ENSEÑAR A PEDIR PERDÓN Y SER EMPÁTICOS La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando. Las personas con una mayor capacidad de empatía son las que mejor saben "leer" a los demás. Son capaces de captar una gran cantidad de información sobre la otra persona a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura, su expresión facial, etc. Y en base a esa información, pueden saber lo que está pasando dentro de ellas, lo que están sintiendo. Además, dado que los sentimientos y emociones son a menudo un reflejo del pensamiento, son capaces de deducir también lo que esa persona puede estar pensando. La empatía es esencial para tener éxito personal. Los padres normalmente están preocupados por las notas académicas de sus hijos. Sin embargo, a veces todo ello son cuestiones secundarias en la formación de los pequeños cuando hablamos de triunfar. Existen otras aptitudes más importantes, como la empatía, que determinarán que un niño triunfe desde las edades más tempranas. Educarles en la empatía desde pequeños será la clave para conseguir personas felices y buenos profesionales, capaces de trabajar en equipo, preocupadas por los problemas sociales y con la capacidad de experimentar. Personas que, en definitiva, sepan gestionar su entorno. CÓMO ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS EMPATÍA Acércate a tu hijo y preocúpate por sus necesidades. Cuando los niños sienten que sus necesidades se toman en cuenta en su hogar entonces tienen más posibilidades de sentir empatía hacia los demás. Trata a tu hijo como a un ser independiente. Estudios recientes han confirmado que cuando a los niños se les educa y se les trata teniendo en cuenta que ellos tienen pensamientos propios, creamos adultos capaces de ponerse en el lugar de los demás. Siempre es bueno que hables con tu hijo sobre su estado emocional, qué desea, sus necesidades, anhelos, miedos, etc. Aprovecha cualquier oportunidad para inducirlo a que sea comprensivo con los demás. Por ejemplo, si en la televisión ves a alguien que está siendo victimizado habla con tu hijo acerca de esta situación y de cómo cree que se siente esa persona. Es muy importante evitar caer en estereotipos o creencias que son erróneas. Ayuda a tu hijo a ver qué cosas tiene en común con otras personas. Muchos experimentos recientes sugieren que los niños sienten más empatía por aquellos individuos que le son familiares o similares a él. Procura analizar esto desde diferentes ángulos para que ellos aprendan que aunque pueden compartir experiencias o características con una persona, con todos puede tener algo en común. Inspira buenos sentimientos en tu hijo a través de las relaciones sociales sanas y el afecto. Cuando se liberan altos niveles de oxitocina en el cuerpo como consecuencia de las interacciones sociales placenteras somos capaces de “decodificar” con más facilidad el significado de las expresiones faciales de otros y podemos sentir más empatía por los demás. Enseña a tu hijo a pedir perdón. De cara al futuro, saber pedir perdón y perdonar se convertirá en una clave importante para liberarse, un ejercicio que le dará paz y tranquilidad. Esta actitud le será de mucha utilidad en otras relaciones que tendrá que vivir de adulto. No olvidemos que el perdón es una expresión de amor: se perdona a alguien porque se le quiere, y se le pide perdón por el mismo motivo. Enseñar a los niños a pedir perdón es educar su corazón. ENSEÑAR A LOS NIÑOS A PEDIR PERDÓN Cómo ayudar a los niños a pedir perdón Explícale con claridad lo que ha hecho mal y porqué está mal. Háblales de sentimientos para ayudarle a comprender a entender el malestar causado, preguntándole cómo se sentiría él si le hiciesen lo mismo. Enséñale formas de pedir disculpas: que dé la mano o un abrazo, un beso, o simplemente que diga que no era su intención hacer las cosas mal. Dale un empujoncito si le cuesta: "yo le digo que lo sientes mucho y tú le das un abrazo" Elógiale cuando haya pedido perdón y hacer énfasis en lo bien que se siente uno después Trucos para ser un ejemplo para los niños y enseñar a pedir perdón 1. Cuando nuestro hijo obre mal, juzguemos el hecho, no su persona. 2. Muchos niños usan el "lo siento" para librarse de un castigo. Enséñale que pedir perdón no sirve de nada si luego se va a volver a actuar mal. 3. Es importante que aprenda a pedir perdón en su justa medida: que no se escabulla con un "yo no he sido" o "yo no tengo la culpa" si realmente la tiene, y enséñale a asumir las consecuencias. 4. Seamos un ejemplo para el niño: que nos vea disculparnos con naturalidad. Perdonar es reparar el daño cometido No sólo hay que reprenderle cuando actúa mal; lo más importante es que le ofrezcas la oportunidad de restablecer ese daño cometido, y que vaya viendo que sus actos tienen consecuencias y por lo tanto, se responsabilice de ellos. Sin duda, nuestro hijo aprenderá muy bien el poder reconfortante del perdón si nos ve ejercerlo en casa. A los niños les duele especialmente el rechazo de los demás y, a estas edades, mucho más si ese rechazo proviene de nosotros, sus padres. Si somos capaces de pedirle perdón cuando le riñamos sin motivo o cuando nos equivoquemos al echarle la culpa de algo, nuestro ejemplo le servirá para reforzar positivamente esta tendencia natural a la reconciliación. Si tienes cualquier duda puedes ponerte en contacto con el Departamento de Orientación del Colegio [email protected] Fuentes: www.rootsofempatyhy.org www.psicopedagogia.es www.hacerfamilia.com www.forbes.es Mª Dolores Moriche del Águila. Dpto. Orientación. Colegio Seminario Inmaculada y San Dámaso