facultad de filosofia y educacion escuela de pedagogia

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FACULTAD DE FILOSOFIA Y EDUCACION
ESCUELA DE PEDAGOGIA
CARRERA DE EDUCACION PARVULARIA
DESARROLLO SENSOMOTRIZ EN EL NIVEL SALA CUNA:
ESTUDIO DE SU CONCEPCION, VALOR Y CARACTERISTICAS POR PARTE DE
EDUCADORES DE PARVULOS DE JUNJI
Tesis para optar al grado de Licenciado en Educación y al
Título Profesional de Educadora de Párvulos
Estudiantes:
Isabel Abarca Marzán
Diva Cepeda Vargas
Pamela González Nakada
Daniela Herrera Urzúa
María José Rojas Cortés
Profesora Guía:
Gladys Jiménez Alvarado
2007
4
CAPITULO I
MARCO TEORICO
5
1.1. CONCEPTO DE DESARROLLO SENSOMOTOR
A lo largo de los años, el estudio del desarrollo humano ha ido evolucionando,
emergiendo nuevos enfoques que permiten visualizarlo desde distintas teorías. Al
respecto, Hernán Castillo clasifica las teorías del desarrollo en dos clases: las reactivas y
las estructurales.
“Las teorías reactivas postulan que la mente del niño es al inicio del desarrollo una hoja
en blanco (teoría de la tabula rasa) y que el niño va después reaccionando ante el
ambiente”1. Entre los principales ejemplos de esta perspectiva, destacan la teoría
estímulo-respuesta, las teorías del aprendizaje social, la teoría del condicionamiento
clásico y la teoría del condicionamiento operante.
Por otro lado, “Las teorías estructurales sostienen que existe una capacidad de origen
genético en la adquisición de patrones o sistemas de conducta y que, desde el inicio, el
niño actúa sobre su medio”2. Entre las principales teorías estructurales destacan las
teorías generales de Freud, Erikson y Piaget.
No obstante lo anterior, es posible identificar algunas características esenciales que se
observan como ideas fuerzas comunes respecto del desarrollo humano, y en especial del
desarrollo infantil.
El desarrollo humano se concibe como un proceso permanente, que transcurre a lo largo
de todo el ciclo vital del ser humano. En palabras de Castillo “el desarrollo es un
proceso encadenado de cambios”3. Además destaca que “el desarrollo no es uniforme,
sino presenta discontinuidad a través del tiempo”4.
A la luz de este postulado se puede decir que durante la infancia el proceso evolutivo
tiene un ritmo intenso y la velocidad de las transformaciones ocurren en un corto
tiempo, en comparación con otras etapas del desarrollo humano.
Para M.H.Chokler, “el desarrollo humano es la resolución progresiva de las necesidades
desde la dependencia absoluta hasta la autonomía relativa. Y, autonomía relativa – dice
– porque aún de adulto, el sujeto sólo puede subsistir dentro de grupos humanos con los
que construye una compleja red de relaciones sociales. Estas lo determinan y modelan
como un producto emergente y a su vez productor de sus condiciones concretas de
existencia, en las que satisface sus necesidades biológicas, afectivas, culturales,
espirituales y materiales”5
De lo anterior puede señalarse como una de las ideas clave que reafirma que el
desarrollo es un proceso de transformaciones que ocurren en el tiempo de manera
ordenada, coherente y con un sentido de integridad desde la gestación hacia la madurez.
Así mismo, actualmente se afirma que las opciones de realización y ampliación de las
potenciales personales son infinitas y dinámicas, porque “se concibe al organismo
1
Castillo, Héctor (1990) Fundamentos psicológicos del desarrollo. Pág. 6
Ibíd. Pág. 6
3
Ibíd. Pág. 17
4
Ibíd. Pág. 17
5
http://feadef.iespana.es/valladolid/077.%20e.%20p.%20gonzalez.pdf
2
6
humano como un sistema abierto y modificable, en el cual la inteligencia no es ya un
valor fijo, sino que constituye un proceso de autorregulación dinámica, sensible a la
intervención de un mediador eficiente. El desarrollo del cerebro, que se manifiesta a
través del establecimiento de redes neuronales, depende de un complejo interjuego entre
los genes con que se nace, la existencia de un sistema de influencias en ambientes
enriquecidos y las experiencias variadas que se tienen” 6
La infancia temprana que comprende a los niños y niñas de los 0 a los 3 años de edad,
representa el eje central del desarrollo, puesto que es en este período donde la mayoría
de los procesos neuronales dan origen a las experiencias tempranas que en un futuro
serán las bases para las etapas posteriores.
Referente a esto las Bases Curriculares de la Educación Parvularia señalan que “las
experiencias tempranas tienen una gran importancia en la arquitectura del cerebro y, por
consiguiente, en la naturaleza, profundización y extensión de las capacidades a la vida
adulta”7 En esta etapa los niños y niñas están susceptibles y receptivos; existe en ellos la
necesidad innata de explorar a través de sus capacidades sensoriales y motrices, puesto
que aquí radica el fundamento del conocer y aprehender disfrutando de las
oportunidades que el entorno le brinda.
En esta etapa crucial del desarrollo humano se establecen aspectos claves como: la
sensomotricidad, el lenguaje, la identidad, las habilidades cognitivas, la autoestima,
entre otras capacidades humanas, además, se constituyen las redes neuronales que
establecen la actividad cerebral; el niño y la niña es capaz de procesar así toda la
información que viene de sí mismo como del exterior a través de los diversos estímulos
captados por los órganos sensoriales; vivencia
sensaciones multivariadas que le
procuran un conocimiento integrado del mundo que les rodea.
“El cerebro está formado por miles de millones de neuronas y son los estímulos (la
experiencia) a los que están expuestas las neuronas en los períodos esenciales y
sensoriales tempranos del desarrollo (inclusive en el útero) los que determinan muchas
de las funciones del cerebro, por lo tanto, las experiencias que tenga el niño afectarán la
formación de las conexiones (sinapsis) entre las neuronas para establecer vías del
cerebro que rigen y controlan nuestras respuestas intelectuales, emocionales, sicológicas
y físicas a los estímulos”8
Con los avances de la neurociencia se desecha el viejo paradigma de la rigidez cerebral
donde se creía que las neuronas del sistema nervioso quedaban definidas al finalizar su
desarrollo. Este concepto ha sido superado para concluir finalmente con la idea de
plasticidad neuronal o neuroplasticidad.
Podría afirmarse como segunda idea fuerza, desde este punto de vista, que la infancia
constituye la etapa fundante de este ciclo vital; y la plasticidad neuronal o plasticidad
sináptica, característica esencial del sistema nervioso, otorga al proceso la característica
de flexibilidad, y la dinámica de una verdadera espiral de transformaciones esenciales.
6
Mineduc (2000) Bases curriculares Educación parvularia. Pág. 15
Ibíd. Pág. 15
8
www.cosasdelainfancia.com/biblioteca-est-t-12.htm
7
7
Desde la perspectiva de los factores que inciden favorable o desfavorablemente en el
desarrollo humano, puede señalarse hoy día conforme a las teorías policausales, que son
multifacéticos; un entorno enriquecido, esencialmente,
por las relaciones que
configuran un clima emocional positivo, contribuirá favorablemente a este proceso de
personalización donde las características singulares se expandirán en todas sus
dimensiones. Así mismo, cada persona posee una manera diferente, única y distintiva de
responder a tales interacciones, realidad que impregna cada una de nuestras
manifestaciones y acciones con un sello particular, base de la construcción de la
identidad personal.
En virtud de lo anterior, como tercera idea clave se puede afirmar que el desarrollo
humano es un proceso vincular; y en este contexto, es posible afirmar que una de las
variables más significativas en este proceso es la calidad de la existencia a lo largo de la
vida, especialmente los vínculos afectivos que se logran establecer en cada uno de los
mundos de interacción en que se participa, se es acogido y reconocido por otro. En tal
sentido en palabras de Maturana, la educación es un proceso de transformación en la
convivencia.
Por otro lado, este proceso presenta etapas, en cada una de las cuales es posible
visualizar necesidades prioritarias que deben ser satisfechas oportunamente; tales etapas
se encuentran interrelacionadas, de modo que el éxito o fracaso vivido en alguna de ellas
afectará la posibilidad de realización de las siguientes. En otras palabras, puede decirse
como cuarta idea clave que en cada etapa se puede visualizar una tarea particular que la
caracteriza, que es potencialmente una oportunidad en la dirección del desarrollo
personal y social.
En el caso de la infancia la crisis esencial es la de la vitalidad y del logro de la
autonomía, durante la cual la vivencia sensomotriz cobra el significado de posibilitar,
fundamentalmente, la apertura del ser del niño y la niña hacia su identidad, la
convivencia, la comunicación y el conocimiento de sí y del mundo que le rodea; este
estudio se enfoca en el inicio de la infancia, etapa vinculada al desarrollo sensomotor
Al respecto podemos decir que, el desarrollo sensoriomotriz, es la etapa en donde los
sentidos y la motricidad constituyen las dos formas que permiten el conocimiento de si
mismo, del mundo y de quienes nos rodean.
Emmi Pikler, plantea que “el desarrollo sensomotor es un aspecto del desarrollo global
del niño y de la niña el cual está relacionado con otros aspectos tales como el cognitivo,
motivacional etc., que a su vez se influyen mutuamente y están condicionados por el
medio en el que tiene lugar el desarrollo”.9
De esta manera, es que se comprende que el desarrollo sensomotor, no sólo alcanza
dimensiones desde lo motriz sino que desde lo ambiental, cognitivo, afectivo, social,
entre otros, las cuales se manifiestan incluso antes de nacer y que constituyen, sin duda,
una de las etapas iniciales que le permiten al niño y a la niña el primer acercamiento con
el mundo de forma autónoma y en todas sus expresiones.
9
Pikler Emmi (1985) Moverse en Libertad: Desarrollo de la motricidad global. Madrid: Ediciones Nancea,
Pág. 10
8
En el marco del presente estudio, consideraremos al desarrollo sensomotriz, como la
primera etapa del desarrollo humano vivido por la niña y el niño, que se inicia al interior
del vientre materno, caracterizado, fundamentalmente, por la capacidad para explorarse
y explorar su entorno, vivencia propia de la naturaleza humana mediada, tanto por los
sentidos, como por la expresión motriz natural que se ejerce en forma espontánea y
libre.
Durante este proceso es posible identificar las siguientes dimensiones de la vida infantil:
•
Vivenciar sensaciones multivariadas, especialmente, kinestésicas, visuales,
vestibulares y táctiles
•
Moverse en libertad para descubrirse y descubrir el entorno
•
Vivenciar posibilidades lúdicas con el propio cuerpo, los distintos objetos
las interacciones con los demás
•
Vivenciar el progresivo control del propio cuerpo, iniciando el control
voluntario y coordinado de las habilidades motoras básicas, ampliando el
conocimiento de sí mismo, de los objetos y de los demás.
y
En las siguientes líneas, se señalan cada una de estas dimensiones que se han concebido
como expresiones del desarrollo sensomotriz.
1.1.1. Vivenciar sensaciones multivariadas, especialmente, kinestésicas, visuales,
vestibulares y táctiles
Una de las primeras dimensiones se relacionan a las sensaciones multivariadas,
partícipes activas en la vivencia infantil, las cuales integran aspectos kinestésicos,
visuales, vestibulares y táctiles.
Al respecto cabe preguntarse, ¿Qué se entiende por sensación? Según Matlin y Foley
(1996) las sensaciones se refieren a experiencias inmediatas básicas, generadas por
estímulos aislados simples. A la vez, Feldman (1999) concibe que la sensación se define
en términos de la respuesta de los órganos de los sentidos frente a un estímulo.
Las sensaciones visuales se definen como una sensación consciente producida por la
luz, que permite apreciar los objetos y sus cualidades. Es importante mencionar que las
sensaciones visuales varían en luminosidad y en pureza, es así como existen colores
más luminosos que otros; por ejemplo, verde claro y verde oscuro. Por otra parte,
algunos colores se presentan más puros, en tanto que otros se presentan más mezclados
hasta el punto de que a veces no podemos diferenciar un azul de un verde.
Al respecto, cabe destacar que las sensaciones visuales “son apoyadas en un trabajo de
coordinación dinámica- general, donde la unión entre el campo visual y la motricidad de
los brazos está siempre implicada en el acto de la mirada”10
10
http://educacion.upa.cl/diversidad/PSICOMOTRICIDAD.htm
9
La sensaciones táctiles, cuyo órgano es la piel, permite al niño o niña sentir, al tocar un
objeto, su textura suave, áspera, rugosa; la presión que este ejerce suave o intensa, sus
características térmicas: frío, tibio, caliente, entre otras. Al respecto Bibiana Pastor
(1994), menciona que el sistema táctil juega un rol importante para determinar la
conducta humana, tanto en aspectos físicos, emocionales y sociales, ya que postula que
las personas, desde la infancia hacia delante, necesitan de una estimulación táctil
constante que nos mantenga en funcionamiento.
El sistema táctil cobra gran importancia especialmente en la construcción del vínculo de
apego, que es concebido “como una relación de cariño, cálida y cercana, con la o las
personas que cuidan al niño y la niña − mamá, papá, hermanos, tíos, abuelos, entre otros
− de forma incondicional y duradera; caracterizado por el placer mutuo de estar
juntos/as, y el deseo de mantener esta proximidad de cariño, acogida y sentido de
pertenencia; es posible de establecer en todas las interacciones que ocurren en el diario
vivir de las personas, y permite al niño y niña sentirse valorado/a, comprendido/a y
respetado/a”11
El origen de este potencial personal se vive ya en el vientre materno, de allí la
importancia que damos al lazo y comunicación con la madre; allí en ese vientre, es
donde se inician un conjunto de intercambios, mancomunando la fuente energética para
vivir. Lo que ocurre en el interior del vientre materno es una simbiosis vital de
comunión recíproca.
El vínculo de apego, garantiza en consecuencia, la posibilidad de conexión con el
mundo, considerando que el conjunto de funciones de protección, sostén,
acompañamiento y consuelo son imprescindibles para preservar las relaciones del niño
y niña con su entorno, constituyendo, por ende, un organizador clave del desarrollo.
Un ambiente cálido después del nacimiento es fundamental; al ser acogido por la
corporalidad de la madre y del padre, durante los abrazos, la vinculación piel a piel con
los seres queridos, en definitiva a través de esta forma peculiar de comunicación no
verbal – la única que es posible en la infancia -, el niño y la niña vivencian sensaciones
placenteras y se vivencia la confianza básica para iniciar la exploración más allá de sí
mismo y los otros.
En este sentido se tiene plena aceptación que “cuando un niño o niña se siente amado y
querido, su cerebro produce altos niveles de serotonina, lo cual aumenta el número de
conexiones o sinapsis, cuando la hormona cortisol esta elevada durante situaciones
estresantes, esta impide la transmisión de serotonina al cerebro y anula el aprendizaje”12
Las caricias juegan un papel primordial en el desarrollo de los niños y las niñas, no solo
como la base para las interacciones sociales, sino que además como una forma de
comunicación.
Las sensaciones kinestésicas entregan información acerca de la posición y movimiento
de cada una de las partes del propio cuerpo; este sentido contribuye también al control
de la postura, y a que el niño y la niña adquieran los diferentes patrones naturales de su
acervo motriz.
11
12
Díaz. C. y otros (2006) Tesis Escuela Educación Física. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
http://www.cosasdelainfancia.com/biblioteca-esti-t-12.htm
10
En este sentido la motricidad es la expresión de los impulsos motivacionales propios de
la vitalidad infantil, y representa el placer sensoriomotor que permite vivenciar
intensamente la interacción con el entorno, sus acciones inteligentes, su vinculación con
quienes comparte y juega, y sus afectos. El niño y la niña es pulsional, y el eje de su
originalidad es precisamente la acción que le permite manifestarse, transformarse
mágicamente es un auto, un animal, en el objeto preferido, entre otras posibilidades,
descubrir y recrear lúdicamente el mundo en que habita.
Lizarraga Chávez menciona en su artículo “Cuerpo y movimiento: dimensión
psicológica”, que, “Los esquemas de movimientos están potencialmente impresos en el
sistema nervioso, y que van a transferir a los músculos la acción, dando lugar a lo que
denominamos posturas, antes de ingresar a la conciencia (antes de darnos cuenta)
mediante constantes alteraciones de la posición”.13 .
Junto al vínculo de apego, éstas posturas o alteraciones de posiciones permiten que el
párvulo explore su medio; tales posibilidades de exploración que asume y diversifica
tienen el sello propio de lo lúdico, placentero, incierto, de ensayo y error, y sobre todo,
de descubrimiento y afianzamiento de la propia valía y ejercicio de la libertad de ser y
hacer en el mundo.
Mónica Berstein releva a esta actividad lúdica, señalando que “a través del juego, que
para muchos adultos no significa mucho, exploran libremente, descubren, experimentan,
resuelven problemas, practican nuevos aprendizajes, mejoran y dominan relaciones
sociales y desarrollan su autonomía, que lo que ellos necesitan para aprender y progresar
como ser humano autónomo”14
Las sensaciones vestibulares entregan información respecto a la corporeidad con
relación a la estabilidad corporal como respuesta a la gravedad de la tierra; este sistema
ingresa mensajes sensoriales acerca del equilibrio y movimiento de cada una de las
partes del cuerpo; además comunica en que dirección se va y con que rapidez.
Los receptores de las sensaciones vestibulares están en el oído interno vestíbulo a través
del cual se transmiten los mensajes sensoriales; estos receptores son estimulados por la
motricidad de la persona y la gravedad. Es así como el equilibrio ha de ser fundamental
para la coordinación dinámica de los niños y las niñas, entendiéndose como “la
capacidad que tenemos para controlar nuestro propio cuerpo en el espacio y poder,
después de haber realizado un movimiento, recuperar nuestra postura normal y
correcta”15
Al respecto, es importante mencionar que el sistema vestibular, trabaja íntimamente en
conjunto con el sistema visual y propioceptivo, de modo que sus funciones están
interrelacionadas; este intercambio equilibrado, especialmente durante la exploración
sensomotriz que permite caminar desde los reflejos hacia el control voluntarios de la
propia motricidad.
13
http://sisbib.unmsm.edu.pe/BvRevistas/psicologia/1999_n5/c_movimiento.htm
http://www.universia.cl/html_estatico/portada/actualidad/noticia_actualidad/param/noticia/bccijd.htm
15
http://educacion.upa.cl/diversidad/PSICOMOTRICIDAD.htm
14
11
1.1.2. Moverse en libertad para descubrirse y descubrir el entorno
Desde el vientre materno, las bases del desarrollo del niño y la niña se asientan en la
motricidad. Al respecto Pascale Didriche, en el texto ¿Por qué los niños y las niñas se
mueven tanto? postula que el niño y la niña se dicen y existen por su motricidad.
Además distingue dos tipos de motricidad, una que es instrumental, siendo esta un
apoyo para la acción sobre el mundo de los objetos. Mientras la otra es relacional, donde
la motricidad es expresión de la afectividad y el apoyo para comunicación con los
demás.
La motricidad es la forma que tiene el niño y la niña para expresar su mundo interno, el
cual le permite comunicarse e interactuar con el medio. “Movimiento y cuerpo es al
niño lo que el lenguaje es al adulto”16.
Al respecto, Pikler subraya “la importancia y la validez de la actitud no intervensionista
del adulto respecto al desarrollo motor de el niño pequeño”17. A la luz de este postulado,
se hace preciso destacar que el adulto con paciencia y afecto, debe considerar aspectos
generales en su rol mediador, los cuales apuntan a respetar al niño y a la niña,
considerarles como personas y favorecer su desarrollo autónomo.
Dejar al niño y a la niña en libertad se constituye en una piedra angular para la vivencia
de la propia motricidad en su multidimensionalidad; en primer lugar en cuanto
capacidad humana perfectible, y en este período, conformar la bases neurológicas
propias de las habilidades que precisan la actuación en el mundo y la resolución exitosa
de los desafíos motrices propios de la cotidianeidad y del mundo lúdico de
experimentación.
En cuanto manifestación de la unicidad del ser, de su singularidad y del mundo interior
que se extiende en la interacción con sus pares y los demás, la motricidad cruza la vida
infantil, siendo una forma de lenguaje propio de los primeros años. El niño y la niña
expresan sus sentimientos, y desde allí cultivan los modos y formas de convivencia que
se traducirán en su vida de relación futura. Visto desde la relación con el mundo
externo, en especial los objetos, la motricidad es fuente de creatividad y transformación
al mismo que de aproximación recreando todo lo que toca y con lo que interactúa.
Moverse en libertad para descubrirse y descubrir genera un haz de posibilidades
ilimitadas.
1.1.3. Vivenciar posibilidades lúdicas con el propio cuerpo, los distintos objetos
interacciones con los demás
y las
El juego es una necesidad vital, principio originario de todo ser vivo; de la actividad
lúdica brota la vida misma, de forma natural y espontánea, poniéndose de manifiesto en
el niño y la niña desde un primer momento y durante todo su desarrollo. El niño y la
niña juegan cuando succionan el pecho de su madre, cuando sus manos, pies u objetos
se acercan a su boca, cuando balbucean sus primeros monólogos, cuando se desplazan,
16
Aucouturier, Bernard – Mendel Gérard (2004) ¿Por qué los niños y las niñas se mueven tanto?: Lugar de acción en
el desarrollo psicomotor y la maduración psicológica de la infancia. España: Ediciones Graó.Barcelona, Pág. 7
17
Pikler, Emmi (1985) Moverse en Libertad: desarrollo de la motricidad global. Madrid: Ediciones Nancea, Pág. 13
12
y en fin, cuando emprenden todas aquellas actividades por el placer que estas les
proporcionan.
El juego es una actividad propia y característica de la infancia, propia porque el párvulo
“…vive en un estado de juego." 18
Pero ¿qué es lo que significa la palabra jugar?
Para algunos el juego puede significar un desprenderse por un instante del pasado y del
futuro para dejar vivir el presente con placer, alegría, satisfacción, en un espacio de
acción, al comienzo sensomotriz y de experimentación, para luego ser simbólico y
posteriormente social. En cada etapa nace una aceptación mutua entre quienes juegan,
afiatándose lazos debido al mutuo intercambio que precisa el juego propiamente tal.
Para otros, el juego es la forma como los niños y niñas miran y viven lo que acontece a
su alrededor, y en determinado momento de su evolución para transformarlo
simbólicamente.
En esta etapa sensomotriz, en particular, constituye la singular forma de vivenciarse y
vivenciar los vínculos con los demás; da cuenta del valor que tiene el juego como
proceso de conocimiento y un espacio de encuentro genuino y placentero.
Cuando los niños y las niñas juegan, viven el placer motor, experimentado sensaciones y
emociones, sonriendo, gritando o bien expresando en las primeras palabras lo que
acontece; concretan ideas y atienden con especial interés tanto la acción que realizan
con el propio cuerpo como con los objetos con los cuales interactúan; recrean su
realidad personal en coexistencia con un entorno aún desconocido, que a la vez
exploran, observan y habitan sin limitaciones.
A través del espíritu lúdico, que es consubstancial a la propia vida, los niños y las niñas
satisfacen su curiosidad, exteriorizando su voluntad de ser y su iniciativa espontánea,
comunicando su vida interior sin limitaciones. Establece, en otras palabras, una
verdadera simbiosis con su realidad social, cultivando de esta forma, su integración
activa y creativa en el universo que pertenece.
1.1.4. Vivenciar el progresivo control del propio cuerpo, iniciando el control voluntario
y coordinado de las habilidades motoras básicas, ampliando el conocimiento de sí
mismo, de los objetos y de los demás.
Las tres nociones que se relacionan entre sí, son posibles de aprehender a través de la
motricidad, y conforman lo que se ha denominado el esquema corporal, que se refiere al
conocimiento y valoración del propio cuerpo y de su relación con los objetos y los
demás.
Uno de los primeros objetos que el niño y la niña perciben es su propio cuerpo con el
cual experimentan satisfacción y dolor, movilizaciones y desplazamientos, sensaciones
visuales y auditivas, entre otras; y es su cuerpo el que le va a permitir la acción, el
conocimiento y la relación. Al respecto, se plantea que “no es posible establecer una
18
http://www.educacioninicial.com/ei/contenidos/00/0300/342.ASP
13
buena relación entre él yo y el mundo exterior si no se conoce y representa mentalmente
de forma adecuada el propio cuerpo”19
La organización de las sensaciones relativas a su propio cuerpo en relación con los datos
que le proporciona el mundo que lo rodea, juega un papel primordial en el desarrollo de
los infantes; esta organización marca el inicio de sus diversas posibilidades de acción.
Dicha organización se desarrolla de forma progresiva al ritmo del desarrollo y la
maduración nerviosa, paralelamente a la evolución sensoriomotriz.
Desde el propio cuerpo como referente principal de esta etapa, el niño y la niña se
encuentran con el espacio, el tiempo, el número, la textura, el color y la casualidad, cada
uno de tales variables unidos a los objetos y los demás. En tal sentido, se suele indicar
este momento, también, como la etapa del cuerpo del objeto y de la relación vivida con
los demás.
1.2. CARACTERISTICAS EVOLUTIVAS ESPECIFICAS DEL DESARROLLO
SENSOMOTOR
El niño y la niña deseosos por descubrirse y conocer el mundo que los rodea, van
presentando diferentes características evolutivas; tales características se presentan en las
líneas siguientes, teniendo en cuenta cada una de las dimensiones que se han distinguido
respecto al concepto de desarrollo sensomotriz.
1.2.1. Respecto a las sensaciones multivariadas, especialmente, kinestésicas, visuales,
vestibulares y táctiles
Para este descubrir su medio que lo rodea, se hace fundamental el sentido de la vista,
donde Serafino y Amstrong afirman que los recién nacidos son capaces de detectar
visualmente movimientos y cambios de intensidad luminosa; no obstante lo anterior,
carecen de dos aptitudes visuales importantes: la de enfocar y la convergencia. En todo
caso, el progreso de la acomodación visual del neonato ocurre tan rápidamente, que casi
a los cuatro meses de edad su capacidad de acomodación es próxima a la de un adulto.
El lactante de a poco mostrará interés en todas las personas que tiene a su alrededor y en
las acciones que éstos realizan; además en las diferentes actividades y objetos que estén
dentro de su campo visual, así podrá seguir los objetos con la vista y observar con tanto
agrado el rostro humano que llama tanto su atención.
Por otra parte, las sensaciones táctiles se están desarrollando desde el nacimiento del
bebé; tocando los objetos que tiene a su alrededor, el lactante descubre diferentes
texturas, temperaturas y otras propiedades que encuentra en el mundo que les rodea.
“La percepción sensorial permite a los bebés aprender sobre su ambiente, de modo que
pueden navegar en él. La experiencia motora fortalece su percepción de lo que sucederá
si se mueven de cierta forma. Esta conexión bidireccional entre percepción y acción le
19
http://educacion.upa.cl/diversidad/PSICOMOTRICIDAD.htm.
14
da al niño y la niña gran cantidad de información útil acerca de si mismo y de su
mundo”20
Es así como los sentidos juegan un rol fundamental para conocer y descubrirse a sí
mismo y a su entorno inmediato, como también para actuar e intervenir en él.
El lactante va conociendo su cuerpo y al mismo tiempo su entorno. Cuenta para ello
con órganos sensoriales que canalizan su comunicación con el mundo, con receptores
kinestésicos que le entregan información de todas las partes de su cuerpo y así logra
responder frente a cada estímulo que el ambiente le ofrece; de allí la importancia que
cobran las experiencias agradables que le procuran sensaciones de satisfacción, agrado,
regocijo y un gozo íntimo que aflora corporal y motrizmente; sobre la base de tales
vivencias experimentadas emergen las motivaciones personales para continuar
aprendiendo.
1.2.2. Moverse en libertad para descubrirse y descubrir el entorno
Desde que el niño y la niña, están aun en el vientre materno, se encuentran viviendo
como explica Annis en un medio líquido, tibio, de características físico-químicas
invariables, en una cavidad oscura y presuntamente silenciosa. En esa cámara el
pequeño "nada" libremente durante la primera etapa de su vida fetal. A fines del cuarto
mes se puede observar un variado "repertorio de movimientos, que incluye el de
succión, el de rotación de la cabeza y el de empuje con las manos y los pies"21
Podemos entender entonces que desde la vida prenatal el niño y la niña despiertan al
mundo, moviéndose en libertad.
Cada logro motriz adicional permite al bebé intentar desafíos más complejos. Desde
levantar la cabeza y girarla, para luego voltearse quedando boca abajo; después sentarse
observando otra perspectiva que antes no apreciaba, descubriendo nuevas cosas, donde
luego un gran acontecimiento es en el inicio de la locomoción, que según Sarafino y
Amstrong afirman que el niño y la niña en posición inclinada, comienzan a arrastrarse e
impulsándose con los pies que ya pueden juntar, se deslizan hacia delante para observar
las múltiples cosas interesantes que les presenta su mundo.
Para llegar a la posición de pie, debe adquirir control sobre la cabeza y cuello, luego el
tronco y las extremidades inferiores, siguiendo la ley céfalo-caudal, en un proceso
secuencial desde el control de la cabeza hasta la posición de pie. El control de la
posición sentada le permite también tener control sobre las extremidades superiores y
las manos.
Es
posible observar que durante el proceso de desarrollo motor, que “la acción motriz,
del tipo ensayo y error, precede al pensamiento organizado, ya que las consecuencias de
la acción no están previstas y luego las perciben a medida que van apareciendo” 22
20
Papalia, Diane E -o- Wendkos Olds, Sally -o- Duskin Feldman, Ruth. Psicología del desarrollo: de la infancia a la
adolescencia (2005). México. Ediciones McGraw-Hill, Capítulo 6, Pág. 153
21
http://www.eljuegoinfantil.com/psicologia/evolutiva/genetica/prenatal.htm
22
Rigal, Robert (2006) Educación motriz y educación psicomotriz en la infancia en preescolar y primaria. Editorial
INDE, España
15
1.2.3. Vivenciar posibilidades lúdicas con el propio cuerpo, los distintos objetos y las
interacciones con los demás
A medida que los niños y niñas van logrando el control de su cuerpo, y al ir tomando
conciencia de sí mismo, se van ampliando las posibilidades lúdicas. Por ejemplo, de
jugar con sus manos moviéndolas mas tarde logra cambiar de posiciones para así utilizar
sus extremidades y poder rodar.
Rodar, reptar, gatear, caminar, correr, moverse rítmicamente, entre otras vivencias
corporales permiten que los niños disfruten y gocen de las nuevas oportunidades que les
brinda su cuerpo; eso mismo les incentiva a seguir descubriendo otras alternativas de
movimiento que lo llevan a ampliar su campo de repertorio motriz lúdico consigo
mismo y con el entorno más cercano.
Como fue mencionado anteriormente, Iolanda Vives dice que “Movimiento y cuerpo es
al niño lo que el lenguaje es al adulto. Esta manera original de expresarse la llamamos
expresividad motriz; tiene dimensiones conscientes e inconscientes y es el modo tónico
– emocional de ser y estar en relación con el espacio, con los objetos y con los demás”.
23
Los infantes se interesan por descubrir los diferentes aspectos del mundo, mediante
aprender a coordinar la experiencia sensorial y la actividad motora. El conocimiento que
los niños y las niñas adquieren de sus sentidos y los objetos en su medio ambiente
proviene de las acciones lúdicas que efectúan con dichos objetos.
A medida que el lactante va progresando en cuanto al conocimiento y las posibilidades
lúdicas centradas en sí mismo, su interés se vuelca al mundo externo, en la exploración
y manipulación directa de los objetos. Primero visualizamos a un lactante que utiliza sus
sentidos para descubrir los objetos que le rodean y que pasa a utilizarlos en sus
experiencias de juego; de esta forma, los objetos son elementos lúdicos, generadores de
nuevas búsquedas; mediadores de la comunicación y referencias concretas para percibir
el propio cuerpo, los objetos y los demás.
1.2.4. Vivenciar el progresivo control del propio cuerpo, ampliando las habilidades
motrices básicas, el desarrollo de la coordinación, el conocimiento de sí mismo, de
los objetos y de los demás.
El lactante tiene constantes cambios en cuanto a su motricidad, pasa de actos reflejos a
nuevas conductas que son más voluntarias, lo que se refleja en como mueve sus brazos,
las piernas y la cabeza, siendo más receptivo a los diversos estímulos sensoriales. Lo
que va demostrando que es una persona mas activa en el mundo que le rodea.
El primer control motor del bebé tiene lugar en los músculos que mueven la cabeza.
Sólo más tarde quedan bajo control los músculos de los hombros, los brazos,
abdominales y finalmente, de las piernas. Más tarde el bebé puede levantarse del suelo
23
Aucouturier, Bernard – Mendel Gérard (2004) ¿Por qué los niños y las niñas se mueven tanto?: lugar de acción en
el desarrollo psicomotor y la maduración psicológica de la infancia. España: Ediciones Graó. Barcelona. Pág.7
16
y apoyar sus manos y rodillas comenzando a gatear; acción que aumenta mucho su
velocidad locomotora, para así finalmente pararse y solo para mas tarde lograr caminar;
es más algunos lactantes pasan de una posición a otra con una destreza que asombra que
se relaciona con las oportunidades que ha tenido para moverse en libertad.
En tal sentido, el paso decisivo de la etapa refleja a la motricidad voluntaria se encuentra
expresado en lo que se ha denominado habilidades motoras básicas o posibilidades
naturales de la motricidad humana; particularmente en el desarrollo de la cualidad
motriz de coordinación que permite al lactante precisar las acciones corporales requerida
en la realización de tales posibilidades naturales; armonizarlas en una totalidad
kinestésica como es el caminar, saltar, trepar, recibir un objeto, trasladarlo, alcanzarlo,
hacerlo rodar si es posible, equilibrarse en superficies disminuidas y en altura, entre
otras posibilidades motrices; autocontrolar las propias realizaciones en el ejercicio libre
y espontáneo propio de la exploración sensomotriz; y por ende, resolver los problemas
motrices a que se encuentra enfrentado en su interacción con el entorno cercano.
De esta manera evoluciona motrizmente, y al mismo tiempo, cognitivamente porque es
a partir del ejercicio libre de su motricidad que se contacta con el mundo que le rodea;
palpa, manipula, huele, moviliza los objetos que están en su paso; establece relaciones y
genuinas interacciones con los adultos y pares con quienes se encuentra; en otras
palabras, va ampliando progresivamente su control corporal, como así mismo el
conocimiento de sí mismo, de los objetos y de los demás.
1.3. BASES CURRICULARES DE
DESARROLLO SENSOMOTOR
LA
EDUCACION
PARVULARIA
Y
En las próximas líneas estableceremos una relación entre el desarrollo sensomotor y lo
estipulado en las Bases Curriculares de la Educación Parvularia acerca de la
importancia que estas le otorgan a esta etapa en el Primer ciclo comprendido entre los 0
y 3 años de edad.
Previo a dicha relación es de suma importancia conocer como se visualiza al niño y a la
niña en este marco curricular. Al respecto las Bases Curriculares señalan que: “Se
visualiza a la niña y al niño como una persona en crecimiento, que desarrolla su
identidad, que avanza en el descubrimiento de sus emociones y potencialidades en un
sentido holístico; que establece vínculos afectivos significativos y expresa sus
sentimientos; que desarrolla la capacidad de exploración y comunicación de sus
experiencias e ideas, y que
se explica el mundo de acuerdo a sus comprensiones,
disfrutando plena y lúdicamente de la etapa en que se encuentra. Se considera también
una visión
de proyección a sus períodos escolares a su formación ciudadana”
En la página siguiente, se identifican los núcleos establecidos por la Bases Curriculares
de la Educación Parvularia, así como aquellos aprendizajes esenciales que se vinculan a
cada una de las dimensiones comprendidas en el concepto de desarrollo sensomotor
concebido en este estudio.
17
1.3.1. Aprendizajes vinculados a la dimensión: sensaciones multivariadas, especialmente,
kinestésicas, visuales, vestibulares y táctiles
IDENTIDAD
Aprendizaje Nº 2
Manifestar sus gustos y preferencias por sensaciones visuales, auditivas, táctiles,
olfativas y kinestésicas que expresan sus intereses personales
MATEMATICAS Y
CUANTIFICAION
RELACIONES LOGICO
SERES VIVOS Y SU
ENTORNO
LENGUAJES
ARTISTICOS
Aprendizaje Nº 12
Comunica a los demás las experiencias que les resultan especialmente agradables y
aquellas que les incomoda
Aprendizaje Nº 1
Descubrir el mundo visual (contrastes, formas, colores, movimientos) y de los
sonidos a través de sus diferentes manifestaciones, expresándolas libremente.
Aprendizaje Nº 2
Producir en objetos cambios visual y auditivamente interesantes por sus colores,
formas, reflejos y sonidos, como resultado de su acción
Aprendizaje Nº 1
Descubrir, mediante sus sentidos, los seres vivos que forman parte de su
entorno inmediato y que son de su interés
Aprendizaje Nº 3
Experimentar con las diferentes manifestaciones de la naturaleza:
flores, árboles, plantas, arena, piedras, a través de sus colores, olores,
formas y contexturas diferentes.
Aprendizaje Nº 1
Identificar progresivamente y manifestar sus preferencias por
algunos atributos y propiedades de los objetos que exploran:
textura, peso, volumen, sonidos y movimientos, entre otros.
1.3.2 Aprendizajes vinculados a la dimensión: Moverse en libertad para descubrirse y
descubrir el entorno.
AUTONOMÍA
18
IDENTIDAD
AUTONOMÍA
Aprendizajes vinculados a la dimensión: Vivenciar posibilidades lúdicas con el
propio cuerpo, los distintos objetos y las interacciones con los demás
CONVIVENCIA
1.3.3
Aprendizaje Nº 5
Manifestar iniciativa para explorar su medio y atender sus intereses de
conocimiento y situaciones de su entorno, ampliando su campo y repertorio
de acción habitual.
Aprendizaje Nº 15
Iniciar progresivamente la comunicación de sus intenciones y
opciones personales de juego, trabajo, lugares, grupos, temas y
otros, a través de distintas formas de expresión.
Aprendizaje Nº 8
Manifestar sus preferencias por actividades, juguetes, lugares, de
trabajo, materiales, cuentos y otros.
Aprendizaje Nº 2
Mantener interacciones sociales de mayor duración, intensión y
complejidad, a través de juegos, imitaciones y exploración de objetos.
Aprendizaje Nº 11
Participar en pequeños grupos de trabajo, realizando proyectos que
satisfacen necesidades vinculadas a sus diversos intereses,
confortabilidad u otros, en situaciones de su cotidianeidad y respeto a
los demás
19
1.3.4 Vivenciar el progresivo control del propio cuerpo, iniciando el control voluntario
y coordinado de las habilidades motoras básicas, ampliando el conocimiento de sí
mismo, de los objetos y de los demás.
AUTONOMÍA
Aprendizaje Nº 2
Adquirir el control de la prension voluntaria y de la postura sedente en
diferentes situaciones, para ampliar su ámbito de acción sobre las cosas.
Aprendizaje Nº 4
Adquirir el desplazamiento en sus distintas formas, que le permitan ampliar
sus posibilidades de intervención y satisfacer sus intereses de exploración.
Aprendizaje Nº 13
Perfeccionar la coordinación viso motriz fina, utilizando la presión con pinzas
en diferentes situaciones, de manipulación y
traslado de objetos
Aprendizaje Nº 16
Adquirir el control y equilibrio postural en diferentes situaciones, en la
realización de sus iniciativas de juego, exploración y otros
IDENTIDAD
Aprendizaje Nº 1
Descubrirse a sí mismo a través de la exploración sensoriomotriz de su
cuerpo y de los otros, diferenciando gradualmente a los objetos y personas
que conforman su entorno más inmediato.
Aprendizaje Nº 4
Descubrir que su acción produce r4esultasos sobre las personas y los
objetos, de tal manera que pueda progresivamente identificar sus
capacidades de influir en el accionar de otros y en el entorno
inmediato
Aprendizaje Nº 11
Desarrollar acciones que comprometan distintas capacidades que le
permitan expresar y manifestar sus características y fortalezas personales
20
RELACIONES
LÓGICO
MATEMÁTICAS Y
LENGUAJE
ARTÍSTICO
Aprendizaje Nº 6
Expresarse corporalmente representando diferentes intensidades y
velocidades de distintos tipos de música.
Aprendizaje Nº 8
Descubrir diversas posibilidades de gestos y movimientos corporales
para expresarse en sus juegos y otras situaciones de su interés.
Aprendizaje Nº 3
Establecer las primeras relaciones espaciales con los objetos y personas con
las que interactúa, percibiendo la función de su cuerpo y las relaciones:
cerca- lejos, dentro- fuera, encima- debajo, y la continuidad y
discontinuidad de superficies y líneas
Aprendizaje Nº 7
Establecer gradualmente relaciones causa-efecto percibiendo algunas de las
consecuencias de sus acciones en las personas y objetos de su entorno
BILBIOGRAFIA
1.
2.
3.
4.
5.
Aucouturier B. y Mendel G. (2004) ¿Por qué los niños y las niñas se mueven tanto?: lugar de
acción en el desarrollo psicomotor y la maduración psicológica de la infancia
Ministerio de Educación. “Bases Curriculares de la Educación Parvularia”
Wickstrom Ralph (1990) “Patrones motores básicos”. Alianza Deporte. Madrid
Rigal, Robert (2006) “Educación Motriz y educación psicomotriz en preescolar y primaria”.
Publicaciones INDE, Barcelona.
Pikler E. (1985) “Moverse en Libertad: Desarrollo de la motricidad global”. Ediciones Nancea.
Madrid.
Artículo:
Peralta Victoria, El desarrollo de una pedagogía de las oportunidades en los tres primeros
años de vida.
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