MENSAJE DEL CABALLERO SUPREMO Queridos Hermanos Caballeros y Amigos: La devoción por la Virgen de la Caridad se remonta a principios del Siglo XVII, cuando una estatua de la Santa Madre cargando al Niño Jesús fue hallada en aguas cubanas por tres jóvenes. Tal como se ha transmitido la historia, tres jóvenes iban en un bote de remos a buscar sal para conservar la carne destinada a los mineros de El Cobre. A media bahía, los jóvenes buscaron refugiarse de una tormenta y acamparon para pasar la noche. En la mañana, vieron un bulto blanco que flotaba hacia ellos. Era una estatua en una tabla con las palabras “Yo soy la Virgen de la Caridad”. Se erigió una capilla en su honor y la devoción por Nuestra Señora de la Caridad se extendió por toda Cuba. Ahora Nuestra Señora de la Caridad llega a los Caballeros de Colón de todo el mundo cuando invocamos su intercesión maternal en nuestro Programa de Oración Mariana. Aunque tiene sus orígenes en Cuba, la devoción a la Virgen de la Caridad es muy apropiada para los Caballeros de Colón por nuestro principio primordial de caridad. Nuestro programa de oraciones también nos da la oportunidad de rezar en solidaridad con el Papa Benedicto XVI, cuya primera encíclica Deus Caritas Est está dedicada al tema de la caridad. Durante cada servicio de oración recordaremos de manera muy especial al Papa y a su ministerio mundial como Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia Universal. Al concluir el programa de oración al cabo de un año, se entregará al Papa un “ramo espiritual”, que incluirá un informe sobre el número total de servicios de oración que se hayan llevado a cabo y el número aproximado de participantes. Nuestra Señora de la Caridad tuvo también un lugar especial en el ministerio del predecesor del Papa Benedicto, el tan recordado Papa Juan Pablo II, quien predicó valientemente el Evangelio durante su histórica visita pastoral a Cuba en enero de 1998. En 1 una ceremonia solemne a la que acudieron miles de católicos cubanos, coronó la estatua de nuestra Señora de la Caridad, quien fue llevada en procesión por las calles. El Programa de Oración Mariana con la imagen de Nuestra Señora de la Caridad es una oportunidad maravillosa para reflexionar sobre la virtud de la caridad y para que todo el mundo conozca las hermosas enseñanzas de Deus Caritas est, donde el Papa Benedicto XVI analiza la verdadera naturaleza de la caridad, basada en el amor de Dios y del prójimo. Siguiendo las enseñanzas del Papa, todos nuestros actos de caridad para las parroquias, las vocaciones y las comunidades deben provenir del amor cristiano, apoyado por la oración constante y la asistencia regular a la misa, e informado por el amor desprendido de Jesús y el corazón maternal de María. La Caridad, o el Amor, es la virtud que debe distinguir a todo cristiano. Jesús dijo a sus discípulos durante la Última Cena “Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros". (Juan 13-34-35). Que este Programa de Oración Mariana nos aporte un mejor entendimiento de la virtud de la caridad y que nos inspire para llevar el amor de Cristo a todos los que nos rodean. Carl A. Anderson Caballero Supremo 2