalase al rey como responsable de la matanza
de 12.000 españoles es, para muchos historiadores, uno de los principales argumentos para dar
el golpe de estado, golpe que paralizó la investigación de forma inmediata.
El gobierno del general, que se proyectó como provisional, pasó por dos fases o Directorios
claramente diferenciados:
DIRECTORIO MILITAR (1923-25).
Primo de Rivera asume todos los poderes al frente de un directorio militar formado por altos
mandos del ejército. Suspende la Constitución, ilegaliza los partidos y sustituye a todos los
gobernadores civiles por militares. Las principales medidas fueron:
-- Reestablecer el orden social mediante acciones represivas, especialmente dirigidas contra los
anarquistas.
-- Creará una milicia especial de defensa, el Somatén Nacional, en 1923.
-- Postura intransigente ante los nacionalistas:
-- En Cataluña suspende la Mancomunitat y prohíbe el uso del catalán. Esto los radicalizará
creciendo el independentismo republicano.
-- Control del Rif.
DIRECTORIO CIVIL (1925-30).
Aprovechando un buen momento, conseguida la paz social y la paz en Marruecos, Primo de
Rivera trata de institucionalizar la dictadura. Para ello nombra un nuevo directorio donde hay
militares y civiles como José Calvo Sotelo (Ministro de Hacienda), estos últimos pertenecientes
a la Unión Patriótica, partido único creado por la dictadura, que no llegó a ser un movimiento
de masas. Tratan de justificar la dictadura por el relativo éxito económico y la paz social
* POLÍTICA ECONÓMICA.- Existe un buen contexto internacional. Las principales medidas
tomadas serán:
· Fomento de las Obras públicas. (Carreteras, ferrocarriles, confederaciones hidrográficas.)
· Creación de monopolios, como Telefónica (1924) y CAMPSA (1927)
· Proteccionismo.Los problemas de esta política fueron el déficit público y el atraso agrícola
debido a la ausencia de una reforma agraria y a la debilidad del mercado interior.
* POLÍTICA SOCIAL.- Se pretendía hacer un reformismo social paternalista.
*INTENTO DE LOGRAR PRESTIGIO INTERNACIONAL
*También serán importantes los intentos de lograr prestigio internacional, con la celebración
en 1929 de la Exposición Iberoamericana de Sevilla y la Exposición Internacional de Barcelona.
¿A qué políticos profesionales se hace referencia en el texto y cuáles fueron los principales
organismos creados por la Dictadura para perpetuarse en el poder?
Se refiere a los políticos de los partidos dinásticos que habían detentado el poder desde 1875.
Cánovas había creado un sistema político fraudulento para mantener una apariencia de
sistema democrático, pero el poder sólo podía recaer en manos de los dos partidos dinásticos,
el conservador y el liberal. Estos, a través de la manipulación electoral, ejercían, sobre todo en
el campo, gracias a los caciques, la compra y coacción de los votantes o la simple alteración de
los sufragios. De esta manera conseguían que salieran elegidas aquellas personas que el
gobierno había dispuesto a través del encasillado, transmitido a las provincias por medio de los
gobernadores civiles.
Las envidias y las disputas por el poder habían ocasionado la disgregación de estos partidos
dinásticos en facciones, lo que favorecía el desgobierno y hace caer a la clase política en el
desprestigio. Por eso, el general golpista prohibirá los partidos políticos durante su dictadura,
incluidos los dinásticos. Y cuando trató de normalizar la vida política española (Directorio civil)
lo hizo sin pluralidad de partidos, pues sólo legaliza uno, el suyo, la Unión Patriótica, que
pretendía imitar el modelo de partido único italiano.
La Dictadura tratará de crear unas organizaciones corporativas que sustituyan al sistema
parlamentario, como la Asamblea Nacional Consultiva (1927), que planeó una Constitución
corporativa, pero apenas tuvieron aceptación.
Posicionamiento de Primo de Rivera ante el problema de Marruecos.
El segundo gran objetivo que se plantea el gobierno es dar solución al problema de Marruecos.
En principio, Primo de Rivera parecía alejado de las posturas africanistas y algunos medios le
consideraban partidario del abandono del Protectorado. Pero cuando Abd el Krim comenzó a
atacar el Protectorado francés, la situación cambio. La colaboración francesa, inexistente hasta
ahora, hizo posible controlar a los rebeldes. Desde 1925, Petain colaboró con los españoles y
esto posibilitó el desembarco de Alhucemas (1925). El ejército español realizó un desembarco
en la bahía y se atacó la región central del Rif, núcleo de los sublevados, tomando Axdir, la
capital del Abd el Krim. El líder marroquí se rendirá y todo el protectorado será controlado por
España. Este éxito militar consolidará la figura de Primo de Rivera y hará crecer la influencia de
los militares “africanistas” (Franco, Sanjurjo, Millán Astray...) en el ejército y en la política
nacional.
Acciones de la Dictadura de Primo de Rivera en el ámbito social y laboral.
El dictador tratará de realizar un reformismo social paternalista. Para ello tomará una serie de
medidas:-- · Reformas legales para mejorar la situación de los trabajadores.-- Se busca la
colaboración con algunos sindicatos (UGT) pero a la CNT y a los comunistas (el PCE se había
escindido del PSOE en 1921) se les ilegaliza y persigue.-- Se crea la Organización Corporativa
Nacional, organización de comités laborales paritarios mitad patronal, mitad sindicatos, para
solucionar los conflictos. En este caso se trata de imitar el modelo corporativista de inspiración
fascista.
VALORACIÓN
Primo de Rivera plantea en este manifiesto que rompe con la legalidad para recoger las ansias
de los que no ven otra solución para la situación de España que liberarla de los profesionales de
la política, responsables de las desdichas e inmoralidades que se iniciaron en 1898. Éstos tienen
secuestrada la voluntad del Rey, y aunque parecen distintos, “se avienen fáciles y contentos al
turno”.
Ha llegado pues, el momento de pedir responsabilidades y de gobernar los militares o civiles
próximos a ellos, en un movimiento que es “por España y por el Rey”. Termina con una clásica
bravuconada militar: el que no tenga cojones que se quede en casa.
El 23 de septiembre, el general Primo de Rivera se pronunció contra la legalidad constitucional,
declaró el estado de guerra y exigió que el poder pasase a manos de los militares. El golpe de
estado se justificó con la tesis de que el régimen constitucional estaba bloqueado y
desprestigiado y existía un grave peligro de revolución social. Para Primo de Rivera, la toma del
poder era algo que debía hacer, una obligación frente a España y los españoles. Criticaba a los
“profesionales del política” y al turno político, elementos todos ellos de la Restauración. Señala
1898 como el inicio de los males de la patria, de ahí que añada algunas pretensiones
regeneracionistas, de cambio, de limpieza moral, de eliminación del caciquismo y de todas las
redes de clientelismo surgida en la restauración, aunque también está de acuerdo con el
mantenimiento del orden y con la unidad nacional.
Es importante señalar la implicación del rey en este golpe de estado y en la instauración de este
régimen autoritario. Al ver que la oposición crecía y que no contaba con el apoyo de sus
propios compañeros de armas, Primo de Rivera presentó al rey Alfonso XIII su renuncia el 28 de
enero de 1930, dejando tras de sí todo un cúmulo de problemas: nacionalismo, obrerismo,
crisis económica e incluso la misma viabilidad del sistema monárquico. Falleció el 16 de marzo
de 1930 en
París.
19.- MANIFIESTO DE LA AGRUPACIÓN DE INTELECTUALES AL SERVICIO DE LA
REPÚBLICA. 1931.
... creemos que la monarquía de Sagunto ha de ser sustituida por una República.
Pero es ilusorio imaginar que la Monarquía va a ceder galantemente el paso a un
sistema de Poder público tan opuesto a sus malos uso, a sus privilegios y egoísmos.
Sólo se rendirá ante una formidable presión de la opinión pública. Es, pues,
urgentísimo organizar esa presión, haciendo que sobre el capricho monárquico pese
con suma energía la voluntad republicana de nuestro pueblo. Esta es la labor ingente
que el momento reclama. Nos proponemos suscitar una amplísima agrupación al
servicio de la República, cuyos esfuerzos tenderán a lo siguiente:
Primero: movilizar a todos los españoles de oficio intelectual para que formen un
copioso contingente de propagandistas y defensores de la República española.
Segundo: Con este organismo de avanzada, bien disciplinado y extendido sobre toda
España, actuaremos apasionadamente sobre el resto del cuerpo nacional, exaltando
la gran promesa histórica que es la República española.
Tercero: Pero, al mismo tiempo, nuestra Agrupación irá organizando, desde la capital
hasta la aldea y el caserío, la nueva vida pública de España en todas sus bases a fin
de lograr la sólida instauración y el ejemplar funcionamiento del nuevo Estado
republicano.
11 de febrero de 1931.
CLASIFICACIÓN
Texto histórico circunstancial de carácter político Es una fuente primaria y directa. Es
un texto público. Tuvo gran repercusión por los personajes que lo firman. Fechado el
11 de Febrero de 1931 antes de las elecciones municipales que dan el triunfo a la
República.
Segovia, la tierra de Juan Bravo, una avanzadilla en la instauración de la República en
España, fue noticia nacional el 14 de febrero de 1931. Ese día, la Agrupación al Servicio
de la República fundada por José Ortega y Gasset, Ramón Pérez de Ayala y Gregorio
Marañón presentó su ideario en el teatro que lleva el nombre del comunero
segoviano. Antonio Machado ejerció de anfitrión.
Las crónicas de la época subrayaron la calidad de los oradores, en especial de Ortega,
«elocuentísimo y rebosante de pasión». El mismo que había firmado en ‘El Sol’ su
famoso ‘Delenda est monarchia’, pidió al pueblo segoviano que se rebelara contra los
vicios del pasado, arremetió contra la Monarquía de Alfonso XIII y apostó por el acceso
a la vida pública de todas las clases sociales. El mitin, que había estado a punto de ser
prohibido, resultó un éxito que sus ilustres protagonistas celebraron después en el
hotel Comercio Europeo con «brindis fervorosos» por la República.
ANALISIS Y COMENTARIO
La '''Agrupación al Servicio de la República''' fue un movimiento político español
creado a principios de 1931 por [José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Ramón
Pérez de Ayala. Su Manifiesto fundacional fue publicado en ''El Sol'' el 10 de febrero de
1931 El 14 de febrero tuvo lugar su primer acto público en el Teatro Juan Bravo de
Segovia, bajo la presidencia del poeta Antonio Machado. El día siguiente, 15 de
febrero, el jefe del Gobierno, el general Dámaso Berenguer, presentó su dimisión.
La Agrupación al Servicio de la República no fue creada con la intención de ser un
partido, sino un grupo de unión de intelectuales y profesionales interesados en
construir un nuevo Estado. La ASR debe entenderse como una empresa de Ortega, en
la línea del artículo "El error Berenguer “publicado en ''El Sol (España)|'' el 15 de
noviembre de 1930, el que Ortega y Gasset concluía, frente a la crisis del régimen de la
Restauración y de la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera: "¡Españoles,
vuestro Estado no existe! ¡Reconstruidlo! 'Delenda est Monarchia'.
Dado el importante apoyo social que consiguió el llamamiento de la Agrupación al
Servicio de la República, ésta se fue convirtiendo en partido.
El primer objetivo de la Agrupación al Servicio de la República (ASR) era la convocatoria
de elecciones constituyentes, y la construcción de un Estado "auténticamente
nacional" integrador de todas las clases de ciudadanos.
En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, la Agrupación al Servicio de la
República (ASR) no presentó candidatos pero pidió el voto para la candidatura
republicana. Después de la proclamación de la Segunda República española dos días
después, José Ortega y Gasset elogió la tranquilidad con la que el Gobierno provisional
republicano había llevado a cabo el cambio de régimen.
En vista a las elecciones constituyentes, convocadas para el 28 de junio de 1931, la ASR
presentó candidatos dentro de la candidatura republicano-socialista.
Constituyó un programa de signo liberal que incluía en particular:
== una separación clara de los poderes ejecutivo y legislativo
== un Parlamento unicameral elegido por las regiones, asistido por comisiones técnicas
== una estructuración regional (pero no federal) del Estado en grandes provincias
gobernadas por asambleas y gobiernos locales
== un estatuto general del trabajo, con sindicación obligatoria de los trabajadores
== una "economía organizada", es decir, cierta planificación económica por parte del
Estado, en vista a la construcción de un "Estado social"
== una separación nítida de Iglesia y Estado.
La ASR consiguió 13 escaños de diputados en las Cortes Constituyentes: Justino de
Azcárate, Alfonso García Valdecasas, Juan Díaz del Moral, Bernardo Giner de los Ríos,
José Fernando González Uña, Vicente Iranzo, Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset,
José Pareja Yébenes, Ramón Pérez de Ayala], Manuel Rico Avello, Juan José Santa Cruz
y Publio Suárez Uriarte.
Las intervenciones de Ortega y Gasset en las Cortes, posteriormente recogidas en el
libro ''Rectificación de la República'', eran muy esperadas, comentadas y criticadas, en
particular cuando se expresó sobre el problema de la estructura territorial del Estado y
el Estatuto catalán. Pese a ello, el partido fue relativamente poco influyente en las
Cortes, en parte por causa de las declaraciones del filósofo, que describía su
movimiento como un grupo de intelectuales metidos en política sólo por deber y como
a disgusto.
Muy pronto el líder de la Agrupación al Servicio de la República mostró su desencanto
respecto al nuevo régimen y el cariz demasiado extremista que tomaba.
El "Manifiesto disolviendo la Agrupación al Servicio de la República" fue publicado en
el periódico ''Luz'' el 29 de octubre de 1932. Explicaba que la República estaba ya
"suficientemente consolidada", por lo cual el grupo había conseguido su objetivo y se
disolvía "dejando en libertad a sus hombres para retirarse de la lucha política o para
reagruparse bajo nuevas banderas y hacia nuevos combates".
VALORACIÓN
Los miembros de la Agrupación al Servicio de la República continuaron su trayectoria
política en distintos partidos. La mayor parte pasó al Grupo Republicano
Independiente, pero algunos pasaron al Frente Popular o a la Falange Española.
Cierta falta de claridad y de concreción en el proyecto de la Agrupación al Servicio de la
República impidió sin duda que su mensaje fuera bien entendido por la clase política
española y adquiriese un amplio respaldo social; la imagen del partido quedó
estrechamente vinculada a la personalidad de sus tres fundadores intelectuales
preocupados por crear un nuevo estado.
20.- MANIFIESTO DE ALFONSO XIII A LA NACIÓN. 1931.
Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el¡
amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que este desvío no será definitivo, porque
procuré siempre servir a España, puesto el único afán en el interés público, hasta en
las más críticas coyunturas.
Un Rey puede equivocarse, y sin duda erré yo alguna vez; pero sé bien que nuestra
Patria se mostró en todo momento generosa ante las culpas sin malicia. Soy el Rey
de todos los españoles y también un español. Hallaría medios sobrados para
mantener mis regias prerrogativas, en eficaz forcejeo contra quienes las combaten.
Pero, resueltamente, quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra
otro, en fratricida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más
que míos son depósitos acumulado por la Historia, de cuya custodia ha de pedirme
algún día cuenta rigurosa.
Espero a conocer la auténtica y adecuada expresión de la conciencia colectiva, y
mientras habla la nación, suspendo deliberadamente el ejercicio del Poder Real y me
aparto de España, reconociéndola así como única señora de sus destinos.
También quiero cumplir ahora el deber que me dicta el amor de la Patria. Pido a Dios
que también como yo lo sientan y lo cumplan todos los españoles.
Alfonso, Rey.
ABC, 17 de abril de 1931.
CLASIFICACIÓN
Nos encontramos ante una fuente primaria y directa, es un texto circunstancial y
político, es un documento público. Es el discurso de despedida del que ha sido jefe del
estado de 1902 a 1931, publicado en uno de los principales periódicos españoles. La
pretensión del autor es explicar a todo el pueblo español la razón de su actitud. El
autor es Alfonso XIII, rey de España entre 1902 a 1931, hijo de Alfonso XII, y Mª
Cristina de Habsburgo (regente entre 1885 y 1902). Su reinado marca la decadencia del
sistema de la Restauración y el fin de la monarquía que había estado implicada en la
Dictadura de Primo de Rivera y fue arrastrada por esta en su caída. El texto fue
redactado el día 13 de abril y fue presentado por el rey ante el consejo de ministros el
día 14, por la tarde antes de marchar al exilio, pero se publicaría unos días más tarde,
por prudencia, una vez auxiliada toda la familia real y ante el temor de posibles
reacciones por parte de los monárquicos.
Fue publicado en Madrid el 17 de Abril de 1931 en el diario ABC y otros periódicos del
país para conocimiento de todos los españoles, que son sus destinatarios.
El texto se publica en la prensa nacional el día 17 de abril de 1931, y es la
consecuencia directa de los acontecimientos acaecidos en el país durante la semana
precedente. El día 12 se había celebrado elecciones municipales, en las cuales, con una
alta participación (66,9% del censo, reservado en este momento a varones mayores de
25 años), resultaron claramente triunfadores los partidos antimonárquicos aglutinados
en el Pacto de San Sebastián (PSOE, partidos radicales, republicanos y nacionalistas
catalanes y vascos). Por dicho Pacto, acordado en 1930, los partidos citados se
comprometían a protagonizar una insurrección que instaurara la república en España,
lo que hubiera supuesto la continuación del sistema tradicional de cambio de gobierno
en el país desde el siglo XIX, esto es, el pronunciamiento militar. De hecho, en
diciembre de 1930 se había producido una sublevación fallida en Jaca (Huesca),
protagonizada por los capitanes Fermín Galán y García Hernández.
ANALISIS Y COMENTARIO
En esta ocasión, sin embargo, el cambio no ya de gobierno, sino de régimen, iba a
llegar a través de las urnas y no de un pronunciamiento. El sistema caciquil, que
hasta ese momento se había encargado de manipular las elecciones a
conveniencia, demostraba toda su fuerza en las áreas rurales, pero poco podía
hacer en las grandes ciudades. En 41 de las 50 capitales provinciales triunfaron los
candidatos antimonárquicos. De esta manera, la consulta electoral se convirtió,
en la práctica, en un auténtico referéndum sobre la continuidad de la monarquía.
Nada más conocerse los resultados, varios ministros del gobierno de Juan Bautista
Aznar intentan convencer al rey para que abandone el país. Incluso el ministro de
la Guerra, el general Berenguer, ordena a los capitanes generales que acepten la
voluntad popular. Cualquier duda al respecto se disipa cuando, el día 14,
numerosos ayuntamientos españoles, comenzando por el de Eibar, proclaman la
República. Esa misma tarde, el rey firma el Manifiesto por el que abandona el
trono, y parte hacia el exilio.
El resultado electoral es, en buena medida, la constatación del profundo
descontento existente en el país desde hacía años.
El propio monarca, en el texto de referencia, hace alusión a los graves errores de
gobierno habidos en la década anterior al afirmar que « un rey puede
equivocarse, y sin duda erré yo alguna vez... ». Entre estos graves problemas,
podríamos citar el profundo malestar existente entre un campesinado sin tierras y
que sufre la opresión del sistema caciquil, la incapacidad del sistema económico
para dar respuesta a los anhelos de la burguesía, y, sobre todo, las tres grandes
crisis del reinado: la Semana Trágica de 1909, la crisis de 1917 y el desastre de
Annual. En las dos primeras, promovidas en gran medida por una importante
tensión social, el rey optó siempre por estar al lado de los que mantenían el
orden social que defendía los intereses de la oligarquía política y económica del
país. En la tercera, al monarca se le relacionó con el desastre militar más
importante del estado liberal español fuera de sus fronteras, y todo ello en aras
de la defensa de una política colonial de fuerza y prestigio. Con todo ello, la
monarquía, que además ha otorgado el poder a un dictador como Primo de
Rivera, parece haberse convertido en el elemento a batir.
La recién proclamada SEGUNDA REPÚBLICA será el régimen político español hasta
1936, cuando, con el golpe de estado del general Franco, se inicie la Guerra Civil
Española y la posterior dictadura. Será un periodo convulso marcado por toda una
serie de intentos de reformas diversas, algunos acabados con más éxito que otros;
esta labor se podría resumir en:
La constitución de 1931. De las más democráticas que se han hecho en España.
Trataba de establecer un estado social de derecho, en donde no solo quedasen
resguardadas las libertades individuales, sino también los derechos sociales y
nacionales. Tuvo una cierta tendencia izquierdista fruto de la falta de consenso con
la derecha, lo que se muestra sobre todo en su anticlericalismo.
Reforma religiosa. Se establecieron una serie de leyes, algunas de ellas en la
propia constitución, para reducir el poder de la Iglesia. Se disuelve la Compañía
de Jesús; se realiza una Ley de Congregaciones que regulará las actividades
económicas de la iglesia y se le coartará su capacidad docente; se suprimirá el
presupuesto para el clero, lo que priva a la Iglesia de su principal fuente de
financiación, y en general se pretenderá una laicización de la sociedad al
permitirse el matrimonio civil, la secularización de los cementerios y el divorcio. La
Iglesia se opondrá frontalmente a la República convirtiéndose en la abanderada de
los que se oponen a ella. Reforma Agraria.
Reforma Agraria:
La Ley de 1932 va a pretender acabar con este problema histórico. La Ley
pretende eliminar el latifundismo, modernizar la agricultura y acabar con el
hambre de tierras del campesinado español formado en gran parte de jornaleros.
Se adoptó la forma de la expropiación con indemnización (en la mayor parte de
los casos) de los latifundios subexplotados o no explotados directamente. El
encargado de realizar estas actuaciones será el IRA (Instituto de reforma Agraria).
El proceso de Reforma encontró muchas dificultades repentizándose muchísimo,
lo que provocó una fuerte agitación social entre el campesinado. La Reforma se
paralizó durante el bienio conservador, devolviéndose incluso algunas tierras a
sus antiguos propietarios. Con la victoria del Frente Popular se produce un gran
impulso (en algunos casos son ocupaciones que serán legalizadas).
Reforma militar. Se pretendía:
== La profesionalización del ejército. El ejército español padecía de macrocefalia.
Demasiados oficiales para tan pocas unidades en efectivo. Para combatirlo se trató
de reducir el número de regiones militares y capitanías generales. Se suprimió la
academia militar de Zaragoza dirigida por Franco.
==
La fidelidad a la República. Se ofreció el retiro voluntario y remunerado a los
oficiales monárquicos, se sometió a la jurisdicción civil y se creo un nuevo cuerpo de
orden público fiel a la República: los Guardias de Asalto.
Reformas sociales.
Se va realizar una legislación favorable a los trabajadores, especialmente desde
el ministerio de Trabajo dirigido por Francisco Largo Caballero. La república,
además, se va a preocupar especialmente por la educación.
Se va a realizar una importante reforma educativa centrada en la extensión de la
enseñanza primaria. Para ello se van a crear nuevas escuelas (6.000) y se va a dar
trabajo a multitud de maestros.
Establecimiento de un sistema de autonomías para las regiones históricas. Se
trataba de dar así respuesta a las aspiraciones nacionalistas. En septiembre de 1932 se
aprobaba el Estatuto de Cataluña. Gracias a él se formará la Generalitat de Cataluña
dirigida durante todo el periodo por ERC (Primero por Macia y después por
Companys). Estuvo suspendida entre 1934 y 1936, pero después de las elecciones
del 36 volvió a restaurarse. Se negociaron otros estatutos pero el bienio
conservador primero y la guerra después impidió su aprobación salvo en el caso
de País Vasco que fue aprobado en 1936 iniciada ya la guerra (Gobierno
autónomo dirigido por el PNV de José Antonio Aguirre).
VALORACIÓN: La importancia del texto firmado por Alfonso XIII, en el momento
en que se escribe, es capital, ya que marca el fin del régimen político por el que
se había regido España (con la excepción del breve periodo de la SEGUNDA
REPÚBLICA) desde su formación como Estado. La monarquía, sin embargo, volverá
a proclamarse en España 44 años después, en 1975, tras la muerte del dictador
Francisco Franco, con la coronación de don Juan Carlos I, nieto de Alfonso XIII. Ello
nos lleva a fijarnos en otra afirmación del texto: “No renuncio a ninguno de mis
derechos…”. Alfonso XIII abandona el trono, pero no renuncia a sus derechos
dinásticos. Esta es la razón por la cual, durante la dictadura franquista, una parte
del exilio se aglutina en torno a la figura de D. Juan, hijo del rey depuesto,
reclamando la reinstauración de la monarquía en España. El propio general
Franco parece hacer suya esta idea cuando proclama al príncipe don Juan Carlos
como se heredero. Finalmente, don Juan cederá los derechos dinásticos a su hijo
siendo éste ya monarca.
FUENTE: RECOPILACIÓN EN INTERNET POR EMILIO MORA GÓNGORA JEFE
DEPARTAMENTO DE DE HISTORIA DEL IES SAAVEDRA FAJARDO DE MURCIA
DEL
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