Coliman en la era Tolteca.

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Memoria
IV Foro Colima y su Región
Arqueología, antropología e historia
Juan Carlos Reyes G. (ed.)
Colima, México; Gobierno del Estado de Colima, Secretaría de Cultura, 2008.
Coliman en la era Tolteca.
Citlálic O. Mora Bautista
Tobías García Vilchis
Centro INAH-Colima
A Dante, cuya sabiduría
nos ha guiado en este viaje.
Introducción.
El presente trabajo forma parte de una investigación mayor, encaminada a resaltar
aquellos rasgos arqueológicos, etnológicos, históricos y lingüísticos que ponen de
manifiesto un tema poco conocido o estudiado, como lo es la relación entre Colima y la
Mesoamérica Nuclear y, más concretamente, la metrópoli Tolteca; es decir la Tollan
histórica, que se localiza en el actual Estado de Hidalgo, según lo expuesto por Jiménez
Moreno.1
Dado que algunos planteamientos aquí presentados pueden ser motivo de
controversia, es necesario hacer algunas precisiones antes de entrar en materia. La primera
tiene que ver con el quehacer científico que, ante todo, debe ser OBJETIVO, por ello
parafraseando al famoso, aunque ficticio, arqueólogo Indiana Jones, debemos señalar que:
“La arqueología no busca la verdad, sino hechos”. Así pues, lo que aquí se presentará son
hechos, que pueden constatarse en las fuentes bibliográficas citadas, pues consideramos
que, de este modo, es como puede alcanzarse cierta objetividad en el quehacer
antropológico pues, como lo expone Aldous Huxley en su Mundo Feliz, la repetición
1
constante de una frase (o idea) se constituye en la VERDAD. Así mismo, al distanciarnos
de ella, es menos probable caer en “pasiones malsanas” por defender esa verdad que, dicho
sea de paso, ni es objetiva, ni se basa en hechos comprobables, sino en especulaciones que
carecen de sustento, o bien no son presentadas de manera explícita por sus autores o
defensores.
Así pues, entiéndase este trabajo como el prólogo de una investigación en curso que
no pretende descubrir “la verdad” que, si en algún momento trata de manifestarse a través
de nuestras palabras, pedimos al público nos lo haga saber para enmendar nuestros pasos y
seguir siendo objetivos.
1. ¿Quiénes fueron los Tolteca?
Recientemente, un estudio publicado por los doctores López Austin y López Luján,2
pone de manifiesto la diseminación, a lo largo y ancho de Mesoamérica, de un sistema
político-religioso, al que ellos denominan zuyuano, que parece tener su origen, o uno de sus
centros principales en la Tula de Hidalgo, dando lugar al Periodo Posclásico. Este sistema
cuenta con una serie de rasgos o elementos comunes en diferentes regiones culturales, a las
cuales no fue ajeno el Occidente. Sin embargo, debe precisarse, siguiendo a los mismos
autores, que ninguna de las regiones estudiadas por ellos, desde la perspectiva conjunta de
la arqueología e historia, posee todos los elementos del sistema que, a muy grandes rasgos,
pueden sintetizarse como sigue.
1.
La expansión del culto a la serpiente emplumada, representada en la arquitectura,
escultura, cerámica y aún los mitos, como una expresión simbólica del poder
político – religioso, que legitima el sistema mediante la ideología.
2.
Un sistema de dominación política en que aparecen las triples alianzas (llamadas
excan tlatoloyan); es decir, donde el poder en el ámbito regional va a ser
compartido por tres cabeceras o capitales que tendrán a su cargo el control
administrativo de poblaciones menores sojuzgadas y tributarias.
3.
La expresión de este sistema en la arquitectura a través de recintos con columnas
(también llamadas salas hipóstilas, que se suponen mercados), las columnas en
forma de serpiente que descienden de las construcciones principales y la
proliferación de los llamados juegos de pelota, entre otros.
4.
Así mismo, la representación de ciertos símbolos, entre los que destacan el jaguar,
Tlaloc en su versión denominada Chac-Mool, Ehécatl con su máscara de ave, por
mencionar algunos.
2
5.
Por último, un acusado militarismo que parece surgir hacia el Periodo Epiclásico, el
cual no se observa en los periodos previos, manifiesto en la proliferación de
representaciones de guerreros – caudillos, que se identifican con deidades
masculinas y solares (supuestos desdoblamientos de Quetzalcoatl), como Mixcoatl
– Camaxtle o Huitzilopochtli, siempre portadores de lanzas, dardos o bastones de
mando.3
Así mismo, el comercio jugó un papel central, teniendo como uno de sus elementos
diagnósticos la cerámica, en particular los tipos denominados Anaranjado delgado (o fino)
y el tipo plomizo o plumbate (erróneamente llamado tornasolado),4 que otros autores
refieren como un inequívoco rasgo de la expansión tolteca.5
Cabe destacar que, en aquellas zonas donde se hace patente la presencia de estos
rasgos, también se nota una clara influencia lingüística de grupos de habla nahua, lo que
hace suponer que los tolteca pertenecían, al menos en parte, a dicho grupo. En parte pues,
de acuerdo con estudios recientes, como el citado (Ibíd.), es cada vez más aceptada entre
los estudiosos la idea de que las ciudades prehispánicas eran multiétnicas; es decir,
habitadas por una variedad de grupos etnolingüísticos, con un marcado predominio nahua
ya que dicha lengua no fungía como lengua franca, sino como una lengua de prestigio,
reservada a ciertos estratos sociales que, además detentaban el poder mediante los símbolos
o elementos del sistema referido, los cuales posibilitaron la dominación ideológica
(económica y política sustentada también en lo militar) de regiones étnica y
lingüísticamente diversas.6 Dichos elementos se encuentran también en Colima, los cuales
describimos, brevemente, a continuación.
2. Colliman y Tollan: ¿Hubo una Tollan en Colima?
Tollan o, por sus nombre mayas Zuyuá o Siwán, constituye el mítico lugar de
origen, lo mismo que Chicomoztoc y no es sino un epíteto que se refiere a las grandes
metrópolis prehispánicas, caracterizadas por los elementos antes referidos, como sinónimos
de civilización.7
Pues bien, Colima cuenta con una gran variedad de elementos arqueológicos, como
los señalados y otros menos conocidos, que indican una influencia o relación con Tula.
Entre los elementos cerámicos más destacados señalaremos las figurillas denominadas
Mazapa;8 una buena cantidad de tipos cerámicos a los que hacemos referencia en otros
trabajos;9 los braceros Tlaloc;10 así como la presencia del tipo plumbate, 11 entre los más
destacados.
3
Respecto a los elementos arquitectónicos y (o) escultóricos, característicos de lo
zuyuano, se pueden contar la columna serpentina, como la que existió en La Campana; o
bien el edificio de El Chanal con su sala de columnas, donde sobreviven algunas lápidas,
como aquella que representa a Ehécatl. Representaciones de Guerreros pueden observarse
en la iglesia de Suchitlán.12
En cuanto a la organización política, cabe recordar que la provincia de Amula tenía
por capitales a Tuxpan, Tamazula y Tzapotlan,13 por aquello de las triples alianzas.
Respecto a Tula, según Chimalpahin,14 compartía el poder con Colhuacan y Otumba; en
tanto, Michoacán, única área de Occidente que mencionan López y López15 en su estudio,
el poder era compartido por Patzcuaro, Cuizeo e Ihuatzio.16
3. Colliman y la destrucción de Tollan.
Todo lo que aquí se ha presentado no nos indica sino que, efectivamente, debió
existir una relación entre Colima y Tula, lo que implica todo y nada y, en sí, ni siquiera es
novedad. Sin embargo, el quehacer científico implica, ante todo, curiosidad, por lo que este
trabajo no estaría completo si no buscase ahondar en la pregunta obvia que surge a partir de
lo expuesto: ¿cómo fue ésta relación? Para ello recurriremos a las fuentes históricas.
Solo dos puntos trataremos aquí; primero, el origen occidental de los tolteca,
quienes se supone llegaron de Huehue Tlapallan o del Mar Bermejo, hoy Mar de Cortés, en
lo cual coinciden diversos autores.17 Al respecto, parece haber poca discusión.
El segundo punto se refiere al surgimiento y posterior caída de Tula donde, no
obstante las semejanzas, existen también discrepancias; respecto a lo primero, poco varían
las diferentes versiones y lo hacen más en el orden de los acontecimientos que en la
información en sí. En cuanto a lo segundo, es decir la huida de Quetzalcoatl y (o) Huémac,
últimos gobernantes de Tula, es donde se encuentran las mayores diferencias. No
discutiremos en detalle esto, no aquí, sino sólo llamaremos la atención en cuanto a las
concordancias, que refieren que tres reyes (caudillos o brujos, según la versión del mito),
fueron artífices de la caída de Tollan y persecución de Huemac-Quetzalcoatl. Lo destacado
aquí, es que de acuerdo con Ixtlixóchitl, 18 estos tres reyes llegaron de Occidente, de hacia
Xalisco o de delante de Mechuacan. Estos personajes parecen coincidir con aquellos tres
que, a la llegada de Xólotl al Valle de México poco después de la caída de Tula, recurren a
él para pedirle tierras procedentes de Occidente, llamados Tecpaneca, Acolhua y Otomíes,
a quienes, en otra versión del mito, se atribuye la llegada de más allá del Mar Bermejo,
igual que a los tolteca.19 Los mismos personajes coinciden, además, tanto en sus nombres
como en su representación con los tres grupos que salen de Chicomoztoc, instados por dos
4
personajes procedentes de Tula, según la Historia Tolteca-Chichimeca,20 a la conquista de
Cholula, sitio a donde huyó Quetzalcoatl.
Lo que interesa aquí son dos puntos. Primero, la localización de Xalisco que, en las
fuentes del XVI, se refiere al poblado del mismo nombre que se localiza en el actual
Nayarit. Segundo, Mechuacan, que según lo consigna Lebrón de Quiñones,21 era una
estancia de Tamazula, localizada por Sauer22 en el actual Estado de Jalisco. Bien,
Chicomoztoc en la Historia Tolteca Chichimeca se encuentra hacia Xalisco (con x) o
Mechuacan; por lo que es posible, según nuestra interpretación, que Colima sea el lugar de
origen de al menos uno de estos grupos.
La única y discutida referencia de origen prehispánico sobre Colliman se encuentra
en la Matrícula de Tributos, hoy constituye el escudo del estado. Lo interesante aquí, es que
este mismo emblema es el que distingue en la Historia Tolteca Chichimeca a los
Acolhuas,23 lo mismo que en el Códice Xólotl; es decir, el brazo flexionado. Valga aquí
abundar respecto a un dato de la relación de Amula,24 donde se mencionan, con otros
nombres, a tres caudillos llegados de las siete cuevas, a instancia del Dios tolteca, para
conquistar esta zona. Esta narración es, según interpretación nuestra, una variante local de
los hechos que refiere la Historia Tolteca Chichimeca, donde dos caudillos llegados de
Tollan piden ayuda a tres de los siete grupos que habitan las cuevas de Chicomoztoc para ir
a conquistar Cholula. Valga abundar que uno de estos caudillos chichimecas, que es quien
funge como intérprete, es hablante de otomí.25 En la relación de Amula,26 uno de estos
caudillos se llama Otomin tlatolli, nombre que puede traducirse como “hablante de otomí”.
4. Comentario final
De acuerdo con José Ma. Bustamante,27 fueron los Régulos (o reyes) de Jalisco los
artífices de la destrucción de Tula. Lo que aquí hemos presentado como hechos, referidos
en las fuentes citadas en la bibliografía, resulta sugerente al respecto y, sin buscar la verdad,
una de nuestras interpretaciones apunta en ese sentido. Otros datos y hechos demostrables
apoyan esta interpretación pero, lamentablemente, no hay tiempo para referirlos aquí. Por
tal motivo, invitamos al público interesado en conocer esta información a la presentación
que haremos del tema, más extensa y mejor documentada, el próximo 5 de agosto en el
marco del Seminario Permanente de Estudios Otopames del Instituto de Investigaciones
Antropológicas de la UNAM. Gracias.
Notas
5
1. Jiménez Moreno, Wigberto, “Síntesis de la historia pretolteca de Mesoamérica”, en Esplendor
del México antiguo, 4ª ed., México, Centro de Investigaciones Antropológicas de México, 1982.
2. López Austin, Alfredo y López Luján Leonardo, Mito y realidad de Zuyuá. Serpiente
Emplumada y las transformaciones mesoamericanas del Clásico al Posclásico, México, El Colegio
de México, Fondo de Cultura Económica, Fideicomiso Historia de las Américas (Serie Ensayos,
Coord. Alicia Hernández Chávez), 1999.
3. López Austin y López Luján, op. cit.
4. Idem.
5. Fahmel Beyer; Bernd; Mesoamérica Tolteca sus cerámicas de comercio principales, México,
Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM, 1988.
6. López Austin, y López Luján, op. cit.
7. Idem.
8. Cobean, Robert H; La cerámica de Tula, Hidalgo, México, INAH (Colección Científica No.
216), 1990; Baus Reed Czitrom, Carolyn; Figurillas sólidas de estilo Colima: una tipología,
México, INAH (Colección Científica, Serie Arqueología No. 66), 1978.
9. García Vilchis, Tobías; “Informe Técnico de los trabajos de Rescate Arqueológico en la Parcela
29 de “El Chanal”, Colima, Agosto 2006”.- Mora Bautista, Citlálic Olivia y Saúl Andrés Alcántara
Salinas, “Los Pueblos Otopames del Occidente de México. Una aproximación para su estudio
arqueológico”, ponencia presentada en el IX Coloquio Internacional de Otopames, en prensa,
Xalapa, México, 2007.
10. Cobean; Shöundube, Otto, Tuxpan, Tamazula, Zapotlán. Pueblos de la frontera septentrional de
la antigua Colima, México, Escuela Nacional de Antropología e Historia, Tesis de maestría, 19731974.
11. Fahmel, op. cit.; García Vilchis, op cit.
12. Reyes Garza, Juan Carlos, Al pie del volcán. Los indios de Colima en el virreinato, México,
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social, Instituto Nacional
Indigenista, Secretaria de Cultura del Estado de Colima (Colección Historia de los Pueblos
Indígenas de México), 2000.
13. Romero de Solís, José Miguel (ed.), Relaciones geográficas de la provincia de Amula, Colima,
Archivo Histórico del Municipio de Colima (Serie Archivarios 10), 1993.
14. Chimalpain Cuauhtlehuanitzin, Antón, Breve Memorial de la fundación de Chalco
Amaquemecan, México, UNAM, 1991.
15. López Austin, y López Luján, op cit.
16. López Austin, y López Luján, op cit. Cfr. “La Relación de Michoacán”, Fray Jerónimo de
Alcalá, Francisco Miranda, Versión paleográfica, separación de textos, ordenación coloquial,
estudio preliminar y notas, México, SEP (Cien de México), 1988.
17. Chimalpahin, op cit.; Alva Ixtlilxochitl, Fernando de, Obras Históricas, Tomos I y II, México,
UNAM, 1983; Torquemada, Fr. Juan de; Monarquía indiana. T. III, México, UNAM, 1976
18. Alva Ixtlilxochitl, op cit.
19. Idem.
20. Kirchoff, Paul, “El imperio tolteca y su caída”, en Jesús Monjarás, Rosa Brambila y Emma
Pérez Rocha (comp.), Mesoamérica y el centro de México, México, INAH (Colección Biblioteca
del INAH), 1989.
21. Lebrón de Quiñones, Lorenzo, “Relación sumaria de la visita que hizo en Nueva España el
Licenciado… á doscientos pueblos. Trae las descripciones de ellos, sus usos y costumbres. Fecha en
Taximaroa á 10 de septiembre de 1554”, en José Antonio Calderón Quijano (dir) et al., Documentos
6
para la historia del Estado de Colima, siglos XVI-XIX, México, Novaro (Colección Peña Colorada),
1979.
22. Sahuer, Carl O., Colima de la Nueva España en el siglo XVI, Colima, Gobierno del Estado de
Colima, 1990.
23. Historia tolteca -Chichimeca, México, INAH-CISINAH, 1976.
24. Romero de Solís, op cit.
25. Kirchoff, op cit.
26. Romero de Solís, op cit.
27. En Sahagún, Fr. Bernardino de; Historia General de las cosas de Nueva España, México,
Editorial Porrúa, 1989.
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