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Telemarketing: ¿Salud precaria?
Telemarketing: ¿Salud precaria?
La Coordinadora Galega de Telemarketing de Comfia-CC.OO Galicia, queremos denunciar públicamente la
situación de las condiciones de salud de un sector mayoritariamente desconocido, pero que desde hace unos años
está creciendo espectacularmente en nuestra comunidad, llegando actualmente a dar empleo a más de 5.000
trabajadores.
Desde la secretaria de salud de la Coordinadora Galega de Telemarketing de Comfia-Galicia, CC.OO. en este día 28
abril en que se conmemora el Día Internacional de la Salud y Seguridad, queremos denunciar públicamente la situación
de las condiciones de salud de un sector mayoritariamente desconocido, pero que desde hace unos años esta creciendo
espectacularmente en nuestra comunidad, llegando actualmente a dar empleo a más de 5000 trabajadores. Es por ello
importante sacar a la luz la problemática de un sector con el que todos los días tenemos contacto, vía telefónica, pero
que a diferencia de otros sectores de atención al público no podemos ver las condiciones de su puesto de trabajo, ya que
por la propia idiosincrasia del servicio, no son visibles. Y hoy en día que en otros ámbitos se habla tanto de la
visibilidad, el sector del telemarketing quiere también salir del ?armario?, y hacerse visible.
Los principales problemas de salud, inciden en dos grandes aspectos, la ergonomía del puesto de trabajo y los aspectos
psicosociales. No es un sector donde se den grandes problemas de riesgos de accidentes, son pocos los casos de
empresas que tengan condiciones donde se pueden dar este tipo de incidencias. Pero es, en lo referente a la ergonomía
del puesto de trabajo donde se están detectando lo principales problemas de salud. Las incidencias osteomusculares,
debido a las condiciones del mobiliario y a escasa movilidad, con graves problemas de espalda. Problemas de visión
debido al escaso respeto a los protocolos de pantallas de visualización, y a los descansos de pantalla que fija el convenio
colectivo. Problemas vocales por el escaso control a través de la revisión periódica del médico especialista
otorrinolaringologo, necesario en un sector donde la voz es el instrumento de trabajo, y que tan escasa atención se
presta, además de incumplirse sistemáticamente por las empresas. Problemas de gradual perdida de audición por la
utilización de cascos. La falta generalizada de higiene por el uso compartido de elementos de contacto intimo, como son
las almohadillas, y los tubos vocales, que son próximos a oídos y boca . Y uno de los grandes males de las oficinas, o
mejor dicho para este sector, plataformas, el sistema de refrigeración con los graves problemas de afonías, alergias y
demás incidencias en el aparato respiratorio, por su falta de adecuado funcionamiento.
Pero quizás sea en el aspecto psicosocial donde se vean los mayores problemas. Primero hablamos de un sector
precario, con lo que ello implica en la vida familiar del trabajador. Horarios cambiantes, contratos precarios, situación
constante de inestabilidad, miedo en la empresa a denunciar los problemas que inciden en la salud, por el miedo a que
no se renueve el contrato. Situación de precariedad también por los propios contratos mercantiles, de los que penden sus
puestos de trabajo, ya que la modalidad contractual del sector es principalmente el contrato de otra o el eventual. Todo
ello incide aún más en esa precariedad. Además con esa situación de inestabilidad se produce que el trabajador se
desconecte de su entorno afectivo, ya que le es difícil coincidir en horario.
Por otro lado la presión por parte de todo el aparato empresarial sobre el trabajador, debido las propias circunstancias
del servicio al estar el trabajador constantemente conectado a un sistema de gestión de llamadas, que hace que se mida
todo su tiempo, y que un ordenador pueda dar constancia todo lo que ha hace durante su jornada, hasta el tiempo que el
trabajador dedica a hacer sus necesidades, hace que el trabajador no se sienta valorado por la calidad de sus funciones ya
que muchas veces solo se valora la cantidad, tanto de ventas, como de contactos en la atención telefónica. Esto produce
una frustración en el trabajador, que tiende a sentirse como una maquina. En este sector tiende a la cosificación del
trabajador, y esto se percibe así tanto por el propio trabajador, como por la propia sociedad, ya que la imagen que se
transmite desde los medios a través de las campañas de publicidad repite el cliché de un trabajador uniforme, al que se
da un tratamiento mecanicista. Incluso en la propia campaña sindical en la negociación del III Convenio de
Telemarketing, firmado hace unos meses, se uso como eslogan la frase ?YO NO ROBOT?. Además el control en toda la
actuación del trabajador, el lenguaje que debe usar, la colocación en el puesto de trabajo, el aislamiento en el puesto de
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trabajo, ya en general se impide la relación con sus compañeros, aislados en un cajón, la imposibilidad de levantarse o
realizar hábitos posturales necesarios para mitigar los esfuerzos musculares causados por mantener la misma postura
durante 8 o más horas, todo ello hace que las condiciones de trabajo del trabajo incidan negativamente en su salud.
Además la propia idiosincrasia de la funciones del estos puestos de trabajo, donde el trabajador se convierte en la
primera barrera de relación de los clientes con las empresas, a través de el teléfono de atención al cliente, convierte a los
trabajadores en la muralla de contención de las frustraciones de estos por el trato de por la empresa. Lo que supone a
veces una situación de gran tensión que se traduce en un gran estrés.
Y si esta es la situación en que se traduce todo ello?. En una enorme incidencia de bajas laborales, hay empresas del
sector que han llegado a tener un 27% de bajas laborales por enfermedad común. Hay una incidencia de bajas por estrés,
por depresiones. Pero como no son bajas laborales por enfermedad profesionales las empresas del sector, a través de la
vigilancia de la salud, no están realizando ningún estudio. Y no toman ninguna medida para evitar las circunstancias que
dan lugar a ello. Además por la propia mecánica de precariedad, al final de contrato si un trabajador ha tenido
demasiadas bajas se opta por no renovarle contrato. Por ello los trabajadores, tienden al presentismo, lo cual supone
implica que cuando no les queda más remedio tienen que tomar la baja, porque la situación de su salud ya es critica. Y
ello deriva en bajas de larga duración, y situaciones a veces difícilmente reparables.
Solo concienciando a empresas, tanto a las contratantes del servicio, como a las propias de telemarketing, como a los
trabajadores, y con una actitud activa de los propios delegados de prevención, proponiendo soluciones a la empresa,
pero también controlando los incumplimientos por parte de la empresa, y con una inspección diligente que actúe, de
oficio, controlando situación destacables, y sensible a las denuncias de los trabajadores, se podrá controlar y mejorar las
condiciones de un sector que por su población mayoritariamente joven debe preocuparnos especialmente, ya que la
incidencia de la presión a la que están sujetos puede derivar en consecuencias irreparables.
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