El papel de las expectativas en los modelos macroeconómicos

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TÍTULO: EL PAPEL DE LAS EXPECTATIVAS EN LOS MODELOS
MACROECONÓMICOS: ¿FUENTE DE INESTABILIDAD?
Gonzalo Cómbita Mora695
El trabajo está dividido en cuatro secciones: las primeras dos muestran las
expectativas adaptativas y racionales, la tercera se muestra la expectativa de
Keynes y la última muestra las visiones Postkeynesianas de Shackle y
Davidson. Cada sección muestra el origen, cómo los individuos adquieren,
procesan y usan la información, su aplicación en los modelos
macroeconómicos y sus críticas. Finalmente se ofrecen unas conclusiones
sobre el impacto de las expectativas Clásicas en la enseñanza, investigación y
manejos de política económica con especial atención en las crisis financieras.
Palabras Clave: Historia del pensamiento macroeconómico, pensamiento
heterodoxo, Expectativas y fluctuaciones cíclicas. JEL: B220, B500, D840,
E320
695
Docente Investigador Universidad de la Salle (sede Bogotá,Colombia)-Programa de Economía. Mail contácto:
[email protected], [email protected].
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1.Introducción
Las expectativas sobre los acontecimientos futuros tiene una radical
importancia sobre las conductas humanas presentes, esto es más que
significativo en una economía de mercado dado que muchas decisiones
dependen de cuestiones como la ganancia esperada, el nivel de precios que va
a prevalecer, la cotización de las acciones en el volátil mundo financiero, etc.
Por ende, ha sido de tremenda preocupación para la teoría económica pero en
especial para la macroeconomía el estudio de la influencia de las expectativas
sobre el devenir de la economía en su conjunto.
Así pues, a lo largo del trabajo se explorará las dos corrientes principales de
expectativas expuestas en la macroeconomía del siglo XX desde la Teoría
General de 1936. Por un lado, se tiene las expectativas congruentes con
principios básicos del modelo Clásico de Fisher y Pigou como el individualismo
metodológico, pleno empleo, flexibilidad de precios y el análisis intertemporal
bajo certidumbre o riesgo mesurable. Este tipo de expectativas, adaptativas y
racionales, tienen como propósito mostrar que la economía es inherentemente
estable, y que los precios y sus proyecciones permiten estabilizar cualquier
desequilibrio real.
La otra corriente es las expectativas exógenas de Keynes (1936 y 1937) las
cuales muestran, por el contrario, que la que la economía es inherentemente
inestable y que los cambios agregados de la confianza (conductas de manada
holistas) son culpables de esa inestabilidad llevando los niveles de ocupación y
empleo ´por debajo de su máxima capacidad. Lo anterior es congruente con
esta perspectiva dado que el futuro es totalmente impredecible y no mesurable
donde el largo plazo estaría influenciado por los cambios en las expectativas de
corto plazo en un proceso de path depence.
Por lo anterior, este trabajo revisará las dos corrientes de expectativas
buscando las claves para incorporarlas en los modelos macroeconómicos,
observando sus principales implicaciones metodológicas.
2. Los monetaristas y las expectativas adaptativas
La idea de expectativas adaptativas696 tiene su origen en David Hume e Irving
Fisher, el primero mostro cómo los agentes económicos como trabadores,
empleadores y consumidores se adaptan lentamente al cambio en la tasa de
inflación; el segundo, para las décadas del 20 y 30, desarrolló el concepto de
rezagos distribuidos que modela el comportamiento en variables como la
producción, el empleo y la tasa de interés ante el lento ajuste de las
percepciones de inflación y las expectativas (Snowdon y Vane, 2002).
El rezago en el ajuste de las expectativas es la idea común en los trabajos de
Hume y Fisher y constituye la esencia del la expectativa adaptativa. En general
los individuos predicen el futuro de las variables económicas teniendo en
cuenta el comportamiento histórico de la variable a pronosticar ajustado por los
errores de predicción cometidos en el pasado. Se trata de un proceso
mecánico de extrapolación univariado en el que los agentes entran en un
696
En el contenido de algunos trabajos las expectativas adaptativas reciben nombres como teoría de ajuste del error
(Harris, 1993), expectativas históricas (Rosende, 2002), expectativas extrapolativas (Argandoña, 1996).
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proceso dinámico donde periódicamente revisan sus predicciones ex ante
contra los valor ex post, y luego adaptan o ajustan sus pronósticos en una
fracción respecto de los errores cometidos en el pasado. Esto se puede
plasmar en la expresión 1 a continuación:
Donde
es el valor pronosticado hoy (periodo t) sobre la variable , el cual
depende del pronóstico tomado en el pasado
más la fracción
del error
de pronóstico
), es decir, la diferencia entre el valor realizado o
efectivo de la variable y el pronosticado.
No obstante, el mecanismo de la expectativa adaptativa es un proceso
dinámico donde dependiendo del valor que tome el coeficiente de adaptación
cualquier discrepancia entre el valor efectivo y el valor pronosticado se corrige
a través del tiempo hasta que es eliminado. Como se puede observar la
ecuación (1) es una condición en diferencias que es susceptible de un proceso
iterativo dinámico donde se reemplaza
y luego
y así sucesivamente hasta que se obtiene la siguiente condición de
convergencia
De lo anterior, podemos apreciar que el valor esperado en el futuro de la
variable es un promedio aritmético con ponderaciones geométricas
decrecientes basado completamente de valores del pasado de la variable . La
condición anterior permite varias interpretaciones dependiendo del valor de ,
si este último vale cero las expectativas son independientes de lo cual las
hace autónomas, y si toma un valor de uno la variable esperada en el futuro
coincide con su valor corriente caso en el cual las expectativas son estáticas
(Gertchev, 2007). Además la propiedad de ponderaciones geométricas
decrecientes muestra que los periodos más recientes tienen una mayor
influencia sobre el valor de la expectativa lo cual suena razonable en términos
estructurales. Esto se que se explica porque el coeficiente de ajuste toma
valores entre
Siguiendo un ejemplo propuesto por Sach y Larrain (2007), Donde
es la
inflación,
la inflación esperada en un periodo antes igual a cero
mientras que el valor efectivo es diez porciento
. Entonces para un
suponemos que el error persiste luego de varios periodos, luego el
pronóstico para el periodo subsecuente continuará ajustándose de forma
progresiva hasta que la inflación observada sea equivalente a la esperada.
Una de las primeras aplicaciones modernas del mecanismo antes mencionado
es el Teorema de la Telaraña desarrollado por Nerlove en 1958, donde se
muestra como en mercados con una oferta inelástica a corto plazo, como la
agricultura, interactúan de manera dinámica la oferta, la demanda y los
precios. En general, se supone que la oferta del bien
depende del nivel de
precios del periodo anterior.
Bajo las condiciones propuestas Nerlove investiga cómo las expectativas
adaptativas sirven para mostrar que ante un desequilibrio existe una senda
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estable hacia el equilibrio de largo plazo697. Se observa que la oferta se adapta
continuamente respecto de la brecha entre los cambios esperados en los
precios y su nivel vigente en cada periodo hasta que, dependiendo del valor de
las pendientes de las curvas, en promedio la producción corriente sea
equivalente a la demanda pasada.
La condición de equilibrio puede expresarse en la solución de la ecuación
homogénea de grado uno donde la discrepancia entre el precio
ajusta
el precio vigente dado el valor de
que hace las veces de coeficiente de
adaptación, el cual debe tomar un valor inferior a uno, de acuerdo a la teoría de
las expectativas adaptativas y el principio de convergencia en el Teorema de la
Telaraña, dado que la pendiente de las curvas de oferta y demanda deben
cumplir con la condición
en valores absolutos (
) Gandolfo (1985).
Pero más allá del análisis de equilibrio parcial del Teorema de la Telaraña, la
aplicación macroeconómica de la teoría de las expectativas adaptativas estuvo
a cargo de la Escuela Monetarista marca I698, la cual implemento esta
herramienta teórica buscando realizar un contra ataque del Modelo Clásico en
contra de las ideas keynesianas ya deterioradas en los seguidores del modelo
de Síntesis Neoclásica. Los principales puntos de concentración fueron el
resurgimiento de la ecuación cuantitativa, la presentación de la de la teoría del
consumo permanente y la Curva de Phillips Aumentada con Expectativas junto
a su respectiva curva de oferta agregada.
La reformulación de la Ecuación Cuantitativa de Cambridge fue la primera
aplicación de la teoría de las expectativas adaptativas en los Monetaristas. Lo
anterior se desarrolla en dos vertientes; por un lado, se encuentran las
explicaciones de Friedman en 1956 y Friedman junto a Schwartz en 1963, las
cuales transforman la ecuación cuantitativa para mostrar que los cambios en la
cantidad de dinero tiene una influencia significativa en las fluctuaciones del
ingreso nominal.
Para comenzar se presenta la función de demanda de dinero en términos
reales y nominales
,
Donde: :
Renta permanente como Proxy de la riqueza, r: rendimientos de los activos
sustitutitos del dinero como bonos(B), acciones(A) y bienes durables (D),
:
Valorización nominal de activos o bienes durables y u: los gustos por tenencia
de activos. De allí, que los monetaristas se distancian de las ideas keynesianas
sobre los motivos de demanda de dinero.
Luego de especificar la función de demanda de dinero Friedman decide
simplificarla mencionando que empírica y teóricamente los rendimientos de los
activos sustitutos no explican la variabilidad de
, por lo que la función
queda reducida a
, de suerte que la demanda de dinero depende
netamente del ingreso nominal permanente, el cual cree Friedman es aquel
697
No obstante, la condición de convergencia hacia el equilibrio necesita que la pendiente de la curva de oferta sea
más grande que la de demanda.
698
Esta escuela se denomina monetarista debido a la revista The Economist quien aseguro que “un monetarista es
alguien que piensa que es más importante regular la cantidad de dinero en la economía que utilizar otros
instrumentos” (Froyen, 2009, p. 192).
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que los individuos pueden proyectan recibir a lo largo de su vida en promedio,
reconociendo que los ingresos sufren fluctuaciones cíclicas pero tienen una
trayectoria tendencial de largo plazo699.
Con las dos transformaciones hechas anteriormente Friedman se asegura de la
estabilidad de la demanda de dinero ya que k ya no depende de la fluctuación
de los rendimientos financieros y el ingreso nominal depende de sus
componentes tendenciales y no cíclicos. Basándose en la ecuación de
Cambridge, y suponiendo que tenemos que una teoría del ingreso nominal
donde el dinero tiene un impacto directo sobre el producto nominal
La anterior parece ser una herramienta teórica adecuada pero presenta un
inconveniente práctico y es que no existen datos sobre el ingreso permanente.
Para solucionar esto Friedman recurre a una variable proxy que es el ingreso
anticipado o esperado que se construye sobre la teoría de las expectativas
adaptativas así:
Iterando la condición
anterior,
Así las anticipaciones del ingreso y del precio futuro estarán determinadas por
los ingresos y precios efectivos del pasado, y si el ingreso corriente cambiara
súbitamente esto afectará muy poco el ingreso esperado dado que este
depende de ese valor y todos los anteriores ajustado por el coeficiente β, en
otras palabras, los valores permanentes tiene una buena proxy en los
esperados por su grado de estabilidad y posibilidad de cálculo. Entonces
Friedman pudo estimar sus funciones de demanda y velocidad reemplazando
los
valores
anteriores
así:
,
Friedman en 1959 procedió a estimar las funciones de demanda y de velocidad
, para
la economía de Estados Unidos de 1870 a 1954, encontrando que la velocidad
del dinero actúa contra cíclicamente pues la demanda de saldos nominales
tiene una elasticidad de 1,8 con respecto al ingreso real anticipado (Harris,
1993).
La versión monetarista muestra que el papel del dinero en la determinación del
nivel de actividad nominal
es fundamental, contrario a la versión
de Keynesianismo ortodoxo (IS-LM). Esto también se corrobora en el esquema
IS-LM donde la política monetaria es más efectiva que la fiscal en el escenario
monetarista dado que la demanda de dinero depende muy poco de la tasa de
interés, y la inversión y el consumo son sensibles a variaciones de la tasa de
699
El ingreso permanente en Friedman sustituye a la riqueza como variable que define la restricción suponiendo que
esta última es el rendimiento por periodo de la riqueza existente
. Siendo w la proyección de ingresos
futuros de cada uno de los agentes traído a valor presente de acuerdo a una tasa de descuento, se tiene que el ingreso
permanente es la parte del ingreso que el individuo podría consumirse sin reducir la riqueza
. Entonces, sí
cambia, por el ciclo, el ingreso por encima del promedio la riqueza cambia pero menos que proporcional pues
depende de ese y otros ingresos proyectados en el futuro, de allí que el ingreso permanente sea más estable que el
ingreso corriente pues el primero es una proporción de w.
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interés. Contrario a los autores de Síntesis Neoclásica que suponen trampa de
liquidez e inversión en un escenario recesivo (Froyen, 2009).
Por otro lado, la segunda aplicación de las expectativas adaptativas se
encuentra en el trabajo de Cagan en 1956, donde muestra el desempeño de la
ecuación de demanda monetarista bajo escenarios hiperinflacionarios lo cual
constituye una prueba significativa a la estabilidad de la función en periodos
como esos donde el sistema monetario se encuentra bajo un nivel del estrés
significativo (Harris, 1993).
La
función
de
demanda
de
saldos
reales
en
logaritmo,
, depende inversamente del nivel de inflación esperada
y de los parámetros que acompañan como que representa la elasticidad
de demanda de los saldos reales ante cambios de
y el otro parámetro .
Debe apreciarse que esta función cumple con los principios monetaristas antes
enunciados pues la demanda de dinero no depende de los rendimientos de
otros activos y los cambios en el nivel de actividad económica, lo que se
justifica por el autor en el escenario hiperinflacionario donde domina la inflación
como variable fundamental en la determinación de los saldos reales.
En la función de demanda de Cagan de 1956 se introduce el concepto de
expectativas, y justamente la teoría de las expectativas adaptativas (TEA)
aplicado a la inflación. El papel de estas, bajo ciertos valores de
, es el de
garantizar el equilibrio en el mercado de dinero, lo que puede ver en la gráfica
(1) del mercado de dinero, allí se representa la curva de demanda y la oferta de
saldos reales. Tenemos una situación que garantiza inflación estable o de
equilibrio cuando la oferta de saldos reales permanece constante, lo cual
implica que la oferta nominal debe estar creciendo a la misma tasa de inflación.
Además, debe tenerse en cuenta que la curva de demanda es estable en la
medida que prevalezca cierto nivel de expectativa dentro de los agentes
económicos
. De tal suerte que, en equilibrio la inflación observada, la
inflación esperada y el crecimiento nominal del dinero deben ser iguales lo que
garantiza, entre otras cosas, perfecta neutralidad del dinero.
GRÁFICA 1. Ajuste de la demanda de dinero ante cambio de la inflación
Fuente: Harris, 1993.
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Lo anterior pude expresarse matemáticamente diferenciando la función de
demanda
de
Cagan
respecto
del
tiempo
(Harris, 1993):
En resumen, usando la condición anterior y la gráfica (1) vemos que cuando
nos desplazamos sobre la función demanda hacia la izquierda el
cambio en los precios se da por un aumento en la velocidad (reducción de k) a
corto plazo, no obstante, los agentes se dan cuenta de su error y lo corrigen lo
cual depende que (0 <
) en la condición de cambio de los precios. Si la
corrección de expectativas se completa la curva de demanda se desplaza a D’
para un nuevo y más alto nivel de expectativas y un menor nivel de inflación
que restaure la demanda de saldos reales con la oferta al nivel de equilibrio
donde vale cero.
El otro punto de ataque Monetarista se centró sobre la teoría de consumo
keynesiana, y específicamente sobre el comportamiento de la propensión
media al consumo
que para la Síntesis Neoclásica era decreciente,
. Tal comportamiento permitió el resurgimiento de teorías de
consumo basadas en decisiones intertemporales (como la de Irving Fisher)
dentro de las cuales está la Hipótesis del Ciclo Vital de Franco Modigliani y la
Teoría del Consumo Permanente de Milton Friedman.
Recordemos que los monetaristas estaban en contra de las intervenciones
estabilizadoras del gobierno, por lo que Friedman en 1957 escribe el libro A
theory of the consumption fuction tratando de mostrar que las políticas de
demanda tenían un efecto poco significativo en el nivel de producción.
Para ello Friedman recurre a la distinción entre el ingreso permanente y
transitorio para mencionar que la correcta especificación de la función de
consumo es aquella que muestra como las decisiones de consumo se basan
sobre el componente de largo plazo del ingreso y no el transitorio
.
Como se mostró antes el papel de las expectativas es funcionar como proxy del
ingreso permanente y garantizar, en este caso, que las decisiones de consumo
dependan de análisis intertemporales que permiten a los agentes tomar sus
decisiones de consumo con base en los ingresos esperados a lo largo de la
vida calculado como el promedio ponderado de los errores de pronóstico del
pasado. El resultado más significativo de la Teoría del Consumo Permanente
es que un cambio de la política fiscal genera un cambio transitorio de la renta,
lo que tiene efectos poco importantes en las decisiones de consumo de las
personas y por ende, le resta toda importancia a las políticas anticíclicas de
demanda de corte keynesiano (Vane y Snowdon, 2005).
Adicionalmente, uno de los temas donde más impacto ha generado la TEA en
la Escuela Monetarista ha sido la Curva de Phillips y la Oferta Agregada. La
curva de Phillips. Este trabajo permitió a los Keynesianos ortodoxos conectar la
teoría del empleo y la producción con la teoría de la determinación de salarios,
precios e inflación, en otras palabras, descomponer los cambios monetarios en
efectos reales y nominales. Según Lipsey (1960) y Hansen (1970) el trade off
entre inflación de salarios nominales y desempleo se presenta por: i) una
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relación positiva entre la tasa de crecimiento de los salarios y el exceso de
demanda de trabajo y ii) una relación no lineal entre el exceso de demanda de
trabajo y el desempleo (Bajo, 2000).
Así pues, la Curva de Phillips fue interpretada por muchos Keynesianos
ortodoxosos como un trade off de largo plazo entre inflación y desempleo para
la política monetaria. La crítica de esta percepción es levantada por Phelps y
Friedman quienes dicen, por el contrario, que el salario no es independiente de
la determinación de los precios (Vane y Snowdon, 2005).
Friedman introduce tres modificaciones sustanciales a la Curva de Phillips
original de 1958; por un lado, los ajustes del mercado de trabajo se producen
por cambios en los salarios reales y no nominales, teniendo en cuenta que los
trabajadores tienen capacidad de negociación sobre sus salarios de acuerdo a
las expectativas de inflación que tienen. Por otro lado, se introduce el concepto
de tasa natural de desempleo relacionada con el estado de equilibrio general,
específicamente del mercado de trabajo, y por último, introduce el concepto de
expectativas adaptativas atado a los arreglos salariales
, donde
cualquier discrepancia entre el crecimiento de los salarios y la inflación
observada, que modifique el salario real de equilibrio, se ajusta de acuerdo al
coeficiente de adaptación
Entonces, los cambios no esperados en la cantidad de dinero provocan
diferencias entre el crecimiento de los salarios y los precios, generando
desequilibrios en el mercado laboral y trastornando el nivel de actividad
económica fuera de sus niveles naturales. Una vez los trabajadores se dan
cuenta del cambio en el salario real corrigen su expectativa, provocando un
ajuste salarial que corrige el mercado laboral y retorna las variables reales a
sus niveles naturales, por lo que no existiría trade off en el largo plazo entre
inflación y desempleo siempre que la brecha inicial sea corregida por un
cambio en las expectativas. Esto se puede evidenciar gráficamente,
GRÁFICO 2. Curva de Phillips Aumentada con Expectativas
Fuente: Snowdon y Vane, 2005, p.177
Esto se puede evidenciar gráficamente, partiendo de una situación de equilibrio
donde la tasa de crecimiento de salarios y precios es cero. Una vez se aplica
una política monetaria expansiva los precios tienden a crecer y los salarios
también aunque los primeros lo hacen más rápido que los segundos lo que
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configura un exceso de demanda de trabajo reduciendo el desempleo,
.
Pero los trabajadores perciben que el salario real baja, corrigen la expectativa,
por ende piden aumentos salariales lo que reduce el exceso de demanda,
conduciendo a una nueva Curva de Phillips que introduce los cambios de
expectativas,
.
Entonces el trabajo de Friedman reconcilio la posición Clásica de neutralidad
del dinero en el largo plazo con sus efectos reales en el corto plazo. Cualquier
desequilibrio transitorio provocado por cambios no anticipados de la cantidad
de dinero tiene efectos reales, por lo que el corto plazo así definido consiste en
discrepancias entre
y justamente cuando las expectativas se corrigen y
se salta a una nueva curva de Phillips la economía retorna a sus niveles de
largo plazo
.
Implicaciones de política económica de la Curva de Phillips aumentada se
manifiestan en la posibilidad de aprovechar temporalmente brecha en el tiempo
entre el crecimiento de la inflación actual y la esperada permitiendo una
reducción temporal del desempleo por debajo de su nivel natural, sin embargo,
lograr esto necesita un continuo crecimiento de la cantidad de dinero y de la
inflación para distorsionar las expectativas de los agentes, resultado conocido
como Hipótesis Aceleracionista de la Inflación. Si se desea reducir la inflación
esto se logrará con una tasa de sacrificio en términos de empleo que
dependerá de i) la severidad de la política económica, ii) si existen arreglos
institucionales como contratos indexados y iii) la velocidad de adaptación (
los agentes (Snowdon y Vane, 2005).
Como se menciono anteriormente los monetaristas buscaban reformular la
teoría macroeconómica dominada por el pensamiento keynesiano ortodoxo. El
papel de la TEA fue crucial para lograr los objetivos de esta Escuela, por un
lado, sustituir el ingreso nominal corriente por el permanente hace que la
demanda de dinero no dependiera de las condiciones de corto plazo y
preferencia por liquidez, sino del componente permanente del ingreso nominal
que descansa sobre decisiones intertemporales ajenas a las condiciones
cíclicas de la economía.
La TEA en el trabajo de la Curva de Phillips Aumentada y la oferta agregada
garantiza que los agentes tomen decisiones correctas a largo plazo sobre los
precios que vacían los mercados, específicamente los trabajadores sobre las
decisiones de ofrecer trabajo, lo cual garantiza que la economía lleve sus
variables reales a los niveles naturales, esto sucedería cuando
garantizando perfecta neutralidad del dinero. Además, se específica el papel
desestabilizador del dinero en la economía a corto plazo donde no es neutro700
dado que el aumento no anticipado del dinero hace cometer errores en la
formación de expectativas de los agentes provocando ilusión monetaria
700
Parece un tanto confuso este aspecto pues los monetaristas querían destruir el argumento keynesiano, no obstante,
descubrieron que el dinero era no neutro. Pero la diferencia radica en que los keynesianos creen que el dinero puede
ser un mecanismo para restaurar el pleno empleo y para los monetaristas este actúa como distorsionante y generado
de los ciclos.
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temporal en los trabajadores que toman decisiones equivocadas de oferta de
trabajo lo que saca las variables reales de sus niveles naturales.
Por ello el papel de las políticas de demanda son totalmente ineficaces a largo
plazo para alterar variables reales y consiguen modificarlas a corto plazo pero
acelerando la inflación. Asimismo, se sugiere reducir la inflación pero
asumiendo más desempleo de manera transitoria, la persistencia y la magnitud
está influenciada por el coeficiente de adaptación de los agentes pues si este
es muy bajo la desinflada puede ser prolongada y dolorosa.
Las críticas de la TEA se resumen en: que no son tan racionales porque los
agentes pueden cometer errores de manera sistemática, es basada en
información únicamente de la variable pronisticada y además solamente de sus
valores pasados ignorando otras variables y sus influencias futuras, y una de
las críticas más severas es que “cuando uno asume EA está asumiendo que
es la historia y no las expectativas las que influencian las decisiones”.
3. Expectativas racionales: NMC, RBC y NMK
Según Keuzenkamp en 1991 sugirió que Tinbergen fue el precursor de la teoría
de las expectativas racionales en 1932 y luego el trabajo de Mill en 1957 sobre
la optimización de las decisiones de inversiones de las firmas (Snowdon y
Vane, 2005). No obstante, 30 años después del trabajo de John Muth (1961),
quién es reconocido como aquel que puso en el escenario de la
macroeconomía moderna de manera clara el concepto de expectativas
racionales, basado en que los agentes económicos forman expectativas de las
variables económicas utilizando el verdadero modelo que realmente determina
esas variables (Muth, 1961)
La teoría de las expectativas racionales TER constituye un avance significativo
dentro del andamiaje neoclásico de la macroeconomía pues corrige muchos de
los elementos que ignoraba la TEA los cuales pueden evidenciarse en sus
propiedades esenciales. En primer lugar es un concepto de pronóstico en un
contexto de inferencia en el sentido estadístico y no psicológico revisándolo
cada vez que llega nueva información, es decir, contrario a la TEA la
expectativa sobre una variable toma la forma de una distribución de
probabilidad en lugar de un valor particular de predicción (Blanco, 1999).
Por ello, para comprender mejor el concepto de expectativa racional debemos
familiarizarnos con la idea de probabilidad y probabilidad condicionada
(Sheffrin, 1983). Para comenzar se empieza mostrando la distribución de
probabilidad para una variable aleatoria discreta (X), o en su defecto, el valor
esperado de esta variable,
Donde denota la probabilidad de que la variable aleatoria tome el valor de .
La anterior expresión puede presentarse de forma continua así,
.
Donde
es la función de densidad que mide la probabilidad de los
diferentes para los diferentes valores que puede tomar X, y
es la
probabilidad de que el evento esté en el intervalo
alrededor de X (Sheffrin,
1983).
No obstante, la definición de valor esperado de una variable aleatoria no es
suficiente en la TER pues el resultado probable de las variables en el futuro se
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basa teniendo en cuenta la información pasada, presente y futura relevante, no
solo de la variable a pronosticar sino de toda la que la teoría considere valiosa.
Entonces la probabilidad en que descansa la TER es una función de densidad
o
probabilidad
condicionada,
.
Donde
es el conjunto de información disponible un instante antes de
tomar el pronóstico sobre la variable. Este conjunto es uno de los avances de la
TER sobre TEA pues permite reconocer que la formación de expectativas se
hace de forma multivariada lo cual evita que se puedan cometer errores en el
pronóstico. Para tal propósito se presenta un ejemplo similar al Teorema de la
Telaraña pero bajo las nuevas condiciones:
,
y
.
Como se había mencionado para este modelo antes la demanda depende de
los precios corrientes mientras que la oferta se supone depende de lo que los
empresarios esperan en (t-1) sobre los precios y
que es una variable
estocástica que afecta la oferta como el clima o una plaga. (Heijdra y Van Der
Ploeg, 2002). El ejemplo anterior nos suministra una explicación detallada del
conjunto
de
información
de
los
empresarios,
.
Lo anterior nos muestra que el conjunto de información guarda importantes
propiedades para la TER; Primero, reconoce que los empresarios tienen en
cuenta información valiosa o relevante del pasado sobre los precios y las
cantidades producidas en el pasado; Segundo, conocen la estructura del
modelo en el que se desenvuelven sus decisiones por lo que conocen las
funciones de demanda y oferta y la condición de equilibrio junto a los
parámetros que las constituyen, y Tercero, y aunque no se conoce el valor
efectivo del término de error en el periodo (t), si se conoce su distribución de
probabilidad la cual tiene las propiedades de normalidad, media cero, varianza
constante y no autocorrelación (Heijdra y Van Der Ploeg, 2002).
De acuerdo a lo anterior la TER puede resumirse mediante el ejemplo del
equilibrio parcial a través de la formación de la expectativa sobre los precios:
La ecuación 28 dice que “la expectativa subjetiva sobre el nivel de precio
formada por los agentes en el periodo (t-1)
coincide con la expectativa
objetiva de
dado el conjunto de información
(Heijdra y Van Der Ploeg,
2002, p. 63). Así que la expectativa individual o subjetiva termina
equiparándose con el resultado sugerido como correcto por la teoría de forma
objetiva701.
En ese sentido, “Muth iguala esencialmente dos conceptos
diferentes; las expectativas psicológicas subjetivas, que los agentes
económicos poseen de las variables económicas, con la esperanza matemática
condicionada de esas variables. O […] las expectativas subjetivas de la gente
701
Según Vane y Snowdon (2005) la probabilidad objetiva sucede cuando los agentes creen que el pasado es
estadísticamente confiable para guiar el futuro, y probabilidad subjetiva es cuando las probabilidades y proyecciones
individuales dominan los resultados globales. La expectativa racional son un ejemplo donde confluye la probabilidad
subjetiva con la objetiva
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son, en promedio, iguales a los valores verdaderos de las variables [según la
teoría]” (Sheffrin, 1983, p.20).
Adicionalmente, racionalidad es sinónimo de decisión óptima y ello a su vez es
equivalente a equilibrio de mercado tal cual se mencionó en el ejemplo
propuesto por Heijdra y Van Der Ploeg.
Así pues, las expectativas racionales no son sinónimo de predicciones
perfectas pues existe la posibilidad de no tener una información completa y
perfecta, ejemplo de ello es la parábola de las islas de Lucas. No obstante,
dichos errores cometidos serán incorporados dentro del conjunto de
información para que no se vuelvan a cometer en el futuro, es decir, las
expectativas racionales conducen a un resultado donde cualquier error no se
comete más de una vez o no cometer errores sistemáticos. Matemáticamente
esta propiedad se observa con la propiedad estadística de los errores en la
predicción los cuales no están correlacionados entre sí (en otras palabras no se
comete el error dos veces), tienen media cero pues se corrigen en promedio a
largo plazo y varianza es mínima respecto de otros métodos de expectativas.
Lo anterior asegura que la TER es el más exacto y eficiente método de
formación de expectativas.
En contraste las expectativas adaptativas sólo importan la información pasada
de la variable (backward looking) lo cual hace que se cometa el mismo error
repetidamente y cause errores continuos en la expectativa. Un ejemplo de lo
anterior se percibe en la hipótesis aceleracionista de la inflación donde si el
empleo está por debajo de su nivel natural la inflación siempre estará
creciendo, pues la expectativa que forman los agentes sobre esta variable
siempre estará por debajo de su valor observado, es decir, continuamente la
expectativa estará sesgada hacia abajo (Vane y Snowdon, 2005).
Como se había mencionado en el caso de la TEA los monetaristas la usaron
para atacar el aparato keynesiano de Síntesis. En línea con estas críticas las
expectativas racionales fueron esgrimidas como un aparato contundente contra
los keynesianos ortodoxos dado que se les acusó de no tener una buena
microfundamentación y no tener una teoría coherente de la formación de
expectativas.
La TER es usada por tres Escuelas de pensamiento
macroeconómico actualmente como son: la Nueva Macroeconómica Clásica
(NMC),) la Nueva Macroeconómica Keynesiana (NMK) y Ciclos Reales de los
Negocios (RBC).
Una de las primeras aplicaciones la hace la NMC 702 buscando una explicación
del ciclo. A pesar de la estructura de expectativas racionales de Muth, niveles
naturales de Friedman, estructura de equilibrio general walrasiano, flexibilidad
de precios y salarios la estructura debía explicar situaciones del ciclo - no
neutralidad y vaciamiento de mercados al tiempo. La respuesta de Lucas fue
introducir un problema de extracción de señales correctas en los precios por
parte de los agentes, es decir, un problema de información imperfecta. Por eso
el modelo de Lucas lo llaman de percepciones erróneas.
702
Conocida como Escuela Monetarista marca II por Tobin dado que al igual que los monetaristas de Friedman creen
que la fuente de la inestabilidad macroeconómica está del lado de las fluctuaciones no esperada de la cantidad de
dinero.
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Entonces la explicación ciclo según la NMC sucede por choques agregados de
demanda que resultan en un cambio no anticipado de la oferta monetaria, los
cuales afectan a toda la economía causando errores en la formación de las
expectativas sobre los precios (racionalmente formadas), lo que causa que la
producción y el empleo se desvíen de su nivel de largo plazo o natural
(información completa).
Contrario a Friedman donde los trabajadores son engañados, el modelo de
lucas no cuenta con información asimétrica entre trabajadores y empresarios.
En esta teoría son los dos, empresarios y trabajadores, los que comenten el
error en la expectativa y reaccionan de manera equivocada ofreciendo más
productos y trabajo ante el incremento generalizado de los precios. Esto hace
que la producción y el empleo vayan más allá de su nivel natural.
El problema es que en condiciones de asimetría en la información sí sube el
nivel general de precios puede ser por: i) Una subida en la demanda del
producto x de la empresa x por lo que responderá óptimamente produciendo
más de ese bien, ii) o bien puede haber subido la demanda de todos los
productos por lo que no es necesario producir más (Dornbusch y Fisher, 1998).
Así tenemos la denominada Curva de Oferta Sorpresa de Lucas,
De la curva de Lucas puede ver que el producto corriente cambiará únicamente
cuando exista una desviación de los precios actuales respecto de los
pronosticados. Para Lucas y la NMC la única forma de romper con la dicotomía
clásica es mediante una sorpresa, es decir, un cambio en la cantidad de dinero
en la economía que induzca a error en los agentes
, lo que mostraría una
curva de oferta agregada en el plano P e Y tendrá pendiente positiva de
manera transitoria.
De lo anterior se muestra que, en un escenario de oferta y demanda agregada,
si el Banco Central ejecuta una política monetaria expansiva los agentes saben
(anticipan) que partiendo del punto (equilibrio natural-general), tal política se
traducirá en inflación por lo que incorporando esta nueva información en
corregirán sus expectativas haciendo saltar la curva de oferta agregada hacia
atrás, indicando que a los mismos precios se produce menos. Así el valor de la
expectativa es otro muy diferente y se ajusta al nuevo nivel de precios
compatible con el pleno empleo. Mirando la gráfica 3 estaríamos ante un ajuste
de A a C.
GRAFICA 3. Oferta y demanda agregadas en el modelo NMC
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Fuente: Snowdon y Vane, 2005, p.277
Por otro lado, si los agentes son sorprendidos nos deslizaremos sobre la curva
de oferta agregada hasta el punto B de la gráfica donde se corta con la nueva
demanda agregada. Esto por la percepción errónea de los agentes,
productores y trabajadores respecto, del pronóstico del nivel general de
precios, es decir, confunden cambios relativos por absolutos de los precios.
Hay que fijarse que el ajuste A-C es monetarista de largo plazo y el ajuste A-BC es monetarista de corto plazo, teniendo en cuenta que bajo la NMC debemos
tener en cuenta si el cambio en la demanda agregada es anticipado o no
respectivamente pero ambas situaciones suceden en largo plazo. En resumen,
La NMC dice: 1) un incremento anticipado de la oferta monetaria eleva el NGP
y no afecta variables reales, 2) solamente ofertas monetarias sorpresa afectan
variables reales solamente en el corto plazo (Snowdon y Vane, 2005).
Lo importante para esta sección es que sí el banco central anuncia una regla
de política monetaria conocida públicamente, esto haría que tal maniobra sea
incapaz de alterar el nivel de producción y empleo aún en el corto plazo dado
que los agentes económicos tendrían incorporado en su conjunto de
información cualquier conducta del banco por lo que si éste cambia la cantidad
de dinero los empresarios y trabajadores, de manera anticipada corrigen la
expectativa al nuevo nivel de precios evitando desequilibrios en el mercado de
bienes y trabajo.
Además, pensando en la Curva de Phillips aumentada con expectativas pero
racionales se observa que si el cambio en la cantidad de dinero es anticipado
por los agentes en la gráfica 3 la Curva de Phillips salta a un nivel mayor de
inflación pero con el mismo nivel de desempleo dado que los agentes corrigen
instantáneamente el cambio en las condiciones monetarias del sistema
pasando de A a C. Por el contrario si son sorprendidos pasan por A, B y C. De
allí radica la importancia de la credibilidad es que, sí el banco es creíble, los
agentes tomaran sus políticas como verídicas y ajustaran sus comportamientos
de tal suerte que las políticas no tengan ningún efecto real dado que si la
política monetaria fuera mal llevada termina afectando la producción y el
empleo, es decir, genera los ciclos problema conocido en la macroeconomía
como inconsistencia dinámica703.
703
De allí que una prenda de garantía de la mencionada credibilidad que garantiza estabilidad nominal y real es la
puesta en escena de un Banco Central Independiente (BCI), pues muestra la importancia de las instituciones y las
reglas para mantener la estabilidad de precios por medio de una discrecionalidad restringida por el objetivo implícito
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Otra Escuela macroeconómica que utiliza la TER es RBC que nace a
comienzos de la década de los 80’s con un artículo publicado por Kydland y
Prescott (1982) quienes muestran que la fuente de los ciclos es puramente del
lado de la oferta en vez de shocks monetarios con desajustes de las
expectativas como se había sugerido en los modelos de Lucas y Friedman. De
todas formas la continuación de algunos rasgos de la NMC, como las
expectativas racionales, hace que este modelo el de ciclos reales (RBC) sea
considerado un NMC marca II (Snowdon y Vane, 2005).
Las mayores diferencias del RBC con las versiones de Lucas y Friedman son:
i.) E factor dominante generador de los ciclos que son los shocks de
productividad, ii.) Abandono de la información imperfecta y discrepancia en la
expectativa y lo efectivo para explicar los ciclos, iii) rompimiento con la
distinción entre corto y largo plazo.
En los modelos de ciclos reales las empresas eligen los planes de inversión y
contratación, y las familias la cantidad óptima de consumo y oferta laboral. Así
la empresa compra trabajo y produce en cada uno de los periodos y el
trabajador representativo ofrece trabajo, consume y ahorra bienes para
periodos futuros (Dornbusch y Fisher, 1998). Como se mencionó para este
modelo los ciclos son inducidos del lado de la oferta, por ejemplo, ante un
cambio tecnológico, que modifica la productividad del trabajo, el salario real, y
por ese camino, la oferta de mano de obra que se sustituye intertemporalmente
de manera racional haciendo fluctuar el nivel de empleo y producción, pero
siempre en un escenario de pleno empleo, es decir, no se distingue entre corto
y largo plazo. Además, el desempleo de la mano de obra es netamente
voluntario por el cálculo antes comentado.
Entonces si se produce un shock tecnológico positivo en un escenario donde
los agentes forman expectativas racionales y no poseen información
asimétrica, el problema de extracción de señales es saber si el shock de
productividad es temporal o permanente. Por ejemplo, si es transitorio y
positivo el salario real estará por encima de lo normal, por lo que el costo
relativo del ocio será mayor, lo que hace a los hogares decidir ofrecer más
trabajo ahora. Como se ahorra más, se puede invertir más y acumular más
capital tendiendo efectos sobre la producción futura, es decir, shocks
temporales tienen efectos permanentes. Cuando la situación vuelva a la
normalidad el empleo y la producción serán menores pero mayores a los
niveles previos.
Así pues, para los RBC es inoficioso e innecesario hacer política contra cíclica
cuando ellos creen que la economía fluctúa de manera natural y óptima. Esto
es que los ciclos son respuestas óptimas de los agentes ante perturbaciones
tecnológicas por lo que las políticas de regulación o incentivo a la demanda son
innecesarias. También ellos creen que bajo decisiones óptimas el desempleo
que surge es voluntario.
La NMK ha incorporado una serie de herramientas de la revolución Clásica del
cuerpo de la macroeconomía luego de los trabajos de Lucas en los 70’s. En
anti inflacionario actuando como un dispositivo de precompromiso. La idea de la BCI actúa como un bono de
credibilidad que permite realizar políticas de desinflación sin una tasa de sacrificio grande (Snowdon y Vane, 2005).
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general la NMK trata de restaurar el viejo modelo de Síntesis incorporándole
microfundamentos arraigados en la competencia imperfecta, niveles naturales
en las variables reales y el concepto de formación de expectativas racionales.
Todas estas adiciones se hicieron para responder a las críticas que daban por
muertas las ideas keynesianas. Así esta Escuela demostró que aún en
escenarios competitivos de equilibrio general las políticas de demanda serían
efectivas dadas las rigideces, reales y nominales, de los precios 704. Por
ejemplo, Phelps y Taylor en 1977 muestran que las distorsiones nominales
pueden tener efectos reales aún con modelos de expectativas racionales, dado
que los contratos son negociados a largo plazo o de forma escalonada, es
decir, que sean rígidos por un tiempo, por lo que una política de demanda hace
que la economía se infle, por lo que el salario real bajará y la producción
aumentará. Este resultado se mantiene mientras los contratos son
renegociados.
Por otro lado, las teorías del salario de eficiencia muestran que las empresas
suelen pagar un salario real por encima del compatible con el equilibrio en el
mercado de trabajo por problemas de selección adversa, costos en la rotación
de nómina o deterioro en el ambiente laboral que redunda en fluctuaciones de
la productividad. Lo anterior se da porque los costos de reducción de los
salarios exacerban los problemas mencionados superando las ganancia de
ajuste salarial, de tal suerte que lo que a nivel de la firma es válido termina
generando desempleo a nivel macroeconómico).
Tanto las rigicedes nominales como reales hacen que las “políticas de
demanda estabilizadoras tengan un lugar aún con expectativas racionales.
Lo que debe suceder es que las autoridades deben reaccionar más rápido
que el sector privado, es decir, […] se necesita una política de demanda
expansiva antes de que los agentes económicos [alcancen a ajustarse y lleven
la economía al pleno empleo]”(Snowdon y Vane, 2005, p. 369). Esto se puede
ver en la siguiente gráfica donde la rigidez nominal de precios del mercado de
bienes junto con la rigidez del salario real del mercado de trabajo hacen que
ante una contracción de la demanda la producción y el empleo se encuentren
por debajo de su máximo, y en un escenario de ajuste de precios lento es
viable la intervención de las políticas demanda para asegurar el pleno empleo.
GRÁFICA 4. Ajuste macroeconómico bajo rigideces en la NMK
704
No todos los modelos de NMK incorporaron la TER dada su ambigüedad teórica y empírica (Snowdon y Vane,
2005)
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Fuente: Snowdon y Vane, 2006, p.397
Sin embargo, en el esfuerzo de responder a las inquietudes de la NMC y RBC
los nuevos keynesianos sacrificaron principios fundamentales de la Teoría
General de Keynes como el enfoque holístico por el individualismo
metodológico, expectativas racionales por las condiciones de incertidumbre,
entre otras (Caraballo, et. al., 2000). Tanto así que Mankiw uno de sus
principales representantes de la NMK escribió:
La Teoría General es un libro oscuro […] pasado de moda […] Nosotros
estamos en una mejor posición que Keynes para entender cómo
funciona la economía […] Pocos macroeconomistas tienen una visión
tan oscura de la economía Clásico [como keynes lo hizo] … los Clásico
tienen razón en el largo plazo. Además, los economistas de hoy están
más interesados en el equilibrio de largo plazo (Davidson, 2009, p.38)
En el fondo la NMK está construida sobre el andamiaje metodológico de la
NMC solamente que se superan algunos supuestos permitiendo, por ejemplo,
competencia imperfecta y rigideces reales y nominales que evitan el ajuste
automático walrasiano, el cual se reconoce como posible en un escenario
racional.
No obstante al amplio uso de la TER estas han recibido un grupo de críticas
dentro de las cuales puede mencionarse así; la primera que está relacionada
con el costo monetario y en tiempo de adquirir la información y procesarla. La
respuesta de los defensores es que se puede usar la versión débil de la TER
donde solamente se necesita la información pública disponible teniendo en
cuenta hasta donde el beneficio marginal de asegurar un buen pronóstico sea
igual al costo marginal de recolectar y procesar la información.
La segunda crítica, más fuerte se cierne sobre la idea de que para realizar la
TER los agentes necesitan conocer el modelo macro subyacente (función de
distribución de probabilidad objetiva y de no conocerlo realizaran pronósticos
insesgados para siempre (Snowdon y Vane, 2005).
La tercera es una crítica postkeynesiana que supone la expectativa racional
funciona en un mundo de riesgo y no de incertidumbre pues en el primer caso
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se puede construir una distribución de probabilidad sobre un evento futuro y en
el segundo caso no se puede hacer lo mismo pues el mundo postkeyinesiano
es no ergódico y cada evento es único e irrepetible.
4. Spirit Animal: las expectativas en la teoría general
Es usual en los manuales de texto modernos sobre macroeconomía reconocer
la importancia de las expectativas dentro de los modelos de esta rama del
pensamiento económico moderno, no obstante, siempre se presenta una salida
bipolar, donde pareciera que las únicas teorías sobre la formación de
expectativas son la adaptativa y la racional, siendo esta última la que se
considera más potente teórica y hasta empíricamente dada su superioridad
sobre la primera.
Según Nevile y Kriesler (2008) los libros de texto tienen una concepción muy
limitada del papel de las expectativas, por un lado son casi de uso exclusivo
sobre la inflación esperada y otras variables nominales, y su papel en el largo
plazo es aclarar a los agentes económicos los cambios de los precios y las
variaciones reales de los mismos, lo que redunda en equilibrio en las variables
reales alcanzando sus niveles naturales. Sin embargo, las posiciones a largo
plazo de las variables reales si pueden estar afectadas por las condiciones y
expectativas a corto plazo.
Asimismo los autores mencionados creen que los libros de macroeconomía
moderna ignoran el rol de las expectativas a corto plazo sobre las decisiones
de inversión y las consecuencias que estas generan sobre el nivel de actividad
a corto plazo, pues provocan súbitas fluctuaciones de la actividad económica
induciendo cambios en la demanda efectiva agregada, y desconociendo a su
vez, que las condiciones de la expectativa en el corto plazo cuando cambian
los planes de inversión no solo inducen a variaciones cíclicas de la actividad
económica sino también influyen sobre la capacidad productiva de la economía
a largo plazo y su capacidad de creación de nuevos puestos de trabajo. Por lo
anterior, Nevile y Kriesler (2008) piensan que las expectativas a largo plazo no
están influenciadas de manera significativa por condiciones de inflación
esperada sino por las expectativas de sobre la producción y la demanda futura.
La posición de Nevile y Kriesler (2008) sobre el papel de las expectativas en la
macroeconomía se basa en los trabajos del profesor John Maynard Keynes en
el Tratado de la Probabilidad de 1921, La Teoría General de la Ocupación, el
Intéres y el Dinero de 1936 y la Teoría General de la Ocupación de 1937.
En la obra de 1921 Keynes sienta las bases para el concepto de incertidumbre
que luego introducirá en sus obras más reconocidas de 1936 y 1937. En el
Tratado de la Probabilidad él escribe que las probabilidades lógicas no son
medibles ni comparables (Kurczyn, s.f.). Para ello comienza mostrando la
estructura de la probabilidad descansa en tres conceptos claves, a saber: i) las
premisas (h), la creencia en que ocurra un evento (p) y la conclusión o
resultado (a). Donde “(p) es la probabilidad de que ocurra a, dado el
conocimiento de h … [es decir] … La probabilidad es un grado de creencia
racional que se puede tener en una conclusión o resultado a partir de ciertos
conocimientos o premisas”(Kurczyn, s.f. , p.4).
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A partir de la especificación anterior Keynes introduce dos conceptos que le
sirven para explicar porque desconfía de las probabilidades como son; el peso
de los argumentos705 y la relación lógica entre la conclusión y la información
que lo soporta. De lo anterior, se puede mostrar como el concepto de
incertidumbre es una cuestión de grado que va desde la total incertidumbre
observado en la precariedad de los argumentos que respaldan la probabilidad y
la no existencia de relación entre
) hasta el establecimiento de una relación
precisa entre
) y un bagaje suficiente de premisas que respalden (p). Esto
se puede observar en la tabla 1.
Tabla 1. Escala Cualitativa de los grados de incertidumbre
De Crocco, M. (2000). p.18
La Tabla 1 muestra de manera precisa como Keynes concibe que la
incertidumbre no se puede reducir a cálculo de probabilidad dado que nuestro
conocimiento del futuro es fluctuante, vago y precario (Keynes, 1936 y 1937).
Respecto de lo anterior Keynes escribe:
Estamos simplemente acordándonos de que las decisiones humanas
que afectan el futuro, ya sean personales, políticas o económicas, no
pueden depender de la expectativa matemática estricta, desde el
momento que las bases para realizar semejante calculo no existen; y
que es nuestra inclinación natural a la actividad la que hace girar las
ruedas escogiendo nuestro ser racional entre las diversas alternativas lo
mejor que puede, calculando cuando hay oportunidad, pero con
frecuencia hallando el motivo en el capricho, el sentimentalismo y el azar
(Keynes, 1936, p.170).
Justamente a partir del concepto de incertidumbre Keynes lanza su ataque
sobre el modelo Clásico, presentando una teoría totalmente nueva de la
inversión donde las expectativas resultan cruciales en la explicación de la
inestabilidad macroeconómica manteniendo la economía por debajo de la
ocupación plena, contrario a las versiones Clásicas de la expectativa que
promueven la estabilidad y convergencia al pleno empleo.
Como se sabe Keynes presenta una teoría de la demanda como determinante
del nivel de producción y empleo, y para esto soporta su análisis en una
modificación de las teorías del consumo y la inversión. Pero mientras para
algunos autores la Teoría General es un libro Oscuro y descuidadamente
705
Mide el grado de confianza en la probabilidad construida dependiendo de la cantidad de evidencias a favor y en
contra de la ocurrencia del evento
Página 1238 de 1374
escrito como mencionaron Lucas y Mankiw, para otros como Chick (1990) debe
interpretarse como la obra de teatro con una serie de actos separados y
actores diferentes que solamente se relacionan en el acto final para
desenvolver la trama. En este caso es la Teoría de la inversión uno de esos
actos donde subsisten tres guiones diferentes, subteorías que moldean el
comportamiento de la acumulación capitalista.
Las subteorías mencionadas son: i) una teoría práctica sobre el futuro, es decir,
sobre las expectativas, ii) una teoría sobre las decisiones empresariales y iii) la
teoría de la preferencia por liquidez, en otras palabras, su teoría de la tasa de
interés. Y todo lo anterior atravesado por un escenario de incertidumbre propio
de una economía monetaria donde los empresarios no conocen el monto de la
demanda futura que asegure una absorción adecuada de la producción
planeada.
La formación de expectativas aparece de manera precisa en los capítulos 5 y
12 de la Teoría General y en el comienzo de su famoso artículo de 1937.
Básicamente Keynes divide las expectativas en dos categorías, a corto y largo
plazo. Las últimas están relacionadas con la tasa de ganancia esperada de los
proyectos empresariales en un horizonte de tiempo de varios años, mientras
que las primeras son las expectativas sobre el valor de las ventas y los costos
una vez la producción ya está en marcha o lista para salir al mercado.
La interacción de las dos categorías de expectativa aparece en la teoría
keynesiana de las decisiones de inversión a través de la curva de Eficiencia
Marginal del Capital (EMK) compuesta de tres conceptos: i) la corriente de
ingresos, ii) el precio de oferta del capital o valor de la inversión junto a una
tasa de descuento.
Por un lado, la corriente de ingresos se percibe como el valor monetario de las
ventas que espera el empresario en primer año, en el segundo y el tercero, la
cual debe traer a valor presente
encontrando una tasa de descuento que
iguale el precio de oferta del capital o el valor de la inversión inicial
con la
corriente de ingresos pronosticados. Así, si los empresarios perciben un
escenario macroeconómico adverso, dadas las condiciones actuales, serán
más cautos a la hora de proyectar su corriente de ingresos, por lo que se
necesitará una tasa de descuento más baja que me asegure el equilibrio entre
, por el contrario si los hombres de negocios perciben un escenario
más favorable en el futuro colocaran en la corriente de ingresos un nivel más
grande de ventas esperadas por lo que la tasa de descuento que se necesitará
será más grande.
La tasa de descuento mencionada oficia como proxy de la tasa de ganancia
esperada de los proyectos (EMK)706, cabe notar que cuando el empresario
plantea su corriente de ingresos esperada lo hace sobre un escenario muy
particular caracterizado por cierto nivel de confianza, es decir, dado un poco o
precario nivel de información el empresario se imagina el futuro sobre la
demanda de su producto, esto es justamente lo que Keynes reconoce como la
expectativa a largo plazo.
706
Este concepto en finanzas se conoce como tasa interna de retorno.
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El acervo de información con que se cuenta para tal proyección, dice Keynes,
dista de ser completo dado que nadie conoce el futuro y apenas puede
imaginárselo teniendo en cuenta: i) las condiciones presentes dado que del
futuro no sabemos nada, ii) el estado de opinión existente según se expresa en
los precios y la producción actual, iii) recurrir al juicio del todo el mundo y
comportase de acuerdo a la conducta de masa (comportamiento de manada)
(Keynes, 1937). Como se observa lo anterior es sumamente volátil y es lo que
Keynes reconoce como expectativas de corto plazo.
Keynes abre la posibilidad de que las expectativas a corto plazo influencien las
proyecciones de largo plazo (expectativas de largo plazo) a través de los
cambios de información que provocan oleadas de pesimismos y optimismos en
la creación de nuevos proyectos empresariales más allá de cálculos racionales
y más bien influenciados por el capricho, el sentimentalismo y el azar, es decir,
los espíritus animales.
Así pues, las expectativas a largo plazo tienen que estar siendo revisadas
continuamente conforme el escenario macroeconómico cambie y básicamente
cada vez que la información se modifique y haga cambiar la percepción sobre
el futuro de los negocios de los empresarios, en otras palabras, cada vez que
cambiemos de estado de confianza como un cambio en el grado de
incertidumbre de acuerdo a lo expuesto en la tabla 1.
Gráfica 5. Cambios en la eficacia marginal del capital
Fuente: Sheehan, 2009, p.130
Esto se puede observar en la gráfica 5 donde se presentan la curva de
demanda de inversión (EMK) y su correspondiente estado de confianza.
Entonces para un estado de confianza superior el nivel de inversiones tienen
una rentabilidad esperada de EMK1, pero ante una oleada de pesimismos los
mismos proyectos ahora tienen una tasa de ganancia esperada menor (EMK2)
lo que me permite saltar a otra curva de demanda de inversión.
No obstante, la teoría de las expectativas y las decisiones de inversión deben
sumarse con la última teoría que se conoce como la teoría de la preferencia por
liquidez. Acá Keynes reconoce que existen tres motivos por los que la gente
demanda dinero, los conocidos: transacción, precaución y especulación.
También en la curva de preferencia por liquidez podemos identificar dos
momentos en el que las expectativas intervienen, por un lado, se encuentra la
interacción entre la tasa de interés corriente, la esperada y la normal (escogida
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de manera subjetiva) en las decisiones de los especuladores a la hora de
distribuir su ahorro en términos de bonos y dinero, esto es lo que le da
pendiente negativa a la curva de demanda de dinero y permite la estabilidad
del mercado de dinero707, y por otro, tenemos el motivo transacción que afecta
específicamente a los empresarios denominado por Keynes como Motivo
Finanzas el cuál muestra al dinero como otro factor de producción que está
presente antes de la ejecución de los proyectos por lo que si se aplaza un
negocio por un deterioro en las expectativas, los empresarios prefieren
mantenerse líquidos y no convertir este dinero en demanda de insumos y
factores. Finalmente, la curva de demanda de dinero puesta en su mercado
determina la tasa de interés.
Cruzando las tres teorías sobre la inversión tenemos un panorama amplio de la
determinación de la formación de capital nuevo en la economía. Entonces se
puede ver en la Gráfica 6 como una corriente de pesimismo hace que la curva
de EMK se desplace hacia abajo reduciendo la inversión de Iwo a Iw1, pero en
el mercado de dinero ante un escenario más incierto prefieren el dinero por su
propiedad de reserva de valor la cual hace que la tasa de interés se eleve
contrayendo aún más la inversión (Sheehan, 2009).
Gráfica 6. Cambio en la confianza y su efecto en la inversión
Fuente: Sheeehan, 2009, p. 161
Habría que fijarse en el claro contraste con la Teoría Ortodoxa sobre la
inversión pues para ésta los empresarios pueden calcular las futuras
consecuencias sobre las decisiones de inversión presentes a través del cálculo
de probabilidad, es decir, supone que el sistema es inherentemente estable,
contrario a lo que piensa Keynes donde las consecuencias de las decisiones
futuras tuene consecuencias totalmente impredecibles. En el fondo la discusión
se centra en la distinción hecha por Knigh en 1921 entre riesgo e
incertidumbre, donde el primero los resultados alternos y sus probabilidades
son conocidos, y el segundo algunas de las probabilidades pueden no ser
conocidas (Hausman & McPherson,2009). Otras distinciones importantes son
que la tasa de interés es claramente monetaria por lo que su equilibrio no
garantiza el equilibrio compatible con el pleno del mercado de bienes y
también se percibe que la curva de demanda de inversión no es originada en el
707
Para ver a profundidad este aspecto consultar Gaviria 2007.
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sector real (productividad marginal del capital) sino que su origen se sustenta
en una proyección monetaria de ganancias.
Finalmente, tal y como mencionaba (1990), el acto final es la suma de la teoría
de la inversión junto a la función de consumo que determinan el total de la
demanda agregada, que a su vez determina el volumen de ocupación efectiva
de toda la economía que puede estar por debajo del pleno empleo. Lo anterior
puede verse donde la volatilidad de la EMK influenciada por la corrección de
las expectativas a largo plazo de los empresarios por los cambios en el estado
de confianza hacen que la demanda agregada se desplace determinando
diferentes volúmenes de ocupación de equilibrio. Lo anterior muestra como en
Keynes las condiciones de largo plazo continuamente se ajustan ante cambios
en las expectativas de corto plazo.
Versiones modernas de las expectativas exógenas keynesianas
Existen dos interpretaciones modernas de la formación de expectativas al estilo
Keynesiano de la Teoría General, las cuales han tratado de responder al
poderoso aparato neoclásico que se resume en las teorías adaptativas y
racionales. Estas dos posiciones se resumen en la visión Postkeynesiana
encabezada por Davidson y la posición de Schakle.
La primera, parte del escenario de verdadera incertidumbre que se percibe
cuando el individuo no es capaz de especificar u ordenar el conjunto de
expectativas sobre el futuro porque: i) no concibe todo lo que pueda suceder en
el futuro, ii) y no puede asignar probabilidades a todas las consecuencias pues
no hay evidencia suficiente para calcularlas.
La posición de Postkeynesiana reconoce que el mundo no es ergódico, es
decir, que los eventos del futuro no pueden ser mesurables dado que cada uno
es único e irrepetible, en otras palabras, “los promedios y fluctuaciones del
pasado no necesariamente se volverán a ver en diferentes periodos de tiempo”
(Lavoie, 2006). Una de las aplicaciones es que este tipo de expectativas
muestran que el dinero no es neutro dado que funciona como refugio de valor
en medio de la incertidumbre haciendo que la demanda agregada no sea
compatible con el nivel de pleno empleo.
La otra posición es la de Shackle, este autor se opone a la expectativa
construida de forma determinista (TER) donde los agentes económicos se
limitan a elegir la mejor de las opciones precondicionadas sobre
la
probabilidad de ocurrencia del evento dada ciertas condiciones como la
tecnología, las preferencias, entre otras. Desde la perspectiva de la TER el
entorno y las condiciones que rodean la conducta humana ya está
preestablecido y los individuos se limitan a descrubrirlo, así un error en el
pronóstico es un desconocimiento completo de la red.
Sin embargo, desde la perspectiva de Shackle los individuos forman sus
expectativas construyendo imaginarios que tratan de consolidar en el futuro, lo
que les permite decidir y no limitarse a elegir sus acciones, así concebida la
expectativa es un acto de creación e innovación del futuro(Cantillo, 2003). Lo
anterior, tiene una consecuencia sobre la trayectoria de las variables
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macroeconómicas que no tenderían hacia una posición en específico como los
niveles naturales sino a situaciones incluso con desocupación y equilibrio.
5. Conclusiones
La teoría macroeconómica ha necesitado de manera recurrente de
mecanismos que permitan entender el papel de las expectativas en el
desempeño agregado de las economías. Basicamente tenemos dos posiciones
bastante disimiles sobre el papel de las mismas. En primera instancia tenemos
las expectativas de corte Clásico donde su rol es facilitar los cálculos
intertemporales óptimos, y ayudar al mecanismo de precios para restaurar el
equilibrio en los mercados, en especial el de trabajo, por lo que la expectativa
permite estabilizar, o por lo menos mostrar la trayectoria de la economía a sus
variables naturales.
En segunda instancia tenemos las expectativas de tipo keynesiano que
muestran la imposibilidad de los cálculos de probabilidad sobre eventos futuros
en condiciones de incertidumbre por ello son los instintos temporales de los
agentes económicos los que determinan la trayectoria de la economía que lejos
de ser estables resultan caóticos y no necesariamente compatibles con
condiciones de pleno empleo, desde esta visión la expectativa es más
desestabilizadora y me permite pasar de un equilibrio a otro.
Para los mainstream la incertidumbre presume que las expectativas: i) se
basan en estadísticas del pasado, con la información de mercado mostrando
información verídica de la inmutable probabilidad objetiva, ii) y la interpretación
subjetiva de estas probabilidades basados en el axioma de la teoría de la
utilidad esperada. Además para ellos incertidumbre y probabilidad son
sinónimas.
Un ejemplo de lo anterior son las expectativas racionales que se supone no
enfrenta errores persistentes, en tal escenario las probabilidades
subjetivas y objetivas son equivalentes y se derivan de un proceso
estocástico ergódico.
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