Una isla dividida y al borde de la bancarrota

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LATERCERA Viernes 22 de marzo de 2013
Mundo
RR Un hombre limpia las
reposeras en una playa de la
ciudad chipriota de Limassol.
FOTO: BLOOMBERG
CHIPRE
8
N
Autodeclarada
República turca de
Chipre del Norte
Bandera
km
0
Chipre
50
Población: 1,1 millón de habitantes
(270 mil de ellos viven en la zona
norte, reconocida como país sólo
por Turquía)
Grupos étnicos
Griegos
77%
Turcos
18%
Religión
Otros
5%
Area total: 9.251 Km2 (similar
a la del archipiélago de Chiloé)
Capital: Nicosia
(240 mil habitantes)
Ortodoxos
Ingreso per cápita:
US$ 21.000
FUENTE: The World Alamanc 2011
[CRISIS EN CHIPRE] En poco tiempo, Chipre pasó de ser el
sinónimo de playas y buen clima en el imaginario europeo al
último “país enfermo”, pese a que su PIB representa sólo el
0,2% de la Unión Europea. Por Ricard González/Nicosia
Una isla dividida y al
borde de la bancarrota
“
LA ULTIMA capital dividida”, señala una
gran pancarta situada
sobre el único puesto
fronterizo de la ciudad
de Nicosia que permite
cruzar de una parte a la
otra de la isla mediterránea. Dividida, tras la invasión turca de 1974
de la zona norte de la isla, la reunificación ha sido la gran obsesión de
los grecochipriotas durante las últimas cuatro décadas. Sin embargo,
durante los últimos meses los ciudadanos de la República de Chipre, integrada en la Unión Europea
el año 2004, tienen otra preocupación: una grave crisis financiera.
“En las últimas elecciones, por
primera vez, la cuestión de la unificación no fue el tema central de la
campaña”, cuenta Tefkros, un empresario de mediana edad, en referencia a las elecciones de febrero,
que encumbraron en la presidencia a Nikos Anastasiadis. El líder
conservador está fuertemente cuestionado por los grecochipriotas,
que no han encontrado ningún líder con un carisma comparable al
de Makarios III. El arzobispo fue el
primer presidente electo tras conseguir la independencia de los británicos, en 1960. No obstante, en
1973, un golpe militar de un grupo
de oficiales panhelénicos favorables
a la unión con Grecia lo depuso,
provocando la invasión turca y pos-
terior partición de la isla. Lejos queda esa tensión, que desembocó en
unos trasvases de población de más
de 200.000 personas. Hoy, los ciudadanos de ambos lados pueden
cruzar la “línea verde” sin restricciones para realizar compras o trabajar. A principios de la pasada década, hubo esperanzas de conseguir
la reunificación. El entonces secretario general de la ONU, Kofi
Annan, llegó a presentar un plan
que fue sometido a referéndum.
Los turcochipriotas lo aprobaron,
pero los grecochipriotas no.
“Los griegos votaron en contra,
porque no quieren compartir su
prosperidad”, dijo a La Tercera
Ozkan Yorgancioglu, líder del ma-
yor partido opositor del norte, haciendo referencia al mayor nivel
de vida existente en el sur. Sin embargo, los grecochipriotas ofrecen
otros motivos. “El plan creaba dos
enclaves semiindependientes, no
un país. Claro que queremos la
unión, pero no a cualquier precio”,
explica Miguelis, un músico grecochipriota. Sólo Turquía reconoce
como Estado independiente la zona
norte, ocupada ilegalmente según
la ONU. En poco tiempo, Chipre
pasó de ser el sinónimo de playas y
buen clima en el imaginario europeo, al último “país enfermo”. A pesar de que cuenta sólo con 1,1 millón de habitantes y su PIB representa sólo el 0,2% de la UE, su crisis
está haciendo tambalear a toda la
zona euro. Y es que el estado de
ánimo de los mercados es tan frágil, que un posible colapso económico de la isla podría desatar una
ola de pánico que arrastrara a países como España e Italia.
La industria tradicional de Chipre
ha sido desde hace décadas el turismo de playa a un precio económico. Por ejemplo, aquí vienen cada
año centenares de parejas israelíes, muchas de ellas a casarse o a
pasar su luna de miel. En la última
década un nuevo sector revolucionó la economía local: el financiero.
Atraídos por condiciones similares a las de un paraíso fiscal -las empresas tributan sólo un 10% de sus
Musulmanes
78%
18%
LA TERCERA
beneficios-, miles de extranjeros
abrieron cuentas en los bancos chipriotas. Hoy representan cerca de
un 40% de los depósitos bancarios
del país. Se calcula que sólo los activos rusos ascienden a unos
30.000 millones de euros. Tan importante es la presencia rusa en la
isla, que su segunda ciudad más
grande, Limassol, ha sido rebautizada irónicamente como “Limagrad”. Esta renovada liquidez provocó una burbuja inmobiliaria que,
al estallar, dejó las arcas públicas
vacías. La crisis griega acabó por rematar a la ahora maltrecha banca
local. Pero la crisis no sólo es financiera, sino que tiene un componente geoestratégico debido a las
reservas de gas que hay bajo las
aguas territoriales del país. De hecho, los chipriotas creen que algunos países extranjeros han provocado la crisis para quedarse con sus
futuras explotaciones de gas.
El desencuentro entre Chipre y
la UE ha abierto la puerta a Rusia,
que podría ver con buenos ojos la
posibilidad de adquirir activos en
un país de alto valor geoestratégico, y que cuenta con una gran base
naval de Reino Unido. Rusia es el
principal exportador de gas a la
UE, lo que le otorga una poderosa
herramienta de presión política. Si
se hace con las explotaciones de
Chipre, Europa se volverá aún más
dependiente de Moscú.b
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