Recuerdos de familia

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Recuerdos de familia
En el noroeste de los Estados Unidos, más precisamente en Chicago, se
escuchaba la campana de la puerta en la casa del abuelo Elgar.Cuando él
abrió la puerta allí se encontraba Lincoln y Kennedy, sus nietos, y su hija
Soledad.
-
Hola mis queridos nietos ¿imaginan que día es hoy?-preguntó el abuelo
Elgar.
-Si sabemos abuelo, hoy es 1 de enero de 1900,¡el nuevo siglo comienza!dijeron sus nietos.
-Recuero hace exactamente 50 años cuando en Inglaterra, en el castillo de
canterville, festejamos la mitad del siglo. Estaba con toda mi familia, tíos,
abuelos y primos. Esa casa me trae tantos recuerdos…
-¿Puedes contar algunos de esos recueros abuelo? interrumpió Kennedy la
conversación del abuelo.
-No a todos les cuento mis travesías por el castillo, pero hoy haremos una
excepción con ustedes ya que son mis nietos favoritos. Escuchen:
Recuerdo cuando yo tenía la edad de Lincoln, unos 12 años, y nos
mudamos el castillo de Canterville. Muchas personas nos habían advertido
Edel as apariciones de un fantasma, pero mi papá convencido del a
inversión que estaba haciendo, decidió comprarla…
-Espera un segundo abuelo-exclamó Kennedy deteniendo el relato del
abuelo- los fantasmas no existen-exclamó furiosamente.
-Claro que existen-gritó el abuelo levantándose de la silla como si tuviera un
resorte.- y si no me creen pregúntenle al tío-abuelo de su madre, Brum.
-Pero abuelo, el tío Brum vive en el castillo de Canterville. Ese lugar queda
en el otro continente, ¡en Europa!-exclamó Kennedy.
-¡Entonces abuelo debemos viajar hasta allí!
-No sé niños, primero debo pedir en la fábrica Pinkerton una licencia para
viajar, pero calculen que tal vez en un mes podremos estar subiéndonos a un
barco. ! Entonces niños empiecen a preparar las valijas!
Un mes después, el abuelo Elgar, Kennedy, Lincoln y su madre Soledad se
subieron a un barco con destino a Inglaterra, mas precisamente a Londres.
Luego de 15 días arribaron a las costas de Inglaterra, y su próximo destino
sería el Castillo de Canterville, donde los esperaba el Sr. Y Sra. Otis el gemelo
Brum con ansiedad de verlos.
Al llegar al castillo, el abuelo Elgar se vio asombrado por sus
condiciones: los vidrios de las torres rotos, las flore marchitas, el color de las
puerta despareja, la campana de las puerta oxidada. El castillo era una
completa de decepción para el abuelo Elgar, de tal modo que prejuiciosamente
preguntó:
-¿Qua ha pasado con el castillo en estos últimos tiempos?
-El castillo está transitando una etapa en donde necesita una importante
reparación, lo cual no podemos pagar,-dijo cautelosamente el Sr. Otis-aparte
,este castillo hijo mío, ya tiene una importante cantidad de años cumplidos, por
este lugar han pasado ciento de cosas que han hecho que lo caracterice como
un monumento histórico y también ha quedado en un millón de memorias que
podemos relatar por generaciones. Eso es tu deber que debes cumplir…
-Y por esto estoy aquí padre, para que mi gemelo me ayude a recordar esas
maravillosas historia que hemos pasado juntos.-anunció el abuelo Elgar.
-¡Claro que te ayudare! A recordar esos momentos de la historia que han
marcado nuestras vidas-exclamó el gemelo Brum.
Atravesaron la sala etilo Tudor, entraron a la sala de lectura i biblioteca, que ya
no tenía libros, hasta llegar a la sala de estar donde habitaba un ambiente frío y
en soledad que no era común en su infancia. Se sentó la familia Otis y al
instante una extraña dama, vestida de seda blanca con un delantal atado su
cuello de color negro, le trajo a toda la familia un té. De repente el abuelo Elgar
preguntó:
-¿Qué ha pasado con la señora Ummey?
-Cuando te fuiste a trabajar a Chicago, a esta fábrica del quitamanchas Ideal…
-Pinkerton-exclamó el Sr. Otis
-Sisí, al a fabrica Pinkerton, la Sra. Ummey falleció por un para cardiaco, ya
que tu gemelo Brum en una noche da tormenta, pintó la mancha del fantasma
de Canterville y pasó lo mismo que la otra vez, pero como consecuencia esta
vez, no resistió semejante susto…
- ¿Que pasó la anterior vez biabuela Otis?-preguntó Lincoln.
-
La anterior vez el fantasma de Canterville, Sir Simon…
-
Mamá espera, vamos a hacer lo que vinimos a hacer con mi hermano
Brum-exclamó el abuelo Elgar interrumpiendo a su madre.
-
-Claro que sí-exclamó uno de los gemelos-recuero cuando llegamos a
este castillo, todo el pueblo nos advertía que ahí había un fantasma
dentro, que había matado a muchas personas…-¡Es cierto!-interrumpió
Elgar-todos lo consideraban como un escalofriante fantasma, que era
imposible habitar el castillo con el viviendo entre nosotros. Pero en
realidad él nos tenía miedo a nosotros con todas las bromas y trapas
que le Jugamos.
-Sisi es cierto, recuero cuando al escuchar ruidos en las sala de la
biblioteca, bajamos las escalera y con muestra cerbatanas le
empezamos a dispara perdigones.-dijo Brum
-Sisi…también recuerdo cuando Sir Simon, al entrar a nuestra habitación
se derramó encima de él un balde que habíamos colocado entre la
puerta entre abierta-dijo Elgar
-Ahh…sí, por eso el fantasma tuvo un importante papel en toda mi infancia-Sin
el no hubiera pasado esos momentos tan felices con i hermano y no le hubiera
dad tanto significado a este castillo.-dijo Elgar.-Sin él no hubiera conocido él
origen del quitamanchas Ideal. Sin él no hubiera encontrado mi camino en la
vida.
Al terminar de pronunciar Elgar su última palabra la familia Otis finalizó la tarde
tomando té.
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