EL ARTE ÚTIL. COMENTARIOS SOBRE LA FUNCIÓN Y EL USO DE LA ARQUITECTURA. Este artículo recoge algunas inquietudes desde la docencia del proyecto. Reflexiones sobre las relaciones de uso del hombre con la arquitectura. Aspectos que a veces no se consideran, por entenderlos menores o demasiado pragmáticos, pero que afectan a la arquitectura y a la felicidad del hombre. INTRODUCCION LA FUNCION. SIGNIFICADO. ACEPCIONES. Desde Vitrubio, se consideran contenidos de la arquitectura los tres conceptos: utilitas, firmitas y venustas, a los que en los últimos tiempos es preciso añadir la relación con el contexto ( el tiempo, el lugar y la cultura). Aun asumiendo que inequívocamente el término función se refiere a la utilidad o el uso específico asignado a cada arquitectura, caben infinidad de matices y variantes, dependiendo de la intencionalidad con que se emplee. Desde la más espiritual, la capacidad de dar significado, poesía y trascendencia al espacio, hasta la más material, de la ergonomía aplicada a cometidos estrictamente físicos, pasando por diversos grados de adecuación o correspondencia técnica y sicológica entre sus partes, la función como generadora de confort o bienestar, de felicidad cotidiana. Entendemos que todas estas acepciones y referencias son ciertas y válidas e imprescindibles y que en ellas siempre está explícita la relación de la arquitectura con el hombre, como protagonista. Operativamente podríamos aceptar un significado para el término, que abarcara todas las posibilidades, como denominador común de todas ellas. Por ejemplo, que la arquitectura estará cumpliendo una función siempre que dé respuesta a cualquier requerimiento, necesidad o inquietud del hombre. De su cuerpo y/o de su espíritu. 1 LA ARQUITECTURA. ARTE UTIL. La arquitectura es una de las expresiones artísticas del alma humana, que, en este caso, se manifiesta mediante el empleo y tratamiento del espacio. Sin embargo, la complejidad de la arquitectura requiere un ejercicio de razón y orden para su creación y, por lo general, se le asigna además un cometido, una utilidad, más allá de su mera expresión, percepción y disfrute: la función. Relacionando estas condiciones, es común referirse a la arquitectura como el ARTE UTIL. Pero ¿Podríamos deslindar las dos partes de este concepto?, ¿destilarlas por separado? ¿Puede haber arquitectura puramente artística, sin utilidad? o ¿se puede crear arte partiendo de consideraciones funcionales? ¿qué papel corresponde a la función en la arquitectura?. A lo largo de la historia, y dentro de la permanencia constante de esta fusión dialéctica, se producen momentos de desequilibrio o decantación hacia uno u otro de los dos aspectos. Kandinsky, fue el primero en componer el concepto de arte abstracto, tal como se entiende desde el siglo XX. Aplicándolo a nuestro arte, arquitectura abstracta sería la pura expresión artística mediante el espacio y las relaciones espaciales, pero sin pretender ninguna otra utilidad añadida. Sin otra función. En el extremo opuesto encontraríamos el Funcionalismo o Racionalismo, del Movimiento Moderno, en el que la forma sigue a la función. Y, a continuación, cronológicamente, la reacción poética y formalista del Posmodernismo, en la que parece que prestar atención a la función sea un menoscabo para el arte. Hoy, siglo XXI, con la informática ha nacido la nueva sociedad de la información y la comunicación, la sociedad de masas, la sociedad del caos, la sociedad del movimiento y la velocidad. La arquitectura se pasea, o se visita, no se habita. La función hoy es cambiante e imprevisible, casi fugaz. Y la respuesta desde la arquitectura es la flexibilidad, la capacidad de adaptarse y dar respuesta a todas las circunstancias y situaciones imaginables. 2 La informática también ha dado lugar a la optimización de los medios de creación y producción. Observadores cualificados y atentos detectan un movimiento general de retorno al diálogo original, de recuperación de la integración y el equilibrio. Ciencia, técnica, humanidades y arte vuelven a ser una sola cosa, la cultura humana. En lo que se refiere a la arquitectura, parece que vivimos una época de antagonismo entre ambos planteamientos, (arquitectura arte, versus arquitectura utilidad) que coexisten con bastante independencia pero también podemos ver que se está produciendo una recuperación de la concepción integral del hecho arquitectónico, conceptual y materialmente. CUALIDADES DEL ESPACIO. USO Y PERCEPCIÓN DE LA ARQUITECTURA Convenimos en aceptar que el tema de la arquitectura es el espacio en relación con el hombre, los espacios usables por el hombre. El espacio arquitectónico tiene en sí mismo multitud de dimensiones, que le otorgan determinadas cualidades atendiendo a sus formas, geometrías, medidas, luces, acústica, texturas y relaciones de todo tipo, hasta un sinfín de elementos cualificadores. Son los calificativos en el lenguaje del arquitecto. En principio, no son cualidades funcionales, en cuanto que referidas a una actividad o utilidad añadida, sino cualidades generales del espacio. Se perciben por inmersión, por el uso, así entendido, como los colores se perciben por la visión. Aplicadas a los espacios, en relación con el hombre, como escenario de la actividad humana, producen el repertorio que constituye el bagaje de conocimientos y la sabiduría inicial básica, específica del arquitecto. Su vocabulario. EL PROTAGONISMO DEL HOMBRE en la arquitectura parece una cuestión fundamental. Podríamos interpretar que a esta relación se refería Vitrubio cuando hablaba de la función. Y desde luego, si no es en relación con el hombre, la arquitectura carece de sentido. Pero sin embargo, sí ocurre que la relación hombre-arquitectura puede producirse al menos en dos 3 sentidos, opuestos, según en quien recaiga el protagonismo: En un caso el hombre es el protagonista y la arquitectura es su escenario, que como la salud, no se hace notar si todo está bien. En la otra dirección, la arquitectura es expresión artística que se concibe para reclamar la atención del hombre. También están todos los híbridos intermedios: el arte útil. La cuestión es si en la reacción contra los presuntos excesos del funcionalismo racionalista se ha caído en otra actitud igualmente radical y purista, perdiendo de vista el sentimiento del uso del espacio en relación con el hombre. Una parte razonable y sensual de la arquitectura. La función y la razón, sin ismo. Entre el planteamiento extremoso de otorgar a la función toda la fuerza creadora y el opuesto de considerar que la atención a la función resulta envilecedora, caben planteamientos intermedios. La arquitectura nacida de la poesía, razonablemente útil, que desde la búsqueda de la felicidad presta atención al hombre y al uso indeterminado, libre, de la arquitectura, a las cualidades del espacio, antes que a la función. Muchos de los grandes arquitectos, de hoy y de siempre, y sobre todo los GRANDES MAESTROS del Movimiento Moderno, hicieron y hacen de este protagonismo del hombre argumento y justificación principal para su arquitectura, o para una parte de ella. No estamos hablando de funcionalismo sino más bien de un humanismo arquitectónico. En un recordatorio de urgencia podemos mencionar a Le Corbusier y sus placeres esenciales, Alvar Aalto y su funcionalismo sicológico. Louis Kahn, el orden, y las relaciones del espacio con la luz, o la organización de espacios servidos y espacios servidores. José Antonio Coderch, con sus obras y sus escritos: “No son genios lo que necesitamos…”.Recuerdo a Josep Llinás escandalizado por unas viviendas que pretendían ser espectáculo y acontecimiento, antes que escenario amable y acogedor para sus moradores. Cualquier obra o texto de Álvaro Siza es un tratado de comprensión del espacio y una declaración de amor a la vida. Se ha dicho que sus obras parecen obvias, en el sentido de 4 que, una vez conocidas y analizadas, se descubren como la respuesta adecuada e insustituible al tema y el lugar. ALGUNOS ASPECTOS DEL ESPACIO ARQUITECTÓNICO A CONSIDERAR EN RELACIÓN CON EL USO En varias ocasiones he oído decir al arquitecto Juan Luis Trillo (Catedrático de Proyectos Arquitectónicos y maestro mío) que una arquitectura es mejor cuantas más cosas tiene y ha tenido en cuenta. Estas son algunas sugerencias. Ciertas atenciones, en muchos casos de orden menor, relacionadas con el uso, obvias cuando se enuncian, pero que con frecuencia se olvidan. Cuestiones que el arquitecto ha de considerar y a las que ha de dar respuesta. También apoyos y ayudas para la toma de decisiones y para la calidad y supervivencia de la arquitectura. Buscando un cierto orden expositivo, y quizá también proyectual, se han agrupado bajo los siguientes epígrafes: EL TEMA Y LA ESCALA. EL ESPACIO, EL LUGAR. LA ORGANIZACIÓN ESPACIAL. LA MATERIALIZACIÓN. EL TEMA, LA ESCALA Y EL TONO DE LA INTERVENCIÓN. Para iniciar un proyecto, antes que nada es preciso entender el tema arquitectónico de que se trata. Su sentido profundo. Su significado. Encontrar el concepto que habrá de desarrollarse espacialmente en el proyecto y convertirse finalmente en una realidad material, en un hecho arquitectónico. (Leer a Kahn puede ayudar. El orden es. ) Esta es el alma de la arquitectura, sin ella solo hay construcción. Y a continuación, determinar la escala y el tono adecuados para esa arquitectura, en todas sus aspectos. El lugar que le corresponde en el mundo en el que se va a inscribir. Y hacer extrapolación coherente a todas las partes integrantes del proyecto. De los espacios, de sus dimensiones, del diseño y el lenguaje, de la estructura y de la construcción. 5 De la durabilidad y resistencia de los materiales o de su delicadeza y exquisitez. Siza es maestro incuestionable en esta lectura de la realidad para inscribirse en ella adecuadamente. Su reciente propuesta ganadora (en equipo con Juan Domingo) para los accesos a la Alhambra, constituye un ejemplo de humildad y coherencia, que se percibe más claramente contrastando con las otras propuestas presentadas. No se trata de competir con la Alhambra, sino de servirla. EL ESPACIO. EL LUGAR. SUS CUALIDADES. Entendemos que la materia prima de cualquier proyecto arquitectónico es el espacio, que ya está allí antes, el lugar, sobre el que se actúa para conformarlo y cualificarlo. En consecuencia siempre es cuestión previa el análisis de ese espacio. Topografía, clima, entorno, historia, preexistencias… Determinar sus cualidades positivas y negativas, para usar y potenciar las beneficiosas y, por el contrario, paliar los defectos y compensar las carencias. Nos limitamos aquí a los aspectos territoriales físicos. EL CLIMA, y la habitabilidad de cada latitud, debe tener implicaciones importantes en la concepción arquitectónica. Además de la respuesta inmediata a los rasgos climatológicos, (frio calor, sol lluvia, etc ) Caben infinidad de matices y argumentos espaciales, desde la separación drástica entre dentro y fuera, forzada en los climas extremados, fríos o calientes, a la gradación de espacios intermedios posibles en los climas suaves y templados como el mediterráneo. Patios, terrazas, porches, pérgolas, cenadores, pabellones, nuestras culturas han producido cantidad de respuestas y conceptos arquitectónicos, que son también modos adecuados y satisfactorios de habitar. LA LUZ Y EL AIRE. EL PAISAJE. Los valores de la relación directa con la naturaleza, luz aire y vistas, son cualidades deseables para los espacios habitables. El espacio cerrado, las habitaciones interiores, se han considerado 6 siempre como espacios de menor valor. Sin embargo, hoy día, las posibilidades tecnológicas de iluminación ventilación y climatización artificial permiten hacer habitable cualquier espacio cerrado en casi cualquier situación. Como consecuencia, en muchos proyectos no se atiende a estas cuestiones, que siempre fueron esenciales. Arquitecturas totalmente cerradas o excavadas, bajo tierra, son propuestas muy frecuentes hoy. Penetrar la tierra, es sin duda un hecho importante y lleno de significados. El valor de la ambigüedad y de la penumbra, son incuestionables. Pero no olvidar que, históricamente, los espacios cerrados, sótanos, bunkers y mazmorras han sido siempre sitios de castigo y privación o de defensa. Y volvemos a la valoración sensual del espacio. ¿Por qué renunciar a las dulces sensaciones de la luz, la brisa, y el paisaje a cambio de espacios interiores, artificiales, cerrados, sin cielo y sin sol?. Un aserto tradicional: El espacio se extiende y habita hasta allá a donde alcance la mirada desde él. Recordemos a Khan para quien un espacio sin luz natural no existía. O a Le Corbusier para quien los placeres esenciales, meta de la vida humana y de la arquitectura estaban al aire libre, ESPACIO, SOL Y VEGETACION. LA RELACION DIRECTA CON EL SOL. LATITUD. ORIENTACIÓN. Además del juego mágico de los volúmenes bajo la luz del sol. En cada latitud, en cada clima, la relación habitacional con el sol es distinta. Los benéficos rayos del sol en países fríos, son torturas y problemas económicos en climas calurosos. Y sin embargo, proyectamos por igual muros de cristal transparentes en Almería y en Finlandia. La relación básica de la arquitectura con el sol puede variar desde la añoranza y el deseo, hasta la agresión dolorosa de la que es preciso defenderse. Se debe atender al control de la cantidad intensidad y dirección de la luz, con todos sus matices. También cada ORIENTACIÓN, Sur Norte. Este, Oeste ofrece unas cualidades específicas para los espacios, que debe de ser valorada en el proyecto. Los rayos verticales y nítidos del sol del Mediodía, que se inclina en invierno para penetrar en los espacios y se mantiene a raya en verano, con un pequeño 7 voladizo. O los rayos inclinados y entrometidos del amanecer y el atardecer, cuyo control es mucho más difícil, a cargo de elementos y protecciones verticales. Indudablemente estas consideraciones repercuten también sobre el uso, la construcción y la imagen de la arquitectura. (¿Recordamos las celosías islámicas?) Otro dicho: Donde hay sol siempre puedes quitarlo. Pero donde no lo hay no puedes ponerlo. Y aun sin la presencia directa de los rayos del sol, la relación de los espacios con las diversas orientaciones les otorga también características especiales. En una habitación orientada al sur o el este, la mañana es dorada y alegre, o vibrante y cálida. Al norte, es gris y triste, o fresca y azul. Y este tono tiñe el modo de iniciar el día. Son herramientas para cualificar la vida. EL MODO DE ASENTARSE en el territorio: Elevado. A nivel. Enterrado. Encajonado. Y la relación con los espacios exteriores colindantes y el tratamiento del suelo. No olvidar la consideración de la ACCESIBILIDAD y también de la INTIMIDAD, en cuanto a las relaciones con el entorno. La reserva y valoración del espacio para el uso privado o la capacidad representativa de la imagen con respecto a los demás. O ambas cosas LA VEGETACIÓN. Árboles, plantas, capítulo importantísimo en la arquitectura. El tratamiento de los espacios exteriores. Jardines, imágenes, paisaje, definición de espacios. Cualificación. Estaciones. Sombras, olores. El simbolismos de las especies. El tiempo preciso para la consolidación de un tratamiento vegetal, o arbóreo LA ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO. EL SENTIMIENTO DEL ESPACIO, su percepción, es el primero y más general de estos aspectos del uso, en el que se inscriben todos los demás. Se trata de entender y sentir cada espacio en relación con lo que allí va a ocurrir. Prever su uso en el futuro, imaginar, proyectar y construir los espacios como el escenario y soporte adecuados para ello. La técnica habitual de aproximación es la recopilación de información, estudios, visitas, 8 entrevistas, etc. y sobre todo la SUPLANTACION, el arquitecto se pone en el lugar de cada uno de los usuarios e imagina el modo en que desarrollaran su papel y prevé cómo la arquitectura puede ayudarles. Sustituir al niño o al enfermo y al director y al administrativo y al conserje y al empleado de conservación, ponerse en su lugar y hacer que todos tengan voz en el proyecto. Un ejemplo paradigmático de esta suplantación es el de Aalto diseñando sus habitaciones de hospital para los enfermos, que viven tumbados, con la mirada en el techo. CUANTIFICACIÓN. Se suele olvidar que el espacio está limitado y también los medios materiales y económicos. Por lo cual en el proyecto es siempre necesario considerar las cantidades. Y con frecuencia la limitación fuerza a un proceso de elección y selección. El proceso de proyecto es con mucha frecuencia un reparto equitativo, proporcionado, adecuado, de los medios de que se dispone, y antes que todo, del espacio. ORGANIZACIÓN FUNCIONAL. La ordenación del conjunto de espacios que componen una arquitectura suele necesitar de sucesivos intentos de aproximación hasta conseguir una integración coherente. La organización de los espacios en el proyecto tiene una relación muy directa con la cantidad de espacio del total que se puede, o se decide, dedicar a cada uno y también a lo esencial o a lo secundario. Una investigación inmediata y simple de estas relaciones se realiza tradicionalmente mediante organigramas espaciales funcionales. Representaciones gráficas que sin referencia a forma ni compromiso de diseño, permiten investigar sobre el tamaño y la colocación relativos de los diferentes espacios y actividades. Conceptos como mayor o menor que, cerca, lejos, arriba, abajo, conexión directa, circulaciones. espacios anejos, servidumbre de paso. Una organización adecuada puede redundar en un uso más eficaz, más feliz, y también en una construcción más económica. Kahn introdujo el concepto de espacios servidos y espacios servidores: Los espacios en que se realizarán las actividades que se requieren como 9 principales y aquellos otros secundarios, pero precisos para el correcto funcionamiento e interrelación entre los primeros (pasillos por ejemplo) El arquitecto encontrará la proporción y la disposición adecuadas. LA ATENCIÓN A LOS SIGNIFICADOS DE CADA ESPACIO. Los significados de cada secuencia espacial, de cada uso pormenorizado o momento de uso. Entre ellos hay espacios que podemos considerar constantes o genéricos, como el momento de la llegada a cualquier edificio, el espacio del vestíbulo o los núcleos de comunicaciones, etc.. LOS ESPACIOS PRINCIPALES, espacios servidos, en que se desarrollan las actividades principales. Tratar cada uno de ellos con la misma intensidad que un proyecto independiente. En cada caso habría que analizar, entender y amar las posibles actividades que ese espacio acogerá, procurarle las cualidades específicas que requiere cada uso concreto, y además resolver adecuadamente las relaciones entre todas estas partes y el conjunto. ESPACIOS SECUNDARIOS. ESPACIOS SERVIDORES. LOS ACCESOS. EL CONTROL. Por dónde, de qué forma, en cuantos puntos, se accede al edificio?. El edificio ha de poder cerrarse y controlar la entrada y salida de personas?. Esta es una decisión muy importante. Su incidencia en la configuración de la arquitectura y su organización espacial es definitiva. La ceremonia de LA ENTRADA y sus fases. Primero la aproximación. El descubrimiento. Con frecuencia esta es la primera impresión y también la mejor y más completa visión exterior de la arquitectura. La más amplia , la más expresiva, la tradicional fachada. Aquí es donde la arquitectura se expande hacia el exterior, dialogando con el entorno. La calle, el jardín, la plaza, el espacio que permite distancia suficiente para apreciar el conjunto, el PARVU, de los franceses, recordemos el retranqueo del Seagran´s, la escenografía grandilocuente del Vaticano, las plazas que anteceden a casi todas las arquitecturas importantes de la historia. O la visión en tres cuartos del Partenón. O las entradas islámicas. Y muchos otros modos de 10 aproximarse a la arquitectura o de descubrirla, todos ellos cargados de intenciones. LA LLEGADA. Acercarse, ver, sentir, todavía fuera, el abrazo acogedor o la protección del sol y de la lluvia, la preentrada. El atrio. Traspasar el umbral. Abrir la puerta. El modo en que el edificio nos recibe. Generoso, hospitalario, o rígido y hermético. Amable o ceremonioso. Alegre o misterioso. Entrar en horizontal o subiendo o bajando. Por un lado, por el centro, por arriba, por abajo. La entrada por el centro, desde debajo, de la CASA SAVOYA, es una respuesta original a la eterna cuestión topológica de penetrar en un espacio sin romper su envoltura y sin fraccionar su interior. EL VESTÍBULO. LA PRESENTACIÓN. Estar dentro. La primera percepción interior. La presentación. El modo en que el edificio nos muestra su interior. La recepción. La información. El control, si es preciso. La escenografía. El valor orientativo de la comprensión y entendimiento del espacio. LAS CIRCULACIONES. Analizar los recorridos precisos para el uso del edificio y la relación entre sus diferentes partes y locales. Los flujos de personas. Su organización en el espacio y el tiempo. Cantidades y horarios. Claridad y expresión del esquema circulatorio. Corrientes y remansos. Espacios más dinámicos o más estables, por razón de su uso. Los espacios de relación y/o espera que sean adecuados o precisos. Atender a las cualidades de cada zona. La atención al ruido. Hoy día, las arquitecturas no se habitan, sino es estrictamente preciso u obligado. se recorren y se perciben al paso. Las actividades son dinámicas y cambiantes. De ahí la gran importancia de los recorridos en el proyecto contemporáneo. LOS NÚCLEOS DE COMUNICACIONES. Cuántos, dónde, cómo. Su ubicación en el edificio, como el principal y definitivo elemento de organización funcional. La relación con los accesos. Localizabilidad y accesibilidad desde ellos. El control de accesos. La relación entre ellos si son varios. Su propia estructuración. 11 LAS ESCALERAS Y SUS RECORRIDOS. Las posibilidades de trazado, de una o varias idas, con hueco interior o no y las consecuencias en los recorridos y en la calidad visual de estos. La relación entre escaleras y ascensores u otros elementos mecánicos. Su proximidad e interrelación visual. (casi siempre son alternativas de uso que se deben ofrecer explícitamente). La fuerza del dibujo y de la simetría y su capacidad de equívoco. (Un ascensor ubicado en el hueco de una escalera de tres idas es siempre una tentación formal, que da lugar a un cruce de circulaciones, una escalera ciega, sin visibilidad y un conflicto entre las personas que esperan el ascensor y las que están usando la escalera. LAS INSTALACIONES necesitan espacios, que con frecuencia se olvidan, tanto para su propia ocupación como para los precisos trabajos de mantenimiento, Climatización. Transformadores. Conductos, chimeneas, cuartos de instalaciones, depósitos de combustible, recorridos de distribución, requieren planteamientos, espacios y elementos que son partes integrantes de la arquitectura, con presencia y trascendencia constructiva y compositiva. Almacenes, espacios siempre necesarios y a veces olvidados, que es difícil suplir cuando no están previstos. ¿Para almacenar qué y dónde? LOS PROPIOS ASEOS y locales de servicio, cuya ubicación y accesibilidad tienen que compensarse con la discreción y reserva adecuados. Y cuya organización, si son conjuntos de uso público, requiere también cierta atención. LAS RELACIONES CON LOS VEHÍCULOS. Hay una cierta mala conciencia en relación con los vehículos a motor, especialmente los automóviles, que se suele acometer con la técnica del avestruz. Es decir si hay que resolver cuestiones de circulación acceso o garaje, se opta por decidir que no hay coches, o que no debe de haberlos. No se resuelven ni se estudian los accesos, las circulaciones, los ordenamientos, las dimensiones ni por supuesto las cualidades arquitectónicas y ambientales de estos espacios. Cuando aparecen garajes o aparcamientos, son almacenes oscuros sin 12 ninguna calidad espacial. Pero el garaje, como la cocina, ha dejado de ser un espacio secundario, de servicio, para ser un lugar de uso. Un poco de atención puede mejorar ese instante de la llegada o la salida o el encuentro y la relación. A parte del somero análisis funcional de dimensiones, circulaciones, aprovechamiento del espacio y controles, que redunda en economía y comodidad. LA MATERIALIZACION. Aspectos que se consideran exclusivamente constructivos o técnicos, requieren la atención del arquitecto, relacionándolos con la imagen y el ente completo de la arquitectura, y con el hombre que la usa y percibe. LA ENVOLVENTE ESTRUCTURAL. Después de un tiempo, en que estructura y cerramientos se diferenciaban y resolvían por separado (la casa dominó), hemos vuelto a la concepción integral de la arquitectura, y hemos recuperado la envolvente estructural. Como en los viejos tiempos de las catedrales. Arte y técnica indisolublemente unidos. Aunque cada parte necesita también su atención específica. LA CIMENTACION. El modo de asentarse en el lugar. Flotar, clavarse, apoyarse. La relación entre significados y naturaleza geotécnica. Entre los apoyos y la capacidad portante del terreno (forma, tamaños, distancias, luces) LA ESTRUCTURA, como protagonista del proyecto. La estructura garantiza la estabilidad física de la arquitectura, pero además es el esqueleto y la forma de la arquitectura. Su capacidad expresiva define la presencia de la arquitectura LA PIEL, con todas sus capas y cualidades. Que además de ser determinante en la imagen final, es frontera con el espacio exterior y responsable de todas las relaciones entre dentro y fuera. La protección de todos los agentes externos, aislamiento térmico y acústico, impermeabilidad, ventilación, protección. Y el elemento especialísimo y complejo de la ventana, o su sustito, con la que se administran estas relaciones entre exterior e interior. 13 Vistas, sol, luz, ruido, intimidad, protección frente a personas, etc….Poder oscurecer totalmente en determinados locales (dormitorios, lugares de proyecciones) y graduar a voluntad la intensidad de la luz natural, en función de las circunstancias. Y el control de la penetración de los rayos de sol. Persianas, celosías, lamas. La entrada de aire. La ventilación y las corrientes de aire, con las que tanto se puede influir en la climatización del edificio. LA PROTECCIÓN FRENTE A PERSONAS. El dilema entre libertad y seguridad. Este es un momento conflictivo en cualquier proyecto, sobre todo cuando hablamos de una casa. Cuando los propietarios piensan en la seguridad, el proyecto se llena de rejas y se convierte a la vez en una cárcel. Encontrar el punto de equilibrio. El agua. CUBIERTAS y BAJANTES. Siempre fue la geometría, en colaboración con la gravedad, la que resolvió la relación de las cubiertas con el agua. La expresividad de las cubiertas, muy relacionadas con cada cultura, y con sus sistemas constructivos y estructurales, es elemento importante del lenguaje arquitectónico. La técnica de impermeabilización, el asfalto, nos ha alejado de la naturalidad y el sentido común. Ya no se proyecta la forma de la cubierta, que es plana, sino solo su solución constructiva. Es frecuente encontrar cubiertas que resuelven la estanqueidad pero en vez de recoger el agua y arrojarla fuera, la introducen dentro del edificio, atravesándolo con colectores y bajantes en un riesgo innecesario. Las bajantes o la conducción del agua hasta el saneamiento, son elementos con presencia, que también requieren su proyecto, como parte integrante del conjunto. LAS INSTALACIONES tienen su presencia espacial, volumétrica y compositiva en la arquitectura. LA ILUMINACIÓN ARTIFICIAL. La luz al interior y al exterior. Los efectos y también los elementos, los modos y los medios. ¿Simplemente se añaden luminarias o se incluye en el análisis del proyecto un planteamiento general con aspiraciones y respuestas concretas, dando lugar a contenidos espaciales arquitectónicos. 14 LA ACÚSTICA. Que también se resuelve con la forma y los materiales de la arquitectura FINAL. Hasta aquí una lista somera, con valor indicativo únicamente, de algunos de esos aspectos relacionados con el uso de la arquitectura. Son cuestiones obvias, de tono menor a veces, pero con consecuencias importantes para la comodidad y felicidad arquitectura y del hombre. Las respuestas a todas estas y muchas otras cuestiones, son decisiones del arquitecto, que configuran el proyecto, la construcción y la arquitectura. En todo caso, y además de cualquier otra consideración, la función siempre ha sido un apoyo en el proceso creativo. Cuando, en sentido contrario, lo que se plantea es un ejercicio sin destino funcional concreto, el intento de una arquitectura abstracta o puramente artística, los estudiantes se quejan de falta de apoyo para la toma de decisiones y se ponen de manifiesto algunos prejuicios espaciales muy arraigados. Por ejemplo: La ortogonalidad formal de todos los espacios y elementos. La horizontalidad de los suelos. Y algunas cuestiones dimensionales, como fijar automáticamente la altura estándar de los espacios en torno a los tres metros. Son cánones preestablecidos que no se cuestionan y que coartan la libertad de expresión.. Ni toda la arquitectura surge de la función exclusivamente, ni toda la arquitectura es solo y por encima del hombre un mensaje artístico. Hay ejemplos espléndidos de ambos planteamientos extremos. Pero la gran mayoría está comprendida en ese híbrido intermedio denominado arte útil. Procuremos que no deje de ser arte y que continúe teniendo al hombre como protagonista. Siempre hay un cometido, aunque sea el de significar, o la pura expresión artística. Y siempre hay una relación con el hombre, que, en el arte útil, debe de ser el protagonista. Miguel Ángel Graciani Rodríguez Granada, julio 2012 15