¿Qué tipo de Padres somos?

Anuncio
Escuela para Padres
Muchos psicólogos utilizan la expresión: “Padres suficientemente buenos”.
Estos padres proporcionan los ingredientes suficientes para que sus hijos cuenten con los elementos
básicos del crecimiento social y emocional, brindando las oportunidades para que sus hijos continúen
su desarrollo fuera de la familia.
Hay tres estados generales de ser padres, el autoritario, el permisivo y el autorizado.
1) El autoritario, el que establece normas estrictas y esperan que sean obedecidas y desalientan a
expresar sus opiniones. Ponen mucho énfasis en el orden y el control se vuelve una carga para
el niño, estos niños no lo pasan bien, tienden a ser infelices y reservados, tienen dificultades
para confiar en los demás, presentando niveles bajos de autoestima.
2) El permisivo, muestra la mayor aceptación y transmite el mayor aliento posible, tiende a ser
muy pasivo cuando se trata de fijar límites o de responder a la desobediencia. No impone
exigencias fuertes y ni siquiera tiene metas muy claras para sus hijos.
3) Los autorizados, contrariamente a los padres autoritarios y a los permisivos, logran equilibrar
límites claros con un ambiente estimulantes el hogar, ofrecen una orientación pero no ejercen
control; dan explicaciones para lo que hacen, permitiendo al mismo tiempo que los niños
contribuyan en la toma de decisiones importantes.
Los padres autorizados valoran la independencia de sus hijos pero los comprometen con
criterios elevados de responsabilidad hacia la familia, los padres y la comunidad.
Los Padres autorizados permiten el crecimiento del niño con confianza en si mismo,
independientes, imaginativos, adaptables y simpáticos con grados elevados de inteligencia
emocional.
-Elogié a su hijo por las conductas adecuadas.
-Sea preciso, sincero y evite adulaciones excesivas.
-Demuestre interés por lo que su hijo está haciendo, participando en la actividad.
 Si su hijo tiene entre 4 y 9 años trate de programar un período de juegos en una hora
determinada, asegurándose de que esa hora sea respetada y coherente.
Para los niños de más de 9 años, busque oportunidades desarrollando actividades según la
edad, sin emitir juicios.
Lawrence E. Shapiro
Psicólogo.
Sugerencias:
1. Establezca reglas y límites claros y aténgase a ellos. Si puede, escíbalos y
fíjelos sobre la pared.
2. Déle a su hijo advertencias y señales cuando comienza a comportarse mal.
Es la mejor manera de enseñarle el autocontrol.
3. Defina el comportamiento positivo reforzando la buena conducta con
elogios y afecto e ignorando la conducta que sólo apunta a llamar la
atención.
4. Eduque a su hijo conforme a sus expectativas. En general, los padres no
emplean tiempo suficiente para hablar con sus hijos acerca de los valores
y las normas, y por qué estos son importantes.
5. Prevenga los problemas antes de que se produzcan. Según la psicología
de la conducta, la mayoría de los problemas se producen como resultado
de un estímulo o una señal específica. La comprensión y eliminación de
dichas señales lo ayudarán a evitar situaciones que dan lugar a una mala
conducta.
6. Cuando se viola una norma o un límite claramente establecido, en forma
intencional o de otro modo, aplique de inmediato un castigo adecuado. Sea
coherente y haga exactamente lo que dijo que haría.
7. Cuando un castigo es necesario, asegúrese de que guarde relación con la
infracción a la regla o la mala conducta (que el castigo se ajuste al delito).
“Los hijos son el tesoro más preciado de los padres”
Descargar