en la cárcel de maqueronte

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EN LA CÁRCEL DE MAQUERONTE
APUNTES PARA EL ESTUDIO
PERSONAL
En los evangelios se habla de
dos Herodes, Herodes el Grande
quien, aliado con los romanos,
gobernó tiránicamente el país
desde el año 37 antes de Jesús,
y a quien se atribuye la matanza
de los inocentes. A su muerte,
cuatro años después del
nacimiento de Jesús, el país se
divide entre sus tres hijos.
Herodes Antipas, el menor de
ellos, fue el contemporáneo de
Juan Bautista y de Jesús.
Herodes Antipas fue puesto
como
gobernador de
la
provincia del norte de Israel,
Galilea, y también de la zona de Perea, en la orilla oriental del Jordán. El
título que se le dio era el de “tetrarca”, pero el pueblo le llamaba
comúnmente “el rey Herodes”. Aunque estaba casado con una princesa
árabe, Herodes Antipas se hizo amante de Herodías, esposa de su hermano
Filipo. Estas relaciones llegaron a provocar hasta una guerra en la que
murieron muchos inocentes. Pero el rey era un hombre ambicioso y sin
ningún escrúpulo. Los datos históricos que de él se tienen lo describen
como un derrochador, cruel con todos los que se le oponían -que eran
muchos- y supersticioso. Era también un colaboracionista de los romanos,
dueños del país, que lo mantenían en el trono a cambio de una fuerte suma
de dinero: en nombre de los romanos, Herodes Antipas cobraba los
impuestos al pueblo, en el territorio de Galilea y Perea.
Entre las muchas denuncias que hizo Juan Bautista de la corrupción del
sistema de su tiempo, está la que dirigía contra Herodes Antipas al que
acusaba públicamente de vivir en adulterio con su cuñada. La denuncia de
Juan no era un simple “moralismo”: el adulterio del rey era como el último
fruto de un árbol totalmente podrido. El reino de Herodes estaba
corrompido por las injusticias, el despilfarro, el robo, los crímenes... no
existía la más mínima moral política o social. Y esto era lo que Juan
condenaba a gritos.
Herodes, que cumplía con las normas religiosas judías se trasladaba por las
fiestas a sus palacios de Maqueronte y Jerusalén, para acudir al Templo y,
allí, rezar y cumplir la Ley.
En una de estas ocasiones mandó meter preso a Juan. Herodes temía el
movimiento popular que estaba desencadenando el profeta y deseaba
vengarse de Juan que no cesaba de acusarlo ante el pueblo.
Maqueronte era una fortaleza, construida en la orilla oriental del Mar
Muerto en la región de Perea. Herodes el Grande la fortificó ampliamente y
la enriqueció con un magnífico palacio unos veinte años antes de nacer
Jesús. Su hijo Herodes Antipas celebraba allí grandes fiestas. En los
calabozos de aquella fortaleza estuvo preso Juan Bautista y allí fue
asesinado por el rey. En el año 70, la fortaleza fue destruida por los
ejércitos romanos. Hoy sólo se conservan ruinas.
Herodes teme a Juan, aún preso, porque el profeta, con gran libertad,
superado el miedo a la muerte, se enfrenta con el poderoso y le echa en
cara sus injusticias.
(Mateo 14; Marcos 6, 14-20; Lucas 9, 7-9)
(Relato tomado del libro de JOSÉ IGNACIO y MARÍA LÓPEZ VIGIL, “Un
tal Jesús”, Loguez Ediciones, Salamanca, 1982, págs. 70-71. Los subrayados
son nuestros).
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