Dar a gente en la calle Además de las preguntas sobre contribuciones y donativos ya discutidos, en la encuesta también se abordan preguntas sobre qué tanto y por qué las personas dan dinero en la calle, de manera informal. Según los datos mostrados en la gráfica II.6, hay un cambio muy importante en la frecuencia con la que se da la limosna. La proporción de entrevistados que dice que siempre le da dinero en la calle a una persona que se lo pide era de 15 por ciento en 2005 y de 8 por ciento en 2008. Los que dicen que algunas veces les dan el dinero representaban el 53 y 44 por ciento en esos mismos años, respectivamente. Sumando ambas proporciones, en 2005, el 68 por ciento de los entrevistados estaban dispuestos a dar dinero a las personas en la calle siempre o algunas veces. Ese porcentaje bajó a 52 por ciento en 2008. Por el contrario, la proporción de entrevistados que dijo que rara vez o nunca dan dinero en la calle aumentó de 30 a 46 por ciento entre la primera y las segunda encuesta. A pesar de esta notable caída en el porcentaje de mexicanos que dice dar dinero a la gente de la calle, la mayoría confiesa aún darlo, por lo que quizás refleje un indicio del impacto de la crisis económica. Gráfica 8. Frecuencia con la que dan dinero en la calle. Cuando alguna persona le pide dinero en la calle, generalmente, ¿usted se lo da? (P22) 2005 60 2008 53 50 44 Porcentaje 40 30 30 20 20 10 16 15 10 8 2 2 0 Siempre Algunas veces Rara vez Nunca No sabe Frecuencia ¿Quiénes son más propensos a dar dinero a gente en la calle? Según la encuesta, las mujeres dan ligeramente más que los hombres, los que tienen escolaridad media y básica, y los que asisten con una mayor frecuencia a servicios religiosos. Los que menos dan son los mayores de 50 años y los que tienen estudios universitarios. En este caso, el efecto de la escolaridad es inverso a la donación formal. No obstante, la encuesta de 2008 registró una disminución en el porcentaje de gente quien prefiere dar por la vía directa o personal y un ligero aumento en la preferencia de hacer las donaciones a través de instituciones u organizaciones. Los datos en la gráfica 9 dan muestra de ello. El porcentaje de entrevistados que prefiere dar directamente a una persona necesitada bajó notablemente de 79 a 60 por ciento entre 2005 y 2008, mientras que el porcentaje que prefiere dar a través de instituciones u organizaciones subió ligeramente de 13 a 16 por ciento. También es de notarse que el porcentaje de entrevistados al que les da lo mismo una modalidad u otra aumentó de 6 a 16 por ciento. Entonces en la competencia las organizaciones están ganando territorio, pero aún falta mucho: de un desventaja de 6 a 1, pasó a más de 4 a 1. Gráfica 9. Aportaciones personales vs. institucionales . ¿Cómo prefiere realizar la aportación o dar ayuda? (P26) 2005 2008 100 Porcentaje 80 60 79 60 40 20 13 16 16 6 2 7 0 Dar directamente a una persona necesitada Dar a través de instituciones o organizaciones Le da lo mismo No sabe Como se puede ver en el cuadro 22, al desglosar estas preferencias por ingreso, encontramos que entre más alto es el nivel de ingreso, mayor tendencia a donar a través de instituciones; por el contrario, quienes registran un ingreso menor en la escala, parecen canalizar sus donaciones de manera directa, es decir a través de medios informales. Cuadro 22. Aportaciones personales vs. institucionales. ¿Cómo prefiere realizar la aportación o dar ayuda? (P26) 2005 2008 100 Porcentaje 80 60 79 60 40 20 13 16 16 6 2 7 0 Dar directamente a una persona necesitada Dar a través de instituciones o organizaciones Le da lo mismo No sabe (Tomado de Michael Layton y Alejandro Moreno, Filantropía y Sociedad Civil en México. Análisis de la ENAFI 2005-2008, México, Miguel Ángel Porrúa, 2010, pp. 81-82, 85-86.)