Historia de la Catedral de Apátzingan

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A continuación se encuentra el texto
Historia de la Catedral de Apátzingan:
Copiado de la página web (www.apatzingan.com.mx) con el mismo título,
publicado el 6 de Mayo de 2014.
En "En 1953, llega el padre Eleuterio Mandujano a esta ciudad a hacerse cargo de la
parroquia, pero… a su llegada se encuentra con que el templo estaba prácticamente a
media calle de la Esteban Baca Calderón, hasta donde actualmente está el camellón.
Ni cuenta se daba de los problemas que venía a afrontar por mandato del obispo Abraham
Martínez a suplir al cura Jesús Gallegos quien tantos años estuvo al frente del viejo
templo; en la remodelación se le notificó que desalojara el inmueble porque iban a
derribarlo sin que el sacerdote tomara muy en cuenta las disposiciones y mejor optó por
renunciar ya que estaba muy enfermo.
Mandujano a su llegada, lo primero que recibió fue la notificación del ingeniero Pérez
Avalos de que había de desalojar el inmueble porque las máquinas venían a derribarlo.
Mandujano le pidió al ingeniero que lo dejara construir otro templo en los terrenos
aledaños, donde muchos años estuvo la Escuela Morelos, donde actualmente se
encuentra la Catedral. Pérez Avalos niega la petición y le dice que podrá construir su
templo pero en la periferia, en terrenos del Ejido Apátzingan, por donde se encuentra la
Secundaria Federal. 1.
El sacerdote le dijo que informaría a los fieles; así lo hizo el domingo en misa recibiendo
como respuesta una negativa, lo que así fue informado a Pérez Avalos.
Cuando al Ingeniero Elías Pérez Avalos se le informó de la inconformidad del pueblo sobre
la construcción del otro templo en la periferia de la ciudad, se molestó mucho y dijo que
mandaría las máquinas a demoler el edificio.
Al saber esto, los católicos se amotinaron y rodearon el edificio cuidándolo día y noche
para evitar que fuera a destruirlo. Además hicieron una manifestación hasta las oficinas de
la Comisión para protestar contra las órdenes del ingeniero quien los atendió y les dijo
que con él no se arreglará nada, que vieran al general Cárdenas, ya que eran órdenes de
él.
De esto informó Pérez Avalos al general quien le dijo que entrevistara personalmente al
padre Mandujano y lo llevara a la Comisión para hablar con él.
El padre atendió el llamado e hizo acto de presencia ante don Lázaro. Una vez que
dialogaron y expusieron sus puntos de vista sobre el lugar de edificación del nuevo templo
el vocal ejecutivo dijo al sacerdote que daría el permiso pero con la condición de que
fuera una catedral… Esto llenó de gozo al sacerdote.
Dijo el general: ” La fisonomía de ese edificio debe ir acorde con la nueva imagen
arquitectónica de lo ya construido; El Palacio, La Casa de la Constitución y los portales de
las nuevas fincas. Tráigame usted planos de los proyectos para verlos”.
Así lo hizo Mandujano y cuando tuvo este material listo se presentó con Cárdenas, le
mostró el proyecto, aceptándolo el general y le dijo: “Cuente usted con todo mi apoyo:
para empezar, ordenaré que lleven las maquinas”.
Y así fue; el trascabo con el que ampliaron las nuevas calles de esta ciudad, se utilizó para
derribar el templo y la torre; además llegó una draga para excavar y sacar las miles de
toneladas de tierra donde se construyó la cripta, que está debajo del altar mayor, así
como un sótano que esta cegado a mano derecha de la entrada por la puerta mayor de
Catedral.
Cuando el general autorizó el nuevo templo le dijo que dispusiera del terreno donde
estuvo, o mejor dicho todavía estaba la Escuela Morelos, razón por la que tuvieron que
cambiarla a los terrenos de la exposición.
Mandujano, al ver que el terreno no le alcanzaba para la instalación de oficinas, cuartos,
etc. le compró o trato de comprarle parte de la propiedad baldía a don Vidal Mendoza
quien se lo regaló. Y es donde se construyó el salón anexo y demás instalaciones para el
servicio de la administración parroquial y diocesana.
También se elaboró una “maqueta” a escala, la hizo Samuel Lemus maquetista de Morelia
quien también hizo la del templo de Acahuato bajo la dirección del padre Soria. Este
maquetista es hermano de un arquitecto que auxilió a Mandujano en sus proyectos.
El primer maestro de la obra fue el Sr. Baca; después continuaron el maestro Luis Carrasco
y sus cuatro hijos, ellos viven en la colonia Lázaro Cárdenas.
El jefe de operadores de la Comisión del Tepalcatepec era Guadalupe Arroyo, hermano de
Mariano Arroyo que vive junto al cine Juárez y era en esos años chofer particular del
general Cárdenas. Mariano me dijo que por las noches venían a ver a Mandujano a ver
cómo iba la obra.
También daremos a conocer nombres importantes de quienes nos dieron datos, Así como
la publicación de una carta del padre Mandujano donde dice por qué no se puede
construir la TORRE DE CATEDRAL.
Cuando las autoridades de la Iglesia Católica investigaron el lugar para fundar una nueva
Diócesis en Michoacán cuando sólo existían las de Morelia, Zamora y Tacámbaro, al pasar
por Uruapan entusiasmaron a los católicos de ese lugar porque querían que allí fuera,
pero los investigadores decidieron venir a Apátzingan, lugar muy famoso, principalmente
por la Constitución y en esos años por la agricultura.
Al llegar vieron que aquí era el lugar indicado ya que además se estaba construyendo una
Catedral.
Don Lázaro Cárdenas siempre fue un visionario; y si exigió a Mandujano una catedral
solamente por el aspecto fisonómico arquitectónico, contribuyó a que ese deseo se
convirtiera en una realidad.
Nunca imaginó el padre Eleuterio Mandujano, que el templo que construía llegara a ser en
realidad una Catedral. Por eso no diseñó la torre faltante, Aunque actualmente ha
evolucionado tanto el modernismo arquitectónico, que no necesariamente se necesita
que una Catedral tenga dos torres, como tampoco se le puede prohibir a un templo tener
dos torres si no es catedral. Allí tienen ustedes el maravilloso templo de San Juan Nuevo.
En el año que se fundó la Diócesis, el padre Mandujano le pidió al obispo Álvarez Tena que
lo dejara dos años más al frente de los trabajos para terminar la construcción: la respuesta
y el premio a su trabajo, fue el destierro a la parroquia de Buenavista, donde el sacerdote
se enfermó de diabetes. Después, ya muy enfermo tuvo que irse naturalmente sin
permiso, pues no se lo hubieran concedido, a su tierra Tacámbaro.
Después le amputaron una pierna, luego la otra. La última vez que visito Apátzingan fue
cuando celebraron los 25 años de la Catedral; fue también la última vez que lo salude.
Años después falleció.
Últimos datos sobre la construcción de la Catedral: La torre se prosiguió en el 77 con el
obispo José Fernández Arteaga, pero ya no siguiendo el mismo cuerpo ni altura, ni con
cantera como se empezó; lo demás fue imitación, y nuevo desplazamiento o cimentación.
Las obras quedaron inactivas durante muchos años hasta que llego el padre Moisés
Torreblanca como cura de la Parroquia de la Asunción, en 1982.
El Padre Moy ha embellecido el ábside con un gran retablo con duela de parota y
molduras de imitación cantera, dos retablos mas en los laterales y un medallón a la
Guadalupana.
Además, desde que se hizo cargo de la Parroquia de “La Asunción” y con el apoyo del
Excelentísimo Sr. Obispo Miguel Patino Velázquez, ha venido trabajando incansablemente,
espiritual y materialmente en la ciudad y el medio rural construyendo Capillas y templos
con ayuda de la comunidad y pueblo en general, además el mantenimiento del edificio
catedralicio.
El Padre Moy está preparando, con el apoyo del señor obispo Miguel Patino, un gran
homenaje al desaparecido sacerdote Mandujano que consistirá en remodelar el salón
anexo y poner el nombre del sacerdote constructor, una placa alusiva al mismo, y traer (si
es posible), sus restos y depositarlos en la cripta que él construyó.
Tal vez también se edite un folleto con datos históricos de la Catedral y los que recabó el
que esto escribe el año pasado, a petición del padre Moy.
Dijo el general: ” La fisonomía de ese edificio debe ir acorde con la nueva imagen
arquitectónica de lo ya construido; El Palacio, La Casa de la Constitución y los portales de
las nuevas fincas. Tráigame usted planos de los proyectos para verlos”.
Así lo hizo Mandujano y cuando tuvo este material listo se presentó con Cárdenas, le
mostró el proyecto, aceptándolo el general y le dijo: “Cuente usted con todo mi apoyo:
para empezar, ordenaré que lleven las maquinas”.
Y así fue; el trascabo con el que ampliaron las nuevas calles de esta ciudad, se utilizó para
derribar el templo y la torre; además llegó una draga para excavar y sacar las miles de
toneladas de tierra donde se construyó la cripta, que esta debajo del altar mayor, así
como un sótano que esta cegado a mano derecha de la entrada por la puerta mayor de
Catedral.
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