Cultura de Bélgica

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Cultura de Bélgica
Bélgica es el destino ideal para los amantes del arte y la cultura. Bruselas, Amberes, Brujas, Gante, Malinas y Lovaina
forman las llamadas Ciudades de Arte por su gran oferta nacida de la herencia de los famosos pintores flamencos y su
patrimonio arquitectónico.
Valonia, por su parte, ofrece numerosas creaciones en escultura, orfebrería, porcelana y tapicería. Tournai, por ejemplo,
es uno de los centros textiles belgas más importantes. No hay que olvidar que Valonia es la cuna de Magritte, figura
principal del movimiento surrealista que nació en Lessines. Y Charleroi, también en Valonia, es la cuna del cómic belga,
donde además de poder encontrar personajes tan famosos como Spirou o Lucky Luke, se pueden contemplar
maravillosas obras de René Magritte en el magnífico Museo de Bellas Artes.
Pintura
Lo más representativo del arte belga son los famosos pintores flamencos. Fue en el siglo XV cuando quedó constituida
la Escuela Flamenca con sus características de realismo minucioso, cromatismo vivo y refinado estilo. Hasta entonces
habían prevalecido las corrientes francesas, ya que el territorio dependía de aquel país. El conde de Borgoña, Felipe el
Bueno, se preocupó de las cuestiones estéticas cuando trasladó su corte a Brujas y admiró el trabajo que muchos
pintores hicieron en las capitales colindantes.
Los pintores, entonces, eran artesanos que compartían con otros oficios la misma preocupación por el trabajo bien hecho.
Por eso en la pintura flamenca el acabado y la ejecución de la obra cuentan más que el tema. El pintor, como artesano
que era, no solía elegir el contenido, sino que se lo imponía el cliente, incluso éste le decía los colores que debía utilizar,
como si se dirigiera al sastre o al carpintero. Las normas gremiales decidían, eso sí, la técnica que debía aplicarse. A
pesar del anonimato de los mayores artistas de aquella época, sus maneras rompieron con las tradiciones del arte
medieval, abriendo con su técnica la vía al Renacimiento. Durante el dominio de la casa de Borgoña, Brujas se convirtió
en un fastuoso foco artístico y a lo largo del siglo XV se instalaron en la ciudad numerosos artistas extranjeros.
Entre los pintores más sobresalientes de Brujas destacan los hermanos Van Eyck, Huberto y Jan. Este último influyó
sobremanera en las escuelas española y portuguesa. Jan Van Eyck se estableció en Brujas hacia 1430 y allí desarrolló la
mayor parte de su trabajo. Fue uno de los iniciadores de la pintura flamenca del Cuatrocientos. Era muy polifacético,
estudió ciencias ocultas, filosofías orientales, alquimia y la cábala. Muchas obras las realizaron ambos hermanos en
colaboración. Destacaron sobre todo en la pintura al óleo, a la que incorporaron nuevas técnicas. También son conocidos
por sus innovaciones en lo que se refiere al área y perspectiva lineal. Uno de sus trabajos más preciados es La Adoración
del Cordero Místico, finalizada en 1432 y que puede verse en la Catedral de San Bavón, en Gante. En el siglo XV florece
la llamada Escuela de Lovaina y uno de sus máximos exponentes será Dirk Bouts (Haarlem, 1420 – Lovaina, 1475). Su
mayor aportación al mundo de la pintura lo constituye su técnica, sobre todo, en lo referente al color y al detalle.
El Realismo: Van der Goes- En cuanto al Realismo, sin lugar a dudas, su padre es el pintor Hugo Van der Goes.
Aunque su patria natal fuera Holanda, lo mismo que Bouts, realizó su trabajo más importante en Gante. Este artista
destacó, sobre todo, por el movimiento y expresividad de sus figuras. Llegó a Brujas en el año 1467, con ocasión del
matrimonio de Carlos el Temerario y Margarita de York. Van der Goes, que murió en 1482, influiría en autores como
Bosco y Brueghel. Su patética Muerte de la Virgen se encuentra en el Museo Comunal de Brujas. Su obra más famosa es
el tríptico que en el año 1476 terminó para Tommaso Potinari, ciudadano florentino establecido en Brujas y
representante de la banca de los Médicis. El cuadro, conocido también como Tríptico Portinari, fue llevado a Florencia en
1483 y hoy se encuentra en los Uffzi. Hasta el siglo XVI las pinturas flamenca y holandesa eran una misma cosa, pero a
mitad de siglo se producirá una separación. La ciudad de Amberes se deja influir por las corrientes italianas y va a
sustituir a Brujas como sede de los grandes artistas. En este periodo destaca el pintor Gillis van Coninxloo, nacido en
Amberes en 1544, donde generó su trabajo. Su obra influiría después en las escuelas alemanas. Se le considera un alto
especialista del paisaje. Otro de los pintores que destacó en aquel periodo en Amberes fue Pieter Coeke. En el siglo XVI,
donde domina el estilo gótico, destaca Pieter Brueghel. De este siglo quedan numerosas muestras religiosas y civiles.
Cabe mencionar importantes ayuntamientos y casas típicas de la burguesía de la época. Pieter Brueghel el Viejo, como
se le llamó, nació hacia 1525 y pronto destacó por las escenas grotescas que salían de sus cuadros de escenas
cotidianas. Son varios los miembros de su familia que se dedicaron a la pintura. Murió en el año 1569 en Bruselas. Jan
Brueghel, hijo del anterior, nació en el año 1568 en Bruselas y murió de cólera en Amberes en 1625. Viajó por
numerosas ciudades italianas y tuvo como tutores a los cardenales Ascanio Colonna y Federico Borromeo. Cuando se
trasladó de nuevo a Bruselas fue pintor de la Corte, tal y como hiciera Rubens. Los temas preferidos por Jan Brueghel
fueron los paisajes y los temas florales, plasmados con un trazo delicado. Fue requerido por muchos pintores para
realizar los fondos de sus obras. Entre sus más célebres trabajos destaca el Banquete de Bodas, de gran colorido y
detalle. El Museo de Bellas Artes de Viena recoge una buena parte de su extenso trabajo pictórico. Pieter Brueghel el
Joven, también hijo de Brueghel el Viejo, nació en Amberes en el año 1569 y murió en la misma ciudad en el año 1638.
Recibió el apodo de Infernal por su tendencia a plasmar escenas demoníacas. Su obra principal es La Torre de Babel.
El Barroco: Rubens- Durante el Barroco sigue siendo Amberes quien marca la pauta. Uno de los mayores pintores de la
historia y de este periodo es Peter Paul Rubens. Nació en Siegen en 1577 y murió en Amberes en 1640, ciudad en la que
trabajó y vivió durante casi toda su vida. En los comienzos de su carrera se vio influido por las corrientes italianas y
permaneció en Florencia, Mantua y Venecia por algún tiempo. Tuvo oportunidad de conocer a Velázquez en España y
después vivió en Francia durante doce años. Finalmente decidió fijar su residencia en Amberes, donde murió. Lo más
destacado de este pintor barroco es la fuerza que impone a sus figuras y la renovación que imprimió al arte de la pintura.
Muchas de sus técnicas prevalecen aún en nuestros días. Rubens tenía cualidades innatas a las que incorporó los logros
de sus maestros antecesores. Realizó numerosas obras y de variada temática: religiosas, paisajísticas, retratos, escenas
de caza, alegóricas, mitológicas. Todas ellas destacan por su asombrosa técnica y colorido. Sus obras se hallan
repartidas por todo el mundo. La Catedral de Amberes guarda El Descendimiento de la Cruz, en el Museo del Louvre está
La Coronación de María de Médicis, la Galería Nacional de Londres alberga El Sombrero de Paja y en el Museo del Prado
se pueden admirar Las Tres Gracias, El Nacimiento de la Vía Láctea, Tomás Moro, El Juicio de París y San Jorge y el
Dragón, entre otras. Van Dijck fue uno de los discípulos más sobresalientes de Rubens. Nació el 22 de marzo de 1599 en
Amberes y destacó, sobre todo, en el retrato, técnica que mejoró notablemente. Van Dijck nació en Berendans, un
edificio situado en la Grote Markt, siendo el séptimo hijo de una familia de ricos y muy devotos comerciantes. Tres de
sus hermanas fueron beatas y su hermano Theodoro fue párroco. Van Dijck comenzó a estrenarse como artista bajo la
tutela de Hendrik van Balen en el año 1609 y pronto demostraría gran talento. Más tarde se convertiría en el maestro
indiscutible del Guild de St Luke, donde había comenzado como aprendiz. Fue discípulo de Peter Paul Rubens, de quien
pintaría un retrato entre los años 1613 y 1615. En 1620 comienza a trabajar en la corte inglesa, aunque sería por poco
tiempo. Después viajaría a Italia, donde entró en contacto con otras importantes figuras de la pintura y donde gozaría
también de gran reputación. Se especializó en la creación de retratos y piezas para altares de iglesias y monasterios.
Fue pintor de corte de La Haya y de Carlos I de Inglaterra. Su obra es extensa y pródiga en éxitos. Otro de los discípulos
de Rubens sería Jacobo Jordaens, nacido también en Amberes en el año 1593. Además de Rubens, influirían en él otros
maestros, como Caravaggio. Supo retratar con maestría las costumbres y el carácter de los flamencos de su época.
Jordaens prefirió también los temas mitológicos, las escenas familiares y el retrato. Le gustaba mucho plasmar las
naturalezas muertas y escenas religiosas, aunque fuera protestante. Jordaens murió en Amberes en 1678.
La vertiente costumbrista y el Surrealismo- La vertiente costumbrista de Jordaens influyó en pintores como David
Teniers el Joven, cuya obra más célebre es El triunfo de Federico Enrique de Nassau. Otras obras destacadas son La
Crucifixión y una de carácter mitológico llamada La niñez de Baco. Fue el continuador del género que iniciara Brueghel
con sus escenas cotidianas de tintes grotescos. Hans Memling, de origen alemán, nació alrededor del año 1440 y
adquirió el derecho de ciudadanía en Brujas en 1465. En esta ciudad hay un museo que lleva su nombre en el edificio
que fuera antiguamente el Hospital de San Juan. Entre su obra destacan El matrimonio místico de Santa Catalina, La
Adoración de los Magos, La Virgen con el Niño y El Relicario de Santa Úrsula. Estas son pinturas consideradas como
obras maestras de la escuela flamenca. Murió en el año 1494. Gerard David nació alrededor del año 1460, era natural de
la provincia de Utrecht, pero se asentó en Brujas en 1483. Entre sus obras más importantes hay que señalar el díptico El
Juicio de Cambises y el gran tríptico El Bautismo de Cristo, en el que el paisaje unifica los tres paneles. Ambas obras
están guardadas actualmente en el Museo Comunal de Brujas. El pintor murió en el año 1523. En el periodo barroco se
inspiraron construcciones como la Plaza Mayor de Bruselas. Este estilo también se dio en la escultura y se prolongó
hasta el siglo XVIII. Otro representante de este periodo es Van der Weyden. En el siglo XX tuvo lugar otro movimiento
expresivo, el Surrealismo, cuyo máximo exponente es René Magritte. Nació en Lessines en 1898, pero vivió en Bruselas
la mayor parte de su vida, donde murió en el año 1967. Comenzó sobresaliendo entre las corrientes vanguardistas que
dominaban en los años 20. Se inició en el Cubismo y el Futurismo, pero más tarde cambiaría las formas geométricas por
los trazos más realistas y deteniéndose, sobre todo, en el detalle. Es imaginativo y poético a la hora de elaborar sus
figuras.
Arquitectura
En el siglo XX destaca en la arquitectura el Art Nouveau, liderado por Henri van de Velde y Victor Horta. Este último,
nacido en Gante en 1861, está considerado el pionero del Modernismo en Bélgica y en todo el continente. Su obra más
representativa es la Casa Tassel de Bruselas, que supone una nueva visión del espacio y una conjunción perfecta de la
flexibilidad del hierro y la dureza de la piedra. Este arquitecto mostró un especial interés por el mundo vegetal, la
estructura de las plantas y la lógica constructiva. Todo esto lo trasladó a su decoración guiándose por sus alusiones,
sugerencias y evocaciones.
Tapices
Flandes también es famosa por sus producciones de tapices. Entre los siglos XIII y XVII se hicieron excelentes obras en
Oudenaarde y Bruselas, con cartones de Rafael y Rubens. Los tapices más populares de Oudenaarde son los llamados
verdures, que se caracterizan por el color verde natural que resalta de sobremanera. Los tapices confeccionados en esta
localidad están guardados en colecciones privadas y en museos de todo el mundo. Además de los verdures, también son
famosos los tapices narrativos, que reproducen escenas de la Biblia, mitos, tradiciones y leyendas. Existe incluso una
serie basada en el Don Quijote de Cervantes. Entre las obras más importantes destacan Alejandro y el sumo sacerdote
Laddo de la serie La Historia de Alejandro y la ya referida serie La Historia de Don Quijote.
Literatura y Cómic
En la literatura destaca, especialmente, Hugo Claus. Sin embargo, es necesario hacer un énfasis en los escritores de
cómic, entre ellos el creador de Tintín, Hergé. Por algo el cómic es conocido en Bélgica como el noveno arte. La afición
comenzó en los años veinte y fue el dibujante de los tebeos de los boy-scout, Georges Remi, más conocido como Hergé,
quien tuvo la idea de contar la historia del grupo en imágenes. El protagonista era Totor, jefe de la patrulla de los
Hannetons. Por aquel tiempo, el joven Hergé entró a trabajar en el diario Siglo XX, de orientación conservadora, donde
se ocupó de la sección juvenil. Así nacieron Tintín y Milú, reporteros del Petit Siglo XX. Su primera aventura, Au pays des
Soviets, tenía un tono claramente anticomunista y produjo cuantiosas ventas.
Hergé creó entonces a Quick y Flupke, además de realizar diferentes historietas de Tintín, como Tintín se va al Congo.
Este personaje inmortal también viajaría a América, a Egipto, etc. Poco a poco, Hergé fue madurando su conocimiento
del mundo y decidió dedicarse a informar a los niños, contándoles las cosas de manera más rigurosa. Pero el mundo del
cómic belga no se reduce únicamente a las aventuras del reportero Tintín y su perro Milú. Pronto apareció una
producción muy diversa. Así nació la Escuela de Bruselas y la Escuela de Marcinelle. Durante la década de los años
sesenta y setenta el cómic no sólo se centró en los niños, sino también en los adultos. Entre los talentos más populares,
se encuentran André Franquin, Edgar Jacobs, Morris, Maurice Tilleux, Jijé, Willy Vandersteen, Jaques Martin, Peyo, Roba y
Walthéry. El Museo de Cómics y Dibujos Animados de Bruselas, cuyo nombre oficial es Centre Belge de la Bande
Dessinée, es único en el mundo. Guarda numerosas colecciones de álbumes, revistas y libros dedicados a lo que ya
puede llamarse arte: el cómic.
Moda
La ciudad de Amberes goza de gran fama debido a una extensa galería de diseñadores de renombre internacional
afincados en esta ciudad. El eje principal de esa materia se encuentra en la sección de moda de la Academia Real de
Bellas Artes. Entre los principales diseñadores destacan: Dirk Bikkembergs, Ann Demeulemeester, Walter Van
Beirendonck, Dries van Noten, Dirk Van Saene y Marina Yee. Se agrupan bajo el nombre de los Antwerp Six desde su
debut en la feria internacional de la moda del British Designer Show de Londres. Tienen incluso sucesores como Raf
Simons, Anna Heylen, Sarah Corynen, Stephan Schneider, Kristof de Muynk y Veronique Branquinho. Todos ellos han
elegido Amberes como la sede de la moda belga. El desfile anual de moda se ha transformado en una fiesta a la que
acuden unos 6.000 espectadores de todo el mundo. Se celebra en la Bolsa, que se sitúa en la calle Twaalfmaandenstraat.
Encajes
Hacia el siglo XV Brujas cultivó el arte del encaje como nadie. Su producción de encaje de bolillos fue unida a su declive
como antigua potencia comercial. En el siglo XVIII, la mitad de sus apenas 30.000 habitantes vivía en la pobreza,
mientras la aristocracia y descendientes de la burguesía más pudiente se refinaba y adornaba sus puños y cuellos con
encajes.
Esta moda causó furor en toda Europa, así que las ciudades de Flandes se dedicaron con esmero a esta labor. Cada
localidad se especializó en un punto diferente. El de Brujas era el punto del hada, el más delicado. Lástima que hoy muy
pocos son capaces de realizarlo, además de que es muy difícil encontrar materiales tan finos. Tampoco este arte de tan
delicada manufactura y elementos podría competir con el mercado oriental, que acapara el comercio mundial de los
encajes. En realidad fueron los comerciantes flamencos los que introdujeron sus secretos de fabricación en el periodo de
entreguerras a las misiones asiáticas. Allí, los misioneros empujaron a los obreros orientales a su manufactura, una
mano de obra extremadamente barata. Esta producción hizo cerrar muchos talleres en Flandes. Actualmente el centro
del encaje de Brujas, Kantcentrum, mantiene esta tradición y posee una escuela para iniciar a los artesanos que lo
deseen. El centro está abierto al público. En la escuela de encaje de la calle Balstraat, en Brujas, aún se teje el encaje
con los bolillos que hicieron famosa a la ciudad.
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