los cántaros - Apostol Alex Gonzalez

Anuncio
LOS CÁNTAROS
INTRODUCCIÓN
Los cántaros son recipientes de barro modelados de variadas formas por los alfareros.
De la misma manera, como un cántaro no se modela para quedar sin darle alguna utilidad,
también nuestro cuerpo nos fue dado por algo y aunque este destinado a desaparecer, fue creado
para algo.
Ahora bien, en la Palabra de Dios encontramos ordenadamente varias situaciones en las que
aparecen cántaros, de los cuales siete son los trascendentales y muestran nuestro caminar en el
Señor.
Entre los diferentes cántaros que se muestran en la Biblia, encontramos en orden siete cántaros
en especial, los cuales muestran nuestro camino hacia la casa del Padre.
DESARROLLO
I.
EL CÁNTARO VACIO.
El primer cántaro a estudiar es el de Rebeca Gn 24:15, en el cual vemos como detalles especiales
que ella lo llevaba sobre su hombro y además lo llevaba vacío. En general en este cántaro nos
vemos representados en nuestra vida antes de conocer al Señor.
Notemos los siguientes detalles:
a.
Estaba vacío:
Antes de conocer al Señor éramos cántaros vacíos, en búsqueda de ser llenados por algo y
solamente servíamos de carga para nosotros mismos.
En ese vacío desesperante, buscábamos llenarnos de cualquier cosa, menos de Dios y
como el hijo pródigo vivíamos perdidamente.
Como estábamos vacíos, no teníamos ningún consuelo, no teníamos consolador en nuestra
vida, o bien nuestros consuelos eran solamente momentáneos, cosas pasajeras.
1
b.
Cargando el cántaro: El cántaro iba sobre el hombro de Rebeca. Esto es que para Rebeca,
su cántaro de barro vacío era una carga. Sin Cristo Jesús, nosotros mismos éramos nuestra
propia carga. Quien mas que nosotros mismos cargábamos nuestros problemas sin el
Señor. Estábamos solos.
Por eso una de las invitaciones del Señor Cristo Jesús, va dirigida a todos los que van
cargados y fatigados para poderles aliviar Mt 11:28.
c.
Buscando el pozo:
Rebeca buscaba agua para llenar su cántaro y notemos que llenó su cántaro antes que
Eleazar le hablara Gn 24:16-17. En tal situación vemos nuestra búsqueda inicial de Dios,
pero bajo nuestro propio criterio, buscándole por medio de la profesión de prácticas
religiosas pero sin la voz del Espíritu Santo.
d.
Lleno momentáneamente:
No se evidencia que Rebeca haya bebido del agua del pozo, aunque su cántaro lo llenó una
y otra vez. Notemos que llenó su cántaro y ya se iba cuando Eleazar le habló. Como
resultado su cántaro se vio vacío una y otra vez, dio de beber a Eleazar, a los camellos y sin
embargo su propia sed no calmó.
Tal situación refleja la momentánea llenura que las prácticas religiosas u otras cosas dan,
como resultado nos volvemos a quedar vacíos de esa agua, porque hay una agua mejor
que calma la sed por siempre Jn 7:37-38.
Cuando estábamos vacíos buscábamos al Señor por medio de la religión, por falta del
conocimiento por dentro.
II.
EL CÁNTARO QUEBRADO.
Cuando las tres compañías tocaron las trompetas, rompieron los cántaros, y sosteniendo las
antorchas en la mano izquierda y las trompetas en la mano derecha para tocarlas, gritaron: La
espada del Señor y de Gedeón Jue 7:20.
El segundo de los cántaros es el de Gedeón. Como características principales figura el
arrepentimiento de las obras del mal y el quebrantamiento en llanto que sigue ante el
conocimiento del amor y la obra del Cristo por nosotros. El primer cántaro venia vacío, el Espíritu
Santo nos toca y ahora el cántaro se rompe.
2
Notamos las siguientes características:
1.
El cántaro es quebrado:
Gedeón llevaba su cántaro el cual finalmente fue quebrado. Tal quebrantamiento fue
precedido del toque de trompeta, el cual proyecta el anuncio de la Palabra de Dios y ante
tal anuncio el cántaro es quebrantado.
El quebrantamiento proyecta aquí dos situaciones:
a.
El arrepentimiento que sigue al anuncio de la Palabra de Dios, que llama a los
pecadores precisamente a dejar su vida de pecado y cambiar de actitud Lc 5:32.
Notemos en primer lugar que Gedeón rompió su propio cántaro. Esto indica que el
arrepentimiento depende en parte de cada uno de nosotros, nos debemos
arrepentir de las obras muertas; debiendo dar frutos dignos de arrepentimiento; lo
cual provoca gozo en el cielo; siendo ahora Dios paciente en espera que todos
vengamos al arrepentimiento 2 P 3:9.
En segundo lugar, el cántaro no se pudo romper solo, sino necesitó ser quebrado.
Tal situación proyecta el arrepentimiento que viene de Dios; siendo conducidos a
éste por la bondad de Dios, que da el arrepentimiento para llevarnos al pleno
conocimiento de la verdad 2 Tim 2:25
b.
El quebrantamiento literal que se produce después de escuchar la trompeta, el cual
se evidencia exteriormente con abundantes lágrimas y clamor.
Notemos que el ejército que quedó a Gedeón fue dividido en tres partes, lo cual
proyecta nuestras tres áreas, cuerpo, alma y espíritu; y en las tres rompieron el
cántaro. Podemos decir entonces que un verdadero quebrantamiento Dios lo
produce en el espíritu Job 17:1, y como consecuencia en el alma Sal 69:20,
evidenciándose exteriormente en el cuerpo Jer 23:9.
2.
Que brille la luz:
Notemos que si el cántaro de Gedeón no hubiera sido roto, no hubiera salido la luz que
había dentro. O sea que si no nos quebrantamos, la luz que hay dentro de nosotros no sale.
Pero aquí todavía no conocemos a Jesús. Esto es un proceso. Ahora somos quebrantados
como el cántaro, la Palabra de Dios vino como martillo contra la roca Jer 23:29 y nos
3
rompió. Fue cuando visiblemente nos quebrantamos y lloramos abundantemente ante la
Palabra del Señor, principalmente ante la revelación que Él nos amaba a pesar de todos
nuestros pecados.
En el rompimiento del cántaro de barro vemos un dejar de ser nosotros mismos, es como
morir a para que salga la luz, que es Cristo.
3.
Gedeón cargaba su cántaro hasta que lo rompió:
Al principio notamos que también Gedeón llevaba cargado su cántaro, mientras no lo
rompió debió cargarlo. Pero al sonido de la trompeta lo rompió y salió la luz. Vemos aquí
una figura de la resurrección, cuando al sonido de la trompeta nuestros cántaros sean
quebrados y nos evidenciemos como hijos de la luz que somos. 1Tes 4:16-17.
III.
EL CÁNTARO DEL UNGIDO.
Los cántaros venían vacíos, luego son quebrantados, ahora son colgados del ungido de Dios.
Notemos los siguientes detalles:
1.
Quien es el ungido del cántaro: Is 22: 20-24.
Antes de los cántaros se nota un ungido llamado Eliaquim, que significa Dios levanta, figura
de Cristo Jesús.
Notemos que:
Vestido con túnica: Es la vestidura humana de Cristo, el cual se despojó de su gloria
celestial Fil 2:7 y aceptó el plan de Dios para redimir a la humanidad mediante su
muerte en la cruz.
Ceñido con cinturón: Figura la sujeción y obediencia que el Cristo de Jehová en la
persona de Jesús tuvo que aprender, mediante el sufrimiento Heb 5:8.
Recibió autoridad en su mano: Cristo vino con autoridad del Padre para dar vida Jn
6:40; 11:40.
Llegaría a ser padre: Uno de los nombres que se le da a Cristo es Padre Is 9:6 y portando
muchos hijos a la presencia de Dios Padre Heb 2:10.
4
Tiene la llave de David: La llave de David es la alabanza, Cristo Jesús la tiene, Él abre y
nadie puede cerrar, cierra y nadie puede abrir Ap 3:7.
Clavado como clavija en lugar seguro: Es Cristo traspasado en sus miembros, quedando
colgado de la cruz hasta morir.
Será trono de gloria para la casa de su Padre: Es el trono glorioso propio Ap 3:21 que el
Señor Cristo Jesús tendrá, en los siglos venideros.
2.
Los cántaros menores:
Primero clavan al siervo ungido como clavija en un lugar seguro, entonces pueden colgar
otros cántaros menores que Él. Los cántaros menores somos nosotros, que en cierta forma
también estamos crucificados juntamente con Él Gal 2:20.
Notemos ahora el orden: primero con el cántaro vacío como Rebeca, allí aunque de lejos
nos habla Eleazar; luego Gedeón rompe el cántaro y arrepentidos nos quebrantamos;
ahora nos traen a la cruz de Cristo.
Después del quebrantamiento nos deben traer a la cruz de Cristo, para que allí se nos
justifique. O sea, que todo el mundo tiene la capacidad de arrepentirse, pero deben ser
justificados.
Nosotros somos arrepentidos y la sangre del Cordero en el Calvario nos justifica y nos deja
libres de culpa. La Sangre de Cristo nos lava de todo pecado.
Al ser cántaros colgados se nos incorpora al cuerpo de Cristo, pasamos a ser miembros de
su cuerpo, por lo tanto Él nos salva, introduciéndonos a la dimensión del perdón por gracia.
3.
Un hombre cargando los cántaros:
No se ve a ningún otro hombre cargando los cántaros, debido a que no hay otro capaz de
portar el peso de pecado depositado en cada cántaro, solamente el clavo del ungido era
capaz de soportar tal peso Is 53:4, llevándolo sobre sí y clavándolo en la cruz una sola vez y
para siempre Col 2:14. El cargó sobre sí todas nuestras culpas.
IV.
LOS CANTAROS LLENOS DE VINO.
También les dirás esta Palabra: "Así dice el Señor, Dios de Israel: 'Todo cántaro se llenará de
vino' Jer 13:12.
5
Este cántaro también proyecta una de las etapas de nuestro caminar en el Señor, como obra de
sus manos que somos. Primero fuimos cántaros pesados y vacíos; luego nos toma el guerrero y
quebranta; entonces nos cuelgan de la cruz y somos justificados; ahora el cántaro es utilizado para
lo que sirve: ser lleno de vino.
Como característica especial de éste cántaro está la llenura del vino de Dios, figura la llenura del
Espíritu Santo y su obra en nosotros.
Notamos las siguientes situaciones:
1.
El cántaro lleno de vino:
Cuando el cántaro de Rebeca estaba vacío, El Espíritu Santo hablaba desde fuera. Después
que el cántaro es unido al clavo del ungido, Cristo, el Espíritu Santo nos viene a llenar. El
bautismo en el Espíritu Santo es la unción.
No es el bautismo en aguas el que trae el Espíritu Santo. Luego de que hemos sido hechos
hijos de Dios por medio de Cristo, el Espíritu Santo viene y nos unge.
Por el Espíritu Santo, el cristiano es constituido templo de Dios 1Cor 3: 16.
El Espíritu Santo al hacer su casa en nosotros nos hace santos, no porque ya no pequemos
sino por el que vive en nosotros, por lo cual ya no nos pertenecemos a nosotros mismos,
somos de Dios.
2.
Habla desde el interior:
Notemos algunas formas como el Espíritu Santo habla desde dentro:
Habla a nuestro espíritu de hombre y da testimonio que somos hijos de Dios Rm 8:16.
Sabe nuestra debilidad, por eso es consolador y nos ayuda a orar, aun más, Él mismo
intercede por nosotros, con gemidos no entendibles para la inteligencia del hombre Rm
8:26.
3.
La embriaguez del Espíritu:
En la llenura de vino se proyecta un estado de embriaguez espiritual, provocada en
nosotros por el Espíritu Santo. Cuando vino el Espíritu Santo en el aposento alto, provocó
6
situaciones en los apóstoles y discípulos que motivaron a la muchedumbre que los
observaba, a decir que estaban borrachos Hch 2:13, luego de lo cual Pedro se puso en pie
y aclaró que no se trataba de una borrachera literal Hch 2:14-15.
Notemos entonces que la embriaguez del Espíritu puede provocar situaciones confundibles
por sus efectos en nosotros. Por ejemplo: risas, llanto, alegría, danza, lenguaje extraño,
temblor de cuerpo, caídas y otras.
Quien se encuentra lleno del Espíritu Santo seguramente muestra en su vida los frutos del
Espíritu Santo Gal 5:22.
¡El vino ha llenado nuestros cántaros!
V.
EL CÁNTARO LLENO DE HARINA. 1 R 17:12
En la secuencia de cántaros bajo estudio, ahora encontramos como característica especial que los
mismos son llenos de harina, la cual se elabora de trigo tostado y molido, figura de la Palabra de
Dios.
Veamos las siguientes características:
1.
Es esencial que el cántaro sea lleno de vino:
Después del cántaro del vino, viene el cántaro de la harina. Porque si no hay vino, Espíritu
Santo, no se entiende el siguiente cántaro, el que contiene harina, la Palabra de Dios.
El Espíritu Santo es el decodificador, el que nos enseña por donde ir para llegar hasta toda
la verdad; es quien transmite todo lo hablado por el Padre y el Hijo en el cielo, y será el
anunciador de todo evento que esté por venir Jn 16:13; el Espíritu Santo enseña todas las
cosas y recuerda lo dicho por Jesús Jn 15: 26.
Por lo tanto, todo cántaro que no sea lleno de vino anteriormente, no puede entender la
Palabra de Dios.
2.
El ministerio:
Se presenta a la viuda el profeta Elías, ministro de Dios, el cual recibía de parte de Dios
indicaciones para la viuda 1 R 17:9, sobre las cosas que tenía que hacer y las que debía
evitar. Es figura de los ministerios conduciendo a la iglesia en las cosas que debe hacer.
7
3.
La viuda:
Esto es, había muerto su marido. Figura de la iglesia, cuyo antiguo marido, el malo, ha sido
vencido o muerto, por el Señor.
Notemos que ya el Señor había ordenado a la viuda que sustentara a Elías, cuando él llegó
1 R 17:10. Esto indica que la iglesia debe sustentar las necesidades de los ministerios que le
sirven. Como resultado, a las viudas que lo cumplen nunca les falta el pan 1 R 17:16.
Notemos que Elías no lo pidió todo, sino un bocado o bien una pequeña torta 1 R 17:1113, tal situación puede figurar el diezmo, el cual debe ser llevado a la casa de Dios, o al
ministerio que nos cubre.
4.
Como amasar la harina para hacer el pan:
En el cántaro ya estaba la harina, pues Dios ya le había hablado a la viuda, sin embargo, se
estaba acabando la harina, la viuda no estaba cumpliendo la Palabra de Dios, sustentar al
ministro.
Entonces Elías, el ministro, le dice como amasar y hacer el pan, esto es, cómo hacer vida la
Palabra de Dios:
Sin temor: porque a veces da temor cumplir la Palabra que Dios nos envía, en este caso,
humanamente, la harina ya no alcanzaba, para Dios sí.
Cumpliendo a cabalidad: Dios había ordenado sustentar al ministro y el ministro ya lo
había pedido. A pesar suyo la viuda debía cumplir la Palabra, debía amasar bien el pan.
Como resultado de cumplir la Palabra, nunca se terminó el aceite ni la harina, figura de la
Palabra revelada, de la cual comieron la viuda, su hijo y el profeta. Vemos también en este
punto la prosperidad que vino a la viuda, lo cual proyecta la prosperidad de aquellos que
cumplen la Palabra de Dios, trasladada por medio de un ministro del Espíritu.
VI.
EL CÁNTARO CARGADO POR EL HOMBRE.
Notamos que este sexto cántaro lo llevaba un hombre no una mujer.
Notamos las siguientes situaciones:
8
1.
Un hombre que carga un cántaro con agua: Lc 22:10
Es figura del ministro del Espíritu que carga el cántaro lleno de agua, nosotros una vez
llenos del Espíritu Santo. El cántaro ahora es llevado, un ministro lo carga y lo transporta,
por lo cual el cántaro descansa de su propia carga.
Ese es el trabajo del ministro, cargar los cántaros. Las personas que permanecen en el
cansancio, es porque no han permitido que los ministros los carguen, por medio de la
ministración o consejería.
2.
Seguir al hombre del cántaro:
Jesús ordena a los discípulos seguir al hombre que llevaba el cántaro. Notemos que lo
llevaba cargado, después que nos llenaron de harina, la Palabra de Dios, ahora nos tiene
que cargar un ministro. Seguir al hombre del cántaro es una orden que Jesús mismo dio.
3.
Hacia una casa:
Esto es figura de la cobertura que los ministros del Espíritu deben tener, para no quedarse
en la calle sin protección, alimento o lugar de descanso; o sin rumbo. El hombre del
cántaro tenía alguien mayor sobre él.
Notemos que el hombre llevaba el cántaro para la casa, figura que la cobertura del
ministro también protege a los cántaros, que somos nosotros.
4.
Hablando con el dueño de la casa:
De acuerdo con la orden dada por Jesús podríamos ver la siguiente proyección: siguiendo
al hombre del cántaro, que conduce a la casa, se habla con el dueño de la misma, que es el
Padre.
Es conveniente poner atención en que el dueño de la casa no andaba en la calle, esperaba
en la casa.
Notemos que la casa estaba amueblada Mc 14:15, figura del equipamiento ministerial
completo que la cobertura debe tener para formar el cuerpo de Cristo Ef 4:11-12.
5.
El aposento:
En la casa se les mostró el aposento, esto es, el lugar donde tendrían comunión especial
con el Señor Jesús, pues se preparaban para cenar juntos, lo cual era de suma intimidad,
9
sin embargo, en esta ocasión habría una superior intimidad, Jesús mismo se les entregó en
el pan y el vino Lc 22:15-20.
Por seguir al hombre del cántaro, se entra en la casa y no sólo se nos muestra el aposento
alto, sino somos alimentados con pan y vino, el cuerpo y sangre de Cristo.
VII.
EL CÁNTARO DE LA SAMARITANA
Notemos la sucesión de los cántaros: después que veníamos vacíos, Él nos quebranta y nos salva
haciéndonos partícipes de su sacrificio redentor, luego nos llena de vino y de harina, colocándonos
bajo el cuidado de los cinco ministerios.
Al llegar a dicho punto, lo único que nos falta es que el Señor nos transforme y nos lleve a donde Él
está según su promesa. Este es el último cántaro, el de la mujer samaritana, en el cual como rasgo
especial, se espera la venida del Cristo.
Notemos las siguientes características:
1.
Esperando la venida del Mesías Jn 4:25:
Esta debe ser la situación de la iglesia en la actualidad, viviendo su séptimo cántaro en
espera del cumplimiento de la promesa del Señor Jesús, el Cristo de la Gloria: Vendré otra
vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros. Jn 14:2.
La iglesia que vive su séptimo cántaro es la que dice junto con el Espíritu: Ven Señor Jesús
Ap 22:20.
2.
Esperaba al Mesías, pero mal:
La mujer samaritana esperaba al Mesías, pero lo esperaba mal. Vemos aquí una proyección
que nuestra perseverancia en la fe y en la Palabra del Señor debe ser hasta el final, pues
existe el riesgo que durante la espera de su venida alguien pueda torcer su camino.
Notemos que:
Trataba a Jesús como un enemigo Jn 4:9: es el riesgo que nos volvamos amigos del
mundo y del pecado y por lo tanto que nos comportemos como enemigos de Dios Fil
3: 18 y tratemos a Jesús también como enemigo.
10
Jesús le pidió de beber Jn 4:7. Vemos aquí una proyección de la ofrenda líquida,
lágrimas que se derraman en adoración para el Señor, la cual Jesús quiere ver en
nosotros.
Dudaba que Jesús le pudiera dar agua Jn 4:11. A esto corresponde aquellas situaciones
en que los hermanos por estar tan lejos ya del Señor, dudan que Jesús les pueda dar
ayuda.
No sabía exactamente como adorar a Dios Jn 4:20, estaba confundida con la adoración,
sus padres seguían una forma y los judíos otra y ninguna de la dos era la que Jesús
quería.
Se había casado con cinco maridos y tenía un sexto Jn 4:35. Esta situación proyecta la
infidelidad a Dios en que podemos caer, en el sentido de dejarnos dominar por factores
o agentes ajenos a Dios y que nos aparten de su amistad, lo cual se puede ver como
otros maridos.
3.
Se presenta el Mesías Jn 4:26.
Jesús se presentó ante la samaritana.
4.
Dejó su cántaro y corrió a la ciudad Jn 4:28.
El dejar el cántaro aquí proyecta el momento de conocer personalmente a Jesús y querer
que otras personas conozcan lo mismo que hemos conocido. Es necesario que vayamos y
hablemos a los demás del amor y milagros concedidos por el Mesías a nuestra vida.
CONCLUSIONES
Nuestra vida es un proceso por medio del cual el Señor quiere perfeccionarnos para poder
alcanzar la estatura de su hijo Jesús.
Este proceso lo podemos ver desarrollado en los cántaros que aparecen en la escritura,
para darnos una idea de cómo es nuestra vida en el Señor.
Debemos esperar que el proceso se cumpla completo en nosotros y así poder gozar de la
vida en abundancia que nos ha sido prometida por el mismo Señor.
11
Descargar