Imaginemos un México nuevo,

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Otra Comarca Lagunera
Imaginemos un México nuevo,
pintémoslo con nuestros colores
Benilde Manteca y Pilar Martínez
Hay en la Comarca Lagunera... como si
hubiera pasado una guerra y se estuviera en la
resaca. El campo completamente destruido, altas
tasas de desempleo, una sobre explotación de la
fuerza de trabajo, destrucción de la seguridad
social. Como si acabara de entrar un ejército de
ocupación —en este caso el ejército de los políticos— y hubieran obrado, con sus manos y con sus
leyes, la destrucción que hubiera sido posible sólo
con bombas y con balas.
Delegado Zero, Gómez Palacio, Dgo. 5 de
noviembre de 2006.
Ejido Las Mercedes. Inicia la
segunda etapa en La Laguna
Entre el 13 y el 22 de abril se llevó a cabo, en la
Comarca Lagunera, la segunda etapa de La Otra
Campaña. Los comandantes Zebedeo, Miriam y
Eucaria, delegados 2, 3 y 18 de la Comisión
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Sexta, se reunieron con adherentes y simpatizantes de la región para dar seguimiento a los trabajos iniciados en la primera etapa y recoger sus
demandas en vistas a la construcción del Programa Nacional de Lucha.
Durante dos días la Comisión Sexta se reunió
en el Ejido las Mercedes del Municipio Francisco
I. Madero, Coahuila, con ejidatarios adherentes de
Las Mercedes, La Fe, Lequeitio y San Buenaventura, con amas de casa, maestros de educación
básica, adherentes de Torreón, simpatizantes de
San Pedro de las Colonias y militantes del Partido
de los Comunistas.
La Comarca Lagunera ha pasado de ser un
vergel a un páramo; el agua, de la que en abundancia disponían los ejidatarios para sus siembras, hoy
es acaparada y sobreexplotada por industrias como
Coca Cola y LaLa. Las denuncias de los ejidatarios
abundan en este aspecto, el compañero Felipe
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señala: “... nosotros aquí en Las Mercedes hemos
estado luchando por dos norias, y la lucha no es en
contra de los mismos campesinos... sino la lucha la
hemos dado en contra de un terrateniente... y ese
terrateniente es una señora María Cristina Tricio,
es la que está invadiendo aquí... Son las autoridades: la procuraduría agraria, los tribunales agrarios...” Y el compañero Pablo puntualiza: “... el
agua rodada ya la tienen todos los terratenientes,
aparte de los mantos acuíferos, ya todas las norias
están rentadas y otras vendidas ilegalmente... las
norias no pertenecen a un grupo, pertenecen a toda
la comunidad...”
La falta de apoyo del gobierno y cómo los
acaparadores de las tierras son quienes deciden el
precio de los productos son denuncias que hace
Felipe, del ejido las Mercedes: “... Esos mismos
Tricio que nos están quitando la tierra, que ya se
quedaron con las norias... ya no hay dónde el que
el gobierno diga: los campesinos tienen su algodón y crédito, los campesinos levantan su cosecha
de maíz y les vamos a poner un precio. No. Los
deja que ellos los [Tricio]les pongan los precios y
entonces ahí vamos a dar con ellos mismos, esos
mismos y aunque andes luchando, verles la cara a
que me den la semilla del maíz, la semilla del
sorgo y luego pa lo mismo, te van a pagar como
ellos quieren...”.
La situación en San Pedro de las Colonias no
es diferente, comentan cómo se han visto obligados
a vender o rentar la tierra por la falta de créditos,
dice la señora Margarita: “Los ricos así nos tienen,
así marginados ¿me entienden? No hay precios de
garantía, sacas el melón, sacas la sandía y te la
pagan a una miseria. Para el de abajo no hay precio, el tomate no tiene precio, lo tiran, pero todo lo
que se gasta en el campo se lleva con la maquinaria; se gasta en la maquinaria. Entonces si no hay
crédito, entonces pues de dónde vamos a salir. En
San Pedro, no tenemos agua, el agua la llevan de la
ciudad de Torreón y llega [de] Francisco I. Madero
para Río Blanco, pero de ahí en adelante hay
muchos establos y el agua está utilizada y pues los
ricos siembran muchos nogales con agua potable,
estamos escasísimos de agua... ahí los verdaderos
dueños del agua son los que tienen vacas, ahí las
vacas son las que andan bien bañadas, pos nosotros los humanos andamos ajenjos”.
Sobre el tema de la educación, los ejidatarios
denuncian el abandono de las parcelas escolares y
cómo ahora son rentadas para otros usos. Un maestro denuncia cómo los cambios de programas y el
estar sujetos a su cumplimiento los ha llevado a la
mediocridad, a aparentar que se enseña desde la
Enciclomedia. Denuncia cómo se suprimió la
enseñanza de la clase de civismo y con ello el respeto a “toda la cultura, todas las tradiciones… me
acuerdo de que en sexto íbamos a la parcela escolar y nos enseñaban y ahorita ya no existe eso, ya
con al parcela escolar el niño se relacionaba con
lo de la tierra, cómo crece una planta, cómo se
desarrolla y ahorita ya no vemos eso, ya no hay
huertos escolares”.
San Pedro de las Colonias y Ejido
El Cambio
El 16 de abril, en San Pedro de las Colonias, la
Comisión Sexta se reunió con un grupo de simpatizantes miembros del Comité de Protección
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Frente a la angustia de los ejidatarios presentes, los delegados de la Comisión Sexta les hablaron de su experiencia de lucha previa al 94, de
cómo durante años trataron de buscar soluciones
legales pero siempre encontraron que las puertas
se les cerraban. El Comandante Zebedeo los invitó
a organizarse, a no desesperarse y a derrotar al
miedo: “el peor enemigo del hombre es la desesperación y el miedo”. Con sus palabras sencillas,
los delegados de la Comisión Sexta les hicieron
ver que sólo con la organización de los de abajo se
logrará detener la rapiña de los grandes empresarios y de la clase política que actúa como cómplice
de este gran despojo.
Ciudadana Barrio Nuevo, amas de casa y militantes del Partido de los Comunistas. En esta
reunión se denunció la represión contra el campamento que el Comité de Protección Ciudadana
Barrio Nuevo sostiene en contra de la gasolinera.
Con la voz quebrada por la impotencia, una
compañera del Comité de Protección Ciudadana
Barrio Nuevo, ante los delegados de la Comisión
Sexta denunció la represión sufrida el 7 de marzo
pasado, cerca de las 11 de la noche. Habían mantenido más de un año el plantón contra la instalación
de la gasolinera “la cual pusieron en operación al
margen de la ley con el conocido y odioso tráfico
de influencias, sin tomar en cuenta que esta área
es habitacional”, pero pesaron más los intereses y
el dinero de la propietaria, María del Socorro
Fakuze Abdul, que la voluntad y la resistencia de
los pobladores de la zona.
En el ejido El Cambio, los ejidatarios nombraron a sus enemigos y reiteraron la denuncia
sobre el despojo de sus tierras por parte de una
empresa que pretende explotar los yacimientos de
yeso que ahí se encuentran; de las mil 240 hectáreas que poseían, ya nada más les quedan 300.
Hace varios años las rentaron a la empresa Nazas
(desaparecida hace 10 años) para que explotara
una veta de yeso, pero hoy son demandados por
otra empresa y por el regidor Cornú Máynez; 26
de ellos tienen órdenes de aprehensión. Así explican los ejidatarios su situación: “Somos 218 ejidatarios los que tenemos el problema de despojo...
Cuando nosotros quisimos recuperar nuestra tierra, y tener derecho a venderla o algo, se nos obstruyó totalmente por el dinero, porque el señor
[Cornú Máynez] es muy poderoso, porque el señor
ha sido diputado y ahorita es regidor... Como
dicen los compañeros, estuvimos a punto de decirle: ‘mire, aquí está el título, porque realmente con
su dinero no podemos’... por el miedo que le están
metiendo a la gente, que los van a encerrar y que
los van a encerrar, estamos cediendo a vender
barato por tal de que quiten eso... Nosotros exigimos una copia del contrato anterior con todo y las
firmas de nosotros... porque nos quieren exigir que
les fírmemos otra vez de nuevo, pero no nos están
presentando el contrato anterior ni las firmas
anteriores. ¿Quiere decir que entonces les vamos
a firmar dos veces?”.
Torreón
Llegados a Torreón, donde los venenosos desechos de plomo, arsénico y cadmio de la empresa
Peñoles contaminan ostensiblemente todo el
entorno, los delegados de la Comisión Sexta escucharon nuevamente el dolor provocado por la
explotación, el despojo, la represión y el desprecio, las cuatro ruedas sobre las que implacable
avanza el capital.
Además de una reunión plenaria, las jornadas
de trabajo en Torreón se desarrollaron en diferentes mesas temáticas: jóvenes y estudiantes, mujeres, trabajadores y educación. En ellas
participaron ejidatarios adherentes de Las Mercedes, el Colectivo de jóvenes Tierra y Libertad,
miembros de Comunidades Eclesiales de Base,
adherentes individuales, militantes del Partido de
los Comunistas, estudiantes y maestros de la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UAC, estudiantes de la Escuela Agraria Antonio
Narro, del Instituto Tecnológico Regional y de
escuelas privadas, jóvenes de la Juventud Comunista de Saltillo, obreros de la empresa textilera La
Estrella, de Parras, Coahuila, maestros y maestras
de la secciones 35 y 38 del SNTE agrupados en la
Asociación de Trabajadores de la Educación y
maestros y estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional.
En estas sesiones se hicieron múltiples
denuncias. La compañera Alejandra habló de los
abusos de la empresa Peñoles: “Nosotros aquí en
Torreón, en la región lagunera, tenemos esa fábrica
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de envenenamiento... que sí está envenenando a
nuestra gente y nuestros niños y que el gobierno
federal y el gobierno municipal a lo mejor ellos
piensan que ya resolvieron el problema. Pusieron
unas láminas para cubrir que no saliera la contaminación hacia afuera, retiraron a las gentes que vivían ahí alrededor, pero en realidad hicieron una
plaza donde la contaminación sigue abajo, aunque
los árboles estén ahí. Peñoles se comprometió a
limpiar las casas de la gente que vive alrededor...
les instalaron una clínica para atender a los niños
con plomo ahí mismo, en ese sector donde está
totalmente contaminado... [y] aunque haigan sacado a la gente de ahí, de la Luis Echeverría, pues la
gente ya se fue emplomada y a lo largo de los años
pues les va a afectar. El hecho de que se haigan ido
no quiere decir que ya se resolvió el problema”.
Los estudiantes señalaron que en la actualidad la educación se restringe a capacitar a los jóvenes para que se conviertan en mano de obra barata.
Hablaron de la poca preparación y falta de compromiso de muchos de los maestros y describieron
la represión que sufren en algunas escuelas de educación superior, donde no pueden ni siquiera
repartir un volante.
El comandante Zebedeo resaltó el importante
papel de los jóvenes en este futuro que ya se construye: “... base de todas las demandas que tenemos
como pueblos mexicanos compañeros, son los
compañeros jóvenes, aunque nosotros hacemos
bien ahora nuestro Plan Nacional pero sin nuestros jóvenes no lo vamos ayudar a pensar en mejorar esta vida, todos nosotros, los que estamos aquí
sentados, le vamos a decirle adiós a este mundo y
¿quiénes quedan para vigilar nuestro Plan Nacional para el siglo XXII, para el siglo XXIII, para el
siglo XXIV?”
Las mujeres describieron el desprecio, la violencia y la discriminación que padecen. Hablaron
de su lucha por conseguir servicios de agua, drenaje y luz para las colonias. Señalaron cómo los
medios masivos de comunicación, en particular la
televisión, promueven a las mujeres sólo como
objetos sexuales. Resaltaron la necesidad de
luchar por la igualdad.
Las palabras de las comandantas Miriam y
Eucaria pusieron el énfasis en la ubicación del verdadero enemigo: “... no vamos a quedar ahí nada
más por el derecho de las mujeres, contra el
machismo, porque no es nuestro enemigo, pues,
los compañeros. Mediante el paso que vamos a ir
dando mediante la organización de cómo vamos a
organizarnos hombre y mujeres, ahí vamos a ir
resolviendo los problemas que tenemos como
mujeres, vamos a ir entendiendo poco a poco... el
enemigo más, más grande es el capitalismo pues,
porque son ellos que nos han educado de esa
forma... Pero yo creo que, con esta lucha es ver lo
grande: el enemigo pues. Hasta dónde esta el raíz,
lo que nos está haciendo daño a todos pues, que
nos quieren ver muertos, por eso es importante en
nosotros, como mujeres hombres, niños, jóvenes,
ancianos, debemos de organizarnos juntos y llevarnos la mano juntos y hacer una fuerza pues y
juntar todo lo que sentimos pues a un Plan Nacional de Lucha, o sea, no cada quien con su lado
sino que tenemos hacer algo grande pues, para
que se puede cambiar nuestro país.
“Como mujeres hemos aprendido a caminar
y luchar por todos esos maltratos. Pero ahora ya
sabemos muy bien cuál es nuestro derechos, nosotras como mujeres tenemos derecho de participar,
tenemos derecho de gobernar en nuestros municipios autónomos, y también en nuestros pueblos.
Tenemos derecho y obligación de participar en los
trabajos colectivos para el beneficio de nuestros
pueblos y del municipio autónomos. Como mujeres zapatistas estamos luchando para demostrar
que somos capaces de decidir cualquier trabajo”.
Un trabajador narró la serie de injusticias que
han vivido como trabajadores despedidos de La
Estrella, a quienes la empresa, en contubernio con
los dirigentes sindicales, acusa de despojo; seis de
ellos fueron encarcelados. Expusieron ante los
asistentes las dificultades que enfrentan para conseguir empleo en la región, pues son ‘boletinados’
por la empresa propiedad de Antonio Rivera que
tiene filiales en Torreón, Querétaro y Carolina del
Norte y cuyo poder económico se extiende hasta el
continente africano, en el que tiene minas.
Un compañero de las Comunidades Eclesiales de Base denunció que en los municipios de San
Pedro de las Colonias, Torreón y Francisco I.
Madero hay jornaleros agrícolas indígenas de San
Luis Potosí, de Hidalgo y de Veracruz, a quienes
les pagan 80 pesos diarios y les dan de comer sólo
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La tierra es pa’ quien la trabaja
“Quisiéramos que ustedes también imaginen un
México nuevo, imaginen una independencia, una
libertad, una democracia en manos del pueblo.
Imaginemos un gobierno del pueblo, imaginemos
un presidente municipal del pueblo, imaginemos
un municipio autónomo, que sea de ustedes, imaginemos una clínica del pueblo, imaginemos una
PGR o un procurador de justicia que realmente es
del pueblo, imaginemos una comisión agraria que
le resuelva las necesidades del pueblo sin que
haya trampa, sin que alguien se corrompa, imaginemos que cuando tengamos un gobierno que traiciona y que no escucha las necesidades del pueblo,
entonces el pueblo que grite y que lo quite”.
Comandante Zebedeo, abril de 2007.
En la Comarca Lagunera la rabia y la decisión de lucha de los adherentes no se queda en
meras denuncias, cuando los delegados de la
Comisión Sexta los invitan a plantear sus demandas para construir el Programa Nacional de Lucha,
los ejidatarios de Las Mercedes no titubean:
“...Queremos una nueva Constitución, porque todos los artículos que más nos favorecían a
nosotros, están violados y nosotros queremos ya por decirlo ansina- reformar todo eso, que sea a
favor de nosotros los campesinos. Así como ellos
lo han hecho, que todos los artículos que nos favorecían a nosotros los han derogado, todos, entonces nosotros ¿por qué no luchar por algo así?...”
Las experiencias que compartieron con ellos
los delegados de la Comisión Sexta, los animaron
a intentar avanzar en sus propias formas de organización, recogiendo el espíritu colectivo e incorporando a hombres y mujeres en todos los proyectos
y actividades.
Los ejidatarios se proponen: “... poner
nuestras propias normas y aplicar esas normas
que tanto soñamos con ganarnos y poner nuestra
normatividad de cómo queremos trabajar en
colectivo y de cómo queremos vivir y que las normas que allí establezcamos se vayan tomando
decisiones”. “...El colectivo nos permite ver
otras necesidades que tenemos y avanzar juntos
dentro de la lucha, porque si cada quien se quedara con su propia tierra, pues ya se olvida del
sopa y frijoles; sólo en San Pedro de las Colonias
hay 5 mil indígenas, en toda la región hay entre 7
mil y 10 mil indígenas ubicados en latifundios disfrazados de pequeñas propiedades. Como en el
profiriato, 40 ó 50 trabajadores viven hacinados en
galeras infestadas de cucarachas y chinches.
Otros trabajadores expusieron las terribles
condiciones de trabajo en las maquiladoras de la
región, donde los trabajadores no gozan de ningún
derecho laboral y, como narró otro trabajador de
Gómez Palacio, son despedidos por intentar constituir un sindicato independiente.
La discusión en la mesa de trabajadores de
educación -que originalmente se celebraría en las
instalaciones del UPN pero que les fue negada de
último momento por la autoridades estatales de
educación-, se centró en la denuncia del sindicato
charro que, en contubernio con las autoridades
federales y estatales han despojado a los maestros
de todas sus conquistas laborales y como ejemplo
señalaron la reciente reforma a la ley del ISSSTE.
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compañero, de la compañera, que cada quien
resuelva sus problemas, pero el colectivo nos da
la ventaja de estarnos reuniendo, de tener asambleas, de discutir lo que nos está afectando...”.
Y una compañera añade: “Yo siempre he pensado que la mujer tenemos que ir de la mano del
hombre y el hombre de nosotros, nuestros compañeros. A veces, sí es cierto, como mujeres tenemos
muchas cosas que hacer y a veces el hombre no
nos da la confianza, a veces no nos dejan. ‘No, que
porque ya te vas y vas a dejar sola la casa’o cuando los niños están chiquitos, ‘que los niños’, miles
de pretextos que nos ponen y yo siempre he dicho
si no es con el compañero, entonces con quién va a
ser; si no lo vamos a entender nosotros, si no le
vamos a dar la confianza nosotros, ni ellos a nosotros, entonces ¿cómo vamos a avanzar?,
¿cómo?...”
En su discusión, los ejidatarios de Las Mercedes ubican claramente al enemigo principal:
“...Y así estamos igual, porque estamos queriendo
luchar contra el capitalismo y estamos nosotros
tentados del capitalismo, tenemos el signo de
pesos metido aquí y mientras que no nos lo sáquenos, ahí estamos ‘que yo quiero diez hectáreas,
que yo quiero seis’, pero nunca voy a estar pensando en trabajar para mi comunidad... Esa es mi
propuesta: que la tierra quede en colectivo y el que
quiera trabajar, y el que no, a ver dónde se va a
seguir a los capitalistas a otro país”.
Para los ejidatarios la construcción del Programa Nacional de Lucha no se traduce sólo en
una lista de demandas
a futuro, han decidido
comenzar a organizarse desde ahora,
experimentando la
siembra colectiva en
un terreno que ha
puesto a su disposición una compañera
del ejido: “... que se
sembrara un cuartito
de una hectárea, pa’
un cáliz y empezar a
ver quién; el proyecto
es de todos, pero
empezar a ver quién
puede, porque orita nosotros podemos irlo
haciendo ese proyecto, nosotros. Sembramos un
cuarto de hectáreas de maíz, es como una prueba,
pero ese llevarlo hasta su final, no es que ya sacamos el maíz y hay que venderlo, que lo compran a
peso, 1. 50 ó 2 pesos, no, nomás que ese proyecto
no es para hacer un cinco, sino es para aprender.
Decimos nosotros, vamos a recuperar los gastos
que ahí se metan y enseñarnos que el maíz,
elote..., ¿vamos a venderlo?, no. Yo creo que no es
negocio, tenemos que dejar otra parte porque lo
queremos para hacer pinole, para hacer pan de
maíz, para hacer gordas y entonces ahí participan
las mujeres, ahí está la parcela de Olga. Vamos a
ver cómo buscamos semilla, pero ya no nosotros,
pero ya sería todos, ya siembra nomás maíz, frijol, para empezar a jalar lo colectivo, trabajarlo
allí en colectivo... Pos ya está, el maíz, un cuarto
de hectárea para aprender, eso es nomás un
aprendizaje que vamos a dar”.
Y comenzando a soñar, el sueño avanza:
“Una hectárea o dos hectáreas de maíz, de grano,
para grano y si le ponen tantita atención a lo que
les voy a decir, esas dos hectáreas de rastrojo que
queda ahí se puede empacar. Yo sé que hay varios
establos aquí en la Comarca Lagunera, muy grandes, que compran pacas de rastrojo, de pasole -no
sé cómo le llamará allá por donde viven ustedes- y
sale tanta pastura que pueden vender a 10, a 15,
20 pesos la paca. Creo que ahí, en esas dos hectáreas de rastrojo, pues nomás imagínense si salie
ran mil pacas de rastrojo, nomás...”
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