comentarios al mito de gilgamesh

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COMENTARIOS AL MITO DE GILGAMESH
Jose García García.
Parque de Estudio y Reflexión de Toledo, julio de 2014.
Imágenes: Enkidu lucha con un león, Enkidu y Gilgamesh, y Enkidu y Gilgamesh luchando.
AGRADECIMIENTO
Quiero expresar mi agradecimiento a Ernesto de Casas por sus comentarios, que como siempre,
han aportado visión.
1
PLANTEAMIENTO
El poema épico de Gilgamesh es el más antiguo que conocemos y describe las hazañas de un
legendario rey de Uruk. Pero desde su redescubrimiento, los estudiosos han hallado un mito
repleto de contenidos con significados que requieren ser interpretados, ya que pertenecen a
una cultura remota1, y hoy su comprensión no es directa para nosotros. Quizás este sea uno de
los motivos por los que la narración se ha analizado e interpretado por eruditos de diferentes
disciplinas y desde diversos puntos de vista.
Dos de estas interpretaciones son especialmente interesantes. Una es la visión estructuralista
de Levi-Strauss, donde la motivación subyacente del relato es la búsqueda de la inmortalidad
por parte de Gilgamesh, y le llevará hasta Ut-Napishtim, el hombre que la ha conseguido
mediante la divinización. La segunda, lo considera como el relato de la tensión producida dentro
de una misma civilización entre la cultura (la ciudad, la civilización) y lo natural, siguiendo en
este caso al filólogo G. S. Kirk2.
Indudablemente, estos temas se encuentran en la narración, junto con otros más, como las
luchas ancestrales entre la agricultura y la ganadería, y en concreto con el pastoreo, además de
algunos más universales como la amistad, la fama, etc.
En el presente trabajo se explora otra interpretación, consistente en que la epopeya describe
un proceso, que tiene lugar tanto en el mundo (cielos, naturaleza), como en el interior del ser
humano, y que hace uso de la historia del héroe para ejemplarizarlo. De esta forma, a lo largo
de la historia aparecen personajes que no son sino metáforas del proceso interno, o
traducciones de experiencias humanas, siendo la más llamativa la de Enkidu, doble de
Gilgamesh.
Se equipara también el proceso interno y el externo porque responde a la visión de que las
normas que rigen los cielos se aplican igualmente en el plano humano y en el inframundo.
Este proceso, además, tiene forma cíclica. Este ciclo se encarna en la vida de las personas, rige
el año con sus estaciones y meses, y gobierna el recorrido de las constelaciones. Así, el
calendario no solo marcará casi por completo las actividades laborales o sociales, sino que la
traducción que se hace del transcurrir del tiempo, equipara los ritmos y ciclos de la experiencia
propia con los observados en el cielo.
No solo es que en el momento y lugar que tratamos se dé a las doce constelaciones los
nombres que todavía hoy se utilizan popularmente, identificando el esquema del carácter
humano con el mapa de cuerpos celestes, sino que se intentará dar una explicación
globalizadora, conceptualizando estos ciclos y ritmos como leyes universales.
1
En el cuarto milenio, de la unión de los sumerios, de los cuales no se conoce su origen, con un grupo
semita, los acadios, surge la civilización mesopotámica.
2
Se puede seguir la explicación de estas dos interpretaciones, por parte del Profesor Ed Greenstein, del
Bible Department, de la Bar-Ilan University de Israel, en una clase grabada en vídeo disponible en internet
(en inglés).
2
URUK Y GILGAMESH
El entorno de donde parte Gilgamesh tiene un protagonismo notable en este caso. Fue la
primera ciudad que se convierte en centro de irradiación cultural en Mesopotamia. Ya hacia el
3.700 a.n.e. su influencia se extendía por los valles fluviales del Éufrates.
Se la considera ciudad-estado aunque según se describe en el poema también podría
imaginarse como ciudad-templo, ya que pone relevancia en las murallas y el templo por encima
de otros elementos. En cualquier caso, aún no intenta la expansión política o geográfica. La
ciudad guarda a la civilización, y fuera está el mundo desconocido y salvaje.
Los sacerdotes diseñaron la ciudad y eran los arquitectos de los edificios. Gilgamesh aparece en
la lista de reyes de Uruk como quinto rey después del diluvio y es llamado “señor de Kullab” que
era el distrito religioso de Uruk. Reinó hacia el año 2650 a.n.e. Habría sido un rey-sacerdote,
que era el modelo de soberano absoluto sumerio-acadio.
Son muchos los logros de los habitantes de esta ciudad y muy larga su historia, en la que no
vamos a extendernos. Sin embargo apuntaremos que la lengua sumeria, continuó por muchos
siglos siendo la empleada en los usos religiosos y cultos, aun después de haber desaparecido la
población sumeria, de forma similar a como ocurrió con el latín o el sánscrito, y a pesar de que
el acadio era una legua semítica y popular emparentada con el árabe y el hebreo.
También es importante anotar que su alcance comercial y cultural ha sido trazado hasta el Indo
y el Nilo. Y por último, enunciaremos algunos inventos de Uruk, como son la rueda, la
navegación fluvial, la talla de sellos, la joyería, la topografía, la escuela, el derecho, los números
y la escritura, solo para hacernos una idea de la fuerza contenida en la ciudad de Uruk como
contexto de cualquier acontecimiento ocurrido en su interior en estos tiempos.
EL TEXTO
Las leyendas orales de origen sumerio sobre Gilgamesh comienzan hacia el año 2650, pero su
escritura se realizará en el periodo 2330-2000. En concreto, nos han llegado seis poemas que
podemos considerarlos como la prehistoria de la historia de Gilgamesh: 1) Gilgamesh y Agga de
Kish, del que no hemos encontrado rastro en la epopeya posterior. 2) Gilgamesh y el País de los
Vivos, que pasa como episodio importante. 3) Gilgamesh y el Toro celeste, que también será un
elemento central. 4) Gilgamesh, Enkidu y los Infiernos, incluida como tablilla XII en la versión
ninivita. 5) La muerte de Gilgamesh, donde es promovido post mortem a regente y gran juez de
los difuntos. Pareciera no haber tenido continuidad en versiones posteriores. 6) El Diluvio, que
con un tratamiento diferente pasa a la tablilla XI.3
Sin embargo, la epopeya completa se compila en época acadia (Versión Antigua o Babilónica,
1750-1600). Posteriormente, entre el 1600 y el 1000, irán apareciendo sucesivas versiones,
(hitita, hurrita, etc.) Hacia el año 1000 antes de nuestra era, (época Asiria), se reescribe la
3
Estos poemas originalmente no tienen nombres. Para podernos referir a ellos hemos utilizado los que
les otorga Samuel Noah Kramer, en su magnífica obra “La historia empieza en Sumer”, capítulo XXV.
3
epopeya, que alcanza una amplia difusión. A esta versión se la llama ninivita, porque la mayoría
de los restos de las tablillas fueron encontradas en Nínive. Hacia el 250 a.n.e., se escribe el
último fragmento conocido.
La versión antigua o babilónica posiblemente constara solo de siete u ocho tablillas, y no es
hasta la versión ninivita o asiria, que pasa a XII4. Esta versión consigue una gran fuerza narrativa,
se ha podido reconstruir substancialmente, y es posible que tuviera como autor al erudito
Sinleke'unnenni, del que solo se sabe que pudiera haber dado comienzo a un linaje sacerdotal.
Hemos consultado diferentes ediciones, pero hay que resaltar el “Cantar de Gilgamesh” primer
texto publicado en español, en 1978, de la editorial Galerna, con prólogo y notas de Gastón
Blanco, en la cual dice basarse principalmente la de “Mitos Raíces Universales”, de Silo, 1991.
Ambas ediciones tienen una ordenación similar, pero la de “Mitos” es una exégesis cuyo
objetivo es la claridad argumental de la narración, y añade el descenso al infierno del texto
sumerio “Gilgamesh, Enkidu y los Infiernos”, no incluido en la compilación acadia, como
continuación de la muerte de Enkidu, además de utilizar algunas referencias del “Gilgamesh y el
País de los Vivos” sumerio, en el relato de esta hazaña.
Si bien ambas son ediciones cuidadas, no siguen el ordenamiento de las XII tablillas que, en esta
ocasión, se ha considerado importante mantener, ya que este número no se considera casual,
sino reflejo de un ciclo. De entre las ediciones consultadas se ha elegido la de la Plaza & Janés
S.A., con traducción de Agustí Bartra, e incluida en la Colección Biblioteca Personal de Jorge Luis
Borges, de 1986, y prologada por él mismo, porque intenta recomponer la historia utilizando
fragmentos de diferentes versiones, y “La Epopeya de Gilgamesh. El gran hombre que no quería
morir.” Edición y traducción de Jean Bottéro5, Akal Oriente, edición 2007, (traducción de 1992),
Madrid, ya que se centra en la versión asiria, la más completa y la que se establece en doce
tablillas. En cualquier caso, se considera que el poema consta de unos 3000 o 3500 versos, de
los que nos han llegado más de 2000 en diferentes grupos de piezas.
A continuación resumimos el contenido de cada una de las tablillas, e incluimos seguidamente
los comentarios respectivos. Si bien intentaremos mantener estas observaciones en el ámbito
de la tablilla a la que pertenecen, será inevitable que en algunas ocasiones se haga referencia a
hechos producidos en otros puntos del poema6.
TABLILLA I
(Texto Asirio) Así comienza, en referencia a Gilgamesh:
“Quien ha visto el fondo de las cosas y de la tierra,
y todo lo ha vivido para enseñarlo a otros,
4
Algunos estudiosos dicen que son once las tablillas, y que el añadido de la número doce es posterior.
Jean Bottéro, director de estudios de la Sección de Ciencias Filológicas e Históricas de la Escuela Práctica
de Altos Estudios de París. Coautor con Samuel Noah Kramer de diversos trabajos.
6
Como explica Juan Castaingts (“Antropología simbólica y neurociencia”, Universidad Autónoma
Metropolitana Iztapalapa, México, 2001), la lectura secuencial del mito no favorece la visualización de
códigos. Si se ordenan en forma de matriz en donde una dimensión corresponde a los elementos del mito
y la otra a las propiedades de cada elemento, se facilita el hallazgo de los códigos.
5
4
propagará su experiencia para el bien de cada uno.
Ha poseído la sabiduría y la ciencia universales,
ha descubierto el secreto de lo que estaba oculto”.
Se describe Uruk y sus partes principales, templo de Ishtar (Inanna sumeria)7, murallas, etc.,
como obras espléndidas.
Composición de Gilgamesh:
“Dos tercios de él son dios” (Babilonio)
“Dos terceras partes de su cuerpo son de dios, la otra es de hombre. Su forma es perfecta…”
(Asirio)
G es el pastor de Uruk. Es enorme y fuerte pero es arrogante, y no deja vivir en paz a las gentes
– separa a los hijos de los padres, persigue a las mujeres…
Ha sido creado por Aruru – una diosa madre – y le piden a ella que cree otro ser igual para que
luchen entre ellos y así deje a las gentes en paz. La diosa crea a Enkidu con arcilla. Tiene pelo
por todo el cuerpo y es oscuro.
Enkidu es salvaje y vive con los animales. Los cazadores le temen. Recurren a Gilgamesh, y este
les dice que le lleven a una servidora del templo y dejará de ser salvaje.
La ramera8 espera hasta que llega Enkidu. Se desnuda y él la toma seis días y siete noches,
después de lo cual los animales le rehúyen, porque ha cambiado su condición. “¡Eres sabio, oh
Enkidu…!” le dice ella. Le lleva a Uruk a conocer a Gilgamesh.
Gilgamesh sueña con Enkidu: “Entonces lo abracé como se abraza a una mujer”. Su madre le
explica que el significado es que se unirán como uno solo. Al día siguiente sueña con un hacha
de doble filo, y su madre le da la misma explicación.
COMENTARIO TABLILLA I
En el texto sumerio se dice directamente que Enkidu es el doble de Gilgamesh. Y en el ninivita
se dice que “es como G”. Este “ser” o “ser como” en el mito es equivalente al “ser”9. Así pues,
7
No es lugar para entrar en una explicación detallada del panteón de dioses, pero será útil saber que
había cuatro principales entre los sumerios: An (sumerio)/Anu (acadio), dios del cielo y padre de la
dinastía divina; Enlil, dios de los vientos y la tormenta, que luego se transforma en dios de la tierra;
Enki/Ea, el más inteligente, creador de los hombres y las civilizaciones; y Ninhursag, la madre creadora de
los dioses. Sin embargo, en el texto tiene más participación la triada semita/acadia: Sin (Luna),
Inanna/Ishtar (Venus) y Utu/Shamash (Sol).
8
En la traducción que hemos recogido en los resúmenes, de Agustí Bartra, se utiliza la palabra “ramera”,
pero en castellano puede dar lugar a confusión con respecto a las funciones desempeñadas por una
sirvienta del templo o una cortesana. Como es una traducción cuidada, hemos supuesto que debía haber
un motivo, y lo hemos encontrado en una cuestión etimológica. Estas cortesanas solían colocar un ramo
de flores en un lugar visible de la entrada para indicar que estaban disponibles, y de ese ramo deviene el
término ramera, que sorprendentemente ha llegado hasta hoy.
9
Thorkild Jacobsen, Instituto Oriental de la Universidad de Chicago: “uno de los dogmas de la lógica
mitopoética es la fusión de similaridad e identidad; ‘ser como’ equivale a ‘ser’.”
5
tanto si aceptamos sin más que E es el doble de G, como si “ser como” G es equivalente a “ser”
G, el resultado es que Enkidu es Gilgamesh.
Por otra parte, se nos dice que G está compuesto por dos partes divinas y una humana, lo que
se puede interpretar como que es más divino que humano, pero también puede significar
estrictamente lo que enuncia, que hay una composición específica de tres partes, de las cuales,
dos son divinas. Debemos entender esta divinidad en el contexto de la cultura: “Según dos
versiones sumerias, el hombre primitivo compartía en cierto modo la sustancia divina, soplo
vital de Enfei o sangre de los dioses lamga, lo que quiere decir que no existía una distancia
infranqueable entre el modo de ser divino y la condición humana”10. Así pues, podemos
entender que hablamos estrictamente de la composición humana, que comparte con los dioses
el soplo divino.
Por último, añadamos los sueños de G y las interpretaciones de su madre en ambos casos, en el
sentido de que E será el complemento de G. En lugar de tomar cada uno de estos tres signos11
por separado, plantéense en estructura: 1) G está compuesto de tres partes; 2) E es G; 3) E
complementa a G. Así pues, obtendremos que E es una de las partes de G, y en concreto se nos
dice que es la del doble.
Y qué es este doble. En algunas culturas antiguas se utiliza esta concepción, si bien en la que es
más clara la explicación quizás sea en la egipcia. Allí, se divide al hombre en un parte corporal,
otra espiritual (el Ba), y una tercera representada como doble (el Ka). Este Ka es en buena
medida similar a la psique griega, que no está tan solo referida a las funciones intelectuales,
sino que incluye todo lo no tangible, pensamientos, emociones, etc., y también la energía
psicofísica presente en el todo el cuerpo y parte integrante del funcionamiento de la conciencia.
De ahí que sea habitual que la psique se traduzca del griego como “alma” y no como psiquismo.
La experiencia personal del ser humano de contar con elementos más relacionados con la
energía que con la materia, se ha traducido, en distintos lugares y momentos, en ideas y
formulaciones parecidas12. En Egipto, se pueden encontrar representaciones de faraones donde
aparecen con dos imágenes, la primera la del propio faraón, y la segunda la de su doble o Ka.
Este Ka no transita al lugar que pudiera idearse como destino después de la muerte, sino que se
desintegra poco después de la muerte del cuerpo, siendo el espíritu el que sí puede alcanzar
esos otros lugares propuestos.
Otro dato disponible, si bien fuera del texto, es la representación que se hace en sellos y
relieves, de Enkidu como un ser con cabeza y piernas de toro, imagen ésta utilizada
ampliamente para simbolizar la fuerza vital.
E y G, juntos son el Hombre, y aquí se habla de la creación del Hombre, en el caso de Enkidu con
arcilla y paja.
10
Mirecea Eliade, “Historia de las creencias y las ideas religiosas”.
Signo según la visión del triángulo semiótico. Eco, Umberto (1977): “Tratado de semiótica general”, Ed.
Lumen.
12
Se describen varias culturas con conceptos parecidos en la monografía, El doble y el espíritu, de
Madeleine John, http://www.libreriahumanista.com/el-doble-y-el-espiritu-madeleine-john/
11
6
Qué sentido podríamos darle si no es así al hecho de escribir un poema épico dedicado a
engrandecer a G, y sin embargo, tras describirlo como físicamente magnífico, nos encontramos
con que es un ser sin control, que “separa a los hijos de los padres, persigue a las mujeres”. ¿No
se está describiendo a un ser sin conciencia?
Otro elemento de interés es la hierogamia entre la joven del templo y Enkidu. Tal y como nos
apunta Mircea Eliade, el elemento final del ritual de la fiesta de Año Nuevo babilónico, el aki-tu,
era la hierogamia ente el rey-sacerdote con una hieródula en el aposento de la diosa. Este acto
dura siete días, número que indica en varios momentos el cambio de nivel. En esta ocasión
desde estado natural al civilizado. En la hierogamia13 se plantea un significado bastante común
en muchos ritos basado en la magia por simpatía: si hay fecundación y renovación entre los
oficiantes, la naturaleza y las cosechas actuarán de igual forma. Pero vemos aquí que también
se propone un segundo objetivo, que es el de despertar al ser salvaje a la conciencia del mundo
civilizado que le rodea, presentando el sexo como vehículo para la maduración personal que
causa el tránsito desde el niño al adulto.
Con respecto a la fiesta de Año Nuevo, aki-tu y su relación con el poema, y también del
significado del siete se amplían las explicaciones más adelante.
TABLILLA II
La muchaha enseña a Enkidu a comer pan y beber cerveza/vino (según versión) como los
hombres, y no como hacía antes, como los animales. Le corta la maraña de pelo del cuerpo y le
frota con aceites. La muchacha le lleva a la ciudad, Uruk.
Enkidu se hace consciente de la existencia de la muerte.
Gilgamesh va a la Morada de la Reunión, lugar del templo de Ishtar donde se da la hierogamia
con las servidoras sagradas, y donde E y la hieródula van a tener una noche nupcial, con el
objetivo de ejercer como rey su derecho de pernada sobre la mujer. En la puerta le espera
Enkidu. Los dos luchan y casi inmediatamente se hacen amigos.
COMENTARIO TABLILLA II
Aunque el relato se centra en G y E, si describimos los desplazamientos y movimientos del
relato, lo que obtenemos es que toda la dirección de la acción va desde o hacia la servidora del
templo. Ella guía el proceso de maduración de E, hasta que se hace consciente de la muerte. Le
convence de ir a Uruk. También es el cebo que atrae al rey, llevado por el deseo de tomarla, a la
Morada de la Reunión. Aunque G está asistido por el derecho de tomarla, es su relación con E,
la que hace que este espere en la puerta a G para impedirle el paso, y que luchen.
Si realizamos un ejercicio de reducción, y tomamos a la servidora como la función sexual, a
Enkidu como el doble o psique (en los sentidos antes descritos), y a G como el ser, aún sin
consciencia, podríamos interpretar el relato como que el sexo hace madurar al doble tanto en
13
Se puede ampliar mediante la monografía, La hierogamia en Sumeria, de Madeleine John,
http://www.libreriahumanista.com/la-hierogamia-en-sumeria-madeleine-john/
7
su aspecto energético como psicológico, produciendo su enfrentamiento con el resto del ser y
su consiguiente unión.
TABLILLA III
(Versión babilónica. De la asiria hay poco material)
A Enkidu le abandona la sacerdotisa de Ishtar y queda sin fuerza.
Gilgamesh decide animar a su amigo haciendo una expedición contra el país de los cedros. Allí
está el monstruo Huwawa (“Enormidad” en sumerio) creado por el dios Enlil y que guarda el
Bosque de los Cedros. Enkidu no quiere ir porque le vio, y explica que su grito es la tempestad,
su boca vomita fuego y su aliento es mortal, pero Gilgamesh quiere la gloria e insiste en ir a por
Humbaba (asirio).
Van a los herreros, a forjar su equipo: hachas de tres talentos cada una, puñales de dos talentos,
y lanzas de treinta minas.
Los ancianos previenen a G sobre el peligro de la aventura, y finalmente encargan a Enkidu, que
conoce el camino, que guie y proteja a G.
Entre los consejos que le dan para el viaje está que abra un pozo en los momentos de calma
para tener agua fría, y que le ofrezca agua fría al dios Shamash (el dios sol).
(Versión asiria): Van a ver a la divina Ninsun, madre de G, para preguntarle el camino. Ella hace
un rito con incienso para pedir al dios sol por G.
COMENTARIO TABLILLA III
La servidora del templo, que ha desempeñado un importante papel hasta ahora, abandona la
escena, lo que conmociona a Enkidu.
Gilgamesh decide que la mejor forma de sacar del abatimiento a su amigo es mediante la
consecución de la gloria, en este caso a través de una hazaña militar. En la versión antigua
posiblemente se esté reflejando una de las expediciones de saqueo que se ejecutaban para
obtener los recursos escasos en Babilonia, como la madera de calidad, y que posiblemente se
dirigiera hacia el noreste, a los montes cercanos a Irán. Posteriormente, en la época de la
versión asiria, es más probable que se estuviera haciendo referencia al actual Líbano. Sargón I
se jacta de emular a Gilgamesh porque él también fue a cortar el cedro, en referencia a una
campaña militar en el país donde esta madera crece, que en estos momentos ya correspondía
al Líbano.
En la exégesis del mito, Silo lo llama “País de la Vida”, siguiendo el poema sumerio anterior,
referido a esta expedición. Por otra parte, no es difícil trazar la utilización de la analogía entre el
árbol y la vida14. Hay que tener en cuenta que el término utilizado en sumerio se refiere a las
coníferas en general, y solo en la versión asiria se acota al cedro. Aquí aparece un primer
14
También es interesante ver la relación del cedro con la diosa blanca mediterránea en “La Diosa Blanca”,
de Robert Graves.
8
intento por parte de Gilgamesh de apoderarse de la inmortalidad, de momento a través de la
fama y la gloria.
Son los herreros, quienes conocen el secreto del fuego, los que fabrican las armas, al igual que
ocurre, por ejemplo, con la creación del rayo de Zeus. (Superioridad entre pueblos por mayor
desarrollo metalúrgico, entre otros significados).
El resto de la preparación para la aventura consta de tres elementos: Enkidu será el guía de G,
ritos de purificación con el agua como protagonista, y peticiones al dios sol para que les otorgue
protección. Siguiendo con la interpretación de E como conciencia, nótese que a partir de este
momento, será E quien tomará la responsabilidad de guiar a G en sus actuaciones, así como
frecuentemente de interpretar sus sueños.
TABLILLA IV
(Texto babilónico muy destruido. Fragmentos reunidos de versiones asirias, hititas y acadias).
Describe el viaje de E y G al país de los cedros.
Gilgamesh va teniendo sueños que Enkidu interpreta. (Versión asiria).
Enkidu cae enfermo, posiblemente porque algún dios se sintió molesto, cuando antes de la
partida le asustó la idea de luchar.
Se restablece y los dos entran en el bosque.
COMENTARIO TABLILLA IV
Hay importantes lagunas en los textos, pero en esta tablilla se describe el largo viaje en el que
tienen que cruzar siete montañas con sus siete valles, y en cada etapa G tiene un sueño que E
interpreta. Parece que G provoca la consecución de los sueño mediante algún tipo de técnica.
Bottéro directamente habla de incubación15.
La enfermedad de Enkidu parece consecuencia de alguna actitud inadecuada.
TABLILLA V
Llegan a las puertas del bosque.
La víspera del combate Gilgamesh tiene un sueño: suben a una montaña y esta se derrumba.
Enkidu lo interpreta como que matarán a Humbaba.
(Completado con un fragmento hitita). Al cabo de 40 horas comen algo, y de 60 horas
descansan. Gilgamesh hace un rito con harina en la tierra para tener sueños. Sueña con una
15
Sobre la incubación, se puede consultar un trabajo anterior del mismo autor: Empédocles.
http://www.parclabelleidee.fr/docs/monographies/Monografia_Empedocles.pdf, y Las prácticas de
incubación en la antigua Grecia, de Daniel Bustos.
http://www.parclabelleidee.fr/docs/monographies/201303-daniel_bustospracticas_incubacion_antigua_grecia-esp.pdf
9
situación de desastre y caos, donde el fuego lo convierte todo en cenizas. Luego tiene otro
sueño de una montaña que cae sobre él. Enkidu siempre los interpreta como beneficiosos.
Gilgamesh invoca a Utu/Shamash, dios solar del cielo para que les ayude.
(Poema sumerio). Cortan siete cedros para atraer al guardián. Cuando van a luchar, Shamash
envía huracanes, hasta ocho vientos contra Humbaba, hasta derrotarlo. Humbaba pide
clemencia, y G le va a perdonar la vida, pero Enkidu le urge a que lo mate antes de que los
dioses puedan actuar en su ayuda, y le cortan la cabeza.
COMENTARIO TABLILLA V
Aunque el dios del sol, Shamash, los ayuda a vencer a Humwawa, no quiere que lo maten, como
parece que tampoco querían el resto de dioses. Por ese motivo Enkidu se apresura a cortarle la
cabeza, para que ningún dios tenga tiempo de venir en su ayuda y le salve la vida.
Esta actuación en contra del deseo de los dioses más adelante tendrá serias consecuencias,
especialmente para Enkidu.
TABLILLA VI
Después del combate la diosa Ishtar le pide a Gilgamesh que sea su amante. Le promete riqueza
y poder si es su marido. Gilgamesh la rechaza porque dice que ha traído la ruina a todos sus
amantes.16
Ishtar se enfurece y va al cielo, y les pide a su padre Anu y a su madre Antu que creen el Toro
Celeste, y lo lancen contra Gilgamesh. Anu en principio no quiere, pero amenazado por Ishtar,
lo crea a cambio de siete años de buenas cosechas.
El toro mata a muchos en Uruk, pero Enkidu agarra al Toro por los cuernos y Gilgamesh le clava
la espada. Le arrancan el corazón y se lo ofrecen a Shamash.
Ishtar los maldice pero Ekidu le arroja los órganos sexuales del toro y la amenaza. Las
sacerdotisas de Ishtar lloran sobre los órganos.
Celebran una fiesta, ya como héroes.
COMENTARIO TABLILLA VI
El toro celeste se refiere a la constelación de Tauro, ya llamada así, y la muerte de centenares
de hombre con dos o tres resoplidos, puede reflejar algún tipo de catástrofe natural que cayera
sobre Uruk, con una importante mortandad, y que la población achacaría a un enfado de la
diosa que habitaba su templo principal. Gilgamesh como rey de Uruk debió dar algún tipo de
solución a la situación, o quizás simplemente se arrogó el motivo de su finalización. En esta
ocasión G y E dan un paso más en su fama, pues si en el bosque de los cedros lucharon contra
monstruos del mundo natural, en esta ocasión lo hacen contra los destinos del cielo, y por tanto
contra los dioses.
16
Inanna/Ishtar, por ejemplo, envía al infierno a su marido Timmuz, el dios pastor.
10
TABLILLA VII
(Texto hitita) Enkidu sueña que los dioses Anu, Enlil, Ea y Shamash, se reúnen y Enlil decide que
deben morir por matar a Jumbaba y al Toro Celeste. El dios del sol, intercede por ellos, pero
Enlil furioso decide que Enkidu deben morir.
(Texto asirio) Enkidu maldice a la sacerdotisa por haberle llevado a la ciudad, pero Shamash le
reprocha esta actitud, y le recuerda que ella le civilizó.
Enkidu sueña que un personaje con garras de águila le pide que lo siga al infierno.
COMENTARIO TABLILLA VII
Han conseguido la fama y han luchado contra el destino, pero ni aun así consiguen la
inmortalidad. Enkidu, la psique, el alma, debe morir. Por un momento se revela contra la
servidora del templo, que al hacerle madurar para el mundo le hizo consciente de la muerte.
Pero el sol en su interior, le hace comprender que esto es injusto.
TABLILLA VIII
(Texto asirio. Apenas la columna II utilizable) Gilgamesh se lamenta por Enkidu ante los ancianos.
(Leyenda sumeria) Enkidu enferma y muere. Gilgamesh está con su amigo durante doce días,
hasta que el cuerpo se descompone.
COMENTARIO TABLILLA VIII
En la leyenda sumeria de la muerte de Enkidu, Gilgamesh como rey-sacerdote, le da consejos
sobre cómo debe actuar en el inframundo. El inframundo babilonio era muy parecido al griego
en el sentido de que también tenían que cruzar una laguna con ayuda de un barquero, estaba
bajo la tutela de un dios, en este caso la hermana de Inanna, y tenían unas normas de
funcionamiento muy determinadas, aunque en el medio oriente vivían una inmortalidad más
parecida a la vida en la tierra que el triste vagar de las almas griegas.
A Enkidu, por un momento se le permite volver al mundo de los vivos y contar a Gilgamesh cuál
ha sido el destino de los que han muerto, y según su relato, aquellas actitudes y
comportamientos desarrolladas en vida, determinan cómo transcurrirá el tiempo que se
perpetuará en el inframundo. Por tanto, acompañar al cuerpo hasta su descomposición puede
indicar algún tipo de ritual en el que se intente ayudar al difunto a establecerse en la otra vida.
TABLILLA IX
Gilgamesh lleno de terror a la muerte decide ir en busca de su antepasado Ut-Napishtim (el Noé
asirio, Ziusudra en sumerio), que se convirtió en inmortal tras sobrevivir al Diluvio, para que le
dé el secreto de la inmortalidad. Llega hasta la montaña Mashu, cuidada por los hombres
escorpión, que tocan los cielos y los infiernos. Les dice que busca a su antepasado Ut-Napishtim.
Le dejan entrar y se ha de dirigir hacia el sol, el este, por tanto amanecer. Ha de cruzar por un
túnel bajo las montañas, donde todo se oscurece. El camino tiene doce etapas de una legua
cada una, en las ocho primeras todo es oscuridad, en la novena sigue oscuro pero nota viento,
11
en la once comienza a ver el alba, y en la doce termina. Aparece en un jardín lleno de joyas
perteneciente a Siduri, diosa de la sabiduría en los escritos sumerios, y más tarde degradada a
tabernera.
COMENTARIO TABLILLA IX
Una vez aceptada la muerte de la psique y dejada atrás, se emprende la búsqueda de la
inmortalidad, no a través de la fama ni de la rebelión contra los cielos, sino directa. Este viaje
tiene doce etapas, donde hasta la novena no se comienza a intuir la salida de la oscuridad, que
ocurre a partir de la décimo primera. Al finalizar entra en un jardín-paraíso17, donde prefiere no
quedarse para proseguir con su búsqueda de la inmortalidad.
TABLILLA X
(Texto babilónico) Gilgamesh encuentra a Shamash, el dios sol. Le explica que tras haber
buscado su camino en la llanura ahora quiere que el sol le inunde. Grita, “¡Que los muertos
vean los rayos del sol!”
(Texto asirio) La tabernera Siduri que vive cerca del mar, intenta que vuelva a la vida habitual de
los hombres y se sienta satisfecho con lo que esta ofrece, pero Gilgamesh busca la inmortalidad
y pregunta cómo llegar hasta Ut-Napishtim. Siduri, finalmente, le indica que debe atravesar el
mar de la muerte, y hablar con Urshanabi que es quien conduce el bote y está acompañado por
“los de piedra”, a lo cuales Gilgamesh destruye, para luego pedir al barquero que le lleve.
Urshanabi, le hace cortar leña y alquitranarla, para después partir hasta las aguas de la muerte.
Llegan hasta Ut-Napishtim.
COMENTARIO TABLILLA X
A partir del momento en que Enkidu deja de guiar a Gilgamesh, este papel lo asume el dios sol,
Shamash. Siduri, que fue una especie de ninfa, es ahora una tabernera, junto al mar, cuya
función pudiera ser la de advertir de que si se continua se abandona la vida habitual y dar las
últimas indicaciones. Gilgamesh está decidido a dejar atrás esa vida en busca de la inmortalidad.
La representación del mundo sumeria era un disco de tierra, con montañas a este y oeste, que
flotaba sobre el mar. Gilgamesh, encuentra a Siduri en el límite este. A partir de ese mar,
aparentemente se dejaba el mundo, o al menos el mundo conocido.
No pareciera haber una explicación evidente al significado de “Los de piedra”, pero hemos
encontrado una costumbre antigua, de la zona, a la que pudiera hacer referencia, consistente
en romper una estatuilla pequeña de piedra antes de embarcarse, para propiciar una
navegación sin infortunios.
TABLILLA XI
17
Robert Graves y Patai Raphael, “Los Mitos Hebreos”, “los jardines de deleite enjoyados se relacionan
comúnmente en el mito con la comida de una ambrosía prohibida a los mortales; y esto indica una droga
alucinógena reservada para un pequeño círculo de adeptos y que les causa sensaciones de gloria y
sabiduría divinas”.
12
(Texto asirio) Ut-Napishtim, El Lejano, le revela la historia del diluvio, desencadenado por Enlil
como respuesta al bullicio provocado por los hombres. Pero Ea advierte a Ut-Napishtim, le
ordena que construya una nave y la llene con toda simiente de vida, y en siete días el mandato
está cumplido. Los doce anunnaki queman la tierra y después llega el diluvio. Al finalizar les
otorgan a Ut-Napishtim y a su esposa la inmortalidad.
Ut-Napishtim y su esposa finalmente se compadecen de Gigamesh y le proponen una prueba
donde debe permanecer despierto siete días, pero no la supera. Así pues, le preparan comida y
le llevan a una fuente para que se lave y limpie su vestido para el regreso. Pero se apiadan de él
y le susurran el secreto de una planta que le dará la inmortalidad y que está en el fondo del
agua. Gilgamesh parte, y de camino se sumerge y recoge la planta, pero durante el viaje una
serpiente se la roba, y vuelve con las manos vacías.
COMENTARIO TABLILLA XI
¿Qué significa la historia del diluvio? Propongamos una primera interpretación. Los dioses han
decretado la muerte para todos los seres y la inmortalidad solo se consigue en cuanto que se
ponen los medios para que la vida continúe, no solo la de la propia especie, sino también la del
resto.
Pero también podría haber una segunda interpretación. Quizás los doce anunnakis que acaban
con la vida, representen el tiempo, (un ciclo temporal más bien, relacionado con el 12), tras el
cual el agua viene a limpiar lo antiguo y renovar la vida. Recuérdese que en la cosmogonía
sumeria la vida surge del mar, “La diosa Nammu (cuyo nombre se escribe con el pictograma que
designa el «mar primordial») es presentada como «la madre que engendró el cielo y la tierra»,
como la «abuela que parió a todos los dioses». El tema de las aguas primordiales, consideradas
como una totalidad a la vez cósmica y divina, es muy frecuente en las cosmogonías arcaicas.
También en este caso se identifica la masa acuática con la Madre original que engendró por
partenogénesis a la primera pareja, el Cielo (An) y la Tierra (Ki), que encarnan los principios
masculino y femenino”18. Por otra parte el agua es símbolo de renovación vital, “El bautismo
equivale a una muerte ritual del hombre antiguo seguida de un nuevo nacimiento. En el plano
cósmico equivale al diluvio: abolición de los contornos, fusión de todas las formas, regresión a lo
amorfo”.19
Quizás nuestra primera opción sea válida para el mundo físico, y esta segunda se adapte más al
espiritual, y esta sea la revelación de Ut-Napishtim.
Sin embargo, pareciera que todavía le propone a Gilgamehs dos opciones para conseguir su
inmortalidad, una a través de una prueba iniciática, permanecer despierto siete días, y otra a
través de una planta con propiedades milagrosas. En el primer caso, es incapaz de conseguir
siquiera acercarse, y en el segundo la serpiente, que bien pudiera ser representación del dios
serpiente, señor del árbol de la vida, se la arrebata. ¿Se proponen estas dos opciones con la
intención de cerrar definitivamente esas puertas, o al contrario?
18
19
Mircea Eliade, “Historia de las creencias y las ideas religiosas”, capitulo III.
Mircea Eliade, “El mito del eterno retorno”.
13
TABLILLA XII
(Texto sumerio) Innana/Ishtar guarda el tronco de un árbol que creció después de crearse el
universo, con el fin de hacerse una cama y una silla. Pero varios animales y espíritus dañinos
anidan en él. Gilgamesh la ayuda, y con la madera que sobra construye un tambor y unos
palillos para tocarlo. Realiza algunos ritos mágicos con él, pero se le caen a las profundidades
del inframundo, y Enkidu regresa de él trayéndolos de vuelta y reuniéndose con Gilgamesh.
COMENTARIO TABLILLA XII
La tablilla XII es una parte de la leyenda sumeria donde se recoge la muerte de Enkidu. Un texto
que parece no venir a cuento, y que los especialistas en general toman como un añadido sin
relación con el resto de la epopeya. Muchos de ellos solo consideran hasta la tablilla XI como
parte de la narración.
Sin embargo, en los años sesenta, una misión italiana escavaba un yacimiento arqueológico en
Siria, sacando a la luz lo que fue la ciudad de Ebla20 cuya existencia está datada desde el 3000
a.n.e. En el año 2400 a.n.e., el palacio de la ciudad quedó arrasado por la llamas. Dentro había
una biblioteca formada por unas 20.000 tablillas de arcilla que quedaron cocidas en el incendio.
Giovanni Pettinato, catedrático de Asiriología de la Universidad de Roma, empezó a leer en
1975 las tablillas encontradas y encuentra un final diferente para la historia, donde Gilgamesh,
después de no conseguir la inmortalidad regresa y se suicida con 80 familiares de la corte.
Por otra parte, en 2001, se escaba la “sala del exorcista”, en Me-Turan, en Irak, junto al lecho
del Éufrates, donde hay una sala con ochenta y tres cadáveres, confirmando la existencia de un
enterramiento real, con toda la familia y cercanos, además de los textos utilizados para
propiciar un tránsito adecuado a la otra vida, confirmando de esta manera la costumbre real.
Es muy posible, como ha ocurrido con frecuencia en las historias que se han hecho populares, y
pasado de narrador en narrador, que el relato se haya pulido con el roce de los gustos de la
audiencia. El final del gran héroe decidiendo morir puede haber sido poco aplaudido hasta ser
retirado, y sustituido por una antigua leyenda, que si bien también trata el tema de la muerte,
lo hace desde una perspectiva diferente.
Y sin embargo, una tablilla XII, un final en el que Gilgamesh muere, puede ser el más adecuado a
la lógica interna del relato. Ha de cerrarse el ciclo para poder volver a comenzar.
SÍNTESIS DEL CONTENIDO DE LAS TABLILLAS
Para una mejor visión del proceso, puede ser de ayuda hacer una síntesis del contenido de las
tablillas.
20
Periódico El País, artículo de Gabriela Cañas Madrid, 25 NOV 1983.
http://elpais.com/diario/1983/11/25/cultura/438562806_850215.html
Periódico Corriere dela Sera, Conti Paolo, 20 febbraio 2001.
http://archiviostorico.corriere.it/2001/febbraio/20/Gilgamesh_suicidio_massa_tempo_dei_co_0_010220
8260.shtml
14
Tablilla I. Enkidu como doble de Gilgamesh. La hierogamia como factor civilizador.
Tablilla II. Enkidu madura a través del sexo. Gilgamesh se convierte en un ser con conciencia.
Tablilla III. Búsqueda de la inmortalidad a través de la gloria.
Tablilla IV. Viaje como proceso, y sueños mediante Incubación.
Tablilla V. Muerte de Humwawa, en contra del deseo de los dioses.
Tablilla VI. Gilgamesh rechaza a Ishtar, y matan al Toro Celeste. Nueva rebelión contra los dioses.
Tablilla VII. Ni por la gloria, ni luchando con los dioses, ni con la madurez, se consigue la
inmortalidad. Enkidu se hace consciente de que ha de morir.
Tablilla VIII. Enkidu muere y baja al inframundo. Gilgamesh le vela 12 días tras la muerte.
Tablilla IX. Viaje como proceso hasta Ut-Napishtim con 12 etapas.
Tablilla X. Gilgamesh, guiado ahora por el dios sol, abandona la tierra de los vivos.
Tablilla XI. Revelaciones de Ut-Napishtim: la inmortalidad física solo es posible en cuanto a
favorecer las condiciones necesarias para que la vida siga en las futuras generaciones, no
personalmente, y la inmortalidad espiritual es una renovación, para la cual son necesarios la
muerte y el renacer.
Tablilla XII. Muerte de Gilgamesh.
DESARROLLO DE LOS TEMAS CENTRALES
En el comienzo, ya adelantamos que proponemos varios temas, como centrales de la epopeya.
Estos se resumen en dos: la trama como relato de un proceso interno que traduce la
experiencia humana de la búsqueda de la inmortalidad, y la relación intrínseca de este proceso
con los del cosmos, reflejado en el tiempo y sus ritmos.
En cuanto al primer tema, hemos insertado comentarios en las tablillas que pretendían explicar
el punto de vista que hemos expuesto.
El segundo tema, relacionado con ciclos temporales, creemos que requiere profundizar en
algunos elementos, que intentaremos completar a continuación.
EL CICLO ANUAL
En referencia a la noción de ciclo celeste, encontramos en el prólogo a su edición, que Gastón
Blanco menciona lo siguiente: “Y en cuanto a poema particular es desarrollo literario de las
ceremonias sumerias del akitu, Festival del Año Nuevo.”
15
Mircea Eliade21, amplía la cuestión: “Los lectores familiarizados con la etnografía y la historia de
las religiones no ignoran la importancia de toda una serie de ceremonias periódicas que, por
comodidad de exposición, podemos clasificar bajo dos grandes títulos: 1° expulsión anual de los
demonios, enfermedades y pecados; 2° rituales de los días que preceden y siguen al Año Nuevo.
En uno de los volúmenes de La rama dorada (parte VI, El chivo emisario), Sir James George
Frazer22 ha agrupado a su modo suficiente número de hechos de ambas categorías (el “chivo
emisario” era expulsado “al desierto” por los hebreos y los babilonios).
“El ceremonial del Nuevo Año babilónico, el aki-tu, es bastante concluyente a ese respecto. El
soberano desempeñaba un papel considerable, puesto que se lo consideraba hijo y vicario de la
divinidad en la tierra; como tal, era responsable de la regularidad de los ritmos de la Naturaleza
y del buen estado de la sociedad entera. A él le incumbía la misión de regenerar el tiempo. […]
En el curso de la ceremonia akitu, que duraba doce días, se recitaba solemnemente, y varias
veces, el poema llamado de la Creación: Enuma elish, […] cerrábase el ciclo por la hierogamia
del dios con Sarpanitum, hierogamia reproducida por el rey y por una hieródula en la habitación
de la diosa, y a la cual correspondía ciertamente un intervalo de orgía colectiva.”
CICLO COMO LEY UNIVERSAL
Decíamos al introducir el punto de vista que el ciclo se constituye en ley universal, al
manifestarse tanto en el cosmos como en el interior del ser humano. Esta visión se extrapola a
las matemáticas y la astronomía en cuanto intento de explicación del cosmos, de forma que los
ciclos, ritmos y leyes que se pueden observar en los cielos han de tener su correlato en nuestra
naturaleza.
Esta civilización, en el IV milenio antes de nuestra era (a.n.e), veía cómo tomaban forma en el
mundo real, las ideas de ciclo, ritmos y formas, con el invento de la rueda, las matemáticas y la
construcción de zigurats.
El gran impacto que estos logros causan en la cosmovisión colectiva se hace patente en cómo
extienden sus observaciones a todos los ámbitos, como por ejemplo, al deducir que si el año
marcaba la renovación en la Tierra, habían de existir periodos para la renovación del universo, y
que su duración en años había de ser igual a la cantidad de segundos de un día.23
21
Mircea Eliade, “El mito del eterno retorno. Arquetipos y repetición”, (Emecé Editores, 2001), en el
Capítulo II.
22
Sir James Frazer, “La rama dorada” (Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1965). A lo largo de esta obre
se recogen un número importante de ceremonias a lo largo de diferentes culturas y momentos, que
relacionan el comienzo de un nuevo año con la renovación de elemento fundamentales (reyes, fuego,
utensilios, etc.)
23
Esta afirmación es arriesgada, pero se basa en lo siguiente: en Babilonia se calcula que desde la
fundación del mundo hasta el diluvio, la primera etapa completa de la humanidad, pasan 432.000 años,
con 10 reyes. Este número también aparece en la mitología hindú y escandinava, por lo que no parece
casual. Según la tradición judía, desde Adán al diluvio, este primer ciclo dura 86.400 días, con 10
patriarcas. Hay que anotar dos cosas: primero que el pueblo hebreo está en Babilonia desde 586 al 539
a.n.e., y toma muchas tradiciones, y segundo que 86.400 son los segundos de un día. En su tradición
(Talmud) este ciclo en realidad son dos, uno de creación en el que ocurre la vida, y el otro de disolución
en el que se prepara para el siguiente. Podemos dividir 86.400 entre dos y salen dos ciclos de 43.200 días.
16
Hay dos ciclos repetidamente utilizados a lo largo del poema. El basado en el número 12, anual,
y en el número 7. Este último tiene dos referentes inmediatos, los días de la semana, y los
astros del sistema solar conocidos en la época.
Hemos trazado la importancia del número 7 en la cultura babilónica, y encontrado el
establecimiento de rituales en los que el rey y su consorte representaban al sol y la luna, y el
resto de la corte a los otros cinco planetas visibles.
E. O. James24, también lleva esta relación a la construcción de los templos: “El ziggurat de Birs
Nimrud (Borsippa), descrito por Herodoto y excavado por sir Henry Rawlinson en 1854, que fue
dedicado a los planetas cuando lo terminó Nebuchadnezzar II en el siglo VI antes de Jesucristo,
tenía siete pisos, cada uno coloreado del tinte especial prescrito.” Y más adelante, “En Babilonia,
frente a Borsippa, está el templo de Marduk llamado Esagila, «la casa alta»; y los siete pisos de
su torre, llamada Etemenanki («la casa del fundamento de cielos y tierra»), estaban asignados,
respectivamente, a los principales cuerpos celestiales: el Sol, la Luna y los cinco planetas—y los
dioses con quienes se asociaban—. Esto dio al ziggurat un significado cósmico como
reproducción de la morada de los dioses.”
A lo largo de la epopeya, este número es utilizado con una función simbólica de cambio de nivel,
o de escala. Ya en el poema sumerio de “Gilgamesh y el País de los Vivos”, (según la
nomenclatura de Kramer que trataremos más adelante), anterior a la creación de la epopeya,
veremos que en su aventura en el bosque de los cedros, han de atravesar siete montañas, tiene
que luchar con Huwawa armado con los siete Fulgores, y sus seguidores podan siete árboles. En
“Mitos raíces universales”25, también se recoge la misma utilización del número, entre otras
ocasiones, en “Gilgamesh, la creación de su doble”, en donde además de pasar siete días de
sexo con la sirvienta del templo, también apunta: ‘Entonces comió Enkidu el pan, comió hasta
saciarse, bebió el vino, bebió siete veces…’ 26, indicando estos dos hechos el paso de nivel de
Enkidu de hombre salvaje a civilizado.
No solo los poemas referidos a Gilgamesh recogen dentro de la literatura sumeria la
importancia del número siete. De hecho, quizás donde más claramente éste número está
relacionado con leyes universales y conceptos místicos, es en el hermoso poema de la bajada de
Inanna a los infiernos. Siete son las leyes divinas, representadas en siete prendas, que va
perdiendo una a una según cruza cada una de las siete puertas hasta entrar en el inframundo.
Se establece así una simetría entre el cielo con siete objetos visibles, con el inframundo, que en
consecuencia también debe constar de siete niveles.
Este número podría haber sido multiplicado por 10 por algún razonamiento que no conocemos pero que
es indicado por los 10 reyes y los 10 patriarcas.
24
E. O. James, “El Templo, El espacio sagrado de la caverna a la catedral”, 1964. Ediciones Guadarrama,
Madrid, 1966. Páginas 127 y 128.
25
Silo, “Mitos raíces Universales”, publicado en Argentina por Editorial Planeta, 1991; en España por
Editorial Antares, 1991.
26
Sobre la simbología del número siete se puede encontrar alguna información en dos artículos del
mismo autor: “La Ley de 7 o Ley de Octavas”, http://www.revista.farosdelahumanidad.org/?p=901, y “El
Sepher Yetzirah y la Cábala”, http://www.revista.farosdelahumanidad.org/?p=816
17
Por otra parte, se establecen ciclos anuales de doce meses, con divisiones estacionales,
adoptando el año solar como unidad de tiempo, y sobre el mapa estelar se dibujan doce
constelaciones.
También son diversas las traducciones al plano humano. El consejo consultivo del rey consta de
doce ancianos, y las constelaciones se adjudican a dioses y se asemejan a características
humanas. Igualmente, encontramos su reflejo en la construcción de la ciudad27, “Los modelos
del templo y de la ciudad son, podríamos decir, «trascendentales», pues preexisten en el cielo.
Las ciudades babilónicas tenían sus arquetipos en las distintas constelaciones: Sippar en la de
Cáncer, Nínive en la Osa Mayor, Asur en la de Arturo, etc. Esta concepción se generalizó en el
Oriente antiguo.” Eliade avanza un poco más estableciendo la misma relación entre los actos de
hombres y seres divinos: “En efecto, la teoría de los modelos celestes prolonga y desarrolla la
concepción arcaica, universalmente difundida, según la cual las acciones de los hombres son
simplemente una repetición (una imitación) de los actos revelados por los seres divinos.”
La división en doce tablillas del poema, realizada por Sinleke'unnenni, nos parece, así pues,
intencional y no casual.
A MODO DE SÍNTESIS
En Uruk se produce una explosión de inventiva y desarrollo. El hombre se maravilla con el
funcionamiento de la rueda, crea en los números abstracciones del mundo, formaliza
pensamientos en unos signos grabados en tablillas y los trasmite a otros, que son capaces a su
vez de entenderlos. Se levantan altas murallas, sus templos simulan montañas, y los sabios
miden el tiempo a través de la observación de los astros.
Se puede intentar visualizar aquella primera experiencia humana, para constatar que no se es
capaz. Pero podemos intentar vislumbrar el impacto que les produjo, a través del mito. Esas
impresiones se tradujeron en imágenes que plasmaron en sus poemas e historias. El despertar
de la conciencia y su relación con el sexo. La búsqueda del sentido de la vida, y como la fama no
es suficiente ante la perspectiva de la muerte. La rebelión contra dioses y leyes terrenas, y las
revelaciones relacionadas con el desarrollo de la vida y la transcendencia. También una
comprensión de los ciclos y ritmos que habían de ser válidos igualmente para los cielos, para el
hombre y para el inframundo, porque, ¿qué motivo tendrían los dioses para crear un mundo
que no participara es todas sus partes de su propio ser?
Y por último, pero igualmente importante, la sospecha de que la reescritura posterior de la
epopeya por parte de un sacerdote erudito, genial en cuanto a su compilación ordenada de
todos los elementos, está auténticamente llena de aquello que llamamos sabiduría ancestral.
27
Mircea Eliade, “Historia de las creencias y las ideas religiosas”, capítulo III, Las religiones
mesopotámicas.
18
ANEXO. NOTAS SOBRE EL SÍMBOLO EN EL MITO.
Si partimos de la proposición de una relación estructural entre la conciencia y el mundo, que es
cambiante según diversos factores que configuran diferentes estados para esta conciencia,
podemos convenir en la existencia de un estado específico de conciencia poética, en el cual el
mundo de los significados se peralta sobre el de los hechos. El poeta, mediante la traducción de
estados internos, creará imágenes que a otros servirán para comprender el mundo, estructurar
sus creencias y orientar su acción. Esta situación también fomenta que las imágenes se
constituyan como símbolos, pero la capacidad de entenderlos descenderá gradualmente a
medida en que nos alejemos temporal y culturalmente. Pero será necesario comprender cómo
se transforman los símbolos, para saber distinguir, dónde se encontraba el mito para las
personas de aquel momento y lugar.
El estructuralismo y la semiótica, nos enseñan que el signo es la relación entre un objeto, real o
no, (Referente), una imagen acústica, visual o táctil (Significante), y su Significado, o la lista de
objetos mentales que le dan sentido. Por ejemplo, escribiremos la imagen visual “casa”, que
hace referencia a un ente que conocemos, y donde solemos vivir, y dentro de su significado
cabrán diferentes tipos de habitáculos, pisos, cabañas, etc.
Sin embargo, en este triángulo, cuando tratamos con el mito, el símbolo adquiere una nueva
entidad que transciende a los elementos que lo componen. Por ejemplo, habrá una palabra que
represente una “muralla”, y unas características determinadas: es más o menos alta, delimita
un espacio, tiene usos defensivos, etc. Pero la “muralla de Uruk” transciende a sus
características, divide el mundo salvaje del civilizado, fuera está el mundo natural y dentro el
saber y la ciencia. Y en algún momento esto toma una fuerza y un significado especial, y ya estas
murallas no son una construcción que delimita una ciudad, sino un símbolo diferente y claro
para el contemporáneo de Gilgamesh, con un significado que ha ido más allá de los límites
naturales de la construcción.
Cuando las características del objeto referenciado y los diferentes significados del símbolo,
entran en el campo del mito es porque generan una nueva entidad que no se explica por lo
anterior. Si, por ejemplo, enumero las características del dinero y los significados que le damos
al término, y a continuación enuncio, “cuando tengo dinero siento que mi vida tiene sentido”,
nada de lo anterior se aplica a esto y el dinero se habrá convertido en mito. Esta afirmación
podría raramente expresarse en voz alta, pero no es necesario, si la imagen mental existe. Hay
estudios que muestran casos frecuentes de seguidores de equipos de futbol, que la semana en
que ha ganado su equipo, cambian sus comportamientos y sus formas de relación. Quizás nadie
diga, “si mi equipo gana, esa semana me sentiré un triunfador, y tendré confianza en mí mismo”,
pero si la imagen mental opera de esta forma, el significado de ese equipo, y sus símbolos han
entrado en el campo de lo mítico igualmente.
Así pues, dentro del relato, especialmente del lejano cultural y temporalmente, detectaremos
los elementos míticos si conseguimos reconocer símbolos que se ha transformado, llevado sus
significados más allá de lo que las propiedades del referente podrían sugerir, y habremos de
distinguirlos de las “creencias” que son significados que se han dado a un elemento, hoy
desactualizados pero vigentes en su momento, y no necesariamente míticos.
19
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