Documento 661303

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Señal Coparmex
Fortalezcamos al IFE y al IFAI
12 Febrero - 2013
Hola amigos de Coparmex, muy buena semana para todos.
La 62 Legislatura enfrenta el gran reto de construir el entramado legal que permita el
fortalecimiento de nuestras instituciones, que privilegie la capacidad profesional sobre
la cuota partidaria, avanzando en la cultura de la transparencia y rendición de cuentas,
y dejando atrás la simulación que tanto daño nos hace a nuestro país.
La semana pasada el Consejo del Instituto Federal Electoral decidió devolver a la
Unidad de Fiscalización de los Recursos de los Partidos Políticos el Dictamen
Consolidado y el Proyecto de Resolución de los Informes de gastos de campaña de
los candidatos a la Presidencia de la República que contendieron en el pasado
proceso electoral de 2012.
Se solicitó a los responsables de la fiscalización, motivar y fundamentar los criterios y
revisarlos de manera simultánea a los reportes de las campañas para Diputados y
Senadores.
El Consejo General del IFE aprobó como tope máximo de campaña para la elección
de Presidente de la República 336 millones 112 mil 84 pesos. Los gastos erogados
en las campañas presidenciales ascendieron a 220.5 millones por parte del Partido
Acción Nacional; 327.5 millones de pesos por parte de la Coalición Compromiso por
México y 398.8 millones de pesos por el Movimiento Progresista. Con base en el
Proyecto entregado por la Unidad de Fiscalización, sólo un candidato presidencial
rebasó los topes de campaña y en consecuencia, debía ser sancionado.
Sin embargo, la revisión de los gastos de campaña puso en evidencia las carencias de
nuestro diseño institucional. El sistema vigente se focaliza en la presentación formal
sin atender a la evidencia de que los topes de campaña fueron rebasados. El gasto
publicitario, el despliegue logístico, la inversión en medios de comunicación fueron
ignorados en la revisión del auditor.
El sistema vigente permite que se violente la norma y se utilicen subterfugios para
hacer que cuadren las cifras. Premia la habilidad y la simulación, y no el cumplimiento
de la ley. Un sistema así corroe la certeza y lesiona la credibilidad de los partidos
políticos.
El proyecto de Dictamen puso bajo el escrutinio ciudadano el gasto de los partidos
políticos en los procesos electorales. Celebramos que se discutan y comparen los
costos y el ejercicio del gasto que hicieron los distintos candidatos a la Presidencia.
No obstante, el informe exhibió las contradicciones de nuestros partidos políticos
porque los reportes contables resultan insostenibles si los contrastamos con la
realidad, ya que muestran el desprecio por el cumplimiento de la norma.
La Reforma Política de 1997 incrementó significativamente el financiamiento público a
los partidos políticos bajo las siguientes premisas:
Primera, los partidos políticos son entidades de interés público y se les otorgan
recursos públicos para evitar el ingreso de recursos ilícitos y privilegiar que nuestros
políticos respondan a intereses distintos a los del electorado.
Segunda, se estableció una fórmula de financiamiento que reconociendo las
peculiaridades de las distintas fuerzas políticas procura generar condiciones de
equidad en la contienda.
Los recursos destinados a los procesos electorales se incrementaron sustancialmente
en la última Reforma Política al asignar a los partidos políticos espacios en los medios
de comunicación electrónicos. Sin embargo, este incremento exponencial de recursos
resulta insuficiente para partidos y candidatos.
Es necesario que en la Reforma Política que se discutirá en esta Legislatura se
realicen adecuaciones que fortalezcan la revisión del gasto de prerrogativas de
manera eficiente. El sistema vigente que privilegia el formalismo resulta a todas luces
insatisfactorio, puesto que mina la transparencia y la credibilidad.
Además de una reglamentación que sancione de manera efectiva el rebase de los
topes de campaña, requerimos la disposición de nuestra clase política para cumplir la
ley y dejar atrás la cultura de la simulación. Para que México se convierta en un país
desarrollado, además de las Reformas Estructurales, requerimos modificar nuestra
cultura política y jugar bajo las premisas del juego limpio, retomando la libertad de
expresión de los ciudadanos en los procesos electorales.
Junto con el IFE, el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección
de Datos, son instituciones emblemáticas de la democracia mexicana. Creado para
permitir al ciudadano acceder a la información pública y desterrar la discrecionalidad y
opacidad, el IFAI se ha visto afectado por conflictos internos entre sus consejeros.
Coparmex exige a las Comisiones unidas de Gobernación y Anticorrupción de la
Cámara de Diputados una investigación imparcial, expedita y transparente que
determine si existieron irregularidades y las sancione.
Desde nuestra perspectiva, más que centrarse en la remoción de funcionarios, toca al
Poder Legislativo construir un diseño institucional que fortalezca la autonomía del
Instituto, que privilegie la selección de personal calificado por encima de las cuotas
partidarias y que permita ampliar los beneficios de la transparencia a los estados y
municipios.
Diputados y senadores deberán legislar en aras del fortalecimiento institucional no
sólo de los organismos autónomos, sino de nuestro sistema de procuración e
impartición de justicia.
Nuestro sistema Judicial es obsoleto, ineficaz y poco transparente; es preciso acelerar
la implementación de la reforma judicial, así como la homologación de códigos y
procedimientos penales, con procesos transparentes y expeditos, implementando en
todo el país el nuevo sistema de justicia penal, acusatorio y oral, antes del 2015, tal
como se acordó en la Agenda del Pacto por México.
Todos los mexicanos estamos convencidos de las ventajas de contar con una
sociedad solidaria, con espíritu cívico y respetuosa de la ley. Esperamos ser testigos
de un debate enriquecedor en el Congreso, que fortalezca nuestras instituciones.
Estamos convencidos de que la seguridad y justicia es un tema fundamental para el
desarrollo de México; el fortalecimiento de las instituciones que persiguen y
administran la justicia es ineludible, de forma paralela también necesitamos trabajar
juntos sociedad y gobierno en programas de prevención enfocados en tratar las
diferencias sociales municipio por municipio, localidad por localidad.
Es una responsabilidad de los empresarios trabajar juntos con las autoridades en la
reconstrucción del tejido social y la disminución de nuestras diferencias entre
mexicanos.
Reciban un afectuoso saludo y los mejores deseos
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