Rocio Morales. “El Llamado del Caracol”

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“Mis oídos callaron pero mi corazón alzó la voz. Mis sentidos tomaron fuerza y
los sueños me rebelaban que era el momento de hacer algo por la madre tierra”
Rocio Morales.
“El Llamado del Caracol”, la historia
Oaxaca – México. Julio 2013. “Oaxaca estaba dañada, se sentía el dolor.
Nuestros iconos se habían profanado, las calles no eran las mismas, la energía
mínima y el divisionismo notable. El año 2006 marcó una herida a nuestra gente, a
nuestros pueblos, a nuestros centros energéticos” comentó la escritora, poeta y
sanadora Roció Morales al contar los antecedes del “El Llamado del Caracol”.
Los sueños y la privación del sonido le habían revelado las fracturas y la debilidad
de la conexión energética que sufría Oaxaca.
“Por un periodo, en ese 2006 quede sorda, mis oídos callaron pero mi
corazón alzó la voz. Mis sentidos tomaron fuerza y los sueños me rebelaban que
era el momento de hacer algo por la madre tierra, por nuestros espacios como el
Cerro de Fortín; lugar de muchas historias prehispánicas y de mucha energía”
detalló.
La escritora narró que el techado del Auditorio Guelaguetza, la colocación de
estructuras, fierros pesados y la excavación sin permiso a la tierra provocó un
descontrol y violación al Cerro del Fortín; la consecuencia, años después (2012),
el viento quitó la velaría y surgieron los problemas. El desequilibrio ambiental y de
energías fue notable desde que empezaron su remodelación.
“Históricamente las siete regiones de Oaxaca, rendían culto en el mes de julio, ahí
en el cerrito del Fortín nos subíamos a los arboles, nos sentábamos en piedras,
comíamos, bailábamos y hasta se cantaba; las familias llegaban desde muy
temprano y nos íbamos después de ocultarse el Sol. Se trataba de convivir,
ofrendar y rendir culto sin lucrar. Así eran las fiestas de los lunes del cerro, la
Guelaguetza” citó.
Especificó que fue precipitado colocar la velaría, “la construcción causo dolor a la
Madre Tierra”.
“Al interpretar mis sueños, empecé a
tocar puertas de instituciones indígenas y
culturales, teníamos que reunirnos para
pedir permiso a la Tierra. Los creyentes,
los que mantenemos vivas las tradiciones,
el pueblo de Oaxaca teníamos que hacer
un ritual para pedir permiso; la idea era y
sigue siendo unirnos para sanar”.
Rocio Morales indicó que hubo obstáculos
para hacer el ritual en el Cerro del Fortín.
Sin embargo comunidades como Teotitlan
del Valle y Santa María Atzompa le
brindaron los espacios para realizar el
ritual. También Zimatlan de Álvarez la
biblioteca publica central.
“Realizamos muchos intentos en 2007, en
2008 y en 2009. Seguimos insistiendo y
siempre nos encontrábamos con alguna
causa para no realizar el ritual” definió.
El 20 de noviembre de 2011 realizó el ritual zapoteco de “El fuego nuevo” en el
parque “El pañuelito”. Logro obtenido después de tocar puertas.
Refiere Roció Morales que “con intervención de Rey David Jiménez y de amigos
se efectuó el ritual, lamentablemente este proyecto se lo adjudicaron otras
personas; pero no nos detuvimos, al contrario, nos dio fuerza de espíritu, porque el
objetivo es claro, se trata de rescatar espiritualmente a nuestros pueblos”.
Puntualizo, “aquí no hay protagónicos, la escancia de este proyecto es tan
amorosa, incluyente y sutil que finalmente, el Universo, los elementos y la energía
nos favoreció y abrió puertas”.
La perdida de autenticidad fue también elemento clave para debilitar la energía,
sin embargo se fueron dando oportunidades para efectuar el encuentro.
En junio de 2012, con las mismas intenciones de sanar las heridas a la Madre
Tierra, realizan el “I Encuentro de Curanderos de El Llamado del Caracol”.
El encuentro se realizó en el Museo del Ferrocarril Mexicano del Sur, participaron
Totec Xiu y los Mazatecos de Raíz, entre otros.
“Comprendí que en los pueblos de Oaxaca aun se llaman con tambores, o
instrumentos prehispánicos como el caracol, es por eso que a este evento de
sanación lo denominamos así, El Llamado del Caracol. El caracol tiene muchas
representaciones, como la unión y definición de tiempos”.
La curandera especificó que el caracol es símbolo de unión, y que en sus
recorridos notó que aun se convoca de esta manera, sonando el caracol.
Interpretó que el caracol es el lenguaje del alma, es el soplo de vida que emana
desde el interior y la intención se la da el corazón.
“Ahora, este es el segundo año que realizamos el encuentro, y se han unido
muchas personas. Nuestra intensión no es ganar dinero, es más bien, contribuir y
regresar un poco a la Madre Tierra de lo mucho que nos ofrece así como curar
esas heridas” finalizó la poeta.
El próximo 20 y 21 de julio, en su edición 2013, se realizará el II Encuentro
Fraternal de Sanadores y Conocedores de la Medicina Tradicional “El Llamado del
Caracol” en el Museo del Ferrocarril Mexicano del Sur – Oaxaca,
www.llamadodelcaracol.com
Colaboran con Rocio Morales en la organización del encuentro: Rey David
Jiménez Mendoza, Yesenia Jarquin Jiménez, Alfredo Torrentera, Mauri Sol
Acosta, Yadira Rodríguez Martínez, Esteban Moreno Torres, Franco Cruz Garnica,
Vianey López Ramos, José Alberto Martínez García y la Compañía de Danza
Colores y Expresiones de México.
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