DR. JUAN LÓPEZ PALAFOX

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guía práctica de odontología forense
InvestigacióndeunMagnicidio.
AplicacióndeTécnicadeSuperposicióndeImágenes
DR. JUAN LÓPEZ PALAFOX
Doctor en Odontología.
Especialista en Odontología Forense.
Jefe del Laboratorio de Antropología Forense de la Comisaría General de Policía Científica 1988/2000.
Profesor Coordinador de Odontología Forense en la Universidad Alfonso X el Sabio, Madrid.
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Prefacio
Introducción
Recientemente se ha cumplido el noveno aniversario de la
muerte del candidato a la presidencia de México, Luis
Donaldo Colosio. Su muerte ocurrió en la tarde del día 23
de marzo de 1994. El único responsable demostrado, Mario
Aburto Martínez, fue el autor de dos disparos que causaron
la muerte instantánea de la víctima. Fue un duro golpe para
la sociedad mexicana, que siempre creyó que existían otras
personas involucradas en la planificación del magnicidio.
Nuestro grupo trabajó en la investigación del crimen y,
desde esa fecha, nos hemos sentido atraídos por explicar la
metodología de nuestra investigación, que solamente sirvió
para demostrar la no culpabilidad de varias personas encarceladas como sospechosos de complicidad en el delito y
la plena identidad del autor.
Como ha transcurrido suficiente tiempo para que las heridas hayan cerrado y casi todo se haya olvidado, especialmente después de que en la nación hermana se han sucedido cambios políticos que hacen pensar que los tiempos
pasados han sufrido modificaciones, considero que es
momento de hablar de este capítulo de nuestra vida profesional, en cuya investigación se aplicaron técnicas de identificación de rostros mediante superposición fotográfica,
que se estudia en el contexto de la odontología forense.
La odontología forense tiene una aplicación interesante en el
estudio del macizo maxilofacial. Ya hemos hablado, en algunos capítulos anteriores de esta sección, de la estrecha relación que tiene la identificación fisonómica con las estructuras
dentales. La forma del rostro, la normalidad, asimetría o armonía de los elementos faciales son objeto de análisis en especialidades odontológicas, como es la ortodoncia.
La somatología forense es la parcela de la antropología
que estudia las partes blandas. Aunque el objeto principal
de su estudio es el análisis de los dibujos papilares, también
se ocupa del estudio del rostro, con fines identificativos.
El Laboratorio de Antropología de la Comisaría General
de Policía Científica tiene un grupo dedicado exclusivamente a los estudios fisonómicos, comparando rostros de los
autores de delitos violentos con fotografías de archivo de
los sospechosos, y los mejores resultados se obtienen cuando en las muestras dubitadas se ven los dientes del sector
anterior, comparables con fotografías conocidas.
Este trabajo lo hemos centrado en la descripción del
método utilizado para investigar un magnicidio ocurrido en
México en marzo de 1994.
En aquellas fechas se estaban preparando las elecciones
presidenciales. Como candidato del PRI (Partido Revoluciona-
MaxillariS
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rio Institucional) se presentaba Luis Donaldo Colosio Murrieta.
El PRI es el partido que ha gobernado el país durante más de
medio siglo, hasta las últimas elecciones del año 2000, en que
fueron vencidos por un partido de la oposición, con la elección del actual presidente, Vicente Fox.
México tiene unas características peculiares. Es un país con
una gran riqueza cultural, pero en el orden económico se conjugan la pobreza con las grandes fortunas derivadas del petróleo, la minería o la ganadería. En aquellas elecciones, el candidato presidencial propugnaba cambiar todos los esquemas
del sistema político, incluyendo la defenestración de determinadas formas y figuras políticas históricas en el propio partido.
Según manifestaron algunas personas dignas de toda
credibilidad, Colosio se estaba convirtiendo en un elemento “molesto” para los jerarcas del propio partido, que le
habían elegido como candidato, de tal modo que algunos
decían que su muerte era un hecho anunciado y casi motivado por sus propias posturas electoralistas.
Aquella tarde del 23 de marzo finalizaba un mitin en la
ciudad de Tijuana, concretamente en una zona conocida
como “Lomas Taurinas”. El candidato presidencial se retiraba desde la tribuna de oradores, caminando por el centro
de una gran masa de simpatizantes. De pronto, un individuo
alargó su mano empuñando un revólver y efectuó dos disparos, de los que el primero fue mortal de necesidad, ya
que impactó a corta distancia en la región temporal derecha
de Luis Donaldo Colosio.
Las imágenes del magnicidio recorrieron todo el mundo
y pudimos ver claramente cómo era asesinado el Licenciado
Colosio. El homicida, que fue detenido inmediatamente,
estaba perfectamente identificado y no cabía ninguna duda
sobre su autoría, por lo que en principio parecía impensable que se abriera alguna vía de investigación posterior.
Sin embargo, por los matices del atentado y especialmente por las connotaciones políticas que encerraba, se
alzaron voces pidiendo una investigación más profunda,
que permitiera esclarecer circunstancias ocultas que enturbiaban los hechos. El suceso tenía todas las características
de un complot, en cuya organización deberían haber participado otras personas además del homicida.
Los investigadores mexicanos detuvieron a tres hombres,
pertenecientes al grupo de seguridad del evento, como
autores de dirigir y facilitar el trabajo al homicida.
Las autoridades de México, con el fin de salvaguardar su
objetividad y su integridad públicamente, quisieron que en
la investigación participaran expertos de otro país ajeno al
suyo, demostrando a la opinión pública su honestidad en
las conclusiones. Se invitó a la Comisaría General de Policía
Científica de España a participar en las investigaciones y fueron designados tres especialistas, entre los que figuraba el
autor de este trabajo, por sus conocimientos en estudios
fisonómicos y análisis del rostro.
La opinión pública pensó, y sigue creyendo, que detrás
de ese asesinato había un grupo de personas relacionadas
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con la política del propio partido, a las que el candidato
presidencial estorbaba de forma clara. Algunos pensaron
que en el mismo instante de realizarse los disparos, que
acabaron con la vida de Luis Donaldo Colosio, alguien más
disparó otra arma para asegurar el resultado y que las balas
y vainas podrían buscarse y ser una prueba cierta de ese
complot. Incluso alguien dudó de que el arma presentada
fuera la que realmente produjo los disparos que mataron al
candidato presidencial.
Algún tiempo después se publicaron noticias que hacían
mención a posibles testigos que vieron a otro individuo
haciendo un disparo al mismo tiempo que el supuesto autor
identificado y detenido. Sin embargo, estos testimonios
nunca llegaron a tener la fuerza necesaria.
Ya hemos indicado que las autoridades mexicanas
habían detenido a varios hombres supuestamente relacionados con el homicida y que podrían haber formado
parte del grupo organizador del magnicidio. Estas detenciones fueron la respuesta a la petición de justicia hecha
por toda la nación, al considerar que ese crimen no era
obra de una persona aislada. Sin embargo, esas personas
sospechosas de complicidad no parecían ser las más idóneas para planificar un delito de tal envergadura.
La película de los hechos
Aquella tarde, el candidato presidencial dirigía un mitin en
la ciudad norteña de Tijuana, para lo cual se había elegido
un barrio conocido como “Lomas Taurinas”, nombre que
para los psicólogos mexicanos y para la grafóloga de nuestro equipo podría tener influencia sobre la postura adoptada por el autor del crimen.
Habitualmente, cuando un candidato presidencial,
incluido el del partido político en el poder PRI, se trasladaba a una localidad alejada de la capital de la República, se
encargaba toda la logística a empresas locales. En esta ocasión, la empresa encargada del sonido, incluyendo la música durante los actos públicos, era de México DF.
Cuando finalizó su discurso, el candidato presidencial se
bajó del templete y comenzó a caminar entre los asistentes,
que le vitoreaban y trataban de estrechar su mano. A los
pocos momentos se cruzó con una mujer que pujaba por
acercarse para pedirle un autógrafo. En ese momento se vio
a un individuo que apoyaba un revolver en la región témporo-parietal derecha del candidato presidencial y efectuaba un disparo, cuya detonación se escuchaba claramente a
través de las imágenes televisadas. Inmediatamente se
formó un gran revuelo. Colosio caía abatido, al tiempo que
se escuchaba un segundo disparo e inmediatamente era
detenido el supuesto autor del disparo.
El segundo tiro le causó lesiones en la región abdominal,
con orificio de entrada y salida, en forma de sedal. El primero de los dos disparos fue el que le causó la muerte casi
instantánea a la víctima.
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pensar en el complot con un compromiso de pago por sus servicios).
En sus declaraciones hay algunas
controversias, ya que dijo ser el único
responsable de todo lo ocurrido, pero
en otro momento señala que en los primeros momentos, tras su detención, le
amenazaron si no confesaba su autoría,
señalando que le habían dado a beber
un líquido extraño, que le hizo olvidar
todo lo ocurrido desde su detención
hasta que se encontró en prisión.
A las circunstancias especiales de su
personalidad, debemos añadir que el
revólver utilizado, y que le fue vendido
por un desconocido, es de la marca
“tauro”. El toro es otro de los animales
reflejados en algún pasaje de la mitología mexicana. Nunca se encontró al vendedor del viejo revólver.
Las imágenes nos ilustran claramente lo ocurrido el día 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas.
Estos fotogramas, sacados de una grabación, nos muestran un brazo que empuña un revólver y
dispara sobre la cabeza del candidato presidencial. No se ve claramente el rostro del agresor y
simplemente se presupone su identidad por los movimientos grabados en los momentos anteriores.
La única prueba fiable de su autoría la tienen quienes lo detuvieron, aunque el arma se cae al suelo
en medio de todo el tumulto que se originó.
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El primer disparo llegaba desde la
parte derecha de la víctima y el
segundo penetraba por la zona
izquierda de la región abdominal. El
forense que investigó el caso determinó que, tras el primer impacto, el
cuerpo cayó realizando un giro sobre
sí mismo de 180 grados, por lo que
se situó en la posición contraria a la
que tenía junto al agresor, cuando
hizo el segundo disparo.
Las autoridades mexicanas, después de ver las imágenes grabadas
por la televisión pública, llegaron a la
conclusión de que el asesino había
logrado acercarse hasta su víctima
gracias al auxilio de varios de los
miembros de seguridad que le habían
abierto paso y que fueron detenidos
como cómplices.
El revólver se recuperó poco después y fue presentado como prueba
para los estudios periciales de balística, al tener en su recámara todavía los
cartuchos vaciados de dos proyectiles
(figs. 1, 2, 3 y 4).
Los protagonistas
Mario Aburto Martínez
Autor material de los dos disparos
probados. Tiene las características
ideales para llevar a cabo el delito:
con un nivel cultural medio-bajo,
descontento con su medio de vida,
defraudado por la actitud de todos
los políticos y abiertamente contrario
al partido en el poder, el PRI. Sus
documentos personales mostraron la
imagen de un idealista, imbuido en la
figura del “Caballero Águila”, con
intenciones de liberar al pueblo oprimido (figs. 5 y 6).
Al parecer tenía planeado el crimen
con anterioridad, ya que a su novia le
había comentado que en pocos días
se hablaría mucho de él. Sin embargo,
también había hecho comentarios relativos a que su vida cambiaría económicamente. Estas declaraciones las
pudo hacer pensando en la fama que
iba a adquirir o ante la esperanza de
una gratificación (lo cual podría llevar a
MaxillariS
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Vicente Mayoral Valenzuela
Junto a los dos que se citan después,
es uno de los sospechosos de colaborar en el delito, facilitando al homicida
el acercamiento a su víctima. Fue contratado, lo mismo que los dos siguientes, para formar parte del grupo de
seguridad que debería evitar que el
candidato presidencial sufriera el
acoso de los asistentes al mitin.
Se hizo un seguimiento de todos
sus movimientos mediante la localización de su rostro, estudiando imágenes de vídeo.
Gracias a los estudios fisonómicos,
se pudo comprobar que durante el
discurso estuvo por delante de la tribuna de oradores, para después
acercarse al candidato con la actitud
aparente de protegerle. En algún momento se le ve sonriente y se acerca
hasta el candidato al que saluda con
un apretón de manos, lo que según la
opinión de los expertos no es normal
en una persona que estuviera planeando su muerte. Las imágenes del rostro en el momento de saludar a
Colosio demuestran una total alegría,
sin ninguna tensión en los músculos
de su cara. Esto, según opinión del
médico forense y criminólogo, Dr.
Rafael Moreno, que colaboró estrechamente con nuestro grupo, no es
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En los cuadernos personales del homicida, Mario Aburto, se encontraron estas notas y dibujos, que permiten demostrar
la alteración de personalidad que sufre. Si observamos detenidamente la figura del “Caballero Águila”, podemos ver que
el rostro trata de reflejar las facciones de su autor, incluyendo el fino bigote.
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compatible con la personalidad de quien espera ver muerta a la persona que saluda, a los pocos instantes de este
hecho descrito (figs. 7 y 8).
Rodolfo Mayoral Esquerra
Es hijo del anterior. Cuando llega el candidato a la zona del
mitin, se le ve conformando un cinturón de seguridad. Poco
después de finalizar el discurso, se dirige con el grupo de
seguridad, tratando de proteger los movimientos del candidato presidencial. Hay un momento en que pasa junto a
Tranquilino Sánchez, tercer sospechoso de complicidad,
con quien intercambia alguna frase, y se ve que el autor del
homicidio está próximo a ellos, pero no se puede determinar ninguna relación amistosa (figs. 9, 10, 11 y 12).
Cerca de estos individuos aparece un hombre no identificado, con una gorra roja, al que se le ve en varias ocasiones y
que va caminando siempre cerca del candidato Colosio.
También se observa a un hombre con un sombrero blanco
tejano, que no es identificado y que siempre está próximo a
Colosio, hasta que ocurre el crimen.
MaxillariS
Tranquilino Sánchez
Antes de los discursos no se le ve en ningún momento.
Durante el mitin, se le observa delante de la tribuna de
oradores. Cuando finaliza el acto, camina junto al grupo
de políticos con una actitud firme de protegerlos,
pudiendo oírse claramente cómo grita enérgicamente al
resto de los guardaespaldas la frase “hagan valla”, pidiendo protección para el candidato presidencial, lo que
parece igualmente ilógico en alguien sospechoso de
complicidad en el homicidio.
Metodología de la investigación
El estudio de los sospechosos se apoya en el análisis del
rostro, localizando elementos individualizadores que permiten comparar las diferentes imágenes dubitadas.
Algunos medios de comunicación cuestionaron la identidad de la persona recluida en el penal de Almoloya,
dudando de que se tratara del que se vio disparando en las
imágenes televisadas.
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Figs. 7 y 8. Estas
fotografías nos muestran
dos escenas ocurridas
antes del homicidio.
Vemos claramente al
llamado Vicente
Mayoral. Se muestra un
hombre que trata de
proteger al candidato,
caminando junto a él, al
tiempo que intenta
saludarle, como hace
poco después.
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Para certificar la identidad, se estudiaron las impresiones
dactilares del preso con las obtenidas al autor del disparo
en las oficinas de la Procuraduría del Estado en Tijuana.
Se realizaron estudios fisonómicos mediante superposición de imágenes obtenidas al recluido en el penal de
Almoloya y las que se grabaron durante el mitin, en el
momento del homicidio, y las fotografías que se hicieron al
detenido en los primeros momentos.
Las incógnitas que tenía que resolver nuestro equipo de
expertos se pueden resumir en estos puntos:
1. Ratificar la identificación del autor.
2. Determinación de movimientos realizados por los sospechosos de colaboración.
3. Estudio comparativo de fotografías del acusado y detenido con las obtenidas en el crimen.
4. Estudios de la personalidad del asesino.
5. Otras pruebas complementarias.
Los estudios fisonómicos se centraron en la comparación del rostro de la persona ingresada en la prisión y las
imágenes captadas durante el crimen. También se realizaron análisis de rostros de las personas que estaban cerca
de la víctima, para después localizarlas en secuencias filmadas con anterioridad y, de ese modo, individualizar sus
movimientos y determinar su posible implicación en el
delito (figs. 13, 14 y 15).
Los peritos mexicanos realizaron superposiciones de imágenes entre fotografías obtenidas en la prisión y las que captaron
durante el mitin, para certificar la misma identificación del individuo encarcelado, llamado Mario Aburto, y la del sospechoso
de disparar durante el acto, con los siguientes resultados:
MaxillariS
Figs. 9, 10 y 11. En la
primera de estas
fotografías se ve una
panorámica que nos
permite comprender
lo difícil que era
proteger al orador.
Igualmente nos
enseña la
imposibilidad de
demostrar la
complicidad de los
acusados que se ven
entre los que
vitorean al candidato
Colosio. La imagen
10 nos muestra a un
individuo que nunca
llegó a ser
identificado y que
aparecía junto al
grupo hasta que
sucedieron los
disparos. La
fotografía 11 muestra
a Vicente Mayoral
tratando de
acercarse a Colosio.
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1. Estudio comparativo de la fotografía obtenida en prisión
a Mario Aburto con la imagen captada poco antes del
suceso al individuo que aparentemente luego es quien
hace los disparos: se demuestra absoluta coincidencia
en las regiones frontal, nasal, forma y tamaño de la oreja
e implantación de las cejas.
2. Estudio comparativo de la misma fotografía indubitada
de Mario Aburto con la obtenida en el momento de la
detención en Tijuana: se determinan coincidencias en la
forma de la oreja, con la forma idéntica en hélix, lóbulo,
canal intertragiano, fosetas navicular y digital.
En las determinaciones de los movimientos realizados
por todos los sospechosos se compararon los rostros
mediante superposición de imágenes capturadas en el
transcurso del acto. Este procedimiento se considera totalmente positivo cuando se ven elementos individualizado-
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En esta
imagen se
observa
ampliada la
zona del
círculo que
muestra al
llamado
Rodolfo
Mayoral.
Según la
acusación
oficial, está
hablando con
el autor del
homicidio,
Mario Aburto.
Se ha
realizado una
superposición
que, según
nuestra
opinión, no se
ajusta a las
bases
científicas de
la técnica.
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res, como son los dientes o elementos con suficiente carácter individualizador.
Los estudios comparativos entre imágenes de vídeo presentan algunos problemas técnicos, ya que la calidad de las
fotografías bidimensionales no ofrece la nitidez suficiente y
sería posible obtener falsos positivos ante la existencia de
personas de características similares. Además, podemos ver
en las imágenes que acompañan al texto que algunas superposiciones se realizaron variando ligeramente la posición inicial del rostro investigado, colocando la fotografía obtenida
en condiciones indubitadas. Este procedimiento no tiene
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Fotografía obtenida a Mario Aburto en el penal
de Almoloya y que es utilizada para superponerla con
la fotografía anterior. Podemos observar claramente que los rasgos
de la boca y zona orbital no están en la misma pose.
ningún rigor científico ya que, haciendo esta misma composición, podríamos haber hecho coincidir los fragmentos de
rostro de cualquier persona extraña (ver figs. 12, 13 y 14).
Extrañas circunstancias
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Aparece un individuo, cuyo rostro se ve parcialmente y que parece
coincidir con Mario Aburto. Fisonómicamente se puede afirmar que es la
misma persona; sin embargo, la aplicación del procedimiento de
superposición no permite afirmar la identidad, ya que la pose fotográfica
no es totalmente idéntica a la de la fotografía utilizada para el cotejo.
En esta imagen aparece con la boca abierta y la ceja elevada.
MaxillariS
El supuesto asesino había estado en varias ocasiones junto
al candidato presidencial antes de disparar. Incluso se le
observa en posiciones más adecuadas para efectuar los disparos. Sin embargo, lo hace en un momento en que está
sonando una canción y, por algún fallo en la grabación, se
repite varias veces la estrofa “mata la culebra”.
Tras ocurrir el suceso, la primera preocupación, además de detener al agresor, era recoger el arma y los proyectiles disparados.
El jefe de la policía local de Tijuana, José Federico
Benítez López, fue visitado por representantes del PRI
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El análisis del rostro
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En esta composición realizada por peritos mexicanos se superponen
las dos imágenes anteriores. Aunque subjetivamente y
fisonómicamente podamos afirmar que se trata de la misma persona,
el procedimiento de superposición no está aplicado de forma correcta.
Recordemos que uno de los principios del método es la concordancia
de las poses analizadas.
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local y le pidieron que se mantuviera totalmente al margen del operativo de vigilancia en Lomas Taurinas durante el mitin. Igualmente informó que, momentos después
del suceso, policías a sus órdenes arrestaron aquella
tarde al llamado Jorge Antonio Sánchez Ortega, agente
del Centro de Información Nacional, que salía corriendo,
manchado de sangre y al que le hicieron pruebas de
parafina para detectar pólvora en sus manos con resultado parcialmente positivo.
La prueba de la parafina para detectar residuos de disparo
en las manos de sospechosos da falsos positivos, por lo que
está prácticamente en desuso. Actualmente se analizan los
componentes de los iniciadores del disparo mediante sistemas de microscopía electrónica, acoplada a un equipo analizador de elementos químicos para encontrar plomo, antimonio y bario. Este individuo no fue analizado en ninguno de los
vídeos obtenidos antes del magnicidio. Al parecer, su explicación sobre su actitud y las manchas convencieron a las autoridades policiales. Manifestó que había ayudado a trasladar al
candidato herido de muerte y por eso se impregnaron de
sangre sus ropas y sus manos.
Poco después del asesinato, agentes de la Procuraduría
solicitaron el apoyo de la policía local para buscar el arma
homicida. Al parecer, un policía municipal había encontrado una ojiva de bala cuando colaboraba en la investigación
y se la entregó al jefe de la escolta de Colosio directamente, sin informar a su jefe de la policía local. Éste último, abogado y profesional muy cualificado, estaba concluyendo
sus investigaciones el día 28 de abril, cuando manifestó
haber encontrado algunas pruebas interesantes, pero desgraciadamente la noche de ese mismo día fue tiroteado
junto a su conductor, muriendo ambos, sin conocerse cuáles eran las pruebas que había conseguido.
MaxillariS
La fisonomía o fisionomía es la parte de la somatología que
centra sus estudios en la descripción del rostro.
Piédrola diferencia entre fisonomistas “innatos” y los que
define como formados académicamente. Los primeros distinguen fácilmente a una persona diferenciándola de otra,
sin poder definir los elementos individualizadores.
El técnico en estudios fisonómicos busca en los rostros
comparados elementos individualizadores y formas craneométricas que se puedan superponer en todas las imágenes analizadas.
En el capítulo 5 de esta sección, referido a los estudios
de superposición de imágenes, se habló de la investigación comparativa de rostros. Los rostros comparados
deben presentar las coincidencias en los elementos que
se describían:
• Contorno y forma general del rostro.
• Forma y morfología del cabello.
• Aspecto general de los rasgos faciales en su conjunto.
• Total analogía en los fragmentos que constituyen el
rostro.
• Asimetrías individualizadoras.
• Cicatrices, formas lenticulares y otras similares.
• Particularidades dentales.
• Planos cefalométricos.
• Puntos cefalométricos.
• Índices cefalométricos.
También se indicaba que para lograr un estudio fiable
deben concurrir algunas circunstancias:
• Suficiente nitidez definitoria de rasgos fisonómicos.
• Iluminación similar.
• Ausencia absoluta de retoques artísticos u otras manipulaciones.
• Posición ante el objetivo de la cámara, concordante
en plano y ángulo.
• Misma reducción o tamaño de imágenes.
La comparación de rostros debe hacerse confrontando
fotografías obtenidas desde el mismo plano y es individualizadora cuando se comparan con resultado positivo los
elementos dentarios (figs. 16, 17 y 18).
Las imágenes estudiadas, en su mayoría no presentaban las condiciones idóneas para hacerlo, por lo que se
apoya más en la comparación de rasgos y formas generales que en el hallazgo de puntos craneométricos individualizadores.
Conclusiones finales
Este caso, sin resolver todavía, encierra muchas incógnitas:
• El asesino, Mario Aburto, es una persona imbuida en la
teoría de la mitología y se dan una serie de circunstancias, tanto en el lugar del mitin y la marca del revólver
como en la música que suena, que parece acrecentar el
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En estas fotografías se ha realizado una
superposición de imágenes comparando los
dientes de unos restos esqueletizados y la zona
peribucal del que puede ser identificado con esos
restos. La coincidencia de la línea incisal de los
dientes delanteros nos permite afirmar que se
trata de la misma identidad. Este procedimiento es
totalmente positivo cuando disponemos
de elementos cuantificables en la misma
posición fotográfica.
personaje mítico del “Caballero
Águila”, libertador del país, cuya
figura había asumido.
• No se recoge el arma en los primeros
momentos, sino que aparece después del suceso, no participando en
los actos los agentes municipales.
• Se detiene a un sospechoso que
tiene una coartada perfecta, manchado totalmente de sangre y que
encierra un gran parecido con el
homicida Mario Aburto.
• A Mario Aburto lo detienen y manifiesta haber olvidado lo ocurrido en
los primeros momentos tras el suceso.
• Los estudios fisonómicos fiables
se hacen comparando las fotografías del recluso de la prisión de
Almoloya con las obtenidas al
mismo individuo después de su
detención, pero no alcanzan el
mismo valor las que se hacen
comparando al mismo recluso
con las que se ven durante el
mitin por la mala calidad de estas
últimas.
• Los tres detenidos como sospechosos de haber colaborado facilitando el acceso a Mario Aburto
no muestran movimientos sospechosos antes de ocurrir el delito.
Ellos no solicitaron el trabajo de
guardas de seguridad, que habría
sido lo normal para preparar adecuadamente el homicidio, sino
que les fue ofrecido por el responsable del partido en la ciudad de Tijuana. Existen además
otras circunstancias personales,
que les presenta como objetivos
fáciles de las acusaciones: son
antiguos policías con antecedentes de corrupción y mala profesionalidad. Esta circunstancia,
que fue apuntada en su contra,
podría haber sido la que sirvió
para su contratación, con la seguridad de que serían acusados.
Un complot como el que suponemos que se elaboró, eligiendo al
autor idóneo por sus pensamientos
políticos y habiendo escogido tan
bien el marco de los acontecimientos, no parece que pueda ser elaborado por los tres acusados, aparentemente con una personalidad más
simple.
En los años siguientes se descubrieron delitos graves, con asesinatos y
ocultación de los cadáveres, que se
relacionaron con el asesinato de Luis
Donaldo Colosio, en los que estaban
mezclados personajes muy ligados a la
política.
Posiblemente nunca se descubra
quiénes estaban detrás de esta muerte.
El PRI ha perdido las últimas elecciones
a la presidencia del país, dando un giro
político bastante significativo.
MaxillariS
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La historia de todos los países
está plagada de sucesos idénticos
(recientemente hemos conocido el
magnicidio del primer ministro de
Croacia). Siempre existe la sombra
del complot político y es extraño
que el autor sea un elemento aislado. En muchas ocasiones, las
modernas técnicas de investigación
fracasan en estos delitos por la ocultación de pruebas, que se realiza
desde los mismos estamentos que
oficialmente parecen estar interesados en la resolución.
•
NOTA FINAL
Queremos dejar patente
nuestro reconocimiento al
pueblo mexicano y especialmente a sus profesionales de la Medicina y la
Odontología Forense, que
siempre han demostrado
una gran pasión por la
investigación científica en
estos campos.
Bibliografía
♦ Cobián F, Jázquez A. El enmarañado caso Colosio: Versiones distintas, peritajes que contradicen a los
boletines, caprichosa interpretación de imágenes y gestos.
Pags. 22-32. Revista “El Proceso”
México. núm. 913. 2 de mayo de
1994.
♦ Piedrola Gil JJ. Identificación
Personal. Manual del Instituto de
Estudios de la Policía. 1971.
♦ Procuraduría General de la
República. México. Informe sobre
la Averiguación Previa y el Proceso
Penal Relativos al Homicidio del
Licenciado Luis Donaldo Colosio.
Noviembre 1994. México.
♦ Procuraduría General de la
República. México. Anexos I, II y
III. Informe de la Subprocuraduría
Especial Relativos al Homicidio del
Licenciado Luis Donaldo Colosio.
Julio 1994. México.
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