Caso EICE 1 - Universidad de La Sabana

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CASO EICE I (PLAN NUEVO)
“A QUIEN DIOS NO LE DA HIJOS, EL DIABLO LE DA SOBRINOS”
1.
ALBERT MILLER, de nacionalidad alemana, conoció a la colombiana ANDREINA CARDONA
en la bella ciudad de Berlín, en el año 1930, cuando ella adelantaba sus estudios de literatura y él sus
estudios de leyes, en una prestigiosa universidad de dicho lugar. ANDREINA, con 17 años recién
cumplidos, se encontraba allí debido a que don MANUEL CARDONA -su padre- era en ese entonces el
embajador de Colombia en el país germano. ALBERT y ANDREINA se hicieron muy buenos amigos,
tiempo después novios, hasta que el caballero alemán decidió pedir su mano en el verano de 1932,
justo el año en el que cada uno obtendría su título profesional. Ante la sorpresiva propuesta,
ANDREINA aceptó con la condición de que las nupcias se contrajeran en su natal Bucaramanga, pues
este había sido su sueño desde niña.
2.
El matrimonio se llevó a cabo el 8 de diciembre siguiente, tal y como ANDREINA lo había
soñado. Los recién casados decidieron vivir en Bogotá debido a que ALBERT había recibido pocos
días atrás una excelente propuesta de trabajo, para dictar clases de Derecho comparado, en una de las
mejores universidades del país. ANDREINA prefirió por su parte dedicarse a escribir una novela
histórica que ya desde Berlín estaba creando; sin embargo, no fue mucho el tiempo que pudo destinar
a su obra, pues el 30 de abril de 1933 ANDREINA dio a su esposo la gran noticia de que se encontraba
embarazada de trillizos y que ya contaba con 3 meses de gestación.
3.
La noticia fue recibida con gran alegría, que se vio empañada por la noticia de que don
MANUEL había sido denunciado falsamente por un adversario político por un delito de falsedad en
documentos supuestamente cometido por él en el desempeño de sus funciones de Embajador. La
angustia de don MANUEL fue tal, que días después de enterarse de la denuncia, de ese mismo año, en
medio de una profunda crisis depresiva, decidió poner fin a su vida el 6 de mayo. La tristeza inundó
el hogar MILLER CARDONA. ANDREINA entró en una profunda depresión que la llevó a tener varios
problemas de salud, que a su vez, le ocasionaron complicaciones en el parto. El 11 de septiembre
siguiente, ANDREINA dio a luz a JACOBO, ISAÍAS y EMILIA. JACOBO, el primogénito, falleció minutos
más tarde debido a una serie de complicaciones respiratorias.
4.
Días más tarde, cuando aún se encontraba muy acongojada por la pérdida de su hijo,
ANDREINA tuvo que asistir a la lectura del testamento de su padre, en el que se destinaba el cincuenta
por ciento (50%) de toda la herencia al nieto primogénito y el treinta por ciento (30%) a la primera
nieta mujer, quien podría empezar a disfrutarla con la condición de haber contraido nupcias. El mismo
día en el que se dio lectura al testamento, sucedió un acontecimiento inesperado: se hizo presente la
señora PATRICIA PÉREZ con su hija CATALINA de 16 años. La señora PATRICIA declaró que
CATALINA era hija extramatrimonial del señor MANUEL CARDONA, quien antes de morir les había
prometido que reconocería a CATALINA como hija suya, que le daría su apellido y que la incluiría en
el testamento. Después de lo ocurrido, la madre de ANDREINA, doña GERTRUDIS, decidió confesar
que don MANUEL era estéril, razón por la cual no habían podido tener hijos biológicos en su
matrimonio, y que, por lo tanto, ANDREINA era adoptada. Descubierto el engaño, los asistentes a la
lectura del testamento amenazaron a PATRICIA y a CATALINA con adelantar acciones judiciales por
atentar contra el derecho al buen nombre de don MANUEL. Las dos mujeres lograron escapar y como
habían revelado sus verdaderos nombres, decidieron realizar el trámite correspondiente para
cambiarlos, con el fin de no ser encontradas por las autoridades, si los familiares de don MANUEL
resolvían denunciarlas.
5.
Años después, el 5 de septiembre de 1956, el treinta por ciento (30%) de la herencia de don
MANUEL le fue adjudicado a su nieta EMILIA cuando celebró su matrimonio con LEÓN ROJAS. Por su
parte, ISAÍAS se casó con MARTINA SANTA MARÍA, en Medellín, en el año 1970, con la cual tuvo
cinco hijos: FRANCISCO, SARA, JUANA, CRISTINA y MARTÍN. En ese mismo año volvió el luto a la
familia, pues ALBERT y ANDREINA fallecieron instantáneamente en un trágico accidente que tuvo
lugar en la carretera Medellín-Bogotá, al chocar su automotor con un vehículo de carga pesada.
Dentro del proceso penal que se adelantó por el delito de homicidio culposo en accidente de tránsito,
se demostró plenamente la responsabilidad del conductor del camión y la justicia le impuso la pena
correspondiente
6.
EMILIA estuvo casada con LEÓN por casi 50 años, pues éste último falleció un mes antes de
celebrar sus bodas de oro. Por diversos problemas a nivel biológico, la pareja no pudo nunca tener
hijos. Debido a esta circunstancia, tanto LEÓN como EMILIA trataron a sus sobrinos como si fueran
sus propios hijos, se desvivían por ellos y les daban todos los gustos que no pudieron dar a los hijos
que tanto anhelaron. Para EMILIA, su sobrino MARTÍN, siempre fue el “favorito”, tanto así, que solía
pasar la temporada de vacaciones en casa de sus tíos. LEÓN y EMILIA siempre confiaron plenamente
en su sobrino. Sin embargo, el tiempo fue pasando, los sobrinos fueron creciendo y MARTÍN se fue a
estudiar a otra ciudad donde fue denunciado por el delito de homicidio intencional, por haber causado
la muerte a un desconocido que lo atacó para robarlo. Su defensor de oficio logró demostrar que
había actuado en legítima defensa. Mientras MARTÍN adelantaba sus estudios, a LEÓN le fue
diagnosticada una terrible enfermedad que en cuestión de días puso fin a su vida. Ya había
transcurrido algún tiempo desde que la pareja de esposos no veía a su sobrino. En el funeral de LEÓN
fue que se dio el reencuentro entre tía y sobrino.
7.
En el año 2006, ante la muerte de LEÓN, MARTÍN decidió visitar a su tía cada fin de semana
para servirle de apoyo y sobre todo de compañía ante la reciente pérdida. EMILIA accedió a la
propuesta “inocente” proveniente de su sobrino como un gesto digno de quien estimaba y creía una
persona recta, que actuaba de buena voluntad y con todo el amor hacia quien tenía como su segunda
madre. Pero las cosas no resultaron tan buenas como parecían, pues tras las visitas, MARTÍN notó que
EMILIA presentaba terribles quebrantos de salud, los cuales facilitarían el plan que había trazado
sagazmente con anterioridad. Las visitas se hicieron más frecuentes, EMILIA se encontraba feliz por
no estar sola, pero comenzaron a pasar curiosamente cosas que ella no esperaba.
8.
Cierto día, cuando EMILIA estaba a punto de salir hacia una reunión familiar, se percató de
que varias de sus joyas no estaban en el lugar donde acostumbraba guardarlas. Se asombró por lo que
estaba sucediendo y comenzó a sospechar de la joven que le ayudaba con las labores del hogar, MARÍA
MORALES, aunque se resistía a creerlo. Por supuesto, EMILIA habló con MARÍA y le pidió una
explicación, ésta le dijo que ella no había robado las joyas, pero que había visto a MARTÍN esculcando
en los cajones de la señora y que el celador, ERNESTO RÍOS, le había contado que se había encontrado
con MARTÍN en repetidas ocasiones a la salida del conjunto residencial, entregando paquetes a
personas desconocidas.
9.
EMILIA decidió no prestar atención al asunto, aunque un ligero sinsabor sí le quedó. Meses
más tarde, nuevamente se percató de que en el lugar donde solía dejar sus joyas, ya no se encontraba
su anillo de compromiso que estaba avaluado en cerca de quince millones de pesos y que un prendedor
que le había regalado su difunto esposo, también había desaparecido. Ante tal situación, EMILIA se
dirigió hacia la casa de una de sus mejores amigas para contarle los hechos y pedirle consejo. Al
llegar a la casa de LUCÍA REYES, casi muere de un infarto al ver a su amiga con las dos joyas que
acababa de pensar perdidas, el anillo y el prendedor. Cuando EMILIA indagó a LUCÍA, ésta le comentó
que había sido un regalo de su nieto RAÚL, quien las había comprado a un amigo suyo, MARTÍN, que
comercializaba joyas muy finas pero a precios muy bajos. RAÚL le había comentado a LUCÍA que su
amigo las dejaba a precios muy económicos debido a que él sabía que éste era adicto al juego y que
creía que le debía dinero a gente muy peligrosa.
10.
EMILIA, muy sorprendida con lo sucedido decidió hablar con MARTÍN el siguiente fin de
semana, pero éste al verse descubierto optó por huir. Días más tarde, EMILIA se enteró de que su
sobrino efectivamente tenía muchas deudas por el juego y, que lo mismo que a ella le había pasado,
también le había acontecido a los padres del muchacho y a otros de sus hermanos, pero que habían
preferido guardar silencio para mantener las apariencias, dejando su actuar en la impunidad. A su vez,
EMILIA se enteró de que su sobrino FRANCISCO había abandonado sus estudios, así el hogar de sus
padres ocho meses atrás y que ahora se encontraba viviendo en la calle por su terrible adicción a las
drogas y al alcohol. Precisamente bajo el efecto de estas sustancias, en medio de una enajenación
mental pasajera, FRANCISCO rompió la vitrina de un almacén y se apoderó de varios artículos costosos
exhibidos allí, siendo capturado por la policía cerca del lugar con los objetos hurtados en su poder.
11.
Años más tarde SARA y JUANA, hermanas de FRANCISCO, decidieron interponer una acción
de tutela, ya que consideraban que el Estado debía garantizarle a su hermano sus derechos a la salud,
a la educación, a la vivienda digna y a un medio ambiente sano. Sin embargo, cuando fueron a entregar
el documento se encontraron con que la Rama Judicial estaba en paro, razón por la cual su acción no
pudo ser radicada. Ese mismo día, EMILIA decidió poner en venta su casa y marcharse a otro país,
pues no soportaba que sus sobrinos la hubiesen defraudado. Ante la necesidad que sentía de marcharse
pronto, aceptó la oferta que le hizo INOCENCIO BASILE de cerrar el negocio de la compra venta de su
bien inmueble por menos de la mitad del precio que el avalúo catastral consagraba.
12.
En el año 2013, SARA quien se encontraba encinta, al momento del parto no fue atendida en
el centro hospitalario que quedaba a dos cuadras de su casa debido a que en el sistema no aparecían
registrados los últimos pagos por parte de su empleador. Por este motivo, tuvo que dar a luz en su
casa sin ningún tipo de atención médica. El celador de la zona, estudiante de primer año de Medicina,
se ofreció a asistirla en el parto a condición de que le pagara la suma de $150.000, diciéndole que él
estaba capacitado para esta labor ya que había sido entrenado para el efecto en su facultad. Durante
el parto, que tuvo lugar en la casa de SARA, el estudiante realizó maniobras torpes y abiertamente
inadecuadas causando daños a la salud de la criatura. Como consecuencia, la hija recién nacida
empezó a presentar graves problemas de salud de carácter irreversible.
13.
Dados los numerosos problemas legales en los que se había visto envuelta la familia,
CRISTINA, la cuarta sobrina de EMILIA y LEÓN, decidió iniciar sus estudios en Derecho para poder
ayudar a sus familiares. Dentro de sus principales objetivos estaban el aprender el oficio de un buen
jurista y profundizar en los conceptos de derecho y justicia.
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© Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Universidad de La Sabana. Autores: Martha Miranda,
Luis Gonzalo Velásquez y Yeimy Garrido.
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