Algunos problemas que aparecen al iniciar el estudio de la... • pluralidad de significados personalidad ya que no existe apenas consenso.

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• Algunos problemas que aparecen al iniciar el estudio de la Psicología de la Personalidad.
El primer problema que se encuentra uno al estudiar esta asignatura es la pluralidad de significados que tiene
personalidad ya que no existe apenas consenso.
Este concepto al no proceder de un ámbito psicológico sino que los psicólogos se apropiaron de la palabra que
ya tiene alrededor de uno 2000 años y que es un término vulgar, no existe un punto en el que haya acuerdo.
Personalidad posee significados redundantes (forma de ser), ambiguos (significado adaptable), mentalistas (no
material en el interior del individuo). En general, siempre se encuentra como argumento explicativo de las
diferencias conductuables entre las personas.
La confusión de la causa de la conducta con su descripción más o menos técnica (pseudoexplicación) es un
error básico. Lo que se hace en realidad es poner nombre técnico a una serie de síntomas.
Cada corriente, escuela o incluso cada psicólogo tiene su propia definición y en la mayoría de los casos está
basada en términos inventados por él mismo. Todas las definiciones no son contrastables, aunque ninguna es
mentira ni verdad, no existe ningún punto de inflexión desde el cual se puedan comparar las distintas teorías
ya que parten de referentes diferentes.
Para entender los conceptos dentro de la personalidad se necesitaría llegar a un consenso; pero no existe
ningún experimento que pueda demostrar las distintas teorías.
El segundo problema que se encuentra un psicólogo de la Personalidad es la separación histórica y actual que
existe entre Psicología de la Personalidad y las áreas más rigurosas de la Psicología.
En la Psicología de la Personalidad no hay apenas investigaciones por lo que es muy fácil encontrar distintas
teorías que no tienen una demostración ni de sus bases.
El tercer problema es el carácter ambicioso y globalizador (carácter holista) de esta disciplina. No existen
barreras para estudiar la conducta total del comportamiento humano.
Se dice que existen dos tipos de conducta: la conducta abierta y la conducta encubierta.
Se conoce como conducta abierta aquella que es accesible para otra persona además de la que se está
comportando. Ejemplos: correr, saltar, comer, dormir Toda conducta que un testigo pueda notar que se realiza.
Se conoce como conducta encubierta aquella que únicamente es accesible para la persona que se está
comportando. Ejemplos: soñar, pensar, imaginar, desear Toda conducta a la que un testigo no tiene acceso.
Se sabe que históricamente una buena parte del pensamiento occidental consideraba que la conducta
encubierta poseía una naturaleza sustancialmente diferente que el comportamiento abierto. Son diferencias
ontológicas, es decir, del tratamiento del ser. El campo encubierto no era un comportamiento sino que era
mente. La diferencia que se encontraban entre pensar y hablar o desear y consumar lo deseado fue considerado
la base para considerar la mente la causa de la conducta.
Desde Descartes existe el dualismo entre la mente y física por lo que la conducta viene dada por la mente; por
lo tanto, la conducta es observable, abierta. A esta posición se conoce como mentalismo y defiende que la
mente es la sustancia causante de la acción (la conducta). Otra filosofía que se opone a esto es la materialista
que entiende que todo comportamiento tiene una única naturaleza que es básicamente semejante. Según esto,
el conjunto de fenómenos que forman parte de la causa se transforman ellos en conducta encubierta. Y el
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hueco que deja es ocupado por el ambiente (experiencia) y es el que explica la conducta.
La clave que distingue a las psicologías mentalistas de las materialistas no está en los asuntos en los que unas
y otras atienden, está en la consideración conceptual que hacen de los fenómenos encubiertos. En el
mentalismo estos poseen naturaleza propia ya que son cosas (sustancias pensantes). En el materialismo se
consideran estos fenómenos como solidarios al resto de la conducta.
El mentalismo porque sustancializa la conducta encubierta siempre a supuesto que la mente es una estructura
topológica (un espacio), por ello algunas psicologías mentalistas son geografías o anatomías de la mente.
Existe otra distinción de la conducta, esta clasificación tiene relevancia en Psicopatología. Según estos existen
tres clases de conducta: a) motriz que tiene que ver con el movimiento; b) cognitiva que tiene que ver con las
actuaciones realizadas con el pensamiento y verbalizaciones y c) fisiológica que tiene que ver con todo lo
evocado por el sistema nervioso autónomo. Dependiendo si uno u otro de estos sistemas está alterado se
aplicará una u otra terapia.
En Psicología de personalidad no existen barreras por lo que el objeto de estudio se amplía tanto que
desaparece. Al final esta psicología consiste en estudiar variables inventadas por eso son imposibles de
observar, de medir y que cada investigador ha inventado a partir de sus propios puntos referenciales sobre el
hombre.
La personalidad alude a una supuesta interioridad esencial de la persona.
La palabra personalidad proviene de las máscaras utilizadas por los actores en la tragedia griega cada una de
ellas interpretaba un papel que desempeñaba el actor. En esta época se denominaba prosopon y que pasó al
latín como persona. Tenía un significado conductista o teatral. La máscara era la superficie y la totalidad del
personaje. Desde su origen personalidad ha estado ligada al teatro, ahora se somete en sustrato interno que el
exterior puede dañar.
El cambio de su significado se dio gracias a la Iglesia Católica ya que llamó personas a cada una de las tres
manifestaciones de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Más tarde perdieron el matiz de
máscara (Concilio de Alejandría) para pasar a representar el algo interior cuya imagen (el cuerpo) es una
sombra.
• Ejemplo de definición de Personalidad y delimitación del campo de estudio: Lawrence Pervin.
Pervin comienza sus obras señalando que toda Psicología de la Personalidad debe dar referencia a dos
apartados: a) aspectos estructurales que se refiere a los componentes básicos de la personalidad, con la
descripción de las piezas de la mente; b) aspectos dinámicos o funcionales como el funcionamiento global de
la mente y su interacción con el ambiente.
Sin embargo se encuentra que ninguna teoría de la Personalidad ha sabido equilibrar ambos aspectos. Hasta el
punto que el carácter estructural o funcional es un criterio de enfrentamiento entre las distintas escuelas.
Habrá psicologías básicamente estructuralistas (mentalistas, dualistas) y habrá psicologías básicamente
funcionalistas (materialistas, no dualistas).
Pervin habla de la Personalidad como una variable intermedia o un constructo hipotético, aunque estos
términos no sean sinónimos. Existen varios puntos que los diferencian. En un primer momento todo psicólogo
estará de acuerdo en que el objeto de su estudio son las relaciones estímulo y respuesta o persona y mundo,
estos son pares de términos que se encuentran en interacción permanente. Cada uno alteramos el mundo en
cada instante al igual que el mundo nos afecta a nosotros (Heráclito− flujo permanente).
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La densidad entre los objetos de estudio se ha optado por desechar las relaciones directas sustituyéndolas por
variables intermedias que provocan de alguna manera la respuesta a tal estímulo. Esta variable intermedia es
un concepto vacío, formal que el teórico se inventa para simplificar un campo de términos. Tal variable es una
abstracción de las relaciones que mantienen los elementos estimulares y conductuables; por lo tanto, la
variable no tiene significado al margen de ellos.
En la práctica la variable intermedia acostumbra a ser convertida en cosa. Lo que ha conllevado a creer que en
realidad el objeto de estudio de la Psicología era la propia variable y el estímulo y la respuesta pasan a tener
importancia dependiendo de la variable.
Según Pervin la personalidad debe ser comprendida como una variable intermedia. También señala que toda
teoría de la personalidad debe dar cuenta del porqué de la aparición de las psicopatologías. Presupone, por
tanto, que existen tales enfermedades como algo distinto a la conducta normal.
Clasificación clásica de las psicopatologías.
La psiquiatría divide las enfermedades en dos áreas diferentes. Por un lado se encuentran los trastornos
neuróticos o neurosis que serían básicamente trastornos afectivos relacionados con la ansiedad y la depresión.
Y por otro, los trastornos psicóticos o psicosis además de la depresión y la ansiedad se unen trastornos de
pensamiento (delirios) y perceptivos.
Para diferenciar a un neurótico de un psicótico se encuentra que un neurótico por muy alterado que se
encuentre nunca pierde el contacto con la realidad; mientras que el psicótico puede decirse que vive en otro
mundo a parte.
Los trastornos neuróticos se encuentran sometidos a modas. Es un fenómeno moderno, occidental y urbano y
aunque se puedan encontrar en épocas anteriores se ven sobre todo a partir del siglo XIX.
• La histeria: es la neurosis histórica. En buena parte de los comienzos de la Psicología Clínica es la única
que se encuentra. Histeria viene del latín al igual que útero debido a que la histeria se relacionaba con la
mujer por lo que se llegó a llamar síndrome del útero migratorio. Se suponía (IV a.C.) que el útero de
ciertas mujeres aburrido se ponía nervioso y se movía por el interior del cuerpo de la mujer debido a la
abstinencia sexual. La primera explicación moderna es dada por Freud y de cierta forma posee la misma
base sexual.
Caben dos tipos de histeria:
• Histeria de conversión: la más frecuente. En ella la mujer sufre una serie de síntomas físicos que
toman forma de parálisis, cegueras, ataques, desmayos sin que exista una causa física que lo
demuestre y es casi imposible que lo tuviera. Se suponía que tenía algún trastorno mental que se
somatizaba en físico. Por lo que al curar el problema psicológico se cura el problema físico.
• Histeria de disociación: en la cual la mujer presenta unos cambios de humor tan marcados que cabe
pensar que existe una múltiple personalidad. Era frecuente que se acompañara con amnesia o fugas
histéricas.
En la actualidad no hay histeria aunque sí es cierto que en los últimos años se observa un cierto rebrote en
EE.UU. de lo que se llama personalidad múltiple que puede deberse al abuso sexual en la infancia.
• Neurosis depresiva o depresión: se dice que es la forma neurótica de nuestro tiempo. La depresión se
caracteriza por una tristeza y un pesimismo morboso crónico acerca de la idea del yo, del mundo y del
futuro. Es algo más que la tristeza y que llega a incapacitar en todos los aspectos al individuo que la padece
(laboral, familiar, social). Su presencia es tan notoria que al igual que la histeria se utiliza coloquialmente.
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Una de las señas del individuo del siglo XX es creer que posee algún tipo de trastorno.
• La neurosis fóbica: se caracteriza por una ansiedad insuperable debido a algo que de por sí no es peligroso.
Para que haya fobia no vale solamente con la ansiedad si no también la necesidad de huir. Parece ser que
algunos estímulos (animales, oscuridad, enfermedad, suciedad, espacios abiertos o cerrados) son más
proclives a padecerse. De por sí son los más sencillos de ser tratados.
• Fobia social: miedo a las relaciones interpersonales. El sujeto que lo sufres se mantiene separado de
la gente por sentirse inferior o poseer algún tipo de culpabilidad. Llega un momento que el sujeto no
sale de casa o perder trabajo por necesitar la relación con otras personas.
• Agorafogia : miedo a los espacios abiertos. Tiene que ver con el miedo a alejarse de una serie de
espacios concretos en los que el sujeto se siente seguro. Esta persona tiene un miedo especial a
aquellas situaciones en las que no puede salir en cualquier momento. También se le conoce como
síndrome de la silla del peluquero.
• Neurosis de angustia: la persona que padece angustia cuanta que de forma periódica sufre intensos ataques
de pánico sin que conozca el estímulo del que siente miedo. El sujeto cuenta que en esos momentos la vive
la sensación de la muerte inminente, de pérdida de control o locura inminente. Un análisis detallado suele
revelar los estímulos que pueden provocar esa situación de pánico aunque el paciente no se dé cuneta. Los
estímulos pueden ser internos o externos los que disparen el pánico. Por ejemplo: Cambios de luminosidad,
latido del corazón, consumo de ciertos alimentos
• Neurosis obsesivo−compulsiva: se caracteriza por la presencia recurrente e inevitable en el sujeto de una
serie de pensamientos morbosos que provocan una gran ansiedad. Cuentan que por mucho que intenten no
pensar en sus pensamientos extraños, les atormentan durante todo el día. Suele tocar temas como la muerte,
la religión, la enfermedad, la culpa, la limpieza o el orden. La segunda mitad de la enfermedad, la ansiedad
tan solo desaparece cuando la persona realiza una serie de rituales que él mismo nota extraños. La mayoría
de los rituales suelen tomar forma de la limpieza, la religión, con el orden y la comprobación. El enfermo es
una persona lúcida cuya personalidad suele ser perfeccionista.
Se conoce por psicosis a una patología que además de presentar trastornos depresivos y de ansiedad clínicos
se presentan delirios o alucinaciones. Así existen distintos tipos de psicosis:
• Esquizofrenia: es una demencia precoz que se caracteriza por la presencia de un gran autismo emocional,
una gran frialdad, extrañeza, problemas en las relaciones sociales y por una dimisión del mundo real para
recluirse en un mundo propio. También existen los síntomas positivos que toman forma de delirios y
alucinaciones. La esquizofrenia es un trastorno muy variado y así se han realizado numerosas
clasificaciones.
• Esquizofrenia paranoide en los casos en donde existe delirios de grandeza o persecución.
• Esquizofrenia catatónica donde la inhibición motora es fundamental.
• Esquizofrenia hebefrénica.
La clasificación que hoy se utiliza es la que separa la esquizofrenia en:
• Esquizofrenia positiva o de tipo 1: en donde predominan los síntomas positivos.
• Esquizofrenia negativa o de tipo 2: en donde predominan los síntomas negativos: autismo, frialdad
• Psicosis maniaco−depresiva o trastorno cíclico (o bipolar): Se caracteriza por la alteración entre periodos
de intensa depresión psicótica con periodos de intensa agitación frenética. Es extremadamente peligrosa y
dolorosa para el enfermo ya que es la enfermedad donde hay más suicidios.
No hay acuerdo a causa de las psicopatologías, cada escuela posee sus teorías. Aunque existe un pequeño
consenso de que las psicosis están causados por dos factores que se deben producir simultáneamente:
• Cierta vulnerabilidad bioquímica o neurológica y parece ser heredable.
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• Se necesita una situación estresante que superara a la persona.
Sin embargo no hay pruebas de que las neurosis tengan causalidad orgánica y más bien parece que estamos
ante un trastorno ambiental (cultural, familiar) aunque históricamente ha sido la medicina la que ha tratado de
curarlas.
Inicialmente la medicina estudió las neurosis asimilándolas a trastornos infecciosos de tal forma que se
consideraba que lo sano y lo enfermo era una diferencia cualitativa. Más tarde se asumió la neurosis al
modelo de las enfermedades funcionales (tipo miopía), por lo que ahora la diferencia entre salud y
enfermedad era de tipo cuantitativo. Este punto de vista es defendido por la mayoría de escuelas aunque existe
otro punto de vista, el punto de vista tipo psicológico. Este entiende que no existe diferencia alguna entre
conductas normales y patológicas puestos que en ambos casos los procesos psíquicos son los mismos.
• Requisitos que ha de cumplir una teoría de la Personalidad.
El primer requisito es que cumpla los conceptos de operativo, empírico y evaluable. Esto quiere decir que
deben quedar claramente explícitos los procesos para su medida lo que no significa que sean cuantitativos. No
se deben defender conceptos cuya evaluación dependa de la objetividad del investigador.
El segundo requisito es que toda la teoría de la Personalidad debe especificar claramente que fenómenos, en
caso de ocurrir, demostrarían que la teoría es falsa. Debe poder predecir los sucesos que podrían ocurrir y a
esto se le conoce como Principio de falsación de Popper. Este defiende la idea que las proposiciones
científicas nunca pueden demostrarse como ciertas, pero sí su falsedad. Por esta razón numerosos teóricos han
armado sus teorías de tal manera que no se puede demostrar su falsedad ni tampoco si son ciertas.
En tercer lugar, una teoría de la personalidad debe ser parsimoniosa; es decir, que no incorporen elementos
superfluos que no sean necesarios para dar cuenta de los fenómenos. Tiene que ver con la navaja de Occam
que decía que ante dos explicaciones de un mismo fenómeno se quedará con la más simple.
En cuarto lugar, una teoría de la personalidad debe ser extensa, que cubra la totalidad del campo sobre el que
pretende aplicarse.
Por último, debe ser fértil. Debe dar lugar a investigaciones, hallazgos y aplicaciones. Según Lewin nada hay
más práctico que una buena teoría.
• Contexto sociohistórico de la aparición de la Psicología de la Personalidad.
• La aparición de la persona individual.
La preocupación por la persona no comienza hasta mediados−fnales del siglo XIX en Europa y EE.UU. Hasta
entonces los estudios eran escasos y habían tomado, en general, la forma de tipologías temperamentales. La
más famosa es la desarrollada por Hipócrates (IV a.C.).
Hipócrates entendía que el temperamento estaba en función del humor que predominase en el individuo. Así
una persona donde el humor predominante es la sangre la persona es sanguínea (optimista, emprendedor,
enérgico); la flema, flemática (imperturbable, estable, sereno); la bilis amarilla, biliosa (colérico, encendido,
enfadado) y la bilis negra, carácter melancólico.
Se mantuvo sin apenas retoques prácticamente hasta nuestros días. Son teorías extremadamente pobres que no
pueden constituir una Teoría de la Personalidad.
A finales del siglo XIX la burguesía se convierte en la clase social predominante y con ello explota el interés
por el estudio psicológico del hombre. En esta época toma forma definitiva un proceso sociológico que había
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comenzado en el Renacimiento y que a finales del siglo XX se encuentra exagerado. Tiene que ver con lo que
Béjar ha llamado aparición del ámbito de lo íntimo y lo privado y Avia ha llamado la aparición del
individualismo autosuficiente. Comienza a funcionar la persona como ser individual, los individuos gozan de
un espacio propio, unos objetos propio y, por primera vez, se extiende la costumbre de hacer ciertas conductas
a solas.
El sujeto poco a poco se desgaja del grupo social al que pertenece y comienza a definirse por la diferencia que
le distingue del grupo. Al tiempo se que separa aumenta el extrañamiento ante el otro.
Las conductas que históricamente habían sido públicas poco apoco han ido privatizándose, así surge la
persona individual. Algunas de esas costumbres son:
• Comer: hasta la Edad Media se utiliza un plato común del que comen todos. Con la instauración de la
burguesía se comienza con la idea de plato, cubiertos y servilletas propias. En la actualidad la
conducta de comer está ritualizada alrededor de ciertas prácticas estrictamente individualistas.
• Cuarto de baño: en la actualidad el cuarto de baño tiene un uso nuevo que pretende disimular lo que
en él ocurre. Aparecen los pestillos.
• Dormir: en otras épocas el dormitorio era una habitación de la casa donde va a dormir todos los
habitantes de la casa. Poco a poco comienzan a aparecer dormitorios para cada generación, para cada
sexo o para cada miembro de la familia. A comienzos de siglo la cama no existía el concepto de
propiedad como existe hoy en día.
• Sexo: hasta el siglo XVIII el sexo era vivido de una forma desproblematizada (convivencia de hijos
legítimos e ilegítimos). Apenas se daba importancia al adulterio. En este siglo, el sexo queda
circunscrito al ámbito familiar. El sexo está problematizado, vinculado al amor romántico y su
práctica ocupa gran parte de la ética del individuo. En la actualidad aparecen más formas sofisticadas
e individualistas del sexo (sexo cibernético, teléfonos eróticos). Todas ellas contribuyen al
individualismo y el sexo se entiende como algo cada vez más escrupuloso.
• La muerte: en la Edad Media la muerte era considerada un acto público. En los manuales de
educación del siglo XVIII y XIX se aconsejaba que los niños asistiesen a la muerte de sus familiares.
Hoy en día, el ideal de muerte clásico (el patriarca moría rodeado de sus hijos y se realizaban rituales)
ha sido sustituido por la idea de morir a solas o rodeado de médicos y ser inmediatamente incinerado.
La muerte se ha convertido en un tema tabú.
• El gusto: la metáfora del gusto (originariamente hacia la comida) se extiende a las artes, a la ropa y en
la actualidad ha invadido la vida del individuo. Junto a esta, se crea la idea del buen gusto y nace para
distinguir de forma interclasista a las persona. La moda y la elegancia son formas para clasificar a la
gente.
• El arte: en las artes narrativas se observa una transición en los últimos siglos desde el drama de
Shakespeare, en donde los personajes se muevan ante un destino que les supera, hacia un drama
burgués (Molière)donde las situaciones son domésticas, sentimientos o emociones. En la actualidad
las narraciones de mayor éxito están localizadas en la televisión (culebrones, reallity shows) y se
ocupan de asuntos domésticos, menores, en donde de lenguaje se ha hecho cotidiano y el escenario es,
en la mayoría de las cosas, la sala de estar.
Algo semejante ocurre respecto a las artes plásticas. El estudio de la evolución del retrato es un ejemplo
perfecto para darse cuenta de la idea del yo. El retrato clásico era un retrato donde la identidad era su
actividad social de tal forma que debajo aparecían los útiles de su trabajo. Poco a poco los retratos comienzan
a verse desprovistos de indicios de al actividad social del retratado (la persona en último término es ella y ya
no su trabajo).
A consecuencia de esto aparece un hombre nuevo de forma gradual, inédito en la historia: aparece el burgués,
el ciudadano. Este ciudadano entiende que su esencia se encuentra en aquella parte de su vida que ha sido
retirada del mundo (la vida privada).
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La vida privada provoca en todos la aparición de un yo hiper−reflexivo, un yo que se apoya en una metáfora
espacial de interioridad. El yo adquiere connotaciones de esencialidad y profundidad y sólo la propia persona
tiene acceso a él. En ocasiones el yo (lo auténtico) se vuelve tan profundo, tan despegado dl mundo que ni el
mismo sujeto tiene acceso a él. Para rescatarlo se necesita la ayuda de un psicoanalista, un psicólogo o un
psiquiatra. Esta nueva situación de invención de lo íntimo crea que las situaciones sociales se entiendan como
representaciones de mascaras (farsas); pero las máscaras no son los prosopón griegos sino que son disfraces o
sombras que ocultan una autenticidad difícilmente alcanzable. Tan solo en soledad se manifiesta el verdadero
yo y por eso la intimidad adquiere unas connotaciones sagradas.
La amistad, el amor y la familia ahora se valoran en la medida que permiten al sujeto manifestar su verdadero
yo (que le dejen comportarse como si estuviese solo).
• Causas materiales y justificaciones ideológicas de la persona individual.
• La llegada del capitalismo: se pasó de una sociedad feudal cerrada en donde el nacimiento está ya
marcando el destino a una sociedad urbana capitalista y un poco más abierta. El mercado capitalista obliga
a potenciar el concepto de gusto individual sobre dimensionado que permite dar salida aun mercado salvaje
irracional (mercado amplio, mucha competencia).
• La popularización de la lectura: se pasa de ser algo que únicamente tenía acceso la Iglesia a la aparición del
lector habitual. Es una sociedad letrada en donde todo está simbolizado y es esto lo que marca la diferencia
con otras épocas. Se provoca la pérdida del monopolio del conocimiento por parte de la Iglesia y la gente
pude formarse individualmente.
• La popularización de los medios de comunicación de masas (televisión): con la televisión se realizó un
diferenciación radical de la sociedad entre las sociedades de las épocas donde no existían radio u otro
medio de comunicación no se sabía ni conocía nada. La televisión ha ofrecido al espectador referentes muy
variados de formas de vida. La mismo tiempo la libertad de elección llega aun punto en que se colapsa
debido a la saturación de la oferta. Una mayor variedad de opciones puede bloquear al sujeto.
La publicidad utiliza la identificación del producto con el sujeto como método de vender; así dicen que tanto
el producto como el sujeto son la misma cosa, por lo que el sujeto no podrá ser feliz hasta que posea el
producto. La publicidad pretende hacer creer a la persona que se encuentra insatisfecha porque no posee ese
producto que es él mismo (el yo auténtico yace en el interior y sólo sale con tal producto).
• Con todo, el factor más importante de la aparición de la persona es la aparición de la ciudad. La ciudad se
caracteriza por un aumento de la población lo que provoca forzosamente un nuevo tipo de presencia social
caracterizada por el anonimato y por la falta de conceptualización del otro como persona. El otro en la
ciudad produce asco o miedo porque es otra cosa distinta a mí (falta de esencia social), mientras que en el
pueblo el otro es como yo. En la ciudad se separa el lugar de trabajo de la residencia y se pasa de una
familia multigeneracional a familias nucleares.
El paso del pueblo a la ciudad impide que el individuo pueda seguir siendo controlado por la comunidad. Por
eso es necesario crear una nueva instancia de control y así se crea la instancia más tiránica posible: la
conciencia y el sentimiento de culpa. En la actualidad este sentimiento es el encargado de controlar al
individuo ya que la comunidad no puede, más que nunca el niño es educado en la idea del autocontrol
(estatuas pensantes). Este énfasis en el autocontrol es la base neurótica de este tiempo.
Paralelamente a esto aparecen una serie de ideologías que vienen a dar soporte al nuevo individuo:
• El protestantismo o luteranismo: propugna el principio de libre examen para defender que el creyente
puede relacionarse con Dios sin intermediarios. Su conciencia ayudada por la gracia sabrá interpretar el
Evangelio a diferencia de o que ocurre en el catolicismo que necesita a la Iglesia par relacionarse con Dios.
Al mimo tiempo el protestante se salvo por su fe, mientras que el católico se salva por sus obras. En este
sentido e catolicismo vendría a ser la religión de la comunidad mientras que protestantismo es la religión de
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la ciudad. Se ha dicho que no se puede ser católico en la ciudad desde este punto de vista.
• El racionalismo: se refiere a una corriente de pensamiento que considera que la verdad es alcanzable
mediante el ejercicio de una razón lógica formal o abstracta (vacía), una razón no material. Todo hombre
individual, al contrario que la lógica material, posee esta razón.
• El romanticismo: se refiere a la idea de que la perfección existe y es una persona (la perfección es
individual).
A consecuencia de todo, se infla de forma inédita el mundo de lo privado y lo íntimo hasta que este mundo se
desvincula de la sociedad y se convierte en una supuesta esencia autónoma. Además se cree que es inherente
al hombre y que no vienen dado por la sociedad. Este mundo privado funciona como un mundo idiota (para sí
mismo).
• Retrato del individuo de fin de siglo.
• Creencia que la vida tiene como objeto el desarrollo y el cultivo de la esfera personal. Se dirá que la vida
tiene como objetivo realizarse y, más aún, autorrealizarse. Tiene como objetivo diferenciarse de los demás
y sólo en el siglo XX tiene sentido el Libro Guiness (ser supone distinguirse y hay que distinguirse). Los
demás importan sólo en medida que son la condición para destacar. El mundo, en general, tiene el único
valor de ser un escenario en donde desplegarse. El individuo se vuelve frívolo y narcisista, nunca deja de
ser un niño, está despreocupado del mundo y, al contrario, muy preocupado por su mundo interior.
• Sentir se convierte en el fin principal de la vida. Se valora la práctica de ciertas actividades por la intensidad
de las sensaciones que provocan. Se busca alcanzar el aturdimiento mediante drogas, músicaLa publicidad
basa su reclamo en las sensaciones de los productos, buena parte del cine, la televisión y los videoclips se
basan en una avalancha de imágenes que no permiten pensar.
El individuo cae en una trampa narcisista que le lleva a estar preguntándose cada minuto ¿qué siento?. El estar
permanentemente evaluándose provoca la permanente insatisfacción. Se distancia de las emociones porque el
ciudadano piensa que debe sentirse bien en cada momento, se instaura una dictadura del bienestar. Al mismo
tiempo nada hay peor que sentirse mal (todo se debe hacer muerto de risa). El esfuerzo y el sufrimiento se
convierten en demonios de los que hay que escapar. En este sentido, si una tarea es molesta la persona queda
legitimada para hacerlo. Siempre se ha intentado evitar el esfuerzo; pero en es en este siglo cuando está
mucho más acusado.
• Sobre valoración de la independencia, aunque sea una quimera ya que todos dependemos de todos. Se
difunde la idea de autosuficiencia, hacer las cosas a solas en casa (teletienda, teletrabajo, telepizza), se
infravaloran los compromisos personales y se difunde la idea de la originalidad animando a la gente a tener
sus propias ideas. El énfasis lleva a las ideas propias cuyo valor reside en que son personales y no en su
contenido. Los trabajos de Susman y Cushman que estudiaron el cambio en el último siglo de los manuales
de educación de los niños. Hasta finales del siglo XIX estaban centrados en la formación del carácter. Este
era considerado una característica fundamental del individuo que constaba de: dureza, integridad, moral
alcanzada a través del trabajo duro, el sacrificio, la adherencia a las normas, evitar la gratificación, ser
frugal y poco vanidoso. Sin embargo, poco a poco Cushman observa que los libros dejan de formar el
carácter y hablan de formar la personalidad. Esta se percibe como la habilidad para ser atractivo para los
demás, sobresalir de la multitud. Esta se compone de pose, encanto, arreglos personales y salud. El modelo
ahora es el famoso y no el héroe, el éxito se adquiere mediante un golpe de suerte, una extravagancia u
originalidad trivial.
• La moral de la comunidad se sustituye por la moral del cuerpo. Entendiendo por moral el conjunto de
normas que guían la conducta. Antes se hablaba de la relación con los demás, ahora se habla de saber
cuidarse así mismo. Hoy día la medicina toma el papel que clásicamente a desempeñado la religión; en la
actualidad la medicina dicta los preceptos de la conducta que tienen prevalencia sobre el resto (si es malo
para la salud es malo sin más). Los asuntos que desde siempre habían sido de los moralistas y filósofos
pasan a ser objeto de los médicos medicanizando cualquier problema. El hombre del siglo XX es un
"enfermo" por definición. En psicología y psiquiatría aparecen cada día nuevas enfermedades, todo lo que
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clásicamente era mal humor, vagancia ahora se convierte en "enfermedad" para quitarle la responsabilidad
al sujeto. La vida humana individual pasa a ser mucho más valorada que antes, los derechos humanos es la
gran contribución de la burguesía. La idea de que toda persona tiene derechos por el único motivo de ser
persona es una idea clásicamente luterana.
• Extensión del mito de la Naturaleza: el burgués insatisfecho siente que sus males vienen por no ser ellos
mismos, esto es debido a que se ha dejado de ser natural. La solución consiste volver a ser en volver a ser
naturales, de esta forma se busca contactar con la naturaleza tanto con la naturaleza salvaje como con
ciertas culturas que están tan lejanas que parece que son naturales, fieles a ellas mismas. De esta forma se
experimenta un auge inédito de las culturas remotas, los monasterios, sabiduría oriental/india, músicas
étnicas, turismo rural, mercados medievales, restaurantes exóticos A vista de burgués el indio y el árbol se
funden en la Naturaleza, cuanto más raro más auténtico y, por tanto, más natural. Este contacto con la
naturaleza es vivido por el burgués como si fuese una vuelta (no se "va" sino que se "vuelve"). En
definitiva, se siente nostalgia de lo nunca existió, se inventa la tradición y la palabra natural (bio) lo
santifica todo. En este mismo contexto se extiende el nacionalismo romántico que se caracterizan todos
ellos por retraer la historia hasta un punto arbitrario y lejano sobre el que no hay la suficiente
documentación y que permite especular una supuesta perfección natural que supone el punto cero de la
historia. A partir de hay todo se pervirtió por la aparición de un enemigo antinatural (paraíso
judeo−cristiano, castros), por lo que la salvación consiste en volver.
• La lógica del gusto invade ámbitos que no tienen nada que ver con el gusto. Invade el ámbito de la
racionalidad y se convierte en la esencia del individuo. Las opiniones son tratadas como gustos y
argumentar se vuelve un juego efectista y formal de frases cortas y eufóricas (tertulias). Al final el que
vence se decide por votación.
Como dice Cushman, el "yo clásico" se encontraba dado en el mundo social de la persona, la identidad estaba
dada en el otro. En la actualidad el foco de atención se ha desplazado de lo comunitario a lo individual y
aparece lo que se ha llamado el "yo vacío", el individuo se ve abocado a una auto−perfección narcisista y el
"yo " se llena de dietas, de cosméticos, de religiones baratas, de medicinas baratas, de sectas salvíficas, en
definitiva, de todo tipo de productos que mantienen al sujeto enganchado a su ombligo. Es de esta forma como
aparece lo que se ha llamado "yo vacío", "individuo flotante", "hombre disperso" o "hombre proteico" que no
es más que el vagabundo ideológico. El "hombre proteico" flota y está influido por las modas.
Junto al auge de lo íntimo se da también los males de lo íntimo y aparece la demanda social a la que
responden los "sanadores del yo". En este sentido se debe señalar que el carácter sociocultural del "yo" no le
resta un ápice de su realidad. Nada por tener un origen social tiene que ser falso.
Para la aparición de los males de lo íntimo hacen frente dos características ambas estrictamente urbanas sin las
cuales no existen esos males: a)tiene que ver con la existencia de una organización social que permita la
existencia de tiempo libre en abundancia; b)en la sociedad se dan simultáneamente conjunto de morales
diferentes e incluso opuestos. El individuo actual se ve forzado a elegir a diferencia de lo que ocurría en siglos
e incluso años antes.
La neurosis es entendida a veces como un trastorno de la libertad, efecto secundario de la necesidad de elegir.
Es en este siglo cuando comienza a aparecer de roma exagerada una gran cantidad de teorías sobre la
personalidad humana que forman grandes escuelas e incluso movimientos culturales de este siglo.
• Intentos de clasificación de las teorías de la Personalidad.
• Clasificación en función de la metodología investigadora.
• Método clínico: es el más rudimentario y es el más practicado durante los primeros años del siglo. Consiste
en el análisis ensayísitico de un caso al que el clínico ha tenido acceso y en el que se pretende descubrir,
mediante el análisis minucioso, problemas comunes el psiquismo humano en general. Se entiende por tanto
que el estudio de un hombre nos está hablando de "el hombre". Este método tiene gravísimos
inconvenientes: a)termina siendo un conjunto de valoraciones subjetivas al carecer de rutinas de control, de
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esta forma se encuentra que los clínicos ven en sus pacientes aquello que están deseando ver. b) este
método acostumbra a informar de casos individuales exitosos lo cual no es una buena manera para conocer
la eficacia real de una técnica. c) este método nunca prueba la especificidad que la técnica ha tenido en la
curación del caso. Que alguien mejore durante la terapia no significa que se cure por la terapia.
Aún así este método es el practicado de manera fundamental por los autores psicoanalistas y humanistas
siempre con el argumento de que la complejidad humana imposibilita que sea estudiado rigurosamente.
• Método convencional: este método pretende ser la antítesis del anterior, pretende ser objetivo en donde se
estudie como en las personas ciertas características suelen ir acompañadas de otras. La forma más sencilla
sería tomar una muestra de sujetos, cuando más amplia mejor, a la que se realiza dos medidas ya sean
lógicas, físicas, psicológicas Cuando ya se posean las variables se aplica una técnica estadística que
acostumbra a ser el coeficiente de correlación. Esta correlación puede ser de dos tipos: de Pearson y de
Spearman. Este coeficiente siempre es un número que oscila entre el −1 y el +1, aquellas correlaciones
alrededor del cero nos hablan de una poca covalación entre las variables estudiadas. Aquellas que tienen
valores latos (ya sean negativos o positivos) hablan de una importante relación entre las variables
estudiadas. Si además es positivo, la relación será directa (+X!+Y; −X!−Y). Si la correlación es negativa, la
relación será inversa (+X!−Y; −X!+Y). Este valor atiende a dos variables: al valor absoluto de la
correlación (intensidad entre las variables) y al signo (dirección de la relación).
Esta técnica también tiene inconvenientes: a)no permite concluir relaciones causales entre las variables (puede
existir una tercera variable); b)los estudios de correlaciones son estrictamente descriptivos, nunca explica el
porqué se da el fenómeno.
Este método ha sido utilizado por psicólogos del rasgismo y del factorialismo.
• Método experimental: consiste básicamente en manipular libremente una variable, que llamaremos variable
independiente, y recoger los efectos que provoca sobre una segunda variable, a la que llamaremos variable
dependiente, en condiciones de control de terceras variables o variables contaminantes. El método permite
concluir causalidad entre las variables.
• Clasificación en función del indeterminismo/determinismo de la teoría.
El estudio del psiquismo puede centrarse desde dos perspectivas diferentes respecto de las cuales no cabe
término medio:
• Posición indeterminista: entiende el comportamiento como un fenómeno que no obedece a leyes. Se
entendería desde este punto que se encuentra en el ser humano una singularidad única en el cosmos que es
la libertad. El hombre no sólo posee libertad sino que esta es su esencia. La actividad humana, por tanto,
está autorregulada o auto−causada, es fruto de un principio que no está gobernado más que por él mismo.
Existen muchos elementos que afectan al comportamiento; pero al final es el ser humano el responsable de
su conducta. De esta forma el ser humano queda separado de la naturaleza, no encaja en el reino de los ríos,
las montañas, las células Ahora es responsable de la conducta que libre y voluntariamente realiza; nada en
la naturaleza es responsable de sí misma, cada cosa es causada por otras cosas. De esta forma se entiende
que el ser humano está auto−causado por lo que se crean expresiones que así lo digan: le dio por ahí, le dio
la gana Este principio de libertad ha adoptado muchas formas en la historia del pensamiento, se le reconoce
en el alma cristiana, en la mente de la psicología cognitiva y en el "yo" humanista. Buena parte de la
psicología de la Personalidad se dirá indeterminista, un ejemplo sería Rogers.
• Posición determinista: entiende el comportamiento humano se rige por relaciones causa−efecto. Entiende
que la conducta es un fenómeno natural y, por tanto, como el resto de la naturaleza obedece a principios
causales que deberá descubrir el psicólogo, las causas a partir de las cuales se ejecuta la conducta humana.
Desde este punto las leyes del comportamiento son extremadamente complejas, los fenómenos más
multicausados; pero en último término esas leyes existen. La propia persona que se comporta desconoce
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estos principios. Apelar a la falta de leyes no es más que un disfraz de la ignorancia. Se recuerda que la
evolución del pensamiento occidental es un proceso de transición desde el pensamiento indeterminista hasta
el determinismo: se partía de un punto cero en el que todo era magia y causado por los dioses hasta que
poco a poco los fenómenos van cayendo a la lógica científica. Finalmente se reconoce que la propia
conducta es causada por efecto de ciertas causas previas (cien veces que se presenten las causas previas,
cien veces realizaríamos esa conducta). Eso no está reñido con que existan tantos comportamientos, las
leyes científicas son principios abstractos que se aplican sobre los objetos. De esta forma, los principios
clásicos de libertad, de responsabilidad y voluntad quedan en entre dicho. Una buena parte de la psicología
es determinista y ejemplos de psicólogos son Freud y Skinner.
La propia existencia de la disciplina implica que está sometida a leyes ya que sino no se podría estudiar. Por
lo que parece defender el carácter determinista de la psicología. La pregunta que siempre se realiza al final
sería: Imaginemos dos gemelos genéticamente idénticos y que desde el principio de su existencia hubieran
estado expuestos a las mismas experiencias minuto a minuto. Dada una nueva situación ¿se comportarán de
igual manera?
• Clasificación en función del carácter idiográfico/nomotético de la teoría.
El origen de esta clasificación se encuentra Windelband que era un filósofo neo−kantiano que defendía la
diferencia de dos tipos de ciencias:
• Ciencias de la Naturaleza: están preocupadas por los hallazgos de leyes generales y para las cuales el
ejemplo es trivial. Estas ciencias se encuentran atendidas por un enfoque nomotético.
• Ciencias del espíritu: se interesan por el desarrollo de los casos particulares en donde la casuística es la
esencia de la disciplina. (Un ejemplo sería la historia). Este tipo de ciencias se encuentran atendidas por un
enfoque idiográfico.
En los años treinta, Gordon Allport publica el primer gran manual sobre la psicología de la Personalidad y en
él se pregunta si la psicología debe tener un carácter nomotético o idiográfico. Aunque este autor confundió la
noción de Windelband ya que entendió que si la psicología estudiaba al individuo forzosamente tendría que
ser idiográfica y que la única forma de no serlo pasaba por el estudio de los grupos. Esto provocó que a partir
de este libro se entendiera por la psicología nomotética aquella que estudia grupos y que, por tanto, es
científica; mientras que se entendería por psicología idiográfica aquella que estudia al individuo y, por tanto,
no es científica.
Hoy día se entiende por psicología idiográfica aquella que parte del supuesto que todos los seres humanos son
iguales. De esta forma el caso único se muestra como el camino adecuado para conocer el caso general. Por el
contrario, llamaremos psicología nomotética a aquella que entiende que existen clases diferentes de seres
humanos, de tal forma que la esencia de una persona vendrá dada por el grupo al que pertenece. Esta
psicología emplea todos sus esfuerzos en descubrir cuales serían los criterios correctos para la clasificación de
la gente.
La psicología idiográfica es la psicología de los individuos mientras que la nomotética es una psicología es
una psicología de las diferencias entre individuos.
• Clasificación en función del modelo teórico al que se abscriben.
Es la clasificación más importante en la psicología y en la que se pueden reconocer dos enfoques el
intrapsíquico y el ambientalista.
Se interesa por discutir dónde se haya el determinante último del comportamiento, bien en el propio sujeto que
se comporta o bien en el ambiente en donde el sujeto vive. Esta es una clasificación muy problemática.
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Los manuales presuponen la existencia de una serie de modelos filosóficos generales acerca del ser que se
distinguen en la forma de cómo comprender al ser. Caerían sobre psicología y darían una serie modelos
teóricos básicos. Dentro de cada uno hay una familia más o menos de teorías psicológicas.
A continuación nos encontramos modelos psicológicos teóricos incompatibles. Es imposible encontrar
soluciones de acuerdo, esto es así por las raíces que los modelos tienen sobre marcos filosóficos generales.
Una solución intermedia no tendría raíces.
El carácter de oposición que tienen las raíces filosóficas se traslada a la psicología. Una posición intermedia
sería aquella que criticase el eclepticismo.
Hay que tomar partido por una u otra opción, este tipo de esquema propuesto no entiende que cada modelo
teórico va a determinar qué problemas son relevantes para cada grupo de teorías; qué estrategias
metodológicas son lícitas y cuáles no; qué explicaciones de los resultados de las investigaciones cabe utilizar
Existe un acuerdo respecto a que hay dos modelos básicos en psicología:
• Intrapsíquico: presupone la existencia de un organismo inexplicablemente activo. Los determinantes de la
conducta hay que buscarlos en el propio organismo. Estamos ante una psicología que enfatiza las variables
personales y que entiende que el comportamiento es la manifestación de estas variables. La conducta, por lo
tanto, es el indicio de la característica personal.
Esta psicología se caracteriza por acentuar los elementos de estabilidad y consistencia del comportamiento.
Entendiendo como estabilidad a la similitud del comportamiento a lo largo del tiempo y como consistencia a
la similitud del comportamiento a lo largo de las situaciones.
La conducta es producto de características personales, es esperable que la personalidad esté más o menos
fijada en cada persona.
Las teorías intrapsíquicas idiográficas han usadosiempre metodología clínica; la psicología intrapsíquica
nomotética ha usado metodología correlaiconal. Históricamente la mayor parte de la psicología de la
personalidad era intrapsíquica.
Cabría distinguir dos posibles opciones:
• Biologicista: aquella que atiende a variables biológicas del individuo como causa del comportamiento. La
tradición más importante la inició un psiquiatra europeo llamado Kretschmer (1921). Éste entendió que
esistían tres tipos de constitución corporal básica que daba como resultado tres tipos de carácter:
• Constitución ceptosomática: (a lo largo y a lo alto). Son individuos huesudos y delgados que se
correspondía con una personalidad esquizotímica (tímidos, nerviosos, soñadores). Ejemplo: don
Quijote de la Mancha.
• Constitución pícnico: (desarrollo a lo ancho). Individuos bajos y rechonchos que se correspondía con
una personalidad ciclotímica (bonachones, afectivos, relajados). Ejemplo: Sancho Panza..
• Constitución atlética: se corresponde con el desarrollo rectangular y con una personalidad ixotímica o
viscosa (optimista, con iniciativa, fuerte).
Veinte años después esta teoría es perfeccionada por Scheldon que creó una tipología parecida pero
cambiando un poco:
• Constitución etomorfa: propia de embriones donde sobre todo se han desarrollado capas externas (
individuos altos y huesudos). Estos sujetos tienen una personalidad cerebrotómica.
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• Constitución endomorfa: propia de embriones en donde se han desarrollado capas internas (tubo
digestivo). Estos sujetos tienen una personalidad biscerotómica.
• Constitución mesomorfa: propia de embriones que han desarrollado capas intermedias (huesos y
músculos). Estos sujetos tienen una personalidad somototónica.
Esta teoría se mantuvo hasta mediados de siglo, pero rápidamente cayó en desuso. Prácticamente ha
desaparecido en la actualidad.
En los últimos trece años se observa un renacimiento potente de las explicaciones biologicistas de hechos
psíquicos. Autores : Eysenck, Gray, Strelau.
• Mentalistas: se refieren que la causa del comportamiento tiene características mentales. Se puede
considerar sinónimo de mentalismo−intrapsíquico, ya que es una parte mayoritaria.
• Teorías del estado o del proceso: son teorías que dan importancia al dinamismo de la mente, a la
mente como una estructura en permanente actividad. La conducta concreta es fruto de una
configuración momentánea de la mente. Ejemplo: psicoanálisis freudiano.
La conducta nunca será debida a una pieza de la mente, sino que siempre es debida a la configuración global
de la mente. Estas teorías acostumbran a defender que la conducta guarda relaciones simbólicas e indirectas
con el proceso mental que la produce. Este carácter simbólico tiene que ver con las técnicas diagnósticas que
se utilizan desde estas escuelas. Utilizan las técnicas proyectivas que consisten en exponer al sujeto a estímulo
carentes de significado bajo el supuesto de que la persona los llenará de significado proyectando sobre ellos
categorías psíquicas propias que no reconocería tener directamente.
• Teorías del rasgo: la mente es entendida como una forma estática, fida como el conjunto de
tendencias de comportamiento que el sujeto tiene de una forma estable. La conducta está provocada
por tales rasgos estables. Estas tendencias estables a ciertos comportamientos se llaman rasgos
(continuos) y tipos (dicotómicos). Los rasgos describen parcialmente al individuo mientras que el tipo
pretende dar una descripción global.
Los rasgos se relacionan directamente con la conducta que provocan. No hay simbolismo en el
comportamiento, las pruebas diagnósticas no son proyectivas sino que son listados de preguntas que sin
ninguna trampa preguntan por las áreas principales del comportamiento de la persona.
• Modelo ambientalista: con este modelo se entiende el hombre como un ser reactivo, un ser pasivo cuyo
comportamiento es fruto de la estimulación externa que recibe. Para entender al hombre hay que mirar
fuera de él y no dentro. Por tanto, no tiene interés especular sobre supuestas interioridades del sujeto. La
conducta cobra protagonismo propio. Importa por ella misma y no es sombra ni señal de nada. No existe
más que fenómenos.
Las teorías ambientalistas se caracterizan por trabajos con muy pocos conceptos, pocos constructos
hipotéticos y moverse siempre a un mismo nivel de materialidad en sus inferencias. La medición que se hace
es una predicción futura que depende del comportamiento anterior.
Este modelo enfatiza el aprendizaje, la conducta se aprende a lo largo de la vida, no es innata. La conducta
existe en la medida que se está haciendo, en función de las características del ambiente. Por ello las teorías
ambientalistas han acentuado lo máximo posible el carácter inestable del comportamiento.
Los experimentos han demostrado que la conducta es más variable de lo que parece, la consistencia se dará en
función de la consistencia psíquica de los ambientes.
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• Revisión crítica de la clasificación intrapsíquico/ambientalista en la Psicología de la Personalidad.
Se parte de la consideración de la psicología como aplicación del dualismo cartesiano. Descartes opinaba que
existía una sustancia pensante (mente) y una sustancia física (mundo). Estos son trascendentes, que tienen
existencia autónoma que se mezclan partiendo de un estadio previo de autonomía. Es metafísica no
materialista y ha dado lugar a dos psicologías.
Se diría que enfrentados al dualismo la psicología ambientalista niega la mente y acentúa al mundo, mientras
que la psicología intrapsíquica acentúa la mente y niega el mundo. Ha sido frecuente la aparición de terceras
posturas que pretendían superar la anterior descripción y su oposición. Suelen decir que tienen importancia la
mente y el ambiente y es la base sobre la que se mueve la psicología interaccionista (años 70 y 80).
Se pretende haber resuelto el problema; pero no es cierto, no existe término medio posible y no cabe
sintetizarlas. Toda psicología de todas orientaciones reconocen la importancia de mente y mundo en la
determinación de la conducta. En lo que verdaderamente se diferencian es en la consideración de cual de los
dos términos es un epifenómeno del otro.
La intrapsíquica da importancia a los dos términos; pero lo fundamental es que entiende que el mundo
determina la conducta una vez ha ingresado en el mundo de la mente. Entonces el mundo es epifenómento o
efecto secundario y subordinado de la mente. Los ambientalistas no se oponen a la mente, la característica de
la mente tiene sentido si fuera reconstruida por el mundo. Es la mente la que se convierte en efecto secundario
del mundo. Así pues, no son opciones de exclusión, ambos casoso consideran a la mente y al mundo; por lo
que es más fácil de entender porque no cabe término medio.
La psicología interaccionista es ante todo una psicología ingenua y ecléptica (mezcla lo que no se puede). No
está advertida de las raíces metafísicas de las dos psicologías.
Cabría entender la oposición intrapsíquico−ambiental no agota el campo de la psicología, agota el campo de la
psicología metafísica (parte del prejuicio metafísico de la existencia autónoma del sujeto y del mundo).
Cabe sin embargo las psicologías materialistas no va a ser ni una ni otra ni tampoco acuerdo entre ambas. Es
radicalmente diferente a todo. Entiende que las persona y el mundo no son sustancias trascendentes, no tienen
existencia autónoma y cada una de ellas obtiene su existencia de la existencia del otro. No hay que contestar a
cómo es que la persona y el mundo contactan (como si tuvieran existencia previa). Es esta relación la que los
conforma.
La psicología materialista va a ser pues intrapsíquica y por tanto ambientalista. Una comprensión acertada del
individuo le remite a su ambiente y viceversa.
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