PaulDeKruif CAPÍTULOVIII CAZADORESDEMICROBIOS THEOBALDSMITH I Hacia1890,hizosuapariciónunjoven,TheobaldSmith,quediolaexplicacióndeporquéelganadovacunodelNorte,cuando estrasladadoalSur,enfermaymuereaconsecuenciadelafiebredeTejas,ydeporquéelganadovacunodelSur,aunestando sano,acarreaal¡ralNorteunamuertemisteriosaparaelqueestáenlaregión.TheobaldSmithredactóen1893uninforme claroyprecisoresolviendoelenigma,informequenollegóaconocimientodelgranpúblicoyqueseencuentraagotado,pero que sugirió una idea al fanfarrón David Bruce, insinuó cosas a Patrick Masón, hizo pensar a Grassi, el brillante e indignado italiano,inspiróconfianzaalnorteamericanoWalterReedyalosoficialesysoldadosquerehusaronpagasextraordinariaspor haberseprestadoasermártiresdelainvestigación. II AlingresarenlaEscueladeMedicinadeAlbany,noencontróentrelosdoctoresdelaFacultadinterésalgunoporlosbacilos: estosseresnohabíansidoaúntomadoscomoblancodelostiroscurativosdelaprofesiónmédica,nosedabacursoalgunode Bacteriología,yporaquelentoncessucedíalomismoentodaslasescuelasdeMedicinadelosEstadosUnidos;más,apesarde todo, Theobald Smith quería hacer ciencia, y sin tomar parte de las alegres borracheras y obscenidades científicas de los estudiantes de Medicina de tipo corriente, se consolaba estudiando al microscopio las entrañas de los gatos. En el primer trabajocientíficoquepublicóacercadeciertaspeculiaridadesanatómicasdelastripasdelosgatos,hizoobservacionesmuy perspicaces,quefueronsusprimerasarmascomoinvestigador. Smithcomenzóadarcazaalosmicrobiosenelcuartitoiluminadoporunabuhardilla,eneldesvándeunedificiooficial:pero comoeraesoprecisamenteloqueestabadeseando,diocomienzoalatareacomosihubieranacidoconunjeringuillaenla manoyunhilodeplatinoenlaboca. En un espacio de tiempo notablemente corto aprendió solo todo lo que era preciso, y empezó a hacer descubrimientos prudentes: inventó una vacuna de una especie nueva y curiosa, que no contenía bacilos, sino sus componentes proteínicos filtrados. III Entodoelpaísreinabagranexcitación:entrelosganaderosdelNorteylosdelSurhabíamalasrelaciones;enloscentrosde contratación de Nueva York se desencadenó el pánico cuando empezaron a morir por centenares las cabezas de ganado embarcado en los trenes con destino a los mataderos del Este. Había que hacer algo, los distinguidos doctores del Consejo MetropolitanodeSanidadsepusieronatrabajarparabuscarelmicrobiocausantedelaepidemia,y,entretanto,unoscuantos viejosganaderosdelOeste,genteavezada,teníansuteoría,loquepodríamosllamarunaconseja,nacidaentreelhumodesus pipas,desusconversacioneslamentandolasdesastrosaspérdidasdeganado.DecíanquelafiebredeTejaseraproducidapor uninsectoquevivíasobrelasvacas,chupándoleslasangre;lagarrapata. LossabiosdoctoresdelConsejoMetropolitanoytodoslosdistinguidosveterinariosdelasdistintasEstacionesExperimentales delestadoserieron.¡Lasgarrapatascausadeunaenfermedad!¡Quéuninsectomotivaseunaenfermedad!Nuncasehabía oído cosa semejante: era anticientífico, era estúpido. Gamgee, una autoridad respetable, dictaminó: «Un poco de reflexión convenceráacualquieradeloabsurdodelaidea».EsteGamgeellevabayatiempoestudiandolafiebredeTejas,ynuncahabía hechomencióndelasgarrapatas:loshombresdecienciadetodoslosEstadosabrierongravementelosvientresdelasvacas muertasyencontraronbacilos,peronovieronniunasolagarrapata. IV En 1888, el doctor Salmón dedicó a Smith, con Kilborne como ayudante y Alexander, a trabajar sobre la fiebre de Tejas, sin decirlenadaacercadelasgarrapatas:laúnicarecomendaciónquelehizofue:«Hayquedescubrirelmicrobio».Comomaterial deInvestigaciónsólodispusieronaquelañodelosbazosehígadosdecuatrovacasmuertasdefiebredeTejas,quellegarona labuhardilla—laboratoriocalientecomounhorno,procedentesdeVirginiayMaryland,yacondicionadosconhieloenunos recipientes. Theobald Smith poseía lo que faltaba a todos aquellos doctores ofuscados y veterinarios fracasados: sentido común.Enfocóelmicroscopiosobrediversostrozosdelprimerejemplardebazo,ydescubriómuchosmicrobios,unverdadero parquezoológico:peroalolfatearaquelbazoarrugólanariz:olíamal,estabaechadoaperder. Sin pérdida de momento envió telegramas a los ganaderos, recomendándoles extrajeran las entrañas a los animales inmediatamentedespuésdemorir,yque,acondicionadasconhielo,lasremitieranallaboratorioporlavíamásrápida.Asílo 1 JoaquínRodríguezPiaya PaulDeKruif CAPÍTULOVIII CAZADORESDEMICROBIOS hicieron,yenelprimerbazoqueexaminónoencontrómicrobioalguno,ysíúnicamenteunagrancantidaddeglóbulos rojos—misteriosamentedestruidos. Aún era joven, sarcástico y se impacientaba con los investigadores incapaces de meditar detenidamente: un sujeto llamado Billingspretendíahaberidentificadounbacilodesobraconocido,conlacausadelafiebredeTejas,baciloqueseencontraba entodaslaspartesdeunavacamuertayentodoslosrinconesdelasgranjas,inclusoenlosmontonesdeestiércol. Se dio cuenta de que no conducía a nada permanecer en el laboratorio, aunque dispusiese de todos los conejillos de Indias imaginablesydeunacoleccióndejeringuillasparadedicarsesimplementeaexaminarbazosehígadosdevacasmásomenos corrompidos.Comoeraunverdaderoexperimentador,teníaqueestudiarlaenfermedadenvivo,¡ralossitiosdondelasvacas seagitabanconlasúltimasconvulsiones;enunapalabra,teníaqueseguiralaNaturaleza. Empezaba a hacer sus preparativos para el verano de 1889, cuando un día le habló Kilborne de la ridícula teoría de las garrapatas elaborada por los ganaderos. Instantáneamente estuvo alerta, y pensó: «¿Los ganaderos, los que se quedan sin vacas,losqueestánmásencontactoconlafiebredeTejaspiensaneso?»AunqueTheobaldSmithhabíanacidoenlaciudad,le agradabaelolordelhenocortadoycontemplarlospardossurcosdeloscamposreciénarados:enlassentenciasentrecortadas deloslabradoresacercadelascosechasodeltiempoveíaciertasabiduría;conocíalamaravillosaescrituraabreviadadelas matemáticas, cosa que ignoraban (os rústicos; se encontraba a sus anchas entre los microscopios, tubos y aparatos de los relucienteslaboratorios;enpocaspalabras,estabasaturadodelapresuntuosasabiduríaqueseríedelosdichosdelvulgo,que seburlafrecuentementedelasperogrulladasaldeanas.Peroapesardetodasuciencia,cosaextrañatratándosedeunhombre comoSmith,noconfundíaloshermososedificiosylosaparatoscomplicadosconlafacultaddediscurrir,parecíaquesiempre desconfiabadeloqueleíaenloslibrosoveíaenlostubosdeensayo;comprendíaqueelpatánmástoscoteníaprofundarazón cuando,quitándoselapipadeentrelosdientesnimuylimpios,gruñía:«Marzoventosoyabrillluvioso,sacanamarzofloridoy hermoso». Escuchó el relato de Kilborne acerca de la teoría de las garrapatas, estúpida al parecer, y se enteró, además, de que los ganaderosdelOesteestabandeacuerdoenqueloscausantesdelaenfermedaderanesosbichos. —Bueno—musitóSmith—;esasgentesestánseguramentelibresdetodainfluenciaextrañaquepuedacorromperleslasideas, apestanaternerayavaca,son,podríamosdecir,unacontinuacióndelosmismosanimalesylosúnicosquepermanecenen velasabiendoquelaespantosaenfermedadtransformaenagualasangredelganado,privandodelpanasuspropioshijos. Yaquellasgentesllenasdeexperienciaqueseveíanobligadasaenterraralasreses,decíanacoro:«Dondenohaygarrapatas nohayfiebredeTejas». TheobaldSmithdecidióirenbuscadelosganaderosyobservarlaenfermedadlomáscercaposible,talcomolaveíaaquella gente, se presentaba la ocasión de una nueva clase de caza de microbios, siguiendo los pasos a la naturaleza para intentar modificarlaponiendoenjuegolosrecursoscadavezmáscalurosos. V Auxiliado por Kilborne, mandó construir un laboratorio al aire libre, no encerrado en cuatro paredes, sino bajo el cielo ardiente;lassalasdeaquelrefugiodelacienciaeransimplementecincooseiscamposcercadosypolvorientos.El27dejunio de1899fuerondesembarcadasdeunvaporcitosietevacasalgoflacas,peroperfectamentesanas,procedentesdelosranchos delaCarolinadelNorte,corazóndelaregióninvadidaporlafiebredeTejas,endondemoríatodoelganadoqueseenviaba. Lassietevacasestabanplagadasdegarrapatasdetodoslostamaños,tanpequeñasalgunas,quehabíaquerecurriralalente deaumentoparadescubrirlas;magníficashembrasotras,decentímetroymediodelargo,repletasdelasangrechupadaasus pacientesanfitriones.SmithyKilbornemetieroncuatrodeesasvacasdelSurplagadasdegarrapatas,enelcercadonúmero1, poniéndolescomocompañíaseisvacassanasdelNorte,pensando:«LasgarrapatasinvadiránbienprontoelganadodelNorte, animalesquenuncahanestadocercadelafiebredeTejas,peroquetienensuceptibilidadparalaenfermedad,yveremoslo queocurre.Yahora,vamosahacerlapruebaparaversison,efectivamente,lasgarrapataslasquetienenlaculpa». YTheobaldSmithrealizólaprimeraprueba,llamémosleexperimentosiqueremos,quepodíahabérseleocurridoacualquier ganaderomedianamentelisto,denohaberestadodemasiadopreocupadoparallevarloacabo;fueunexperimentoquetodos losdemáshombresdeciencianorteamericanosconsideraroncomounacosaestúpida.Sededicó,conKilborne,aquitaradedo todaslasgarrapatasquetraíanlasotrasvacasdelSur. AlatardecerdeaqueldíanoencontrabanyaunasolagarrapataenlastresvacasdelaCarolinadelNorte,alasqueencerraron enelcercadonúmero2,concuatroanimalessanosdelNorte. «Estos animales norteños, perfectamente suceptibles al ataque de la fatal fiebre de Tejas, se mezclarán con los del Sur, comerándelamismahierba,beberánlamismaagua,olfatearánlasdeyeccionesdelasvacasdelaCarolinadelNorte;perono 2 JoaquínRodríguezPiaya PaulDeKruif CAPÍTULOVIII CAZADORESDEMICROBIOS cogerángarrapatas.Esperemosahoraaversisonlasgarrapataslasquetienenlaculpa»—reflexionabaSmith. Julioyagostofuerondosmesesdeespera,ansiosaperocalurosa;SmithauxiliadoporunentomólogodelGobierno,llamado Cooper Curtice, se dedicó a estudiar prolijamente la vida y costumbres de las garrapatas: descubrieron que las jóvenes, dotadas de seis patas, trepaban por las patas de las vacas, se adherían a la piel, empezaban a chupar sangre, mudaban la epidermis, adquirían orgullosamente dos patas más y volvían a cambiar la piel; se enteraron también de que las hembras adultas,provistasdeochopatas,secasabansobreloslomosdelasvacas,cadaunaconunmachodemenortamaño,sedaban despuésgrandesbanquetesdesangre,desarrollándosehastaalcanzarlamadurez,y,finalmente,sedesprendíandelasvacasy poníanenelsuelodosmilomáshuevos.Esdecir,queapenastranscurridosveintedíasdespuésdehabertrepadoporlaspatas de las vacas, había terminado su misión en este mundo y, encogiéndose, morían, mientras que en cada uno de los dos mil huevecillosempezabanasucedercosasextrañas. Smith visitaba a diario su laboratorio al aire libre, que estaba al cuidado de Kilborne, el futuro vendedor de artículos de ferretería: recorría el cercado número 1. para ver si el ganado del Norte había sido invadido ya por las garrapatas, si tenía fiebre,lacabezacolgante,etc.,ibadespuésalcercadonúmero2,paraquitarunascuantasgarrapatasmásalasvacasdelSur, pues siempre estaban apareciendo nuevos ejemplares procedentes, sin duda, de las que el primer día eran demasiado pequeñas para ser vistas. Asegurarse de que aquellas tres vacas permanecían limpias de garrapatas era una preocupación agotadora. A decir verdad, fue un compás de espera sudoroso y poco interesante, hasta que llegó un día, pasado el 15 de agosto,enqueempezóatenergarrapataslaprimeravacanorteña,ypocodespuésarqueabaellomoysenegabaacomer; aparecieron las garrapatas en los demás animales del Norte, ardían en fiebre, la sangre se les transformó en agua y presentabanuntristeaspecto,conlascostillassalientesylosflancoshundidos,plagadosdeinsectos. En el cercado número 2, en cambio, donde no había garrapatas, las vacas del Norte permanecían tan sanas como sus congéneresdelaCarolinadelNorte. En los animales norteños del cercado número 1 aumentaba la fiebre por días, y murieron uno a uno: las cuadras estaban enrojecidas por la sangre derramada durante las disecciones, era un interminable ir y venir, de los animales muertos al microscopiodelabuhardilla,yhastaelmismoAlexander,presintiendovagamentecosassensacionales,sedignóponermayor actividadensusfunciones.AlexaminarSmithlasangreaguadadelasvacasmuertas,reflexionabaasí: «El microbio desconocido de la fiebre de Tejas ataca a la sangre, parece como si algo se introdujera en los glóbulos rojos, haciéndolosreventar.Dentrodelosglóbulosrojosesdondetengoquebuscarelmicrobio.AunqueSmithdesconfiabadelos informesdelospretendidosexpertosdelmicroscopio,conesteaparatoenlamanoeraunexcelenteobservador,ydirigiendo las lentes más potentes a la sangre de la primera vaca fallecida, vio en la primera preparación, que examinó unos curiosos espaciospiriformes,recortadosconlosdiscosmacizosdelosglóbulosrojos,quedemomentoparecíansimplesagujeros,pero enfocando una y otra vez y examinando una docena de preparaciones, observó que los agujeros se convertían en seres vivientes,piriformes,queasimismoencontróenlasangredetodaslasvacasmuertasdefiebredeTejas,ysiempredentrode losglóbulos,convirtiendolasangreenagua;peronuncaenlasangredelasvacassanasdelNorte. —TalvezseaelmicrobiodelafiebredeTejas—murmuró;pero,asemejanzadeunbuenaldeano,secuidómuybiendesacar conclusiones precipitadas: necesitaba examinar la sangre de cien vacas, enfermas y sanas, necesitaba examinar millones de glóbulossanguíneosantesdeestarseguro. Para entonces había pasado ya lo más caluroso del verano, había llegado septiembre y las cuatro vacas del Norte seguían pastandoyengordandoenelcercadonúmero2.libresdelasgarrapatas.Smithmurmuró:«Ahoravamosaversilasculpables son las garrapatas». Y eligiendo dos de los animales del Norte, los encerró en el cercado número 1, donde habían muerto tantas vacas, y pocas semanas después, unos bichos pardos trepaban por la patas de los nuevos inquilinos: pasados unos quince días, murió una de las vacas, y la otra fue atacada por la fiebre de Tejas. Pero jamás se vio otro hombre igual, que necesitasemásexperimentosparaconvencersedealgoquequisieracreer,habíadeestarcompletamenteseguroylequedaba porrealizarotrasencillaprueba,otroexperimento,siasípodemosllamarlo.HizovenirdeloscamposfatalesdelaCarolinadel Norte grandes cubos de hierba plagada de garrapatas trepadoras, sedientas de sangre de vacas, cubos que llevó al cercado número3.endondejamáshabíahabidoganadodelSurnisusparásitoschupadores,ycorriéndoloentodasdireccioneslofue sembrandodegarrapatas,deaquellasemillaposiblementefatal.Seguidamente,Kilbornecondujoaestecampocuatrovacas del norte, y pocas semanas después, la sangre de estos animales se aguó, murió —uno de ellos y dos de los tres restantes sufrieronataquesgravesdefiebredeTejas,perosalieronadelante. VI De la manera que queda relatada, Theobald Smith descubrió, el primero entre todos los cazadores de microbios, el camino 3 JoaquínRodríguezPiaya PaulDeKruif CAPÍTULOVIII CAZADORESDEMICROBIOS exacto seguido por un asesino invisible para pasar de un animal a otro. En el campo donde había vacas del Sur y garrapatas,elganadonorteñomoríadefiebredeTejas,enelcercadodondehabíaganadodelSursingarrapatas,lasvacasdel norteengordabanynosufríanmalalguno,enelcercadodondenohabíaganadodelSurysísólogarrapataslasvacasnorteñas sucumbíantambién,víctimasdelafiebredeTejas:teníanqueserlasgarrapatas.Conexperimentosdeestaíndole,tansimples, perocuidadosamenterealizadoseinterminables,demostróTheobaldSmithalosrancherosdelOestequehabíanobservado un hecho de la naturaleza, nuevo y de gran importancia, puesto de relieve por él partiendo de la agudeza del vulgo, de la mismamaneraquelainvenciónanónimadelaruedafuetomadadelainventivapopularyaprovechadaenloszumbadores dínamosmodernos. —¿Cómo se las arreglan esos bichos para transmitir la enfermedad de una vaca del Sur a otra del Norte? —se preguntaba Smith—.Sabemosahoraqueelciclovitaldelagarrapatasedesarrollaenunamismavaca,puestoquenovuelandeunavacaa otra,comolasmoscas. Lapreguntaeraespinosaydemasiadosutilparalatoscacienciadelosrancheros,ySmithsepropusodesentrañarlacuestión. TomómillaresdelasgarrapatastraídasencubosdelaCarolinadelNorteylasmezclóconheno,quedioacomeraunavaca norteñasusceptible,encerradacontodocuidadoenunestabloespecial,peronosucediónada,lavacaparecíadisfrutarconel nuevorégimenalimenticio,yhastaengordó.Envistadeelloensayódarabeberaotravacaunasopadegarrapatasaplastadas: peroelanimalpareciódisfrutartambiéncontanextrañoplandecomida,yaunprosperó. Elasuntonoseesclarecía—,lasvacas,aparentemente,nosecontagiabancomiendolosmicrobios,yesto,queletuvoperplejo durantealgúntiempo,yotrascuestionesenfadosas,noledejabanconciliarelsueño.¿Porquéhabíandetranscurrirtreinta días o más después de la entrada en un cercado de las vacas del Sur, plagadas de garrapatas, para que este cercado se convirtieraenpeligro?Tambiénlosganaderosconocíanestedetalle;sabíanquepodíanmezclarvacasdelSurreciénllegadas convacasdelnorte,ymantenerlasjuntaveintedíasocosaasí,yquesientoncesseparabanlasvacasdelNortenocogíanéstas lafiebredeTejas,peroquesilasdejabanunoscuantosdíasmás,laepidemiafatalhacíasuapariciónentrelasvacasdelNorte, aunquesehubiesenllevadopreviamenteelganadodelSur. Yundíadelveranode1890,cadaunadelaspiezasdeesterompecabezasencontrósulugaradecuado,mercedaunaccidente fortuitoydelosmásextraño,pocofaltóparaquelasoluciónnoaplastaseaSmith,estabasaltandoalavista,selevinoencima cuandoestabaocupado enotrascosas.Enaquellosdíasrealizabatodasuertedeexperimentos:sangrabafuertementealas vacas del Norte, con el fin de producirles anemia, para tener la seguridad de que aquellos curiosos objetos piriformes que habíadescubiertoenlosglóbulosdelasangredelganadoatacadoporlafiebredeTejas,eranrealmentemicrobiosynomeras alteracionesdelasangreproducidasporlaanemia. Entoncesescuandoocurrióelfelizaccidente;undíasepreguntó: —Siyotomogarrapatasjóvenesysanas,incubadasenellaboratorio,garrapatasquenuncahanvividosobreelganadooen campos infectados, las pongo en una vaca norteña y dejo que se atraquen de sangre hasta la saciedad, ¿podrán estas garrapatasextraeralavacasangresuficienteparaproducirleanemia? EstapreguntaquesehacíaSmithnoteníafinalidad,suspensamientosparecíanestaramilleguasdelafiebredeTejas,pero, noobstante,hizolaprueba.Eligióunanovillagorda,lapusoenunpesebreydíatrasdíasfuedepositandoenellacentenares degarrapatasjóvenes,sujetandoalanimalmientraslassabandijasseocultabandebajodelpeloparaagarrarsefuertementea la piel. Día tras día, mientras las garrapatas seguían banqueteando, hacía pequeñas incisiones en la piel de la novilla, para extraerunasgotasdesangreyversilaanemiahacíaprogresos,cuandounamañana,comodecostumbre,seacercóalpesebre yalponerlamanosobrelanovillanotóqueestabamuycaliente,sospechosamentecaliente,teníalacabezabajaynoquería comer;lasangre,queantesbrotabadelasincisionesespesa,abundanteyroja,corríaahoraaguadayoscura.TheobaldSmith se apresuró a volver a su buhardilla llevando muestras de aquella sangre, que examinadas al microscopio le dejaron ver los glóbulos rojos rotos, picudos, destruidos, en lugar de aparecer sanos y redondos, con los bordes suaves como una moneda desgastada;ydentrodeaquellascélulasrotas,allíestabanlosmicrobiospiriformes.Taleralarealidad,másextrañaqueun sueño, porque aquellos microbios tenían que haber venido de la Carolina del Norte dentro de las garrapatas adultas, haber pasadodeéstasaloshuevospuestosentrelosplatosdecristal,habersobrevividoenlasgarrapatasjóvenesincubadasapartir deesoshuevosy,parafinal,habersidoinyectados,dispuestosamatar,enaquellanovilla. EnuninstantequedaroncompletamentedilucidadosparaTheobaldSmithtodosaquellosmisteriososproblemas:elasesinode lasvacasnorteñasnoeralagarrapataadultarepletadesangre,sinosuhija,lagarrapatita;estebichodeochoodiezdíaserael portadordelasesino.Entoncescomprendióporquétardantantotiempoloscamposenhacersepeligrosos:desdeloslomosde lasvacasdelSurteníanquecaeralsuelolasgarrapatasmadres,quenecesitabanunoscuantosdíasparaponerloshuevosque requeríanunperíododeincubacióndeveintedíasomás;lasgarrapateasteníaqueandarporelcampohastaencontraruna 4 JoaquínRodríguezPiaya PaulDeKruif CAPÍTULOVIII CAZADORESDEMICROBIOS patadevacapordondetrepar,ytodoelloexigíamuchosdías,semanasmásbien.Nuncahatenidosoluciónmássencilla unproblemaque,anoserporunararacasualidad,habríaquedadotalvezsinresolver. Tan pronto como Theobald Smith pudo incubar varios millares de garrapatas en su laboratorio, procedió a confirmar su maravilloso descubrimiento, consiguiéndolo con una absoluta claridad, porque todo el ganado norteño, atacado por los regimientosdegarrapatasincubadas,fuevíctimadelafiebredeTejas.Cuandopasóelveranode1890yvinieronlosprimeros fríos,instalóunaestufadecarbónenunestablo,eincubógarrapatasenunlocaltemplado,quedepositócontodocuidado sobre los lomos de una vaca que pasó a ocupar el establo con calefacción: haciendo la estufa las veces de sol, fomentó el desarrollodelasgarrapatasylavacacontrajolafiebredeTejasenplenoinvierno,cosaquenuncasucedeenelestadonatural. Durante dos veranos más, Smith y Kilborne descubrieron hechos curiosos relacionados con la inmunidad; vieron terneras norteñasconataquesbenignosdefiebredeTejas,unpardeellasenelverano,alosumo,yquealsiguienteaño,másomenos crecidas, pastaban cuidadosamente en campos que resultaban mortales para las vacas del Norte no inmunizadas. De este modoseexplicaronporquéelganadodelSurnoesvíctimadelafiebredeTejas:estacruelenfermedadexistíaenelSur,enlos sitiosdondehaygarrapatas,queestánentodaspartes;lasgarrapatasestabancontinuamentepicandoalasvacasdelSure inoculándoleslosfatalesmicrobiospiriformes,quenolesafectaban,porquelosataquesbenignosquehabíantenidocuando eranterneraslashabíanhechoinmunes. Finalmente, después de cuatro veranos sofocantes, pero llenos de éxito, Theobald Smith se dispuso, en 1893, a contestar a todas las intrincadas cuestiones que puede transmitir una enfermedad. Exterminando ese insecto, bañando el ganado en soluciones antisépticas, para matar las garrapatas y manteniéndolo en campos limpios de estos bichos, desaparecerá de la tierra la fiebre de Tejas. Actualmente el ganado es bañado en soluciones antisépticas, y la fiebre de Tejas, que era una amenazaparalosmillonesdecabezasdeganadovacunodeNorteamérica,noesyaunacuestiónquepreocupe. 5 JoaquínRodríguezPiaya