La Gran carrera En China, una de las muchas leyendas que explican el origen del zodiaco, cuenta que hace miles de años, el Emperador Jade decidió organizar una competencia entre todos los animales y dependiendo del orden de su llegada, los primeros 12 serían los ganadores formando parte del zodiaco chino lo cual representaba ¡un gran honor! Todos los animales se alistaron para participar en ¡la gran carrera! Se dice que alguna vez la rata y el gato fueron muy buenos amigos, pero fue esta carrera quien los separó; no sabían cómo competir con contra animales más grandes y además, el recorrido de la carrera era muy difícil pues tenían que atravesar un gran río y el agua nos les agradaba mucho que digamos, para ellos era un obstáculo casi imposible. Sin embargo al gato se le ocurrió una grandiosa idea y dijo: “La forma más rápida de cruzar el río es en la espalda del buey”. Al ratón le pareció buena idea y así lo hicieron. Estaban tan cómodos en la espalda del buey que se durmieron. Después de un rato ya estando cerca de la meta, el ratón se despertó y pensó: “Para ganar debo hacer algo”, y entonces lanzó al gato al agua mientras este aún dormía. Antes que el buey pisase la orilla del río, el ratón dio un gran brinco y eso se le permitió adjudicarse el tan deseado primer lugar. El segundo en llegar fue el buey, seguido de éste estuvo el intrépido tigre que explicó cómo luchó contra las corrientes y cómo su gran fuerza lo llevó hasta la orilla para convertirse en el tercero en llegar. En cuarto lugar llegó el conejo que gracias a su habilidad para saltar, pudo brincar de la orilla a un tronco al cual la suave brisa arrastró hasta el otro lado del río. En quinto lugar y por los aires llegó volando el gran dragón quien explicó al emperador cual fue el motivo de su atraso: “No pude llegar de primero, por me detuve a crear un poco de lluvia para así ayudar a la gente y las criaturas de la tierra. Además, en la orilla del río encontré a un conejo que se aferraba a un tronco, al cual también ayudé dándole un empujón con mi aliento, para que pudiera llegar al otro lado.” El emperador, sorprendido por su amabilidad le otorgó el 5º lugar del zodiaco. Poco después se oyó el rápido galopar del caballo, apunto de llegar, pero la astuta serpiente le dio un susto haciéndolo retroceder, de forma que está llego en sexto lugar y el caballo fue el séptimo. A poca distancia del lugar se encontraban la oveja, el mono y el gallo que se acercaban a la orilla río. Las tres criaturas se ayudaron entre sí para cruzar el río. El emperador, muy complacido por el trabajo en equipo de los animales nombró a la oveja el 8º animal, al mono el 9º y al gallo el 10º. Momentos después llegó el perro quien a pesar de ser un gran nadador no pudo resistir jugar con el agua, llegando así en 11º lugar. El cerdo comenzó la carrera justo después de comer, así que, decidió echarse primero una siesta. Cuando despertó, continuó con la carrera y llegó justo para ser nombrado el duodécimo animal del zodiaco. La Gran carrera Todos celebraban el triunfo de los 12 animales del zodiaco cuando de repente, llegó alguien más ¡El desafortunado gato! el cual explicó al emperador el porqué de su retraso. Sin embargo el emperador le dijo - “Lo siento, llegaste en el puesto décimo tercero y por lo tanto ningún año podrá tener tu nombre”. El gato se enfureció, sacó sus garras y se lanzó contra el ratón. A partir de ese momento, cada vez que un gato ve un ratón, sólo piensa en perseguirlo.