La historia de Valdelavilla

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Marta López Rubio
4º ESO
La historia de Valdelavilla
Os voy a contar la historia de Valdelavilla, un viejo pueblo abandonado de la provincia
de Soria.
Hace tiempo ese pueblo estuvo habitado. Era un pueblo pequeño; no más de
cincuenta habitantes. Un día el médico del pueblo se volvió loco y comenzó a matar
poco a poco a todos sus habitantes. Los torturaba hasta que morían, e incluso a veces
después de muertos seguía torturando al cadáver ya sin vida. Mató a todos los vecinos
del pueblo; no dejó ni uno. La policía fue alertada por un turista que descubrió los
asesinatos, pero ya era demasiado tarde. Todos estaban muertos. Trataron de
capturar al médico, pero se suicidó en su propia casa.
Valdelavilla jamás volvió a estar habitada. Según cuentan, el espíritu del médico
todavía camina por el pueblo tratando de buscar nuevas víctimas.
Años más tarde, un grupo de jóvenes decidió ir al pueblo a comprobar si la leyenda
era cierta. Era un grupo de cinco personas, Amaia y su hermana Claudia, Jorge,
Marcos y Ana. Llegaron a Valdelavilla de día y se instalaron en el viejo ayuntamiento.
Llevaban un equipo de cámaras para tener pruebas si ocurría algo extraño. Antes de
que se hiciera de noche exploraron un poco el pueblo. Entre otros sitios, fueron todos
a la casa del médico, donde encontraron instrumentos de tortura y restos de sangre.
Al llegar la noche todo parecía estar muy tranquilo. Decidieron separarse y comprobar
si todo estaba en esa supuesta tranquilidad. Amaia, Jorge y Ana fueron a la iglesia, y
Claudia y Marcos a la casa del médico. Claudia era la más miedosa del grupo, era la
única que realmente creía en la historia de este. Cuando entraron en la casa todo
parecía estar normal, pero de repente se escuchó un grito aterrador. Amaia, Jorge y
Ana, que no estaban lejos de la casa, acudieron corriendo a ver qué sucedía. Al llegar
encontraron a Claudia inconsciente y a Marcos muerto. La cámara que llevaban no
había grabado nada, se había caído y se había roto.
A la mañana siguiente, en lugar de irse quisieron quedarse a investigar más. Por el día
todo estuvo en calma. Pero al llegar la noche una vez más alguien murió. Esta vez fue
Ana; ella y Claudia se habían quedado en el ayuntamiento tratando de descansar
mientras Jorge y Amaia iban a la casa del médico. Claudia no recordaba nada y
estaba asustadísima y la cámara únicamente grabó los gritos desoladores,
espeluznantes y terroríficos de Ana.
Decidieron quedarse un día más. A pesar de que Claudia quería irse, ni su hermana ni
Jorge le hicieron caso. Ambos necesitaban saber qué les había ocurrido a sus amigos.
Al llegar la noche se dirigieron los tres a la casa del médico, donde todo había
empezado. El ambiente parecía estar normal, como siempre. Amaia se quedó
rezagada comprobando unos antiguos instrumentos de tortura, cuando de repente
escuchó un amargo, doloroso y agudo chillido, fue corriendo a ver qué ocurría y
encontró a Marcos muerto y a su hermana inconsciente en el suelo. Esta vez la
cámara sí había conseguido grabar lo sucedido. Cuando Amaia vio lo ocurrido no se lo
podía creer: su propia hermana había matado a Marcos.
Pero Claudia no recordaba nada, y esa misma noche se fueron del pueblo.
Regresaron a Zaragoza, de donde ellos eran. Allí Amaia descubrió que su hermana
padecía un desdoblamiento de personalidad; por eso no recordaba nada de los tres
crímenes cometidos. Claudia pasó el resto de su vida en la cárcel. Según dicen, no
habla con nadie, no tiene visitas y está todo el día con la mirada perdida. Por otro lado,
su hermana terminó suicidándose de un tiro en la cabeza. No podía vivir con la culpa
de los crímenes, ya que ella decidió ir allí y llevar a su hermana.
Hay personas que dicen que Claudia mató a sus amigos porque fue poseída por el
espíritu del médico.
La verdad de lo allí sucedido no se sabrá nunca, pero desde entonces nadie más ha
vuelto a Valdelavilla, un pueblo “maldito”.
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