2015.01.12 art.domingo segado-reforma fiscal

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RECUPERACIÓN, CRECIMIENTO Y BAJADA DE IMPUESTOS
Una de las acusaciones que con más intensidad se le ha hecho al gobierno de
Rajoy ha sido el incumplimiento del anuncio, que en 2011 hicimos desde las
filas del PP, de no subir los impuestos para poder cumplir con los objetivos de
déficit público que el Reino de España tenía comprometidos con Bruselas. El
objetivo de déficit para ese año era del 6% del PIB; cuando Rajoy toma
posesión en las Navidades de 2011 y, frente a las previsiones del gobierno
socialista, el déficit acabó siendo del 9%, un 50% más de lo que se nos dijo, o
dicho de otra forma, el Estado en el último año de gobierno socialista se gastó
100.000 millones más de lo que ingresó y casi 40.000 más de lo que se le dijo
a Rajoy en el traspaso de poderes. Sin duda, eran momentos de auténtica
emergencia económica nacional - se había disparado la desigualdad y la
pobreza y el paro se había multiplicado por dos- y lo prioritario fue evitar el
rescate al que estábamos abocados. Frente a estas cifras y contrariamente a lo
que desde siempre ha sido la identidad del PP, bajar impuestos para potenciar
la recuperación económica, no hubo más remedio que tomar la difícil decisión
de subir el IRPF, aunque se hizo de forma equitativa. Tres años después, y una
vez consolidada la recuperación económica, es el momento de bajar los
impuestos y cumplir con nuestra promesa electoral. Desde el primero de enero,
ha entrado en vigor una reforma fiscal, verdaderamente social, que baja los
impuestos de forma gradual y beneficia sobre todo a las familias que más lo
necesitan, una reforma que va a devolver al bolsillo de todos 9.000 millones de
euros. Las familias, los trabajadores y el ahorro son los ejes vertebradores de
una reforma que baja los impuestos a todos los ciudadanos de forma
generalizada: así, el IRPF baja un 12,5% de media para 20 millones de
contribuyentes y, para un 72% de los ciudadanos, el IRPF bajará un 23% de
media. El impuesto sobre la renta disminuye más para los trabajadores con
sueldos más bajos y las rentas menores de 12.000 euros al año no tributarán,
con lo que desde este mes de enero 750.000 españoles cobraran íntegramente
su sueldo, sin retenciones; la rebaja en estos casos respecto al año pasado es
del 100 por cien porque dejan de tributar; si su sueldo es de 15.000 euros
pagará un 22,82% menos que en 2014 (un 31% menos que lo que pagaba con
el PSOE en 2011) y con ingresos de 30.000 euros, la rebaja es del 9 por ciento
respecto a 2014 (un 4,63% menos que 2011). Estos datos suponen que este
año las familias españolas recibirán, a partir de la nómina de enero, entre 400 y
500 euros más al año, con ese aumento en sus retribuciones netas. La reforma
además incorpora beneficios sociales como nunca para las familias que más lo
necesitan, añadidos y complementarios a las ayudas a las madres
trabajadoras, donde se suman deducciones para familias numerosas y aquellas
con miembros dependientes o se incorpora un fuerte aumento de los mínimos
familiares en el IRPF, de hasta el 32%. Aquellas familias que tengan a su cargo
menores o mayores con discapacidad, setecientas cincuenta mil familias
españolas, recibirán ayudas de, por lo menos, 1.200 euros anuales, que podrán
optar por deducirlas o por cobrarlas de forma anticipada: una paga de 1.200
euros anuales. Estas nuevas deducciones fiscales permitirán que una familia
donde la mujer trabaje fuera del hogar y tenga un hijo menor de tres años, la
condición de familia numerosa y con algún miembro de su familia con
discapacidad, tenga unos beneficios fiscales de 3.600 euros anuales. Un total
de 732 millones de euros que llaman a la puerta de muchos hogares españoles
que realmente lo necesitan para mejorar su bienestar y calidad de vida. En
definitiva, es la reforma que necesita España para apuntalar la recuperación, ya
que generará un crecimiento del PIB de al menos un 0,55% y, además, es lo
que siempre hemos querido hacer y hasta ahora no habíamos podido: bajar los
impuestos. Lo hicimos con el presidente Aznar desde 1996 a 2004, y una vez
fortalecida la recuperación económica, lo volvemos a hacer para consolidar el
crecimiento y el empleo.
Domingo J. Segado Martínez, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario
Popular en la Asamblea Regional de Murcia
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