EL ARTE UTIL

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EL ARTE ÚTIL. COMENTARIOS SOBRE LA FUNCIÓN Y EL USO
DE LA ARQUITECTURA.
Este artículo recoge algunas inquietudes desde la docencia del proyecto.
Reflexiones sobre las relaciones de uso del hombre con la arquitectura.
Aspectos que a veces no se consideran, por entenderlos menores o demasiado
pragmáticos, pero que afectan a la arquitectura y a la felicidad del hombre.
INTRODUCCION
LA FUNCION. SIGNIFICADO. ACEPCIONES.
Desde Vitrubio, se consideran contenidos de la arquitectura los tres
conceptos: utilitas, firmitas y venustas, a los que en los últimos tiempos es
preciso añadir la relación con el contexto ( el tiempo, el lugar y la cultura).
Aun asumiendo que inequívocamente el término función se refiere a la
utilidad o el uso específico asignado a cada arquitectura, caben infinidad de
matices y variantes, dependiendo de la intencionalidad con que se emplee.
Desde la más espiritual, la capacidad de dar significado, poesía y
trascendencia al espacio, hasta la más material, de la ergonomía aplicada a
cometidos estrictamente físicos, pasando por diversos grados de adecuación o
correspondencia técnica y sicológica entre sus partes, la función como
generadora de confort o bienestar, de felicidad cotidiana. Entendemos que
todas estas acepciones y referencias son ciertas y válidas e imprescindibles y
que en ellas siempre está explícita la relación de la arquitectura con el
hombre, como protagonista. Operativamente podríamos aceptar un
significado para el término, que abarcara todas las posibilidades, como
denominador común de todas ellas. Por ejemplo, que la arquitectura estará
cumpliendo una función siempre que dé respuesta a cualquier requerimiento,
necesidad o inquietud del hombre. De su cuerpo y/o de su espíritu.
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LA ARQUITECTURA. ARTE UTIL.
La arquitectura es una de las expresiones artísticas del alma humana, que, en
este caso, se manifiesta mediante el empleo y tratamiento del espacio. Sin
embargo, la complejidad de la arquitectura requiere un ejercicio de razón y
orden para su creación y, por lo general, se le asigna además un cometido,
una utilidad, más allá de su mera expresión, percepción y disfrute: la función.
Relacionando estas condiciones, es común referirse a la arquitectura como el
ARTE UTIL. Pero ¿Podríamos deslindar las dos partes de este concepto?,
¿destilarlas por separado? ¿Puede haber arquitectura puramente artística, sin
utilidad? o ¿se puede crear arte partiendo de consideraciones funcionales?
¿qué papel corresponde a la función en la arquitectura?. A lo largo de la
historia, y dentro de la permanencia constante de esta fusión dialéctica, se
producen momentos de desequilibrio o decantación hacia uno u otro de los
dos aspectos.
Kandinsky, fue el primero en componer el concepto de arte abstracto, tal
como se entiende desde el siglo XX. Aplicándolo a nuestro arte, arquitectura
abstracta sería la pura expresión artística mediante el espacio y las relaciones
espaciales, pero sin pretender ninguna otra utilidad añadida. Sin otra función.
En el extremo opuesto encontraríamos el Funcionalismo o Racionalismo, del
Movimiento Moderno, en el que la forma sigue a la función. Y, a
continuación, cronológicamente, la reacción poética y formalista del
Posmodernismo, en la que parece que prestar atención a la función sea un
menoscabo para el arte.
Hoy, siglo XXI, con la informática ha nacido la nueva sociedad de la
información y la comunicación, la sociedad de masas, la sociedad del caos, la
sociedad del movimiento y la velocidad. La arquitectura se pasea, o se visita,
no se habita. La función hoy es cambiante e imprevisible, casi fugaz. Y la
respuesta desde la arquitectura es la flexibilidad, la capacidad de adaptarse y
dar respuesta a todas las circunstancias y situaciones imaginables.
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La informática también ha dado lugar a la optimización de los medios de
creación y producción. Observadores cualificados y atentos detectan un
movimiento general de retorno al diálogo original, de recuperación de la
integración y el equilibrio. Ciencia, técnica, humanidades y arte vuelven a ser
una sola cosa, la cultura humana. En lo que se refiere a la arquitectura, parece
que vivimos una época de antagonismo entre ambos planteamientos,
(arquitectura arte, versus arquitectura utilidad) que coexisten con bastante
independencia pero también podemos ver que se está produciendo una
recuperación de la concepción integral del hecho arquitectónico, conceptual y
materialmente.
CUALIDADES DEL ESPACIO. USO Y PERCEPCIÓN DE LA
ARQUITECTURA
Convenimos en aceptar que el tema de la arquitectura es el espacio en
relación con el hombre, los espacios usables por el hombre. El espacio
arquitectónico tiene en sí mismo multitud de dimensiones, que le otorgan
determinadas cualidades atendiendo a sus formas, geometrías, medidas,
luces, acústica, texturas y relaciones de todo tipo, hasta un sinfín de
elementos cualificadores. Son los calificativos en el lenguaje del arquitecto.
En principio, no son cualidades funcionales, en cuanto que referidas a una
actividad o utilidad añadida, sino cualidades generales del espacio. Se
perciben por inmersión, por el uso, así entendido, como los colores se
perciben por la visión. Aplicadas a los espacios, en relación con el hombre,
como escenario de la actividad humana, producen el repertorio que constituye
el bagaje de conocimientos y la sabiduría inicial básica, específica del
arquitecto. Su vocabulario.
EL PROTAGONISMO DEL HOMBRE en la arquitectura parece una
cuestión fundamental. Podríamos interpretar que a esta relación se refería
Vitrubio cuando hablaba de la función. Y desde luego, si no es en relación
con el hombre, la arquitectura carece de sentido. Pero sin embargo, sí ocurre
que la relación hombre-arquitectura puede producirse al menos en dos
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sentidos, opuestos, según en quien recaiga el protagonismo: En un caso el
hombre es el protagonista y la arquitectura es su escenario, que como la
salud, no se hace notar si todo está bien. En la otra dirección, la arquitectura
es expresión artística que se concibe para reclamar la atención del hombre.
También están todos los híbridos intermedios: el arte útil.
La cuestión es si en la reacción contra los presuntos excesos del
funcionalismo racionalista se ha caído en otra actitud igualmente radical y
purista, perdiendo de vista el sentimiento del uso del espacio en relación con
el hombre. Una parte razonable y sensual de la arquitectura. La función y la
razón, sin ismo. Entre el planteamiento extremoso de otorgar a la función
toda la fuerza creadora y el opuesto de considerar que la atención a la función
resulta envilecedora, caben planteamientos intermedios. La arquitectura
nacida de la poesía, razonablemente útil, que desde la búsqueda de la
felicidad presta atención al hombre y al uso indeterminado, libre, de la
arquitectura, a las cualidades del espacio, antes que a la función.
Muchos de los grandes arquitectos, de hoy y de siempre, y sobre todo los
GRANDES MAESTROS del Movimiento Moderno, hicieron y hacen de este
protagonismo del hombre argumento y justificación principal para su
arquitectura, o para una parte de ella. No estamos hablando de funcionalismo
sino más bien de un humanismo arquitectónico. En un recordatorio de
urgencia podemos mencionar a Le Corbusier y sus placeres esenciales, Alvar
Aalto y su funcionalismo sicológico. Louis Kahn, el orden, y las relaciones
del espacio con la luz, o la organización de espacios servidos y espacios
servidores. José Antonio Coderch, con sus obras y sus escritos: “No son
genios lo que necesitamos…”.Recuerdo a Josep Llinás escandalizado por
unas viviendas que pretendían ser espectáculo y acontecimiento, antes que
escenario amable y acogedor para sus moradores. Cualquier obra o texto de
Álvaro Siza es un tratado de comprensión del espacio y una declaración de
amor a la vida. Se ha dicho que sus obras parecen obvias, en el sentido de
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que, una vez conocidas y analizadas, se descubren como la respuesta
adecuada e insustituible al tema y el lugar.
ALGUNOS ASPECTOS DEL ESPACIO ARQUITECTÓNICO A
CONSIDERAR EN RELACIÓN CON EL USO
En varias ocasiones he oído decir al arquitecto Juan Luis Trillo (Catedrático
de Proyectos Arquitectónicos y maestro mío) que una arquitectura es mejor
cuantas más cosas tiene y ha tenido en cuenta. Estas son algunas sugerencias.
Ciertas atenciones, en muchos casos de orden menor, relacionadas con el uso,
obvias cuando se enuncian, pero que con frecuencia se olvidan. Cuestiones
que el arquitecto ha de considerar y a las que ha de dar respuesta. También
apoyos y ayudas para la toma de decisiones y para la calidad y supervivencia
de la arquitectura.
Buscando un cierto orden expositivo, y quizá también proyectual, se han
agrupado bajo los siguientes epígrafes:
EL TEMA Y LA ESCALA.
EL ESPACIO, EL LUGAR.
LA ORGANIZACIÓN ESPACIAL.
LA MATERIALIZACIÓN.
EL TEMA, LA ESCALA Y EL TONO DE LA INTERVENCIÓN.
Para iniciar un proyecto, antes que nada es preciso entender el tema
arquitectónico de que se trata. Su sentido profundo. Su significado. Encontrar
el concepto que habrá de desarrollarse espacialmente en el proyecto y
convertirse finalmente en una realidad material, en un hecho arquitectónico.
(Leer a Kahn puede ayudar. El orden es. ) Esta es el alma de la arquitectura,
sin ella solo hay construcción. Y a continuación, determinar la escala y el
tono adecuados para esa arquitectura, en todas sus aspectos. El lugar que le
corresponde en el mundo en el que se va a inscribir. Y hacer extrapolación
coherente a todas las partes integrantes del proyecto. De los espacios, de sus
dimensiones, del diseño y el lenguaje, de la estructura y de la construcción.
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De la durabilidad y resistencia de los materiales o de su delicadeza y
exquisitez.
Siza es maestro incuestionable en esta lectura de la realidad para inscribirse
en ella adecuadamente. Su reciente propuesta ganadora (en equipo con Juan
Domingo) para los accesos a la Alhambra, constituye un ejemplo de
humildad y coherencia, que se percibe más claramente contrastando con las
otras propuestas presentadas. No se trata de competir con la Alhambra, sino
de servirla.
EL ESPACIO. EL LUGAR. SUS CUALIDADES.
Entendemos que la materia prima de cualquier proyecto arquitectónico es el
espacio, que ya está allí antes, el lugar, sobre el que se actúa para
conformarlo y cualificarlo. En consecuencia siempre es cuestión previa el
análisis de ese espacio. Topografía, clima, entorno, historia, preexistencias…
Determinar sus cualidades positivas y negativas, para usar y potenciar las
beneficiosas y, por el contrario, paliar los defectos y compensar las carencias.
Nos limitamos aquí a los aspectos territoriales físicos.
EL CLIMA, y la habitabilidad de cada latitud, debe tener implicaciones
importantes en la concepción arquitectónica. Además de la respuesta
inmediata a los rasgos climatológicos, (frio calor, sol lluvia, etc ) Caben
infinidad de matices y argumentos espaciales, desde la separación drástica
entre dentro y fuera, forzada en los climas extremados, fríos o calientes, a la
gradación de espacios intermedios posibles en los climas suaves y templados
como el mediterráneo. Patios, terrazas, porches, pérgolas, cenadores,
pabellones, nuestras culturas han producido cantidad de respuestas y
conceptos arquitectónicos, que son también modos adecuados y satisfactorios
de habitar.
LA LUZ Y EL AIRE. EL PAISAJE. Los valores de la relación directa con la
naturaleza, luz aire y vistas, son cualidades deseables para los espacios
habitables. El espacio cerrado, las habitaciones interiores, se han considerado
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siempre como espacios de menor valor. Sin embargo, hoy día, las
posibilidades tecnológicas de iluminación ventilación y climatización
artificial permiten hacer habitable cualquier espacio cerrado en casi cualquier
situación. Como consecuencia, en muchos proyectos no se atiende a estas
cuestiones, que siempre fueron esenciales. Arquitecturas totalmente cerradas
o excavadas, bajo tierra, son propuestas muy frecuentes hoy. Penetrar la
tierra, es sin duda un hecho importante y lleno de significados. El valor de la
ambigüedad y de la penumbra, son incuestionables. Pero no olvidar que,
históricamente, los espacios cerrados, sótanos, bunkers y mazmorras han
sido siempre sitios de castigo y privación o de defensa. Y volvemos a la
valoración sensual del espacio. ¿Por qué renunciar a las dulces sensaciones
de la luz, la brisa, y el paisaje a cambio de espacios interiores, artificiales,
cerrados, sin cielo y sin sol?. Un aserto tradicional: El espacio se extiende y
habita hasta allá a donde alcance la mirada desde él. Recordemos a Khan
para quien un espacio sin luz natural no existía. O a Le Corbusier para quien
los placeres esenciales, meta de la vida humana y de la arquitectura estaban al
aire libre, ESPACIO, SOL Y VEGETACION.
LA RELACION DIRECTA CON EL SOL. LATITUD. ORIENTACIÓN.
Además del juego mágico de los volúmenes bajo la luz del sol. En cada
latitud, en cada clima, la relación habitacional con el sol es distinta. Los
benéficos rayos del sol en países fríos, son torturas y problemas económicos
en climas calurosos. Y sin embargo, proyectamos por igual muros de cristal
transparentes en Almería y en Finlandia. La relación básica de la arquitectura
con el sol puede variar desde la añoranza y el deseo, hasta la agresión
dolorosa de la que es preciso defenderse. Se debe atender al control de la
cantidad intensidad y dirección de la luz, con todos sus matices. También
cada ORIENTACIÓN, Sur Norte. Este, Oeste ofrece unas cualidades
específicas para los espacios, que debe de ser valorada en el proyecto. Los
rayos verticales y nítidos del sol del Mediodía, que se inclina en invierno para
penetrar en los espacios y se mantiene a raya en verano, con un pequeño
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voladizo. O los rayos inclinados y entrometidos del amanecer y el atardecer,
cuyo control es mucho más difícil, a cargo de elementos y protecciones
verticales. Indudablemente estas consideraciones repercuten también sobre el
uso, la construcción y la imagen de la arquitectura. (¿Recordamos las celosías
islámicas?) Otro dicho: Donde hay sol siempre puedes quitarlo. Pero donde
no lo hay no puedes ponerlo.
Y aun sin la presencia directa de los rayos del sol, la relación de los espacios
con las diversas orientaciones les otorga también características especiales.
En una habitación orientada al sur o el este, la mañana es dorada y alegre, o
vibrante y cálida. Al norte, es gris y triste, o fresca y azul. Y este tono tiñe el
modo de iniciar el día. Son herramientas para cualificar la vida.
EL MODO DE ASENTARSE en el territorio: Elevado. A nivel. Enterrado.
Encajonado. Y la relación con los espacios exteriores colindantes y el
tratamiento del suelo. No olvidar la consideración de la ACCESIBILIDAD y
también de la INTIMIDAD, en cuanto a las relaciones con el entorno. La
reserva y valoración del espacio para el uso privado o la capacidad
representativa de la imagen con respecto a los demás. O ambas cosas
LA VEGETACIÓN. Árboles, plantas, capítulo importantísimo en la
arquitectura. El tratamiento de los espacios exteriores. Jardines, imágenes,
paisaje, definición de espacios. Cualificación. Estaciones. Sombras, olores. El
simbolismos de las especies. El tiempo preciso para la consolidación de un
tratamiento vegetal, o arbóreo
LA ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO.
EL SENTIMIENTO DEL ESPACIO, su percepción, es el primero y más
general de estos aspectos del uso, en el que se inscriben todos los demás. Se
trata de entender y sentir cada espacio en relación con lo que allí va a ocurrir.
Prever su uso en el futuro, imaginar, proyectar y construir los espacios como
el escenario y soporte adecuados para ello. La técnica habitual de
aproximación es la recopilación de información, estudios, visitas,
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entrevistas, etc. y sobre todo la SUPLANTACION, el arquitecto se pone en
el lugar de cada uno de los usuarios e imagina el modo en que desarrollaran
su papel y prevé cómo la arquitectura puede ayudarles. Sustituir al niño o al
enfermo y al director y al administrativo y al conserje y al empleado de
conservación, ponerse en su lugar y hacer que todos tengan voz en el
proyecto. Un ejemplo paradigmático de esta suplantación es el de Aalto
diseñando sus habitaciones de hospital para los enfermos, que viven
tumbados, con la mirada en el techo.
CUANTIFICACIÓN. Se suele olvidar que el espacio está limitado y también
los medios materiales y económicos. Por lo cual en el proyecto es siempre
necesario considerar las cantidades. Y con frecuencia la limitación fuerza a
un proceso de elección y selección. El proceso de proyecto es con mucha
frecuencia un reparto equitativo, proporcionado, adecuado, de los medios de
que se dispone, y antes que todo, del espacio.
ORGANIZACIÓN FUNCIONAL. La ordenación del conjunto de espacios
que componen una arquitectura suele necesitar de sucesivos intentos de
aproximación hasta conseguir una integración coherente. La organización de
los espacios en el proyecto tiene una relación muy directa con la cantidad de
espacio del total que se puede, o se decide, dedicar a cada uno y también a lo
esencial o a lo secundario. Una investigación inmediata y simple de estas
relaciones se realiza tradicionalmente mediante organigramas espaciales
funcionales. Representaciones gráficas que sin referencia a forma ni
compromiso de diseño, permiten investigar sobre el tamaño y la colocación
relativos de los diferentes espacios y actividades. Conceptos como mayor o
menor que, cerca, lejos, arriba, abajo, conexión directa, circulaciones.
espacios anejos, servidumbre de paso. Una organización adecuada puede
redundar en un uso más eficaz, más feliz, y también en una construcción más
económica.
Kahn introdujo el concepto de espacios servidos y espacios servidores: Los
espacios en que se realizarán las actividades que se requieren como
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principales y aquellos otros secundarios, pero precisos para el correcto
funcionamiento e interrelación entre los primeros (pasillos por ejemplo) El
arquitecto encontrará la proporción y la disposición adecuadas.
LA ATENCIÓN A LOS SIGNIFICADOS DE CADA ESPACIO. Los
significados de cada secuencia espacial, de cada uso pormenorizado o
momento de uso. Entre ellos hay espacios que podemos considerar constantes
o genéricos, como el momento de la llegada a cualquier edificio, el espacio
del vestíbulo o los núcleos de comunicaciones, etc..
LOS ESPACIOS PRINCIPALES, espacios servidos, en que se desarrollan
las actividades principales. Tratar cada uno de ellos con la misma intensidad
que un proyecto independiente. En cada caso habría que analizar, entender y
amar las posibles actividades que ese espacio acogerá, procurarle las
cualidades específicas que requiere cada uso concreto, y además resolver
adecuadamente las relaciones entre todas estas partes y el conjunto.
ESPACIOS SECUNDARIOS. ESPACIOS SERVIDORES.
LOS ACCESOS. EL CONTROL. Por dónde, de qué forma, en cuantos
puntos, se accede al edificio?. El edificio ha de poder cerrarse y controlar la
entrada y salida de personas?. Esta es una decisión muy importante. Su
incidencia en la configuración de la arquitectura y su organización espacial es
definitiva.
La ceremonia de LA ENTRADA y sus fases. Primero la aproximación. El
descubrimiento. Con frecuencia esta es la primera impresión y también la
mejor y más completa visión exterior de la arquitectura. La más amplia , la
más expresiva, la tradicional fachada. Aquí es donde la arquitectura se
expande hacia el exterior, dialogando con el entorno. La calle, el jardín, la
plaza, el espacio que permite distancia suficiente para apreciar el conjunto, el
PARVU, de los franceses, recordemos el retranqueo del Seagran´s, la
escenografía grandilocuente del Vaticano, las plazas que anteceden a casi
todas las arquitecturas importantes de la historia. O la visión en tres cuartos
del Partenón. O las entradas islámicas. Y muchos otros modos de
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aproximarse a la arquitectura o de descubrirla, todos ellos cargados de
intenciones.
LA LLEGADA. Acercarse, ver, sentir, todavía fuera, el abrazo acogedor o la
protección del sol y de la lluvia, la preentrada. El atrio. Traspasar el umbral.
Abrir la puerta. El modo en que el edificio nos recibe. Generoso,
hospitalario, o rígido y hermético. Amable o ceremonioso. Alegre o
misterioso. Entrar en horizontal o subiendo o bajando. Por un lado, por el
centro, por arriba, por abajo. La entrada por el centro, desde debajo, de la
CASA SAVOYA, es una respuesta original a la eterna cuestión topológica de
penetrar en un espacio sin romper su envoltura y sin fraccionar su interior.
EL VESTÍBULO.
LA PRESENTACIÓN. Estar dentro. La primera
percepción interior. La presentación. El modo en que el edificio nos muestra
su interior. La recepción. La información. El control, si es preciso. La
escenografía. El valor orientativo de la comprensión y entendimiento del
espacio.
LAS CIRCULACIONES. Analizar los recorridos precisos para el uso del
edificio y la relación entre sus diferentes partes y locales. Los flujos de
personas. Su organización en el espacio y el tiempo. Cantidades y horarios.
Claridad y expresión del esquema circulatorio. Corrientes y remansos.
Espacios más dinámicos o más estables, por razón de su uso. Los espacios de
relación y/o espera que sean adecuados o precisos. Atender a las cualidades
de cada zona. La atención al ruido. Hoy día, las arquitecturas no se habitan,
sino es estrictamente preciso u obligado. se recorren y se perciben al paso.
Las actividades son dinámicas y cambiantes. De ahí la gran importancia de
los recorridos en el proyecto contemporáneo.
LOS NÚCLEOS DE COMUNICACIONES. Cuántos, dónde, cómo. Su
ubicación en el edificio, como el principal y definitivo elemento de
organización funcional. La relación con los accesos. Localizabilidad y
accesibilidad desde ellos. El control de accesos. La relación entre ellos si son
varios. Su propia estructuración.
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LAS ESCALERAS Y SUS RECORRIDOS. Las posibilidades de trazado, de
una o varias idas, con hueco interior o no y las consecuencias en los
recorridos y en la calidad visual de estos. La relación entre escaleras y
ascensores u otros elementos mecánicos. Su proximidad e interrelación
visual. (casi siempre son alternativas de uso que se deben ofrecer
explícitamente). La fuerza del dibujo y de la simetría y su capacidad de
equívoco. (Un ascensor ubicado en el hueco de una escalera de tres idas es
siempre una tentación formal, que da lugar a un cruce de circulaciones, una
escalera ciega, sin visibilidad y un conflicto entre las personas que esperan el
ascensor y las que están usando la escalera.
LAS INSTALACIONES necesitan espacios, que con frecuencia se olvidan,
tanto para su propia ocupación como para los precisos trabajos de
mantenimiento, Climatización. Transformadores. Conductos, chimeneas,
cuartos de instalaciones, depósitos de combustible, recorridos de distribución,
requieren planteamientos, espacios y elementos que son partes integrantes de
la arquitectura, con presencia y trascendencia constructiva y compositiva.
Almacenes, espacios siempre necesarios y a veces olvidados, que es difícil
suplir cuando no están previstos. ¿Para almacenar qué y dónde?
LOS PROPIOS ASEOS y locales de servicio, cuya ubicación y accesibilidad
tienen que compensarse con la discreción y reserva adecuados. Y cuya
organización, si son conjuntos de uso público, requiere también cierta
atención.
LAS RELACIONES CON LOS VEHÍCULOS. Hay una cierta mala
conciencia en relación con los vehículos a motor, especialmente los
automóviles, que se suele acometer con la técnica del avestruz. Es decir si
hay que resolver cuestiones de circulación acceso o garaje, se opta por decidir
que no hay coches, o que no debe de haberlos. No se resuelven ni se estudian
los accesos, las circulaciones, los ordenamientos, las dimensiones ni por
supuesto las cualidades arquitectónicas y ambientales de estos espacios.
Cuando aparecen garajes o aparcamientos, son almacenes oscuros sin
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ninguna calidad espacial. Pero el garaje, como la cocina, ha dejado de ser un
espacio secundario, de servicio, para ser un lugar de uso. Un poco de
atención puede mejorar ese instante de la llegada o la salida o el encuentro y
la relación. A parte del somero análisis funcional de dimensiones,
circulaciones, aprovechamiento del espacio y controles, que redunda en
economía y comodidad.
LA MATERIALIZACION.
Aspectos que se consideran exclusivamente constructivos o técnicos,
requieren la atención del arquitecto, relacionándolos con la imagen y el ente
completo de la arquitectura, y con el hombre que la usa y percibe.
LA ENVOLVENTE ESTRUCTURAL. Después de un tiempo, en que
estructura y cerramientos se diferenciaban y resolvían por separado (la casa
dominó), hemos vuelto a la concepción integral de la arquitectura, y hemos
recuperado la envolvente estructural. Como en los viejos tiempos de las
catedrales. Arte y técnica indisolublemente unidos. Aunque cada parte
necesita también su atención específica.
LA CIMENTACION. El modo de asentarse en el lugar. Flotar, clavarse,
apoyarse. La relación entre significados y naturaleza geotécnica. Entre los
apoyos y la capacidad portante del terreno (forma, tamaños, distancias, luces)
LA ESTRUCTURA, como protagonista del proyecto. La estructura garantiza
la estabilidad física de la arquitectura, pero además es el esqueleto y la forma
de la arquitectura. Su capacidad expresiva define la presencia de la
arquitectura
LA PIEL, con todas sus capas y cualidades. Que además de ser determinante
en la imagen final, es frontera con el espacio exterior y responsable de todas
las relaciones entre dentro y fuera. La protección de todos los agentes
externos, aislamiento térmico y acústico, impermeabilidad, ventilación,
protección. Y el elemento especialísimo y complejo de la ventana, o su
sustito, con la que se administran estas relaciones entre exterior e interior.
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Vistas, sol, luz, ruido, intimidad, protección frente a personas, etc….Poder
oscurecer totalmente en determinados locales (dormitorios, lugares de
proyecciones) y graduar a voluntad la intensidad de la luz natural, en función
de las circunstancias. Y el control de la penetración de los rayos de sol.
Persianas, celosías, lamas. La entrada de aire. La ventilación y las corrientes
de aire, con las que tanto se puede influir en la climatización del edificio.
LA PROTECCIÓN FRENTE A PERSONAS. El dilema entre libertad y
seguridad. Este es un momento conflictivo en cualquier proyecto, sobre todo
cuando hablamos de una casa. Cuando los propietarios piensan en la
seguridad, el proyecto se llena de rejas y se convierte a la vez en una cárcel.
Encontrar el punto de equilibrio.
El agua. CUBIERTAS y BAJANTES. Siempre fue la geometría, en
colaboración con la gravedad, la que resolvió la relación de las cubiertas con
el agua. La expresividad de las cubiertas, muy relacionadas con cada cultura,
y con sus sistemas constructivos y estructurales, es elemento importante del
lenguaje arquitectónico. La técnica de impermeabilización, el asfalto, nos ha
alejado de la naturalidad y el sentido común. Ya no se proyecta la forma de la
cubierta, que es plana, sino solo su solución constructiva. Es frecuente
encontrar cubiertas que resuelven la estanqueidad pero en vez de recoger el
agua y arrojarla fuera, la introducen dentro del edificio, atravesándolo con
colectores y bajantes en un riesgo innecesario. Las bajantes o la conducción
del agua hasta el saneamiento, son elementos con presencia, que también
requieren su proyecto, como parte integrante del conjunto.
LAS INSTALACIONES tienen su presencia espacial, volumétrica y
compositiva en la arquitectura.
LA ILUMINACIÓN ARTIFICIAL. La luz al interior y al exterior. Los
efectos y también los elementos, los modos y los medios. ¿Simplemente se
añaden luminarias o se incluye en el análisis del proyecto un planteamiento
general con aspiraciones y respuestas concretas, dando lugar a contenidos
espaciales arquitectónicos.
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LA ACÚSTICA. Que también se resuelve con la forma y los materiales de la
arquitectura
FINAL.
Hasta aquí una lista somera, con valor indicativo únicamente, de algunos de
esos aspectos relacionados con el uso de la arquitectura. Son cuestiones
obvias, de tono menor a veces, pero con consecuencias importantes para la
comodidad y felicidad arquitectura y del hombre. Las respuestas a todas estas
y muchas otras cuestiones, son decisiones del arquitecto, que configuran el
proyecto, la construcción y la arquitectura. En todo caso, y además de
cualquier otra consideración, la función siempre ha sido un apoyo en el
proceso creativo. Cuando, en sentido contrario, lo que se plantea es un
ejercicio sin destino funcional concreto, el intento de una arquitectura
abstracta o puramente artística, los estudiantes se quejan de falta de apoyo
para la toma de decisiones y se ponen de manifiesto algunos prejuicios
espaciales muy arraigados. Por ejemplo: La ortogonalidad formal de todos
los espacios y elementos. La horizontalidad de los suelos. Y algunas
cuestiones dimensionales, como fijar automáticamente la altura estándar de
los espacios en torno a los tres metros. Son cánones preestablecidos que no
se cuestionan y que coartan la libertad de expresión..
Ni toda la arquitectura surge de la función exclusivamente, ni toda la
arquitectura es solo y por encima del hombre un mensaje artístico. Hay
ejemplos espléndidos de ambos planteamientos extremos. Pero la gran
mayoría está comprendida en ese híbrido intermedio denominado arte útil.
Procuremos que no deje de ser arte y que continúe teniendo al hombre como
protagonista. Siempre hay un cometido, aunque sea el de significar, o la pura
expresión artística. Y siempre hay una relación con el hombre, que, en el arte
útil, debe de ser el protagonista.
Miguel Ángel Graciani Rodríguez
Granada, julio 2012
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