Modificaciones a la Ley que fija normas para la prevención y sanción de Hechos de violencia en recintos deportivos con ocasión de espectáculos de fútbol profesional: Plan Estadio Seguro Antecedentes En 1994 se dictó la primera Ley de Violencia en los Estadios (Nº 19.327). Abarcaba exclusivamente a espectáculos de fútbol profesional. En los gobiernos de la Concertación no tuvo una buena evaluación, no fue una herramienta efectiva y nunca se dictó el reglamento correspondiente. En abril de 2011 se lanzó el Plan Estadio Seguro, cuyos ejes eran prevenir, proteger y sancionar y en el diagnóstico de que el público que asistía a los estadios había decrecido por el temor de las personas por ser víctimas de delitos antes, durante o después de los partidos. En 2012 se publicó la Ley Nº 20.620, que modificó la ley de 1994. Sus principales contenidos son: Espectadores: multas y prohibición de asistir a espectáculos de futbol profesional (6 meses a 1 año, que se aumenta en caso de reincidencia). Se sancionan conductas como arrojar objetos contundentes que pongan en riesgo la seguridad de las personas; irrumpir sin autorización en el campo de juego; portar bengalas o petardos; consumir o portar bebidas alcohólicas y drogas. Autoridades: los intendentes tienen la facultad de exigir a los organizadores implementar medidas se seguridad, entre ellas, designar un jefe de seguridad; contratar guardias de seguridad privada y determinar su cantidad; instalar y utilizar recursos tecnológicos tales como equipos de rayos x, cámaras de seguridad y detectores de metales u otros; y establecer la ubicación de la zona de barras en sectores separados y claramente delimitados. En caso de incumplimiento, el Intendente puede disponer la suspensión del espectáculo. Organizadores: contar con sistemas de control de acceso y grabación de los asistentes a los espectáculos. También debía haber un Registro de Contribuciones en dinero o estimables en dinero de parte de una organización deportiva a los hinchas o simpatizantes. Tampoco podían entregar financiamiento a los hinchas o contribuciones para incidir en decisiones. Los organizadores podían accionar la Ley de Violencia en los Estadios. Poder Judicial: Sancionar con multas la reventa de entradas, entradas falsificadas y la prohibición de asistir a espectáculos de fútbol profesional como medida cautelar. Carabineros: se reforzó la prohibición de ingreso de elementos que puedan ser utilizados para provocar lesiones o daños, o alterar el normas funcionamiento. Ën marzo 2013 se dictó el Reglamento que fijó normas para prevención y sanción de hechos de violencia en recintos deportivos con ocasión de espectáculos de fútbol profesional. Este incluyó: Autoridades: Información de Medidas de Seguridad y Orden Público para el Fútbol Profesional que deben entregar las Intendencias y las condiciones de ingreso y permanencia en los espectáculos, autorización de los estadios para la realización de Espectáculos de Fútbol Profesional, clasificación de Riesgo en los partidos y su forma determinación y Comisiones Regionales para la prevención de la violencia en los espectáculos de fútbol profesional. Clubes: Las ley les dio un plazo de 18 meses (se cumplieron hace seis meses) a los clubes para disponer de un sistema de control de acceso e identidad y un sistema de circuito cerrado de televisión (CCTV), que debe grabar el 100% del aforo antes, durante y después del evento y permitir la obtención de evidencias que permita identificar a las personas que cometan delitos o faltas. El control de acceso a los estadios es con cédula 1 de identidad y ticket válido, se debe controlar que no ingresen personas con prohibición judicial y que entren al sector correspondiente. La gestión es conjunta, pues en marzo de 2012 se creó el Comité Nacional de Seguridad en los Estadios, integrado por un representante del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, uno de Carabineros de Chile y uno de la ANFP. Además, se formaron los Comités Locales por estadio. En septiembre de 2014 el gobierno ingresó un proyecto que modifica las leyes de 1994 y 2012: Amplía el ámbito de aplicación de la ley a una serie de hechos que llama “conexos” que ocurren fuera de recintos deportivos, como entrenamientos, los denominados “banderazos”, manifestaciones. Clubes y recintos deportivos: los sanciona ante el incumplimiento de las obligaciones. Espectadores: entrega a los Juzgados de Policía Local las faltas. También se propone crear un Registro de prohibiciones judiciales de ingreso a los estadios, el que quedará radicado en la Subsecretaría de Prevención del Delito Carabineros: Supervigila el cumplimiento de la ley. Intendentes: Tendrán herramientas administrativas para ejercer la potestad reguladora y sancionadora, para requerir a los organizadores el cumplimiento de mayores exigencias de seguridad. Idea Central: No nuevas leyes, sino mejor gestión de la normativa actual y coordinación de todos los involucrados El foco de la iniciativa del Ejecutivo no se hace cargo de uno de los principales aspectos a mejorar y que no requieren iniciativa de ley, cual es la gestión y los criterios de aplicación de la normativa en los recintos deportivos, para solucionar los reclamos de la familias que quieren asistir a los espectáculos, pero que se inhiben de hacerlo por temor a ser víctimas de algún hecho delictivo. Los gobiernos de la Concertación dictaron una ley “vacía”, que en 18 años no tuvo reglamento y no contribuyó a solucionar la afluencia de familias a los estadios al disminuir la sensación de temor. El gobierno de Sebastián Piñera, por el contrario, hizo modificaciones para hacer operativa dicha ley con un nuevo cuerpo legal y dictó el reglamento correspondiente. En definitiva, las bases del Plan Estadio Seguro del gobierno de Sebastián Piñera abordan diversos aspectos del proyecto de modificación del actual Gobierno, y constituyen herramientas suficientes, las que bien aplicadas o implementadas podrían mejorar notoriamente los problemas que se suscitan en los espectáculos futbolísticos. Además, el actual Gobierno -que no contempló esta temática en su programa- propone estos cambios legales a sólo 2 años de la entrada en vigencia de la Ley de Violencia en los Estadios y a 6 meses de la aplicación de varias de sus normas, como la que obliga a los clubes de tener instalados y funcionando los controles de acceso y las cámaras de grabaciones. Esto es una clara muestra de legislación apresurada, sin ni siquiera haber evaluado adecuadamente las normas que acaban de entrar en vigencia. Además, estos cambios apuntan en sentido contrario a todos los avances logrados en el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, que consistían en entregar responsabilidades a los clubes y organizadores. Este Gobierno ha preferido el camino de devolver obligaciones a Carabineros, aumentar las facultades de los Intendentes, y entregar el Registro de Prohibiciones de Ingreso a los Estadios a la Subsecretaría de Prevención del Delito, es decir, devuelve responsabilidades al Estado: 2 Sobre Carabineros, lo que requiere es que el Gobierno le entregue los recursos para su capacitación en las funciones que cumple en la actualidad y no que, como está planteado en el proyecto actual, se le devuelvan responsabilidades restándoselas a los clubes. El Intendente tendría excesivas atribuciones cuando sería más efectivo un mayor trabajo de coordinación con todos los involucrados, entre ellos clubes y organizadores, Carabineros y Ministerio del Interior. Esto se vuelve riesgoso cuando se analiza su elección popular y su labor en esta materia podría transformarse en elemento más de campaña, politizando el tema en su debate, iniciativas y soluciones. Los derechos de los asistentes, en tanto, ya estaban incorporados en la normativa y protocolos dictados en el Gobierno anterior. En cuanto a los delitos y faltas, estas deben ser fiscalizadas, para no ser letra muerta Propuestas: a) Menos controles de acceso y más eficientes: En la actualidad existe una gran cantidad de controles en el ingreso al estadio y han demostrado ser en su gran mayoría ineficientes en los principales objetivos, Se requiere rediseñar los sistemas de control de acceso de una manera que permita ser expedita y eficaz, que permita hacer controles pero que no termine generando incomodidades a todos los asistentes por culpa de algunos violentistas. La eficiencia en controles de acceso de los asistentes a los encuentros deportivos debe permitir saber con exactitud cuantas personas ingresaron a los estadios, la identidad de dichas personas y en consecuencia, que no accedan al espectáculos los individuos que tiene prohibición de acceso y por último, que ingresen a la zona del estadio para cual compraron su entrada y en el asiento indicado en la misma (avanzar en el aumento de los abonados). Con esto debe darse garantías de no impunidad en el evento que se cometan ilícitos, porque es posible identificar a los responsables. Hoy existe la tecnología para realizar control biométrico, lectura de carnet de identidad, lectura de microchip en las nuevas cédulas, etc. Se debe poner especial énfasis en la necesidad de complementar los accesos eficientes con la numeración en el asiento asegurado, en especial en los espectáculos de alta convocatoria, de forma de reducir la ansiedad de los hinchas de llegar con numerosas horas de anticipación por el sólo hecho de intentar obtener una buena ubicación. En la actualidad en algunos recintos este trato es verdaderamente indigno para los hinchas, es impresentable que con la actual tecnología disponible, por ejemplo, en el próximo superclásico a disputarse en el estadio Monumental menos del 5% de las personas tengan su asiento numerado, esto obliga al 95% de los asistentes a llegar con una anticipación exagerada si es que quieren tener una buena ubicación. b) Funciones de los guardias de seguridad privados: El rol que se encuentran cumpliendo actualmente los guardias de seguridad en los recintos deportivos es a lo menos cuestionable, es evidente que no tienen las capacidades ni herramientas para afrontar una situación que se salga de control en términos de violencia, como están planteados hoy son figuras que nI siquiera cumplen un rol disuasivo. c) Hacer más expeditos los procedimientos judiciales: Parece urgente crear un mecanismo que permita a Carabineros y a los guardias de seguridad privados hacer en forma expedita las denuncias correspondientes, salvaguardando el merecido descanso y seguridad de los funcionarios. En el caso de los procedimientos, debieran aplicarse sistemas similares a los partes de tránsito de carabineros y que en forma directa los violentistas por defecto queden en las listas de derechos de admisión que les impiden asistir a los estadios, esto facilitando un rol de trabajo que no termine dependiendo de los enormes retrasos que tiene la justicia en su aplicación, no sólo 3 en términos de los hechos cometidos en recintos deportivos, si no que cualquier hecho delictual en general. d) Capacitación de policías: Se hace necesario entregar mejor capacitación a nuestra policía uniformada, sobre todo recogiendo la experiencia de países que lograron erradicar estos hechos de violencia. Sólo una vez aplicadas las medidas anteriores y en pleno funcionamiento podría evaluarse modificaciones a la ley que permitan complementar las propuestas, donde se podrían analizar medidas drásticas y que han demostrado ser efectivas en otros países como: e) Garantizar que los violentistas no ingresen a los espectáculos deportivos: Además de una adecuada y oportuna verificación en el Registro de Prohibiciones de Acceso, a los que hayan sido sancionados por hechos graves se les podría obligar a acudir al cuartel de policía más cercano (Carabineros o PDI) y permanecer durante el tiempo que dure el encuentro deportivo. f) Endurecer drásticamente las sanciones por delitos e infracciones en los estadios. Llegando a la prohibición de por vida de presenciar un espectáculo deportivo, “tolerancia cero” a la violencia en los estadios. Además debe considerarse la cárcel efectiva para la reincidencia y el desacato (ejs. Ingresa con prohibición al estadio, no se presenta en el cuartel policial, etc.). En síntesis, los problemas que se mantienen vigentes en los espectáculos deportivos, no van a solucionarse en general con más normas, se van a resolver con mejor gestión de los actores, mayor coordinación de los mismos, campañas tendientes a informar los alcances de los planes que se apliquen y una acción decidida de los actores. Santiago, 12 de Octubre de 2014.- 4