Artista Raúl Chaves Murillo Reseña Histórica del Distrito

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Proyecto Mural Histórico del Distrito de Turrúcares
Municipalidad de Alajuela
Año 2009
Ejecutante:
Artista Raúl Chaves Murillo
Reseña Histórica del Distrito
Turrúcares ocupa el undécimo lugar del cantón central de la provincia de Alajuela, limita al norte con el
distrito de La Garita, al sur con el cantón de Mora, al este con el distrito de La Guácima y al oeste con el
cantón de Atenas.
Este territorio mide treinta y cinco punto ocho kilómetros cuadrados y se ubica a quince kilómetros al
suroeste de la ciudad de Alajuela. Posee tres caseríos: San Miguel al sur, Cebadilla al oeste y Siquiares al
este.
Se localiza a una altitud de seiscientos once metros sobre el nivel del mar y su clima es cálido. Es regado
por los ríos Tizate y Siquiares además de numerosas quebradas. Hay agua de nacientes y quebradas,
haciendo de esta comunidad, un distrito con agua potable para abastecerse y producir electricidad.
Su nombre se deriva de un cacique llamado Turrucaca que habitaba en la región del Río Virilla.
Turrúcares se considera uno de los más viejos asentamientos de la población de nuestro país, debido a
que el territorio donde está ubicado fue ruta del español Juan de Cavallón y asentamiento de la región
de Ciruelas, de población indígena. En el libro Historia de Costa Rica de Carlos Monge Alfaro, en la
página 105, se lee lo siguiente:
“...Juan de Cavallón después de bautizar Orotina como Valle de Landecho, decide continuar su viaje por
el valle del río Grande de Tárcoles. Tierra adentro, después de atravesar una zona muy quebrada, en la
cual pareciera que se dan la mano las estribaciones de los Montes del Aguacate con los cerros de
Turrubares, cruzó el río, y los expedicionarios llegaron a un valle ancho, azotado por fuertes vientos, de
suelo cubierto de restos de erupciones volcánicas, posiblemente del volcán Barba. En marzo de 1561
fundaron cerca de un río, una ciudad llamada Castillo de Garcimuñoz…”
El lugar aún no se ha determinado con exactitud pero se cree que está situado en los llanos de
Turrúcares, a la margen del río Ciruelas. En el libro Cartilla Histórica de Costa Rica, de Ricardo Fernández
Guardia, en la página 34 se indica:
“…de Chomes, continuó su marcha para las llanuras de Esparza y de Santo Domingo y luego,
internándose hasta la planicie de Turrúcares, pobló la ciudad de Garcimuñoz a orillas del río Ciruelas, en
marzo de 1561…”
El texto anterior se refiere a Juan de Cavallón. Lo que supone que Turrúcares es uno de los lugares más
antiguos del Valle Central.
Como distrito de Alajuela se comienza a nombrar desde 1893, pero no se sabe con certeza la fecha de
creación.
Esta comunidad fue poco poblada, no existían carreteras, los caminos eran por lo general barreales. En
1875 se construyó una ermita de tipo colonial, que estaba hecha de bahareque (pared de palos
entretejidos con caña y barro de teja), entre 1926 y 1929 se construyó el segundo templo, este era de
madera con piezas traídas de Picagres, Piedras Negras y Cordel de Mora, luego se trajo de España la
imagen de la Santa Patrona Santa Rosa de Lima, los señores Rafael Arce y Santiago Miranda
confeccionaron el Altar Mayor, de estilo barroco, con maderas de cedro, para la inauguración de este
templo hubo fiestas populares y mucha gente llegó de diferentes lugares en tren y la patrona fue sacada
por las calles en solemne procesión, en 1988 se inició la construcción del templo actual.
Existía una pequeña escuela desde 1871 que se menciona en documentos de Archivos Nacionales, era
de madera y se impartían lecciones a niños y a niñas por separado, tiempo después se impartía de I a VI
grado y se hizo mixta con tres maestros. El decreto más importante para la comunidad fue el de la
creación del distrito escolar el 26 de enero de 1888.
Al costado sur de la escuela existía una de las tres arroceras con que contaba el distrito, en la actualidad
se conserva la arrocera de Sinencio Ramírez. Turrúcares fue durante muchos años, el principal productor
de granos de la región, especialmente de arroz.
La topografía de esta región ofrecía cierta comodidad para el tránsito desde la colonia abriéndose
durante mucho un tiempo un puente comercial entre el cantón de Mora y el resto del Valle Central.
El Turrúcares de la primera mitad del siglo XX contaba con una estación de ferrocarril, a la que
inicialmente arribaban trenes movidos por carbón, y a partir de 1957 se establece el ferrocarril eléctrico
al Pacífico. Esta característica trajo como consecuencia una extraordinaria actividad local, y el
intercambio comercial que se llevaba a cabo en el antiguo mercado que se ubicaba en el centro del
distrito. Puede decirse que el día lunes para los pobladores de la región era un día de fiesta,
comerciantes de diversas partes se aglomeraban en el centro del pueblo para vender sus productos en
el mercado, provocando un gran despliegue de gente a sus alrededores. El fin de semana arribaban al
pueblo entre 25 y 30 carretas jaladas por bueyes y cargadas de productos para la venta y el intercambio
comercial en el mercado y la venta de productos que serían transportados en tren hacia otros destinos.
Se vendía sal, tapas de dulce, arroz, maíz, frijoles, piña, café, manteca y cargas de leña entre otros
productos, dándose una especie de intercambio o trueque entre los comerciantes visitantes y los
pobladores.
Todos estos productos de intercambio los trasladaban en carreta de bueyes o a caballo. Las tierras
ofrecían gran fertilidad para los cultivos como maíz, frijoles, arroz, y para las huertas.
Turrúcares de antaño estaba poblado con casas de madera, adobe y bahareque con sus techos de teja y
zinc, contaba con fábricas de betún y de candelas, dos aserraderos, un importante mercado, varios
trapiches, pulperías, cuartos de alquiler para los boyeros que les visitaban durante el fin de semana, un
matadero llamado “el rastro”, una importante industria arrocera y hasta un cine.
Sus habitantes eran gentes de una gran devoción religiosa, que gustaban de asistir a misa los domingos
y luego ir a ver la pasada del tren para dialogar con los amigos o buscar novia, o ir comerse un granizado
en el mercado, al mismo tramo a donde llegó el primer televisor del pueblo, con tradiciones como la
celebración solemne de la semana santa con sus representaciones del vía crucis “en vivo”, la pasada del
Corazón de Jesús, que venía desde Puntarenas en un vagón del tren con carroza, la participación de la
filarmonía que tocaba todos los fines de semana, las fiestas de agosto y las de finales de enero, con sus
dianas, cimarrona y mascarada, la costumbre de ir a visitar los portales de las casas en diciembre, la
alegría de los bailes con orquestas invitadas en la antigua bodega del ferrocarril, sin faltar los
enamorados turrucareños que llevaban serenatas a sus novias durante las noches.
Turrúcares no contaba con fluido eléctrico hasta que don Santiago Morera logró hacer gestiones para
que el pueblo contara con este recurso tan importante y beneficioso para la comunidad, él mismo
construyó una planta generadora de corriente y la instaló en el río Siquiares, haciendo de Turrúcares
uno de los primeros distritos en tener corriente eléctrica.
Desde hace algunas décadas, la actividad en el campo agrícola ha disminuido y se produce poco,
solamente algunos cultivos de caña de azúcar y granos, para uso de las familias y para vender algunas
tamugas de dulce como lo hace el señor Custodio Agüero de Piedras Negras, también alguno que otro
frijolar, maizal o huerta pequeña. También hay terrenos que se utilizan como potreros, dedicados a la
ganadería, o grandes granjas avícolas. Hay muy pocos árboles maderables, debido a la desaparición
progresiva del bosque sustituidos por potreros, pero los árboles frutales abundan en las “quintas”,
especialmente mangos, marañones, naranjas, limones dulces, limones agrios y mandarinas. En algunas
casas aún se cultivan plantas medicinales como: ruda, orégano, saragundí, malva, romero, albahaca,
hierba buena, yanten y otras. Otros hogares cultivan plantas ornamentales.
La fauna es muy variada y típica de un clima cálido, comúnmente: yiguirros, agüíos, zanates, zopilotes,
comemaíz, chicopiojos, armadillos, serpientes, comadrejas, zorros, coyotes, sapos y muchos otros. Había
algunos otros animales en la comunidad que se encuentran casi extintos como la danta, garrobos,
tepezcuintles, causeles, y algunas variedades de aves como pavones y gallinas de monte.
Uno de los proyectos industriales de mayor importancia que se desarrolló en esta comunidad es el
proyecto hidroeléctrico Ventanas – Garita, localizado en San Miguel de Turrúcares, del Instituto
Costarricense de Electricidad, que ha beneficiado con empleo a un gran número de familias.
En los últimos años ha habido muy pocas personas que se dedican a labrar la tierra, y los que lo hacen es
básicamente para el consumo de la familia, en su lugar lo que se desarrolló fue la instalación de
porquerizas, caballerizas, granjas de pollos y gallinas, crías de cabras, alguna que otra lechería y algunos
apicultores.
Hay actividad de extracción de material en tajos y quebradores, pero la avicultura se consolidó y
convirtió en la actividad más importante, generando muchas fuentes de empleo, eso hizo que esta
región sea conocida por su importante producción de huevo en el país.
Actualmente, en el Turrúcares del nuevo siglo, se ha mejorado notablemente la estructura educativa,
donde las nuevas generaciones de niños y jóvenes cuentan con un mejor acceso a la educación, con
oportunidades que les permiten continuar sus estudios en las ciudades cercanas para profesionalizarse.
Cada vez más se desarrollan nuevas empresas y comercios, También se fortalecen pequeñas y medianas
industrias, ha aumentado importantemente la población y se percibe un crecimiento significativo del
comercio de artículos, bienes y servicios, transformando a este distrito, de la ruralidad del pasado, a una
apresurada transición urbana.
Las facilidades en los medios de transporte y las mejoras en las vías de comunicación han permitido el
aumento de la economía de la población que se desplaza a laborar dentro del gran área metropolitana,
especialmente, Alajuela y San José. En medio de toda esta dinámica, aún se extraña el ferrocarril de
pasajeros, que fue suspendido, y se espera pueda regresar algún día, a transportar de nuevo a sus
habitantes como lo hacía en el pasado.
Recopilación
Raúl Chaves Murillo
Bibliografía
Araya Barboza Rosalba
Proyecto de investigación sobre la comunidad de Turrúcares
UNED- Alajuela, 1992
Ramírez Bolaños Emilio,
Guzmán Ramos Rafael
Revista “Mi lindo Turrúcares”
Ediciones 1,3,4,5,6,7,8,9. Años 1995-1999
Descripción del Muro
La pared propuesta para la ejecución del mural se encuentra ubicada 100 metros Sur de la
Estación del ferrocarril. Este muro corresponde a la tapia del costado sur del parque que se
encuentra esquinero en el centro del distrito.
Sus dimensiones son:
Altura inicial:
Altura final:
Longitud total:
2.65 metros
2.75 metros
22 metros lineales
Parque de Turrúcares
Pared Costado Sur
Longitud 22 metros lineales
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