TERCERA TEMPORADA 2016 La Orquesta Filarmónica de la UNAM regresa con su Tercera Temporada y como gran culminación de este año de celebraciones, tanto de los 80 años de la OFUNAM como de los 40 años de la construcción de la SALA NEZAHUALCÓYOTL, nos trae un maravilloso regalo musical. La interpretación integral de las Nueve Sinfonías de Ludwig van Beethoven, uno de los ciclos más solicitados y añorados por los melómanos y seguidores de la OFUNAM. Hace prácticamente una década, que ninguna de nuestras orquestas presentaba esta serie integral en este formato, en una sola temporada y en orden cronológico, pues cuando hace pocos años fue ofrecido por otra orquesta, las sinfonías fueron distribuidas a lo largo de todo un año y sin una continuidad específica. Ahora en esta Tercera Temporada tendremos la oportunidad de disfrutar nuevamente el imponente mundo sinfónico de Ludwig van Beethoven, con su innovadora modernidad que aún sigue sorprendiéndonos, su emoción y dramatismo alternado con la belleza melódica de muchos de sus temas; sin duda, cada sinfonía tiene, al menos, una melodía inolvidable. LAS SINFONÍAS La PRIMERA y la SEGUNDA SINFONÍAS (separadas por tres años) suelen ser unidas por su estilo que aún recuerda los cánones musicales del clasicismo de Haydn y Mozart, cánones que el propio Beethoven se encargó de abolir casi radicalmente (aunque sin salirse de la tonalidad); sin embargo una audición cuidadosa y continúa nos hacen ver que tal estilo clásico es sólo aparente, pues se anuncian ya sus inquietudes y su fantasía musical que anuncian el Romanticismo. Sinfonía tardía la Primera, compuesta a los 29 años, ya muestra a Beethoven como un sinfonista absoluto y en poder total de su genialidad. La Segunda es genial no sólo por sus hallazgos musicales que hicieron que al terminar su estreno en Viena se le permitiera al público “una pausa de media hora para que el público descansara de tan grande impresión; es genial sobre todo porque es una sinfonía que desborda alegría y luminosidad y sin embargo, fue compuesta en uno de los momentos más depresivos de su vida, cuando Beethoven escribió el suicida Testamento de Heiligenstadt. Por ello se tocarán juntas ambas sinfonías en el primer programa de la Serie, bajo la dirección ideal de JORGE MESTER, gran conocedor del estilo clásico. La TERCERA SINFONÍA, conocida como Heroica, más por su carácter impetuoso y dramático que por la leyenda que la asocia con el rechazo de Beethoven a Napoleón, es sin duda, la SINFONÍA MÁS IMPORTANTE DE LA HISTORIA. Algunos considerarían mejor o preferida alguna otra de sus obras, pero los alcances de esta obra fueron inmensurables en el siglo XIX. No hubo compositor que no fuera influido por ella; unos para alejarse del estilo o, incluso del género; otros como Bruckner para seguir sus camino innovador y hacerlo suyo con originalidad propia. Aun compositores innovadores de los siglos XIX y XX confesaron siempre que crearon su mundo sinfónico partiendo de la Sinfonía Heroica. Desde los primeros acordes, la obra fue un verdadero mazazo auditivo para el complaciente público de la época y su complejo y expansivo desarrollo del primer movimiento, su profundo y dramático adagio convertido en Marcha fúnebre, el rotundo scherzo, su primero verdaderamente revolucionario –aunque ya había incluido uno en la Segunda sinfonía- y las revolucionarias variaciones del Finale, todo ello, convierten esta sinfonía en la primera obra “moderna” de su tiempo. Con la Sinfonía Heroica comenzaba el Siglo XX de la música. La CUARTA SINFONÍA, el “patito feo” de las sinfonías beethovenianas, es, sin embargo, una grandiosa exponente del género. La obra logra una especial serenidad y espiritualidad –si se hace una interpretación ideal- que parecieran desmentir su fluido desarrollo y su carácter optimista en el Scherzo y en el allegro del primer movimiento y su humor en la carrera juguetona que se detiene a cada paso para continuar con más ímpetu. La obra que pareció muy moderna a sus contemporáneos sigue esperando que el público actual le dé su lugar como una sintonía a la altura de sus hermanas. Hanamichi202000 Aun siendo revolucionaria en cada compás, en cada aspecto de su estructura y ni se diga en sus temas, la QUINTA SINFONÍA alcanzó el triunfo desde su estreno y posterior difusión por gran parte de Europa. Su famoso inicio tal vez sea el más famoso extra-musicalmente, pero es un portento de desarrollo estructural sobre las impresionantes cuatro notas que traen en ellas mismas la carga de tensión que va detonando crecientemente según avanza la obra. Cuatro notas, el Destino llamando a la puerta de un hombre hundido en su propia tragedia humana, sentimental y física y que trata de esconderse en su música; si en las anteriores sinfonías, Beethoven renueva la forma de desarrollo musical y la expresividad emocional, que será su más importante “marca de la casa”, en la QUINTA es la sorprendente estructura la que rompe los cánones, su scherzo que no es un scherzo, y esa indiscutible victoria final, victoria sobre su destino y victoria sobre las barreras tradicionales de la música. 2 ¡La SEXTA SINFONÍA! ¡La Pastoral! Para muchos melómanos y musicólogos, más de los que algunos pensarían, es la sinfonía más bella del gran compositor. Sin duda, Beethoven quiso hacer un canto a la naturaleza, la belleza del campo, el susurrante río que fluye, la fuerza de los elementos. Pero también, es una música que se puede asumir como un canto idílico, a cualquier forma de belleza, un himno místico, que comienza con expresiones humanas para culminar, precisamente, con una oración de acción de gracias, como lo hará en varios de sus cuartetos finales. La belleza melódica, apacible, de toda la sinfonía apenas se ve interrumpida por la violencia de la tormenta, la primera descripción musical e instrumental más lograda, sin recurrir a los apoyos mecánicos del Barroco. Como la Cuarta, es, tal vez, la otra sinfonía más difícil de dirigir entre las nueve y hacerle la justicia que merece. Por eso sólo los directores más trascendentes, pero también los más inspirados y espirituales, lograron las más grandes versiones La SÉPTIMA SINFONIA es la favorita de muchos, sobre todo en tiempos modernos en que ha recibido el apoyo del cine y otros medios. La “apoteosis de la danza”, la calificó Wagner. Alegre, volátil, luminosa, nostálgica en momentos, una gran orgía rítmica. Tan conmovedora como apabullante. La OCTAVA SINFONÍA es la obra inesperada; tal vez por ello su efecto es desconcertante. Una sinfonía optimista, llena de alegría y humor –como en la broma del metrónomo del segundo movimiento; escrita en plena madurez-, y por eso su genialidad, es su sinfonía más corta y ligera en apariencia, que a muchos recuerda el mundo clásico de sus dos primeras obras del género, pero que no hubiera podido ser compuesta, tal como es, por un joven compositor sin la experiencia y madurez creativa. Si sus orígenes descansan en la expresión clásica, que fueron superados muy pronto por la expresividad beethoveniana, aplicada aquí a la frescura afectuosa y la alegría de vivir que transmite, sus cualidades nunca fueron superadas. La gloria de la NOVENA SINFONÍA pudo ser impensable en su momento y tan inesperada como lo fue la Heroica. Son dos sinfonías hermanas. Sus dos movimientos iniciales comparten la expansión temática y el desarrollo complejo y existencial. El gran movimiento Adagio molto cantabile recuerda la Marcha fúnebre. Nuevamente, Beethoven vive algunos de los momentos más tristes de su vida, en la soledad más terrible, la humana y la de su aislante sordera, pero, sin embargo, su trabajo creativo lo lleva de nuevo a cantarle a la alegría, a la hermandad entre los hombres, al triunfo de los valores e ideales más altos. No es casual que Beethoven tuviera que recurrir a la palabra cantada y la mayor orquestación en una sinfonía de su tiempo, para expresar plenamente sus ideas espirituales. Una culminación indiscutible para un ciclo creativo sobrehumano. Hanamichi202000 LOS DIRECTORES 3 Para dirigir este monumental proyecto la OFUNAM ha encomendado los conciertos a ocho espléndidos directores de reconocido prestigio, algunos de ellos ya familiarizados con nuestro público: el legendario y ya mencionado JORGE MESTER, uno de los decanos mexicanos de la dirección orquestal y prestigiado maestro de varias generaciones de directores; ANDRÉS CÁRDENES, violinista para violinistas, quien fuera concertino de la Sinfónica de Pittsburgh y que desde hace varios años divide su tiempo entre el violín y la dirección de orquesta; MASSIMO QUARTA, coincidentemente, otro violinista que combina su arte con el de la dirección orquestal, quien en la última temporada nos cautivó con su interpretación como solista en el Segundo Concierto de Béla Bartók y que ahora lo tendremos en dos programas, tanto en la “temporada Beethoven” como en uno de los conciertos extraordinarios fuera de abono; PAUL MEYER, tal vez el mejor clarinetista francés de la época, quien ya actuó como tal con la OFUNAM y que ahora se presentará en su doble faceta de solista y director; el director mexicano-holandés ROBERTO BELTRÁN-ZAVALA, quien realiza una exitosa carrera en Holanda, Bélgica, Alemania, y otros países en Europa Central y es director de la orquestas holandesas re:orchestra y Ensamble Akrom; el gran músico israelí AVI OSTROWSKY, muy querido de nuestro público y quien había estado ausente durante varios años; el director francés JEAN-FRANÇOIS VERDIER y el famoso director de ópera NIKSA BAREZA, quien fuera director de la Ópera de Bellas Artes y será el encargado de dirigir la Novena Sinfonía de Beethoven en la culminación de esta temporada. EL RESTO DE LA TEMPORADA Un acierto de la programación ha sido la inclusión de música mexicana de diversos compositores, épocas y estilos, desde la música nacionalista hasta las últimas expresiones de compositores actuales. Se tocarán obras de Carlos Jiménez Mabarak (de quien celebramos el centenario de su nacimiento), Blas Galindo, el romántico Primer Concierto para piano de Manuel María Ponce y el singular Concierto para piano de José Rolón y esa pequeña joya de nuestra música, Angelus, de Miguel Bernal Jiménez. Entre los creadores más recientes, que han aportado una saludable variedad y un concepto musical más cercano y accesible al público, destacan Leonardo Coral, Ana Paola Santillán, Arturo Rodríguez, Hebert Vázquez, Juan Pablo Contreras y Héctor Infanzón; finalmente habrá el estreno mundial de la obra Lunática, compuesta por Enrico Chapela por encargo de la UNAM como parte de la conmemoración de los 80 años de la OFUNAM. Hanamichi202000 Asimismo, sobresale la celebración del centenario natal del gran compositor argentino Alberto Ginastera, de quien se tocarán diversas obras a lo largo de la temporada. 4 Por supuesto, no faltarán obras del repertorio clásico de compositores como Carl Maria von Weber y Wolfgang Amadeus Mozart de quien se interpretará el siempre popular y amadísimo Requiem en un concierto extraordinario fuera de abono. Otras obras concertantes de la Temporada serán: el Concierto para violín de Ginastera, dos grandes conciertos para clarinete del periodo clásico: el de Mozart y el de Weber, El árbol de la vida de Hebert Vázquez, el singular Concierto para piano de José Rolón, la Fantasía sobre temas de la ópera Carmen y el ¡Concierto para vibráfono! de Héctor Infanzón, quien nos sorprenderá con su fusión de jazz y música sinfónica. LOS SOLISTAS La relación de solistas no puede ser más atractiva: los violinistas MICHAEL BARENBOIM y OSVALDO URBIETA; los clarinetistas PAUL MEYER y SÓCRATES VILLEGAS, músico mexicano que actualmente es miembro de la afamada Orquesta de Filadelfia; el guitarrista PABLO GARIBAY, el percusionista RICARDO GALLARDO, líder del Ensamble Tambuco y los pianistas JORGE FEDERICO OSORIO, quien se encargará nada menos que del espectacular y virtuosísimo Concierto para piano de Alberto Ginastera, JORGE RITTER y CLAUDIA CORONA. Para la grandiosa Sinfonía Coral, en la culminación de la Temporada, tendremos como solistas a EUGENIA GARZA, ROSA MUÑOZ, ORLANDO PINEDA y JOSUÉ CERÓN, además del nuevo Coro Sinfónico Cantarte, que preparará MANUEL FLORES. Hanamichi202000 Vale la pena mencionar que, previamente en septiembre, y a lo largo de la Temporada habrá algunos conciertos extraordinarios (en todos los sentidos), que incluyen un programa totalmente dedicado al tango, en conmemoración de los 40 años del Exilio Argentino; un concierto que formará parte del Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, que dirigirá IVÁN LÓPEZ REYNOSO; el programa ya mencionado, con el Requiem de Mozart y su “milagroso” pequeño motete Ave Verum Corpus; la versión en concierto de la ópera maestra de Giacomo Puccini, Tosca (en la que participará la soprano ELIZABETH BLANCKE-BIGGS y concertará ENRIQUE PATRÓN DE RUEDA); en esta ocasión, el programa mexicano, en septiembre (faltaba más), contará con la participación como solistas del MARIACHI JUVENIL TECALITLÁN, acompañado de la cantante CLAUDIA SIERRA, en un concierto dirigido por JOSÉ GUADALUPE FLORES. Por supuesto, no podía faltar el acostumbrado concierto de El niño y la Música que para estar acorde con la excepcional temporada, contará, en esta ocasión con MARIO IVAN MARTÍNEZ, además de la dirección musical de RODRIGO MONCAYO y la creación coreográfica de MARTÍN MENDIETA. 5 No hay que perderse ninguno de estos conciertos y recomendamos la adquisición de abonos con mucha anticipación, pues están “volando” ante el embrujo de Beethoven, así como de los boletos para los conciertos extraordinarios. Como siempre los conciertos serán en la SALA NEZAHUALCÓYOTL los sábados a las 20:00 horas y los domingos a las 12:00 horas.