Ingenio San Antonio - La Isla Foundation

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Visitas de campo al
Ingenio San Antonio
Abril-mayo 2014
Introducción
Fundación Isla (LIF, por sus siglas en inglés) es una organización de salud pública y
derechos humanos dedicada a abordar la epidemia de enfermedad renal crónica por
causas no tradicionales (ERCnT). La ERCnT afecta a los trabajadores agrícolas de la región
de Mesoamérica y se encuentra posiblemente ligada a epidemias que se producen en otras
partes del mundo donde las condiciones climáticas y laborales son similares. Los estudios
demuestran que el origen de la enfermedad está vinculado con la deshidratación crónica
y el estrés por calor, entre otros cofactores. En las áreas donde la ERCnT tiene una mayor
prevalencia, las temperaturas pueden elevarse por encima de los 40°C. La Organización
Panamericana de la Salud (OPS) reconoce a la ERCnT como una crisis sanitaria pública
con vínculos laborales. Los trabajadores de caña de azúcar de América Central son los
que normalmente se ven más afectados por la enfermedad, especialmente en el oeste
de Nicaragua. En la ciudad nicaragüense de Chichigalpa, donde se encuentra el principal
productor de azúcar del país, la ERCnT fue la causa del 46% de todas las muertes entre
varones durante la última década.
Esta situación en Chichigalpa es un crudo ejemplo de los costos de la ERCnT y las
estructuras que han permitido que alcance proporciones epidémicas. La fuente de empleo
más estable para los chichigalpinos es el Ingenio San Antonio (ISA), el ingenio más
importante de Nicaragua. ISA es de propiedad de Nicaragua Sugar Estates Limited (NSEL),
que tiene como accionista mayoritario al Grupo Pellas de Nicaragua, con una participación
minoritaria de Tate & Lyle de Gran Bretaña.
Los trabajadores normalmente empiezan a trabajar en los campos de ISA cuando
todavía son menores de edad, antes de cumplir la edad legal de 18 años. El predominio
de ERCnT en ISA es tan alto que la compañía ahora exige chequeos médicos al principio
y a mediados de cada temporada de zafra de seis meses. ISA realiza análisis de sangre
a los trabajadores para controlar los niveles de creatinina, un biomarcador de la función
renal. ISA no reconoce que la enfermedad está relacionada con el trabajo, y sin embargo,
la compañía sí obliga a los trabajadores a recibir controles para verificar si la función renal
es normal. Si los niveles de creatinina están por encima de 1,4 mg/dl, los trabajadores
son despedidos o no son contratados, según la situación laboral que el empleado tenga
en ese momento en relación con la compañía. Quienes pierden el trabajo de esta manera
no reciben beneficios médicos ni pensiones de la compañía. Debido a las presiones de
la pobreza y a pesar del diagnóstico de ERCnT, muchos trabajadores enfermos buscan
nuevamente trabajo en ISA después de ser despedidos, a través de subcontratistas
independientes. Los subcontratistas aceptan tarjetas de identificación prestadas o
falsificadas de los trabajadores enfermos, o hacen la vista gorda ante sus problemas de
salud. ISA no asume la responsabilidad por los trabajadores subcontratados que están
enfermos o son menores de edad y que trabajan en los campos. A pesar de esto, la
mayoría del personal de ISA se compone de trabajadores subcontratados. La industria
azucarera de Nicaragua genera 35.000 empleos directos y 140.000 indirectos (es decir,
subcontratados), según el periódico nicaragüense El Nuevo Diario.
Antecedentes de la investigación
Del 22 de abril al 3 de mayo de 2014, los fotógrafos periodísticos Ed Kashi y Jessey
Dearing investigaron independientemente la ERCnT en Chichigalpa. Recibieron servicios
de interpretación y asistencia logística de la Directora de Desarrollo Comunitario de
la Fundación Isla, Katie Stark. Kashi y Dearing entrevistaron a las familias afectadas, a
extrabajadores y trabajadores actuales, miembros de la comunidad, a un médico de salud
laboral de ISA y al Dr. Juan José Amador, del Grupo de Investigación de la Universidad de
Boston (BU). El Grupo de Investigación de la BU es uno de varios grupos de todo el mundo
que actualmente investigan la ERCnT. Sus proyectos están en gran medida financiados,
directa o indirectamente, por NSEL y otros importantes productores de azúcar. Durante ese
período, los reporteros fotográficos ingresaron y filmaron tres campos de caña de azúcar
de ISA durante el horario de trabajo.
Las visitas de
campo revelaron a los
investigadores el agudo
contraste entre lo que los
representantes de ISA y
los investigadores de la
BU describen como las
condiciones actuales de
trabajo en la plantación
de ISA y las condiciones
reales a las que se
enfrentan la mayoría
de los trabajadores.
Los investigadores
detectaron grupos de
“camuflaje” compuestos
Los estudios demuestran que
el inicio de la enfermedad
se relaciona con la
deshidratación crónica y
el estrés por calor, entre
otros cofactores. En las
áreas donde la ERCnT se
encuentra más difundida,
las temperaturas pueden
elevarse por encima de los
40°C.
principalmente por trabajadores despedidos por ISA después de haber sido diagnosticados
con ERCnT. Los trabajadores ahora trabajan exclusivamente para subcontratistas, no
reciben seguridad social, ni beneficios de la compañía, ni pensiones. Estos grupos también
incluían trabajadores menores de edad que trabajaban en representación de miembros
mayores de su familia que están enfermos de ERCnT y ya no pueden seguir trabajando.
Campo 1
(supervisado por NSEL)
Por intermedio de Ariel Granera, un funcionario de relaciones públicas de NSEL, ISA
permitió que Kashi y Dearing realizaran un recorrido de sus instalaciones, que incluyó una
entrevista con un médico de salud laboral de NSEL, una visita a un campo que se presentó
como un campo típico de caña de azúcar durante la zafra, y una visita a una clínica de ISA.
La entrevista con el médico de la compañía se desarrolló en el exterior de una clínica
móvil, adyacente a una tienda de rehidratación en el límite de un campo de caña de azúcar,
dentro de las instalaciones de ISA. Allí pudimos observar a los trabajadores cortando caña
quemada. Después de la entrevista, se nos concedió la oportunidad de visitar los campos
por varios minutos para filmar el desarrollo de las tareas bajo la supervisión de nuestros
guías de NSEL y un representante de relaciones públicas de la sede de NSEL/Grupo Pellas
en Managua, que se quedó con nosotros durante todos los recorridos del día y todas
las entrevistas. Los trabajadores parecían estar incómodos con nuestra presencia. No
pudimos conversar con ellos.
Aquí había tiendas de sombra distribuidas por los campos, una tienda de rehidratación
y una clínica móvil. Se nos dijo que se daría agua a los trabajadores, aunque no pudimos
observar ninguna distribución de agua a lo largo de dos horas. Tampoco vimos que los
trabajadores usaran las tiendas de sombra o la tienda de rehidratación durante nuestra
permanencia en el campo.
Campo 2
(sin supervisión de NSEL)
Un informante local advirtió a Kashi y Dearing sobre la ubicación de un grupo de
“camuflaje”. Un grupo de camuflaje es un grupo de trabajadores enfermos o menores de
edad que obtienen trabajo en ISA a través de subcontratistas, sin la supervisión directa de
la compañía ni documentación. Los trabajadores de menos de 18 no tienen capacidad legal
para trabajar, y los trabajadores enfermos son excluidos del trabajo en los campos por
la política ya descrita de ISA sobre chequeos médicos. Debido a la falta de oportunidades
económicas en Chichigalpa, ambos grupos trabajan bajo cuerda para poder mantener a sus
familias, uniéndose a los llamados grupos de camuflaje. Sin embargo, la existencia de esos
grupos no representa un secreto ni para la comunidad ni para los trabajadores.
El grupo que los investigadores entrevistaron en el Campo 2 estaba compuesto
principalmente por hombres enfermos, algunos trabajadores jóvenes y mujeres actuando
como supervisoras. Se le había dicho a los investigadores que en ese grupo había niños
desde 14 años de edad, pero los que se encontraron estaban más cerca de los 17. La edad
legal para este tipo de trabajo en Nicaragua es de 18.
Kashi y Dearing se dirigieron al capitán del grupo de trabajo, que les permitió que
accedieran al campo, con las palabras “Yo a ustedes no los vi”. Los investigadores pasaron
una hora en el lugar.
Debido a la presencia de las supervisoras, los trabajadores estaban renuentes a
interactuar con los investigadores. Después de obtener fotografías y videos, Kashi y
Dearing se fueron sin haber entrevistado a ninguno de los trabajadores.
No había ninguna provisión visible de agua en este campo, ni había sombra provista para
los trabajadores. No había tienda de rehidratación. No había una clínica móvil presente.
No quedó claro si a esos grupos se les dió almuerzo o tiempo de descanso, pues los
trabajadores estaban demasiado nerviosos como para hablar con los investigadores.
Campo 3
(sin supervisión de NSEL)
A principios de la semana, Kashi y Dearing habían encontrado un campo de caña de
azúcar junto a la carretera a Chichigalpa de propiedad de un “colono”, o agricultor privado
que alquila tierras a NSEL. (Todo el trabajo en las fincas de los colonos es desarrollado
por trabajadores de ISA. El propietario recibe el pago de alquiler por el uso de la tierra).
Más tarde en la semana, se observó que el campo había sido quemado durante la noche,
lo que significaba que los grupos vendrían pronto a cortar la caña. En este momento, la
mayoría de los grupos habían terminado el trabajo de la temporada. A los que todavía
trabajaban les quedaban unos pocos días. A menudo los supervisores de campo de NSEL
se encuentran ausentes durante las últimas semanas de la zafra, y en ese día específico,
los supervisores no habían ido a los campos. El cuidador del campo permitió que los
investigadores accedieran a los campos.
Dado que el campo no era de propiedad de ISA, los trabajadores no se sintieron
incómodos con la presencia de los reporteros, que filmaron el proceso de corte de la caña
quemada. Pudieron filmar, conversar y escuchar algunas de las historias de quienes se
tomaron unos minutos para hablar.
En este campo no había agua ni sombra provista por NSEL. No había una clínica móvil
ni tienda de rehidratación. Sin la presencia de sus supervisores, los trabajadores cortaban
rápido, pero se sentían libres para descansar con más frecuencia que en un campo
supervisado. Se tomaban descansos en un área expuesta, sin cubierta, bajo temperaturas
de entre 35 y 40 °C. Una mujer de la localidad vino a vender bebidas dulces a cambio de
dinero, pero no había ninguna medida de alivio proporcionada por la compañía.
Las condiciones de trabajo y lo que se
dice de ellas
Comparación del recorrido y lo que se dijo en el
Campo 1 con las visitas sin supervisión de los
Campos 2 y 3
ISA es una compañía que tendría la posibilidad de proteger el bienestar de sus
trabajadores, pero prefiere mostrar un campo modelo alejado de la realidad como si
fuera la norma de sus condiciones de trabajo. En varias ocasiones NSEL ha exhibido ante
investigadores y miembros de la prensa este campo único que incluye una clínica móvil,
tiendas de sombra y hasta una tienda de rehidratación para los trabajadores, explicando
a los visitantes que este campo constituye un ejemplo de las prácticas estándar en todo
el sistema de producción de NSEL. Mientras que esta sería una mejora muy bienvenida de
las prácticas de trabajo, parece ser una manipulación del público en lugar de una práctica
normal y constituye una grave infracción de las normas de responsabilidad social de la
compañía. Aparte de la falta a la ética que representa el mentir sobre la realidad de las
condiciones de trabajo de unos trabajadores que en su mayoría sufren las consecuencias
del analfabetismo y la pobreza, existe un impacto muy real sobre la salud y el bienestar
de los trabajadores, que carecen de acceso a agua potable, baños y sombra. El trabajo de
menores de edad y trabajadores enfermos en condiciones nocivas para su salud, ya de por
sí frágil, en combinación con los efectos del calor extremo, parece ser lo normal en otros
campos de trabajo. Deben destacarse en especial los peligros causados por el estrés por
calor y la deshidratación, teniendo en cuenta las recientes investigaciones de las causas de
la ERCnT, que demuestran que estas condiciones causan a lo largo del tiempo daño agudo
a los riñones, lo que puede ser la causa principal de la ERCnT.
PRIMERA AFIRMACIÓN
DESCANSOS y ALMUERZO
Lo que dice la compañía
Se dijo que cada trabajador tenía tiempo de descanso cada hora, por hasta 20 minutos
si así lo deseaba, en tiendas de sombra provistas por la compañía. Los trabajadores
contratados directamente (que representan una minoría entre los trabajadores) reciben el
almuerzo. Tanto trabajadores subcontratados como contratados tienen una hora para el
almuerzo.
La realidad
En el Campo 2 no hubo trabajadores descansando durante la hora que duró la
observación. Quienes ya habían terminado de trabajar buscaron una sombra natural para
comer mientras esperaban el autobús que los llevaría a sus casas en Chichigalpa. No
tuvieron una hora de almuerzo ni comida provista por ISA. Los trabajadores que esperaban
habían llegado temprano a la mañana y terminado su trabajo, pero igual tuvieron que
esperar el resto del día hasta que los demás grupos terminaran antes de recibir transporte
a sus casas. Solo entonces podían descansar y comer.
En el Campo 3 no había supervisores, de manera que algunos trabajadores se tomaron
el tiempo de descansar y conversar. Sin embargo, no tenían tiendas, sillas, hidratación ni
ningún otro recurso de ISA a su disposición.
En el Campo 1, supervisado por NSEL, había tiendas de sombra. No obstante, a pesar
de la supuesta política de ISA de conceder a los trabajadores 20 minutos de descanso
por hora, no se observó a nadie descansando dentro de un período de dos horas. En
las entrevistas, los trabajadores indicaron a los investigadores que los supervisores a
menudo prohíben las pausas para descansar, para comer o incluso para beber agua.
Estos informantes incluso afirmaron que si los trabajadores se toman un descanso, se les
reduce la paga. La mayoría de los trabajadores dependen de cuánto producen (filas de caña
cortada, fardos armados, etc.) y se los presiona para que completen lo más posible para
cubrir los cupos y mantener sus ingresos.
SEGUNDA AFIRMACIÓN
PROVISIÓN DE AGUA
Lo que dice la compañía
El médico laboral de ISA afirmó que la toma de agua por parte de los trabajadores se
supervisa cuidadosamente y es documentada por las mujeres en los campos, que garantizan que todos los trabajadores consuman por lo menos un litro por hora. Esas mujeres
también distribuyen agua de reposición de ser necesario.
La realidad
Los investigadores no escucharon ni una sola mención de esas supervisoras de agua
fuera de las entrevistas con NSEL. No había supervisoras de agua en los Campos 2 y 3. Los
trabajadores dijeron a los investigadores que de vez en cuando vienen camiones de agua,
pero que esto no ocurre siempre: algunos días o semanas sí y otros no. Los trabajadores
también afirman que la reposición de agua es un acontecimiento raro que no se produce
casi nunca. Los trabajadores también se quejaron acerca de la calidad del agua de esos
camiones, que según ellos “está caliente y huele a productos químicos”, probablemente
cloro.
Los hombres llevan a los campos sus propias botellas de agua, que deben durarles
todo el día, incluso en turnos de más de 12 horas. Las botellas por lo general contienen
unos ocho litros. Los trabajadores menores de edad, debido a que son más pequeños,
generalmente solo llevan botellas pequeñas y piden agua a los trabajadores adultos.
Durante el recorrido del Campo 1, donde los representantes de NSEL estuvieron presentes,
se veían mujeres en el campo documentando la marcha de la zafra, pero no se observaron
reposiciones de agua ni supervisión de la hidratación. Los investigadores sí observaron
el reparto de mochilas de hidratación de NSEL a los trabajadores del Campo 1, pero en el
Campo 3 había una sola mujer (según los trabajadores, empleada de ISA) que vendía jugo
casero a los hombres. No se entregaron paquetes de hidratación gratuitos. En el Campo 2
no había ni paquetes gratis ni jugo en venta.
(Fotografía de Ed Kashi/VII)
Imagen 1: Los trabajadores llevan sus propias botellas de agua desde sus hogares para
mantenerse hidratados durante la jornada de trabajo.
TERCERA AFIRMACIÓN
INFRAESTRUCTURA DE SALUD
Lo que dice la compañía
Dentro de las instalaciones de ISA, en el Campo 1, los representantes de ISA indicaron a
los investigadores que la clínica móvil con dotación de personal, los puntos de sombra y
las tiendas de rehidratación / estaciones de descanso eran parte del protocolo para todos
los campos. Según los representantes, los puntos de sombra dentro del campo podían
ser usados libremente por los trabajadores, y si el trabajador necesitaba una pausa más
larga, podía volver a la clínica móvil y su tienda de rehidratación adyacente hasta que
estuviera recuperado. La tienda de rehidratación tenía techo y cuatro paredes de tela
que bloqueaban el sol y proporcionaba bruma de agua proveniente de pequeños tubos
en el techo. La clínica móvil era un remolque pequeño. Los investigadores no tuvieron la
oportunidad de ver el interior. Los representantes de ISA afirmaron que el propósito de la
clínica era el tratamiento de incidentes de estrés por calor y accidentes laborales.
La realidad
Estos servicios se observaron en el Campo 1, pero no se vio que nadie los use. La clínica
móvil y la tienda de rehidratación parecían ser instalaciones sólidas, aunque ningún trabajador las utilizó durante el tiempo que duró la visita de los investigadores. Las tiendas
disponibles en el campo tampoco fueron usadas por los trabajadores y parecían ser de
calidad deficiente. No había asientos, sino apenas una tela fina sobre cuatro postes al sol.
Los investigadores no vieron esas tiendas en ningún otro campo. Al interrogar a los trabajadores más tarde sobre las clínicas móviles, las tiendas de sombra y las tiendas de rehidratación, todos dijeron que nunca habían trabajado en un campo donde existieran esas
medidas para proteger a los trabajadores. La mayoría ni siquiera había oído hablar de esos
servicios.
(Fotografía de Ed Kashi/VII)
Imagen 2: La tienda de rehidratación armada fuera de la clínica móvil en el Campo 1. Lugar de las
entrevistas.
(Fotografía de Ed Kashi/VII)
Imagen 3: Fotografía panorámica del Campo 2: pleno sol, sin estaciones de descanso, sombra,
servicios de rehidratación ni remolque de servicios médicos
CUARTA AFIRMACIÓN
RITMO DE TRABAJO
Lo que dice la compañía
Los representantes de ISA afirmaron que los hombres en el Campo 1, que trabajaban
muy lentamente, cortando un tallo por vez y avanzando muy poco durante el tiempo
observado, estaban trabajando al ritmo normal.
La realidad
Esto ofreció un contraste muy marcado con lo que se observó en los últimos dos
campos, donde los trabajadores se movían y trabajaban rápidamente, avanzando en gran
medida en poco tiempo y trabajando, aparentemente, hasta el agotamiento. Se paga a los
trabajadores por cantidad de caña cortada. Los trabajadores ganan menos de un dólar
por tonelada, de manera que trabajan con suma rapidez para ganar la mayor cantidad
de dinero posible en cada turno. Durante la hora observada en el Campo 3, los hombres
cosecharon un campo entero, trabajando rápidamente para pasar al próximo. Durante
las casi dos horas que duraron las entrevistas a los trabajadores en el Campo 1, no se
observó relativamente ninguna diferencia en la cantidad de caña cortada entre la llegada y
la partida.
QUINTA AFIRMACIÓN
EQUIPO DE PROTECCIÓN
Lo que dice la compañía
El médico de NSEL afirmó que todos los trabajadores estaban protegidos del sol durante
sus turnos. También mencionó que se entregaba equipo protector a los trabajadores.
La realidad
Esta afirmación resultó no ser cierta ni siquiera en el Campo 1. Los trabajadores de
ese campo sí usaban camisas, pero no del tipo que podría ofrecer protección contra el
sol. Tampoco tenían sombreros adecuados, protección para los ojos, ni otros equipos
protectores como guantes o protectores tibiales. En los demás campos los hombres a
menudo trabajaban sin camisa. La única diferencia notable entre los campos fue que en el
Campo 1 los hombres trabajaban con botas de trabajo provistas por la compañía, mientras
que en los demás campos, los trabajadores usaban botas o zapatillas que traían de casa.
(Fotografía de Ed Kashi/VII)
Imagen 4: Hombres trabajando sin protección en el Campo 3
(Fotografía de Ed Kashi/VII)
Imagen 5: Hombres en el Campo 3 usando botas y zapatillas traídas de casa.
(Fotografía de Ed Kashi/VII)
Imagen 6: Hombres en el Campo 1 trabajando con botas provistas por la compañía.
SEXTA AFIRMACIÓN
TRABAJADORES AFECTADOS
Lo que dice la compañía
Durante la entrevista, el médico afirmó reiteradamente que menos del 1% de los
trabajadores están afectados por ERCnT.
La realidad
Varios estudios han demostrado que esta enfermedad está difundida entre más
del 1% del personal. A través de visitas en la comunidad, hemos podido observar la
verdadera prevalencia de ERCnT. ISA proporcionó algunos de los datos de sus cálculos
(no relacionados con estudios de la BU) que parecían ser erróneos incluso después de un
análisis breve. Uno de los problemas es que cada vez que se contrata a alguien, ya sea para
la temporada o como trabajo temporal, se lo cuenta como nuevo empleado. Un empleado
puede contratarse hasta diez veces en apenas un par de años antes de que se enferme,
pero se lo contará como enfermo solo en la última contratación. Otro problema deriva de
los chequeos médicos de creatinina. Con esos chequeos, una persona puede ser despedida
por tener altos niveles de creatinina incluso antes de que se le diagnostique la enfermedad.
Una vez que se diagnostica a ese trabajador, ya no es un empleado y, por lo tanto, no se
lo cuenta en las estadísticas. Finalmente, no está claro cuál es el grupo de trabajadores
que entra en esos cálculos. ¿Es todo el personal, incluso los empleados de oficina,
administradores, seguridad, etc., o solo los trabajadores agrícolas?
SÉPTIMA AFIRMACIÓN
TRABAJO INFANTIL
Lo que dice la compañía
Los representantes de ISA dijeron a los investigadores que no había ninguna duda de
que no había menores en los campos. Cuando se les preguntó cómo respondería ISA a
las afirmaciones de los entrevistados de que una gran cantidad de trabajadores habían
empezado a trabajar a los 16 años de edad y habían trabajado con niños aun menores, los
representantes de ISA sostuvieron que los entrevistados debían estar “confundidos”, y que
“nunca habría menores de edad trabajando en los campos”. Los representantes sostuvieron
que, si alguna vez alguien vio niños en los campos, debían ser niños de comunidades
vecinas que a veces se meten en los campos para conversar con los trabajadores.
La realidad
No existen dudas de que hay menores trabajando en los campos. Aunque a los menores
no se les contrata directamente, trabajan para los subcontratistas. La prevalencia de
trabajadores menores de edad es alta y no puede no haber sido observada por NSEL. Los
estudios de la Fundación Isla publicados y de próxima publicación certifican esta situación,
y los datos que contienen serán provistos a los Departamentos de Trabajo y de Estado de
EE. UU.
(Fotografía de Ed Kashi/VII)
Imagen 7: Trabajador menor de edad (con gorra azul) en los campos de NSEL.
Conclusión
Históricamente, Fundación Isla (LIF) ha tenido dificultades para dialogar con el Ingenio
San Antonio (ISA) de Nicaragua Sugar Estates Limited. Con el nuevo Programa de Salud y
Eficiencia de los Trabajadores (WE), de LIF, sin embargo, creemos que existe un modelo
para que ambas partes colaboren de manera constructiva para abordar la crisis de la
ERCnT. Al mejorar las condiciones de trabajo y la eficiencia de los trabajadores de la zafra
y hacer un seguimiento de los cambios en la salud con el tiempo, el Programa WE aplica un
enfoque integrado para generar conocimiento y consciencia sobre la epidemia de ERCnT,
protegiendo al mismo tiempo la salud de los trabajadores.
Si ISA considera imposible trabajar con LIF en la mejora de las condiciones de trabajo
de una manera transparente y verificable, esperamos que la compañía por lo menos
aplique las medidas que ha dicho públicamente aplicar con respecto a la salud y seguridad
de los trabajadores de manera más coherente y verificable durante su proceso de zafra
y producción. Los productores de caña de azúcar deben llegar a un punto donde los
informes de investigación de este tipo no sean necesarios. Deben cumplir sus propias
afirmaciones de responsabilidad social tal como se han publicitado ante la prensa, los
investigadores, los gobiernos, los compradores de sus productos y, por supuesto, sus
propios trabajadores.
Informe en Internet: https://laislafoundation.org/fieldinvestigation
Video del Programa WE de LIF: http://youtu.be/g4C9TIWl0Ko
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