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Herencia Protestante y Misión en América Latina
COOPERACIÓN MISIONERA IBEROAMERICANA (COMIBAM)
por Felipe Morales Fredes
Cooperación Misionera Iberoamericana (COMIBAM) es una red de apoyo misionero
latinoamericano que agrupa a diversas denominaciones, organismos y agencias evangélicas de
representación nacional. Fue creada a instancias de la Confraternidad Evangélica
Latinoamericana (CONELA) en diciembre de 1984. Bajo el lema “De campo misionero a fuerza
misionera” se realizó en San Pablo, Brasil, del 23 al 29 de noviembre de 1987, el primer
congreso, convocando a 3,100 participantes de diferentes denominaciones protestantes de 26
países latinoamericanos, España y Portugal, y 350 observadores de otras 33 naciones. Hasta la
fecha se han realizado dos congresos más: Acapulco, México, en 1997, y Granada, España, en
2006.
Pese a que ya se habían realizado esfuerzos misioneros en Latinoamérica previos a
COMIBAM 1987, este congreso fue el primero en lograr tan amplia respuesta de la comunidad
evangélica en la región. Al respecto, René Padilla explica que “la convocatoria de COMIBAM
es indiscutiblemente más amplia y más ambiciosa... es una pequeña señal de un fenómeno que se
está dando en el Mundo de los Dos Tercios: el despertar de la vocación misionera de las iglesias
evangélicas”.1
Al hacer un recuento de la historia del movimiento, Bertil Ekström afirma:
COMIBAM ’87 entra para la historia de las misiones en Iberoamérica como un
divisor de aguas. A pesar de ya existir un movimiento misionero en varios de los países
iberoamericanos, representado por algunas denominaciones, iglesias locales y agencias, el
congreso en São Paulo fue el catalizador de un movimiento que llegó a todo el continente.2
Como el lema del primer congreso celebrado hace casi un cuarto de siglo lo indica, la
creación de esta red de cooperación supone un cambio en el paradigma de las misiones para el
evangelicalismo de la región representado, ya que a la iglesia evangélica latinoamericana no se le
concibe más como un campo misionero, sino como una fuerza enviadora de misioneros. Sobre
este aspecto, Rudy Girón expone:
COMIBAM marcó un, diríamos un punto de partida a muchos conceptos, tal vez uno
de los conceptos que marcó bastante la historia de COMIBAM, la declaración que se hizo
en la apertura. Declaramos que dejamos de ser un campo misionero y nos consideramos
una fuerza misionera. Eso ha tenido un gran significado, un gran valor para la historia del
René Padilla, “La misión desde América Latina”, Fundación Kairós,
http://www.kairos.org.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=1337&catid=90%3Aarticulos-de-larevista-iglesia-y-mision&Itemid=157 (consultado el 22 de agosto de 2012). René Padilla destaca que el primer
congreso misionero que buscó reunir a la comunidad evangélica latinoamericana se realizó en Curitiba, Brasil, del
23 al 30 de enero de 1976. La diferencia es que ese primer congreso fue organizado por un movimiento estudiantil y
dirigido al sector universitario de la Iglesia. Sin embargo, es necesario recordar el precedente del Congreso
Misionero de Curitiba si se quiere tener una idea más apropiada del desarrollo de la visión misionera en esta región
del mundo en los últimos años.
2
Bertil Ekström, “El espíritu de COMIBAM” (conferencia dictada en la I Asamblea Internacional de
COMIBAM, Lima, Perú, 13-18 de noviembre de 2000), 3. Obtenido de http://www.mmcomibam.org/uploadsarchivos/plenaria-bertilekstrom__lima_2000.doc. (consultado el 20 de agosto de 2012).
1
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movimiento, en el sentido de cambiar nuestra mentalidad de ser receptores y el concepto
que Larry Tate escribió en una ocasión diciendo, los pies de los misioneros están
cambiando de color y ya no sólo son blancos, sino negros y amarillos, morenos y esto creo
que fue algo que marcó fuertemente.3
De esta manera, la agrupación se asume como un movimiento de concientización,
capacitación y acción misionera, especialmente a nivel de la iglesia local. Su objetivo, explica
Pablo A. Deiros, “es glorificar a Dios al despertar y desarrollar la visión y acción misioneras a
todas las naciones, desde las iglesias locales de Iberoamérica y servir como nexo de cooperación
entre los misioneros”.4 Su misión oficial es “ayudar a la iglesia de Iberoamérica a transformarse
en pueblo misionero, capaz de llevar el evangelio de Jesucristo a todas la naciones”.5
Trasfondo histórico
El movimiento misionero evangélico mundial tuvo un vuelco importante a partir de 1966
cuando se realizó el Primer Congreso de Evangelización Mundial, convocado por Billy Graham,
reuniendo a 1,200 personas de diferentes denominaciones evangélicas. Dicho evento fue la
antesala para la realización del Congreso de Evangelización de Lausana, Suiza, en 1974, espacio
en el que se firmó el Pacto de la Lausana que coloca a la evangelización de los pueblos no
alcanzados como una tarea central para la iglesia.
Sobre la importancia de este documento, Padilla, uno de los teólogos representantes de
latinoamericana en dicho Congreso, explica:
El Pacto de Lausana, emitido por el Congreso Internacional sobre Evangelización
Mundial que se realizó en Lausana (Suiza) en julio de 1974 pasará a la historia como uno
de los documentos cristianos más importantes de nuestro siglo. En solo 2.700 palabras,
coloca a la evangelización dentro del amplio contexto de la naturaleza del evangelio y de la
vida y misión de la iglesia. Aunque no deja de lado los temas que se encontrarían en
cualquier presentación tradicional de la evangelización (v. gr., la inspiración, autenticidad
y autoridad de las Escrituras; la singularidad y universalidad de Cristo; la necesidad de la
entrega personal a Cristo para la salvación; la prioridad de la evangelización y la necesidad
de la instrucción cristiana), va mucho más allá y muestra que la evangelización bíblica es
inseparable de la responsabilidad social y política, el discipulado cristiano y la unidad de la
Iglesia.6
3
Rudy Girón, “Perspectiva misionológica de COMIBAM”, en Encuentro teológico sobre la misión, p. 31.
Obtenido de http://www.recursosmisioneros.com/resources/Encuentro_FTL_Comibam.pdf
4
Pablo Alberto Deiros, “COMIBAM Internacional”, en Diccionario hispanoamericano de la misión,
(Casilla, Argentina: COMIBAM Internacional, 1997).
5
COMIBAM Internacional, “¿Qué es COMIBAM?”, http://www.comibam.org/que-es-comibam/
(consultado el 20 de agosto de 2012). La organización reconoce la importancia de los movimientos misioneros
nacionales, por lo que no se asume como enviadora de misioneros, sino como una conexión entre las iniciativas
misioneras de cada país de Iberoamérica.
6
René Padilla, “El Pacto de Lausana”, en Fraternidad Teológica Latinoamericana, http://www.ftlal.org/index.php?option=com_content&view=article&id=198&Itemid=91 (consutado el 20 de agosto de 2012)
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Este evento era una especie de “defensa del evangelismo tradicional” 7 frente al
protestantismo liberal y sirvió de referente para los movimientos latinoamericanos. En opinión
de Ekström, el pacto de 1974 es el “marco más importante de este siglo en la historia de las
misiones evangélicas”. 8 Sin embargo, la idea de formar una red de cooperación regional en
materia de misiones surgió formalmente una década después a partir de una reunión del Comité
Lausana realizada en Stuttgart, Alemania, en 1984, espacio en el que la delegación
latinoamericana fue desafiada a hacer un esfuerzo de concientización misionera en las naciones
iberoamericanas.
La organización que hizo suyo el reto de Lausana fue CONELA, quien convocó en
diciembre de 1984 a una reunión para revisar “la perspectiva histórica de las misiones en
América Latina, el surgimiento de la visión y el involucramiento de la iglesia y la necesidad de
celebrar una conferencia a nivel continental”. 9 Así fue como las organizaciones presentes
acordaron la creación de COMIBAM para realizarse en 1987.
Como trabajo previo del primer congreso, en 1986 se llevó a cabo la Primera Consulta
Teológica Iberoamericana en Antigua, Guatemala. Este evento sirvió para definir los términos
misionológicos y prioridades de la iglesia iberoamericana respecto de la misión de la iglesia y
sus bases bíblicas, como base para lo que se presentaría en COMIBAM ’87.
En el Tercer Mundo, y en vísperas del tercer milenio, debemos tomar en cuenta la
realidad cambiante y sus nuevos desafíos y oportunidades para completar nuestra tarea
misionera. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de desarrollar un nuevo concepto y una
nueva metodología de misiones que corresponda a esta realidad cambiante. Ya no debemos
pensar necesariamente en los mismos términos y con la misma mentalidad de las
generaciones pasadas.10
Trasfondo teológico
La Afirmación de Antigua, base del pronunciamiento doctrinal de COMIBAM, reconoce
a la iglesia local como el centro y responsable de la tarea misionera, reconociendo que el
mandato de llevar el evangelio puede llevar la obra más allá de donde la iglesia local ha llegado
anteriormente. Se hace énfasis en que las organizaciones como las agencias misioneras y los
centros de capacitación existen para apoyar la tarea eclesiástica.
7
David Stoll, ¿America Latina se vuelve protestante?, en http://www.nodulo.org/bib/stoll/alp.htm págs. 9596. El autor explica como el movimiento en torno a Lausana no fue sólo una manifestación en contra del
protestantismo liberal, sino que también implicó que se ampliaran las diferencias entre los neoevangélicos y los
fundamentalistas, principalmente debido a la “desoccidentalización” del evangelio a la que se estaba llamando y a la
importancia dada al tema de la acción social, lo que algunos consideraron como una licencia para el activismo
izquierdista.
8
Ekström, El espíritu de COMIBAM, 2.
9
Ibid., 3.
10
COMIBAM Internacional, “Afirmación de Antigua, Guatemala, ‘86”, en Red Misiones Mundiales,
http://www.mm-comibam.org/uploadsarchivos/declaraciones_varias_comibam__clade_iii__red_mm__pacto_de_
lausana.doc, pág. 1 (consultado el 20 de agosto de 2012).
Herencia Protestante y Misión en América Latina
COMIBAM se adhirió al Pacto de Lausana como su expresión bíblica, teológica y
misionológica, en el cual “la evangelización es central, pero ya no concebida en términos de un
activismo eclesiocéntrico sino en términos del medio que Dios usa para colocar la totalidad de la
vida humana bajo la soberanía de Jesucristo”. 11 Los principios de misión de COMIBAM se
pueden resumir en los siguientes pronunciamientos realizados por los participantes del Congreso
de San Pablo, Brasil, 1987:12
A. La misión de la iglesia es la expresión y expansión del Reino de Dios en palabra y
obra, mediante el poder del Espíritu, para gloria de Dios, en el crecimiento integral de
los creyentes en Cristo, y en la evangelización de individuos y pueblos no alcanzados
con el evangelio. La misión de la Iglesia incluye la compasión por el ser humano
integral como la expresión del Reino de Dios en la sociedad y la proclamación y
demostración de todo el consejo de Dios, como sal de la tierra y luz del mundo.
B. La Biblia enseña claramente que todos los seres humanos están bajo condenación,
incluyendo aquellos que nunca han oído el evangelio. Sin embargo, la Escritura
declara también que el deseo divino es que todos sean salvos. El hecho de que los
hombres tengan una revelación general, preparatoria pero insuficiente para la
salvación, es un factor que determina la urgencia de la tarea misionera. Solamente
Jesucristo puede salvar y transformar al ser humano.
C. La iglesia local es el instrumento básico para la evangelización del mundo,
comenzando por su propio contexto social. Reconocemos, agradecidos, que en su
acción soberana en la historia, Dios ha usado también a individuos y entidades
misioneras de otras regiones del mundo para el cumplimiento del mandato misionero.
Las agencias misioneras (denominacionales o no denominacionales) deben hoy
utilizar su mayor especialización a fin de ayudar a la iglesia a cumplir su tarea.
D. Las nuevas realidades en nuestro mundo exigen una cooperación de todos los
segmentos del cuerpo de Cristo, utilizando, en respuesta a las necesidades, modelos
históricos de relación entre el país receptor y la iglesia que envía misioneros, y
aprovechando las nuevas alternativas de servicio misionero.
E. Reconocemos que las misiones son obra soberana de Dios y que Él nos da el
privilegio de ser coparticipantes en esa obra.
F. Declaramos que nuestra meta no es una conquista militar, política o cultural, y que
debemos mostrar una actitud de humildad y servicio en la obra transcultural.
G. Reconociendo que Dios es el Señor de la mies, afirmamos la prioridad de la oración en
la obra misionera. “Rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies” (Mt.
9:38).
11
12
Padilla, “El pacto de Lausana”.
Ibid, 2-3. Tomados de la Declaración de COMIBAM ’87.
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La primera evaluación
Si bien COMIBAM 1987 representó el planteamiento y reto de una visión misionera para
todo el evangelicalismo de la región, la respuesta de las iglesias locales no quedó exenta de
problemas. Por esto, el segundo encuentro de esta red de cooperación celebrado en México, en
1997, obligó a los organizadores a hacer un alto para evaluar los resultados observados hasta ese
momento.
El “despertar” de las iglesias a las misiones trajo consigo la salida de cientos de misioneros
latinoamericanos al campo. Se estima que para 1987 la participación latinoamericana en las
misiones internacionales era de 1,600 obreros, para 1997 esta cifra llegaba aproximadamente a
4,000 misioneros.13 No obstante, lo que en apariencia parecía algo alentador por el incremento
notorio en el número de enviados, se tornó en “tristeza y desaliento”, 14 ya que un número
importante de misioneros regresó a sus países de manera anticipada.
Numerosos jóvenes y matrimonios han regresado del campo completamente
destruidos, especialmente en la vida emocional. Buena parte de ellos, luego de haber
llegado al campo se dieron cuenta de que, en realidad, no tenían el llamado misionero. En
otros casos, muchos declararon que no contaban con la capacitación adecuada para el
trabajo que deberían realizar en otra cultura. Otros pasaron meses sin recibir sustento, y no
tuvieron otra salida que regresar. Y como agravante, se ha notado un completo divorcio
entre el misionero, la iglesia local y la agencia enviadora: las funciones de cada una de
estas partes no habían sido definidas antes del envío del obre ro al campo. El resultado fue
el regreso anticipado del misionero, desgaste de las relaciones entre obrero, agencia e
iglesia local, etcétera.15
De acuerdo con una investigación realizada por el Comité de Misiones de la Alianza
Evangélica Mundial en 1996, hasta ese momento uno de cada veinte misioneros (5.1%)
regresaba a su casa todos los años. 16 Esta situación supuso un cambio en la temática de
COMIBAM 97. Así, mientras en 1987 los temas a tratar tuvieron que ver con la iglesia y las
misiones, las finanzas, la oración, la realidad iberoamericana y el desafío transcultural, diez años
después la temática giró en torno a la responsabilidad de los pastores de los misioneros, la
supervisión en las misiones mundiales y un análisis crítico del movimiento misionero de
América Latina.
COMIBAM Internacional, “¿Qué es COMIBAM?”, http://www.comibam.org/que-es-comibam/
(consultado el 2o de agosto de 2012). Estas cifras son estimadas por la misma organización con base en los estudios
realizados de manera previa a los congresos I y II.
14
Oswaldo Prado, “El envío de misioneros desde América Latina”, en Las misiones latinas para el siglo XXI,
pág. 126. Obtenido de http://www.recursosmisioneros.com/resources/Misiones_latinas_siglo_XXI.pdf
15
Ibid.
16
Guillermo Taylor, Demasiado valioso para que se pierda, p. 37. Obtenido de
http://www.worldevangelicals.org/resources/rfiles/res3_303_link_1318201895.pdf. 1. Entre las condiciones que se
encontraron en el estudio y que propiciaron el retorno anticipado de misioneros se encuentran: problemas de
relaciones con otros miembros del equipo misionero, falta de sostenimiento financiero, crisis políticas, conflictos en
el área de las relaciones familiares o conyugales, problemas de relaciones con el liderazgo local, falta de
capacitación adecuada, falta de convicción del llamado.
13
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Ante este contexto, las iglesias, agencias, denominaciones e instituciones representadas en
COMIBAM 97 reconocieron el avance en el involucramiento y la participación de la iglesia local
iberoamericana en la tarea misionera. Sin embargo, reconocieron “no haber hecho todo lo que
estaba a nuestro alcance y que hubiéramos podido realizar para la extensión del reino de Dios
hasta lo último de la tierra”. 17 Y se comprometieron a velar por la correcta selección de los
misioneros, su capacitación, supervisión y pastoreo continuo.
El movimiento en la actualidad
COMIBAM se ha mantenido como el concepto de una red de cooperación en la región, por
lo que en la actualidad está conformada por “25 entidades nacionales que reúnen a
aproximadamente 300 agencias misioneras, departamentos de misiones denominacionales,
iglesias enviadoras y centros de capacitación. Estas iglesias y organizaciones representan
actualmente unos 12.000 misioneros iberoamericanos que sirven en casi 200 países”.18
Si COMIBAM ’97 representó una autocrítica para el movimiento misionero
latinoamericano, el Congreso ’06 celebrado en Granada, España, fue la antesala para los cambios
en las estructura e ideología de la organización que se concretaron en el año 2009, bajo el lema
“Un nuevo COMIBAM para una nueva era misionera”.
El movimiento ha dado un salto de calidad después del III Congreso Misionero
Iberoamericano en el año 2006 y es necesario dinamizar el proceso de entrega de servicios
y
recursos. Las demandas del continente sobrepasan la capacidad de respuesta en el formato actual
de trabajo, y al mismo tiempo, los movimientos misioneros nacionales necesitan ser más
escuchados e intencionalmente involucrados fortaleciendo la idea de regiones facilitadoras,
incluyentes y convocantes, mantenedoras de relaciones fuertes con los movimientos misioneros
de cada país.19
De esta manera, se hicieron ajustes a las declaraciones estratégicas de la red de
cooperación, para incluir un aspecto más global en la colaboración y no sólo a nivel
iberoamericano, y se hace un énfasis mayor en la capacitación de iglesias locales, pastores y
líderes, agencias misioneras nacionales y centros de entrenamiento, así como en los procesos de
campo para facilitar la formación de redes de misioneros iberoamericanos.
COMIBAM Internacional, “Acuerdo de Acapulco, COMIBAM 97”, en Red Misiones Mundiales,
http://www.mm-comibam.org/uploadsarchivos/declaraciones_varias_comibam__clade_iii__red_mm__pacto_de_
Lausana.doc, pág. 1 (consultado el 20 de agosto de 2012).
18
COMIBAM Internacional, (carta para los líderes del Congreso de Lausana Ciudad del Cabo 2010, 20 de
octubre de 2010), pág. 2. http://www.movimientolausana-lac.com/wp-content/uploads/2010/11/Carta-deCOMIBAM.pdf (consultado el 20 de agosto de 2012).
19
Carlos Scott y Jesús Londoño, “Un nuevo COMIBAM para una nueva era misionera”, en America Affinity
Mobilization Resources, pág. 3. http://aamobilization.org/resources/Nuevo+COMIBAMResumenSp.pdf (consultado
20 de agosto de 2012). El proyecto de reestructura de la organización, con la que pasó de ser “Congreso Misionero
Iberoamericano” a “Cooperación Misionera Iberoamericana” fue aprobado durante la IV Asamblea Internacional de
COMIBAM en Bogotá, Colombia.
17
Herencia Protestante y Misión en América Latina
A continuación se presentan los cambios ideológicos de COMIBAM a partir del año
2009:
20
Declaración
estratégica
Anterior
Actual
Visión
Ver a la iglesia evangélica
Iberoamericana convertida en una
fuerza misionera
Iberoamérica llevando todo el
evangelio a todas las etnias
Misión
“Ayudar a las iglesias de
Iberoamérica para que lleguen a
ser un pueblo misionero, capaz de
llevar el evangelio de Jesucristo a
todas las naciones”.
“Servir al Cuerpo de Cristo en
Iberoamérica, cooperando en la
generación de reflexión, servicios
y oportunidades para que el
evangelio llegue hasta lo último
de la tierra”.
Propuesta de valor
“Glorificar a Dios, fortaleciendo
los movimientos misioneros
nacionales a través de la provisión
de los servicios necesarios a fin de
que las iglesias locales cumplan
con la Gran Comisión”.
COMIBAM facilita espacios de
encuentro, reflexión y conexión
para fortalecer los procesos
misioneros.
Público objetivo
Movimientos misioneros
nacionales
“El Cuerpo de Cristo en
Iberoamérica necesitado de los
Servicios de COMIBAM”
20
Ibid. Datos tomados del resumen ejecutivo de la propuesta.
Herencia Protestante y Misión en América Latina
Declaración
estratégica
Ejes estratégicos
Anterior
Actual
1. Fortalecimiento de los
movimientos misioneros
nacionales.
2. Enfocar la iglesia hacia los no
alcanzados.
3. Incrementar las
comunicaciones, el trabajo en
redes y la cooperación.
4. Desarrollar una base de soporte
económico y construir capacidad
de servicios.
5. Desarrollo de la misionología
evangélica latinoamericana.
1. Consolidar, equipar y
desarrollar al movimiento
misionero de cada país en
Iberoamérica.
2. Establecer una base económica
sustentable que permita a
COMIBAM Internacional cumplir
sus objetivos.
3. Actualizar y fortalecer la
estructura e imagen institucional
de COMIBAM Internacional.
Al hacer una evaluación sobre estos cambios, Decio de Carvalho, actual director ejecutivo
de la organización afirma:
COMIBAM no debe y no puede ser una estructura rígida e inflexible. Ya sabemos –
Dios es creativo, soberano, poderoso; el mundo cambia con el paso del tiempo, y
actualmente cambia muy rápidamente. Así, COMIBAM debe ir haciendo con rapidez los
cambios necesarios para que pueda cumplir la visión y misión con la que todo el
movimiento le ha investido.21
Carvalho, Decio de, “Una ventana al futuro”, Boletín informativo COMIBAM, 5 de diciembre de 2009,
http://www.mm-comibam.com.ar/uploadsarchivos/boletin_comibam_int._12_09.pdf (consultado 20 de agosto de
2012).
21
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