¿ Se cuestiona realmente el modelo de masculinidad?, por Manuel

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¿ Se cuestiona realmente el modelo de masculinidad?, por Manuel Tabernas.
Artículo aparecido en Revista Diagonal Septiembre-Octubre 2004
Se llama masculinidad a la actitud aprendida a lo largo del proceso de socialización
previsto para varones. Uno se hace hombre porque cada cultura tiene mecanismos para
impedir que los varones se alejen del modelo tradicional de masculinidad dominante.
Hay quien la define como el proceso de segregación de los niños del universo femenino
y su adscripción a un estatus social adulto definido por el género. La variedad de
rituales de socialización indican que tal “ iniciación “ no es natural.
La masculinidad dominante se define contra una serie de minorías sexuales, raciales, y
sobre todo, contra la feminidad. Esa identidad se ha creado sobre la base de generar
clichés negativos de lo que considera antítesis de su ideal de masculinidad.
Los “ ideales” de la masculinidad dominante se pueden agrupar en:
a)El hombre y la mujer son sustancialmente diferentes. Los hombres están destinados a
mandar y a poseer por naturaleza. Cualquier actitud identificada como debilidad frente a
otros varones ( expresión de sentimientos, petición de ayuda, etc...) es considerada
femenina, y por tanto, mala.
b) Los hombres han de dominar y triunfar en cualquier competición. Esto, junto con ser
el sostén económico de la familia, constituye el núcleo de su masculinidad. Quien no
pueda o se salga de esta competición, de hacer lo que se espera que tiene que hacer un
hombre, es tachado de afeminado.
c) El sexo es la única vía para acercarse al sexo femenino. Dicha sexualidad es un
medio de dominación sobre la mujer y una manera de demostrar a los otros hombres su
capacidad sexual. Insiste en la pasividad en este terreno de la mujer: es él quien da
orgasmos.
En cualquier sociedad existen múltiples masculinidades y las practicadas por la mayoría
de los hombres no corresponden con el modelo dominante, pero éste es apoyado, según
Michael Flood, porque una mayoría de hombres se beneficia de la subordinación de las
mujeres.
La sexualidad masculina y el papel que desempeña en las injustas relaciones de género
ha sido criticada por las feministas. En los años 60 del pasado siglo se cuestionaron una
gran cantidad de valores que se creían universales y eternos. El feminismo analiza
pasado y presente y destaca la distancia entre lo fijado por la anatomía humana ( sexo) y
lo construido en las relaciones humanas ( género). La sociedad machista se basa en los
privilegios o de la opresión según el sexo. Reconocer la opresión de género es el punto
de partida de una serie de acciones políticas que pretenden la transformación de las
relaciones , prácticas y costumbres de los seres humanos.
Estas propuestas van siendo comprendidas por algunos hombres que han dejado de
creer que sólo podían ser solidarios hasta cierto punto en las luchas de las mujeres y
empiezan a transformar esa incomodidad con su condición de género en cambiar las
condiciones de vida que éste genera.
La historia de los grupos de hombres es breve. Empieza en los años 70 con grupos que
se forman en Suecia y Estados Unidos para hablar y reflexionar sobre la condición
masculina. Actualmente también tienen importancia en Canadá, Australia y Nicaragua.
En España los primeros surgen en Valencia y Sevilla hacia 1985. Con posterioridad se
dan otros grupos de reflexión y “ contra la violencia “ en Granada, Sevilla, etc... pero
sin coordinación estable entre ellos. No hay una red asociativa que pueda considerarse
como tal ni iniciativas profesionales que apliquen y desarrollen los materiales hechos en
otros países.
Todos los hombres, queramos o no, nos beneficiamos del sexismo. Vivimos en una
sociedad patriarcal que trabaja en función de nuestros intereses. Esta sociedad es injusta
y para empezar a cuestionarla pueden – y deben- seguirse varios caminos.
a)Escuchar lo que nos dicen las mujeres. Los hombres monopolizan las conversaciones.
Observa esto en otros hombres y luego en uno mismo. Comprende las formas en que tus
actitudes perpetúan el sexismo y trabaja para cambiarlas. Denuncia la opresión de las
mujeres.
b) Desafiar el sexismo de otros hombres no dejando pasar los comentarios sexistas y
creer que los hombres también podemos cambiar.
c) El modelo de masculinidad es de masculinidad heterosexual. Las creencias
homofóbicas están muy arraigadas en la sociedad actual. Debemos combatir el temor y
la ignorancia desde el respeto a la diversidad sexual.
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