Más rápido, más alto, más fuerte… más bit Más rápido, más alto

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A cargo de TONI PRADAS
GETTY IMAGES /KOKI NAGAHAMA
DEPORTES
Más rápido, más alto, más
fuerte… más bit
Las Olimpiadas tienen una
carrera que marca récords,
pero no se registran:
la de las ciencias
S
ATISFECHOS este verano de
deportes hasta el hartazgo, todos
empiezan ya a mirar hacia lo lejos, hacia Tokio, donde en el año 2020
se realizarán los Juegos de la XXXII
Olimpiada. Nada se ve a simple vista,
pero si se estira un poco el gollete se
puede olfatear que será una reunión
repleta de innovaciones de la ciencia.
Debemos, pues, esperar (me permito parafrasear la valoración hecha por
un colega cubano sobre otra cita mundial) “un alarde tecnológico”.
No hay que ser agorero, por supuesto, para afirmar tal cosa. Ya lo
dejó entrever, en la clausura de Río
2016, la presentación que hiciera de
su capital el primer ministro japonés
Shinzo Abe, tocado como el plomero
Súper Mario, un personaje digital con
pinta ítalo-estadounidense, protagonista de videojuegos de diversas plataformas programadas por la empresa Nintendo, con sede en Kioto.
Incluso se sabe que los nipones
quieren mostrarse en 2020 como una
potencia tecnológica, amigable y vigorosa, en medio de retos caseros como
un gran déficit fiscal y el envejecimiento de su población, con la consecuente agonía del sistema de pensiones.
No obstante, van a por todas y la
tecnología puede recolocar al archipiélago en el mapamundi de la confianza, marcado con el alfiler y la bandera del Bit Naciente. Para Abe, las
olimpiadas serán una confirmación
más de que “Japón está de regreso”.
De momento, Yuriko Koike, gobernadora de Tokio, sorteando la presión
de sus paisanos para disminuir los
gastos, prometió que no habrá elefan-
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La televisión en Río 2016 brindó nuevas experiencias a los espectadores.
tes blancos de infraestructura y que
los tokiotas no tendrán que hacerse
el harakiri por una carga económica
adicional.
Y va en serio. Ya el futurista diseño
del estadio nacional tuvo que ser descartado después de que surgieran
cuestionamientos por su alto precio.
Se eligió un nuevo proyecto, de madera y más tradicional, pero no tardó
en trastabillar: no contaba con un lugar para el pebetero que albergará la
llama olímpica.
Todo el planeta admira, desde luego, el ingenio japonés y su capacidad
para convertir un chip en oro. Lo saben allá. Mas las olimpiadas de la prefectura nacida en torno al Castillo Edo
tienen ante sí el reto de superar en
asombro científico-técnico a los recientemente organizados en la capital del antiguo imperio de Brasil.
Échale la culpa a Río
Los cubanos recordarán tecnológicamente los 31º Juegos Olímpicos de la
era moderna como los primeros televisados en la Isla digitalmente y en
alta definición. Sin embargo, en muchas partes del orbe pudo verse además en tercera dimensión (3D).
Desde que los deportes y las
olimpiadas en particular fueron haciendo guiños a la comercialización a
partir de 1972, el desarrollo tecnológico de la televisión, el espectáculo visual y la publicidad se convirtieron en
poco menos que una religión. La
competitividad a ultranza –biofísica,
comercial y política– hizo el resto, y
dejó chiquitos a los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, los primeros
transmitidos por televisión, aunque
únicamente a un público local en una
época en que casi nadie tenía telerreceptores.
Hace cuatro años, solo la gala
inaugural de la reunión de Londres
sentó frente a la pantalla a 900 millones de personas. Este año han sido
tres mil millones, según sopesó el grupo multimedia BBC. No extraña entonces que el 21 de agosto, tras la ceremonia de clausura de los juegos de
Río, el Comité Olímpico Internacional
(COI) lanzara el Canal Olímpico, un
nuevo servicio de televisión por
Internet de transmisión libre, operado por esta organización.
Más allá de usar por primera vez
videos para demandar una decisión
arbitral, Río, el santo y seña actual de
la Tecnosfera, estrenó en cada embarcación del remo y el canotaje la tecnología GPS (posicionamiento global
por satélite), desarrollada por Omega, para seguir las regatas con mayor
exactitud soñada (datos como velocidad y dirección, o las diferentes tácticas usadas por los equipos).
Con Omega, el público pudo además comprobar en tiempo real cuáles son las pulsaciones de un arquero
a punto de tirar la flecha, o algunos
datos como la velocidad de la saeta o
cuánto tardó en alcanzar su objetivo.
16 de septiembre de 2016
RÍO 2016
Para las pruebas
de 800 y 1 500 metros
fue estrenado
un contador de vueltas
a la piscina. El nadador
puede saber cuánto
recorrido le falta
y así desempeñarse
mejor en su tarea.
De la cabeza a los pies
Gorros para enfriar la cabeza, gafas
que regulan la luz y zapatillas que ayudan a ser más rápidos, son algunos
artículos sofisticados que vieron la luz
bajo los brazos extendidos del Cristo
Redentor.
Sencillamente, en Río se estuvo
probando la tecnología del futuro, utilizando a los físicamente mejor dotados como conejillos de Indias que puede agenciarse cualquier patrocinador
deportivo.
Digamos que aquellos deslumbramientos de Londres 2012, como las
prótesis de fibra de carbono en los
NIKE
El nuevo sistema identifica el punto
exacto impactado, con un margen de
error de apenas 0.2 milímetros.
La mítica marca de relojes también introdujo una nueva tecnología
relacionada con la ya clásica photofinish. La cámara se llama Scan
O’Vision Myria y es capaz de tomar
10 000 fotos en un segundo, cinco veces más que la máquina utilizada en
Londres 2012, que se quedó en 2 000.
En la línea de partida fue instalado
un sensor de salidas en falso en los
tacos de apoyo, que midió la presión
ejercida por los pies de cada atleta,
4 000 veces por segundo.
También Río sacó de la manga la
retransmisión –con un día de retraso–
de imágenes de 360 grados en realidad virtual (pueden disfrutarse con
anteojos VR, de Samsung), pero el
canal NBC experimentó la transmisión en directo de algunos eventos.
Para velar por la seguridad de los
11 000 atletas y espectadores, cuatro
globos, con 13 cámaras de alta resolución en cada uno, enviaron directamente al Ejército las imágenes de
amplias superficies.
Mientras tanto, Tokio se juró cubrir sus competencias con el sistema
UHDTV (Ultra Hi-Definition) u 8K,
desarrollado por la Corporación
Radiodifusora de Japón (Nippon
Hoso Kyokai o NHK), la cual mejora
en 16 veces la nitidez de la imagen
de alta definición.
Aun así, el todavía elitista Super HiVision será el formato oficial de las
transmisiones de los juegos, luego de
hacer pruebas desde Londres 2012.
Este es conocido también como 4K,
por cuadruplicar la alta definición actual, esa que vimos los cubanos mediante el sistema local de Televisión
Digital Terrestre o “cajita”.
Las nuevas zapatillas con clavos de longitud y posición irregular ayudan a impulsar
el cuerpo hacia adelante para hacer más rápido al corredor.
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velocistas, los sensores de impacto en
los luchadores de
taekwondo y los chips
en las ropas de los
atletas para conocer
su estado de salud y
rendimiento, cuatro
años después quedaron obsoletos.
En las piscinas
cariocas varios nadadores lucieron gorros
Speedo confeccionados con los datos de la
morfología de la cabeza que tomaron los
escáneres en 3D. De manera que la
silicona, perfectamente ajustada al
cráneo, no permitió entrar ni una gota
de agua.
Los viejos trajes de baño con fibra de carbono evolucionaron hacia
el flamante PowerSkin Carbon-Ultra. Este permitió nadar más rápido a quienes lo usaron –entre ellos
Michael Phelps–, porque agrupó determinados conjuntos de músculos
y aisló los movimientos de los brazos, torso, piernas y pies.
No fue menos el sistema desarrollado por CITEC (Cluster of Excellence Cognitive Interaction) y la
Universidad de Bielefeld, en Alemania, para que los nadadores y nadadoras puedan interpretar cómo están compitiendo en tiempo real y
bajo el agua.
El sistema recoge la forma en que
fluye la presión acuática a través de
las manos del atleta gracias a unos
sensores colocados en la piscina, que
después convierten los datos en pitidos. Un aparato permite al nadador
recibir los estímulos auditivos de este
sistema de “sonificación”, como ha
sido bautizado.
También, para las pruebas de 800
y 1 500 metros fue estrenado un contador de vueltas a la piscina. Suele
pasar que hasta los más experimen25
CITEC
Un nuevo sistema permite a los nadadores interpretar, por medio de estímulos auditivos,
cómo están compitiendo en tiempo real y bajo el agua.
NIKE
tados suelen perder la cuenta. El sistema se basa en la colocación de superficies sensibles en la pared de la
alberca, que se activa tras el toque de
cada competidor. Un monitor en el
fondo de cada carril, cerca del punto
de retorno, devuelve el dato.
Voleibolistas, ciclistas y otros evadieron los deslumbramientos del sol
gracias a las gafas ecualizadoras de
luz, de Oakley, que regularon automáticamente la intensidad y hasta
ajustaron los colores.
Algunos velocistas, por su parte,
llevaron los llamados Spikes, de Nike,
unas botas con clavos de longitud y
Las nuevas cintas
elásticas para
tratamientos
musculares poseen
pinchos en su exterior
para mover el aire
alrededor del cuerpo
y así ser más rápido
el atleta.
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posición irregular, orientados estratégicamente y con un patrón similar
al de una colmena con espinas. Estas zapatillas les ayudaron a impulsar el cuerpo hacia adelante y así ser
más rápidos.
También conocimos de gorros
que se utilizan para enfriar la cabeza, cubierta esta desde la frente hasta el cogote. Nike escaneó la cabeza
del decatlonista estadounidense
Ashton Eaton y la replicó en una
impresión 3D, para fabricarle un
gorro más preciso. Las capas interiores retienen agua para refrescar
la cabeza.
Las cintas elásticas para tratamientos musculares tampoco se momificaron. En agosto llegaron las 2.0, con
protuberancias o pinchos en su exterior para, dice Nike, mover el aire alrededor del cuerpo y así ser más rápido.
Por si fuera poco, varían la disposición
de los pinchos según la disciplina para
la que se utilice la banda.
Ahora los cascos de los taekwondokas tienen sensores para legitimar
el puntaje. A fin de prevenir las lesiones, los voleibolistas estadounidenses
tienen pulseras myVERT, que envían
información a un teléfono inteligente
con el número de saltos y la altura de
estos. Los gimnastas usan el LumiWave en forma de tira con placas
de infrarrojos (50 LED en total), que
sirve como complemento para ayudarlos en su recuperación después de
una rutina. Y así otras…
¿Doping tecnológico?
Necesitados como el pulgar y el índice, el deporte y la ciencia han tenido
una relación carnal que se ha fortalecido en varias áreas del conocimiento y les ha permitido crecer apoyándose mutuamente.
Tan decisiva ha resultado la investigación para la gloria del músculo,
que incluso algunas federaciones han
hecho muecas sobre el uso de ciertos
materiales por el plus que aporta,
como es el caso de los trajes de baño
y otros accesorios utilizados en los
deportes acuáticos. Se considera, por
ejemplo, que determinados materiales inspirados en la naturaleza, como
la dermis de un escualo, pueden reducir el arrastre del cuerpo hasta en
siete por ciento, por las ventajas de la
nanotecnología aplicada a la llamada
biomimética.
¿Estamos en presencia de un doping tecnológico? Por ahora nadie lo
afirma. Sin embargo, hay consenso
al opinar que existe más oportunidad de éxito para quien tiene acceso al progreso tecnológico, con respecto a quien no. De hecho, algunos
explican que los fabulosos resultados de Gran Bretaña en Río se deben a la inversión científica que han
destinado al deporte en los últimos
lustros.
El que más, Estados Unidos, dedica miles de millones de dólares.
Las mismas compañías deportivas
invierten en investigación y los equipos se convierten en la vitrina de sus
productos.
16 de septiembre de 2016
Pero no solo los implementos. El
eje fundamental de la ciencia ha estado en la medicina del deporte, a la que
se han sumado la nutrición, la psicología, la biomecánica, la resistencia de
materiales, la física, las matemáticas,
la química y la genética, entre otras;
un sueño que cuesta hacer realidad
en naciones menos avanzadas.
Omotenashi
En Japón, la palabra omotenashi refleja un estilo nacional de hospitalidad
y servicio, en el que los invitados son
venerados y se les trata con el máximo respeto. Sin duda, el secreto de
Tokio para 2020 será ese don. Aderezado, claro está, con la tecnología.
Hablamos de un país que tiene la
intención de triplicar su gasto en robótica con vistas a esa fecha. Por eso, los
robots no serán solo un recurso para
hacer más llamativo el espectáculo, y
como mismo participarán en los entrenamientos de los atletas, ya veremos
muchos autómatas dando instrucciones en diferentes idiomas.
Se anuncia que los turistas que se
alojen cerca de la Villa Olímpica en
Odaiba, un barrio de Tokio, podrán
elegir como acompañantes a, digamos, robots ayudantes de todos los
tamaños y tipos, que les ofrecerán
consejos sobre la mejor forma de
transporte, la mejor comida y el mejor entretenimiento en la ciudad. Ya
trabaja la empresa japonesa Robot
Taxi Inc. en vehículos sin conductor
para que los visitantes viajen entre
estadios, mientras Panasonic desarrolla dispositivos de traducción que
se pueden llevar al cuello. Eriza imaginárselo.
Seguramente, los adelantos vistos
en Río serán superados en la otrora
sede de las Olimpiadas de 1964. Pensemos que ya fue anunciado, para
2020, que los árbitros humanos usarán tecnología de láser en 3D para
analizar los movimientos complejos
de los gimnastas, lo que les permitirá
asignar puntajes más precisos.
Pero hay más: pretenden los
tokiotas dejarnos en la boca mejor
sabor que el sushi y el wasabi. Se
rumora que en vez de los tradicionales fuegos artificiales, es muy probable la exhibición de una lluvia artificial de meteoritos.
Entonces Súper Mario estará de
pláceme, listo para darnos una cálida, si bien enigmática, despedida:
¡Sayonara!
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¿Dónde está el piloto?
NuTonomy, pequeña empresa filial
del Instituto Tecnológico de
Massachussets (MIT), en Estados
Unidos, anunció el inicio de las
pruebas de su servicio de taxis autónomos en Singapur.
El vehículo es capaz de analizar
todo lo que le rodea y tomar la decisión más correcta en cada caso.
Se trata de un modelo en pruebas,
pero la industria trabaja para ampliarlo a otras naciones hacia el año
2020.
El servicio comenzó con seis autos y aumentará a una docena hacia el
final del año. La meta, dicen representantes de NuTonomy, es tener una flota
completa de taxis en Singapur para 2018, que reduciría el tráfico en las congestionadas carreteras del país.
Los taxis solo hacen recorridos en un distrito comercial y residencial de
6.5 kilómetros cuadrados de extensión, y los puntos de ascenso y descenso
están limitados a lugares específicos. Para usarlos, los pasajeros deben tener una invitación de NuTonomy.
Los vehículos –autos eléctricos modificados Renault Zoe y Mitsubishi
i-MiEV– vienen con un chofer enfrente que está listo para tomar el volante y
un investigador en la parte trasera que observa las computadoras del auto.
Cada vehículo tiene seis pares de Lidar –un sistema de detección que usa
rayos láser para operar como un radar–, incluido uno que rota constantemente en el techo. También cuenta con dos cámaras sobre el panel de instrumentos para detectar obstáculos y cambios de luz en los semáforos.
Infección congénita de zika puede provocar sordera
infantil
La infección congénita del virus zika
pudiera considerarse un factor de riesgo para la audición infantil, concluye
un estudio que muestra su vínculo con
la sordera neurosensorial.
Elaborado por el Hospital Agamenon Magalhães de Brasil con otras
instituciones, y publicado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el
estudio dice que se había relacionado
el zika con la microcefalia y otras enfermedades del cerebro, oculares y lesiones ortopédicas de los hijos de
madres infectadas durante el embarazo, pero se sabe muy poco de la pérdida de audición infantil asociada a la
infección.
Los científicos evaluaron a 70 niños
menores de 10 meses con microcefalia
e infección de zika, de los que se descartó a uno que había recibido un tratamiento ototóxico (perjudicial para el oído), y el 5.8 por ciento dieron positivo en
sordera neurosensorial, un tipo de hipoacusia, que es el término médico para
la incapacidad total o parcial de escuchar sonidos en uno o ambos oídos.
ILUSTRACIONES: ROBERTO FIGUEREDO Y F. BLANCO
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