Moneda es un término que procede del latín monēta y que hace

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Moneda es un término que procede del latín monēta y que hace mención a la
pieza de oro, plata u otro metal que, con forma de disco y acuñada con diversos
motivos para acreditar su valor y legitimidad, se utiliza como medio de intercambio
(dinero).
Por ejemplo: “Este jugo es muy barato: lo puedes comprar con apenas un par de
monedas”, “Necesito monedas para el colectivo”, “El almacenero no me dio vuelto
ya que dijo que no tenía monedas”.
Las monedas surgieron en reemplazo de lingotes, placas y otros elementos que se
utilizaban como medio de pago pero que resultan incómodos y difíciles de
transportar. Las primeras monedas oficiales fueron acuñadas en Lidia entre los
años 680 y 560 a.C. Sin embargo, existirían monedas mucho más antiguas (5000
a.C., halladas en China).
Actualmente las monedas funcionan como medida de valor, instrumento de
adquisición directa o medio de atesoramiento de riquezas. Las normas de
seguridad para evitar la falsificación se han multiplicado en todos los países del
mundo.
Por extensión, se conoce como moneda a todo billete, papel o divisa de curso
legal. Para la economía, la moneda es el conjunto de los signos representativos
del dinero circulante en un país: “El gobierno debe defender el valor de la moneda
para proteger el poder adquisitivo de la población”, “Tenemos que aceptar que el
euro es la moneda más poderosa del mundo”.
La ciencia que estudia la historia de las monedas y del dinero en general recibe el
nombre de numismática, al igual que el coleccionismo de monedas y medallas.
El aumento descontrolado de los precios tiene varias implicaciones negativas para
la economía. Si los precios aumentan constantemente, resulta difícil para una
familia saber cuánto dinero requiere para adquirir los bienes que necesita, o si el
valor de su dinero es el mismo para comprar lo que acostumbra; las empresas no
pueden hacer una estrategia de negocios al desconocer el monto en el que se
incrementarán sus insumos, además se ven forzadas realizar frecuentes cambios
de precios, lo que les genera costos; en las negociaciones salariales, los
trabajadores tendrían que prácticamente adivinar cuanto subirán los precios el año
entrante para hacer sus peticiones y lo más probable es que decidan cubrirse
contra la inflación esperada pidiendo aumentos cada vez mayores, avivando la
espiral inflacionaria; los inversionistas no podrían determinar razonablemente los
niveles de tasas de interés ni los rendimientos de sus inversiones, por lo que
podrían postergarlas o cancelarlas. Una mayor variabilidad en los precios relativos
provoca severas distorsiones e ineficiencia en la asignación de los recursos, lo
que a su vez se traduce invariablemente en una pérdida de competitividad y de
actividad económica.
Así, con aumentos generalizados y constantes de precios la planeación
económica resulta difícil e incierta, lo que inhibe las inversiones productivas y el
empleo, limita la formación de patrimonios y el ahorro, e impide la construcción de
obras de infraestructura que requieren de un plazo largo para su realización.
Desafortunadamente, varios países (entre ellos México) han padecido de periodos
de inestabilidad de precios, con las consecuencias adversas que este fenómeno
tiene asociadas. Precisamente la experiencia previa ha permitido consensuar,
entre círculos académicos y de gobierno, el hecho que para obtener mayores
niveles de inversión y de crecimiento económico, así como y mejores niveles de
vida, es necesario contar con un entorno de estabilidad de precios que permita la
planeación económica y mantenga el valor del dinero a lo largo del tiempo. Por lo
anterior, el objetivo principal del Banco de México es el de procurar la estabilidad
del poder adquisitivo de la moneda nacional, tarea que se logra con la estabilidad
de precios.
Introducción al sistema financiero
La principal función de un sistema financiero es intermediar entre quienes tienen y
quienes necesitan dinero. Quienes tienen dinero y no lo requieren en el corto plazo
para pagar deudas o efectuar consumos desean obtener un premio a cambio de
sacrificar el beneficio inmediato que obtendrían disponiendo de esos recursos. Ese
premio es la tasa de interés. Quienes requieren en el corto plazo más dinero del
que poseen, ya sea para generar un valor agregado mediante un proyecto
productivo (crear riqueza adicional) o para cubrir una obligación de pago, están
dispuestos a pagar, en un determinado periodo y mediante un plan de pagos
previamente pactado, un costo adicional por obtener de inmediato el dinero. Ese
costo es la tasa de interés. Empatar las necesidades y deseos de unos, los
ahorradores, con las necesidades de otros, los deudores, es la principal tarea del
sistema financiero y en dicha labor las tasas de interés juegan un papel central.
El Banco de México tiene entre sus finalidades la promoción del sano desarrollo
del sistema financiero a fin de lograr un sistema estable, accesible, competitivo y
eficiente. Un sistema financiero con estas características facilita el cumplimiento
de las tareas del banco central. A través del sistema bancario, un banco central
pone en circulación la moneda nacional e instrumenta las políticas monetaria y
cambiaria. La instrumentación de dichas políticas, a su vez, afecta los precios que
se determinan en los mercados financieros, tales como las tasas de interés o el
tipo de cambio.
Conceptos básicos de los sistemas de pago
El dinero es muy útil ya que nos facilita enormemente la compra y venta de bienes y servicios.
Es posible adquirir un refresco con un tendero que uno jamás haya visto, a cambio de unas
cuantas monedas; o vender un coche a cambio de una transferencia electrónica. Esto es
mucho mejor y más simple que la alternativa del trueque, es decir el intercambio de un bien
por otro.
Resulta muy poco práctico usar billetes y monedas para todas las transacciones. Hay
transacciones de un monto demasiado alto para pagarlas con billetes. Para facilitar las
transacciones y para hacerlas más rápidas y seguras, los bancos ofrecen otros instrumentos
de pago, como por ejemplo los cheques y las tarjetas de crédito.
1.1. Sistemas de pago
Para que la economía funcione bien, es necesario que el conjunto de instrumentos
y procesos bancarios que se usan para transferir dinero funcionen bien y sean
muy seguros. Este conjunto de instrumentos y procesos bancarios se le conoce
como sistemas de pagos. El buen funcionamiento y la seguridad de los sistemas
de pago hacen que la gente tenga confianza y con ello se facilitan las actividades
económicas. El Banco de México es responsable de que los sistemas de pago
sean seguros y eficientes. Un sistema de pagos es seguro en la medida que los
riesgos por participar en él estén bien administrados, esto es, los riesgos sean
eliminados, atenuados, y/o distribuidos de forma justa entre sus participantes. Un
sistema de pagos es eficiente cuando al utilizarlo es práctico para sus
participantes y los costos asociados a su participación son relativamente bajos,
considerando los beneficios operativos y/o de reducción de riesgos obtenidos por
participar en él.
Los sistemas de pago interbancarios se basan en un contrato que los participantes
firman con el operador del sistema. Además del operador del sistema y de los
participantes, interviene un agente liquidador que lleva las cuentas de los
participantes donde carga y abona el importe correspondiente a los pagos para
liquidarlos. El banco central es frecuentemente el agente liquidador de un sistema
de pagos ya que generalmente todos los bancos tienen cuentas en él. En México,
el agente liquidador para varios sistemas es el Banco de México.
1.2. Medios de pago
Un activo que se puede usar como dinero es un medio de pago. Desde luego, los
billetes y monedas son medios de pago. Otro medio de pago muy importante son
los depósitos bancarios. Las cuentas bancarias, como por ejemplo, las cuentas
corrientes (también llamadas cuentas de cheques, en las que el titular puede
disponer de su dinero de forma inmediata), las cuentas de ahorro y los depósitos a
plazo, son dinero que una persona deposita en un banco. Estas cuentas son la
base de los sistemas de pago con los que se pagan muchas de las transacciones
de la economía. En una semana cualquiera, se transfiere mucho más dinero a
través de los sistemas de pagos interbancarios que por la entrega de billetes y
monedas. Para proteger a los depositantes, es necesario vigilar tanto la solvencia
de los bancos, esto es, que el banco tenga los recursos para cumplir sus
obligaciones con sus depositantes; como la seguridad y eficiencia de los sistemas
de pago que procesan transferencias entre las cuentas. El Banco de México
coopera con otras autoridades, como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
y con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la vigilancia de la solvencia
de los bancos, y es responsable de vigilar la seguridad y eficiencia de los sistemas
de pagos.
Además, usar los depósitos como medio de pago hace posible que los
depositantes mantengan su dinero en sus cuentas bancarias, de otra forma
tendrían este dinero en billetes y monedas, asimismo los bancos tienen más
dinero para prestar a otros.
1.3. Instrumentos de pago
Los billetes son medios de pago ampliamente aceptados. Sin embargo, en
algunas circunstancias, existen otros medios de pago mejores que los billetes,
como por ejemplo, el saldo de la cuenta bancaria de una persona. Los medios de
pago distintos a los billetes requieren el uso de instrumentos, como son los
cheques, las tarjetas y las transferencias electrónicas. Es decir, para poder hacer
uso de ese saldo bancario no basta con tener un saldo a favor, se necesita un
instrumento como una tarjeta, un cheque o una transferencia para evitar tener que
sacar billetes de la cuenta.
La tecnología ha hecho innecesaria la presencia física de las dos partes
involucradas en una transacción. Por ejemplo, una persona que tenga una cuenta
bancaria puede instruir a su banco desde su portal de Internet que cargue una
cantidad de dinero a su cuenta y la envíe, a través del sistema de pagos
interbancario, a otro banco para que éste abone la cantidad correspondiente en la
cuenta bancaria de otra persona a la que le quiere hacer un pago. Con este
servicio, las personas no necesitan transportar billetes y monedas para cubrir sus
obligaciones y se evita perder tiempo y correr riesgos significativos. A pesar de
que lo anterior puede parecer sencillo se requiere de una complicada
infraestructura.
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