Derecho a la Reinserción Social 2014 Facultad de Derecho Tesina carrera de Derecho Derecho a la Reinserción Social Autor: Daniela Andrea Cabello Toro. Profesor Guía: Jorge Sáez Martin. Santiago 19 de Mayo del 2014 1 Derecho a la Reinserción Social 2014 I. Índice. I. Índice. pág. 2 II. Resumen. pág. 3 III. Introducción. pág. 4 IV. Concepto Reinserción Social. pág. 7 V. Tratamiento de la resocialización en el sistema jurídico Internacional. pág. 12 VI. Tratamiento resocializador en sistemas comparados. pág. 15 VII. Tratamiento de la resocialización en sistema chileno. pág. 21 VIII. Soluciones. pág. 25 IX. Conclusión. pág. 28 X. Bibliografía pág. 30 2 II. Resumen: Derecho a la Reinserción Social 2014 Considerar a la reinserción social como un proceso esencial para el individuo que ha sido condenado a una pena privativa de libertad, es entender y comprender de los múltiples beneficios que ello conlleva. El presente trabajo pretende dar a conocer la experiencia sobre el proceso de Reinserción Social desde la conceptualización hasta el tratamiento Internacional que se le ha dado, la experiencia nacional y comparada. Para terminar con las posibles soluciones que podemos ofrecer al sistema para mejorar el Sistema Penitenciario en Chile. La investigación estará centrada en 5 capítulos. El primero de ellos definiendo el concepto, concluyendo este con una definición personal de éste. El segundo tratara de enfocar el análisis a la legislación internacional que ha implementado el proceso de reinserción social como un fin de la pena privativa de libertad. En el mismo sentido, el capítulo tercero analiza los sistemas jurídicos comparados en relación a la inclusión del tratamiento dentro de sus legislaciones, para luego enfocarnos a la forma en que Chile ha incluido este fin de la pena y como se ha implementado en el sistema penitenciario. Para terminar, se establecerán las distintas soluciones a éste. 3 III. Introducción Derecho a la Reinserción Social 2014 La reforma de los sistemas penitenciarios en la mitad de los años setenta sucedió bajo un signo de resocialización o del “tratamiento” reeducativo y resocializador como fines de la pena1. No obstante a esta visión otorgada desde un principio del tratamiento penitenciario (dejando de lado las penas del derecho Canónico y Medieval), hoy en día como el objetivo resocializador dentro de los fines que viene a cumplir un sistema de penas privativas de libertad es difícil de encontrar. En nuestro país el pensamiento de la población, en general, es que el único modo de mejorar el sistema penitenciario es a través de la construcción de cárceles, que inmediatamente se llenan sin que ello suponga que alguna se vacíe, llegando a ser una sociedad productora de personas condenadas y deja totalmente aparte el objetivo de reinserción en la sociedad de aquellos que han estado marginados de ella. La construcción de cárceles y, por sobre todo, de aquellas denominadas de máxima seguridad, hacen inoperantes los medios destinados a facilitar la reintegración de los internos a un sistema de libertad, ya que segregarlos y alejarlos de la sociedad con magnas construcciones no ayudan en nada a su reincorporación una vez cumplida la condena, renunciando de este modo a la prevención especial positiva como fin de la pena, siendo las cárceles depósitos de individuos marginados y aislados del resto de la sociedad. Así, de una inicial búsqueda de funciones incardinadas en clave de prevención especial positiva (rehabilitación), se ha ido paulatinamente transitando hacia claves de prevención especial negativa (incapacitación). A saber del profesor Alessandro Baratta, el punto de vista del problema de la resocialización, en el contexto de una criminología crítica, “se debe mantener como base realista el hecho de que la cárcel no puede producir efectos útiles para la resocialización del condenado y que, por el contrario, impone condiciones negativas en la relación con esta finalidad”.2 El sistema carcelario y las construcciones como hoy en día las realizamos, no son una ayuda al fin reintegrador ni al tratamiento reeducador como objetivos de la pena, en cambio, lo que se ha generado, es un fin neutralizador del individuo, en el sentido que entre 1 BARATTA, ALESSANDRO (2004): Criminología y Sistema Penal (Buenos Aires, Argentina; editorial Euros Editores) pp. 376. 2 BARATTA, ALESSANDRO (2004): Criminología y Sistema Penal (Buenos Aires, Argentina; editorial Euros Editores) pp. 378. 4 Derecho a la Reinserción Social 2014 más excluido y marginado se encuentre, es más seguro para la sociedad, siendo la pena un sufrimiento impuesto como castigo. Por lo anterior, es que la población penal sufre una doble marginación, siendo el que se produce al interior de la cárcel un efecto secundario, consecuencial de un primer proceso, el que empieza con la conciencia de la mayor parte de los condenados a penas privativas de libertad provienen de grupos sociales ya marginados socialmente. Por lo que el cumplimiento de un fin resocializador significa corregir las condiciones de exclusión de la sociedad activa, para que la vida post penitenciaria no signifique una vuelta de la marginación secundaría a la primaria3. Por todo lo anterior nos preguntamos, ¿El tratamiento actual que se le otorga en Chile al concepto de Reinserción Social cumple con los objetivos básicos para poder lograrla? ¿Es una mera expectativa o un derecho del que gozan todas las personas? Otro de los grandes problemas relativos a la reintegración del sujeto condenado apunta al tratamiento que se le hace a este objetivo de prevención especial positiva, ya que no se ha desarrollado un sistema de trabajo con el fin único de reinsertar al que ha delinquido a la sociedad como un proceso individual, puesto que éste no es una ciencia exacta y para su implementación no se han diferenciado las características personales de cada sujeto. Cualquier paso que pueda darse para hacer menos dolorosas y dañinas las condiciones de vida dentro de una cárcel, aunque sea solo para un condenado, debe ser mirado con respeto cuando esté realmente inspirado en el interés de las personas detenidas y sus Derechos.4 Debemos considerar el proceso de resocialización como la base de nuestro sistema penal, que el fin de la imposición de una pena a una conducta establecida no sea castigar al sujeto infractor de la ley, creando en él conciencia, alejarlo de aquellos hábitos que lo llevan a delinquir, brindando la ayuda necesaria a través de distintos procesos individuales, que le permita desenvolverse en un medio libre a través de una formación integral. En general, la reinserción social del sujeto condenado a una pena privativa de libertad y excluido por esto del núcleo social, no ve a la cárcel (infraestructura) como un espacio para neutralizar las conductas del individuo, como un sufrimiento 3 BARATTA, ALESSANDRO (2004): Criminología y Sistema Penal (Buenos Aires, Argentina; editorial Euros Editores) pp. 381. 4 BARATTA, ALESSANDRO (2004): Criminología y Sistema Penal (Buenos Aires, Argentina; editorial Euros Editores) pp. 379. 5 Derecho a la Reinserción Social 2014 imputable a la conducta al margen de la ley, sino que como una oportunidad para corregir su conducta, apoyándolo de forma moral y material, para su reintegración a un sistema que se desenvuelve bajo normas que respetar. En consecuencia, se considera como unas de las metas en la ejecución de las penas privativas de libertad la capacitación del sujeto para llevar una vida sin delito, llevando la ejecución de la pena a una función correctora de mejorar la conducta del delincuente El interés por tratar el sistema penitenciario como tema central del presente trabajo de tesis es haber encontrado en él un reflejo de las interrelaciones de poder, dominación y exclusión que se dan en forma permanente en el resto de la sociedad y que aún en el siglo XXI no se han podido soslayar, pudiendo incluir a aquellos que han sido marginados por el poder público. En relación a las deficiencias señaladas, es que surgen cuestionamientos importantes que inspiran la siguiente investigación, donde la imprecisión del concepto y de los métodos, además de las deficiencias técnicas del proceso, generan una inseguridad respecto a la ejecución de las condenas y el fin de la pena. En un principio, este trabajo intentará determinar y dar un concepto de resocialización, desde las consideraciones más básicas, como la definición dada por la Real Academia de la Lengua Española, hasta la definición jurídica del mismo. Posteriormente, señalaré el tratamiento del proceso en distintas legislaciones, tanto en el Derecho Internacional como en sistemas comparados. Terminando en dar a conocer el tratamiento otorgado en nuestro propio sistema al proceso de reinserción social. Para concluir, una vez desarrollado los problemas y déficit del sistema de ejecución penal internacional y chileno, es que intentaré otorgar las posibles soluciones al tratamiento de la resocialización. Por último es necesario señalar que la “libertad es no sólo uno de los derechos más preciados del ser humano sino uno de los pilares de una sociedad democrática, que debe velar por su resguardo permanente, procurando las mejores herramientas para permitir el retorno a aquella de quienes equivocando el camino, se han visto privados de tan preciada joya”. 5 5 VIAL, PAULA (2013): Volver a confiar, caminos para la integración post-carcelaria (Santiago, Chile; Instituto de asuntos públicos Universidad de Chile) pp. 22. 6 IV. Derecho a la Reinserción Social 2014 Concepto de Resocialización. El término reinserción social se emplea con el fin de conceptualizar la integración a la sociedad de aquel individuo que se encuentra viviendo al margen de ésta. La razón de esta marginación, en el sentido de esta investigación, se refiere al actuar delictivo del sujeto que lo ha llevado a cumplir alguna pena privativa de libertad en el sistema carcelario. No obstante, la resocialización o reinserción social, se hace efectiva una vez dado el cumplimiento real de la pena y, es por esto que el proceso que se realiza al interior del recinto penal es importante para alcanzar el cumplimiento de este fin. Es por esto que la conceptualización de este proceso es determinante para establecer los fines y alcances que la reinserción del condenado tiene. La Real Academia de la Lengua Española define el concepto de reinsertar como volver a integrar en la sociedad a alguien que estaba condenado penalmente o marginado. Por otro lado, señala que resocializar buscar promover las condiciones sociales que, independientemente de las relaciones con el Estado, favorezcan en los seres humanos el desarrollo integral de su persona. Uno de los mayores debates que buscan definir el tratamiento resocializador, parten de la base de la conceptualización del proceso y de los distintos términos que se utilizan como sinónimos, tales como resocializar, reintegrar, rehabilitar, reeducar, etc., de los cuales existe poca claridad en la definición de cada uno y, por lo demás, provoca deficiencia en su abordaje. Por ejemplo “el término de rehabilitación pareciera indicar que se está tratando con personas que padecen de alguna enfermedad social y, por ende, hay que normalizar su conducta”.6 Estos conceptos han sido reconocidos como las ideologías “re”, ideologías que tuvieron al penado como una persona con un hándicap o minusvalía (moral, biológica, psíquica o social, según las circunstancias o contexto).7 Situación que pone al condenado como un desviado, donde se ha fracasado en el proceso de socialización primaria y se requerirá que entren en juego los mecanismos de control social o resocializadores. 8 6 MORALES ORTIZ, FABIOLA VIRGINIA (2014): Reinserción laboral de privados de libertad: el rol del paternariado público-privado (Santiago, Chile) [en línea] [fecha de consulta 10 de marzo del 2014] Disponible aquí, pp. 9. 7 ZAFFARONI, EUGENIO RAÚL (1995): “Los objetivos del sistema penitenciario y las normas constitucionales”, en: Maier, Julio; Binder, Alberto (editorial Editores del Puerto) El derecho penal hoy. Un homenaje a David Baigún (Buenos Aires, Argentina) pp. 118. 8 ZAFFARONI, EUGENIO RAÚL (1995): “Los objetivos del sistema penitenciario y las normas constitucionales”, en: Maier, Julio; Binder, Alberto (editorial Editores del Puerto) El derecho penal hoy. Un homenaje a David Baigún (Buenos Aires, Argentina) pp. 119. 7 Derecho a la Reinserción Social 2014 En nuestra legislación se utiliza el término reinserción, señalado de esta forma en el Decreto Supremo número 518, que aprueba el reglamento de establecimientos penitenciarios, que establece: “La actividad penitenciaria se regirá por las normas establecidas en el presente Reglamento y tendrá como fin primordial tanto la atención, custodia y asistencia de detenidos, sujetos a prisión preventiva y condenados, como la acción educativa necesaria para la reinserción social de los sentenciados a penas privativas de libertad o sustitutivas de ellas”. En el ámbito internacional el término de reinserción social tuvo sus inicios durante el movimiento de reconocimiento y protección de los Derechos Humanos, plasmados en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre (1948), Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos (1955) de las Naciones Unidas, el Convenio Europeo sobre Derechos Humanos (1953) y las Reglas Penitenciarias de Europa (1987).9 Es así como se ha señalado en el del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que el régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados. A su vez, la Convención Americana de Derechos Humanos señala que las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados. Con el fin de dar claridad y sentido a la variedad de conceptos que se enfocan en un proceso que busca dar cumplimiento al fin preventivo especial, se ha priorizado el uso del concepto reinserción, el cual tiene tres puntos de vista, el primero valórico, el segundo práctico y el tercero funcional. 10 El punto de vista valórico se le otorga al concepto en comento otorgándole importancia a la reinserción del individuo marginado de la sociedad como consecuencia de un proceso dentro del sistema carcelario que busca habilitar al condenado para desenvolverse dentro de una cotidianeidad social. El segundo punto de vista que se le otorga al concepto es, como ya hemos mencionado, práctico, factor que se enfoca en la prestación de servicios suficientes y completos, que otorguen las herramientas sociales necesarias para que el condenado recupere su libertad. Y, por último, el concepto se enfoca en un 9 GARCÍA GARCÍA, JULIÁN (1999): Drogopendencias y justicia penal, (Madrid, España; Edit. Ministerio de Justicia y Ministerio del Interior) Pp. 64. 10 MORALES ORTIZ, FABIOLA VIRGINIA (2014): Reinserción laboral de privados de libertad: el rol del paternariado público-privado (Santiago, Chile) [en línea] [fecha de consulta 10 de marzo del 2014] Disponible aquí, pp. 9. 8 Derecho a la Reinserción Social 2014 aspecto funcional del proceso, otorgándole relevancia a que el privado de libertad regrese a la sociedad y que dicha sociedad permita el regreso. No obstante a la conceptualización del proceso, es necesario establecer, que hablar de reinsertar no es tarea fácil, ni mucho menos lograda dentro de las instituciones públicas que tienen en sus manos dicho proceso, tampoco es sencillo exigir a quienes están cumpliendo sus condenas que retomen sus vidas sin herramientas ni los instrumentos necesarios que, hoy en día, son insuficientes e inadecuados. No obstante, es menester señalar que se trata de un trabajo conjunto entre las instituciones públicas destinadas para dar ejecución al proceso como un fin preventivo especial de la pena y de todo privado de libertad. Por tanto, aun cuando se ha establecido el concepto que se ha de utilizar para determinar el proceso que habilitará al que ha delinquido a desarrollarse y desenvolverse en completa libertad, es necesario esclarecer, en este punto, qué entendemos nosotros por resocialización del condenado, más aun, qué entendemos por la “acción educativa necesaria para la reinserción de los condenados”11, conceptos utilizados en nuestro propio reglamento. Es decir, ¿Cuál es el significado concreto de resocialización? El término resocialización ha sido utilizado, no solo por los juristas, sino también por un sinfín de ciencias que avocan sus análisis al estudio del comportamiento social, pero ni una de estas ha podido delimitar los alcances específicos que enfrentamos al usar este término como un proceso que involucra tanto a instituciones públicas como la conciencia del propio individuo. A mayor abundamiento, nuestro Derecho Penitenciario, una vez que utiliza el término como el fin último que se busca en la ejecución de las sentencias, no ha sido claro en la definición misma de este, generando esta falta de definición normativa un aumento de la inseguridad jurídica en la ejecución de la pena. A palabras del profesor Marcos Salt, en su libro “Los Derechos Fundamentales de los reclusos”, señala que “si la cúspide del sistema normativo que regula la ejecución se sustenta en conceptos vagos e imprecisos, se dificultan también las posibilidades de control externo de las decisiones que se adoptan en esta etapa procesal y se crea un ámbito de actuación del Estado propicio para la arbitrariedad”12. Por tanto, nos cabe señalar lo que ha establecido en la doctrina como concepto del proceso en el cual él que ha delinquido accede y es preparado, otorgándole las herramientas necesarias, para su desenvolvimiento en completa libertad. Ésta ha establecido que el concepto resocializador se define como un “proceso de 11 Decreto nº 518 Aprueba Reglamento Penitenciario, artículo 1º, Diario Oficial, 21 de agoste de 1998. SALT, MARCOS; RIVERA BEIRAS, IÑAKI (1999): Los derechos fundamentales de los reclusos. (Buenos Aires, Argentina; Editores del Puerto) pp. 171. 12 9 Derecho a la Reinserción Social 2014 “personalización” el cual, a partir de un trato humano y lo menos degradante posible, tiende a disminuir el nivel de vulnerabilidad del condenado frente al sistema penal, dotándolo de los medios necesarios como para que se pueda tomar conciencia de su rol y salirse del estereotipo selectivo del poder punitivo”. 13 Por otro lado, el autor Marcos Salt señala que la ejecución de la pena es una obligación del Estado y un Derecho del privado de libertad, por lo tanto la idea de resocialización como el fin de la imposición de una condena termina siendo, al igual que la ejecución misma, una obligación del Estado, el cual debe proporcionar al condenado “las condiciones necesarias para un desarrollo personal adecuado que favorezca su integración a la vida social.”14 No obstante a lo anterior, aún existen aristas indefinidas respecto al concepto, por lo que es menester preguntarnos ¿Cuáles son los medios necesarios que el Estado debe entregar al condenado? En palabras de nuestro propio reglamento, ¿Cuál es la acción educativa necesaria para la reinserción social del privado de libertad? En primer lugar, por acción educativa podemos entender “aquella intervención intencional, racional y técnica que genera aprendizaje”.15 Con lo que podemos establecer que el reglamento penitenciario chileno nos señala que la obligación de la administración penitenciaria es generar aquella intervención, permitiéndole al condenado, de forma voluntaria, aprender aquello que en libertad no ha podido para que, una vez retomada su libertad, no vuelva a delinquir. En el mismo sentido, es menester esclarecer cuales son los “medios o herramientas necesarias” que el Estado debe entregar al condenado, para dar cumplimiento al fin resocializador. En este sentido, la Constitución mexicana ha diseñado un modelo al delimitar las herramientas que permiten el cumplimiento de la prevención especial positiva como fin de la pena, estableciendo que “el sistema penitenciario se organizará sobre la base del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir.”16 A modo de conclusión, podemos considerar que la resocialización es el Derecho que recae sobre todo condenado, que mediando su voluntad, será asistido a través del sistema público, de forma gradual e individual, dotándolo de 13 LÓPEZ, AXEL; MACHADO, RICARDO (2004): Análisis del régimen de ejecución penal. Ley 24.660, en: (Buenos Aires, Argentina; Editorial Fabián J. Di Plácido) pp. 49. 14 SALT, MARCOS; RIVERA BEIRAS, IÑAKI (1999): Los derechos fundamentales de los reclusos. (Buenos Aires, Argentina; Editores del Puerto) pp. 177 15 PARRA MORENO, CIRO HERNANDO (1998): “Naturaleza de la acción educativa”, [en línea] [fecha de consulta 15 de abril del 2014] Disponible aquí. 16 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Articulo 18. Diario Oficial, 5 de febrero de 1917. 10 Derecho a la Reinserción Social 2014 herramientas laborales y educacionales, acceso a la salud, a desarrollar algún deporte y todas aquellas que sean necesarias para ayudarlo a retomar su vida y, una vez en libertad, poder dirigir su conducta con pleno respeto a las normas legales. 11 V. Derecho a la Reinserción Social 2014 Tratamiento de la resocialización en el sistema jurídico Internacional. Las diferencias de los sistemas penitenciarios se vuelven aún más evidentes si se comparan con sistemas penitenciarios comparados. Así es como surge la necesidad de homologar criterios de tratamiento y fijar normas mínimas de cumplimiento para homogenizar el proceso, con el fin de obtener un modelo a seguir respecto a los sistemas carcelarios, para así poder reducir al mínimo la vulneración de Garantías Fundamentales dentro de estas. Es por esto que nacen una serie de medidas internacionales que regulan la materia, dentro de esto encontramos las Reglas Mínimas de Tratamiento de los Reclusos, adoptadas por el primer Congreso de Naciones Unidas sobre la prevención del delito y tratamiento del delincuente. Los objetivos de la redacción de estas reglas es establecer, inspirándose en conceptos generalmente admitidos hoy en día y los elementos esenciales de los sistemas contemporáneos; Los principios y reglas de una buena organización penitenciaria y de la práctica relativa al tratamiento de los reclusos.17 A saber, la segunda parte del reglamento aplicable a condenados, en su artículo 58, establece: “El fin y la justificación de las penas y medidas privativas de libertad son, en definitiva, proteger a la sociedad contra el crimen. Sólo se alcanzará este fin si se aprovecha el período de privación de libertad para lograr, en lo posible, que el delincuente una vez liberado no solamente quiera respetar la ley y proveer a sus necesidades, sino también que sea capaz de hacerlo.” A su vez prescribe que, para poder alcanzar el fin establecido en el artículo antes señalado, es necesario que los regímenes penitenciarios a los que está destinado, empleen todos los medios curativos, educativos, morales, espirituales y los que sea necesario, conforme a las necesidades de un tratamiento individual con los reclusos, es decir, se debe tratar al condenado de manera previa, con el fin de establecer las necesidades particulares, para así proyectar en él un proceso 17 Adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por el Consejo Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV) de 31 de julio de 1957 y 2076 (LXII) de 13 de mayo de 1977, Objetivo 1. 12 Derecho a la Reinserción Social 2014 específico que logre, en la mejor medida posible, la reintegración del condenado a la sociedad. Por otro lado, han establecido que uno de los fines del régimen penitenciario es reducir las diferencias entre la vida en prisión y la vida libre y la conveniencia de adoptar los medios necesarios para asegurar al recluso un retorno progresivo a la vida en sociedad. Este propósito puede alcanzarse, según los casos, con un régimen preparatorio para la liberación, organizado dentro del mismo establecimiento o en otra institución apropiada, o mediante una liberación condicional, bajo una vigilancia que no deberá ser confiada a la policía, sino que comprenderá una asistencia social eficaz.18 En sentido de la reinserción social, también se ha pronunciado la Convención Americana de Derechos Humanos, reconociendo que los Derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de formar parte de un Estado en particular, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana, es por esto que justifican la protección internacional, en conjunto con la que ofrece el Derecho interno. Convención que señala en su artículo 5.6: “Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados”. Otra norma de carácter internacional que incluye a la reinserción social como un Derecho aplicable a todos los Estados que se hagan parte, es el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el que establece en su artículo 10 apartado 3: “El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados”. Los Derechos prescritos en este Pacto permitieron el reconocimiento del ser humano y sus libertades, prescribiendo, como tal, el derecho a la ciudadanía, a la protección de la integridad física, la libertad individual, libertad de expresión, prohibición de la esclavitud y, entre otros, el derecho a la readaptación social del condenado. Ahora bien, el reconocimiento a la resocialización también lo encontramos cuando nos referimos a Derechos garantizados a menores de edad. La Convención sobre los Derechos del Niño establece, en forma de ley internacional, que los Estados que se hagan parte de esta convención aseguren a los niños y niñas de su 18 Adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por el Consejo Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV) de 31 de julio de 1957 y 2076 (LXII) de 13 de mayo de 1977, artículo 60. 13 Derecho a la Reinserción Social 2014 territorio el beneficio de las medidas contenidas en el. Dentro de las cuales, en su artículo 40 establece: “Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño de quien se alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se acuse o declare culpable de haber infringido esas leyes a ser tratado de manera acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, que fortalezca el respeto del niño por los derechos humanos y las libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del niño y la importancia de promover la reintegración del niño y de que éste asuma una función constructiva en la sociedad.”19 Es decir, todo niño, niña y adolecente que haya cometido algún delito tiene el Derecho a la rehabilitación y resocialización, cuyo alcance deberá ser garantizado por el Estado, mediante la adopción de planes y programas que doten al niño de las herramientas necesarias a través de las instituciones públicas que correspondan. Es por esto que podemos establecer que dentro del marco internacional la Reinserción Social es un concepto instaurado desde hace varios años como el fin preventivo especial que todo sistema penitenciario debiese respetar, adoptando las medidas necesarias para que el interno pueda desarrollar su vida en libertad, respetando y aceptando las normas establecidas y, más aún, otorgándole las herramientas necesarias para que las condiciones de encierro en las que se encuentre sean del menor impacto en su desarrollo, descartando un sistema neutralizador del individuo, fomentando la adaptación del condenado a la sociedad donde deberá desarrollarse. 19 Convención sobre los Derechos de los Niños, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, artículo 40. 14 V. Derecho a la Reinserción Social 2014 Tratamiento resocializador en sistemas comparados. Dentro del orden jurídico interno de diferentes países podemos encontrar normas que integran al proceso de socialización como un Derecho, garantizado y protegido inclusive en su Carta Fundamental. Dentro de esto mencionamos el artículo 18, párrafo segundo de la Constitución Política de los Estados Mexicanos, el que establece: “El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos, del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la ley. Las mujeres compurgarán sus penas en lugares separados de los destinados a los hombres para tal efecto”. Norma Constitucional que es complementada con la dictación de la Ley que establece las Normas Mínimas sobre la Readaptación Social de los Sentenciados, que tienen como finalidad organizar el sistema penitenciario en México, sobre la base del trabajo y la educación. 20 En un primer sentido, esta ley define que, si bien la readaptación social es un proceso que incluye a todo sentenciado, el tratamiento es de carácter individual, el artículo 6o de la ley en comento prescribe: “El tratamiento será individualizado, con aportación de las diversas ciencias y disciplinas pertinentes para la reincorporación social del sujeto, consideradas sus circunstancias personales, sus usos y costumbres tratándose de internos indígenas, así como la ubicación de su domicilio, a fin de que puedan compurgar sus penas en los centros penitenciarios más cercanos a aquél, esto último, con excepción de los sujetos internos por delincuencia organizada y de aquellos que requieran medidas especiales de seguridad”.21 El precepto transcrito enfatiza que el tratamiento se enfocará en las características personales de cada reo, tanto psicológicas como sociales, con el fin de buscar la mejor readaptación a la sociedad del condenado, con estudios de la personalidad del reo, donde debemos tener en cuenta que “como este es cambiante, semejante 20 Ley sobre normas mínimas sobre la readaptación social de los sentenciados, México, Diario Oficial, 19 de mayo de 1971, artículo 1o. 21 Ley sobre normas mínimas sobre la readaptación social de los sentenciados, México, Diario Oficial, 19 de mayo de 1971, artículo 6o. 15 Derecho a la Reinserción Social 2014 a las hojas de un árbol y muda conforme pasa el tiempo es necesario adoptar un régimen progresivo, un tratamiento que vaya por etapas, por escalones”.22 Este criterio ha sido prescrito en el artículo 7o de la Ley de Normas Mínimas sobre la Readaptación Social: “El régimen penitenciario tendrá carácter progresivo y técnico y constará, por lo menos, de períodos de estudio y diagnóstico y de tratamiento, dividido este último en fases de tratamiento en clasificación y de tratamiento preliberacional. El tratamiento se fundará en los resultados de los estudios de personalidad que se practiquen al reo, los que deberán ser actualizados periódicamente”. Este método divide en dos las fases de tratamiento consistentes en la resocialización del condenado. En una primera etapa de estudio y diagnóstico, donde se pondrá énfasis en los estudios de personalidad, los que tendrán importancia para especializar el tratamiento que se deberá aplicar al condenado y dar cumplimiento a la individualización del proceso prescrito en el artículo 6o, antes mencionado. Luego de realizado el examen “se inicia el período dinámico de la reclusión; durante su desarrollo se observará detenidamente al detenido y en base en estas observaciones se determinarán las nuevas formas de tratamiento: clasificación y preliberación.”23 La clasificación consiste en la segregación de las personas detenidas según su calidad procesal, sexo, edad, peligrosidad, entre otra, lo que constituye la mejor forma para lograr la individualización del tratamiento. Por otro lado, encontramos el tratamiento preliberacional, que según lo establecido en el artículo 8o de la ley en comento comprende: I. II. III. IV. V. Información y orientación especiales y discusión con el interno y sus familiares de los aspectos personales y prácticos de su vida en libertad; Métodos colectivos; Concesión de mayor libertad dentro del establecimiento; Traslado a la institución abierta; y Permisos de salida de fin de semana o diaria con reclusión nocturna, o bien de salida en días hábiles con reclusión de fin de semana. 22 Ojeda Velázquez, Jorge (2012): “Reinserción social y función de la pena”, en: García Ramírez, Sergio; De González Mariscal, Olga: Derecho Penal y Criminalística, (México) pág. 74 23 Ojeda Velázquez, Jorge (2012): “Reinserción social y función de la pena”, en: García Ramírez, Sergio; De González Mariscal, Olga: Derecho Penal y Criminalística, (México) pág. 75 16 Derecho a la Reinserción Social 2014 En el mismo sentido, esta ley establece que la asignación al trabajo se hará tomando en cuenta los deseos, vocación, aptitudes y la capacitación laboral para el trabajo en libertad, siempre teniendo presente la economía local, a fin de favorecer a la resocialización del condenado.24 También el acceso a la educación del condenado “no tendrá sólo carácter académico, sino también cívico, social, higiénico, artístico, físico y ético. Será, en todo caso, orientada por las técnicas de la pedagogía correctiva y quedará a cargo, preferentemente, de maestros especializados. Tratándose de internos indígenas, la educación que se les imparta será bilingüe, para conservar y enriquecer sus lenguas y la instrucción deberá ser proporcionada por maestros bilingües”.25 Por otro lado, la Constitución Argentina en su artículo 18, aun cuando no garantiza de forma explícita la reeducación y reinserción social del condenando como un fin alcanzable dentro del proceso penitenciario, prescribe que la cárcel no puede perseguir un castigo más allá del impuesto por el juez con la pena privativa de libertad, estableciendo lo siguiente: “Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice.” 26 No obstante a esto, el año 1996 se promulga la Ley 24.460, regulando la ejecución de las penas privativas de libertad, que en su artículo 1º, como principio rector de las condenas privativas de libertad y su ejecución y, en general, del derecho penitenciario, estableciendo: “La ejecución de la pena privativa de libertad, en todas sus modalidades, tiene por finalidad lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley procurando su adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y el apoyo de la sociedad.”27 Es decir, que el régimen penitenciario argentino deberá velar por el fiel cumplimiento del precepto antes transcrito, procurando que mientras dure la 24 Ley sobre normas mínimas sobre la readaptación social de los sentenciados, México, Diario Oficial, 19 de mayo de 1971, artículo 10. 25 Ley sobre normas mínimas sobre la readaptación social de los sentenciados, México, Diario Oficial, 19 de mayo de 1971, artículo 11. 26 Constitución de la Nación Argentina, Diario Oficial, 22 de agosto de 1994, art. 18 27 Ley nº 24660, Ejecución de las penas privativas de libertad, Diario Oficial, 8 de julio de 1996, Argentina, artículo 1º. 17 Derecho a la Reinserción Social 2014 condena el interno pueda alcanzar, en la mejor medida posible, las herramientas necesarias para poder dirigir su conducta en libertad respetando las leyes de la nación argentina. Es más, el mismo artículo en su inciso final establece que el régimen penitenciario deberá utilizar todos los medios de tratamiento interdisciplinarios que resulten apropiados para la finalidad resocializadora. Ahora bien, al igual que en México, esta ley de ejecución establece que el tratamiento deberá ser programado, individualizado y voluntario, no obstante será obligatorio en lo que corresponda a las normas que regulan la convivencia, disciplina y el trabajo 28. Estableciendo un programa de readaptación mínimo, que busca conseguir del condenado un respeto a ley, lo que queda de manifiesto a lo largo de todo el texto legal, siempre atendiendo a las condiciones personales, intereses y necesidades del interno.29 El programa que se desarrolla, como en el sistema penitenciario mexicano, es de tipo progresivo, siempre velando que la permanencia en el establecimiento cerrado sea lo más limitada posible, promoviendo, conforme su evolución, su incorporación a instituciones semiabierta o abiertas, o secciones separadas regidas por el principio de la autodisciplina (artículo 6). La progresividad del proceso consta de una serie de etapas determinadas en el artículo 10 de la misma ley: a. b. c. d. Período de observación; Período de tratamiento; Período de Prueba; Período de libertad condicional. La primera parte de este proceso se caracteriza por la evaluación que se realiza de la personalidad del condenado, a través de estudios psicológicos, médicos y sociales, a su vez, determinar la voluntad y cooperación del condenado en beneficio del tratamiento y, por último, el diagnostico determinará el tratamiento a aplicar, la fase en la que se desarrollara y el tiempo mínimo para verificar los resultados de este.30 Por otro lado, el período de prueba comprende la incorporación del condenado a un sistema abierto o de sección independiente de este, optar a salidas transitorias y la incorporación a un régimen semilibertad.31 28 Ley nº 24660, Ejecución artículo 5º. 29 Ley nº 24660, Ejecución artículo 5º inciso final. 30 Ley nº 24660, Ejecución artículo 13. 31 Ley nº 24660, Ejecución artículo 15. de las penas privativas de libertad, Diario Oficial, 8 de julio de 1996, Argentina, de las penas privativas de libertad, Diario Oficial, 8 de julio de 1996, Argentina, de las penas privativas de libertad, Diario Oficial, 8 de julio de 1996, Argentina, de las penas privativas de libertad, Diario Oficial, 8 de julio de 1996, Argentina, 18 Derecho a la Reinserción Social 2014 Como he podido comprobar ambos sistemas penitenciarios, tanto mexicano como argentino, tienen normas legales específicas que buscan regular, no solo la forma de ejecución de las sentencias condenatorias, sino que también, determinan de forma explícita que el fin de toda sanción privativa de libertad es la Reinserción Social del condenado, buscando dotar de las herramientas necesarias, a través de los tratamientos destinados para que cada interno alcance este fin, es decir, el tratamiento resocializador se establece como un Derecho de todo condenado. En este mismo sentido al establecer el fin resocializador como un Derecho, es menester señalar lo prescrito por la Constitución Política Española, que dentro de la sección 1 de los Derechos Fundamentales y de las Libertades Públicas, en su artículo 25.2, prescribe: Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales de este Capítulo, a excepción de los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria. En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad. Mandato que se repite en la Ley Orgánica General Penitenciaria, L.O 1/ 1979 del 26 de septiembre, estableciendo que “Las instituciones penitenciarias reguladas en la presente Ley tienen como fin primordial la reeducación y la reinserción social de los sentenciados a penas y medidas penales privativas de libertad, así como la retención y custodia de detenidos, presos y penados.”32 En la misma línea el Reglamento Penitenciario de 1996 establece en su artículo 2, con el objetivo de describir los fines de la actividad penitenciaria, los cuales serán “la reeducación y reinserción social de los sentenciados a penas y medidas de seguridad privativas de libertad, así como la retención y custodia de los detenidos, presos y penados y la asistencia social de los internos, liberados y familiares”. El tratamiento penitenciario consistirá en un conjunto de actividades dirigidas a la reeducación y reinserción social de los condenados, cuyo tratamiento “pretende hacer del interno una persona con la intención y la capacidad de vivir respetando la Ley penal, así como de subvenir a sus necesidades. A tal fin, se procurará, en la 32 Ley Orgánica 1/ 1979 General Penitenciaria, Diario Oficial, 26 de septiembre de 1979, España, artículo 1. 19 Derecho a la Reinserción Social 2014 medida de lo posible, desarrollar en ellos una actitud de respeto a sí mismos y de responsabilidad individual y social con respecto a su familia, al prójimo y a la sociedad en general”.33 Este tratamiento penitenciario es un Derecho para los condenados.34 33 Ley Orgánica 1/ 1979 General Penitenciaria, Diario Oficial, 26 de septiembre de 1979, España, artículo 59. Real Decreto 190/1996, Aprueba Reglamento Penitenciario, Diario Oficial, 9 de Febrero de 1996, España, Articulo 4.2 letra d). 34 20 VI. Derecho a la Reinserción Social 2014 Tratamiento de la resocialización en sistema chileno. En Chile el tratamiento que se le otorga al fin preventivo especial, a diferencia de países como Argentina, México y España, es un tratamiento implícito, el cual deriva de los Tratados Internacionales ratificados por nuestro país y lo señalado en el Reglamento de Instituciones Penitenciarias sobre la integración del condenado a una situación de libertad en la sociedad. Como hemos señalado anteriormente, el artículo 1 del Reglamento penitenciario señala como “fin primordial del sistema carcelario será la acción educativa para la reinserción social de los sentenciados”. El artículo 24 del mismo reglamento señala que “el régimen penitenciario contempla las actividades y acciones destinadas a la reinserción social de los condenados”. A su vez, su título quinto establece una serie de medidas destinadas a la reinserción social del privado de libertad, siendo responsable de ellas la administración penitenciaria, quien deberá desarrollar las actividades y acciones orientadas a remover, anular o neutralizar los factores que han influido en la conducta delictiva, con el fin de prepararlas para que, por su propia voluntad, participen en la convivencia social, situación que pondrá énfasis en el carácter progresivo del proceso y atendiendo a las necesidades específicas de cada interno. A su vez, existen muchas otras normas que, en el marco regulatorio, dentro del cual se pueden desarrollar actividades de capacitación y trabajo, no obstante, pareciera dar cuenta de una organización carcelaria cuyos fundamentos institucionales la dotan de un carácter más disciplinario que reintegrativo.35 Lo anterior por el carácter jerarquizado y burocrático del proceso, en el cual existen una serie de requisitos para poder optar al proceso de reinserción social y, así también, un uso constante de técnicas disciplinarias, de vigilancia y castigo. En el ámbito de los tratados internacionales, encontramos que Chile ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana de Derechos Humanos, entre otros, los cuales han establecido que la finalidad de las penas privativas de libertad es la de otorgar tratamiento a los sometidos a ella, con el fin de reintegrarlos socialmente. No obstante, la Constitución Política de la Republica nada señala sobre un proceso importante en el tratamiento de personas que han cometido algún delito, 35 CÁRDENAS, ANA (2011): Trabajo penitenciario en Chile, (Santiago, Chile; Universidad Diego Portales) [en línea] [fecha de consulta 5 de mayo del 2014] Disponible aquí. Pp. 26. 21 Derecho a la Reinserción Social 2014 lo que nos lleva a pensar que los Derechos Fundamentales de los reclusos, dentro de estos, el Derecho a la reintegración al contexto social del cual fue marginado, son “derechos de segunda categoría”, a pesar de estar reconocidos en normas internacionales y en la Constituciones de numerosos países. Derecho que, excluido del catálogo explícito contemplado en el cuerpo de nuestra Constitución, pertenecen a todas las personas, personas que se encuentran privadas de libertad, del cual, su vulneración, privación o perturbación no puede ser alegada ante los tribunales superiores de justicia. Con todo, no podemos negar que en nuestro país, como es tendencia internacional, que se considera al proceso de Reinserción Social como unos de los fines primordiales al aplicar una condena privativa de libertad, esto por la ratificación de los tratados antes mencionados. Pero, desde este estadio, es necesario plantearnos las siguientes preguntas ¿Qué ofrece nuestro sistema penitenciario a los internos para reintegrarlos a un sistema social de vida en libertad?, ¿Han sido efectivos los tratamientos dados a este proceso?, ¿Es necesario un tratamiento más explícito como garantía fundamental a un Derecho reconocido internacionalmente?, ¿Se da cumplimiento así la consideración internacional que este proceso es individual? Para poder dar un sentido y promover la Reinserción Social, debemos tener en cuenta mecanismos que permitan crear perspectivas y herramientas para una vida post condena penal. La capacitación profesional y el empleo representan elementos primordiales en este contexto, no solo por razones económicas, sino también, por razones sociales. Conocer y entender bien los requerimientos, exigencias y expectativas tanto de las instituciones como de las personas involucradas en este proceso, resulta ser crucial para poder hacer propuestas adecuadas y coherentes de políticas públicas que busquen promover la Reinserción Social.36 Si bien, con la reforma procesal penal y la nueva forma de juicios, se ha buscado minimizar el uso de las cárceles, agilizando los procesos judiciales y la utilización de nuevas estrategias como los acuerdos reparatorios y la suspensión condicional del procedimiento, no obstante, se ha observado un aumento en la población penitenciaria, tendencia que ha sido sostenida durante los últimos 10 años.37 36 CÁRDENAS, ANA (2011): Trabajo penitenciario en Chile, (Santiago, Chile; Universidad Diego Portales) [en línea] [fecha de consulta 5 de mayo del 2014] Disponible aquí. Pp. 12. 37 CÁRDENAS, ANA (2011): Trabajo penitenciario en Chile, (Santiago, Chile; Universidad Diego Portales) [en línea] [fecha de consulta 5 de mayo del 2014] Disponible aquí. Pp. 16 22 Derecho a la Reinserción Social 2014 En Chile existe universo penal de 94.325 personas, los que se dividen en tres subsistemas penitenciarios abierto, semiabierto y cerrado. En el primer subsistema, que corresponde a las personas condenadas a medidas alternativas y apremios, se encuentran 50.182 personas; Del segundo subsistema semiabierto, correspondiente a aquellos condenados privados de libertad que cumplen su condena accediendo a actividades de capacitación y trabajo remunerado en los Centros de Educación y Trabajo (CET), solo abarca a una población penal de 843 personas. Por último, dentro del sistema cerrado de intervención se encuentran 43.300 personas, de los cuales 32.526 poseen la calidad de condenados.38De esta población condenada, aquellos que poseen un beneficio de reinserción social son solo 3.542 personas, que corresponden al solo el 3,76 del universo penal existente en Chile39, en este sentido nos referimos a concesiones de salidas al medio libre y no a procesos dentro del recinto penal, salidas que son beneficios otorgados por consideraciones de buena conducta del interno dentro de la cárcel, es decir, un regalo que le ofrece el personal administrativo y no un Derecho que le pertenece. Es importante señalar que en los sistemas CET, existen en modalidad cerrado y semicerrado. La diferencia entre uno y otro radica, básicamente, en si este se encuentra anexado a una Unidad Penal o forma parte de una unidad independiente. De acuerdo con las estadísticas de Gendarmería de Chile, estos solo absorben el 8,4% de la población penitenciaria trabajadora.40 Dentro del programa de Reinserción creado como apoyo a la socialización del condenado, desarrollado dentro de las cárceles concesionadas quienes lo ejecutan anualmente cuyos objetivos principales son atender, asistir y contribuir a la Reinserción Social, a través de la modificación de conductas, estos estarían compuesto por cuatro áreas principales: apoyo psicosocial, educación, trabajo y capacitación laboral, actividades recreativas, artísticas, culturales y deportivas. Este programa sólo consta con 540 cupos41. Situación alarmante, dentro de un proceso que en su finalidad está destinada a una consecuencia de la imposición de una pena, sobre todo si es privativa de libertad, pues bien, en esta realidad, sólo algunos privilegiados podrán acceder a este beneficio y para todo aquel que no se le otorgue, la cárcel será un ente marginador y neutralizador de conductas, 38 Gendarmería Chile: Estadísticas [en línea] [fecha de consulta 13 de mayo del 2014] Disponible aquí. Gendarmería Chile: Estadísticas [en línea] [fecha de consulta 13 de mayo del 2014] Disponible aquí. 40 FUNDACIÓN PAZ CIUDADANA (2014): Estudio de las condiciones carcelarias en Chile, (Santiago, Chile, Instituto Nacional de Derecho Humanos; Editorial Maval) pp. 122. 41 GENDARMERÍA CHILE (2012): Programa de Reinserción Laboral, en: Boletín Post-Penitenciario, 1 septiembre 2012, pp. 6 39 23 Derecho a la Reinserción Social 2014 centrándose, por sobre todo, un fin especial negativo en la imposición de una condena. Por otro lado, los programas de Reinserción Social psicosociales creados en los establecimientos penitenciarios dependientes del Estado, en general no existen instancias de evaluación cuando el interno ingresa a cumplir su condena. Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Derecho Humanos, cada interno tiene la oportunidad de acceder a los profesionales del equipo técnico una vez que está en condiciones de postular a un beneficio intrapenitenciario, es decir, tras el cumplimiento de una serie de requisitos. Esto evidencia que los internos no cuentan con un plan de tratamiento individual orientado a su reinserción42. En resumen el sistema penal, se ha caracterizado, en primer lugar, por un incremento constante de la población penal, principalmente por la orientación represiva-policial de las acciones públicas y, por lo tanto, la utilización de la pena privativa de libertad como medio para la resolución de conflictos judiciales. En segundo lugar, dado los niveles de hacinamiento en cárceles las acciones en materias de rehabilitación y reinserción de los internos se ven restringidas. Por último, la dificultad para acceder a los programas de socialización, la baja cantidad de cupos disponibles para poder participar de algún programa disponible, además de la cantidad de requisitos señalados para poder acceder a ellos, hacen mucho más difícil la tarea de reinsertar al condenado a la sociedad. De hecho lo anterior se hace evidente con los requisitos para acceder a programas de tratamiento para la rehabilitación de la adicción a las drogas, esto es, que los internos condenados presenten un consumo problemático de drogas, lleven tres cuartos de la condena cumplida, mantención de una buena conducta por al menos tres meses, estar trabajando en un taller y no presentar patología dual 43. Requisitos que parecen ser muy exigentes tomando en cuenta a la población penal a la que van dirigidas, quienes la misma adicción los lleva a tener conductas no controladas, volviéndolos violentos muchas veces. En este mismo sentido la Corte Suprema dio a conocer a la Comisión de Constitución, legislación, justicia y reglamento, diversos problemas que afectan el funcionamiento del sistema carcelario en Chile. Dentro de las más graves situaciones que persisten en los establecimientos penitenciarios es la falta de política de rehabilitación de los internos y falta de actividades laborales, de 42 FUNDACIÓN PAZ CIUDADANA (2014): Estudio de las condiciones carcelarias en Chile, (Santiago, Chile, Instituto Nacional de Derecho Humanos; Editorial Maval) pp. 117. 43 FUNDACIÓN PAZ CIUDADANA (2014): Estudio de las condiciones carcelarias en Chile, (Santiago, Chile, Instituto Nacional de Derecho Humanos; Editorial Maval) pp. 125. 24 Derecho a la Reinserción Social 2014 capacitación, educación, deportivas, espirituales y recreativas. Tal es el caso del Centro de Detención Preventiva Santiago Sur, en que el 18,5% de los internos desarrollan una actividad laboral, generalmente artesanal, y el CET del penal cuenta con un taller de mueblería en que trabajan 5 internos y un taller de costura dirigido por un interno, en que trabajan 6 personas, que representan el 0,17% de la población penal 44. Por último, es evidente la urgente necesidad de que se aplique la regulación existente y que esta no se destine a un pequeño grupo de condenados, cuando el universo de la población penal es mucho mayor y en aumento constante, puesto que llanamente las cárceles chilenas no están cumpliendo con su función de reinsertar a los reclusos a la sociedad, es reconocido que estas se han convertido en verdaderas escuelas del crimen y en centros de reclutamiento del crimen organizado 44 MALDONADO CROQUEVIELLE, MÓNICA (2009): Informe sobre los diversos problemas que afectan el funcionamiento del sistema carcelario en nuestro país, [en línea] [fecha de consulta 5 de mayo del 2014] Disponible aquí. pp.10 25 Derecho a la Reinserción Social 2014 VII. Soluciones. Como hemos podido señalar la cárcel como sistema de encierro de aquellos que han delinquido no produce efectos positivos en miras de un fin resocializador, es por eso que daremos algunas recomendaciones con el fin de poder mejorar el sistema penitenciario desde un punto de vista resocializador, donde debemos distinguir, en primer lugar, aquellos cambios legislativos y, por otro lado, prácticos, para poder retomar la reintegración del individuo y no solo generar un sistema neutralizador. La primera recomendación legislativa que señalaremos es la inclusión del tratamiento resocializador al catálogo de Garantías Fundamentales reconocidas en el artículo 19 de nuestra Constitución, toda vez que, como en sistemas comparados y en el Derecho Internacional, el proceso de reinserción social tal como lo hemos descrito en esta investigación es un Derecho que posee toda persona que, por distintas razones, ha actuado al margen de la Ley y a la cual se le debe garantizar el acceso a este proceso visto como un deber del Estado y no como un privilegio en beneficio de la conducta dentro del centro penal. Por otro lado es necesario, una vez realizada la inclusión dentro del catálogo de Garantías Constitucionales, delimitar el alcance de este proceso, los métodos a seguir durante el tiempo que dure la condena, evaluaciones periódicas para determinar los resultados en la personalidad del interno, la determinación del sistema progresivo al cual se ha de acceder, su carácter individualizado y voluntario, entre otros alcances del proceso mismo, dentro de una Ley, la cual no pueda ser transgredida por otro proceso más que otra ley, discutida y legislada según dicta nuestra Constitución. Esto porque, como hemos señalado, el reglamento que hoy en día rige la actividad penitenciaria en Chile, es una norma infra legal, cuya creación, modificación o derogación está en manos del poder ejecutivo. Esta recomendación serviría tanto para dar seguridad jurídica a un proceso reconocido internacionalmente como un Derecho de todas las personas y para investir a aquel, que por actos u omisiones arbitrarias o ilegales sufra alguna perturbación, amenaza o privación en el ejercicio de su Derecho a ser reinsertado socialmente, para recurrir a los Tribunales Superiores de Justicia con la finalidad que estos juzguen y puedan otorgarle la debida protección. 26 Derecho a la Reinserción Social 2014 En el mismo sentido, pero desde un lado práctico en la implementación de los tratamientos dentro de las cárceles, en primer lugar es necesario incrementar la oferta programática para la rehabilitación y resocialización, toda vez que, hoy en día en Chile, solo unos pocos poseen el beneficio de desarrollar alguna actividad laboral (una de las fases más importantes para poder reintegrarse a la sociedad), así también a la educación y otros programas dirigidos a desarrollas las habilidades necesarias para la reinserción social, por lo que es necesario que existan los cupos suficientes para abarcar un universo mayor de condenados y que accedan a este tratamientos sin mayor requisito que expresar su voluntad para aquello. En segundo lugar, como hemos señalado anteriormente, es también una recomendación con el fin de mejorar los programas resocializadores, que no existan mayores requisitos para ingresar a los programas, con el fin de facilitar el acceso a estos sin dejar al margen a internos que tengan la motivación para ingresar a los programas, aun cuando su conducta dentro de la cárcel no cumpla con los estándares. En tercer lugar, es necesario crear programas individuales de trabajo, donde el análisis de personalidad y el tipo de tratamiento a seguir se realicen al momento de ingresar al recinto penal a cumplir la condena, con evaluaciones periódicas y de forma progresiva, involucrando al individuo desde el primer día hasta el egreso carcelario. 27 Derecho a la Reinserción Social 2014 VIII. Conclusión. Desde ya debemos tener en cuenta que las cárceles en Chile tienen una función neutralizadora y castigadora, legitimando el encierro en la necesidad de erradicar la delincuencia de la sociedad, vulnerando así el proceso de reinserción social del condenado. Es por esto que el ideal resocializador como fin de la pena nunca se ha logrado y, hoy en día, nos alejamos más de este proceso. Llenar las cárceles de condenados, crear estructuras de alta seguridad, segregar y alejarlos del mundo, sin respeto a los Derechos Fundamentales, no contribuyen en nada a un proceso donde el que ha sido marginado de su contexto social busca volver a este. Más aun, como hemos comprobado, la falta de legislación que le atribuya legitimidad a un fin cuyo sentido es contribuir a mejorar la seguridad social, traen consigo una serie de problemas, que hoy nos hacen criticar el sistema penitenciario en su generalidad, puesto que no cumplen con los mandatos internacionales que Chile ha ratificado. Desde el punto de vista de la dignidad humana y la convicción de que todo ser humano nace libre e igual en dignidad y derechos, es que me encuentro convencida que no podemos dejar de lado a quienes por distintos motivos han errado su conducta, depositándolos dentro de una infraestructura, la cual ejerce una función castigadora y neutralizadora de conductas. Es por esto que estimo necesario se legisle el proceso resocializador desde sus inicios, que en el acto se determine su definición con todas las aristas que de éste emanen, con el fin de dotar de contenido jurídico a un término vago e impreciso, que en la actualidad genera inseguridad jurídica. Posteriormente, en el mismo sentido de legislar, se debe establecer el tratamiento propiamente tal, que el fin principal sea conocer las personalidades de los condenados sujetos al tratamiento, para luego generar una planificación por cada persona privada de libertad, que, según las características personales y especiales de cada caso, de forma progresiva se lleve a normalizar su situación social, poniendo énfasis en la progresividad del proceso, generando etapas que permitan al individuo adaptarse a las nuevas experiencias, con el fin de llevar su vida en libertad con pleno respeto a la ley. 28 Derecho a la Reinserción Social 2014 Lo que el sistema penitenciario debe ofrecer a las personas privadas de libertad son una serie de servicios destinados al desarrollo general y profesional del individuo, poniendo énfasis en herramientas psicológicas que permitan al condenado tener una oportunidad de reintegración efectiva en la sociedad, no condicionada a aspectos de disciplina carcelaria, como lo que hoy en día ocurre en nuestras cárceles con la concesión de beneficios de salida según la conducta del interno determinada por Gendarmería de Chile, más bien, debe ser un libre ejercicio de los Derechos que se resguardan a cada condenado. Como hemos visto, la experiencia comparada nos lleva tiempo en la tarea de legislar sobre el proceso de resocialización, no obstante, podemos utilizar dichos modelos como ejemplos, para poder, a través de su experiencia, generar nuestro propio proceso, con el fin de dar cumplimiento al mandato internacional de la Reinserción Social como un Derecho que posee todo ciudadano y que es deber del Estado generar las condiciones necesarias para su cumplimiento. Sabemos que no es una tarea fácil, pero si estamos plenamente convencidos que es una tarea necesaria para mejorar el sistema penitenciario en Chile. 29 Derecho a la Reinserción Social 2014 IX. Bibliografía. BARATTA, ALESSANDRO (2004): Criminología y Sistema Penal (Buenos Aires, Argentina; editorial Euros Editores); RIVERA BEIRAS, IÑAKI (2006): La cuestión carcelaria. 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