CARLO FRANCESCO NUVOLONE (Milán, 1609 – 1661) “Retrato de joven muchacho” Óleo sobre lienzo. 56.3 x 48.1 cm. A causa de la peste de 1629-30, la escuela milanesa ve desaparecer en pocos años a toda una generación de artistas, como Morazzone, Cerano, Giulio Cesare Procaccini y Daniele Crespi. Este forzoso cambio generacional lleva consigo uno estético, en dirección barroca, del que resultan protagonistas artistas como Francesco Cairo, Johan Christopher Storer y Carlo Francesco Nuvolone. Este giro radical no faltó obviamente de dejar huellas profundas en la retratística, que después de 1630 con la desaparición de Daniele Crespi, máxima figura en dicho campo, vió imponerse nuevas inclinaciones de registro distinto. La renovación en clave barroca se concretiza en la adecuación de los modelos de la gran tradición flamenca de Rubens y sobre todo de Van Dyck. Tales circunstancias se revelan muy claras en el caso de Carlo Francesco Nuvolone, retratista de más éxito en las décadas centrales del siglo. En el “Retrato de joven muchacho” son claras las referencias vandyckianas, tales como la soltura y delicadeza de la pincelada y la refinada sensibilidad colorística. Es probablemente un apunte del natural sin acabar. Un retrato de similar técnica y colorido se encuentra en la Colección Koelliker de Milán (fig. 1, Ver: V.V.A.A. Il ritratto in Lombardía. Catálogo de la exposición. Varese. 2002. Nº 63. P. 173) Fig. 1