Kristallnacht - Marcha de la vida

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Kristallnacht
9 de Noviembre de 2011
Por: AG. Los sucesos de 1938, año que recibió el apodo de "crucial" en un documento alemán,
presagiaron una etapa extrema en la política antijudía del régimen nazi. Este año fue testigo
de una intensificación de la política expansionista de Alemania y del aceleramiento de los preparativos
bélicos. El 5 de octubre de 1938 se canceló la vigencia de los pasaportes de judíos, y se agregó la letra J
[por Jude, judío] en los pasaportes de salida que se expedía a los que emigraban. Otra ley de 1938
obligaba a hombres y mujeres judíos agregar los nombres "Israel" y "Sara" a los propios, en caso de no
poseer un típico nombre judío de acuerdo a una lista confeccionada por funcionarios estatales. De esa
forma los judíos podían ser fácilmente identificados por medio de sus nombres. El 27 de octubre de 1938
comenzó la primera operación de expulsión masiva de judíos del territorio del Reich. La operación, que
estuvo dirigida contra judíos de nacionalidad polaca, se realizó con métodos violentos y crueles y sin
contemplaciones, así se tratase de ancianos, enfermos o niños. La deportación se realizó en dirección a la
frontera polaca y recibió el apodo de la “expulsión a Zbązsyń”, por la población polaca a la cual llegaron
en trenes sellados gran parte de los refugiados. Estos sucesos tuvieron una relación directa con el
pogrom ejecutado entre el 9 y el 10 de noviembre de 1938, conocido como la Kristallnacht o “Noche de
los cristales rotos”. Oficialmente los desmanes antijudíos fueron presentados como una represalia al
asesinato de un diplomático alemán en París, Ernst vom Rath, a manos de un joven judío, Herschel
Grynszpan, que de esa forma quiso protestar por los maltratos sufridos por su familia y otros judíos
durante la expulsión y por las condiciones en que se encontraban. Si bien la propaganda argumentó que
los ataques fueron fueron espontáneos, no tuvieron nada de ello. La señal para el inicio fue dada por el
ministro de propaganda, Joseph Goebbels y ejecutadas por los organismos nazis. Durante los ataques
fueron asesinados 91 judíos, más de 1400 sinagogas fueron incendiadas y centenares de tiendas y
negocios pertenecientes a judíos destruidos por los pogromistas. Cerca de 30.000 judíos fueron recluidos
en campos de concentración y la comunidad judía fue obligada a pagar una indemnización de mil
millones de marcos.
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