n° 209 - Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe

Anuncio
Acuerdo N° 209
mes de
En la ciudad de Rosario, a los
Junio
3
días del
de dos mil nueve, se reunieron en
acuerdo los señores miembros de la Sala Primera de la Cámara de
Apelación Civil y Comercial de Rosario, integrada por los doctores
María Mercedes Serra, Ricardo A. Silvestri y Ariel C. Ariza, para
dictar
sentencia
MARIANI,
(expte.
Héctor
n°
en
A.
los
y
316/2008),
o.
autos
“FERNÁNDEZ,
responsable
venidos
para
sobre
Pablo
Daños
resolver
los
César
y
contra
perjuicios”
recursos
de
apelación y nulidad deducidos por la actora a foja 340 contra el
fallo número 551 del 30 de mayo de 2008, dictado por la señora
jueza de Primera Instancia de Distrito en lo Civil, Comercial y
Laboral número 1 de Villa Constitución.
Realizado el estudio de la causa, se resolvió plantear las
siguientes cuestiones:
Primera: ¿Es nula la sentencia impugnada?
Segunda: En su caso, ¿es justa?
Tercera: ¿Qué resolución corresponde dictar?
Sobre la primera cuestión la señora vocal doctora Serra, dijo:
El recurso de nulidad deducido a foja 340 no ha sido mantenido
de manera autónoma en esta sede, por lo que no advirtiendo la
existencia de vicios sustanciales o irregularidades que justifiquen
la revisión oficiosa de la causa, corresponde que sea desestimado.
Voto, pues, por la negativa.
Sobre la misma cuestión, el señor vocal doctor Silvestri, a
quien le correspondió votar en segundo lugar dijo: Que coincide con
los fundamentos expuestos por la señora vocal doctora Serra, y vota
por la negativa.
Concedida la palabra al señor vocal doctor Ariza, a quien le
correspondió votar en tercer término, a esta cuestión dijo: Que
habiendo tomado conocimiento de los autos y advertir la existencia
de dos votos totalmente concordantes, invoca la aplicabilidad al
caso de lo dispuesto por el art.26, ley 10160, absteniéndose de
emitir opinión.
Sobre la segunda cuestión, la señora vocal doctora Serra, dijo:
1. La resolución de la instancia anterior.
Surge
demanda
de
de
las
daños
constancias
y
perjuicios
de
autos
contra
que
la
Héctor
actora
Angel
promovió
Mariani
y/o
Antonio Mormeneo y/o sus sucesores y/o herederos y/o Seguro Metal
Cooperativa de Seguros Limitada y/o quien resulte responsable por
la suma de cuarenta y cuatro mil doscientos veintinueve pesos con
cincuenta
y
ocho
centavos
($
44.229,58)
o
lo
que
estimara
el
tribunal y surgiera de la prueba a producirse, intereses y costas.
El reclamo por daños y perjuicios provenía del accidente que el
demandante relató haber sufrido mientras circulaba al mando de la
motocicleta, siendo golpeado y despedido de su moto por el auto que
individualizó guiado por Héctor Mariani, que ingresó sin detenerse,
en forma súbita e imprevista en la intersección de la avenida y la
calle que precisó, lo que provocó que cayera con todo su cuerpo en
el asfalto, sufriendo lesiones graves y daños en el ciclomotor.
Mediante sentencia número 551 del 30 de mayo de 2008, la jueza
a quo rechazó la demanda con costas a la actora (fs.335 a 339).
Para así decidirlo, en orden a determinar la conducta asumida
por
los
integrantes
del
evento
dañoso
y
responsabilidad de cada uno de ellos consideró
las
pruebas
producidas,
quedó
acreditado
la
consecuente
que, en función de
que
el
actor
fue
el
embestidor y el vehículo del demandado el embestido por el actor
(cfme.
fotos
obrantes
en
la
causa
penal,
fs.278,
dictamen
del
perito en la causa penal, fs.293); que el auto de la accionada era
quien tenía
la derecha en la circulación (cfme. posiciones del
actor, fs.144 vta., pret. 4ª); que la velocidad del demandado no
era inadecuada a su ingreso a la calle Saavedra (35 km.p/h cfme.
pericial; testimonial de Pavón en sede penal, fs.26 vta.); que el
actor
circulaba
a
una
velocidad
entre
40
a
50
km,
significativamente mayor a la permitida por la ley 24.449 art.51.2,
1) para casos como el de autos, esto es, de encrucijadas urbanas
sin semáforo, que no debe superar a 30 km p/h; las testimoniales de
Pavón y Acosta (fs.115 y vta.) que declararon venir detrás del
actor y haber visto anticipadamente el ingreso del automóvil del
demandado,
demandado
en
tanto
(fs.114);
el
que
actor
la
declaró
que
inexistencia
de
no
vio
el
semáforo
auto
no
del
estaba
controvertida.
Juzgó que el actor obró con culpa, embistiendo al accionado
cuando se encontraba cruzando y gozando de prioridad de paso; el
artículo 41 de la ley de tránsito dispone que todo conductor debe
ceder siempre el paso en las encrucijadas al que cruza desde su
derecha, ya sea que transite por una calle como por una avenida; la
preferencia
en
zona
urbana
para
las
esquinas
que
carecen
de
señalización era absoluta, no habiéndose probado las excepciones
previstas en la norma; el artículo 64 de la ley citada dispone que
la violación a la prioridad de paso constituye una contravención
grave contra la seguridad del tránsito y crea contra su autor –en
el caso el actor- una presunción iuris tantum de responsabilidad
que no ha sido desvirtuada en el caso.
Destacó que tampoco el actor redujo la velocidad al aproximarse
a la bocacalle, conforme la ley aplicable, lo cual implicó también
que no tuvo el pleno dominio del vehículo atento la velocidad que
llevaba.
Concluyó que correspondía el rechazo de la demanda al comprobar
que el actor condujo la moto sin respetar la normativa vigente ni
con
la
maniobrabilidad,
prudencia
y
solvencia
que
las
circunstancias le imponían, resultando responsable del siniestro
ocurrido (cfme. arts.1109, 1111 y concs. Cód. Civil; 1,39 b, 41,
50, 51, 64 y concs., ley 24.449).
Contra esa resolución interpuso la actora recurso de apelación
(fs.341). Radicados los autos en esta sede, expresó agravios a
fojas 351/359, los que fueron respondidos a fojas 361/365 por los
demandados y la citada en garantía. Hallándose firme el llamamiento
de autos dispuesto a foja 367 (fs.368), la cuestión se encuentra en
estado de resolver.
No
se
han
efectuado
objeciones
a
la
relación
de
los
antecedentes de la causa que efectúa el fallo apelado, por lo que
conviene remitir a aquella por razones de brevedad.
2. Los agravios de la actora.
El recurrente centra su crítica en los siguientes aspectos, a
saber:
2.1. Cuestiona el fallo por haber valorado las disposiciones de
la ley nacional de tránsito (ley 24.449, art.51.2) en contra de la
demandante, cuando también debían aplicarse al demandado, en cuanto
a que era inadecuada la velocidad con que ingresó a la avenida.
Destaca que la magistrada tampoco ponderó el punto 4 de la
pericia de foja 293 ni lo expuesto por el perito mecánico en la
causa civil (fs.212).
2.2. Considera que el pronunciamiento arribó a una conclusión
errónea en cuanto valoró sólo y separadamente la declaración del
actor, posición 6ª, sin tomar en cuenta que a raíz del accidente,
el
demandado
no
recordaba
la
mayor
parte
de
la
mecánica
del
siniestro (pos.2ª., fs.114 vta., declaración de sede policial y
judicial, fs.13 y 22) y teniendo en cuenta que estuvo internado por
tres días (fs.250).
2.3.
Sostiene
que la
decisión no
ponderó las
declaraciones
efectuadas por Mariani en sede policial y su ratificación posterior
en sede penal, que tenían relevancia y ponían de manifiesto el
abuso de derecho en que incurrió el demandado; que debió tener en
cuenta la versión prestada inmediatamente después del hecho (fs.9
sumario penal y 10 del ppal., ratificada a fs.22 del sumario y 20
de la causa ppal.) sobre la que se efectuó en ulterior ocasión.
En
ese
aspecto,
destaca
que
conforme
lo
declarado
primariamente, Mariani vio la moto y en vez de detenerse continuó
su marcha sin tomar recaudo alguno, a sabiendas que ingresaba a una
avenida de doble mano de circulación, obstruyendo la circulación de
la moto conducida por el actor, lo que revela que pudo prever y
evitar
el
accidente,
pudiendo
hacerlo,
por
lo
que
abusó
de
su
derecho de paso al no tener el pleno domino de su conducido como
consecuencia de la excesiva velocidad con la que se desplazaba.
2.4. Expresa que la decisión omitió ponderar la conducta del
demandado, teniendo en cuenta las circunstancias del accidente del
que resultó damnificado el actor y que justificaba, al menos, una
concurrencia de culpa.
3.
Sobre la procedencia del recurso.
Adelanto que propicio el rechazo del recurso.
3.1.
velocidad
En
que
accidente no
primer
término,
habrían
llevado
las
los
críticas
que
vehículos
refieren
a
participantes
la
del
resultan decisivas en orden a la modificación del
resultado establecido en la resolución anterior.
Esta afirmación se funda en que, en realidad, ninguno de los
peritos mecánicos que han intervenido, contaron con elementos que
le permitieran determinar la velocidad de cada uno de los rodados.
En efecto, el perito designado en el proceso penal expresó: “El
no disponer entonces de pruebas objetivas me impide realizar un
cálculo matemático sobre la velocidad, la cual … en forma sujetiva
la estimo en …” (fs.292 vta. y 293).
Por su parte, el experto que intervino en la instancia de
grado,
con
objetivos
relación
…
que
a
este
permitan
tema
dijo:
efectuar
un
“No
existen
cálculo
elementos
preciso
de
las
velocidades … No obstante se puede decir que las mismas no serían
elevadas …” (fs.213).
Atento
a
ello,
lo
que
juzgo
decisivo
para
sostener
el
pronunciamiento atacado, es que de las constancias del expediente
surge sin dudas que la camioneta del demandado tenía la prioridad
en
el
paso
por
circular
a
la
derecha
del
motociclista
y
que,
además, el vehículo del actor embistió al otro rodado a la altura
de
la
puerta
responsabilidad
izquierda,
en
la
lo
producción
que
resulta
del
revelador
accidente
que
de
debe
su
serle
atribuida de modo exclusivo.
El artículo 41 de la ley 24.449 (adoptada en Santa Fe por la
ley 11.583) establece que: “Todo conductor debe ceder siempre el
paso
en
las
encrucijadas
al
que
cruza
desde
la
derecha.”
Esta
disposición expresa también que la prioridad del que viene por la
derecha es “absoluta”. Por otra parte, el artículo 64 del citado
cuerpo legal determina: “Se presume responsable de un accidente al
que carecía de prioridad de paso.”
Teniendo
en
mencionadas
y
asertivamente
cuenta
lo
que
–como
probada
la
que
establecen
las
ha
expresado-
no
se
velocidad
que
llevaban
regulaciones
se
los
encuentra
rodados
al
momento del choque, no resulta pasible de reproche lo decidido en
la
instancia
producción
de
del
grado
que
accidente
atribuyó
la
íntegramente
responsabilidad
al
conductor
en
la
de
la
anterior,
las
motocicleta.
Además,
objeciones
como
de
la
acertadamente
recurrente
se
evaluó
la
desvanecen
jueza
si,
además
de
lo
expresado, se toma en consideración que el demandante ha confesado
que no vio que la camioneta había ingresado con anterioridad a la
bocacalle
(fs.114
vta.,
posición
6ª).
Con
relación
a
esto,
no
resulta atendible lo afirmado por la apelante en cuanto a que como
consecuencia del accidente, el actor se encontraría imposibilitado
de recordar la mayor parte de lo sucedido, ya que no es certero que
esa circunstancia haya sido expuesta al contestar la posición 2ª
(fs.114 vta.) en la que se limitó a expresar que no recordaba lo
que se le estaba preguntando (pregunta que no obstante ser de tenor
similar a la 6ª, por haber merecido una respuesta elusiva, resulta
pasible de la consecuencias establecidas en el artículo 161 del
CPCC). A todo evento, si el absolvente se encontraba imposibilitado
de
rendir
la
prueba,
debió
haberlo
planteado
oportunamente
provocando una decisión expresa respecto de esa situación, a fin de
evitar las consecuencias previsiblemente perjudiciales derivadas de
una declaración de la que pudiera ser tenido por confeso o de la
que pudiera derivarse una presunción en su contra.
Juzgo que las consideraciones precedentemente expuestas sellan
definitivamente la suerte del recurso, sin que resulte necesario el
tratamiento de otras cuestiones aludidas en la apelación por no
resultar decisivas para cambiar el resultado que propongo, teniendo
en cuenta que los jueces no se encuentran obligados a seguir a las
partes en todas y cada una de las cuestiones y argumentaciones que
someten a su consideración, sino tan sólo aquéllas conducentes para
decidir el caso y que bastan para dar sustento a un pronunciamiento
válido (CSJN, Fallos 258:304; 262:222; 263:30).
Por tanto, sobre la segunda cuestión voto por la afirmativa.
Sobre esta misma cuestión, el señor vocal doctor Silvestri,
dijo: Que coincide con lo propuesto por la señora vocal doctora
Serra, y vota por la afirmativa.
Concedida la palabra al señor vocal doctor Ariza, dijo: Que se
remite
a
lo
expuesto
en
la
primera
cuestión,
absteniéndose
de
emitir opinión.
Sobre la tercera cuestión la señora vocal doctora Serra, dijo:
Teniendo en cuenta el resultado de la votación que antecede,
corresponde desestimar el recurso de nulidad y rechazar el recurso
de apelación de la parte actora, imponiendo las costas de la Alzada
a la vencida (art.251 CPCC) y los honorarios de los profesionales
que
se
desempeñaron
en
esta
sede
deben
ser
regulados
en
el
cincuenta por ciento (50%) de los que en definitiva se establezcan
en la instancia anterior (art.19 ley 6.767).
Así voto.
Sobre esta tercera cuestión, el señor vocal doctor Silvestri,
dijo: Que coincide con la resolución propuesta por la señora vocal
preopinante, y vota en igual forma.
Concedida
cuestión
dijo:
la
palabra
Que
se
al
señor
remite
a
lo
vocal
doctor
considerado
Ariza,
a
en
primera
la
esta
cuestión, y se abstiene de votar
Por tanto, la Sala Primera de la Cámara de Apelación en lo
Civil y Comercial de Rosario, RESUELVE: 1. Desestimar el recurso de
nulidad y rechazar el recurso de apelación de la parte actora. 2.
Imponer
las
costas
de
la
Alzada
a
la
vencida.
3.
Regular
los
honorarios de los profesionales que se desempeñaron en esta sede en
el
cincuenta
establezcan
en
por
la
ciento
(50%)
instancia
de
los
anterior.
que
en
Insértese,
definitiva
hágase
se
saber,
bajen y tómese nota marginal en el protocolo del juzgado de origen.
(Expte. Nro. 316/2008).
mm.
SERRA
SILVESTRI
ARIZA
-art.26 ley 10.160-
Descargar