Colegio Antil Mawida Departamento de Historia Profesora Cecilia Llanos. GUÍA PEDAGÓGICA: Populismo y nuevas reformas políticas. Nombre: _____________________________________ Curso 3° Medio _________ Objetivo: Analizar e inferir información desde el texto y las fuentes. Populismo y segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo 1952-1958 En la primera elección presidencial en que las mujeres pudieron, al fin, ejercer su derecho a elegir al Jefe de Estado, resultó electo con un contundente apoyo el candidato independiente Carlos Ibáñez del Campo. De esta forma, el antiguo caudillo volvía a ocupar la Primera Magistratura, aunque esta vez lo hacía sustentado por la ciudadanía y no por medios que ponían en riesgo el orden constitucional y al sistema político tradicional. Debido a la crisis económica que asolaba al país y al enorme descontento en que estaba sumida la mayoría de la población nacional, la campaña de Ibáñez se centró en ofrecer a la ciudadanía las soluciones que la clase política tradicional no había logrado poner en práctica y por ello el lema de su candidatura rezaba “El General de la Esperanza”; de hecho, Ibáñez prometía “barrer” con los problemas que afectaban a los chilenos, y por tanto (acorde con su lema) una escoba era utilizada como imagen ancla de su candidatura. De la misma forma que en su anterior arribo a La Moneda, Ibáñez aglutinó un numeroso apoyo electoral sin contar para ello con los referentes políticos tradicionales, lo que en la práctica le significó convertirse en el candidato de una gran cantidad de personas que no se hallaban representados y que se consideraban independientes; además, la postura de Ibáñez logró concitar el interés de militantes del Partido Socialista y de algunos simpatizantes de la derecha tradicional, que veían en él a una alternativa capaz de resolver los problemas de gobernabilidad que afectaban a la nación tras la promulgación de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, la ruptura del Frente Popular y el progresivo declive del Partido Radical, el antiguo arbitro de la política chilena. Una vez que Ibáñez confirmó su retorno a La Moneda, los principales esfuerzos de su gobierno se pusieron en frenar la inflación y para ello se llevó a cabo la contratación de una firma consultora estadounidense, hecho que en nuestro país se conoció como la misión “Klein-Sacks”, y que tenía como propósito efectuar un estudio sobre la realidad económica chilena y generar un programa de medidas que impactaran sobre el fenómeno inflacionario. Entre las recomendaciones planteadas por la misión Klein-Sacks se hallaban propuestas como reorganizar y racionalizar el aparato burocrático del Estado, el establecimiento de políticas crediticias para impulsar a la industria interna, una reforma que redujera el entramado de las remuneraciones y los subsidios estatales, además de una severa reformulación de las políticas tributarias. La mayor parte de las medidas no fueron puestas en práctica, ya que el gobierno de Ibáñez basaba su apoyo ciudadano en la red de ayuda social que había montado a través de la expansión monetaria, por ello la trascendental reforma tributaria no se llevó a cabo y mucho menos se recortó el gasto social por la impopularidad que estos ajustes causarían en el electorado. En consecuencia, tras la misión KleinSacks, la inflación en Chile siguió creciendo, alcanzado cifras del 80%. Como señalamos anteriormente, el regreso de Ibáñez a La Moneda fue apuntalado durante una campaña de corte populista que consiguió desmarcarse del discurso político tradicional, el que luego del fracaso radical había caído en el desprestigio de la ciudadanía. Por ello, otra característica esencial del segundo gobierno de Ibáñez fue su anómala forma de relacionarse con el Poder Legislativo. Debido al tono populista del gobierno de Ibáñez, las relaciones con el Congreso fueron dificultosas por carecer el ibañismo de interlocutores que facilitaran el dialogo con los parlamentarios, lo que poco a poco se fue convirtiendo en un síntoma de la poca legitimidad que el estilo autoritario y parco del General de la Esperanza provocaba en la Ciudadanía. Y, aunque Ibáñez obtuvo una alta mayoría en las elecciones de 1952, todas sus iniciativas carecían de respaldo para ser puestas en práctica. Con la necesidad de sustentar parlamentariamente su programa de gobierno, Ibáñez salió a la conquista de Congreso en las elecciones legislativas de 1953 con el lema “Un Parlamento para Ibáñez”, estrategia que le granjeó una relativa mayoría de 74 diputados sobre un universo de 147. Sin embargo, este triunfo no le permitió al General ubicar a sus diputados en la Mesa Directiva. Dadas las circunstancias, Ibáñez no conseguía concretar sus iniciativas de gobierno y ello sumía a nuestro país en una crisis de gobernabilidad, que los partidos políticos aprovecharían para recuperar el terreno perdido frente al populismo ibañista. La consecuencia más grave de la inactividad en que había caído la administración de Ibáñez era la nula capacidad del ministerio de Hacienda para revertir la situación económica y para frenar la inflación. El quiebre de las relaciones entre el Ejecutivo y el Parlamento y las crisis de gobernabilidad se hicieron evidentes cuando el Congreso, haciendo uso de una prerrogativa que le concedía la Constitución de 1925, levanto una inédita acusación constitucional contra el presidente Ibáñez, marcando un hito en la historia constitucional de nuestro país A pesar del convulsionado contexto político y económico en que se desarrolló la segunda administración de Ibáñez, el estilo autoritario del General de la Esperanza y la escoba logró concretar una serie de iniciativas que impactaron positivamente en el crecimiento del país; entre las más importantes se pueden mencionar: La creación del Banco de Estado El ministerio de minería La superintendencia de Educación El Instituto de Seguros del Estado La Corporación de la Vivienda (CORVI) Por otro lado, bajo el gobierno de Ibáñez se promovió el desarrollo de las zonas extremas del país, pues en la zona norte se fomentó la actividad del puerto de Arica, y en la zona austral se emprendió la definitiva colonización del territorio de Aysén. ACTIVIDAD 1: Responde en tu cuaderno. A. ¿Por qué se le denomina “Populismo” al segundo periodo de Ibáñez del Campo? B. ¿Cuáles fueron las estrategias que utilizo para detener la inflación? C. ¿Qué problemas tuvo con el sector legislativo? ACTIVIDAD 2: Responde en tu cuaderno. Confecciona un comic sobre las respuestas de la actividad 1. Ocupa tu imaginación, la sátira y el humor para plasmar el periodo que se enfrentó Ibáñez. Los tres tercios Las principales tendencias políticas del país, que pueden identificarse como de centro, izquierda y derecha, dieron origen, hacia fines de los años cincuenta, a un fenómeno que se denominó el de “los tres tercios electorales”. Esto quería decir que los votos de los electores tendían a concentrarse en cada una de estas tres tendencias, obteniendo cada una de ellas una cantidad de votos similares, que bordeaba el 30%. De esa forma, el sistema político fue capaz de alternar distintos proyectos generales de sociedad, representados por los presidentes Jorge Alessandri Rodríguez, Eduardo Frei Montalva y Salvador Allende Gossens. La tripartición del escenario político derivó en que, entre 1958 y 1970, cada una de las tres elecciones presidenciales que hubo fuese muy reñida, saliendo victoriosos candidatos que obtenían un pequeño margen de votos por sobre sus contrincantes. Cuestión más sensible aún, considerando que en algunos casos sus programas de gobiernos suponían Importantes reformas sociales. La situación descrita se vio principalmente reflejada en las elecciones presidenciales de 1958 y de 1970. Respecto a la elección presidencial de 1958, cabe hacer notar que se presentaron dos candidaturas que pueden ser consideradas de 'centro': la del demócrata cristiano Eduardo Frei y la del radical Luis Bossay. En cuanto a Antonio Zamorano, conocido en la época como el 'cura de Catapilco', se trató de un candidato independiente, que, con un discurso popular o populista, intentó restar votos a la candidatura de Salvador Allende, con el fin de restarle posibilidades de ser elegido; de allí que, dado su discurso electoral, se le pueda considerar como votación de 'izquierda'. Los porcentajes de la elección de 1964, merecen también un comentario. Ante un probable triunfo de Salvador Allende, la derecha decidió, poco antes de la elección, dar su apoyo a Eduardo Frei, dejando prácticamente sin base electoral a su candidato original, Julio Durán. Ello explica que Frei haya sobrepasado el 50% de los votos y el bajo porcentaje del candidato de derecha; de cualquier modo, las cifras confirman la teoría de los 'tres tercios'. Cada uno de los „tres tercios‟ que existió en Chile en los años sesenta e inicio de los setenta, llevó a la formulación de proyectos de país diferentes, que daban distintas respuestas a los problemas sociales, económicos y políticos de la época. Cada sector pensaba que tenía las mejores soluciones para enfrentar los problemas y soñaba con un Chile diferente al que existía y al que ofrecían sus opositores. Todos ejercían el derecho a imaginar y proponer proyectos de desarrollo para el país. Este derecho era respetado. En quince años, como veremos, cada sector (la derecha, el centro y la izquierda) tuvieron la posibilidad de poner en práctica sus proposiciones, accediendo sucesivamente al gobierno por medio de elecciones democráticas, libres e informadas. ACTIVIDAD 3: Responde en tu cuaderno ¿Cuáles fueron los aportes del periodo de los tres tercios para la política? Gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez 1958-1964 Los problemas que presentaba Chile había que enfrentarlos con urgencia y determinación. Para ello, entre 1958 y 1973, el país realizó tres esfuerzos muy diferentes entre sí. El gobierno de Jorge Alessandri, elegido en 1958 hasta 1964, intentó una solución de corte liberal a los problemas económicos de la época, lo que significaba un cambio en el rumbo seguido por la economía chilena desde los gobiernos radicales. Ahora se pondría énfasis en el comercio exterior, privilegiando al sector exportador y a la iniciativa privada para que su fortalecimiento llevara prosperidad a los demás sectores productivos. Los sectores de derecha de la época pensaban que el exceso de estatismo era la causa del estancamiento económico del país. Por otro lado, la ampliación de la participación social generaba una desmesurada presión sobre el Estado, el que respondía al emitir dinero a través del Banco Central, lo que provoca inflación. En consecuencia, había que apoyar la gestión empresarial y desligar al aparato estatal del clientelismo de los partidos, de la presión de los sindicatos y el populismo. El gobierno elimino barreras al comercio exterior, flexibilizo los controles al movimiento de capitales e incentivo la acción de la empresa privada al apoyar la renovación de sus bienes de capital y tecnología. Por otra parte, devaluó la moneda nacional, medida que favoreció al sector exportador, el que pudo colocar sus productos al mercado internacional a un menor precio. Además, la CORFO fue reorientada para asesorar y financiar a la empresa privada. El Estado debía jugar un importante papel en el apoyo a la producción, sin dejar de lado su propia labor productiva. El Estado, para impulsar la actividad privada, inició un plan de inversiones que se centró principalmente en viviendas y obras públicas. Por otra parte, se reajustaron las remuneraciones casi en un ciento por ciento de la inflación registrada en 1958. Sin embargo, los buenos resultados iniciales no se pudieron mantener dado que, según algunos analistas, el gobierno no tuvo la respuesta que esperaba de parte del sector empresarial. Junto a ello, la representación tripartita en el cuerpo legislativo significó la existencia de una oposición política que cuestionó e impidió medidas que el gobierno proponía realizar. Las medidas tomadas por Alessandri eran sin duda importantes, pero no se estaban haciendo cargo de los problemas de fondo que afectaban al país, tal vez pensando que primero habría que generar un incremento de la productividad industrial para luego abordar la situación del agro y de la minería, pero ello no sucedió. Como veremos más adelante, su acción frente al problema agrario fue extremadamente débil. La Alianza para el Progreso, programa estadounidense de reciente creación, promovía el apoyo económico y técnico para aquellos gobiernos latinoamericanos que pusieran en marcha reformas políticas y sociales. El fin de este programa era calmar la agitación social debido a las injusticias y el subdesarrollo, mediante reformas y cambios estructurales en la economía no se provocarían mas revoluciones en América como la cubana en 1959. Esta alianza dio ayuda al gobierno de Alessandri, la cual se canalizo para como ayuda para enfrentar las consecuencias del terremoto y maremoto de 1960 (Valdivia). En tal contexto, el gobierno promovió la primera reforma agraria, que fue promulgada en 1962. Si bien sus alcances fueron reducidos por su carácter moderado, se gano el apodo de “reforma del macetero” por la oposición. Esta primera iniciativa creo la institucionalidad que sirvió a los gobiernos posteriores para profundizar los cambios en el campo. Se crearon organismos como la corporación de la reforma agraria (CORA) y el instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), encargados de implementar la reforma. ACTIVIDAD 4: Responde en tu cuaderno. A. ¿En qué consistía el programa de Alessandri Rodríguez? ¿Qué diferencias tenia con respecto a los anteriores gobiernos del Frente popular y el de Ibáñez? B. Investiga sobre La Alianza para el Progreso y La Doctrina de Seguridad Nacional.