El vínculo y la institución de subjetividad Autora: Lic

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Fepal - XXIV Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis - Montevideo, Uruguay
“Permanencias y cambios en la experiencia psicoanalítica" – Setiembre 2002
El vínculo y la institución de subjetividad
Autora: Lic. Teresa Nora Popiloff.1
(Asociación Psicoanalítica Argentina)
En 1897, en una casita de Bernaval, Sebastián Melmoth, se propone escribir un nuevo
drama: Faraón. Pero ese hombre, que se había dado un nuevo nombre2, no podía
escribir. Ese hombre ansiaba por sobre todo, “reunirse nuevamente con su amado Bosie
para volver a ser... “Ell rey de la vida””.3
“Cuando tomo la pluma todo el pasado surge, y no puedo soportar los pensamientos
que sucita...el dolor.... El Oscar de hace cuatro años, con su vida magnífica, sus fáciles
triunfos y sus glorias, se levanta ante mí y no puedo soportar el contraste...”
Por ello, ese hombre anhelaba reunirse con Lord Alfred Douglas. En la carta que le
envía (Julio de 1897) le escribe:
"I feel that my only hope of again doing beautiful work in art is being with you.
Everyone is furious with me for going back to you, but they don't understand us. I feel
that it is only with you that I can do anything at all. Do remake my ruined life for me,
and then our friendship and love will have a different meaning to the world."4
Que el mundo diera un sentido diferente a su amistad era un rodeo que probablemente
Wilde necesitara para inscribir el vínculo que mantuvo con Bosie( sobrenombre de Lord
Alfred Douglas)
Es conocido el hecho de que Oscar Wilde estuvo dos años en prisión a lo largo de su
vida, condenado por comportamiento y ofensas homosexuales. Al salir de prisión
cambió su nombre. Manifiestamente no quería ser reconocido. ¿Sería solamente un
recurso para no sentir ante los otros la evidencia de que su vida estaba arruinada? O ese
cambio sería una de las tantas consecuencias que trajo a Wilde el trabajo de inscribir la
discontinuidad que supuso en su vida el nuevo vínculo con Bosie?
La abrumadora experiencia de ser prisionero durante dos años fue un acontecimiento
extraño para el devenir de la subjetividad de Wilde. La vivencia de continuidad de la
existencia actúa como punto de anclaje para el aparato mental. Éste registra cualquier
hecho que lo altere y que le produzca una vivencia de discontinuidad, la cual sólo se
1
Avda. Angel Gallardo 501 4°. (C.P. 1405). Buenos Aires. Argentina
T.E.: (5411) 4854-3083
e- mail: tenita @ciudad.com.ar
2
inspirándose en el santo que murió víctima de las flechas de sus enemigos y en el protagonista de
“Melmoth, the Wanderer”( Melmoth el vagabundo), novela escrita y publicada (1820) por su tío materno
dublinés2
3
André Gide: Oscar Wilde. Ed. Lumen .Pocas Palabras
4
Siento que mi única esperanza de hacer nuevamente algo bello en arte es estando contigo. Todos están
enojados conmigo por regresara ti , pero ellos no nos entienden . Siento que solamente estando contigo
podré hacer algo. Rehaz mi arruinada vida para mí, y entonces nuestra amistad y amor tendrán un
sentido diferente para el mundo.(el subrayado es mío)
1
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“Permanencias y cambios en la experiencia psicoanalítica" – Setiembre 2002
evidencia una vez que la continuidad se interrumpe. La discontinuidad de la experiencia
conlleva la necesidad de inscribir lo nuevo como así también lo ajeno propio que surge
a partir del vínculo. Si uno no es el mismo antes y después de un vínculo. ¿ Por qué
sería extraño para uno darse un nombre diferente?.
Éste trabajo toma como fuentes las biografías de Oscar Wilde escritas por Frank Harris,
André Gide y Bernard Shaw; el epistolario que Wilde mantuvo con Lord Douglas y una
de sus obras fundamentales: De Profundis.
Los biógrafos citados no solo son contemporáneos de Wilde, sino que mantuvieron
relaciones personales con él, lo cual produjo vínculos estrechos y ambivalentes. Son
representantes de la subjetividad del siglo XIX atravesados, por lo tanto, por las
representaciones sociales de la época.
Si bien las fuentes citadas no constituyen el material clínico de un análisis de pareja, en
los testimonios de los biógrafos intentamos recortar lo vincular diferenciándolo de
aquello que es relación de objeto. La lectura de los textos produce una oscilación
similar a la que produce el material de sesión entre el mundo infantil y el mundo
vincular del paciente. Esta oscilación aparece al analista como problema y reclama su
atención. Porque lo vincular está trabajando en el borde de la relación de objeto y ésta
es una situación a considerar.
Este trabajo ejemplifica la oscilación del mundo psíquico entre la relación con un objeto
y la presencia del otro, quien en tanto otro, puede ser reconocido como sujeto. El otro
es una entidad que excede la calidad de objeto. Me refiero por exceder a que queda en
el objeto una zona importante por fuera de lo proyectado por el yo.
“Otro no es equivalente a persona. Una persona puede subsistir como un objeto que
completa al yo, pero solo puede existir como sujeto cuando el yo lo necesita pues su
vida cambió a partir del vínculo”.5
El aparato psíquico individual se construye en el borde entre la relación de objeto y el
vínculo de un sujeto con un otro reconocido en su alteridad (alteridad que incluye una
zona incompartible) La alteridad del otro posee una dimensión única, singular y otra que
es socialmente instituida: el otro es otro como ajenidad respecto de mí; como ajenidad
respecto de sí; pero también es otro en tanto ha sido socialmente instituido como un
otro de mí (diferente, semejante, inferior, etc, serían términos con los que el discurso
social denomina al otro que no soy yo, para producir un borde sobre el que se asienta la
dimensión ajena del otro). De modo que, si el vínculo se construye en el espacio de la
alteridad de dos sujetos , la dimensión socialmente instituida, en la medida en que es su
borde, también es un componente que entra en el espacio vincular.
Lewkowitz sostiene que los discursos sociales instalan marcas que determinan la
subjetividad, de ésto se sigue que la identidad es, en parte, la resultante de la
instauración de las marcas requeridas por una sociedad para aceptar como hombres y
mujeres a sus integrantes.
5
“El sujeto es sujeto del vínculo. La subjetividad se va construyendo a través de los efectos de
presencia, capaces de crear y producir tramas psíquicas, evocaciones, marcas, nuevas
representaciones que no se reducen a meras identificaciones sino que son nuevas creaciones”.
2
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Esas marcas producen a su vez, en los individuos, efectos inconcientes, subjetivos, que
se inscriben en el aparato psíquico y son significados desde el mismo aparato en que se
han inscripto.
Y fundamentalmente este trabajo intenta ejemplificar la alteración que implica
inscribir la presencia del otro. Ésa es la alteración que es necesario pensar en todo
vínculo.
“Quizás hay que ir a presidio para entender esto. Y, si es así, quizá vale la pena ir a
presidio” (Oscar Wilde)6
2- El encuentro
No cualquier encuentro hace vínculo. Para que un vínculo se constituya como tal ese
encuentro debe ser significativo.
A fines del siglo XIX durante la era en que reinó menuda y autoritaria la reina Victoria
(1837-1902), asomaban algunas grietas en la formidable maciza estructura del poderío
británico.
“Londres era realmente el centro del mundo moderno. Las clases altas, navegando en la
cresta de una ola de oro puro, comenzaban a aburrirse de la austeridad victoriana,
emanada de la diminuta e irascible soberana, envuelta en un luto perpetuo por la muerte
de su adorado Alberto, el príncipe consorte, y una aureola de virtud- léase castidad- de
la que no pocos, en esos círculos dorados desconfiaban”.7
Refiriéndose a la moral victoriana, Brian Gilbert, director de la película: Wilde The
outsider dice: “Los hombres podían ser más afectivos y ser vistos más amanerados sin
que ésto causara suspicacias. Era tan así, que muchos de los amigos de Wilde no
creyeron que era homosexual hasta que él mismo se los confesó. Es una interesante
cuestión cultural, el hecho de que antes del escándalo Wilde, no había noción alguna
de hombre gay”8.
Oscar Fingal O’Flaghertie Wills Wilde nació en Dublín (1854- 30 de noviembre 1900).
Llevaba su nombre en honor al Rey Oscar de Suecia, a quien su padre, James Wills
Wilde, famoso cirujano de oído y ojos, había operado. Su padrino fue el citado
monarca. Fue su madre quien eligió el nombre, pues Oscar, en la amorfa odisea céltica,
fue nieto del rey Fingal, líder de Fianna e hijo unigénito de Ossian (muerto
dolorosamente por su huésped mientras se sentaba a la mesa).
Oscar llevaba el nombre O’Flaghertie en homenaje a un historiador irlandés y a la feroz
tribu irlandesa cuyo destino era asaltar las puertas de las ciudades medievales y cuyo
nombre inspiraba terror a los pacíficos. En la escuela decidió llamarse solamente Oscar
suprimiendo sus últimos dos nombres.
“Un día descubrí una publicación escolar en la que aparecían versos suyos firmados
Oscar O’Flaghertie Wilde. Bromeando, le pregunté qué significaba ese O’Flaghertie, a
lo que me respondió gravemente: Los O’Flaghertie fueron reyes en Irlanda. Tengo
derecho a este nombre, puesto que desciendo de esa familia.
6
Harris Frank :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva. Pag. 285
Joyce James : En Diario La Nación. Domingo 19 de noviembre de 2000 Suplemento cultura
8
Gilbert Brian. Society Bringing Wilde to the screen En Wilde: The making of the motion picture Wilde
Internet
7
3
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No pude contener una carcajada.
Pero, de qué se ríe Ud. Frank- preguntó un poco amoscado. Me parece cómico- le
expliqué- que cuando se es Oscar Wilde, se quiera ser además
O’Flaghertie.”(F.Harris)9
Por su parte, Lord Alfred Douglas (Bosie) nació en el seno de una noble familia escocesa,
cerca de Worcester (1870- 1945). Fue el hijo menor del noveno marqués de Queensberry
(John Sholto Douglas, 1844-1900) y de Lady Sybil Montgomery (1855- 1935). Su padre
fue célebre por haber impuesto en el boxeo las reglas que llevan su nombre.
“Hermoso, divertido, joven. Era también desaprensivo, arrogante y avaro, con un orgullo
casi insano y un temperamento incontrolable que mostraba a cualquiera que se
interpusiera entre él y sus placeres.10
Tanto para Harris como para Shaw, Wilde tenía una magia, un don especial: era un
excelente narrador. Esa cualidad que se ponía de manifiesto en sus vínculos cautivaba a
sus congéneres y le franqueó innumerables puertas. Es interesante destacar como una
carácterística de Wilde que el narrar oral no puede ser sin la presencia; a diferencia de
la literatura escrita, que es un narrar en ausencia.
A los veintiún años Bosie fue formalmente presentado a Wilde (en 1891) por Lionel
Johnson. El día del primer encuentro... “Oscar hablaba más brillantemente que de
costumbre, acicateado por la presencia de Lord Alfred Douglas”
"Si las primeras obras de Wilde fueron fallidas, su conversación en cambio era cada vez
más brillante. Wilde no conversaba; contaba con voz de tenor y veía a Bosie como
asombrosamente bello. "
“Esta pareja extraordinaria se completaba de cien maneras diversas, no solamente por el
espíritu sino también por el carácter.”
Oscar Wilde se sintió fundamentalmente atraído por la belleza y la posición social de
“uno de los grandes nombres de la historia británica”. Escribió inmediatamente para
Bosie su poema The New Remorse.
“Para Douglas, Oscar, no era sino un estimulante del espíritu, una influencia intelectual;
pero en Oscar, por el contrario, la influencia de Douglas se ejerció sobre el carácter.”11
El material al que se accede con mayor facilidad nos muestra la relación de Wilde y
Bosie fundamentalmente centrada en Wilde. El motivo de esa centralidad puede deberse
a que la trascendencia de la figura de Wilde domina a su vez la perspectiva con la cual
sus biógrafos refieren ese vínculo. Sin embargo, también es posible suponer que Wilde
y Bosie no vivieron el encuentro del mismo modo. Es decir, si la relación Wilde - Bosie
está centrada en la figura de Wilde, ello puede deberse a que en Wilde la experiencia
tuvo una intensidad y unos efectos que no tuvo en su amante. Lo cual nos lleva, como
analistas a preguntarnos: un vínculo, ¿ altera necesariamente a sus integrantes de la
misma manera?.
9
Harris Frank :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva.
Stephen Calloway: Oscar Wilde . An exquisite life. Orion Media. Page 66
11
Harris Frank :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva. Pag 129
10
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A partir del material consultado ¿ podríamos acaso sugerir que la transformación de
Wilde fue más radical que la de su amado?.
El camino que este trabajo transita deja esa pregunta en suspenso.
3-¿Relación pasional?
Es posible pensar que hubo momentos en que Wilde y Douglas quedaron presos en una
relación donde compartieron la ilusión de completud y realizaron una elección
narcisista de objeto. Desde luego, la ilusión de completud del yo conduce a
la
anulación de la presencia del otro. Sin embargo es posible ver que Wilde fue más allá
de ello.
“Sin discernir la causa, tuve yo muchas ocasiones de sorprenderme de este cambio”12
“Su reciente intimidad con Lord Douglas, unida a sus triunfos como autor dramático, le
prestaba una confianza en sí mismo casi agresiva. Deploré este cambio sobrevenido en él,
y no pude menos que sentir una nerviosa aprensión.”13
Los biógrafos coinciden en que si bien Wilde era orgulloso y egoísta, al salir de la
cárcel –a la que fue condenado por dos años -fue capaz de sentir honda piedad por los
demás.
4- El vínculo
“Disposición y azar determinan
el destino de un ser humano;
rara vez, quizás nunca, lo hace
uno solo de esos poderes.”14 (
Freud, S.. Sobre la dinámica de
la transferencia,1912)
El vínculo es la puesta en funcionamiento de una relación en presencia del otro. Creación
de sentido, nueva mirada que jerarquiza el interjuego de la presencia y la ausencia.
Presencia a la que diferencio de exterioridad y que es entendida como aquello plus
además del otro como objeto. Ausencia no necesariamente entendida como pérdida
definitiva del objeto, sino como esa cualidad que tiene el otro cuando no tiene presencia.
15
Si el momento inaugural fuera una ausencia ligada a la pérdida definitiva del otro, nos
estaríamos refiriendo a la puesta en juego de una relación de objeto. El deseo inconciente
mueve al sujeto en dirección al otro y a vincularse con él, pero es ante la presencia del
otro que emerge la pulsión cuya investidura intenta hacerlo objeto.
12
Harris Frank :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva. Pag 129
Harris Frank :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva. Pag. 139
14
Freud, Sigmund: Sobre la dinámica de la transferencia,1912, Tomo 12 pag 97( nota al pie N° 2)
15
El término crear según el diccionario Manual de la Lengua Española, significa ‘establecer, fundar,
introducir por primera vez una cosa, hacerla nacer o darle vida en sentido figurado’.
Crea es: ‘cierto lienzo entrefino usado para camisas, sábanas, etc.’
Viene de criar (según el diccionario etimológico Corominas) y tiene el sentido de ‘dar a luz, engendrar,
educar’’ crear, producir de la nada’.
Un derivado es recreare ‘crear de nuevo’’ volver a la vida, restablecer, reparar’.
13
5
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El vínculo supone el encuentro con un otro que genera nuevas inscripciones. Nuevo se
refiere tanto a la presencia de un elemento que nunca hubo antes, como a la
reconfiguración inédita de elementos ya presentes .
“Súbitamente, el encuentro con Lord Douglas, vino a revelarle algo que desconocía que
estaba presente en su relación con la realidad” (Harris F)16.
"Era evidente que estaba en manos de otro”(B. Shaw)17.
“Sentíase en su mirada menos ternura, algo de ronco en su risa y de frenético en su
alegría. Parecía a la vez ,más seguro de agradar y menos ambicioso de conseguirlo;
veíasele enardecido, robustecido, engreído. Cosa extraña, ya no hablaba en
apólogos.”(A. Guide)18
Si se tiene en cuanta que el apólogo es una sentencia, un proverbio, un enunciado fijo y
que Wilde pierde esa estructura del discurso después de conocer a Bosie, podemos ver en
esta modificación de su lenguaje, que se vuelve elástico, singular; un índice de la
alteración que le produjo el encuentro con Douglas.
Harris pensaba que “Wilde jamás pudo darse cuenta de hasta qué punto este encuentro
había cambiado el mundo para él”. “Dejó de frecuentar a la sociedad, se mostraba con
Douglas por todas partes, derrochaba dinero, trabó amistad con sus amigos y familiares.
Cambió mucho, haciéndose cada vez más vulgar y duro”. 19
Sin embargo entiendo que Wilde percibía la alteración que le produjo el encuentro. De lo
contrario no hubiera respondido de este modo a la inquisición de quien más tarde fuera
uno de sus biógrafos: ¿Por qué voy a ceder frente a ese loco?....Sé que sus intenciones
son buenas, Frank, pero me es imposible seguir su consejo( refiriéndose al consejo de F.
Harris). No puedo, no debo, renunciar a un amigo como Bosie. Realmente, no puedo
dejar que Lord Queensburry escoja por mí mis amigos. Es demasiado absurdo20.
El encuentro que cambió el mundo para Wilde es vínculo. Para él significó un cambio
de vida. Nunca volvería atrás. Bosie lo había transformado en Rey de la vida. Si no
hubiera sido así ¿para qué soportar los juicios? ¿ por qué ir a prisión? ¿Habría sido hasta
entonces el rey de la muerte?
Ni Wilde se equivoca cuando dice ser el único dueño de su vida, ni sus biógrafos
cuando remarcan cómo cambió su vida luego del encuentro con Lord Douglas. En todo
caso muestran la marcada oscilación que existe en la constitución de la subjetividad
entre lo infantil y lo vincular. “Existe una oscilación entre ser uno mismo solo,
indiferente a lo que hagan los demás y el aceptar que el otro cambia el mundo
16
Harris Frank :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva. Pag 125
Bernard Shaw: En Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva.Pag. 382
18
André Guide. En :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva.Pag.150
19
Harris Frank :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva.Pag.128
20
Harris Frank :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva. Pag 142
17
6
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propio”21. En esa oscilación está presente la resistencia inconsciente a ser determinado
por el otro y el temor a que se altere la vivencia de continuidad.
El vínculo de Lord Douglas con Oscar Wilde había provocado las iras del marqués de
Queensberry, padre de Bosie, quien acusó públicamente a Wilde de sodomita. Wilde,
en un intento de acabar con los furiosos ataques del marqués, lo denunció por
difamación.
El 3 de abril de 1895 empezó un primer juicio en Old Bailey, que tras declaraciones de
testigos- algunos comprados-concluyó con la declaración de inocencia del marqués.
Wilde debía hacerse cargo de las costas del juicio, más debido a su pésima situación
financiera fue declarado en quiebra; por lo que se remataron públicamente sus
propiedades. Sus obras fueron retiradas de los teatros (se estaba representando An ideal
Husband) y muchos amigos le volvieron la espalda.
Queensbury, humillado, presentó seguidamente en la Corte evidencias que permitieron
acusar a Wilde de comportamiento y ofensas homosexuales. Esto generó un nuevo
juicio que comenzó el 26 de abril. En este segundo juicio se presentaron dos poemas
escritos por Alfred Douglas que se referían a su relación con Wilde como un "amor no
natural". El jurado no lograba ponerse de acuerdo en la decisión y el juicio se aplazó .
Oscar Wilde quedó en libertad condicional, más pese al consejo de sus amigos se negó a
huir de Inglaterra.
El juicio se reanudó el 20 de mayo y finalmente se dictó una orden de arresto contra
Wilde( 26 de mayo), quien, detenido, fue llevado a la cárcel de Wandsworth. Tras dos
meses de enfermería fue llevado a la cárcel de Reading.
Asombro, admiración y temor sentía André Gide ante lo comprometido de la situación
de Wilde. ¿Sabía Wilde a qué se exponía presentandose nuevamente a un segundo
juicio? Guide entre otros, le pronosticaba la catástrofe.
“¡Prudencia!. respondía- Pero ¿puedo tenerla!. ¡Sería retroceder!”. Es preciso que
vaya lo más lejos posible...Ya no puedo ir más lejos...Es preciso que suceda algo
distinto.
Me pregunto: ¿Qué llevó a Wilde a “desestimar los ruegos y consejos de sus amigos
para hundirse trágicamente en los trabajos forzados” ( Frank Harris)? .
¿Su orgullo irlandés, como pensaba B. Shaw? ¿Su debilidad, como entiende Frank
Harris?
Recordemos que no había en tiempos de Wilde antecedente con el cual significar la
relación. La homosexualidad no estaba institucionalizada.
Los estudiosos del tema no encuentran una explicación lineal para el advenimiento de la
intolerancia social hacia la homosexualidad. Philippe Ariês, en sus Reflexiones en torno
a la historia de la homosexualidad, señala que “el debilitamiento de las restricciones
que pesan sobre la homosexualidad es uno de los rasgos más sobresalientes de la
situación moral actual en las sociedades occidentales”.
En el siglo XX ya no es la medicina ni la iglesia quienes hacen de la homosexualidad
una categoría aparte, sino son los mismos homosexuales quienes reivindican su carácter
diferente acuñando un nuevo vocablo autoasignado: gay. Esta nominación,
21
Berenstein I.:
7
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autoengendrada, los autoriza a sí mismos, y así se separan finalmente de las categorías,
que producto de su ubicación, realizó de ellos, la cultura.”
Propongo que fue el vínculo que se creó “entre” Oscar Wilde y Lord Alfred Douglas,
vínculo que inscribió nuevas marcas, aquello que determinó que Wilde eligiera la
cárcel antes de ser solamente un no existente en un destierro y perder su
neosubjetividad. Para defender esa subjetividad que surgió tan dramáticamente ante la
presencia de Douglas, para seguir siendo el Rey de la Vida, se dispuso a enfrentar la ley
y se defendió públicamente, pronunciando un bello discurso en el que incluía las
palabras: “The love that dare not speak its name”.
“ El amor que no se atreve a decir su nombre, Es en este siglo incomprendido Es
bello, delicado, es la forma más bella de afecto. No hay nada artificial en él. Es
intelectual... Que ésto sea así el mundo no lo comprende”.
5- El pensar
Para el sujeto del vínculo la caída en la relación pasional es vivida como destrucción.
En ese momento el objeto pareciera no ser contingente, el yo desea más “del mismo” y
ante la amenaza de la insatisfacción o pérdida, su respuesta es eminentemente de índole
cuantitativa: necesita del objeto cada vez más.
Wilde expresaba a sus allegados la imposibilidad que tenía para interrumpir su relación
con Douglas. Ésta lo llenaba de exigencias y sobre todo le impedía escribir. Sólo podía
retomar la escritura cuando Douglas se hallaba lejos.
Pero su lucidez coexistía con la certeza de la necesidad que tenía de Bosie y el poder
que le atribuía ¿ de vida? .
“ Me asustaba , Frank, tanto como me atraía, y traté de evitarlo. Pero él no cejaba; me
perseguía obstinadamente, y no supe resistirle. En muchas ocasiones traté de librarme de
él, pero él volvía, y yo acababa siempre por ceder.”Oscar Wilde)22
La relación pasional produce una alteración en el pensar que comienza a funcionar con
convicciones.
“Tras haber sometido a tu capricho mi talento y adueñarte de mi voluntad y casi de mis
bienes, precisabas apoderarte también, a impulsos de la insaciable codicia que te cegaba,
de mi propia existencia.”23
Cuando el otro del vínculo no es reconocido como otro, está por lo tanto destruido
como sujeto y queda sólo como objeto de autoconservación, queda al servicio del yo.
Una de las convicciones mayores es que el otro no importa. Si esto sucede ,el yo, no
puede quedar indemne. Queda también destruido porque al dar libertad al placer de la
destructividad, tiene solamente una relación de tipo narcisista y se afirma entonces
como el único dueño del propio destino.
El pensar del vínculo es un pensar sobre la oscilación permanente entre el encuentro que
cambia el mundo para uno, el aceptarlo en las acciones, y el resistirlo.
22
23
Harris Frank :Vida y confesiones de O. Wilde.(Biografía) Biblioteca Nueva. Pag. 128
Oscar Wilde. Obras Completas. Ed Aguilar Pág 1172
8
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“En mi propio interés ya no podía hacer otra cosa que quererte.”
“Realmente es absurdo, pero no puedo vivir sin ti. ¡Eres tan deseable, tan
maravilloso!”
"No necesito preguntarte cuál ha sido mi influencia sobre tí. Demasiado bien sabes que
no he tenido ninguna. Una de tus frecuentes jactancias era decir que yo no había
ejercido ninguna, y esa era tu única jactancia realmente justificada.24
Un vínculo no podría ser pasional si bien la dimensión pasional puede ser una de sus
viscitudes. En ese momento está invadido por la relación de objeto. Es lo paradigmático
de la situación. Ese es el momento en que el otro no importa y cuando surge el
obstáculo propio del pensamiento del vínculo.
6- La presencia
Quienes establecen una relación pasional muestran no solamente la dificultad para
elaborar la ausencia del otro, sino también una dificultad para inscribir su presencia.
Tener presencia se refiere tanto “a la ocupación de un lugar como a la permanente
excedencia del sujeto respecto del lugar posible”25. Para inscribir lo nuevo inherente a
la presencia es necesario elaborar la diferencia que produce la pérdida entre creer que el
otro es el objeto proyectado y eso que plantea el otro, con su presencia, que siempre lo
excede.
“Estar juntos y estar vinculados son dos operaciones emocionales diferentes y de
creciente complejidad.”26
En todo caso, la tensión entre aceptar la manera en que el otro marca al sujeto y
pensar que toda relación es una reactualización de afectos infantiles, la alteración
que la presencia del otro produjo en ambos generó en Wilde y en Douglas nuevas
inscripciones en su psiquismo.
¿Podríamos pensar que en Douglas, ese “alma delgada y áurea, ...el Jacinto a quien
Apolo tan locamente amó”, el jovial, áureo y encantador muchachito”27se produjo un
cambio tal, que fue capaz de iniciar una acción legal contra Winston Churchill que lo
sentenció a seis meses de prisión?
¿ Cuáles fueron los índices de esa alteración que produjo el vínculo en Wilde y que
jamás se negó a aceptar?:
¿El aceptar la dimensión pasional del vínculo?.
¿El no ceder ante las demandas morales de sus amigos, aceptando ir a los juicios y
defendiéndose a sí mismo?.
¿El pensar lo novedoso de ese vínculo, para el cual no existía antecedente social?
24
Oscar Wilde De Profundis. En Obras completas de Oscar Wilde Ed. Aguilar. 1979 Madrid.
Berenstein. I: El sujeto y el otro. Paidos Biblioteca profunda. Pag 101
26
Berenstein. I: El sujeto y el otro. Paidos Biblioteca profunda.
27
Wilde Oscar: Cartas a Lord Alfred Douglas
25
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Tal vez Wilde intuía que solamente inscribiendo lo nuevo: una presencia y un vínculo
producido por esa presencia, our friendship and love will have a different meaning to
the world su amor y amistad tendrían un sentido diferente para el mundo.
Anexo documental
Palabras con las que Oscar Wilde se defendió en el juicio
“El amor que no se atreve a decir su nombre, en este siglo, es el gran afecto del
hombre mayor por el joven; como aquel que hubo entre David y Jonahtan, del que
Platón hizo la base misma de su filosofía, y tal como se encuentra en los sonetos de
Miguel Angel y de Shakespeare. Es este afecto, profundo, espiritual, tan puro como
perfecto. Dicta e inunda grandes obras de arte como aquellas de Shakespeare y de
Miguel Angel. Y esas dos cartas mías, tal como son. Es en este siglo incomprendido ,
tan incomprendido que puede ser descripto como el amor que no se atreve a decir su
nombre, y por el cual yo estoy aquí ahora. Es bello, delicado, es la forma más bella de
afecto. No hay nada artificial en él. Es intelectual, y existe repetidamente entre un
hombre mayor y un joven, cuando el mayor tiene intelecto, y el joven tiene toda la
alegría, esperanza y el glamur de la vida por delante. Que ésto sea así el mundo no lo
comprende. El mundo se burla de ésto y a veces termina poniéndolo a uno en la picota
por ello”.
The New Remorse
Oscar Wilde, 1891
(written for Lord Alfred Douglas)
The Sin was mine; I did not understand.
So now is music prisoned in her cave,
Save where some ebbing desultory wave
Frets with its restless whirls this meagre strand.
And in the withered hollow of this land
Hath Summer dug herself so deep a grave,
That hardley can the leaden willow crave
One silver blossom from keen Winter's hand.
But who is this who cometh by the shore?
(Nay, love, look up and wonder!) Who is this
Who cometh in dyed garments from the South?
It is they new-found Lord, and he shall kiss
The yet unravished roses of thy mouth,
And I shall weep and worship, as before.4
Two Loves
Reprinted from The Chameleon, December 1894 . A Poem By Lord Alfred Douglas
I dreamed I stood upon a little hill,
And at my feet there lay a ground, that seemed
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Like a waste garden, flowering at its will
With buds and blossoms. There were pools that dreamed
Black and unruffled; there were white lilies
A few, and crocuses, and violets
Purple or pale, snake-like fritillaries
Scarce seen for the rank grass, and through green nets
Blue eyes of shy peryenche winked in the sun.
And there were curious flowers, before unknown,
Flowers that were stained with moonlight, or with shades
Of Nature's willful moods; and here a one
That had drunk in the transitory tone
Of one brief moment in a sunset; blades
Of grass that in an hundred springs had been
Slowly but exquisitely nurtured by the stars,
And watered with the scented dew long cupped
In lilies, that for rays of sun had seen
Only God's glory, for never a sunrise mars
The luminous air of Heaven. Beyond, abrupt,
A grey stone wall. o'ergrown with velvet moss
Uprose; and gazing I stood long, all mazed
To see a place so strange, so sweet, so fair.
And as I stood and marvelled, lo! across
The garden came a youth; one hand he raised
To shield him from the sun, his wind-tossed hair
Was twined with flowers, and in his hand he bore
A purple bunch of bursting grapes, his eyes
Were clear as crystal, naked all was he,
White as the snow on pathless mountains frore,
Red were his lips as red wine-spilith that dyes
A marble floor, his brow chalcedony.
And he came near me, with his lips uncurled
And kind, and caught my hand and kissed my mouth,
And gave me grapes to eat, and said, 'Sweet friend,
Come I will show thee shadows of the world
And images of life. See from the South
Comes the pale pageant that hath never an end.'
And lo! within the garden of my dream
I saw two walking on a shining plain
Of golden light. The one did joyous seem
And fair and blooming, and a sweet refrain
Came from his lips; he sang of pretty maids
And joyous love of comely girl and boy,
His eyes were bright, and 'mid the dancing blades
Of golden grass his feet did trip for joy;
And in his hand he held an ivory lute
With strings of gold that were as maidens' hair,
And sang with voice as tuneful as a flute,
And round his neck three chains of roses were.
But he that was his comrade walked aside;
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Fepal - XXIV Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis - Montevideo, Uruguay
“Permanencias y cambios en la experiencia psicoanalítica" – Setiembre 2002
He was full sad and sweet, and his large eyes
Were strange with wondrous brightness, staring wide
With gazing; and he sighed with many sighs
That moved me, and his cheeks were wan and white
Like pallid lilies, and his lips were red
Like poppies, and his hands he clenched tight,
And yet again unclenched, and his head
Was wreathed with moon-flowers pale as lips of death.
A purple robe he wore, o'erwrought in gold
With the device of a great snake, whose breath
Was fiery flame: which when I did behold
I fell a-weeping, and I cried, 'Sweet youth,
Tell me why, sad and sighing, thou dost rove
These pleasent realms? I pray thee speak me sooth
What is thy name?' He said, 'My name is Love.'
Then straight the first did turn himself to me
And cried, 'He lieth, for his name is Shame,
But I am Love, and I was wont to be
Alone in this fair garden, till he came
Unasked by night; I am true Love, I fill
The hearts of boy and girl with mutual flame.'
Then sighing, said the other, 'Have thy will,
I am the love that dare not speak its name.'
“Había pensado que “podría devolver mi voluntad a su natural superioridad. No ocurrió
así. Al llegar el momento decisivo me falló por completo la voluntad”.28
“Realmente Oscar no advertía nada fuera de sí mismo; y, como al presente saboreaba
los frutos suculentos del éxito, la fatalidad le parecía un mito entre los mitos”. “Jamás
escuchaba y raras veces prestaba atención a un pensamiento que no fuera el suyo. A
partir del momento en que no brillaba él solo, se eclipsaba. Únicamente se le
reencontraba estando a solas con él”.29(Gide)
La Muerte y el Amor parecen caminar ,uno u otro, de mi mano, mientras cruzo la vida:
son lo único que recuerdo, sus alas me dan sombra.30
Puesto que la esperanza, o mejor aún la certeza, de encontrarte de nuevo en alguna parte
es la meta y el estímulo de mi vida presente, ¡debo continuar viviendo en este mundo
precisamente por eso!.31
...”he sido el blanco de una terrible tragedia...”
Escribías que era mi deber contigo y conmigo mismo vivir a despecho de todo. Pienso
que es verdad. Lo intentaré y lo conseguiré32
28
Oscar Wilde. Obras Completas. Ed Aguilar Pág 1172
29
André Gide: Oscar Wilde. Ed. Lumen Pocas Palabras. Pág. 21
ibid.
31
Ibid 99
30
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Fepal - XXIV Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis - Montevideo, Uruguay
“Permanencias y cambios en la experiencia psicoanalítica" – Setiembre 2002
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