La presencia musulmana en España

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La presencia musulmana en
España (I)
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Al-Ándalus, ochos siglos de presencia musulmana
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I.
La conquista de la Península Ibérica por los musulmanes
Los árabes musulmanes iniciaron en el siglo VII una extraordinaria expansión por todo el
Próximo Oriente y la costa norteafricana llegando hasta las costas del Océano Atlántico.
Cruzando el Estrecho de Gibraltar en el 711, llegarían hasta la Península Ibérica aprovechando
la debilidad de la monarquía visigoda, inmersa en constantes luchas por controlar el poder
monárquico. Llamados por la facción visigoda de Witiza, que pretendía derrocar del trono al rey
Rodrigo, los musulmanes dirigidos por el bereber Tariq, derrotaron en la batalla de Guadalete
(711) al último rey visigodo, Rodrigo, iniciando la conquista de la Península Ibérica. Se inicia así
una presencia musulmana que se prolongaría por espacio de ocho siglos.
Las poblaciones árabes y bereberes del norte de África incorporaron sus estructuras
administrativas, económicas y sociales, su religión y su cultura, al tiempo que rebautizaron a
Hispania con el nombre de Al-Ándalus.
II. El Emirato de Córdoba
Conquistada la Península Ibérica, ésta se convierte durante medio siglo, 711-756, en un valiato,
o provincia del califato Omeya de Damasco, de quien dependerá política y religiosamente. AlÁndalus se dividirá en varias regiones bajo el mando y la dirección de un gobernador político y
militar, el walí, y se establecerá su capital en Córdoba.
Los musulmanes realizan en este momento algunas incursiones por el norte de la Península,
donde fueron derrotados por los astures en la Batalla de Covadonga (722). Llegan hasta Francia
donde ocupan algunas ciudades como Narbona, pero sufrieron un duro golpe ante el ejército
franco dirigido por Carlos Martel en la Batalla de Poitiers (732) que supuso el fin de la expansión
árabe musulmana por Europa.
En el 750 se produce un golpe de estado en el califato. La dinastía Abasí se hace con el poder
exterminando a los Omeyas y trasladando la capital a Bagdad. Hasta Al-Ándalus consigue llegar
el único superviviente de los Omeyas, Abderramán, donde se hace con el poder proclamándose
emir -título equivalente a príncipe o jefe militar-. Se da inicio al denominado Emirato de
Córdoba, 756-929, donde se rompe la dependencia política de Al-Ándalus con el Califato,
aunque reconociendo la autoridad religiosa del Califa de Bagdad.
En este momento se lleva a cabo un afianzamiento de los musulmanes en la Península al tiempo
que una reorganización administrativa, más centralizada, con sede en Córdoba, que logró
aumentar las rentas del estado y crear un fuerte ejército que garantizará el poder. A su vez el
territorio se divide en “koras”, al mando de jeques. Numerosos reductos fortificados se
construyen para controlar las fronteras del emirato. En esta fase hubo un crecimiento
demográfico, se mejoran las explotaciones agrarias y artesanales. Aumenta el comercio y se
fomentan las manifestaciones artísticas e intelectuales. Las luchas internas continuaron por la
diversidad étnica y religiosa de su población
II.
El Califato de Córdoba 929-1031
Apoyado en un gran poder económico y militar, Abderramán III se proclama en 929 Califa de
Córdoba, lo que significaba la independencia, no sólo política, sino también religiosa de Al –
Ándalus de de cualquier poder externo (caso del Califato Abasí de Bagdad).
Su política se centrará en la pacificación exterior (frena el avance cristiano por la meseta norte y
elimina las presiones de sus levantiscos hermanos del Magreb) así como interior (acaba con las
luchas internas entre árabes, musulmanes no árabes, judíos, mozárabes, muladíes…, que
amenazaban con la disgregación de Al-Ándalus, a la vez que le impedían el ejercicio de su poder
absoluto.
Este esplendor continúa con sus descendientes Alhákan II (bajo quien Córdoba alcanza su
máximo desarrollo cultural) llegando hasta Almanzor.
Almanzor fue un jefe militar que acumuló el poder en sus manos y quien organizó un importante
ejército con el que emprenderá numerosas expediciones militares (aceifas) contra los reinos
cristianos del norte, llegando hasta Santiago y Barcelona. Esta política ofensiva, guerrera, sumió
al estado en una crisis económica que hizo aumentar la presión fiscal y con ello la inestabilidad
social y política, que será aprovechada por las familias nobles musulmanas de las provincias para
independizarse del poder de Córdoba, motivando el fin del Califato (1031) que se divide en una
veintena de estados (Granada, Sevilla, Toledo, Badajoz, Valencia…), son los denominados Reinos
Taifas.
Test
1.
¿En qué batalla fueron rechazados los musulmanes en su avance por tierras francas?
a) Marsella.
b) Toulouse
c) Poitiers
d) Montpelier
2.
¿Cómo se denomina la Península a partir de la invasión de los musulmanes en el 711?
a) Iberia
b) Hispania
c) Al-Ándalus
d) Magreb
3.
¿Quién será el único superviviente de la dinastía Omeya que huye a la Península
Ibérica haciéndose con el poder y proclamando un emirato independiente?
a) Almanzor
b) Abderramán
c) Miamónides
d) Averroes
4.
¿En qué periodo se produce la independencia religiosa de Al-Ándalus respecto de la
autoridad de Bagdad?
a) Califato
b) Emirato
c) Reinos Taifas
d) Reino Nazarí de Granada
5.
¿A qué rey visigodo pretendían derrocar los partidarios de Witiza?
a) Ataúlfo
b) Alarico
c) Rodrigo
d) Recesvinto
6.
La Batalla de Guadalete se produce en el año…
a) 820
b) 722
c) 711
d) 929
7.
Un valiato es …
a) Un militar
b) Un jefe religioso
c) Un gobernador
d) Una provincia
8.
La Batalla de Covadonga se produce en el año…
a) 820
b) 722
c) 711
d) 929
9.
¿ Bajo qué gobernante Córdoba alcanza su máximo desarrollo cultural?
a) Alhákan II
b) Almanzor
c) Abderramán
d) Jusuf ibn Tsafin
10. ¿Cómo se denominan las expediciones militares musulmanas sobre los terriotrios
cristianos?
a) Muladíes
b) Aceifas
c) Parias
d) Razias
Respuestas:
1c/2c/3b/4a/5c/6c/7d/8b/9a/10b
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