LA ANDRI Y EL PROGRAMA DE DESARROLLO INTEGRAL CAMPESINO. 1. EL PAPEL DE LA ECONOMIACAMPESINA El sector de pequeños productores rurales (propietarios, arrendatarios, aparceros) que suele ser denominado en su col\iunto como de economía campesina está hoy más activo que nunca. Recientes investigaciones han señalado que su número ha venido aumentando lo mismo que el hectareaje que ocupa. Así mismo ha venido aumentando su contribución a la producción de alimentos del país. Se calcula que se está produciendo el 60% de los alimentos que se consumen. La tecnología disponible para los distintos productos no es ajena a los pequeños productores y la diferencia entre éstos y la agricultura moderna no es · Ponencia presentada por la ANDRI en la III Asamblea Nacional, Pereira, marzo de 1990. Cuadernos de Agroindustria y Economla Rural N!123. Segundo Semestre de 1989 93 tan pronunciada. Los campesinos están hoy en día produciendo más, sin querer decir con esto que están percibiendo ingresos acordes con su trabajo. Estas referencias nos confirman la importancia estratégica de la economía campesina y el renovado interés que suscita todo lo relacionado con el campesinado a despecho de muchos teóricos y analistas que vaticinaban para estas fechas la desaparición flsica del campesinado en Colombia. 2. EL PROGRAMA DE DESARROLLO INTEGRAL CAMPESINO El actual gobierno diseñó para atender a los campesinos 3 grandes programas que ateniéndonos a la voluntad poHtica y disponibilidad de recursos para ejecutarlos son en orden de importancia el Plan Nacional de Rehabilitación, la Reforma Agraria y el Programa de Desarrollo Integral Campesino (PDIC). Este último programa, encomendado a la coordinación del Fondo DRI, es el más amplio en cobertura geográfica (617 municipios) yen las metas flsicas en términos de usuarios a atender (350.000). El PDlC está diseñado como instrumento de poHtica complementario al proceso de descentralización. Conjuntamente con el nuevo municipio colombiano debe cofinanciar el desarrollo rural especialmente en las áreas de economía campesina. El PDlC se apoyó en su diseño en el Programa DRI (Fases I y 11)que comenzó a implementarse en el país desde el año de 1976 y el cual a pesar de sus limitaciones presupuestales, de sus descontinuidades y falta de un decidido apoyo gubernamental ha dejado importantes realizaciones en las zonas campesinas y canalizado recursos que de otra forma no hubieran llegado a estas zonas. El PDlC guarda diferencias importantes con el tradicional DRI: · · · Se opera ahora en asocio con el municipio en atención a las comunidades campesinas apoyando la descentralización. Se cambian los procedimientos de planificación rigurosa planificación de abajo hacia arriba. buscando ahora una más La fmanciación ahora es compartida por el Fondo DRI que canaliza recursos del presupuesto nacional y de crédito externo; por el municipio, que canaliza recursos del IVA de forzosa inversión en desarrollo rural; por aportes de entidades del orden nacional y regional; y por las mismas comunidades. En sus esquemas de financiamiento es cada vez un programa más compartido. 94 ---------- ----- · · Los componentes contemplados en el PDIC son los de ajuste y transferencia de tecnologfa, comercialización rural y urbana, pequei\os riegos, conservación de microcuencas, Cespas, mujer campesina, vías, acueductos, organización y capacitación. Acciones tan importantes como las del área de salud, educación y electrificación rural, ya no se contemplan como acción directa del PDIC. El crédito DRI que tenía un claro subsidio hacia el campesinado fue cambiado por una política nacional de crédito en la cual se elimina el trato preferencial al usuario DRI. La ejecución se acoge ahora a un criterio de libre concurrencia, es decir, que definidas las acciones de ejecución se contrata con aquellos organismos que ofrecen el mejor servicio y a costos más razonables. Entendemos como usuarios de los programas de desarrollo rural que los cambios que se han introducido obedecen a criterios que buscan mayor eficiencia crediticia de fomento hacia el productor campesino y al deseo de responder a los retos de la descentralización. No vemos, sin embargo, una estrategia institucional que esté operando en respuesta a estos cambios. De otro lado, vemos con gran preocupación que no están disponibles los recursos para la ejecución del programa y está ya fmalizando el gobierno del Presidente Barco. Ante esta delicada situación la ANDRI plantea como propuestas frente al Programa PDIC las siguientes: Que la atención a la economía campesina se convierta en un objetivo a nivel de la gran política económica y social, tanto del actual gobierno como del entrante. Los campesinos hemos visto que la actual administración se ha ocupado de las zonas rurales prioritariamente en función de atender los problemas de gran conflicto social. El PNR y la Reforma Agraria han contado con un apoyo en su calidad de instrumento de una política de paz, no así el PDIC que, desplazado por estas urgencias, no ha contado con el apoyo real que los campesinos queremos. Vemos con tristeza que unos programas aparecen diseñados en los colores amarillo, azul y rojo y otros en simple blanco y negro. Nos parece acertado que se atiendan las zonas de conflicto y se lleven inversiones que contribuyan a mejorar las condiciones de trabajo y de vida en estas regiones; sin embargo, no entendemos que ésto se haga desatendiendo las demás zon~ de economía campesina. Proponemos que haya una sola política de atención al campesinado que lleve el beneficio de la acción del Estado tanto a zonas de conflicto social agudas como a zonas dond~ no se ha llegado a estas situaciones de violencia. 95 El Programa de Desarrollo Integral Campesino debe ser uno solo integrado con el PNR y la Reforma Agraria para constituir una sola polftica hacia los campesinos que haga parte de las grandes estrategias del gobierno tanto en el sentido económico (aumentar la producción de alimentos y materias primas, aumentar el ingreso rural de los productores, ampliar el mercado interno, contribuir a las exportaciones) corno en el sentido social (privilegiar la inversión del Estado hacia un sector urgido de servicios, infraestructura, etc.). La Reforma Agraria debe ser una precondición en muchas zonas del país para darle acceso a los campesinos a la tierra. Una vez hecha la Reforma, complementarIa con un programa integrado de desarrollo rural corno una sola gran polftica nacional hacia el campesinado. Las polfticas y los programas requieren para poder llevarse a la práctica la disponibilidad de recursos. Vemos con angustia que los recursos disponibles para el PDIC, de un lado, son insuficientes ante las necesidades insatisfechas, y de otro lado, los recursos asignados no se hacen efectivos tanto los de crédito externo corno los recursos nacionales. A estas alturas, después de una negociación por más de dos años no se ha hecho efectivo el crédito externo para el Programa. Frente a este terna de los recursos la ANDRI plantea las siguientes medidas que consideramos indispensables para financiar el desarrollo rural en el país. · · · · · 96 ---- Aumentar del 50% al! 00% la cesión del IVA a los municipios par que puédan disponer de más recursos para inversión. Actualizar el impuesto predial al mediano y gran propietario, cobrarlo efectivamente y destinar el 50%de este impuesto a obras de desarrollo rural a través de los municipios. Destinar el 0.05% del valor de las importaciones y exportaciones agropecuarias en inversiones para el desarrollo rural. Dichos recursos que se pueden captar mediante un impuesto a los importadores y exportadores pueden ser canalizados a través de gremios de productores campesinos y cooperativas agropecuarias. Destinar recursos del crédito externo a inversiones para el desarrollo rural, negociado este recurso externo en condiciones no onerosas para el país. El actual crédito que negocia el Fondo DRI debe hacerse efectivo y debe evaluarse la conveniencia de contratar otros créditos. Estimular la inversión directa en obras o servicios para el desarrollo o su cofmanciación con el Estado y el Municipio, por parte de entidades priva- das como empresas comerciales, gremios agropecuarios, fundaciones, cooperativas. Dichas inversiones podrían gozar de exenciones tributarias u otro tipo de estfmulos por parte del Estado. · Ampliar el porcentaje del presupuesto nacional destinado a. atender la economía campesina. Como es sabido, la inversión social ha venido decayendo en los últimos años para fmanciar otros frentes como el de defensa, pago de la deuda externa, grandes obras, etc. Es necesario diseñar estrategias para retener excedentes en las mismas regiones que son las obras de operación del Programa de Desarrollo Rural. Se ha venido observando que el éxito obtenido en algunas zonas del país en . el aspecto de producción no se traduce en un mayor ingreso para el campesino por la ausencia de estrategias de comercialización y de impulso a procesos agroindustriales que permitan mejorar los ingresos de los productores. Esto mismo explica el que los excedentes económicos generados por los campesinos en las zonas rurales sigan transfIriéndose a otros sectores de la economía. Frente a esto la ANDRI propone: · · · Impulsar unas políticas y estrategias de omercialización que realmente incidan en mejorar el ingreso del productor rural. Impulsar procesos de capitalización en las zonas rurales mediante la conformación de empresas de producción o agroindustria preferiblemente de corte asociativo. Impulsar una amplia estrategia de creación de cooperativas de ahorro y crédito que permitan captar y reinvertir en la misma región los excedentes generados por los productores. La integralidad de los programas de Desarrollo Rural. La tendencia que hemos venido observando recientemente es la de segmentar los programas según la población objetivo (caso por ejemplo de las áreas de violencia y las demás zonas) como también se observa que el diseño de los programas tiende a ser menos integral recortando acciones que resultan fundamentales. La ANDRI propone que se establezca una gran política integral hacia la economía campesina que incluya los aspectos centrales de Reforma Agraria, crédito de fomento, desarrollo de la producción, desarrollo de la comercialización y la agroindustria, infraestructura tIsica y social, capacitación y organización, atención a la mujer campesina, a lajuventud, a la niñez y a los ancianos, llevar la seguridad social al campo, adelantar programas de conservación del medio mabiente, electrifIcación rural, salud, educación, vivienda, recreación y cultura. 97 Esta gran poUtica se concretará en planes departamentales elaborados desde los municipios y en los cuales en cada región se darán las prioridades atendiendo a las condiciones locales sin perder el enfoque de la integralidad de las acciones. La planificación de las acciones hecha desde abajo hacia arriba y teniendo en cuenta la concertación con el municipio es fundamental. Frente a éste la ANDRI plantea lo siguiente: Conservar la experiencia lograda con el Fondo DRI en el sentido de que el diagnóstico inicial de necesidades, que es la base de cualquier proceso de planificación, sea hecho en el nivel local por las mismas comunidades campesinas a tavés de un instrumento técnico como lo es la Ficha Veredal. La Fichposterior de los planes locales de desarrollo rural entre las comunidades campesinas, las entidades públicas y privadas y la municipalidad. El plan local de desarrollo rural del municipio debe concertarse en los mecanismos dispuestos para esto como son los Comités DRI en los cuales tienen asiento representantes de la comunidad campesina; de la municipalidad y del gobierno. Cada plan municipal de desarrollo rural debe llevarse al Comité Municipal y una vez acordado se debe levantar el acta respectiva. No se deben aceptar acciones que estén por fuera de ese plan de desarrollo acordado en el Comité DRI Municipal. El plan de desarrollo rural del municipio debe concretarse en proyectos específicos, respaldados por las distintas partes interesadas (municipio, comunidad, PDIC) tanto en la defmición de los proyectos como en las respectivas partidas presupuestales. Los proyectos se pueden ir ejecutando en el tiempo y no necesariamente en forma simultánea, pero siempre apuntando a una visión integral de los problemas de desarrollo rural en el municipio. Debe evitarse a toda costa hacer proyectos aislados que sólo solucionan parcialmente las necesidades campesinas y que se prestan comúnmente para hacer aparecer una presencia del Estado que no es real. Los planes acordados localmente deben respetarse en las instancias regionales y nacionales. Hoy en día existen en los departamentos las Secretarías de Planeación y las Unidades Regionales de Planificación Agropecuaria (URPAS). Recientemente se crearon los Consejos Regionales de Planificación Económica y Social (CORPES) y los Consejos Regionales de Secretarías de Agricultura (CORSAS). 98 La ANDRI considera que si bien los planes locales deben ser consolidados en las instancias regionales y nacionales deben ser en todo caso respetadas las iniciativas locales y no supeditados a las decisiones de los mecanismos regionales. Se debe simplificar el proceso de programación y no hacerlo depender de tantas instancias en las cuales Ímalmente se diluyen las iniciativas locales. Proponemos que los acue"dos regionales se establezcan en el Comité DRI Departamental y éstos sean después respaldados por las otras instancias (CORPES, CORSAS, etc.). El principio mediante el cual la planificación debe hacerse de abajo hacia arriba teniendo como célula el municipio, se debe acompañar de la decisión de que las ejecuciones se hagan privilegiando entidades locales y no entes nacionales que hacen más compleja y más costosa la ejecución. Si la planeación se hace abajo, la ejecución no se debe hacer de arriba hacia abajo como está ocurriendo en la actualidad. Los costos de las obras hechos por entidades nacionales, como el caso de las vías de Caminos Vecinales, son en promedio 3 veces más costosos que las obras ejecutadas en el nivel local. Muchas obras de especificaciones sencillas pueden ser hechas por las mismas comunidades en menor tiempo y a un bajo costo. No es necesario someter las obras de desarrollo rural a la compleja, costosa y corrupta práctica de las cadenas de contratistas. Debe apoyarse a la municipalidad para que desarrolle una capacidad de gestión administrativa y de planificación local. Los programas de desarrollo rural deben tener un componente fuerte de capacitación a los principales agentes de la gestión municipal como son el alcalde, el personero, el tesorero, el mismo Concejo y todos los empleados del municipio. 3. EL APARATO INSTITUCIONAL DEL ESTADO Hemos visto en los campesinos en los últimos tiempos un esfuerzo por reestructurar el conjunto de instituciones del sector agropecuario, empezando por el mismo Ministerio de Agricultura (Decreto 501 de 1989) que había perdido realmente su capacidad de coordinación y de orientación política. Desde la ANDRI vemos como positivos los esfuerzos por modernizar las instituciones yespecializarlas de acuerdo a los objetivos asignados por ley a cada una de ellas. Así mismo anhelamos que dicha reestructuración se haga sobre la base de emplear el número de funcionarios realmente indispensable y eliminar 99 ~-~- aquella burocracia inoficiosa que termina engulléndose el presupuesto nado a la inversión en programas sociales. desti- No entendemos, sin embargo, por qué se ha demorado tanto el proceso de reestructuración institucional del sector agropecuario. El caso del Fondo DRI, por ejemplo, que es una entidad con funciones de coordinación de programas de desarrollo rural y que cuenta con una pequeña planta de personal, está en un proceso de reestructuración ya adelantado pero no cuenta con una planta de personal definida y de ésta se viene hablando por más de dos años. Entendemos que estas indefmiciones institucionales afectan gravemente la ejecución de programas de desarrollo rural, pues generan mayor incertidumbre y parálisis en la ya de por si ineficiente administración pública. En tal sentido, la ANDRI a este respecto plantea lo siguiente: Agilizar la reestructuración del Ministerio y sus institutos. Darle prioridad en la reestructuración a aquellas instituciones que como el Fondo DRI tienen un papel de primer orden en el diseño y coordinación de programas de desarrollo rural. Plantear para un plazo no muy lejano la creación de una sola entidad coordinadora de los programas de desarrollo rural con miras a unificar la política del Estado hacia la economía campesina. Desde esta entidad coordinadora establecer relaciones con los institutos del sector y de otros sectores según sus funciones especializadas. Hoy en día existen 3 centros de coordinación que son el PNR, el Fondo DRI y el INCORA La ANDRI plantea la fusión del PNR en el Fondo DRI para crear un mecanismo de coordinación único y que el INCORA asuma la función especializada de titulación, compra y distribución de tierras, complementada esta acción con otros servicios institucionales que serían coordinados desde el Fondo DRI. 4. EL PAPEL DE LA COMUNIDAD Y DE SUS ORGANIZACIONES La ANDRI aboga porque en las estrategias de desarrollo rural se acate como fundamental el principio de la participación comunitaria consolidando espacios que se han venido ganando en los últimos años: Acatamiento al principio de que la comunidad campesina debe participar en el diagnóstico, la planeación, la ejecución y la evaluación de las acciones de desarrollo rural desde el nivel veredal hasta el nivel nacional. 100 .--- Apoyo y respeto a la organización campesina gremiales de los pequeños productores. que exprea los intereses Acatamiento y respeto a las decisiones de los comités de concertación en los uales tiene presencia la comunidad a través de sus organizaciones. Propiciar preferiblemente proyectos que impliquen un esfuerzo autogestionario de las comunidades y no solamente la acción paternalista del Estado. Apoyar las estrategias que viene planteando el Fondo DRI en el sentido de que las acciones de promoción de la organización campesina que se ha venido haciendo desde las mismas instituciones del Estado se hagan ahora a través de la misma organización campesina. En el caso de los Promotores de Desarrollo Comunitario y Promotores de Desarrollo Cooperativo que van a actuar en los próximos años como Promotores de Organización y que son básicamente líderes campesinos propuestos por nosotros mismos para esta acción. Coordinar las dependencias de las distintas entidades del Estado encargadas de las relaciones con las organizaciones campesinas y dotar a estas dependencias de los recursos humanos y fmancieros necesarios para adelantar los proyectos. Es urgente que en el país, bajo la cabeza del Ministerio de Agricultura, se tenga una política unificada de trabajo hacia la organización campesina y que se establezcan mecanismos de coordinación entre los institutos del sector para llevar a efecto esta política. 101 ----------- ---- . LA ANDRI Y EL PROGRAMA DE DESARROLLO INTEGRAL CAMPESINO RESUMEN DE PROPUESTAS l. Es necesario sina. una sola gran política en el país frente a la Economía Campe- 2. Debe hacer un único aparato institucional a nivel nacional coordinador de los programas de desarrollo rural y éste debe ser el Fondo DRI. 3. Debe terminarse el proceso de reestructuración del Ministerio de Agricultura y sus institutos, en especial del Fondo DRI. 4. Deben conseguirse recursos para fmanciar el desarrollo rural: aumentar la cesión del IVA del 50%all 00%,conseguir recursos externos, destinar recursos del impuesto predial rural al desarrollo rural. 5. Estos programas de desarrollo rural deben ser integrales y no segmentados a algunos componentes. 6. La planeación y la ejecución de los programas debe descentralizarse respetarse la iniciativa local. y 7. Los Comités DRI Municipales deben ser el instrumento de concertación de los planes de desarrollo rural en cada municipio. 8. La participación comunitaria debe darse en el diagnóstico (Ficha Veredal), la planeación, la ejecución y la evaluación. 102 ~- -- -