ORIENTACIONES PARA LA PARTICIPACIÓN EN LA VIDA DE LOS

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ORIENTACIONES PARA LA
PARTICIPACIÓN EN LA VIDA DE LOS
CENTROS EDUCATIVOS
Consejería de Educación y Ciencia
Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
Este libro está impreso en papel ecológico
Edita: JUNTA DE ANDALUCÍA. CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CIENCIA.
Dirección General de Evaluación Educativa y Formación del Profesorado.
I.S.B.N.: 84-8051-047-1
84-8051-024-2 (Obra completa)
Maquetación: Cromoarte.
D. Legal: SE. 1256-1992.
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Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
Índice
Introducción ................................................................................................................................... 5
1. Participación del profesorado. ................................................................................................... 7
2. La participación del alumnado. ................................................................................................ 19
3. La participación de los padres. ................................................................................................ 25
Bibliografía ................................................................................................................................... 33
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Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
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Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
INTRODUCCIÓN
La participación de los diferentes integrantes de la Comunidad Educativa en la gestión y el gobierno
de los centros puede considerarse como una conquista de la democracia en el campo educativo.Si
durante la década delos 70 constituyó una reivindicación demandada par diferentes colectivos
(asociaciones de padres, sindicatos, movimientos de renovación pedagógica...) hoy es un derecho
reconocido por la Constitución Española y por la legislación educativa (L.O.D.E., L.O.G.S.E. y
Decretos que las desarrollan).
Pero no basta con que la legislación reconozca el derecho de los diferentes sectores de la Comunidad
Educativa a participar en la gestión y gobierno de los centros. El avance legal debe traducirse en un
avance real, en una mejora de la calidad educativa de los centros, a la que desde distintas perspectivas,
complementarias que no antagónicas, han de contribuir padres y madres. profesores y profesoras,
alumnos y alumnas e instituciones.
Es posible que en algunos sectores de la Comunidad Educativa se esté experimentando cierto
grado de insatisfacción en cuanto a los logros que una gestión participativa produce en los Centros,
que requiere, desde luego, unas condiciones o requisitos no siempre fáciles de conseguir.
Responsabilidad compartida, actitudes constructivas, capacidad para el diálogo y la comunicación,
planificación estricta, respeto a los campos de competencias de cada cual, son medios para entender
la participación no sólo como un privilegio, sino también como compromiso y como asunción de
responsabilidades. Es preciso conocer y crear en los centros las condiciones necesarias para una
participación eficaz en cada uno de los ámbitos en que se articula (Consejo Escolar, Claustro,
Equipos Docentes y Departamentos/Seminarios, Asociaciones de Padres y de Alumnas...). El
conocimiento delas técnicos de gestión participativa, el reparto de tareas para ejecutar lo decidido,
el establecimiento de objetivos alcanzables, la transmisión de la información delos representantes a
los representadas y viceversa, la difusión con suficiente antelación de los documentos que vayan a
ser objeto de estudio o aprobación para posibilitar su conocimiento por parte de todos los interesados,
el cuidar que las reuniones no se prolonguen excesivamente y sean conducidas adecuadamente,
llegando a conclusiones concretas, conocidas, aceptadas y compartidas por todos, son aspectos a
tener en cuenta para que los diferentes tipos de reuniones que se celebran en el centro sean
fructíferas.
Los diferentes órganos y estructuras organizativas del centro han de considerar como un requisito
imprescindible, en orden a la eficacia, la necesidad de una adecuada planificación del trabajo, que
habrá de reflejarse en el Reglamento de Organización y Funcionamiento. Planificar es decidir lo
que se quiere realizar, partiendo del análisis de la situación presente, y determinando el tiempo en
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Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
que ha de realizarse, el lugar, los responsables y los recursos que van a necesitarse. Lo que se
quiere realizar vendrá expresado por unos objetivos, que habrán de estar redactados de forma
clara y precisa, que sean posibles de alcanzar, que están sometidos a un plazo de consecución y, por
último, que sean evaluables.
Para que exista una auténtica participación, es necesaria, además de una buena planificación, la
existencia de un grupo. En este contexto debe entenderse por grupo un conjunto de personas con
intereses semejantes, unidos para conseguir unos objetivos, donde existe un reparto de tareas, un
método de trabajo establecido por todos y en el que se evalúa, con espíritu constructivo. lo que se
ha realizado.
Todo lo cual es aplicable a las diferentes estructuras organizativas de los centros, que deben partir
de unos objetivos comunes, realizables a través de una acción compartida y con un método de
trabajo propio.
Las presentes orientaciones para mejorar la participación en los centros educativas se ocupen de
los tres sectores fundamentales de la comunidad educativa: padres y madres, alumnos y alumnas y
profesores y profesoras.
Del profesorado se trata de su participación en el Claustro de Profesores y en los Equipos Docentes
y Departamentos/Seminarios, así como de otras estructuras complementarias, no prescriptivas, en
las que el profesorado participa por su condición de profesional en estos órganos de gestión en el
ámbito técnico pedagógico. Asimismo, se dedica un apartado a la participación del profesorado en
el Consejo Escolar de Centro, a través del cual participa como colectivo en el gobierno del centro,
y otro a la tutoría como cauce para la participación de padres y madres y alumnos y alumnas en la
vida del Centro.
En cuanto a la participación del alumnado, se habla de ésta como instrumento de aprendizaje social
y democrático,y como metodología de aprendizaje escolar. Se realiza un análisis de las dificultades
que generalmente tienen los alumnos y alumnas para participar y se sugieren estructuras de
organización, vertebración del colectivo de estudiantes, y estrategias favorecedoras de la participación
para su inclusión en el Reglamento de Organización y Funcionamiento.
La participación de los padres y madres, último capítulo de estas orientaciones, comienzo can una
reflexión inicial sobre la participación entendida como colaboración, continúa con un análisis de las
dificultades para la participación que encuentran los padres y madres y estrategias que contribuirán
a su superación. Además, se sugieren estructuras para la participación de los padres en el aula, en
el centro y a través de las Asociaciones y Escuelas de Padres.
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Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
1. Participación del profesorado.
1.1. El Claustro de Profesores.
El Claustro es el órgano propio de participación de los profesores en el Centro y está integrado por
la totalidad de los profesores que prestan servicio en el mismo (L.O.D.E., art. 45).El Claustro goza
de un doble carácter, el de ser un órgano colegiado para la gestión y gobierno del centro y de,
manera especifica, el de ser un órgano técnico-pedagógico en el seno del cual ha de ser planificada
y evaluado toda la actividad educativa que se desarrolla en el centro.
El Claustro de Profesores tiene atribuidas por la legislación vigente (L.O.D.E. y Decreto de Órganos
de Gobierno de los Centros Públicos) competencias de enorme importancia para el desarrollo de un
proceso de enseñanza-aprendizaje coherente, progresivo, integral, personalizado. En cuanto órgano
colegiado para la gestión y el gobierno del centro, el Claustro elige sus representantes en el Consejo
Escolar y realiza la propuesta de programación general del Centro.
En su dimensión de órgano técnico-pedagógico, el Claustro adquiere un carácter ejecutivo, operativo,
es el cauce a través del cual en el centro se realizan tareas importantes como programar las
actividades docentes, fijar y coordinar Las decisiones de evaluación y recuperación, coordinar las
actividades de orientación y tutoría, proponer actividades o iniciativas de experimentación e
investigación pedagógica, de actividades complementarias, de relación con las instituciones del
entorno...
Lógicamente, para realizar de manera eficiente y satisfactoria dichas tareas, el claustro requiere
una metodología de trabajo determinada y debe adoptar la estructura interna que lo haga factible.
En este sentido, los Equipos Docentes y los Departamentos/Seminarios pueden entenderse como
las estructuras organizativas imprescindibles por medio de las cuales se va a realizar determinado
trabajo que, posteriormente, va a ser conocido y aceptado por el claustro, permitiendo de este modo
una visión del Centro como un todo, como una globalidad. Pero si bien los Equipos Docentes y
Departamentos/Seminarios son estructuras imprescindibles, no tienen por qué ser las únicas. Los
Centros pueden, en el ejercicio de su autonomía organizativa, crear otros mecanismos o
procedimientos para un funcionamiento más operativo del Claustro, sobre todo cuando éste es muy
numeroso, tales como comisiones o grupos de trabajo.
Es aconsejable, también en el ámbito de la organización escolar, distinguir entre lo mínimo y común
a todas los centros, determinado por la Administración Educativa, y lo posible y especifico de cada
centro, en razón a sus peculiaridades, su tamaño, sus planteamientos educativos...
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para la Educación Primaria
El claustro constituye, en el marco de la estructura organizativa de los centros, un ámbito adecuado
para la participación del profesorado en la gestión del centro y un ámbito para la ejecución de las
tareas que la función docente conlleva y que,en el contexto de un planteamiento curricular abierto
y flexible, adquieren especial trascendencia.
Sus competencias, como ya se ha dicho, son de gran importancia, pero su práctica no está exenta
de dificultades, algunas de las cuales conviene analizar brevemente para, en un segundo momento,
proponer estrategias de solución:
La dificultad del trabajo en equipo.
Realizar adecuadamente las tareas especificas del claustro requiere un trabajo en equipo, lo cual
no resulta fácil cuando la tradición y la formación recibida se ha basado en el trabajo individual del
profesor con su grupo de alumnos.
Consejo Escolar y Claustro de Profesores, ámbitos de competencias.
En un primer momento de la gestión participativa de los centros, pudieron producirse en la práctica
algunos conflictos derivados de las diversas interpretaciones de los respectivos campos de
competencias de los Consejos Escolares y de los Claustros. En el momento presente, están
generalmente aceptados y definidos los ámbitos de actuación de uno y otro órgano. El primero
como máximo órgano colegiado de gestión y gobierno del centro, y el segundo en su dimensión
técnico-pedagógica.
La planificación de la actividad a desarrollar a lo largo del curso.
La falta de una adecuada planificación y preparación de las reuniones del Claustro es, no cabe
duda, un factor que dificulta su operatividad y compromete sus resultados. Es necesario planificar
adecuadamente las tareas que han de desarrollarse en el seno del Claustro.
En muchas ocasiones las reuniones de los Claustros se centran en aspectos generales del centro o
se realizan a instancias de agentes externos a La Comunidad Educativa y no como fruto de una
adecuada planificación interna.
Con frecuencia, las reuniones versan sobre aspectos diversos de la gestión de los centros, sobre los
que se originan estériles discusiones. En este sentido, en todo lo que se refiere a la gestión del
centro, el Claustro ha de estar puntual y detalladamente informado para poder hacerlas oportunas
propuestas, pero esto no debe ser obstáculo para que el Claustro, con la metodología y la organización
interna adecuada, aborde las tareas específicas que como colectivo de profesionales de la enseñanza
deban desarrollar. Se trataria de centrarse más en los aspectos pedagógicos que pueden mejorar el
funcionamiento del centro y el rendimiento académico de los alumnos, y asimismo, elevar a los
órganos pertinentes (Equipo Directivo, Consejo Escolar) propuestas que puedan mejorar la gestión
y el gobierno del centro.
Desconexión entre los Equipos Docentes/Departamentos- Seminarios y Claustro.
Las estructuras mencionadas deben constituir las unidades operativas básicas en el seno de las
cuales las funciones estrictamente técnicas del Claustro (programación de la actividad docente,
establecimiento de las decisiones de evaluación y recuperación, planificación de las actividades de
orientación y tutoría de los alumnos, elaboración de la propuesta de programación general del
centro) se operativizan en tareas concretas que cada Equipo Docente o cada Departamento/
Seminario realiza respecto a un grupo de alumnos o de una área o materia del currículo. Pero en
todo momento hay que procurar que cada arna de esos estructures no se convierten en unidades
aisladas del resto del Centro. Por eso el Claustro es el ámbito necesario para la coordinación, el
intercambio de puntos de vista y, en última instancia, para la toma de decisiones de carácter educativo
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en la vida de los centros educativos
y curricular que permitan una visión unitario del centro. Es el Centro como institución educativa
quien se plantea la consecución de determinados objetivos, por eso hay que evitar que los Equipos
o Departamentos/Seminarios se conviertan en compartimentos estancos y, a su vez, reconocer que
un buen funcionamiento de los mismos es imprescindible para un trabajo eficaz del claustro.
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1.2. Equipos Docentes y Departamentos/ Seminarios.
La Ley de Ordenación General del Sistema Educativo establece en su art. 57.4., incluido en el título
dedicado a la calidad de la enseñanza, que las Administraciones educativas fomentarán la autonomía
pedagógica y organizativa de los centros y favorecerán y estimularán el trabajo en equipo de los
profesores.
Los Equipos Docentes y los Departamentos/ Seminarios son las estructuras organizativas a
través de las cuales se articula ese trabajo en equipo del profesorado y se hace posible una actuación
educativa coordinada.
Tanto unos como otros tienen un papel muy importante que desempeñar para la elaboración del
Proyecto Curricular del Centro, coordinando las actuaciones y concreciones educativas del mismo.
Los Equipos Docentes en la Educación Primaria están integrados por todos los profesores que
tienen a su cargo la educación de los alumnos de un mismo ciclo, y deben garantizar la coordinación
horizontal del proceso de enseñanza-aprendizaje; es decir, que a los alumnos de un mismo ciclo se
les ofrezca una propuesta educativa coherente, sin olvidar la también necesaria coordinación vertical
para evitar discontinuidades, vacios, repeticiones innecesarias, secuenciaciones incongruentes de
los contenidos entre lo ofertado en un ciclo y lo ofertado en el anterior o en el posterior. Para
asegurar esa coordinación vertical, los Centros dispondrán de una estructura organizativa que será
el Equipo Técnico de Coordinación Pedagógica, constituido por los Coordinadores de los Equipos
Docentes de Ciclo, El Coordinador del Equipo Orientación y Apoyo, el Jefe de Estudios y el Director
del Centro, en Educación Primaria. En Educación Secundaria lo compondrán los Jefes de
Departamentos/Seminarios, Jefe de Estudios, Orientador y Director del Centro.
En los centros de Educación Secundaria los Departamentos/Seminarios por su parte deben garantizar
la conexión vertical de los contenidos de conceptos, procedimientos y actitudes de cada área/
materia a trabajar a lo largo de los diferentes ciclos de la etapa.Asimismo, será preciso establecer
y consensual decisiones de evaluación que se van a utilizar. Todo ello para evitar repeticiones,siempre
que no tengan justificación pedagógica y para evitar lagunas en el proceso de aprendizaje. Por lo
que respecta a la coordinación horizontal en los Centros de Educación Secundaria, ésta se articulará
a través del Departamento de Orientación, concebido como órgano de coordinación de los
tutores, y a través del Equipo Docente de Grupo, compuesto por todos los profesores que imparten
La decencia a un mismo grupo de alumnos y que estará coordinado por el profesor tutor. La
finalidad del Equipo Docente de Grupo es facilitar la comunicación entre los profesores que
intervienen con un mismo grupo de alumnos para posibilitar una actuación educativa coordinada y
adaptada a las características del grupo. El Equipo Docente de Grupo tendría como principales
funciones Las siguientes:
1 Proporcionar información al Tutor sobre las características del grupo, grado de cohesión, tipo de
relación, clima de aula, motivaciones e intereses, etc. que pueda ser útil para las actividades del
Departamento de Orientación y para la relación del Tutor con los padres de los alumnos.
2 Intercambio de información sobre las dificultades que los alumnos del grupo, individualmente
considerados, pudieran presentar en el proceso de enseñanza- aprendizaje para el logro de los
objetivos propuestos.
3 Unificación de criterios metodológicos adaptados a las características del grupo.
4 Adecuación de las decisiones, estrategias e instrumentos de evaluación fijados por los
Departamentos/Seminarios de área/materia a las peculiaridades del grupo.
Tanto los Equipos Docentes como losDepartamentos/Seminarios son estructuras organizativas que
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en la vida de los centros educativos
vienen exigidas Por la normativa de principios de curso sobre organización y funcionamiento de los
centros, pero pueden existir otras estructuras complementarias y, sobre todo, es preciso establecer
sus interrelaciones einterdependencias, cuestiones que caen plenamente en la esfera de lo que
debe ser contemplado en el Reglamento de Organización y Funcionamiento de los Centros. La
existencia o no de otras estructuras complementarias va a depender de la situación de cada Centro:
de su tamaño, del modelo organizativo que adopte, del grado de compromiso y participación de
todos los sectores de la Comunidad Educativa, etc.
Equipos y Departamentos/Seminarios son estructuras organizativas del Centro desde un punto de
vista didáctico que hacen posible el trabajo en equipo del profesorado. Su finalidad, que debe servir
de referencia para su adecuada organización dentro del Centro, es la mejora en la realización
técnica del acto de enseñar, y la participación del profesorado en el Centro a niveles profesionales.
El trabajo en equipo del profesorado es por lo demás una necesidad que se deriva del planteamiento
curricular abierto y flexible que sustenta la Reforma y es, también, un factor que incidirá en la
mejora del rendimiento de los alumnos y alumnas, siempre que sea un trabajo convenientemente
planificado, ejecutado y evaluado.
En esta línea de pensamiento, se ha seleccionado un texto (Álvarez y al. 1.989) que nos parece
sitúa en sus justos términos el sentido del trabajo en equipo.
“Está comprobado que el trabajo en equipo, cuando está bien orientado, distribuido
y realizado adecuadamente, incide sobre la calidad de enseñanza al mejorar el
rendimiento de aprendizaje del alumno, enriquece el trabajo de los profesores mediante
el intercambio de experiencias, ayuda a acometer y afrontar las tareas de investigación
educativa e innovación en el aula y, sobre todo, a través de la adecuada división de
funciones, economiza y rentabiliza los esfuerzos de los miembros de equipo.
Otro aspecto, no menos importante, del trabajo en equipo es el que constituye la
participación del profesorado en el Centro a niveles profesionales, cuya incidencia
sobre los alumnos es evidente, no sólo desde el punto de vista de realización profesional,
sino desde el punto de vista de transmisión de valores y conductas, faceta no menos
importante en la educación.
Esta participación profesional del profesorado nos remite a la realización técnica del
acto de enseñar-aprender que abarca aspectos tan diversos como el desarrollo y la
adaptación delos curricula medio, la creatividad profesional, laselección de temas o
centros de interés, la adaptación a intereses a motivaciones de los alumnos, la selección
de métodos y técnicas didácticas, etc. Todo ello se conoce como desarrollo curricular,
cuya complejidad exige forzosamente el trabajo en equipo, a fin de evitar aprendizajes
y saberes inconexos, vacíos, etc. Es, por tanto, una unidad organizativa del centro y
de participación concebida técnicamente, orientadas a dotar a los centros hacia una
mayor eficacia.
Ahora bien el hecho de la mayor eficacia del trabajo en equipo queda anulada si no
se realiza con la debida flexibilidad y tolerancia, remitiéndonos el primer concepto a
que la toma de decisiones o acuerdos deben ser flexibles en la metodología y el segundo
a que debe respetarse la opción ideológica del profesor o libertad de cátedra, no
teniendo más limite que el respeto debido a la conciencia del alumno que evita cualquier
forma o modo de proselitismo y a los objetivos educativos fijados por la institución
escolar, lo enriquece y si está salvado lo esencial -que es el aprendizaje del alumno,
objetivo fundamental de la educoción- lo vuelve eficaz. Así pues, el trabajo en equipo,
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lejos de suponer imposición, supone aportación, intercambio de ideas, colaboración,
ayuda y orientación a los nuevos profesores (siempre desasistidos en su primera
incorporación al centro), complemento de ideas, selección de material común; pero
también coordinación en torno a una línea, proyecto educativo o plan de Centro”.
Pensamos que tanto en la Educación Infantil como en la Primaria y Secundaria debe asegurarse la
coordinación desde las dos perspectivas. Desde una perspectiva horizontal la referencia es el
grupo de alumnos. Se pretende una misma línea de actuación en cuanto a normas de convivencia,
materiales curriculares, decisiones de evaluación, programación de la tutoría, actividades
complementarias, etc. para los alumnos y alumnas de un mismo ciclo educativo. Desde la dimensión
vertical la referencia es el área o materia para cursos o niveles distintos. Su finalidad es asegurar
la continuidad y correcta secuenciación de los aprendizajes.
Conseguir esta doble coordinación podría presentar dificultades organizativas en los centros y las
fórmulas a emplear serían diversas. Puede ser conveniente, por otro lado, distinguir las estructuras
organizativas mínimas, comunes a todos los centros y prescritas por la Administración Educativa
que serán básicamente los Equipos Docentes en los centros de Educación Primaria y los
Departamentos/Seminarios en los de Educación Secundaria y aquellas otras estructuras organizativas
que los propios centros pueden crear, revisar y evaluar en virtud de sus condiciones peculiares y
específicas.
Los campos de actuación de los Equipos Docentes y de los Departamentos/Seminarios pueden
agruparse en estos ámbitos o áreas de trabajo:
a) La programación curricular. En el caso de los Equipos Docentes habrán de realizar las
programaciones curriculares de cada una de las áreas del ciclo, como parte constituyente del
Proyecto de Centro.
Los Departamentos/Seminarios realizarán la programación curricular del área/materia
correspondiente para los diferentes cursos y ciclos de la Educación Secundaria.
b) La programación de la Orientación Educativa y la acción tutorial.
c) La evaluación del rendimiento de los alumnos y alumnas y del proceso de enseñanza, y del
funcionamiento del propio Equipo y/o Departamento/ Seminario.
d) La innovación e investigación educativa.
e) La formación permanente de sus miembros, medianteel intercambio de experiencias, asistencia
a cursos. Seminarios Permanentes etc.
Una vez expuesta la finalidad de estas estructuras organizativas y especificado su campo de
actuación, conviene hacer una breve reflexión sobre las dificultades más frecuentes que encuentran
en la práctica para un funcionamiento satisfactorio. En este sentido, cabe destacar:
- Con frecuencia no se planifica adecuadamente el trabajo a desarrollar en el seno del Equipo o
Departamento/Seminario.
- A veces ocurre que las reuniones no están debidamente preparadas, no están precedidas por
una reflexión personal de cada uno de los miembros sobre el tema que ha de tratarse y se cae
en la improvisación, en una conversación sobre generalidades, en la ineficacia.
- Hay que resaltar el importante papel de la persona encargada de coordinar y dirigir este tipo de
reuniones en pequeño grupo. El papel activo y dinamizador de esa persona será decisivo para
que el equipo planifique su trabajo, establezca arna metodología para abordar los temas, realice
propuestas y llegue a acuerdos compartidos, aceptados y asumidos por todos los integrantes.
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en la vida de los centros educativos
- Otra dificultad puede deberse a una organización inadecuada de espacios y tiempos. Fijar los
espacios de reunión y determinar una buena cronogramación de horarios son requisitos
imprescindibles para un buen funcionamiento.
- También se pueda observar en ocasionas que los equipos constituyen “islas” o parcelas dentro
del centro, que tienen acotado su campo, pero no participan de una visión del centro como
totalidad, como globalidad.
¿Qué debe tenerse en cuenta para mejorar estas estructuras organizativas?
¿Qué debe establecerse en el Reglamento de Organización y Funcionamiento del centro respecto
a los Equipos y Departamentos/Seminarios?
Creemos que lo fundamental es que los Equipos y los Departamentos/Seminarios deberán determinar
su modelo de funcionamiento. Concretamente se debería contemplar:
- La fijación de objetivos (aceptados y decididos por todos sus miembros).
- El reparto de tareas entre sus miembros.
- La previsión de los recursos económicos que puedan necesitarse.
- La determinación de espacios y tiempo de reunión.
- Los cauces de comunicación con otros órganos del Centro (Jefatura de Estudios, Claustro, los
demás Equipos y/o Departamento/Seminarios).
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Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
1.3. La participación del profesorado en el Consejo Escolar.
En el documento “Orientaciones para el Gobierno y Gestión democráticos de los Centros” se trata
de forma específica del Consejo Escolar como órgano propio de participación en el Centro, de los
diferentes miembros de la comunidad escolar.
Aquí interesa hacer algunas reflexiones sobre el Consejo Escolar en cuánto órgano a través del
cual el profesorado, como colectivo, participa en el gobierno del centro. Para ello vamos a exponer
algunas opiniones, más o menos generalizadas, sobre el funcionamiento de los Consejos Escolares
y la posición del profesorado dentro de ellos y, a continuación, sugerimos algunas propuestas que
puedan servir para mejorar su funcionamiento.
En primer lugar, hay que hacer notar un hecho ampliamente compartido: la posibilidad de una
gestión participativa de los centros educativos que la LODE consagró puede considerarse un logro
de la democracia en el campo educativo, un avance notable hacia una escuela en la que los padres
y madres, como primeros responsables de la educación de sus hijos e hijas; los alumnos y alumnas,
como protagonistas y los profesores y profesoras, como profesionales de la educación, pueden
exponer sus respectivos puntos de vista sobre las metas educativas hacia las que dirigen sus esfuerzos
como Comunidad Educativa.
Pensamos que, si bien en un principio, el hecho de que los alumnos y, sobre todo, los padres
pudieran intervenir en la gestión y gobierno de los centros, pudo suscitar ciertos recelos y quizá
incomprensión por parte de un sector del profesorado, que pudo considerarlo como una invasión del
terreno propio, hoy creemos que se ha superado esa etapa.
En el momento presente son ampliamente compartidas y aceptadas las razones que justifican y
hacen necesaria la participación de los padres y medres, puesto que son ellos los primeros
responsables de la educación plena de sus hijos e hijas, teniendo la escuela una función subsidiaria
respecto de esa función educativa de la familia. De igual manera, se aceptan y comprenden las
razones educativas que hacen aconsejable la participación de los alumnos y alumnas a partir de
determinada edad en las decisiones que les afectan y que supone, para ellos, un aprendizaje práctico
de la participación social en la institución social más cercana.
Pero una cosa es compartir a nivel teórico la necesidad de una gestión participativa y otra es la
práctica de la participación.
En esa práctica, surgen inevitablemente dificultades que es preciso conocer para superar. En este
apartado nos limitaremos a resaltar algunas posibles dificultades desde la perspectiva del colectivo
del profesorado.
Una primera dificultad puede derivarse de la no aceptación plena de los respectivos campos de
competencias del Consejo Escolar y del Claustro de Profesores. En este sentido, hay que resaltar
el carácter decisorio del primero y el carácter más técnico-profesional del segundo.
Otras dificultades puedan prevenir de las posibles interpretaciones de cuál debe ser el papel de los
representantes del Claustro en el Consejo Escolar. El papel de transmitir al Consejo Escolar las
opiniones mayoritarias del Claustro y, a su vez, hacer que lleguen al Claustro el punto de vista de los
demás sectores puede no ser fácil de realizar, pero es totalmente necesario para que exista una
gestión verdaderamente democrática y participativa de los centros. Los representantes del
profesorado en el Consejo Escolar deberían asumir con convicción la necesidad de trasladar al
resto de la Comunidad Educativa las “opiniones técnicas” que justifican las decisiones curriculares
que se adoptan.
Por último, otros aspectos como el tiempo de duración de las reuniones, el horario de celebración
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en la vida de los centros educativos
de las mismas,etc. también pueden ocasionar dificultades en el funcionamiento si antes no se han
acordado tales pormenores. Es preciso para ir superando las dificultades mencionadas que cada
Consejo Escolar acuerde cuál va a ser su modelo de funcionamiento.
En este sentido, una posible estrategia para mejorar el funcionamiento del Consejo Escolar podría
ser el establecer estructuras intermedias (comisiones), ya que su pluralidad y el excesivo número
de miembros (en la mayoría de los centros puede oscilar entre 15 y 20 miembros) puede dificultar
el debate de las diferentes cuestiones sobre las que el Consejo debe decidir.
La creación de comisiones donde se tratarían más en profundidad los temas sobre los que,
posteriormente, el Consejo Escolar en pleno decidiría, puede ser una estrategia válida. Los
componentes de dichas comisiones, miembros del Consejo Escolar, podrán contar con la participación
de otros miembros de la Comunidad Educativa o expertos en los temas a tratar. Su razón de ser es
mejorar, hacer más operativo, el funcionamiento del Consejo, de ninguna manera suplantarlo. Tendrían
funciones de asesoramiento, estudio, preparación de documentos, salvaguardando siempre la
capacidad de decisión del Consejo Escolar legalmente constituido.
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Colección de Materiales Curriculares
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1.4. Tutoría y participación.
El art. 60.1 delo Ley de Ordenación General del Sistema Educativo establece que la tutoría y
orientación de los alumnos formarán parte de la función docente, que corresponde a los centros
educativos la coordinación de estas actividades y que cada grupo de alumnos y alumnas tendrá un
profesor tutor.
De lo anterior, se desprende que la función tutorial no se pude entender como un elemento al
margen, distinto y diferente de la función docente, sino como una actividad esencial e inherente a la
función docente misma. Todo profesor debe contribuir a que la educación sea integral y personalizada
y que su labor educativa vaya más allá de la mera instrucción o transmisión de conocimientos.
Dada la finalidad de este documento, interesa resaltar dos aspectos: la tutoría como cauce para la
participación del alumnado en la vida del centro y como medio también para la participación de los
padres y madres.
Uno de los objetivos de la tutoría es la creación de actitudes participativas y de hábitos de
convivencia de los alumnos y alumnas, y el fomento de los valores de solidaridad y tolerancia.
La tutoría es un cauce muy adecuado para el desarrollo de actividades encaminadas al logro de
tales objetivos:
• Proporcionar información a los alumnos y alumnas de los diferentes cauces de participación en
el centro y en el aula.
• Dinamizar, estimular y propiciar de manera efectiva dicha participación.
Son estos algunos de los objetivos relacionados con la participación que deben trabajarse en la
tutoría.
Para que el alumno o alumna se sienta motivado a participar en la vida y en las actividades del
centro, es necesario que conozca cuál es su estructura y funcionamiento y qué posibilidades le
ofrece. A ello será necesario, por tanto, dedicar tiempo de la tutoría. Igualmente, será necesario
realizar actividades de tutoría en torno al conocimiento de sus derechos y deberes y con vistas a
que el grupo-clase se dote de normas de convivencia y funcionamiento. Aspectos como la elección
del delegado-a del curso, el establecimiento de los objetivos de la tutoría, la organización de comisiones
en el seno del grupo-clase, etc. requerirán una cuidadosa preparación par parte del tutor-a y son,
sin duda, un ámbito idóneo para la participación del alumnado, tanto en el ámbito del centro como
en el aula.
La tutoría es también un cauce adecuado para la participación de los padres y madres en la vida del
centro, no sólo mediante las tres reuniones preceptivas a lo largo del curso que tienen un carácter
fundamentalmente informativo (horas de visita, horarios del alumnado, calendario de evaluación,
objetivos del curso, características del nivel escolar, análisis de La marcha del curso, etc.), sino
también mediante la posible participación de los padres y madres en tareas formativas: realización
de actividades extraescolares y complementarias,visitas a empresas del entorno, participación en
charlas de información profesional, creación de grupos de discusión sobre temas formativos de
interés para los padres y madres...
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ESTRUCTURA ORGANIZATIVA DEL PROFESORADO
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2. La participación del alumnado.
Finalidad de la participación. Formación democrática desde el ejercicio de la participación.
El aprendizaje de la democracia no puede realizarse de modo teórico, se interioriza y comprende
ejercitándola, participando en la vida colectiva. El niño-a nace en el seno de una familia. En esta
primero célala social existe un juego de relaciones y un reparto de papeles, unos objetivos y tareas
comunes. Cada miembro asume su función, cada cual participa del propósito común, comienza la
introducción a los hábitos democráticos.
La familia tiene arna grao responsabilidad en este campo porque en ella empieza a tomarse contacto
con valores como la solidaridad, el respeto, la tolerancia y la igualdad. La actitud de los padres y
madres es en este sentido muy influyente ya que su comportamiento social dentro y fuera del
ámbito familiar constituirá un modelo a imitar.
Un segundo paso en la socialización de los individuos se produce cuando éstos ingresan en la
escuela. Entran en contacto con sus iguales y con otros adultos-as, extensiones de los padres y
madres en la escuela, o mejor, coeducadores en otro marco social. El primer aprendizaje realizado
en casa repercutirá en el que, posteriormente, se realice en La escueta y el continuo contraste
entre ambos formará al alumno o alumna como elemento activo de la sociedad.
Es en el medio escolar donde el aprendizaje democrático adquiere más importancia. La ampliación
del círculo social nos pone en contacto con muchas personas en un proyecto común que persigue
laconsecución de nuevos objetivos. Se interiorizan nuevos roles, se realizan nuevas tareas que
dejarían de tener sentido si perdieran su carácter colectivo. Comienza a aprenderse el trabajo
cooperativo, la división del trabajo, el apoyo mutuo como estrategia para la consecución de objetivos.
La escuela debe favorecer el aprendizaje democrático democratizando su funcionamiento, es decir,
abriéndose a la participación de los elementos que la componen, dundo satisfacción a su intereses,
permitiendo el control, gestión y administración conjuntos. Una escuela en la que predominen actitudes
rígidas y autoritarias impedir la el aprendizaje de la democracia en el proceso de socialización clave
de los individuos. Además, respondería a un modelo de sociedad que no es el nuestro. La democracia,
conquistada y consolidada en nuestro país, necesita un modelo de escuela abierta y participativa
donde los hábitos democráticos que impregnan a las instituciones sociales sean ejercitados y
aprendidos.
No hay otra posibilidad de ser democráticos más que actuando y ejerciendo el derecho a participar.
Desde pequeños, en la educación infantil, es posible aprender el respeto a los demás, la solidaridad,
19
Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
el turno de palabras, la solución de los problemas por el diálogo, realizar trabajo cooperativamente.
El aula y el Centro en general son los marcos idóneos para el desarrollo de estos aprendizajes.
Desde la gestión compartida de los recursos del aula, hasta el análisis de los problemas y búsqueda
de alternativas en las reuniones de clase, es muy amplio el conjunto de actividades que la escuela
brinda al aprendizaje democrático.
Con el tiempo, la participación del alumno-a trasciende las paredes del aula para comprender y
actuar sobre el conjunto: el centro. Es el momento de elegir y/ o pertenecer al Consejo Escolar de
Centro. Nos encontramos en un momento intermedio dentro del proceso de socialización. El alumnoaya ha asumido valores básicos en casa y en la Escuela primaria y comienza a ejercer su función
de miembro de una sociedad democrática que gestiona y administra sus intereses colectivamente.
La participación del alumnado no está al servicio exclusivo del aprendizaje delo democracia y los
valores éticos y morales que sustentan nuestro modelo de sociedad, es también una metodología de
aprendizaje social y escolar que facilita el conocimiento e interpretación de las relaciones sociales
y del medio en el que se vive, para la integración y adaptación al mismo. Desde un punto de vista
estrictamente cognitivo, es en la interrelación social, en el diálogo psicológico, sólo posible por la
participación de los individuos y su interrelación, donde se produce el aprendizaje por la contrastación
intersubjetiva.
Análisis critico de las dificultades para la participación del alumnado:
Si importante era que la escuela se ajustara al modelo socio-educativo que la sociedad espera de
ella, no menos importante es que los elementos de la Comunidad Educativa crean en él, lo conozcan
y confíen en la aportación que cada uno puede realizar.
Cada elemento encuentra sus dificultades especificas para la participación. El alumnado se enfrenta
a problemas como:
La falta de información sobre qué es la participación, cómo y cuándo se ejerce. Sea al nivel que
sea, y adaptando el contenido de la información, los niños y niñas deben conocer cual es el
funcionamiento y el papel de cada elemento de la Comunidad Educativa. La información será
progresivamente más amplia y compleja, pero todos en todo momento deben tener información al
respecto, sobre la que realizar interpretaciones ajustadas a la realidad y construir los conocimientos
y la participación futura.
En los alumnos y alumnas con edad de pertenecer al Consejo Escolar existe desinformación sobre
la estructura de gobierno, gestión y administración escolar, los órganos colegiados, sus funciones,
competencias e importancia. Esta información/formación debe ser indispensable en cualquier centro
educativo. ¿A quién se le ocurre comprar un electrodoméstico que no tenga el manual de
instrucciones?¿Aquién se le ocurriría integrar a individuos en arna colectividad sin haber planeado
el aprendizaje de las normas de convivencia?
Superada la dificultad anterior, aparecen problemas menores, no menos importantes, que dificultan
el ejercicio de la democracia y su efectividad. Se trata de cuestiones formales: tiempo suficiente
para conocer el orden del día, conocimiento previo sobre los temas que se estudiarán en los diversos
órganos de participación, preparación previa de los alumnos con sus iguales y transmisión posterior
de la información a sus compañeros, en suma, ejercer la representatividad. Se aprecia aquí la falta
de estructura interna del alumnado: funcionamiento de los delegados-as, comisión de delegados,
reuniones de clase.
Por otra parte, es necesario que el profesorado y los padres confíen en las posibilidades y aportaciones
del alumno-a, y crean en el importante papel que puede realizar.
20
Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
La participación en el aula: reuniones de clase.
Todos los aprendizajes son secuenciados, progresivos y planificados. El de la participación no tiene
por qué dejar de serlo. Así debe entenderse el primer nivel de participación en el aula. Las reuniones
de clase no son más que el primer foro donde debatir los problemas cotidianos de funcionamiento
del grupo y los generales del colectivo de estudiantes del centro. En la Educación Primaria el
debate de los primeros será más amplio e importante afectiva y temporalmente hablando, para
equilibrarse con los segundos en las etapas posteriores del sistema educativo.
Las reuniones de curso permiten el abordaje de los problemas particulares del grupo y generales
del colectivo. Es un primer espacio de aprendizaje democrático y parte de la estructura participativa
del centro, será donde se debatan los temas que los alumnos llevarán al consejo y donde analizarán
las repercusiones que para ellos tendrán las medidas adoptadas por el máximo órgano de participación
del centro.
El aula es espacio para el aprendizaje, la distribución de tareas: la gestión del material, la organización
del mobiliario, delimitación de necesidades, la administración de recursos, la colaboración con el
profesor, con los iguales, con el centro. En este sentido, la aportación del movimiento de escuelas
cooperativas es muy rica y valiosa, no entraremos a explicar el modelo, por otra parte ampliamente
conocido y divulgado en- libros y prensa especializada.
Siendo importante la participación en el aula y en el Consejo Escolar, no podemos olvidar la
importancia de incorporar al alumno o alumna a las actividades generales del Centro, a la vida
colectiva del mismo. La puesta en marcha de servicios como la biblioteca, la ludoteca, los espacios
deportivos, las actividades complementarias, los talleres, los viajes, excursiones y fiestas para su
buen funcionamiento, necesitan la colaboración y participación plena de los alumnos.
El Delegado del Grupo/Clase:
En este apartado indicamos algunas de sus tareas y competencias, si bien, cada Centro, en virtud
de su autonomía podrá ampliarlas y graduarlas a las posibilidades del alumno según su edad y
características. Los Delegados de alumnos y alumnas en Educación Infantil, Primaria y Secundaria
tendrán funciones diferenciadas. En las dos primeras deberán entenderse más como de coordinación
de las actividades del grupo y gestión del material didáctico. En Secundaria se ampliarán a la
coordinación del colectivo de estudiantes, la representación del mismo en el Consejo Escolar y la
canalización de la aportación del alumnado a las actividades generales del Centro.
El Delegado-a de alumnos y alumnas será responsable de la coordinación de aquellas actividades
que se preparen, de acuerdo con el profesor-a tutor-a y el Delegado de padres, para el desarrollo
de la programación curricular de su grupo de alumnos y alumnas. Son tareas del Delegado:
a) Asistir y participar activamente en las reuniones de la comisión de Delegados y la comisión de
aula.
b) Informar a sus compañeros de los acuerdos del Consejo Escolar, comisión de Delegados y
comisión de aula.
c) Organizar los Grupos de trabajo y las actividades concretas acordadas en la comisión de aula.
d) Coordinarse con padres y madres y profesores y profesoras para canalizar la colaboración y la
participación de los estudiantes en las actividades docentes.
La Comisión de Delegados.
Para la vertebración del colectivo de estudiantes, a partir de la Educación Secundaria Obligatoria,
podrá crearse una Comisión de Delegados a la que pertenecerán los Delegados-as de los diferentes
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Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
grupos-clase. Existirá la figura de un coordinador y un secretario de la citada Comisión, responsables
de la dinamización y funcionamiento de la Comisión. La existencia de la misma se justifica en
función de la necesaria coordinación de las actividades generales del Centro, del alumnado y de su
participación en el Consejo Escolar, así como la transmisión de los acuerdos alcanzados por éste.
En este órgano la información recíproca se produce en tres niveles. Un primer nivel se establece
entre los alumnos y alumnas y los miembros de la Comisión (Delegados de grupos o cursos). Un
segundo nivel se produce en el interior de la propia Comisión de Delegados, entre los miembros que
son también representables en el Consejo Escolar y el resto de los Delegados-as y otro tercero
entre los alumnos-consejeros y los demás miembros del Consejo Escolar. En sentido inverso, de
alumnos-consejeros a Delegados de la comisión y de éstos a los alumnos y alumnas.
De esta forma se garantiza la circulación de acuerdos del Consejo Escolar y la transferencia
continuada de las normas de convivencia y todos los asuntos que puedan resultar de interés al
colectivo de alumnos y alumnas.
Las Asociaciones de Alumnos como elemento del Centro educativo en su dimensión de
animación socio-cultural.
El papel que las Asociaciones de Alumnos pueden desempeñar, en el funcionamiento de los centros
educativos en la dinamización de las actividades complementarias y en la vertiente de animación
socio-cultural del barrio y/o localidad a la que pertenecen, no tiene un límite determinado y es un
campo con grandes posibilidades de desarrollo.
Son pocas las Asociaciones de Alumnos y de Antiguos Alumnos que funcionan de manera efectiva,
son más las inscritas en los Registros Provinciales de Asociaciones Culturales que necesitan un
nuevo estímulo que las impulse con objetivos renovados. En los centros donde existen asociaciones
activas de este tipo se nota su influencia en el número de actividades que se programan, con
carácter complementario -dentro y fuera del horario lectivo-, para alumnas y jóvenes del barrio.
Conocidas son Las experiencias de difusión cultural que realizan los cine-video, club juveniles,
revistas de vanguardia, grupos teatrales noveles, grupos ecologistas, de investigación etnográfica,
antropológica, arqueológica e histórica que desarrollan Asociaciones de Alumnos de centros
educativos.
Es imprescindible que los centros animen y orienten a sus grupos de jóvenes, algunos ya trabajan
en una actividad concreta 0 planean hacerlo, para que se constituyan en Asociación. Las ventajas
son muy diversas y de gran repercusión para los objetivos y funcionamiento del grupo: pueden
recibir subvenciones para sus proyectos de los organismos competentes, Delegaciones Municipales
y Provinciales de Juventud, e incardinarse plenamente en la vida del Centro, incluyendo sus planes
y actividades en el Plan Anual de Centro.
APAs y Claustros tienen una importante labor de animación de sus alumnos para que se asocien y
programen planes de trabajo comunes que contribuyan por un lado al mantenimiento de la iniciativa,
su continuidad y su plena integración en la vida del Centro y del barrio.
El respaldo, ayuda y colaboración de las APAs y Claustros de profesores no debe confundirse
nunca con tutela o control de la Asociación de Alumnos por parte de estas, ya que limitaría la
capacidad de acción y creatividad de los jóvenes. Sentirían recortada su libertad y autonomía, lo
que supondría el desánimo y el abandono de sus propósitos.
Estrategias favorecedoras de la participación del alumnado sugeridas para su inclusión
en el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Centro.
Primeramente, han de subsanarse los problemas de falta de información que existe en el alumnado
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Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
respecto a la participación. Deben preverse canales y formas de transmisión de la información.
Los alumnos deben conocer,cada uno según su edad y capacidad como es el funcionamiento del
centro y las posibilidades de participar, como funciona cada órgano, y deben aprender como se
actúa y desarrolla arna asamblea, un debate o diálogo colectivo.
Respecto a los Consejos Escolares, se posibilitará que el alumnado conozca una metodología que le
permita abordar los tres momentos -antes, durante y después del Consejo-, es decir, cómo prepararlo,
cómo intervenir y como transmitir a sus compañeros-as las decisiones adoptadas, para ello es
necesario la existencia de una estructura que vertebre al colectivo de los estudiantes del Centro, a
la que nos hemos referido anteriormente en el apartado de Tutoría y participación (Comisión de
Delegados).
Otra acomodación corresponde al órgano en sí. El Consejo adecuará su dinámica interna a los
intereses y necesidades de todos los sectores representados. Tratándose de los alumnos y alumnas,
se procurará que los temas estén adaptados a sus posibilidades de análisis e interpretación, sin
manipulación ni ocultación, que tengan posibilidad de dar sus puntos de vista, presentar propuestas
y de que el resto del Consejo las estudie con seriedad y detenimiento.
El resto de estructuras acapararía un conjunto amplísimo de estrategias para agilizar y dinamizar su
funcionamiento que profesores-as tutores-as, Delegados de alumnos y otros agentes pondrán en
marcha. Sin embargo, cabe hacer algunas consideraciones generales al respecto:
a) Serán los profesores-as tutores-as quienes con” sigan, desde las primeras etapas educativas,
darle efectividad, dinamismo y valor a las reuniones de clase, creando en los alumnos y alumnas
actitudes dialogantes y participativas, y consiguiendo que encuentren utilidad y contenido en las
mismas.
b) A medida que ascendemos en las etapas y niveles del sistema educativo, la importancia del
Delegado de clase y la Comisión de Delegados del Centro adquiere también mayar relevancia.
Aquí, el éxito de la participación no depende tan sólo de la existencia de los canales y estructuras
apropiadas como de las actitudes y motivaciones que hacia la participación tengan los alumnos
y alumnas. En estos últimos aspectos, serán decisivas las estrategias que el Consejo Escolar y
el Claustro de Profesores desarrollen al respecto, facilitando la incorporación del alumno-a a la
vida del Centro y al gobierno del mismo.
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Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
ÁMBITOS DE PARTICIPACIÓN DEL ALUMNADO
24
Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
3. La participación de los padres.
Importancia de la participación. Participar y colaborar.
La participación de los padres y madres surgió en nuestro país como una aspiración social dentro
de la corriente de normalización democrática de la vida española en la década de los setenta.
Inspirada en un concepto de participación próximo al control y gestión de los centros, cercano a su
vez al intento de garantizar la pluralidad y la permeabilidad democrática de la institución.
La participación de las familias en los centros educativos, en un sentido más amplio, superando la
concepción estricta de gestión y administración, comienza a darse en los centros específicos de
Educación Especial, donde se atienden a niños con necesidades educativas especiales, que necesitan
de una acción educativa intensiva en la escuela y en el hogar. Padres y madres y profesores y
profesoras, en este contexto, saben que sin el esfuerzo combinado y un flujo permanente de
información el proceso de aprendizaje de sus hijos está seriamente comprometido. Además, también
son conscientes, y la ejercen, de que es necesario participar en las tareas de gestión y administración.
Parece que las circunstancias y características del factor humano de los centros citados han
contribuido a centrar el verdadero objetivo de la participación de los elementos que componen la
Comunidad Educativa: el niño, su aprendizaje y su preparación para el desenvolvimiento y adaptación
en la vida adulta. Participar es unir esfuerzos, intercambiar información, aportar ideas, gestión
conjunta, prestar apoyos, colaborar en el acercamiento escuela-sociedad.
Sería ocioso recordar que los padres y madres son partícipes preferentes de la educación de sus
hijos e hijas. Formal o informalmente transmiten valores, actitudes, pautas de conductas, hábitos.
La acción educativa de la familia, hasta ahora suficiente para satisfacer las necesidades educativas
de la sociedad agrario-ganadera, debe complementarse en la sociedad post- industrial con la labor
de la escuela, a la que se le encomienda “el máximo desárrollo de su personalidad”, “la formación
en el respeto y las libertades democráticas” y la “preparación para participar activamente en la
vida social”. El trabajo de la escuela y el de la familia están claramente imbricados el uno está
incompleto sin el aporte del otro y viceversa.
Antes hacíamos referencia a las escuelas de niños y niñas con necesidades educativas especiales,
olvidando que en muchos centros ordinarios la participación y colaboración de los padres y madres
ha sido importante. Si necesaria es la acción conjunta de familias y educadores y educadoras en
estos centros, no menos imprescindible es en los centros ordinarios, confiriendo a la colaboración el
mismo valor pero diversificando las tareas y las formas de hacerlo. El paso dado por nuestra
escuela hacia la integración escolar hace necesario dinamizar la participación y colaboración de las
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Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
familias y potenciar su generalización a todos los centros.
En un modelo en el que se delegan las funciones educativas a la escuela, la participación de los
padres y madres se limita al momento de la elección de centro, en consonancia con la ideología y
creencias familiares. Un modelo especialmente preocupado por los aspectos técnicos y centrado
en la instrucción del alumno, impedirá que los padres, “menos preparados pedagógicamente”, puedan
participar. Se limitará a complementar -visitas, charlas, materiales, talleres- el trabajo docente, o
sólo se quedará en un aporte de recursos económicos.
En un modelo como el que propugnamos y asumimos, en el que se cree en la posibilidad de desarrollar
una gestión participativa y un control democrático de los centros, no debemos preguntarnos qué
pueden hacer las familias, sino qué podemos hacer entre todos los elementos de la comunidad
educativa. No es una pérdida de poder, es un deseo de trabajar por unos objetivos compartidos.
Anteriormente se hizo referencia a tipos de colaboraciones que los padres y madres pueden brindar,
sobre todo en Primaria, pero no podemos olvidarnos de la Educación Secundaria en la que la
orientación vocacional tiene un papel fundamental para el futuro de los alumnos de esta etapa.
Aquí los padres y madres pueden aportar su experiencia y conocimiento de las profesiones y el
mundo del trabajo. Facilitar el contacto con empresas y su asesoramiento personal para proporcionar
a sus hijos e hijas y compañeros y compañeras el conocimiento más claro posible del panorama de
opciones culturales y profesionales, y las estrategias para acceder a la elegida, es otra de sus
posibles aportaciones.
Asumir este modelo supone para los centros partir del análisis de la situación de la participación en
el Centro y realizar un esfuerzo de información, formación y reflexión dentro de cada colectivo. En
el ámbito de las familias, las Asociaciones de Padres de Alumnos y la Escuelas de Padres son un
exponente del desencadenamiento de este proceso. La elaboración del Reglamento de Organización
y Funcionamiento del Centro puede serlo dentro de los Centros Educativos.
Análisis critico de las dificultades para la participación de los padres y madres en los
centros y en sus Consejos Escolares.
La introducción anterior partía de un análisis más o menos exhaustivo de la realidad global de la
participación. Concretaremos más el fenómeno y señalaremos obstáculos, dificultades y alternativas.
La Constitución Española de 1978, la LODE y la LOGSE y normativas que la desarrollan recogen;
garantizan y sostienen el derecho a participar de todos los elementos que componen la Comunidad
Educativa. No basta con el amparo legal, tengamos en cuenta que antes de ser recogida por la Ley,
era la participación una necesidad y una demanda social, por tanto, una vez alcanzada, debe
practicarse, mejorarse y dinamizarse, ya que el objetivo no era “legalizar” el derecho a la participación,
solamente, sino lograr la participación real, la eficiente interacción entre el hogar y la escuela.
Reconocido plenamente el derecho, surgen obstáculos de tipo institucional, individual y personal
que dificultan la participación. No es el momento de poner ejemplos en los que la calidad de la
relación familia profesores se vio afectada positiva o negativamente por la llegada de un nuevo
Director, maestro-a, Presidente de la APA, un acto de convivencia, fiestas y actividades escolares
que unen a las personas.
Tradicionalmente, en algunos sectores de la Comunidad educativa ha existido cierto temor e
inseguridad para apreciar la importante contribución que supone para la escuela la colaboración
familiar en armonía. Se asignaba a los padres y madres un papel menos activo y se fomentaba una
colaboración limitada. Es decir, participaban cuando había sido planificada la actividad, se les invitaba
al reparto de papeles y a asumirlos, pero no a planificar, a decidir conjuntamente, a tomar iniciativas.
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Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
Detrás de esas actitudes, más o menos conscientes, ha pesado, en algunas etapas históricas, cierto
autoritarismo en la institución del que a partir de la transición democrática va despojándose, y una
falta de preparación y formación al respecto. La formación inicial y las experiencias posteriores en
los centros dieron al profesor pocas oportunidades de conocer modos y estrategias de colaboración
y participación conjunta. También se señala por algunos sectores la falta de interés y de formación
de los padres para intervenir en la escuela.
Las diferencias culturales y sociales pueden dificultar el tratamiento en pie de igualdad entre los
elementos de la Comunidad Educativa. Es cierto que estas barreras se van eliminando
progresivamente y que existen excepciones notables en sentido positivo y ejemplos rechazables en
sentido negativo.
En ocasiones, los obstáculos devienen de exigencias y expectativos poco realistas por parte de
padres y profesores: las expectativas sobre el futuro del hijo e hija pueden ser más o menos realistas
desde el prisma de cada uno; el profesor o profesora puede exigir a la familia un nivel y grado de
colaboración al que esta no puede llegar; los padres pueden esperar que el profesor supla funciones
que les corresponden a ellos.
Los obstáculos referidos no son más que apreciaciones y reducciones de la realidad, y por tanto
imprecisas. Conviene analizar y buscar soluciones conjuntas y concretas en debates a nivel local
entre padres y madres y profesores y profesoras, identificando las dificultades específicas de la
zona y del centro, así como las formas de eliminarlas. Las dificultades no san más que movimientos
pendulares en los que la culpabilidad va de un lado al otro, y que a veces recae sobre la Administración.
Las inculpaciones son oscilantes y dificultan la salida a una alternativo constructivo en un nuevo
marco de relaciones.
La escuela tiene que ser un foro para la reflexión y para la respuesta vital en los momentos en que
la sociedad necesita adaptarse a los cambios políticos, sociales, culturales y religiosos. La institución
educativa, permeable a las nuevas exigencias tecnológicas y comunicativas, sensible a la necesidad
de estructurar el proceso de asimilación y acomodación de tales cambios en las nuevas generaciones,
tiene que ofrecer el soporte educativo que garantice la preparación para la vida.
Estrategias favorecedoras de la participación de las familias.
Dificultades superadas y experiencias prácticas en los centros escolares permiten conservar la
calma y la esperanza de que los problemas que origina la incorporación de las familias a la escuela
tienen soluciones a través de la colaboración y cooperación entre padres y profesores.
Fluidez y eficacia informativa deberán caracterizarlas relaciones dentro del centro. Los padres y
medres necesitan información del Centro que aunque está disponible no es fácilmente accesible. El
profesor y profesora necesita información de la familia sobre el alumno y ella misma. La agilización
del funcionamiento y organización del Centro, las reuniones del Equipo Directivo con la APA, los
tutores o tutoras con los padres y madres de su curso y la publicación de un boletín informativo
periódico ayudarán a la consecución del objetivo.
La comunicación se facilita creando oportunidades para la relación y la convivencia. El Centro
puede organizar actos sociales o de diversión -excursiones, exposiciones de trabajos, día de escuela
abierta, teatro, actuaciones musicales- en los que las diferencias se olviden y surjan tareas de
colaboración.
La experiencia de los padres y madres como educadores o educadoras es un potencial que la
Escuela no puede desperdiciar. Asesorar al profesor o profesora también es posible. Los padres y
madres saben de sus hijos e hijas y de los hijos e hijas por la práctica diaria. El plano de la personalidad
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Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
infantil que se manifiesta en la Escuela es diferente al que aflora en el hogar. Los padres y madres
“saben” también otras cosas, son profesionales de otras actividades y ramas laborales diversas que
pueden aportar mucho al Centro.
El nivel de formación, que ha sido identificado como obstáculo a la participación, puede mejorarse
con la asistencia de los padres y madres a jornadas y encuentros de profesores en los que se
analice la situación actual, el papel y el futuro de la Escuela. Recibir una formación específica
como padres y madres en un programa de conferencias interactivas con expertos sobre un currículo
propio de Escuela de Padres, es otra posible acción formativa.
La participación no debe limitarse al contexto del Centro, el Consejo Escolar de Centro, la
colaboración en el aula y actividades complementarias. Hay otro ámbito para la participación, nos
referimos a los Consejos Escolares Local, Provincial y Regional, donde se analizan aspectos que
influirán en los Centros y a los que padres y madres, profesores y profesoras y alumnos y alumnas
han de trasladar sus inquietudes y afán de colaboración.
Conocer y difundir experiencias de funcionamiento y organización de Centros en los que la
participación alcanza niveles altos y aplicar medidas similares que se adecúen a las necesidades del
Centro, es otra medida a tener en cuenta.
Estrategias favorecedoras de la participación de los padres y madres en los Consejos
Escolares de Centro.
Trabajar juntos da buenos resultados. Una de las premisas que condiciónala eficiente participación
de los padres y medres es la adecuación delo dinámico interna de los Consejos Escolares a los
intereses y necesidades de todos los sectores representados. Es decir, los aspectos técnicos y
administrativos copan las sesiones de los consejos, responden más a las necesidades del profesorado
y por ende al Centro y también a los padres, pero su tratamiento debe estar al alcance de todos y
explicarse el por qué, el alcance y el motivo de las decisiones a tomar.
Los representantes de los padres y madres de alumnos están obligados a mantener contactos
periódicos con los padres y directiva de la APA, consultar y conocer posturas sobre los temas que
se tratan en el Consejo. También deben ampliar su información sobre el funcionamiento del Consejo,
la legislación...
El contenido del Consejo Escolar debe ser equilibrado, contener los problemas que preocupan a
todos los elementos de la Comunidad Educativa. La metodología del Consejo será participativa, dar
oportunidad a todas sus miembros de expresar sus opiniones.
Antes de la reunión del Consejo se conocerá con tiempo suficiente la convocatoria y los puntos del
orden del día, para documentarse e informarse sobre los temas a tratar. Se consultarán con los
padres y madres las posibles opciones a tomar y se presentarán propuestas preparadas previamente
para recoger los intereses de todos.
El Consejo no funcionará si no hay información o se informa con parcialidad, no se consulta
previamente, se mantienen posturas rígidas, aflora el corporativismo, conformamos bloques
antagónicos, no se evalúan las reuniones, no se ponen en marcha los acuerdos, se actúa por intereses
personales, no se crean comisiones de trabajo, se trabaja en función de hechos no comprobados, no
se respetan los turnos de palabra ni el horario previsto.
El Consejo funcionará si fluye la información veraz y sin ocultaciones, se consultan y negocian las
posturas, se consideran y analizan todas las propuestas, se superan los bloques, se evalúan los
resultados, se concretan acuerdos y se llevan a cabo. En suma, funciona si hay voluntad de
participación, actúa por intereses colectivos, trabaja en comisiones, con sentido de la realidad y
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Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
basado en hechos concretos, y la dinámica interna de funcionamiento es adecuada a la de un
órgano de diálogo.
E1 Consejo Escolar tenderá a tomar decisiones por consenso. Esto no es fácil y no se improvisa,
deben tenerse en cuenta algunos factores: requiere más tiempo que otros métodos, el problema ha
de definirse con claridad y se examinan todas la propuestas posibles. E1 moderador juega un papel
importantísimo, facilitando el libre intercambio de ideas, posibilitando la intervención del que lo
desee y reconduciendo la discusión y la participación sin ser autoritario.
Después de la reunión se recopilará toda la información y los documentos entregados. No se
confiará en la memoria, por lo que se anotará lo más importante, con claridad y objetividad, pensando
en que otros padres y madres en el futuro ocupen el puesto de representación. Se procurará
aclarar cualquier incidente y si algún acuerdo tomado supone la intervención directa del participante
procurará cumplirlo con eficacia.
La participación en el aula: reuniones, comisión y Delegadas de clase.
Además de lo dicho en los apartados anteriores y lo que sobre tutoría y relación con los padres y
madres se toca en el apartado correspondiente, conviene que hagamos referencia a la estructuración
del colectivo de padres y madres con el objetivo de agilizar la comunicación con La escueta,
concretar su colaboración y cooperación con la institución, y, en general, mejorar la calidad de la
enseñanza.
La conexión padres y madres (individuales) tutores-as está garantizada por las disposiciones
organizativas actuales que regulan el funcionamiento de los centros. Pero es necesario que el
colectivo tenga una organización y dinámica como grupos (clase), elementales dentro de otro grupo
mayor que sería el centro educativo.
La comisión de aula.
E1 profesor-a tutor-a podría disponer de la inestimable ayuda derivada de la canalización y
optimización de los recursos paternos. Para el apoyo a las actividades de desarrollo del currículo se
podría crear una Comisión de Aula que estaría compuesta par el profesor-a tutor-a, el Delegado-a
de alumnos-as y un Delegado-a de padres y madres. Tendrían la tarea de proporcionar los recursos
necesarios para la realización de las actividades previstas en la programación curricular de ese
grupo de alumnos-as, coda miembro en función de sus disponibilidades y posibilidades, aportará el
trabajo y apoyos que se acuerden. La periodicidad de la reunión de la Comisión de Aula la determinará
el funcionamiento del grupo y el desarrollo del currículo, pero conviene que se reuna al menos una
vez al trimestre, y, en todo, caso previa a las reuniones del grupo. Las reuniones se celebrarán
dentro del horario de obligada permanencia en el centro y en las mismas el tutor dará a conocer las
actividades previstas en la programación del período entrante y los apoyos de padres y madres y
alumnos-as que serán necesarios para desarrollarlas con éxito (preparación de excursiones, charlas,
visitas culturales, elaboración, solicitud o adquisición de materiales).
El Delegado de padres.
E1 Delegado-a de padres y madres del aula será elegido en la primera reunión del curso que se
celebre con el tutor-a del grupo de alumnos-as -septiembre/octubre- y se encargará de coordinar al
grupo de padres y madres, conocerlos y canalizar las aportaciones que éstos puedan brindar.
Dentro de las colaboraciones que los padres del aula pueden prestar estarían:
• Colaborar en el diseño, organización y desarrollo de visitas culturales.
• Participar en el aula en el desarrollo de actividades curriculares que necesiten de la demostración
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Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
de habilidades y/o aportación de experiencias personales y profesionales.
• Facilitar el contacto con organismos, instituciones, entidades, asociaciones y empresas, en las
que trabajan o tienen conocimientos, para la consecución de ayudas, subvenciones, visites
orientadores, obtención de materiales complementarios.
• Colaborar en la organización de actividades complementarias, lúdicas y culturales para el grupo
clase, la totalidad del nivel o el centro educativo.
Las reuniones de padres y madres del curso.
El Delegado de padres podrá reunir a los padres del curso, a instancias del tutor o tutora, y con los
objetivos primeros y ampliables que se relacionan:
• Conocer la línea, objetivos, actividades y evaluación de la concreción de la programación curricular
que para el grupo han planificado sus distintos profesores.
• Explicación de las dificultades que encontrarán sus hijos en el proceso de aprendizaje previsto
para el curso y estrategias que ellos pueden poner en práctica para ayudarlos y las que ofrecerá
el centro.
• Difusión de los detalles organizativos, horarios, materiales que deben adquirirse..., consultas....
(Sobre las relaciones de los padres con el tutor y viceversa, consultar los apartados
correspondientes contenidos en este trabajo).
Las Asociaciones de Pudres como elemento del Centro educativo en su dimensión de
animación sociocultural.
La Ley General de Educación (1970) abrió la posibilidad de crear Asociaciones de Padres de
Alumnos, sólo les permitía participaren tareas complementarias, no reconocía el derecho a intervenir
en la gestión de los Centros.
Con la aprobación de la Constitución (1978) se reconoce el derecho de padres y madres, profesores
y profesoras y alumnos y alumnas a participar en la gestión y el control de la Escuela pública
(artículo 27.7).
La LOECE, Ley Orgánica 5/80, de 19 de junio, sobre Estatuto de Centros Escolares reconoce la
existencia de una APA en el centro a través de la cual los padres y madres participarán en los
órganos colegiados. Un recurso de inconstitucionalidad posterior posibilitó la existencia de más de
una APA y la elección directa de los padres y madres como miembros del Consejo,
independientemente de su pertenencia o no a la APA
La Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE) reconoce también el derecho de los padres
y madres a formar Asociaciones y les concede a éstas las funciones de “asistir a los padres o
tutores sobre todo aquello que concierne a la educación de sus hijos o pupilos, colaborar en las
actividades educativas de los centros y promover la participación de los padres de alumnos en la
gestión del centro” (artículo 5.2.). La LODE abre nuevas posibilidades a la acción de las APAs:
informar a los padres y madres sobre las funciones del Consejo, las cuestiones prioritarias que se
debaten en cada momento, recogida de aportaciones, creación de estructuras organizativas que
faciliten y organicen la participación de los padres.
En el preámbulo dela LOGSE, Ley de Ordenación General del Sistema Educativo, respecto a la
participación se dice que “ninguna reforma consistente, tanto más si se trata de la educativa, puede
arraigar sin la activa participación social. Particularmente relevante para la consecución de sus
objetivos es la participación de los distintos sectores de la Comunidad educativa, singularmente de
los padres y madres, profesores y profesoras y alumnos y alumnas. Esta participación, consagrada
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Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
por nuestra Constitución y garantizada y regulada en nuestro ordenamiento jurídico, se verá fomentada
en el marco de esta reforma, y se recogerá en los distintos tramos y niveles del Sistema Educativo.
A todos estos sectores les corresponde igualmente aportar el esfuerzo necesario en beneficio de la
colectividad”.
El papel de las Asociaciones de Padres de Alumnos será decisivo para la participación si se
garantiza la comunicación entre el Consejo y la Junta de la APA, se replantean los objetivos por
orden de prioridades, se dinamiza la participación de los padres en las APAs y los órganos colegiados,
y si se utiliza la estructura de la Asociación para informar, consultar y recoger las inquietudes de las
familias.
Como decíamos al comienzo de este apartado, la participación no se limitará a la gestión y
administración. Es algo más. Dentro de un contexto de objetivos en los que se mueve el centro y
que tienden a la animación socio-cultural de los barrios en los que están inscritos. Las Asociaciones
de Padres tienen una responsabilidad muy importante en este contexto. Ellas son agentes sociales
organizados, que en un pasado muy reciente contribuyeron a la implantación de la democracia y las
reivindicaciones sociales. En la actualidad su actividad se concentra, fundamentalmente, en la
participación en los Consejos Escolares y en la dinamización de la vida y actividad del centro, de los
padres de alumnos y de los escolares.
Hay una amplia gama de actividades que el Centro puede brindar a la comunidad: talleres,
conferencias, reuniones sociales, actuaciones teatrales y musicales, excursiones... El Centro escolar
se enriquece y complementa su proyecto curricular, gracias a las actividades que desarrollan las
asociaciones de padres, de alumnos y otros colectivos e instituciones.
Las Escuelas de Padres: aprender a ser padres.
Las transformaciones del tejido social y la evolución experimentada por el sistema de producción,
antes citadas, han obligado a replantear las relaciones en el seno familiar y social. Los conocimientos
que transmite la familia no son suficientes para la adaptación social por lo que se encarga a la
institución educativa parte de este trabajo. Cada vez es más frecuente que ambos padres y madres
deban trabajar fuera del hogar en un medio distinto y diferenciado en el que probablemente no se
inserten luego sus hijos e hijas. Las familias se reducen en número de miembros, limitándose al
matrimonio y los hijos e hijas. Descienden Las pasibilidades de interactuar entre más generaciones.
Los padres y madres de hoy no han tenido oportunidades de ver y aprender las prácticas de
crianza. La interpelación generacional que se daba en la sociedad agraria desaparece. Los padres
y madres necesitan “aprender a ser padres” adaptados a las exigencias de los tiempos que les ha
tocado vivir, sin perder el enfoque humanista que debe inspirar sus acciones.
Algunos padres o madres están desorientados y dudan de cómo han de educar a sus hijos. Saben
que no pueden repetir las prácticas que observaron en sus padres y madres. Desconocen cuál es el
sistema adecuado. Además los padres y madres se sienten solos en la tarea de educar a sus hijos
o hijas, desearían compartir problemas y experiencias lo que les conferiría seguridad y confianza en
la forma y el modo de educar.
La Escuela de Padres puede contribuir a la solución de estos problemas. La queja del profesorado
sobre el desconocimiento paterno del funcionamiento de los centros y su necesidad de conocer
estrategias educativas podría paliarse con una acción formativa desde las Escuelas de Padres.
Objetivo de la Escuela de Padres es mejorar las relaciones entre padres y madres con hijos e hijas
porque un clima adecuado de estima, respeto y confianza es el que posibilita la educación. La
formación general de los padres y madres es muy importante, ya que el conocimiento de las etapas
evolutivas del niño y sus características psicológicas harán que padres y madres e hijos e hijas se
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Colección de Materiales Curriculares
para la Educación Primaria
comprendan mejor.
Más específicamente, la Escuela de Padres tenderá a creer en las familias habilidades y actitudes
que le faciliten su tarea educadora, concienciándolos de la importancia de la educación, promoviendo
el intercambio de experiencias y respuestas a los problemas a los que se enfrentan, dinamizando la
participación de los padres y madres en la Escuela, resolviendo las dudas que plantea la educación
de los hijos e hijas y su participación como miembros de la comunidad educativa.
Un factor importante en el funcionamiento de las Escuelas de Padres es que éstas sean dirigidas,
coordinadas y gestionadas por los padres y madres. Disponer de la ayuda y el asesoramiento de los
profesores en los primeros momentos es igualmente decisivo, si bien la presencia de éstos debe ser
secundaria lo antes posible, para dar paso a la autogestión de la misma por los propios padres y
madres, sin prescindir del asesoramiento de los expertos que sea necesaria.
ÁMBITOS DE PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES DE ALUMNOS
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Orientaciones para la participacipación
en la vida de los centros educativos
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