La música que sirve para manipular emociones

Anuncio
Las emociones están asociadas en nuestro cerebro a todos los estímulos que
percibimos, incluidas las ondas sonoras, que empezamos a registrar ya en el útero. Habrá
sonidos que tenemos asociados a momentos de tranquilidad, otros a momentos de peligro,
situaciones de enamoramiento e incluso a reacciones fisiológicas, como el latido del corazón o
ritmos de respiración. Escuchar esos sonidos nos transporta a esas situaciones y
volvemos a experimentar las sensaciones físicas que tuvimos entonces.
Este hecho es largamente conocido por los compositores de bandas sonoras de películas y
propaganda, en las que emplean gran cantidad de recursos auditivos para lograr evocar las
emociones que generen la atmósfera adecuada a las imágenes o al mensaje que se intenta
comunicar.
Te dejamos con este artículo que nos recuerda lo fácilmente manipulables que somos y las
maravillosas posibilidades que ofrece la música como fuente de contacto emocional y
sanación.
Artículo original de BBC Mundo
Las notas punzantes en la escena de la ducha en "Psicosis" provocan la misma respuesta que los gritos
de animales.
En 1939, la reina del melodrama en Hollywood, Bette Davis, protagonizó "Amarga victoria", la
trágica historia de una joven fiestera y adinerada que estaba muriéndose de un tumor
cerebral. El público sabe que la muerte llegará rápidamente después de la ceguera. En el gran
final, la visión del personaje empieza a fallar y ella sube lentamente una enorme escalera.
Davis sabía que ese momento le aseguraría la candidatura a un tercer Oscar y le
preguntó al director: "¿quién está haciendo la música de esta película?" y la respuesta
fue: el supremamente talentoso Max Steiner.
Steiner había compuesto la revolucionaria partitura de "King Kong" en 1933. Fue la
primera banda sonora completa de Hollywood y una que les permitió a los aficionados
sentir empatía ante los designios del destino de un gorila de plastilina. Davis era una
mujer muy lista. Entendía cuán valiosa era una pieza musical que elevara el momento a su
máxima expresión, pero también temía que eclipsara su actuación.
"Pues o subo yo esas escaleras o las sube Max Steiner, pero los dos juntos, no", declaró.
La opinión de Davis fue ignorada y con esa escena se crearon dos nominaciones al premio de
la Academia: una para ella y otra para Steiner.
www.libertademocional.es
1 / 4
Phoca PDF
Agudización de los sentidos
La anécdota demuestra la importancia de la música en el cine y el poder que una banda
sonora puede ejercer sobre el público.
El compositor Neil Brand, presentador de la serie de la BBC "La música que hizo las
películas", cree que nuestros sentidos se agudizan desde el momento en el que entramos en
la sala del cine.
"La oscuridad, los extraños, la anticipación, el abrazo cálido y cómodo del asiento. Estamos
listos para experimentar grandes emociones", dice. "Y en el instante en el que arranca la
música, estamos dispuestos a quedarnos todo lo que dure el viaje".
"Los seres humanos somos muy buenos para interpretar el sonido, desde que nuestros
antepasados prehistóricos oían que una rama se rompía en el bosque y pensaban '¡a correr o
me matan!'". "Tenemos una comprensión muy profunda de lo que la música está
haciendo y es algo muy físico", añade Brand.
"La podemos sentir entrando a nuestros oídos a través de ondas sonoras y puede producir
toda clase de reacciones físicas, desde un golpe en el estómago en adelante".
El ruido del pánico
Los ejemplos más simples de esto se encuentran en películas de terror y de suspense, las
cuales emplean sonidos disonantes y chillones que asociamos inconscientemente con
animales en peligro.
Un estudio elaborado en 2010 por la Universidad de California encontró que la sensibilidad
humana a sonidos de alarma no lineales, como los que emiten las marmotas para advertir
sobre la presencia de depredadores, son usados por compositores de cine para inquietar y
poner nerviosa a la gente. En películas, como la clásica de Alfred Hitchcock de 1960 "Psicosis
", la tensión de las cuerdas y los bronces exagerados imitan el ruido del pánico en la
naturaleza.
Para quienes disfrutan de una partitura romántica exuberante, un experimento de 2011 en la
Universidad McGill de Canadá estudió la mecánica neural para explicar por qué a los
humanos se nos pone la piel de gallina con las grandes melodías. Lejos de ser una
experiencia puramente auditiva, las tomografías indican que las regiones del cerebro que se
iluminan con la música son aquellas vinculadas a estímulos eufóricos como la comida,
el sexo y las drogas. La sangre que fluye en el cerebro responde a áreas asociadas con la
recompensa, la emoción y la excitación.
www.libertademocional.es
2 / 4
Phoca PDF
Philip Ball, autor de "El instinto de la música", afirma que las bandas sonoras pueden producir
la misma reacción en nosotros, independientemente de que la música sea buena o mala.
"Nuestra respuesta a ciertas clases de ruido es tan profunda que no podemos apagarla
", le dice a la BBC. "Los compositores de las películas saben eso y lo usan para saltarse
la parte lógica de nuestro cerebro e ir directamente a los centros emocionales".
Se cree que fue el infrasonido el que provocó miedo en "Actividad paranormal"
Algunos cineastas usan ahora infrasonido para inducir miedo. Se trata de ondas sonoras
graves o vibraciones con una frecuencia más baja que el espectro del oído humano.
Aunque no lo podemos escuchar, se ha demostrado que el infrasonido puede producir
ansia, extrema tristeza, palpitaciones y temblores.
Los productores de la película de suspenso psicológica francesa "Irreversible" admitieron que
utilizaron esta técnica. Miembros del público dijeron que se sintieron desorientados y
físicamente enfermos tras sólo media hora de infrasonido, y se salieron de la sala de
proyección antes de que mostraran la secuencia más impactante visualmente en la pantalla.
En 2007, las audiencias del film de horror "Actividad Paranormal" también reportaron haber
sentido altos niveles de miedo a pesar de la falta de acción en la pantalla. Se piensa que
fueron provocados por ondas sonoras de baja frecuencia.
"No afecta a todo el mundo de la misma forma", señala Ball, "pero parece posible que será
usado más en el cine en el futuro".
El sonido del cine
El Padrino (1972)
Nino Rota escribió una partitura, pero no hay una música reconocible en la famosa escena del
restaurante. Cuando Michael Corleone dispara contra el rival de su padre, el diseñador de
sonido Walter Murch acentúa el pánico con el ruido de un tren frenando repentinamente
afuera.
Psicosis (1960)
Alfred Hitchcock le dijo originalmente al compositor Bernard Herrmann que dejara la célebre
escena de la ducha sin música. Pero Herrmann escribió la partitura con las notas punzantes y
www.libertademocional.es
3 / 4
Phoca PDF
discordantes, que recuerdan los alaridos de los animales. Hitchcock, por supuesto, cambió de
opinión.
Bullitt (1968)
El compositor Lalo Schifrin se negó a escribir música para la persecución de diez minutos de
Steve McQueen por las calles de San Francisco. Sentía que los chirridos de los neumáticos y
los rugidos de los motores harían el trabajo por él. Con frecuencia Schifrin es elogiado por la
excelente partitura de esta sección de la película, que no tiene banda sonora.
Un tranvía llamado Deseo (1951)
Fue el primer drama de Hollywood con una banda sonora completa de jazz, pero su
sensualidad madura indignó a los autoproclamados moralistas de la Legión de la Decencia,
que obligaron al compositor Alex North a bajarle el tono.
Taxi Driver (1976)
Bernard Herrmann se rehusó al principio a leer el guión y le dijo al director, Martin Scorsese:
"No hago películas sobre taxistas". Pero el llamativo sonido de percusión superpuesto a un
suave saxofón se convirtió en una de las claves del éxito de la película.
www.libertademocional.es
4 / 4
Phoca PDF
Descargar